Sus rostros estaban de todos los colores, se quedaron estáticos.
-"Maldición"
-"Espero que no me mate"
Ambos hombres no se atrevían a voltear hacía la casa, la mujer lo había visto todo desde la ventana de su hijo mayor.
-¡VEN DE INMEDIATO GOKU!
El hombre tragó saliva, sentía miedo de la pelinegra, no tenia idea de que inventar ahora. Su cuerpo estaba estático, simplemente no era capaz de moverse. Ya estaba demasiado agotado, no había descansado nada, sintió como su cuerpo comenzaba a mecerse hacía delante.
-¿Kakaroto?- Vegeta se fijó como el de cabellos alborotados se inclinaba demasiado para su gusto, y sin esperárselo, el joven cayó de lleno de aquella rama chocando contra el suelo.-¡KAKAROTO!
-¡GOKU!
La mujer salio de su casa y se dirigió hacia el hombre tirado en el suelo. Vegeta también bajó hasta donde estaba el menor.
-¡¿Qué le hiciste a Goku?!- si las miradas matarán, el príncipe ya estaría muerto.
-Mujer estupida. Yo no le hice nada a Kakaroto. "Nada que debas saber"
La pelinegra no dejaba de ver con odio al príncipe.
-¡No mientas! ¡Lo drogaste! ¿Verdad? ¡El jamás haría algo como lo que vi! ¡Te aprovechas de él...!
-¡YA CÁLLATE!- Vegeta estaba enojado por las palabras de aquella mujer. - No tengo porque escuchar estupideces de una loca.
La pelinegra tenía ganas de darle una bofetada al príncipe, sin embargo Vegeta fue más veloz y tomó a Goku para luego salir volando se ahí.
-"No dejaré a Kakaroto con esa loca"- el príncipe volaba a una gran velocidad, aquel pans holgado que usaba para dormir se inflaba un poco por la fuerza del viento que impactaba contra él.
Apenas había volado unos kilómetros y ya no sabía a donde ir. No lo llevaría a la C.C. , pero no pensaba dejarlo con aquella terrícola, que por la vestimenta con la que la vio supuso que ella si había intentado hacer algo con el de cabellos alborotados.
-"¿Porqué demonios no lo dejé ahí?"- el príncipe aterrizó cerca de un bosque, ahí divisó una cueva. Al entrar, dejó al menor recostado en el suelo.
Pacífico, era la palabra perfecta para describir la apariencia del de cabellos alborotados. Lo miró un momento, lo único que iluminaba el lugar era la luz que emanaban las estrellas sobre aquel manto oscuro en el cielo. Al príncipe también le comenzaron a pesar los párpados, se recostó no tan lejos del menor y poco a poco fue cerrando los ojos mientras veía el rostro de su amante, hasta por fin caer dormido.
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-¿Eh? " Ese ki es el del señor Vegeta, esta junto al de mi padre pero, es extraño el de mi papá está decayendo" Tal vez debería ir a verlos, pero ¿Y si interrumpo algo?
Gohan estaba en la habitación aun sin dormirse, ya era de madrugada, pero al sentir el ki de Vegeta alejarse de ahí le dio curiosidad y tal cómo lo había pensado, se fue a encontrar con su padre. Pasó un rato y sintió como la energía de su padre decencia rápidamente, después de un momento se estabilizó por lo que decidió no ir a verlo, después de todo parecía que Vegeta estaba con él.
La noche termino de pasar, la mañana llegaba con un deslumbrante sol que anunciaba el inicio del día.
Una peli azul despertó muy temprano, se aseó y pensaba en tomar sus alimentos, pero el sonido del teléfono la detuvo.
-¿Bueno?
-#Hola Bulma, se que es temprano pero tengo algo que decirte...#
En otra de esas habitaciones, ambos pequeños se habían dormido bastante tarde, al parecer aun se hallaban roncando. Pasaron la noche dándose besos inocentes, les gustaba y no les veían nada de malo, menos Trunks ya que como su padre había dicho, lo podía hacer con alguien con quien sintiese una conexión verdadera en la pelea y para él, Goten era el indicado.
Gohan no se quedaba atrás, su velada tambien había sido pesada, pero por menos los pensamientos de su padre y el príncipe ya no los tenia tan presentes, lo único que le preocupaba ahora era saber si el de cabellos de flama realmente sentía algo por su padre o solo lo usaba con descarga de tensión.
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-Mngg- unos ojos eran abiertos con pesadez, la vista era borrosa por lo que parpadeo un par de veces para acoplarse a la luz que al parecer era del sol, sintió el suelo frío, pudo darse cuenta que no estaba en su casa.
-Al fin despiertas Kakaroto. ¿Cuanto más pensabas dormir?
Goku al escuchar la voz del príncipe se sentó y dio vuelta, estaba parado viéndolo.
-Hola Vegeta, buenos días.
El de cabellos alborotados le ofreció aquella sonrisa de idiota que le comenzaba a gustar demasiado.
Vegeta desvío la mirada para posteriormente acercarse al menor y sentarse a su lado.
-Kakaroto creo que ya debiste darte cuenta de que tenemos un problema.- su voz sonaba de lo más normal, el príncipe no quería sonar alterado, la verdad no quería ser descubierto de esa manera que a su parecer fue vergonzosa.
-Valla, entonces no fue un sueño.- un suspiro salió de sus labios.
-Esto tenia que suceder en algún momento. El único problema es lo que nosotros haremos.
-Lo se. - ambos hombres quedaron en silencio durante un gran rato, sus pensamientos eran similares, ambos querían saber la opinión del otro. -Vegeta...¿Tú...crees que deba contarle a Milk la verdad?
El príncipe se quedó callado, aquel silencio ponía triste al de cabellos alborotados.
-"Tal vez, el realmente no quiere que esto se sepa. ¿Y si Gohan tiene razón?" - aquellas dudas entraron en el de cabellos alborotados.
-Supongo que no hay otra opción.
Goku al escuchar eso no pudo contener una leve sonrisa, el príncipe no lo negaba y eso lo puso feliz.
-Sin embargo debes tener cuidado al momento de decírselo, se ve que esa mujer pierde los estribos con facilidad.- decía el príncipe recordando el carácter de la mujer en la noche. - Y si no me equivoco, a estas alturas Bulma ya debe saber algo también, no creo que esa mujer tuya se quede callada.
-Ella suele ser un poco temperamental, pero se que entenderá, al menos eso espero.
Ambos hombres continuaron en esa cueva otro rato, salieron al bosque a colocar una fogata y buscar algo de comer, desayunaron y se fueron compartiendo únicamente la mirada, sabían que no sería un día tranquilo.
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-¿Ya tenemos que irnos?- decía el pequeño pelinegro, al parecer estaban en la mesa él y su hermano junto al peli lila desayunando.
-Si, Bulma me dijo que mamá llamó para avisar que ya podíamos irnos a la casa.
-Que malo escuchar eso, yo quería que se quedarán más tiempo. Además, tú no has jugado conmigo Gohan - decía Trunks con un mohín en la cara.
-Te prometo que mañana vendré en la tarde especialmente por ti.
-¡¿De verdad?!- al pequeño le brillaban los ojos, al no tener hermanos , veía a Gohan como uno.
-Es una promesa. - el mayor le dedico una sonrisa sincera al pequeño, dejándolo satisfecho.
-¿Yo también puedo venir a jugar con Trunks mañana?- al parecer el pequeño no se quería ver excluido.
-Supongo que si. Bien, entonces mañana jugare con ambos.
Ambos chiquillos estaban emocionados, al terminar sus alimentos, los hermanos pasaron a retirarse de aquel lugar para poder dirigirse a su casa.
-Trunks ¿Puedes ir a tu habitación?
La peli azul le sonreía a su hijo, el pequeño no entendía pero de todas formas obedeció a su madre.
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Él de cabellos alborotados volaba a dirección a su hogar. Se encontraba pensando la manera en que explicaría las cosas a la pelinegra.
No quería herirla, pero no podía ir en contra de sus sentimientos.
-Solo espero que lo tome como Gohan.
Al llegar a su casa, descendió para poder entrar. Decir que estaba nervioso era poco, lo que sentía en ese momento era indescriptible, pero no podía huir ahora.
Al pasar, no vio a la mujer en la cocina ni en la sala, por lo que supuso estaba en la habitación. Primero fue al baño a asearse, la sensación de la humedad de la cueva no le agradaba mucho. Tomó un baño rápido para luego ir a su recamara.
La mujer tampoco estaba ahí, al no verla, tomo su ropa usual y se la colocó ya que no quería usar esos jeans que su esposa le había comprado.
Salió de la recámara y revisó por las habitaciones de sus hijos, ahí estaba, sentada en la cama de su hijo mayor, sosteniendo la fotografía del dia de su boda.
-Veo que ya llegaste.- decía con voz ausente la mujer.
-Milk...
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El príncipe volaba a una gran velocidad, llegó en cuestión de minutos a su hogar, aquel que su esposa le había otorgado.
Al entrar, sintió la presencia de su hijo en su habitación, quería tener aquella charla con él, pero por el momento debía arreglar un asunto mas importante.
Caminó por aquellos largos pasillos, abrió una de esas puertas y la vio, con una mirada difícil de descifrar, aquella mujer con quien había compartido varios años juntos.
-Tienes algo que decirme ¿Verdad Vegeta?