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Sequía por Dark_Gaara

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Notas del capitulo:

Holaaaa~! ¿Pensaron que había abandonado? Pues no, muajajaja! Ahora en serio, la verdad estoy bastante atareada en este momento de mi vida, aún así logré hacerme tiempo para escribir nwn les recuerdo igual que tengo muchas ideas para este fic, asique no importa cuánto tarde, jamás lo abandonaré nwn espero que sean pacientes y ustedes tampoco lo hagan <3

Este cap va dedicado a todos los que me dejan review <3 Mild isculpas por no nombrarlos particularmente, estoy apurada, pero ustedes saben quienes son! Y me incitan muchísimo a seguir este fic, mil gracias x3333

Espero que les guste nwn 

No cabía duda alguna. Sólo Haru podría hablar de re encuentro en una situación así, con esa suavidad y tranquilidad. Era un desquiciado.

 Los ojos azules de Haru brillaban, bailaban con ese color tan único que tenían. Pero para Rin eran demasiado intensos. Demasiado reales en un lugar donde todo eran apariencias. Ojos que lo habían marcado para siempre, aunque hubiese querido olvidar. Lo asaltaban por las noches, al igual que su dueño, con recuerdos que le hacían doler. Desde que supo que no volverían a verse había querido enterrar en su mente todo lo qu tuviese que ver con lo que había perdido, especialmente al chico que ahora lo miraba. Realmente creyó que jamás se volverían a ver, y lo agradecía, porque si bien a veces sentía que necesitaba de sus abrazos o de su calidez, sabía que si por arte de magia eso ocurría, estaría atrapado para siempre. Y las pocas veces donde se le ocurría un re encuentro, era en otras situaciones, totalmente diferentes. No así, con un Haru seriamente criminal, a quien debía juzgar. ¿No había otra manera de volver a verse? ¿Por qué el destino se empeñaba en separarlos?

 Por su parte, Haru lo examinaba intensamente, sin saber cuánto tiempo tendría para hacerlo ,ni si tendría otra oportunidad. Debía aprovechar para memorizar cada rasgo nuevo de Rin, y para compáralo con el niño que él recordaba. En verdad no había cambiado mucho, era como si fuese igual sólo que más grande: más alto, más musculoso, con el cabello un poco más largo. Aun tenía esos dientes afilados que no eran humanos, y su piel parecía ser igual de suave que en aquel entonces. Pero algo no estaba igual. Sus ojos rojos tenían un brillo nuevo. Ya  no tenían la inocencia de aquel entonces, y eso era lógico. Pero habían perdido también su chispa. No estaba la alegría cómica de un chico bromista como lo era Rin. Eran más feroces, más furiosos, como un animal. Haru quería poder examinarlos más de cerca, para descubrir que había en el fondo, si permanecería la esencia del Rin que él quería, o éste se había esfumado. Pero para ello requería más tiempo y, más complicado aún, e estar más cerca del príncipe. Sabía que era casi imposible, y solo podía esperar que Rin se lo permitiese, de alguna u otra manera.

-¿Lo conoce, Rin-senpai?-preguntó Nitori a su lado.

 El peli plata se encontraba contrariado. Su senpai jamás mostraba sus sentimientos tan abiertamente. Era evidente que ese chico significaba algo para él, más grande de lo que podía imaginar. S preguntó si sería la causa de que Rin siempre estuviese como lejos, como si su cuerpo estuviese allí en el trono, pero su mente y su corazón se encontrasen más allá de las paredes del Palacio, sumidos en profundas reflexiones que no compartía con nadie, ni siquiera con él, que era su consejero y confidente. Miró fijamente al chico que estaba allá arrodillado. No era más que un pueblerino. ¿Qué podía significar para su príncipe? ¿Por qué lo hacía confundirse tanto, tan repentinamente? No lo sabía, pero le molestaba. No quería que esa persona estuviese cerca de su príncipe.

 La voz aguda de Nitori penetró en los oídos de Rin, como siempre ocurría, atrapándolo bruscamente para regresarlo a la realidad. Rin resopló, tratando de calmarse. No podía perder el control de sus sentimientos en esa situación. No podía mostrar el efecto violento que Haru causaba en él. Sabía que lo estaban vigilando, así que debía comportarse. Volvió a sentarse en el trono, pero sin dejar de mirar a Haru. Nitori notó que movía los dedos nerviosamente.

-Dime tu nombre.-dijo aparentando tranquilidad y autoridad.

-¿En serio?-inquirió.

-Dime tu nombre.-repitió.

-Haruka Nanase.

-¿Ocupación?

-Viajero.

-Eso no es una ocupación, Haru.-dijo resignado, no le sorprendía la respuesta de su amigo, siempre había sido de atenerse poco a las normas sociales.

 A todos los presentes les sorprendió la camaradería con la que había respondido el príncipe, como si se encontrase charlando de la vida con un amigo. Aunque Rin sabía que debía mantener las formas, y que a ninguno le convenía mostrar su estrecho vínculo, le era imposible no hablarle a Haru como un viejo conocido. Haru sonrió un poco…

-No hay demasiadas ocupaciones en el pueblo hoy en día.-respondió secamente.

 Debido a la falta de agua, la gente también había enfermado y empobrecido, por lo que eran tiempos difíciles para ganarse la vida. No había mucho trabajo ni maneras de subsistir.

 Rin se sorprendió ante la respuesta de Haru, quien se sorprendió de la sorpresa de Rin. Por un momento parecieron hablar idiomas diferentes. Se hizo un silencio extraño, donde se miraron como si pudieran comunicarse con la mirada. Algo no cuadraba, uno de los dos debía estar equivocado. ¿Pero quién?

-Rin-sempai, el asunto de la fuente…-rompió Nitori el silencio, tratando de recordarle a su jefe el asunto que estaban tratando.

-Lo sé, lo sé.-bufó Rin de mala gana. Se reacomodó en el trono.-Muy bien Haru, se te acusa de querer profanar la fuente de agua del palacio… ¿qué tienes que decir al respecto?

-Me declaro culpable.-dijo Haru tranquilamente.

-¿Eres idiota?-le escupió Rin enojado, aunque en realidad estaba preocupado.

-Sólo digo la verdad.-explicó aún parsimoniosamente.

-Haru,-dijo tratando de calmarse-se te está acusando de uno de los crímenes más graves del Reino. ¿No quieres pensar un poco más antes de responder?

 Nitori miró sorprendido a Rin. Hau ya se había declarado culpable, ¿qué más querían? Deberían condenarlo allí mismo, en lugar de darle tantas oportunidades. Su príncipe era tan benevolente a veces…

-Ya lo he dicho, Rin.

-¡Por Dios! ¡¿Por qué?!-le gritó aferrándose a las manos del trono para no golpearlo.

-Pues es obvio, ¿no?-dijo Haru mirándolo sin terminar de entender.- Queríamos descubrir si realmente existía dicha fuente…

-¿Y qué ibas a hacer con eso? ¿Vender agua a los demás pueblos? ¿O a los mismos habitantes del reino? ¿o contaminarla?

-¿Eh? ¿De qué estás hablando, Rin?-lo interrumpió confundido.

-Responde. ¿Qué ibas a hacer con el agua de la fuente?

-Nada.-dijo tranquilamente.

-¿Nada?-abrió mucho sus ojos. ¿Qué estaba pasando allí?

-No.

-Entonces, ¿no querías profanar la fuente?

-¿Profanarla?-dijo casi divertido.-Sólo queríamos…sólo quería…-la verdadera palabra se ahogó en su garganta.-Saber.

 Rin suspiró pesadamente mientras se relajaba en el asiento. Haru no había cometido un crimen tan grave como había pensado en un principio. No tenía porqué condenarlo tan gravemente.

-Aún así-retomó, reacomodándose.- te has infiltrado en los jardines del Palacio y eso sigue siendo un crimen, aunque menos grave.-sonrió un poco, queriendo animar a su amigo.- Y puede ser menos grave, si nos cuentas todo.

-¿Contar todo…?

-¿Quién te contrató? ¿Fue alguna organización del Reino en busca de información? ¿Alguien de afuera? ¿Qué planes tienen? Necesitamos saber todo.

 Haru lo miró boquiabierto. Alzó las cejas, mientras se preguntaba si su amigo hablaba en serio o no. Claro que como gobernante Rin hablaba en serio, asique comenzó a impacientarse cuando su amigo seguía en silencio. Dios, era tan difícil ayudarlo si no aportaba nada…

-Haru.-se impacientaba.-será mejor que nos digas cuanto sabes. Será mejor para ti…

-Rin.-dijo saliendo de su asombro y sonriendo.- no voy a decirte nada.

 Rin abrió los ojos, sin poder creer el nivel de estupidez de Haru.

-¡Haru! ¿Sabes en la situación en la que te encuentras? No puedo ayudarte si no me dices nada.

-¿Ayudarme?-murmuró Haru, gratamente sorprendido por lo arriesgado de la declaración.- No fui contratado por ninguna organización, ni interna ni externa. Y no me metí en los jardines con fines políticos o económicos.

-¿Entonces?

-Ya te lo dije. Sólo queríamos saber qué había en los jardines del palacio. Nada más.

-Hablas en plural. Si no te contrataron, ¿con quién te infiltraste?

 A Haru le recorrió un escalofrío por toda su columna vertebral. Miró en silencio a Rin con expresión desafiante. El pelirrojo también le sostenía la mirada, dispuesto a sacarle todo lo que pudiera.

-¿Y?-repitió Rin ante el silencio.

 Pero Haru no movió ni un músculo.

 La mirada de Nitori iba de su príncipe al vasallo que estaba de rodillas a unos metros. No entendía bien qué pasaba. ¿De dónde había sacado Rin tanta paciencia? Él era siempre el primero en gritar o enojarse. Y ahora estaba en ese duelo silencioso, como si no fuera a permitir que ese chico se fuera de allí sin decir todo.

-Vamos, Haru.-lo apuró, aun viendo la determinación de la mirada azul. Suspiró.- Entonces no te contrataron…Así que debes haber ido con un grupo de gente conocida. Nunca fuiste muy sociable, y estoy casi seguro de que no has cambiado en eso….-Rin parecía meditar en voz alta.- En aquel entonces sólo te juntabas con Makoto y Nagisa…

 Haru se sorprendió al ver que Rin no había ni dudado con aquellos nombres, como si los guardara en algún lugar cercano, sin tener que hacer esfuerzo por recordarlos. No pudo evitar sonreír levemente. Aunque su sonrisa se esfumó cuando vio la cara asombrada de Rin, como si hubiese llegado a una conclusión. Los ojos rojos brillaron confundidos y miraron a Haru inquisitoriamente.

-Un momento….No me digas que te sigues juntando con ellos.

-¿Tiene algo de malo?-preguntó un poco a la defensiva.

-¡No me digas que te infiltraste con ellos!

Haru lo miró en silencio, aún negándose a hablar. Rin suspiró sonoramente, entre la molestia y la sorpresa.

-¡¿En serio?! ¡Eres un idiota!

Más silencio.

-Maldito seas Haru, estás loco….Hacer una hazaña como infiltrarte en el palacio sin ninguna buena razón y con un grupo de idiotas….No me sorprendería que Nagisa fuese el de la brillante idea.-comentó sarcásticamente.

-No fue idea de Nagisa.- Rin alzó una ceja ante la confesión de Haru.- Fue mi idea.

-¡¿Tuya?!-gritó sin contenerse. Jamás pensó que Haru precisamente podía ser tan idiota. ¿Qué lo había llevado a cometer un acto tan imprudente, a aquel chico siempre tranquilo y tan poco impulsivo? Rin agarró con fuerza los apoya brazos del trono, tratando de no pararse repentinamente, lo cual quedaría sospechoso.-¿¡Por qué!? ¡¿Por qué tú, justamente, Haru, harías algo así!?-gritó un poco fuera de sí, descargando las ganas que tenía de abofetearlo en su voz desgarrada.

-No te lo diré.-dijo Haru mirándolo fijamente y sin que se le moviese un músculo. En su cabeza completó la frase, “No ahora. No aquí. No así…”. Se preguntó si Rin aún podía leer su mirada, si se daría cuenta que en verdad quería hablar con él, pero de manera más privada. Si tan sólo pudieran estar a solas…no importaba dónde, o cuánto. Si quería hablar con el verdadero Rin, necesitaba que estuvieran solos. Sólo entonces podría abrir su corazón e incitar a su amigo a que hiciese lo mismo.

 Se preguntó si tendría alguna oportunidad de hacerlo.

 Rin se mordió el labio inferior, ya demasiado hastiado. Haru siempre lo sacaba un poco de sus casillas, pero esto era demasiado. ¿Qué estaría ocultando Haru? ¿Qué había ocurrido en todo ese tiempo que no se habían visto? ¿Por qué estaba tan tranquilo, como si estuviera acercándose a su objetivo?

-Haru….-musitó lentamente, tratando de calmarse. Luego miró fijamente al mencionado.- De cualquier manera, esos idiotas que se colaron contigo también son criminales. Si nos confirmas sus identidades…

-¿En serio crees que haría algo como eso, Rin?-lo interrumpió suavemente con los ojos cerrados y sin dar lugar a una respuesta.

 Rin bufó. Odiaba que Haru colocase a los demás por delante de él. Sabía que no importaba cuanto insistiese, jamás le confirmaría con  quién se había colado a los jardines ocultos del Palacio. Personalmente, eso justamente le aseguraba que había sido con Makoto y Nagisa, pero no servía como defensa del peliazul.

-Supongamos igual que mi hipótesis son ciertas….-miró a Nitori.-Nitori, ¿cuántas personas eran las que se colaron anoche en los jardines ocultos del palacio?

-Eran cuatro, Rin-sem…

-Cuatro.-repitió firmemente.- Dime Haru, ¿quién es la cuarta persona?

-No lo conoces.-respondió con desinterés.

-Oh, así que me reemplazaron, ¿verdad?-Haru descubrió cierto dolor en el tono de broma de Rin, como si realmente le doliese pensar que lo habían sustituido.

-Claro que no.-se apresuró a decir.- Esa persona vale mucho por lo que es en sí misma. Y jamás abandonaría a sus amigos.-dijo en tono de reproche. El pecho de Rin se estrujó, sin poder contestar.-Además, tú eres irremplazable.-murmuró Haru desviando la mirada, aunque el pelirrojo lo escuchó, y sonrió soberbiamente.

-Aunque debo admitir que me sorprende que hayan encontrado a otro dispuesto a seguirlos en sus desquiciadas aventuras.- comentó con sorna y envidia. Realmente le intrigaba quién podría ser ese cuarto chico que, quisiera o no, ocupaba el lugar que él había ocupado antes.-Tampoco me dirás nada de él, ¿verdad?

 Haru no respondió.

-Dime, Nitori-dijo mirando a su consejero.-¿Cuál fue el informe sobre el incidente de ayer?

-Ahh, sí, Rin-sempai.-gritó sorprendido con su chillona voz. Se aclaró la garganta.- Ayer ingresaron pasada la media noche. Eran cuatro, todos hombres…

-¡Eso no importa!-gruñó Rin.-Dime que pasó con ellos luego de que los descubrieran.

-Oh..mmm…eso….Uno fue capturado, es el prisionero que tenemos delante. Los otros tres huyeron, aunque uno de ellos fue herido…

-Eso.-interrumpió Rin sonriendo, sin especificar el lugar de la herida.

 Haru abrió mucho los ojos. Su corazón se estrujó. No podía ser. Él había sido capturado, pero los demás tenían posibilidades de huir. ¿Cómo lo habían herido?

-Me pregunto a cuál de los tres habrán herido…-siguió diciendo Rin con diversión, mientras veía la cara aterrorizada de Haru.- ¿Habrá sido a Nagisa? Aunque él es bastante escurridizo. ¿Quizás Makoto? Él se pondría delante de cualquiera. O quizás haya sido ese cuarto chico….Es intrigante, ¿verdad, Haru?

-Yo….-musitó con los ojos desorbitados.- Jamás quise que le hagan daño…

-Si nos dices con quiénes estabas, podríamos atenderlo.-y gravemente agregó.- Si no es demasiado tarde, claro.

 Haru se mordió el labio inferior. Rin estaba jugando sucio. Recordó a sus tres amigos, aquella noche en la que prometieron que cada uno seguiría su camino. Sabía que era probable que no lo cumpliesen, pero él había sentido que ya con eso había hecho lo que podía. Sabía que no era cierto.

Pero también sabía que los cuatro eran fuertes. Él estaba en el territorio enemigo, pero sobreviviría. Y debía confiar en que Makoto, Nagisa y Rei harían lo mismo. Ninguno estaba preparado para darse por vencido. Aún tenían mucha batalla que dar.

-Ya basta, Rin.-dijo duramente, encarándolo.-No te diré nada. Haz lo que quieras conmigo. Pero no diré nada de nadie más.

 Rin conocía esa mirada de Haru. Era dura, fría, pero sobretodo, era decidida. Y una vez que algo se le metía al azabache era imposible persuadirlo de lo contrario. Lo miró unos segundos, donde entre ellos parecieron haber rayos. A Nitori le dio un escalofrío de solo sentir esa atmósfera, esa batalla silenciosa entre ambos. Por fin, Rin se rindió.

-Bien. Sé que cumplirás con lo que dices.-resignado, miró a un guardia.-Hey, tú. Llévalo a la habitación azul.

 Un silencio se hizo en la sala.

-¡¿A la habitación azul?!-gritó Nitori a su lado.-¡Pero es un prisionero! ¡Es un…!

-Nitori.-musitó Rin gravemente. Al mencionado se le congeló el corazón ante la dureza de su voz. Rin lo miró por el rabillo del ojo.-Hablaremos luego.- susurró para que sólo él pudiese oírlo. A Nitori le sorprendió oír un cierto ruego en la voz de su amo, como si le pidiese que no dijese más. Jamás le hablaba de esa manera.

-¿A la habitación azul?-quiso confirmar el guardia.

-Así es. Es mi prisionero, su crimen no ha sido tan grave así que está bajo mi jurisdicción. No creo que haya problema en que yo decida qué hacer con él.-dijo decididamente. Luego miró a otro guardia.-El siguiente asunto.

 Rin trató de no mirar de vuelta a Haru mientras se lo llevaban. Ya estaba siendo bastante arriesgado y no quería levantar más sospechas sobre la importancia de aquel chico para él. Aun así, no pudo evitar dirigirle una pequeña mirada, y se divirtió ante la confusión de su amigo.

 Haru era llevado por varios guardias. Luego de salir del gran salón lo hicieron subir unas escaleras. No podía evitar sorprenderse ante la belleza del palacio por dentro: la paredes eran sobre todo blancas y brillantes, y la luz se filtraba por altas ventanas, cuyos cristales en algunas eran de colores, dotando al lugar de un aire apacible y alegre. Los pasillos eran anchos y cómodos, y el piso estaba en su mayoría alfombrado. En las paredes había adornos y algunos cuadros que no pudo apreciar por la velocidad con la que lo conducían. Aquel lugar le pareció hermoso, y se preguntó por qué estaba allí. No tenía mucho sentido que de la nada surgieron escaleras hacia algún sótano con mazmorras.

 El guardia delante de él se detuvo en una puerta al fondo del pasillo. La abrió y lo empujó adentro, para luego cerrarla. Haru estaba tan absorto en lo que veía que no oyó que le echaban llave al pestillo. Tampoco le hubiese importado demasiado.

 Entendió por qué se llamaba la habitación azul. Los vidrios de casi todas las ventanas eran de ese color, un azul marino, que combinaba con la alfombra del suelo y con el color de las sábanas de la cómoda cama que estaba en el centro del cuarto. La habitación no era muy grande, pero era perfecta para una sola persona. Cómoda, calma. Nada parecido a una cárcel o un lugar de tortura. ¿Por qué Rin habría mandado a que lo llevasen allí? No lo sabía aún. Pero su corazón le decía que pronto obtendría algunas respuestas.

 

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado el cap nwn La historia va avanzando~ Agradeceria muchisimo si puden dejarme un comentario sobre si les va gustando, opiniones, críticas, lo que sea nwn ya que me dan muchas ganas de actualizar más rápido cuando los leo ustedes n0n

Nos leemos~!!


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