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Tu eres la luz en mi eterna oscuridad por feanor shiffer

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Notas del capitulo:

Hoy nos toca un poco de taco de ojo virtual porque hay desnudos, bueno solo uno, pero algo es algo. Que lo disfruten como yo escribiendo para ustedes. Los amo, que sin todos ustedes uno perdería las ganas de seguir con las historias. Un besote a todos.

El sol salió para dar paso a un nuevo día, Valka de plano como era el último día de Hiccup en recuperación, no lo despertó, dejo que jinete y dragón durmieran hasta que despertaran, pero como nuestro vikingo favorito ya estaba acostumbrado a levantarse temprano, despertó poco después de que bajara su madre a  la cocina, Toothless no bajo aun porque aún no despertaba (recordemos que estuvo despierto un buen rato en la madrugada), -buenos días madre-, le decía un bostezante Hiccup, -buenos días hijo- le decía una sonriente Valka. El fuego del hogar ardía cálidamente, Brincanubes y Valka se fueron a terminar con el último día de sus actividades como líder suplente, mientras Toothless no bajaba, decidió hacer algo con las frutas y demás que habían recogido el día anterior, mientras también hacia el desayuno.

Las bellotas que recogieron se convirtieron en nueces para un pay, (recapitulemos que las únicas personas que pueden cocinar bien son él y Bocón), cuando de la cocina se respiraba el aroma dulce de la tarta, Toothless bajo finalmente. Hiccup le informo a su compañero que su madre le había dejado algunas especificaciones, entre ellas, que él no debía de practicar con su traje de vuelo, no debían de hacer actos peligrosos, entre otras cosas. Se prepararon para salir juntos todo el día.

Ya empezaba el mes de diciembre y eran pocos los días que quedaban para que fueran agradables para salir a pasear como este, pues el invierno pegaba más fuerte en estas fechas, el sol fue amable pues ofreció un día soleado, ya su despedida para darle espacio a las furiosas nevadas de todos los días. Ambos, se dispusieron a salir. El viento les acariciaba el rostro, tenía muchos días que ambos no se sentían así de libres, volaron alrededor de toda la isla, para después buscar un lugar donde poder descansar y comer solos los dos.

-Toothless, te acuerdas que no había podido estar totalmente contigo, así que este día será solo para ti, ya que un líder siempre vela por el bienestar de su pueblo, a veces deja las cosas más importantes de su mundo, pero no significa que se olvide de ellas y como tú eres muy importante para mí, hice para los dos otra cosa de la cual me siento muy orgulloso, mi pay de nuez que es tan genial como el pastel de Bocón-, aterrizaron en un lugar que les pareció adecuado para descansar, era una isla cerca de Berk, un lugar donde nadie los pudiera molestar.

Se tumbaron ambos en la hierba fresca bajo el tibio sol, que les calentaba los miembros, Hiccup, antes de que comenzara a desempacar el almuerzo, le dijo a Toothless mientras le acariciaba la cabeza, -amigo mío, como me gustaría que este día que estamos juntos, poder entender lo que me dices, platicar contigo de todo lo que hemos vivido, saber tus inquietudes, pero no creo que eso pase nunca-, Toothless en ese momento pensó que ya estaba muy próximo el momento en el cual se revelaría ante él. 

-Quisiera hablar de tantas cosas contigo, pero aun no, ya pronto sabrás mi sentir- es lo que le decía a Hiccup en un suave gruñido, -quisiera, por primera vez en tantos días, que hoy no acabara nunca, pues no es que me sienta cansado físicamente, pero espiritualmente, me siento muy agotado, no sé pero me he empezado a sentir raro, como si al dormir, ya no fuera yo, sino que si esencia no descansa, es tan confuso, que creo que solo digo tonterías…-, a Toothless eso le hizo comenzar a reflexionar si eso tenía que ver con el extraño brillo que a veces presentaba su jinete.

Almorzaron. Hiccup que de plano extrañaba el sabor de un buen pay de plano se comió la mitad, a Toothless le dio la otra mitad, a su madre la había dejado un mini pay para cuando regresara de sus labores (que hijo más considerado), no se dio de cuenta y se quedó dormido al lado de la cesta del almuerzo. Toothless, se quedó despierto, le gustaba ver a su jinete dormido, y se le ocurrió una loca idea, se transformó, nunca se habría transformado a la luz del sol, el calor en su aspecto humano era totalmente diferentes a lo que se siente a través de escamas, sus miembros sintieron al calidez del sol, suave junto con el viento frio, era indescriptible lo que sentía.

Llevo las yemas de sus dedos a las mejillas de Hiccup, eran cálidos y suaves, además de notar las pequeñas pecas que tenía en ellos, quiso besarlo, pero no, solo se limitó a acercar su rostro y aspirar la esencia de su amado, y solo ese acto, lo lleno de tranquilidad, ahora después de estar en esa isla, la siguiente parada era ese lugar.

Pasó alrededor de una hora, y Hiccup despertó, Toothless ya había regresado a su forma de dragón, y estaba viendo unas mariposas revolotear en unas flores silvestres muy cerca de él. –Creo que me quede dormido, perdón, perdí tiempo que debería de ser para ti, te parece si vamos a dar una vuelta más antes de regresar a Berk- le preguntaba a su dragón, este en un gruñido  le respondía que sí. Partieron de ese lugar, volaron lo más alto que pudieron, y se perdían en las nubes, -me gustaría compartir para siempre el cielo contigo- le decía a Toothless, este si hubiera estado en su forma humana, además de lo rojo que se hubiera puesto, le hubiera contestado que el también, que le gustaría unir su vida por algo más que la amistad para siempre, así que esa era la señal de que debían ir a ese lugar.

Hiccup dejaba que su dragón lo llevara a donde él quisiera, hasta que noto que regresaban a Berk, pero, que el trayecto era el de un lugar que el ya conocía bien. Llegaron a ese lugar donde todo había comenzado, la caleta donde ambos compartieron los mejores recuerdos de su vida, pues ahí Hiccup conoció a su primer y  mejor amigo, y donde Toothless descubrió que no todos los humanos eran malos, además que los hilos del destino quisieron que la relación más rara entre dos seres muy diferentes comenzara.

-No sabía que querías venir a este lugar, pero que  bien que lo has hecho, porque me trae muchos recuerdos-, Toothless estuvo más que complacido porque Hiccup le comentara eso, este prosiguió, -creo que me voy a meter a nadar, ese día que el Grito mortal nos atacó, ya no puede hacerlo, lo malo es que  no traigo la otra prótesis que pesa menos que esta, pero bueno, creo que me arriesgare a quitármela, Toothless, no quieres estar un rato en el agua-, le preguntaba muy entusiasmado, y para no desanimarlo, ni modo que decirle que no, así que con un gruñido alegre le dijo que sí.

Nunca se le había pasado por su cabeza dragoniana ver a su jinete desnudo, la verdad que cuando Hiccup comenzó a despojarse de la ropa, su mente se desconectó de la realidad, entro en una especie de shock; -me siento raro porque tenía tiempo que no nadaba desnudo, esta si no mal recuerdo, sería la terceras vez, ya que es muy raro que salga a nadar solo, y no creo que te importe mucho si no traigo prenda alguna Toothless- ; su pálida piel quedo expuesta ante sus ojos, que de plano disimulo muy bien para que no notara que estaba muy nervioso, pero cuando llego a despojarse de las prendas inferiores, no sabía cómo actuar, sentía mucho calor, y eso que Hiccup estaba de espaldas, si hubiera estado de frente, a Toothless de plano le hubiera dado un colapso nervioso, avanzo sin prenda alguna al lago que había en ese lugar y se sumergió poco a poco en el agua, ya para cuando estaba sumergido algo más arriba de la cintura, este se dio la vuelta para ver a su dragón, -Toothless, no vienes a sumergirte conmigo…-, cuando escucho esas palabras, volvió a la realidad, y si, se acercó poco a poco al agua, no es que no le gustara, pues ya había nadado en otra ocasión y además se había transformado sin querer, pero en verdad ver su jinete completamente desnudo de cerca en el agua era algo que lo descontrolaba, además que no quería transformarse accidentalmente por los nervios.

Hiccup comenzó a nadar, pero se dio de cuenta que de plano su prótesis era molesta para ello, así que no tubo de otra manera que quitársela, se acercó a la orilla y ahí la dejo.

-Toothless, me podrías ayudar por favor- le indico para que le sirviera de apoyo para sumergirse de nuevo, si, ahora sí que estaba en shock porque estaría cerca de la piel expuesta de su jinete, esa piel que le hace perder su control, esperaba que no se transformara, pero si así tenía que pasar, no podía hacer nada en contra del destino.

 Ahora los dos nadaban en un cielo líquido, así lo sentía Toothless desde que entro en otra ocasión a nadar, Hiccup también lo noto y se sintió libre, y sin el peso de su prótesis se sintió más ligero. Los movimientos en el agua de su jinete eran suaves, y aunque la falta de su pierna le hacía perder un poco el equilibro, nadaba muy bien; además que su jinete estuviera en las mismas condiciones que el (hablando de que ambos perdieron una parte corporal que es importante en la movilidad de ambos), era lo que complementaba el uno al otro, ya que ambos tuvieron la culpa de la perdida de una parte del otro.

Gracias a los dioses, Toothless no se transformó, pero seguía aún muy nervioso, su jinete estaba muy relajado por estar en el agua, y el, estaba muy feliz de verlo ser como es, si, la manera de ser de Hiccup era lo que lo había cautivado desde que lo conoció, un alma libre, que busca la manera de que los problemas se resuelvan de buen modo, que la gente debe de dialogar, que no todo se resuelve con la guerra y que no se debe de juzgar a las personas y a los seres por las apariencias y las primeras impresiones. Además que su jinete era sus ojos la persona más tranquila del mundo, alguien sereno cuando  los demás piensan que los problemas más difíciles no tiene solución, eso y muchas, pero muchas cosas más, y el llenaría una lista enorme de las cualidades que le llevaron a amar a un ser humano como lo es Hiccup, para él era su mundo, ahora, esperaba que pasara lo mismo con él. Lo que Toothless no sabía es que Hiccup ya estaba empezando a hacerse algunas preguntas sobre su destino amoroso y unos sentimientos que comenzaban a nacer de su interior.

-Toothless, ya me hacía falta nadar de esta manera, la mente se despeja cuando se flota en el agua, me alegra que me hayas traído aquí, este lugar es muy especial pues aquí inicio todo lo que nos llevaría a lo que somos hoy, dos seres inseparables-, la palabra inseparables a los oídos del dragón eran lo máximo, pero Hiccup continuo hablando, -en verdad quisiera poder hablar contigo como te lo había mencionado antes-, salieron juntos del lago, pues Hiccup sin su prótesis no podía sostenerse el solo. Se vistió nuevamente, y se tendió en el césped. –Toothless, me creerás un poco loco, pero a veces creo que sueño que soy un dragón, o algo así, espero aunque sea una vez sonar que tú y yo hablamos, me gustaría poder escuchar tu voz, aunque sea una sola vez-.

Ya empezaba el sol a pintar las nubes de rojo, anunciando el ocaso, era hora de irse a casa, Toothless sabía que había hecho bien en llevarlo ahí, además que sin querer vio más de lo que debería, pues ver ese cuerpo tan hermoso ante sus ojos, encendió la llama de la necesidad de pegar su piel humana a la de su jinete y sentir su calor, aunque en una mente tan limpia como la de Toothless, aun no sabía que era lo que desencadenaban después esos deseos.

Regresaron a cenar, el mejor día de la vida de jinete y dragón fue inolvidable para ambos, que se durmieron con amplias sonrisas en sus labios. Esa noche Toothless no entreno, pero se perdió de algo importante.

Notas finales:

Me encanta el pastel y el pay, nótese que Bocón sabe hacer pastel y Hiccup pay, además que me parezco a Valka pues soy un caos en la cocina. Lo único que me sale bien es el espagueti verde con chile poblano y elote, solo lo aprendí a hacer porque cuando hago, me encanta que me lo acabo solita si hago medio kilo, así que hago por mucho. Cuando uno trabaja siempre en una rutina, a veces se siente uno cansado más espiritualmente que físicamente, que a veces no sabemos qué hacer, como me pasa esto seguido, ya espero que me suelten mi crédito para mi casa, para vivir más en paz. Díganme quien no se pone nervioso al cambiarse de ropa aunque sea con amigos o amigas, así que en la situación de Toothless, uno sufre un colapso nervioso, no me negaran que no. Además que me imagino que Hiccup desnudo ha de estar muy… muy….sexy. Yo en lo personal, después de nadar me siento tan relajada, y luego me da mucho sueño, así que por eso nuestro jinete favorito termino con una enorme sonrisa.


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