Como Toothless termino muy cansado después de ese día que paso con su jinete, se durmió tan tranquilo que no noto que su jinete presentaba ese resplandor que había tenido en otras ocasiones y eso era algo importante que no podía seguir pasando por alto, pero en fin; mientras tanto en los cielos de Berk se veía por segunda vez algo fuera de lo normal.
En la isla de los marginados, Alvin, el Traidor, estaba mirando el cielo, mientras tramaba muchos de sus maliciosos planes, cuando de la nada algo le llamo la atención en el vasto cielo negro de la noche, a lo lejos un punto de luz se comenzó a acercar, lo que le pareció al principio una estrella fugaz, noto que se distinguía como algo más, si, era una dragón, y por sus pocos conocimientos, pensó –Los dioses me mandan esa señal para que yo capture a esa magnífica bestia, un Scrill sería un arma muy poderosa para mi ejercito-. Él no fue el único que estaba mirando el cielo en el momento apropiado, pues otros dragones se habían dado de cuenta del fenómeno, además de nuestro querido Dágur, el Desquiciado, que después del Scrill que capturaron una vez, y que casi destruye su isla, quería nuevamente un dragón así de poderoso.
Amaneció. La verdad Hiccup no quería pasarse, pues la verdad se sentían muy cómodas y cálidas, pero con toda su fuerza de voluntad jinete y dragón de despertaron para un nuevo día. Valka los esperaba sonrientes, y con el desayuno listo, ahora sí, el día de su regreso a su labores, eso desanimo un poco a Toothless porque eso significaba que tendría poco tiempo o escaso a solas con su jinete. Ya cambiado con su ropa, si, era su traje de vuelo con más aditamentos, ya extrañaba ponérselo, no es que haya pasado meses recuperándose, pero como perdió la rutina de sus días por unos días, uno se descontrola.
Después de su desayuno, se dispuso a salir con Toothless hacia el Gran salón, -que tengan un buen día ambos- los despedía Valka. De camino al salón, toda la gente los saludaba con alegría, pues ya estaba recuperado, el pueblo de Berk quería mucho a su líder y su compañero, que siempre velaban por el bienestar de todos. Ya en el salón, le pidió a Bocón un informe de lo que había pasado, y de lo que había quedado pendiente. No había pasado mucho mientras estaba recuperándose, pues Valka trataba de resolver las cosas lo más rápido posible, así que no hubo mucho que reportar, solo quedo como pendiente el ataque de unos Nadler que eran salvajes y que estaban haciendo estragos en las cercanías de la granja de las ovejas de Sven, era raro porque los dragones de la isla eran amigables, pero estos dragones podrían haber llegado de otro lugar y serian un problemas si alguien que no sabe cómo tratarlo se los encontrara, así que salió del recinto con Toothless.
Sus amigos lo vieron salir rumbo al bosque, Brutacio y Brutilda, decidieron ir a ver si podían ayudar. Llegaron con él, y Hiccup se alegró de verlos, -chicos como están. Por lo que me han dicho, no han causado muchos problemas mientras estaba ausente-, -no, esta vez nos portamos como chicos buenos, porque no queríamos causarles problemas a Valka- decía Brutacio, -sí, he hecho la ayudamos unas veces, queremos que no creas que siempre causamos problemas y que podemos ser responsables… de vez en cuando- decía Brutilda, pero bueno ellos eran así, -que saben de los Nadler salvajes cerca de este lugar-, -pues la verdad, no sabíamos, y eso que luego venimos a hacerle bromas a Sven-, decía Brutacio, -bueno, como están aquí, ayúdenme a buscar en los alrededores algún indicio para encontrarlos-, -oye Hiccup, ya que estamos buscando Nadlers, porque no le pediste a Astrid que te ayudara, Tormenta seria de mucha ayuda a encontrar a los de su especie-, le decía Brutilda, Toothless con solo la mención de la rubia se irritaba un poco, aunque ella ya no era pareja de Hiccup, por su lado, este no le había dicho más que a Patán que había terminado con Astrid, así que ya era tiempo de que los demás lo supieran. –Chicos, Astrid y yo ya no somos pareja, el día que nos atacó el Grito Mortal fue el día que habíamos terminado-, los gemelos, que siempre pensaron que su relación ya estaba en el paso de una boda, pues se sintieron algo tristes por Astrid, pero si eso no debía ser, ya ni modo. Ya no preguntaron nada y todos comenzaron a buscar.
-Toothless, ahora solo me resta decirle a Patapez que termine con Astrid, ya me siento libre, y creo que el destino me tiene preparada otra cosa, lo siento, es algo que me dice el corazón, pero bueno, sigamos buscando-. Después de buscar en el área, encontraron cerca de la playa de Thor (la playa que usan los marginados cuando llegan por primera vez a Berk en la serie) los indicios de que dragones ajenos a la isla habían llegado, pero ningún dragón a la vista. Tenían que esperan un rato para ver si regresaban. Los gemelos, llegaron después pero como no había nada de acción como ellos decían, Hiccup los mandó a que vigilaran la granja de Sven por si atacaban desde otro lado la granja, mientras ellos se quedaban a orillas del mar.
Pasaron unas dos horas, y no pasaba nada, así que regresaron para ver si los gemelos tenían algo que reportar. No había pasado nada, y ya casi era la hora del almuerzo, se despidió de sus amigos y se fue con Toothless a almorzar, pero como siempre, ya no le prestaba la atención que tenía en sus días de recuperación. En la tarde, fue toda una faena de buscar hierbas medicinales junto con su madre porque a Gothi le hacían falta. Nunca pensó que una yerba se parecía tanto a otra y la verdad eso era algo irritante, pero al final encontraron todo lo que Gothi necesitaba, desde la manzanilla, hasta la corteza de mulato (mulato es el nombre común de un árbol en México, que se emplea en varios remedios). Fue día extenuante, y por fin terminaba.
Ya en casa, cenaron, gracias a los dioses, Bocón llego temprano a su casa y había hecho la cena, sopa de cebolla, su especialidad, comieron los 3 y los dos dragones, Gruñón se había quedado en la armería al lado del fogón durmiendo. –Muchas gracias Bocón, tu sopa siempre ha sido la mejor, que descanses, que mañana será otro día-, se despedía Hiccup del armero; -bueno hijo, que buena cena tuvimos y me alegra que no estuvo muy pesado tu primer día de regreso, que bien, me voy a dormir, porque mañana tengo que irme más temprano que tú a la isla dragón, pues hay un Cortaleña herido que estoy atendiendo- le decía una bostezante Valka, y aunque fuera algo temprano se retiró a dormir, dejando a vikingo y dragón solos.
-Bueno amigo, vámonos al cuarto, te parece si vemos las estrellas por la ventana un rato-, le decía Hiccup a Toothless, así que subieron. Se cambió de ropa para dormir, pero como era todavía algo temprano, se puso junto con su dragón en la ventana a mirar el cielo estrellado. –Sabes, cada vez que veo el cielo estrellado en las noches pienso en ti, pues una noche fue la que te derribe, pero también en que gracias al destino, me llevo a conocerte. Me acuerdo, que cuando todo comenzó, no fue fácil, pues toda la ideología de Berk era, como te acordaras “matar o morir”-, Toothless, le dirigió una mirada llena de atención, pues su jinete nunca le había contado sobre como era su doble vida cuando ellos se hicieron amigos, en contra de toda costumbre vikinga. Continúo, -era llevar una doble vida, una donde tu pueblo te odia por ser un estorbo, y otra donde tu primer amigo sincero en todos los mundos es el peor enemigo de tu especie, y recuerdo con especial cariño ese primer contacto contigo, sentir tu piel fue maravilloso, pues yo era digno de tu confianza-, Hiccup llevo una de sus manos a un costado de la cabeza de Toothless y lo comenzó a acariciar suavemente, Toothless se dejó hacer, además que cuando Bocón menciono que “un dragón derribado, era un dragón muerto”, me llenó de pánico y terror, porque yo te había quitado la posibilidad de volar, y me sentí culpable, eso fue lo que me llevo a solucionar el problema que yo te cause-, Hiccup lo miro con tristeza, -y cuando vi que si pude enmendar mi error, me sentí en paz, además que a partir de ahí, me sentí parte de ti. Pero después de esa parte comenzó el desastre, cuando mi padre supo que lo había engañado y que prefería a los dragones por sobre mi pueblo, tanto que pensé en huir contigo los dos solos, sino es que Astrid me encontró antes, nosotros ya estaríamos en otro lugar y si, a veces creo que me hubiera gustado escapar contigo y estar más con ustedes que con mi pueblo, pero ahora que estamos en paz, no quiero separarme de ti nunca Toothless-, Hiccup lo abrazo sinceramente, -Yo tampoco, Hiccup- le pareció escuchar en un pequeño susurro, pero pensó que era su imaginación.
-Vamos a dormir, que ya es tiempo-, y Hiccup se dirigió a la cama, pero antes de acostarse, recapacito. Toothless vio a su jinete detenerse al lado de su cama, pensante, y lo vio darse la vuelta con una manta y una almohada en las manos, -Sabes, si no te importa, me gustaría dormir esta noche contigo, si no es incómodo para ti…-, le decía un apenado Hiccup, su dragón, le dio una sonrisa, porque estaba feliz de que su jinete quisiera estar a su lado compartiendo el lecho de piedra donde dormía.
Hiccup se acomodó acurrucado en un costado de su dragón, este se enrosco (como un gato cuando se hace bolita), para que su amado se sintiera más cómodo.-Buenas noches Toothless- le dijo a su dragón mientras se acomodaba. Hasta que noto que Hiccup se había dormido extendió una de sus alas para cubrirlo del frio de la noche. Mientras cerraba sus ojos, se puso a analizar las declaraciones de su amado: que mucho antes de que a él le gustara Hiccup de esa manera, este ya había pensado una vez irse con el muy lejos para protegerlo de su pueblo, e iniciar una nueva vida, sabía que era un pensamiento egoísta, pero pensó que hubiera sido lo máximo que ellos hubieran escapado juntos para ser libres de ser ellos mismos; además que si Astrid nunca fue de su total agrado, ahora lo era más; porque si ella no los hubiera encontrado, ese futuro que no fue, hubiera sido una realidad. Pero no, por algo las cosas no fueron así.
Dormir de esa manera fue maravilloso, podía sentir cerca de él la respiración de su jinete, dormía plácidamente, estaba cansado. Ya estaba comenzando el sueño a apoderarse de él, cuando noto ese brillo raro en su jinete; y al tener su cuerpo así de cerca, sintió como si Hiccup estuviera más ligero, una extraña sensación una como de ausencia, llego a la conclusión de que no pasaba nada extraño en los próximos minutos, lo pasaría esta noche por alto, pasaron los minutos, pero nada raro pasaba, así que se dedicó a dormir, esta noche no practicaría, estaba demasiado feliz por estar durmiendo con Hiccup, que nada estuvo en su contra para arruinar ese momento, esa noche que fue el inicio de los sentimientos más confusos que Hiccup hubiera tenido en todos estos años de vida, los cuales moverán las líneas del destino de muchas personas ,lugares y dragones.
Esa noche Hiccup, tuvo de nuevo la pesadilla que siempre había sido muy recurrente, y que por un lapso de tiempo ya no había tenido, lo más raro que noto Toothless fue que su jinete se movía mucho en sus sueños, pero al final de un rato de tranquilizo, además que el resplandor había desaparecido. Su jinete era muy especial, tanto para él, como para los demás, era único.