El de cabellos alborotados salía completamente refrescado después de ese baño relajante que tuvo. Había encontrado sus prendas usuales por lo que se las colocó.
Se dirigió a su habitación, estaba agotado, durante la noche no durmió nada, tampoco había cenado ni desayunado y aparte de eso había gastado energías con el príncipe. Su estómago gruñía de hambre, por lo que antes de conciliar el sueño bajó a la cocina.
Notó que la habitación de Gohan continuaba cerrada, no quería molestarlo mas por lo que pasó de largo. Tambien se dio cuenta que su hijo menor no estaba en casa.
Al entrar a la cocina vio a la pelinegra cocinando.
-En un momento tengo lista la comida. Toma asiento.- dijo la mujer sin voltear a verlo.
Goku obedeció, se quedo en silencio hasta que la mujer terminó de preparar los alimentos.
Los dos estaban en la mesa, uno frente al otro. Era algo incómodo después de la discusión que acababan de tener, pero el de cabellos alborotados trato de ignorar eso y comenzó a devorar los alimentos que tanto ansiaba.
-Goku, estaba pensando en hoy quedarnos solos en la casa. Bulma me llamó para decir que regresó de su viaje y estaba pensando en pedirle que deje dormir a Goten hoy en su casa. Gohan tambien puede ir hoy con ellos.- la mujer hablaba calmadamente mientras el pelinegro pensaba en que excusa dar. No quería estar con ella a solas, temía decir algo fuera de lugar estando con ella.
-Milk, no creo que sea bueno pedirle eso a Bulma, no hay que causarle molestias.
-No te preocupes se que entenderá. Ya hace un tiempo que nosotros no tenemos tiempo solos.
El de cabellos alborotados no sabía que decir, la situación era un arma de doble filo, si la rechazaba la mujer sospecharía algo, pero al aceptar tambien peligraba el ser descubierto ya que no se comportaría de la manera en que lo hacía antes con ella.
-¿Hay algún problema con pasar tiempo conmigo?- dijo con un poco de enfado la mujer.
-Cla..claro que no Milk . Pero...
-Bien. Esta decidido, llamaré a Bulma de inmediato, de todos modos Goten ya está en su casa.
La mujer se levantó de la silla y se dirigió a un teléfono que estaba en la sala de estar, ignorando por completo al hombre.
-Y ahora ¿Qué hago?
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Aún estaba en un pequeño shock, seguía sin creerse eso que veía, su hijo siendo besado por el otro chiquillo. Solo duraron un par de segundos así, pero no podía dejar de verlos.
El príncipe seguía asomado por la pequeña abertura de la puerta, quería entrar y llevarse a su hijo para conversar seriamente sobre eso, pero una voz fémina lo saco de sus pensamientos.
-Valla, al fin llegaste Vegeta. ¿Qué estas haciendo?
El hombre recobro la cordura de su cuerpo, y miro a la mujer.
-¿Qué es lo que quieres?- era obvio que no le diría que hacía y menos que vio.
-Te estuve buscando para que veas el suero curativo, ya lo terminé de desarrollar, pero me gustaría que lo probaras para saber su efectividad.
-Ahora no. - con eso el príncipe continuó su camino a la cocina, ahora con esa pequeña escena en la mente.
-Valla, tendré que esperar a que coma, a ver si ya se encuentra de mejor humor. Olvide decirle que Gohan y Goten se quedaran a dormir, ni modo. - la mujer se encaminó nuevamente a su laboratorio, acababa de colgar el teléfono donde había estado hablando con la pelinegra.
El príncipe devoraba con ferocidad la comida.
-"Demonios, ese mocoso. Le pediré explicaciones más tarde cuando se valla ese niño"
Después de comer, el príncipe fue a tomar una siesta, anoche no había dormindo nada y estaba cansado por la ronda de 'ejercicio' que había tenido con el de cabellos alborotados.
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-Mamá pero ¿Porqué me tengo que ir a casa de Bulma?
El joven pelinegro era sacado a rastras de su habitación. Su madre le empacó en una maleta un cambio de ropa para dormir y otra para la mañana.
-Tú padre y yo necesitamos tiempo a solas. Ahora, vete o se hará tarde, ya se está poniendo oscuro.
El joven estaba fuera de su casa y solo pudo ver por la ventana como su padre suspiraba. Se ve que no quería estar en esa situación, pero el no podía hacer nada.
No le quedo de otra mas que emprender vuelo a la C.C.
Estaba pensativo, no sabia como tratar con el príncipe después de lo que vio. Sabía que no era buena idea decirle lo que sabia, pero no podía hacerse el desentendido.
-Lo mejor será evitarlo, ademas solo pasaré la noche ahí. Tendré que quedarme con los chicos. - decía para si el joven.
Al llegar a la C.C. el joven fue recibido por unos robots que lo guiaron a una de las salas de estar. Ahí se encontró con la presencia de la peli azul.
-Bienvenido Gohan - decía la mujer sonriente.
-Hola, lamento las molestias.
-No te preocupes, tú eres siempre bienvenido, además tú madre me lo pidió de favor.
-Si...- el joven no sabia que hacer.- ¿Dónde están los pequeños?
-Están en el cuarto de Trunks, deben estar jugando. Pero ya va a ser hora de cenar ¿Podrías hacerme el favor de llamarlos?
-Claro- el joven se dirigió hacia esos pasillos largos, buscando la habitación del peli lila.
Estaba tan distraído que no se dio cuenta que una puerta delante de el se abrió, dejando ver una figura familiar. Continuó caminando hasta que esa persona le habló.
-¿Qué estas haciendo aquí?
Gohan al escuchar esa voz ronca del príncipe no pudo evitar ponerse algo nervioso.
-Se..señor Vegeta.
-¿No piensas responder insecto?
-Lo que sucede es que pasare la noche aquí, tambien Goten.
-"¿Pasaran la noche aquí? Pero no siento la presencia de Kakaroto..."
-"Rayos, no puedo ni mirarle la cara, por favor que sea la única vez que me lo tope. No quiero recordar todo lo que vi"
El joven tenía la mirada perdida, por su parte el príncipe estaba sacando sus conclusiones, no le agradaba la idea de que Kakaroto no estuviese ahí con ellos, eso significaba que estaría con su esposa a solas.
-¡Quitate! ¡No estorbes!- el príncipe prácticamente empujó a Gohan, continuando su camino. Pensar en el de cabellos alborotados y aquella mujer juntos hizo que una rabia lo invadiese.
Cuando el de cabellos de flama se alejó lo suficiente, el joven continuó su camino hasta llegar a la alcoba donde se encontraban los pequeños.
Tocó la puerta un par de veces para después abrirla, los pequeños de encontraban jugando.
-Gohan - el peli lila prácticamente se lanzó sobre él para propinarle un abrazo.- ¿Viniste tú tambien de visita? - decía Trunks aun colgado del cuellos del mayor.
-Algo así. En realidad pasaré la noche aquí con Goten.
-¿Eh? ¿Porqué?- preguntaba el pequeño pelinegro.
-Es que mamá y papá tienen cosas que hacer y nosotros no podemos ayudarlos- decía el mayor tratando de no decir nada imprudente.
-Ya veo. - el pequeño sonrió - entonces podre jugar contigo toda la noche Trunks.
-Si, será divertido.
Gohan bajó al peli lila al suelo.
-Por cierto, Bulma me mando a decir que ya casi es hora de cenar. Bajemos al comedor.
Ambos pequeños asintieron y siguieron al mayor.
Al llegar comedor, para la mala suerte de Gohan el príncipe de hallaba ahí. Trato de restarle importancia, pero durante la cena no podía evitar voltear a verlo de reojo, a lo que el mayor se dio cuenta.
-¡¿Qué me ves, imbecil?!
-No, nada...- el joven se sonrojaba ligeramente. Las imágenes no dejaban su cabeza. Aún se preguntaba si alguien como Vegeta sentía algo por su padre.
La incomodidad lo invadía, podía escuchar claramente en su cabeza aquellos gemidos, no tardó en darse cuenta de que un bulto se formó entre sus pantaloncillos.
-Disculpen yo...tengo que ir al baño- con ello, el joven salio de ahí lo mas rápido que pudo, no quería que nadie se diera cuenta de su problema.
Entró al baño de la habitación donde dormiría.
-"Es solo una reacción fisiológica, solo eso. Debo dejar de pensar en eso"
El joven estuvo encerrado en el baño hasta que la erección bajó por si misma, no era capaz de tocarse pensando en su padre y en el príncipe.
-Debo llamar a Videl.
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El pelinegro estaba sufriendo como nunca en su vida. Podía sentir la tensión en el ambiente.
-Goku, la cena esta lista.- la mujer actuaba normal, pero él pelinegro sentía que algo iba mal.
-Si Milk, ya voy. - el pelinegro tomó asiento en la mesa, la mujer se sentó cerca de él.
La cena fue en silencio, uno muy incomodo. El de cabellos alborotados pensó que había pasado lo peor, ya que cuando la cena finalizó la mujer subió a darse un baño.
Por su parte el pelinegro fue a la habitación, no le habían dado oportunidad de dormir. Se sentía cansado, sus párpados pesaban, y sus ojos se cerraban por si mismos.
Cerró los ojos un momento, no sabía si estaba dormido o despierto, pero pasado un rato una figura se le presentó frente a él.
-Goku ¿Estas despierto?- la voz de la mujer causo que el de cabellos alborotados abriese los ojos, mostrando esos orbes negros.
Al poder ver claramente, Goku se dio cuenta de que la pelinegra estaba vestida con una blusa de seda de tirantes, llevando abajo solo lencería de encaje.
-Milk...- el hombre se había quedado estático, ahora si era incómodo.
-Goku...- la mujer se arrimó encima del hombre, el estaba acostado en la cama. Se acercó a su rostro y le dio un beso suave.
Definitivamente era diferente, sus labios no le sabían a nada, era solo un beso. La mujer levantó la vista al darse cuenta de que no era correspondida.
-¿Qué sucede Goku? - trato de sonar lo más calmada posible.
-Milk, perdón pero realmente estoy agotado. No me siento con energías para nada.
-¿Acaso ya no te soy atractiva? - la mujer fruncía el ceño. No le agradaba la idea de ser rechazada por su esposo.
-No es eso Milk. De verdad estoy cansado, solo durmamos ¿Si? - decía con una sonrisa nerviosa.
-Hum.- la mujer se fue de la habitación, dejando solo al pelinegro. Este de verdad estaba cansado, pero también le parecía mala idea estar con la mujer, después de todo lo único que sentía ahora es apreciación.
-Vegeta...quisiera abrazarte.
El hombre habló para si, sin embargo, si haberse dado cuenta la mujer aun estaba detrás de la puerta, por lo cual escucho aquellas palabras.