-Waa...que sueño tengo.- el pequeño peli lila comenzaba a despertarse.
Los rayos del sol ya se reflejaban por la ventana de su habitación, aun con sueño se dirigió al baño para asearse. Lavo su cara y dientes, posteriormente salio disparado a la cocina, ahí encontró a su abuela cocinando.
-Buenos días Trunks ¿Vas a desayunar?
-Si, después me voy a la escuela.
-Ahora mismo te sirvo - la rubia comenzó a pasarle varios platillos al pequeño.
El desayuno fue tranquilo, pudo sentir el ki de su padre lejos por lo que supuso que debió haber ido a entrenar.
-"Valla, yo tambien quiero entrenar, pero tengo que ir a la escuela primero"- pensó Trunks con pesadez.
Desde aquel roce de labios que tuvo con el pelinegro se comenzó a sentir raro. No sabia porque pero quería ver a su amigo, supuso que eran las ganas de jugar.
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-¡¡¡KA-ME-HA-ME- HAAAAA!!!
-¡Ni creas que me vencerás Kakaroto!
Ambos hombres peleaban arduamente, puño contra puño, bolas de energía, patadas, no había ataque que no hiciesen.
Sus respiraciones agitadas eran señal de lo cansados que estaban, no habían parado de pelear ni un momento desde que empezaron, llevaban al menos tres horas en ello, cabe decir que ambos peleaban con todas sus fuerzas, si bien Goku estaba ganando en fuerza, el príncipe ganaba en estrategia. No seria tan fácil vencerlo y eso entusiasmaba más al menor.
-Ha..ríndete..Kakaroto..ha..- decía el príncipe mientras lo golpeaba en el estomago, pero Goku no se dejaría vencer,tomó por el brazo a Vegeta y lo lanzó a unas rocas.
-Yo..no..me rendiré.
El combate duro otra hora más, las ropas estaban destrozadas, pero ambos se sentían satisfechos con aquel entrenamiento.
Vegeta estaba acostado boca arriba en el suelo, recuperando la respiración, el de cabellos alborotados a como pudo se acercó para acostarse junto a él.
-Has mejorado Vegeta.
-Ahórrate las palabras. No necesito tu amabilidad.
-Pero Vegeta, es la verdad.
El príncipe no contesto, simplemente cerro los ojos en busca de relajación. No paso mas de tres segundos para que el de cabellos de flama sintiese como unos labios presionaban los suyos.
Abrió los ojos lentamente, notó como el de cabellos alborotados estaba encima de él con los ojos cerrados, no lo quitó, solo volvió a cerrar los ojos y disfrutó de aquel cosquilleo que le brindaban esos labios ajenos.
El beso era lento, sus lenguas disfrutaban el tacto del otro. No era uno fogoso, pero si que era satisfactorio. Sintieron aquel cosquilleo en el vientre, causando que Vegeta quisiese profundizar aquel contacto tomando la nuca del menor.
Tuvieron que separarse por falta de oxígeno dejando un pequeño hilo de saliva que los unía. Abrieron los ojos y se miraron fijamente, simplemente sus miradas se fundían en una, las palabras sobraban y solo pudieron retomar aquel beso.
Todo iba bien, hasta que se percataron de una presencia que se acercaba a gran velocidad, se separaron de inmediato.
Aquella persona aterrizó frente a ellos.
-Gohan ¿Sucede algo hijo? ¿No estabas estudiando?- decía con algo de nerviosismo Goku, prácticamente rezando mentalmente para que su hijo no los haya visto.
-Salí temprano, y pensé que seria buena idea venir a entrenar con ustedes, pero por lo que veo acaban de terminar de entrenar.
-Si, lo que pasa es que empezamos desde temprano. Aunque supongo que podríamos entrenar de nuevo.
El príncipe no decía nada, estaba enojado por la presencia del hijo de Goku, es decir, los había interrumpido, Vegeta no era de los que se quedaba con las ganas.
-¿Hablas en serio papá?
-Claro, siempre es bueno entrenar con más personas. ¿Tú que dices Vegeta? ¿Entrenaras con nosotros?
Goku tomó a Vegeta por el hombro, causando que el príncipe voltease a otra parte.
-A mi no me interesa entrenar con un debilucho.- la voz de Vegeta se escuchaba mas furiosa que antes y esto dejó desconcertado a Goku.
-Gohan, discúlpanos un momento.- el de cabellos alborotados tomó al príncipe y lo jaló a unas rocas donde se escondieron para hablar.
-Vegeta ¿Porqué estas tan enojado?
-¿Yo? No se de que hablas. - el príncipe seguía sin darle la cara al menor . - Si te quedarás a entrenar con él, entonces yo me voy. De todos modos quiero entrar a la cámara de gravedad.
-Vegeta...- Goku no sabia que hacer, hace tan solo unos segundos estaban perfectamente, aun no sabia como manejar esos cambios de humor del príncipe. - Me quedare con Gohan, ya no paso tiempo con él, pero ¿Puedo ir esta noche a verte?- el color carmesí en las mejillas de Goku era evidente.
Vegeta lo volteo a ver y solo asintió aun con su ceño fruncido. Se disponía a salir volando de ahí, pero el de cabellos alborotados lo detuvo con el brazo. Se acerco a su rostro y le propinó un beso profundo, a él tambien le habían quedado ganas de más, pero por el momento tendrían que conformarse con aquel beso.
-Nos vemos en la noche Vegeta- dijo al separarse el de cabellos alborotados. El príncipe no contesto y se limitó a irse. Goku salió de aquel lugar donde se había escondido con el príncipe para ir con su hijo.
-Bien, entonces entrenemos Gohan.
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Mientras volaba en dirección a su hogar, el príncipe se encontraba pensando en varias cosas, pero mas en la charla que tuvo con el de cabellos alborotados.
-"Revelar lo nuestro, aún no es tiempo para eso"
El príncipe llegó en cuestión de minutos a su hogar, fue recibido por los robots. Lo primero que hizo fue tomar un baño y colocarse otras vestimentas que no estuviesen rotas, agradecía que su esposa le haya cumplido aquel capricho de hacerle varios trajes de pelea.
Después de haberse vestido, se dirigió a la cocina, el entrenamiento le produjo hambre. Aún era temprano,a penas serían las dos de la tarde. De verdad que con el de cabellos alborotados no media su tiempo. Ya no podía esperar para que fuese de noche y poder estar con él. Por mientras mataría el tiempo en la cámara de gravedad.
Estuvo destruyendo varios de los robots con los que entrenaba, el tiempo era lento, tal vez la principal razón era porque cada tres segundos revisaba la hora. No le quedo de otra que continuar entrenando, ignorando toralmente todo lo que pasaba fuera de la cámara de gravedad.
La noche se hizo presente y con ello el príncipe salió de aquel lugar donde había permanecido encerrado todas esas horas. Su cuerpo estaba sudoroso, por lo que se dirigió a su habitación para tomar un baño, no lo admitiría pero no quería que el de cabellos alborotados lo viese en esas fachas, quería verse bien frente a él.
Su cuerpo se relajaba con cada gota de agua que caía por su cuerpo, aquellos músculos bien marcados eran enjabonados. Ni siquiera se tomó la molestia de sentir si había presencias en aquel gran lugar, solo podía pensar en que pronto estaría con aquel hombre que invadía sus pensamientos.
Salió de la ducha con sólo el bóxer puesto, su cabello aun goteaba un poco, por lo que se sentó en esa gran cama y empezó a secar su cabellera. De pronto sintió una presencia familiar que entraba a la habitación, de quedo sorprendido al ver de quien se trataba.
-Hola Vegeta.
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-Haa..haa...ya no..puedo más..haa
-Ha..¿Estas..seguro..? - el de cabellos alborotados estaba empapado en sudor al igual que su hijo.
Se habían dedicado todo el dia a entrenar, solo habían descansado una vez para comer y después regresar al entrenamiento.
Gohan estaba fuera de forma pero aun resistía el entrenamiento de largo tiempo.
Ya estaban agotados, la noche se hizo presente, ambos se sentaron en el suelo, querían recuperar el aire en sus pulmones.
- Deberíamos regresar a la casa. Me muero por un baño.- decía el de cabellos alborotados, que solo podía pensar en ir a ver al príncipe.
-Si, ya es tarde y mamá debe estar preguntándose donde estábamos.
Con eso, ambos tomaron vuelo a la pequeña casa en las montañas. La pelinegra los recibió con un sermón, pero el regaño fue peor para Gohan. Le recordó que tenia una novia de la cual no debería olvidarse, pero al pronunciársela al joven, éste solo se puso triste.
Goku los dejó solos y aprovecho para tomar un baño. No se presentaría todo sudado con su amante. Su sonrisa era tan radiante, el solo hecho de pensar que pronto estarían juntos lo volvía loco, jamás había podido sentirse así. Es decir, con Milk ni siquiera había pasado tiempo con ella, simplemente cumplió su promesa y le propuso matrimonio en el torneo de artes marciales, pero cuando ella se le pegaba le parecía un poco molesto, no era algo a lo que estuviese acostumbrado.
Termino su baño, al ir a su habitación por ropa, pudo notar que Milk le había escondido sus trajes de pelea. No le quedó de otra que ponerse algo de lo que le habían comprado.
Se coloco unos jeans de mezclilla azules que quedaban algo justos en el trasero y una camisa blanca sin mangas. Tambien encontró unos tennis verdes que se termino por colocar.
Le daba un poco de pena irse sin decirle nada a Milk, pero pensar en estar con el príncipe le ganaba. Ya tenia una coartada, le ha la dicho a su hijo que entrenaría toda la noche con Vegeta, por lo que esta vez se ahorraría las explicaciones.
Goku salio de ahí por la ve tana de su habitación, aumentaba su velocidad lo mas que pudo, solo pensaba en besar a Vegeta, tocarlo, abrazarlo y decirle cuanto lo quería. Hasta ahora no se lo había dicho, pero el de cabellos alborotados desean decirle que sus sentimientos iban mas haya del querer.
Al llegar fue a asomarse directamente a aquella habitación donde sabia que se encontraría el príncipe, la ventana del cuarto estaba abierta por lo que decidió acercarse, pero al fijarse más pudo notar una escena que lo dejó petrificado.
-Te amo Vegeta - decía la peli azul mientras abrazaba al príncipe, ambos estaban de pie.
Vegeta notó la presencia de Goku, lo vio, vio como en el rostro del de cabellos alborotados se reflejaba tristeza, no lo soportó y simplemente desvío la mirada, no podía mirarlo en esa situación.
Goku al ver como le evitó la mirada se fue sin hacer ruido alguno, sin que la peli azul se diera cuenta que los vio, llendose sin rumbo alguno.