-Bueno, ahora como le hago para cambiar a mi forma original- se preguntaba Toothless, ya empezaba a anochecer, además que si no regresaba pronto, mandarían a buscarlo, y los que me nos quería es que alguien lo descubriera de esa forma, pues solo Brinca nubes es el único que lo había visto de esa manera, quería que Hiccup fuera al primero en presentarse así.
-Lo primero será calmarme, bueno, tratare…- para proseguir a tratar de relajar su respiración, -bueno, ahora, pensare en mi cuerpo… bueno, mi cuerpo de dragón, ahí voy, a ver qué pasa…- siguió hablando para sí mismo, cerró los ojos, y se concentró en sí mismo, abrió un ojo para ver si funcionaba, pero aun nada, así que pensó –no es un juego, concéntrate, es para sorprender a Hiccup-; si, para él tenía que cambiar a voluntad, y volvió a cerrar los ojos con ese pensamiento en su cabeza, comenzó a sentir esa extraña sensación, sabía que lo estaba logrando, así que se concentró lo más que pudo y si, abrió los ojos , ya era de nuevo el dragón negro como la noche.
Salió deprisa hacia el pueblo, quería estar al lado de él lo más pronto posible, hasta que antes de llegar a la casa de Gothi, fue Valka la que lo intercepto –que bueno que ya regresaste, porque la verdad ver cómo estas me preocupa, pues no quiero que nada malo te pase, pues si te llega a pasar algo, mi hijo estaría muy preocupado, pues él siempre me dice “si le llegara pasar algo malo a Toothless, a mi primer amigo, el que estuvo conmigo cuando los demás solo me veían como estorbo, creo que moriría de desesperación, pues sin él, el cielo no sería nada”, pero bueno, ya estás aquí, te deje la cena en la casa de Gothi, para que estés con Hiccup y veles sus sueños, como lo has hecho todo este tiempo-, Toothless, miro con grandes ojos a Valka cuando le dijo esas palabras, nunca en todos estos años de estar juntos, nunca pensó que Hiccup digiera que él es lo suficientemente importante como para morir si él no está, pero también entendió que esas palabras encerraban un fuerte lazo, pero era de amistad, el cual ya estaba decidido en traspasar, pues el siempre velaba los sueños del jinete, pues sin él, surcar los cielos nuevamente no hubiera sido posible.
Llego a la casa de Gothi, esta lo recibió junto con sus Terribles Terrores, los cuales más bien eran terribles dolores, pues les gustaba molestar haciendo pequeñas bromas a los habitantes de la aldea. Pero como se trataba de él, ellos solo lo miraban y les gustaba sacarle la lengua al que es el Alpha de todos, lo cual a ellos al parecer no les importaba. Comió su cena antes de que los Terrores se la comieran por él.
El cielo esa noche mostraba unas hermosas estrellas, lo cual Toothless pensaba que era una buena señal, esperó a que ya no se escuchara que Gothi aun estuviera despierta para intentar volver a transformarse, lo comenzó a intentar, hasta que noto otra vez ese peculiar resplandor casi imperceptible en Hiccup, bueno, la primera vez pensó que podría haberlo imaginado por su descuido al no descansar bien, pero ahora, lo intrigaba, y también lo llenaba de curiosidad, de pronto, ese brillo dejo de presentarse, y volvió sus pensamientos a transformarse.
Ya eran altas horas de la madrugada, y Toothless estaba en su segundo intento sin lograr el éxito, además que no había dormido en toda la noche y ya comenzaba a despuntar el alba. Tenía que intentarlo una vez más. Ya estaba casi dándose por vencido hasta que sintió esa sensación te tenia al cambiar, si, lo había logrado, y estaba decidido a hacer algo que le vino a la mente y que alguien ya había intentado antes sin éxito, despertar a Hiccup.
Desde que vio a Astrid hacer eso, él también quería intentarlo, así que reunió todo el valor que pudo y se fue acercando a la cama de su amado, estaba tan hermoso y plácidamente dormido, su pecho subía y bajaba por el compás de su respiración, se inclinó y conforme fue acercando su rostro al de su jinete, fue sintiendo su aliento y escuchando su corazón con sus habilidades de dragón, hasta que su razón le mando a hacerlo de una vez, y poso sus labios en los de Hiccup. Eran suaves y cálidos, nunca pensó en que sensación tan maravillosa lo recorría al hacer eso, además que se prometió en borrar todo rastro que hubiera dejado Astrid en esos labios que serían suyos y solo de él.
Pasó un minuto y no quería separarse de esos labios, hasta que un pequeño gemido lo volvió a la realidad, junto con un estremecimiento, se separó rápidamente, para ver como esas hermosas esmeraldas que el tanto amaba lo veían, para posteriormente volver a cerrarse, Hiccup había despertado por ese pequeño lapso, eso era un milagro, que ese beso lo sacara de esa inconciencia, era maravilloso. El sol ya estaba a comenzando a levantarse y él estaba tratando de cambiar para dormir aunque sea un rato antes de que Gothi revisara a Hiccup como cada mañana, pero esta vez fue rápido, pues estaba muy cansado. Cerró sus ojos. Ya había amanecido, ese pintaba ser un buen día.
Toothless estaba tan cansado por el esfuerzo de la madrugada que se hundió en la inconciencia profunda, sin sueños, en un mar negro, pero a lo lejos, noto un pequeño punto de luz, en ese momento despertó, pues una mano que conocía perfectamente lo acariciaba con cuidado, si, era el, las esmeraldas que amaba lo miraban desde la cama, -buenos días Toothless, me extrañaste- fueron las primeras palabras de su jinete a las cuales agrego –como dormiste, me imagino que bien, yo creo que me pase un poco, no crees-, Toothless estaba mirándolo con los ojos abiertos de par en par de la inmensa alegría de verlo ya despierto, y también estaba sorprendido por no hacer ningún comentario aun de que vio a un joven en la madrugada. Eso significaba que tal vez lo recordaría más tarde como un sueño y producto de su imaginación.
Cuando Gothi entro a la habitación, encontró una hermosa escena, Hiccup estaba senado en la cama y Toothless estaba tallando su cabeza como gato cariñoso en el regazo de Hiccup mientras este le acariciaba como si no lo hubiera tocado en siglos, mientras una sonrisa estaba dibujada en sus labios. –Buenos días Gothi, como estas, disculpa las molestias de Toothless y yo te hemos dado-, ella solo les sonrió, pues estaba feliz porque él ya había despertado (recordando nuevamente de que Gothi no habla), salió de la habitación, y cuando regreso, junto con unas medicinas para curarle, le trajo un pequeño desayuno, y aunque había dormido mucho, no se levantó con ganas de comerse un yak completo como cuando se padre se enfermaba y después de curarse pedía una gran comida.
Gothi ya había terminado su curación y lo dejo para que comiera, comenzó a comer con calma las tres rebanadas de pan, el pedazo de queso, la manzana rebanada y el bizcocho con mantequilla que le había traído junto con un vaso de leche. Hiccup sabía que tenía que comenzar a retomar fuerzas antes de volver de lleno a las labores de líder. Comía sin prisas, saboreando poco a poco todo, cuando noto que su dragón lo miraba ahora con una cara de tristeza y preocupación, que le dijo –Toothless, porque estas así, siento haberte preocupado, ya estoy bien, ahora que recobre un poco de fuerzas, lo primero que haré será ir a surcar los cielos contigo, no sabes las ganas que tengo de sentirme libre a tu lado- lo decía con media rebanada de pan en la boca, cuando termino el pan, continuo con tono más serio, -sabes, quiero que sepas que no debes sentirte culpable por lo de mi caída, solo fue que los dioses querían que ambos estuviéramos en el lugar menos indicado, y separados al mismo tiempo, porque yo sé que tú y yo juntos superamos cualquier obstáculo-. Toothless, lo miro con sus ojos pero los sintió acuosos, quería llorar, porque nunca pensó que el pensara de esa manera, así que solamente le quedo por hacer más que acariciarle con el hocico la cara, provocando una pequeña risa en su jinete. –Toothless, quieres un pedazo de mi bizcocho, está muy rico-, le decía mientras dividía el pan a la mitad, se lo dio, y los dos compartieron unos minutos más de soledad, mientras Hiccup masticaba su bizcocho y terminaba su leche, pues alguien llego a la habitación.
-Hijo, me alegra mucho ver que ya despertaste- le decía una alegre Valka, que estaba llorando cuando lo abrazó, -me tenías muy preocupada, pero Gothi me dijo que estabas bien y que pronto despertarías-, Hiccup estaba compartiendo un abrazo amoroso con su madre, hasta que le pregunto, -cuanto tiempo he dormido-, esta le contesto –seis días-, -y todo bien en el pueblo- preguntaba pues el bienestar de su gente es algo primordial en su labor de jefe, -claro que sí, me he encargado de todos tus asuntos, lo seguiré haciendo, hasta que Gothi esté segura de que estas bien-, -está bien madre, pero por ahora, este… me podrías conseguir otro bizcocho con mantequilla por favor-, -lo que quieras hijo-, salió Valka y Hiccup le dijo a Toothless –no sé cómo debo de decirle que termine mi relación con Astrid-, Toothless acababa de escuchar de los labios de su jinete la confirmación de lo que ya sabía, él es libre.
Valka había regresado a sus labores como jefa provisional de la aldea, pues no quería que nada saliera mal y preocupara a Hiccup tanto como para querer levantarse de la cama antes de que Gothi lo permita, ya que su esposo Estoico era tan necio que aunque estuviera muy enfermo salía a atender los problemas, los cuales terminaban con un buen golpe de Gothi por no cuidar su salud, pues eso era también parte de ser líder, pues si no se cuidaba el mismo, como quería cuidar de un pueblo completo.
La nueva de que Hiccup había despertado fue anunciada por Valka, los habitantes de Berk se alegraron mucho, principalmente los amigos de Hiccup y sus respectivos dragones. Para el medio día y antes de llegar la hora del almuerzo, llegaron los gemelos a ver como se encontraba. –Pensamos que te la pasarías dormido como la bella durmiente- hablo Brutilda, -sí, hasta estábamos planeando en hacer una apuesta de ver quien te despertaba con un beso- prosiguió Brutacio, esas palabras pusieron rojas la mejillas de Hiccup, pues no se imaginaba eso, y con una mueca cómica de asco les dijo –que bueno que desperté antes de que en verdad hicieran eso-, -ya llegue, que me perdí-, hablaba Patapez, -de nada, solo le comentábamos a Hiccup que lo despertaríamos como princesa si no despertaba- le dijo Brutacio, -sí, recuerdo cuando Patán comento lo de despertarte, pero a Brutilda se le ocurrió lo del beso de cuento, después, tuve que borrar una bizarra imagen mental de lo que pudo haber pasado, Hiccup, que bueno que despertaste, porque en verdad querían hacerlo-, -gracias Patapez, ahora yo tendré que borrar una bizarra imagen virtual, pero ahora que lo noto, que es lo que están haciendo aquí- les decía Hiccup, cuando escucharon entrar a Patán, -ya estamos todos, me muero de hambre- decía Patán mientras entraba a la habitación, -no estamos todos aun, falta Astrid- le respondió Patapez, -acaso es una reunión- les decía Hiccup, -sí, tu madre nos invitó a que tomáramos el almuerzo contigo, y así no te sentirías tan dolo en casa de Gothi- dijo Brutilda, -de hecho Bocón cuando se enteró de que habías despertado, se soltó a llorar excusándose que había preparado sopa de cebolla, ahora está tratando de hornear un pastel para ti- decía Brutacio. Y Astrid aun no llegaba.
Astrid se dirigía a la casa de Gothi con paso lento, no sabía cómo mirar a Hiccup a la cara y no recordar que habían terminada su relación, pero, aun así tenía que asistir pues a pesar de ello, era su amiga, y no debía de dejarlo solo, así que se apresuró a llegar. Llego y encontró que los demás ya habían llegado, y llego atrás de ella Valka con Gothi y el almuerzo.