Capitulo ocho: que no era tu amiga?
“ fui alguien en su vida, no sabría decir con exactitud que fui, pero lo fui y en medio de todo el dolor eso me hace…-sonrie- feliz.”
De inmediato conteste
-hola- le hable suave, para que mi madre o mi hermanita no despertaran aunque después de casi gritar su nombre no me sorprendería que despertaran
-casidy?
-jaja si tonta, con quien mas
-es que bueno, tu voz…-la interrumpi
-me estoy despertanto, suena mmm
-diferente-termino la frase
-y bueno, por que me has llamado, bueno no precisamente eso, porque a las tres de la mañana- realmente era extraño, bueno tal vez solo no puede dormir
-sal, puedes?- que? Abri los ojos de par en par ahora si me desperte, que saliera! Osea que
-como? Estas afuera?- no puedo creerlo
-si- respondio en seco, enseguida me levante y tome una chaqueta, estaba en saco, sudadera, bastante abrigada pero por dios! Eras las tres de la mañana hacia mucho frio
-ya salgo, espera un momento- corte la llamada y Sali bastante sigilosa, me esforze mucho en llegar en la puerta y abrirla sin ocasionar mucho ruido pero carajos! Ha valido la pena ahí estaba al cruzar la calle frente a mi casa en una banca, estaba preciosa como siempre pero aun así cada vez que la veía me sorprendía lo linda que es, vestia un short de jean suelto y una camisa negra manga corta un poco suelta también y unos tennis negros, me fascina su estilo…cruce la calle y ahí estaba frente a ella, pero había algo mas…siempre en el colegio tenia unas pulseras en su muñeca izquierda, bastantes para ser sinceros, pero esta vez no las traía y dejaba al descubierto…muchas cicatrices, no creía lo que estaba mirando cómo es que ella! ni siquiera cruzo por mi cabeza que esta chica se dañara así misma de ese modo…noto como me había quedado parada mirándola y bajo su mirada seguido de esto se abrazo a si misma ocultando sus cicatrices de mis ojos, pero que hago!
-hola-fingí una sonrisa pues aún seguía impactada y me sente a su lado, ella se rozaba los brazos, tiene frio “dale la chaqueta tonta” me la quite y la puse sobre sus hombros abrigándola
-hola- dijo con aspecto triste, seguía mirando al suelo, no soportaba verla asi, me sentía impotente!
-sabes ahora si te creo-dije sonriendo, levanto su vista hacia mi
-que cosa?
-pues que no le temes a los espiritus o cosas por el estilo, carajos sabes la hora que es, quien hace eso!- dije sobreactuando mis gestos con un único fin
-jajaja- si, ese! –creo que yo- dijo parando de reir-gracias-se aferro a la chaqueta
-tenias frio era lo menos qu…-no pude seguir hablando, pues su dedo índice se poso en mi boca indicándome que me callara, de inmediato no pude evitar sentirme nerviosa por su tacto
-no por precisamente por eso, por todo- mi cara se tornó a un gesto confuso- es que…-suspiro- no suelo decir esto, bueno nunca he dicho esto a nadie, pero todo es mejor junto a ti, estaba acostumbrada a estar sola siempre, en la biblioteca e incluso en el salón de clases, me incomodaba la compañía de otras personas y es que, si eres diferente y gracias por que hasta el silencio suena mejor si lo comparto contigo…- iba a continuar pero se detuvo, sus palabras…que hermosas fueron, es como si me hubiese entregado un tesoro que tendría que proteger…-gracias por ser mi amiga- esa ultima palabra, sentí una punzada en el corazón “¿amiga?” sin darme cuenta mis ojos se cristalizaron, si lo ultimo dolio en gran modo, pero ella había recostado su cabeza en mi hombro no noto la gran tristeza que delataba mi rostro pero quizá si escucho el sonido de mi corazón partise en miles de pedacitos, ok exagero un poco, pero si me duele, es todo, el lado bueno es que antes solo era su compañera ahora soy su amiga…si el lado bueno.
Iban a ser las cinco, tenia mi cabeza recostada a la banca y gire mi vista hacia ella que seguía en mi hombro y se había quedado dormida, después de que me dijo aquello, no cruzamos palabra alguna, sabia que si hablaba lloraría con una tonta, y ella, no se, mientras la miraba empezó a despertar y se levanto
-ahí no puedo creerlo me dormi que tonta, que horas son?- mire mi celular
-4:45- me levante también, quedando frente a frente- entonces chao- dije con intención de cruzar y entrar a mi casa, pero mi corazón un poco dolido tomo el control de mi cuerpo haciendo que en un movimiento repentino la abrazara de la cintura y la aferrara a mi cuerpo, apuesto a que ella se sorprendió incluso yo me sorprendí de tal acto, pero segundos después también me rodeo con sus brazos con la misma intensidad, la ultima vez que sentí la calidez de su cuerpo de este modo fue aquel día que se marcho dejándome loca de amor por ella, los segundos pasamos y seguíamos igual, algo en mi sentía que ella no se quería ir y pues no me quejo yo tampoco quería que se fuera, una brisa fría soplo haciendo que nos abrigáramos aun mas entre si y al diablo con el tiempo, no importaba que siguiera corriendo, su cabeza la apoyo del todo en mi hombro lo cual hacia que sintiera su respiración en mi cuello y esto me llenaba de ideas la cabeza, la amo pensé, pero y si ella no siéntelo mismo, si esto es solo un muestra de afecto amistosa, “amiga” recordé esa palabra que me dolía y me separe un poco de ella quedando nuevamente frente a frente pero esta vez la distancia era mas corta pues yo aún tenía mis manos en su cintura y ella tenía las suyas en mis hombros, y una idea que hace días pasaba por mi cabeza y que confirme hace una hora al ver su muñeca, quiso salir de mi boca y prácticamente le susurre mirando esos cafés que me parecían tan únicos
-ya…ya sé a qué le temes- dije con dificultad, y ella me miro confundida
-a que?-susurro del mismo modo, encontrándonos aun en la misma posición, con nuestros rostros a unos diez centímetros, mi corazón no se de donde carajos saco fuerzas pero latia tan rápido que pensé que se me saldría del pecho “dilo”
-a la vida- abrió los ojos con sorpresa- por eso te alejas de todos y te encierras en los libros viviendo una vida que no es tuya en los personajes porque temes vivir esta, ya que aquí no puedes dejar de leer porque no te gusto y escoger otro - no se de que rincón salieron esas palabras pero las dije con gran seguridad…y de sus hermosos ojos amenazaban con escaparse un par de lagrimas y era yo la culpable de ello- isabe…- y allí a ni se ya que horas porque la suavidad con la rozaba mis labios me había hecho olvidar todo, si asi es a esta mujer no le basto con robarme el sueño, la cordura, el aire si no que ahora me robaba mi primer beso, le correspondí con la misma suavidad como si intentaramos que el momento fuera eterno y eso quería, pues devoraba con ternura pasando de un labio a otro y repitiendo la trayectoria una y otra vez pero de un modo único, su boca tenía el sabor del mismo cielo lo cual es ilógico pero tal vez sea el cielo quien tenga el sabor de sus labios…