Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ÁMAME COMO SOY. por Sangre Samurai

[Reviews - 198]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Loki en los 80...

Modi da unas cuantas muestras de un carácter muy parecido a uno de sus padres.

Thor reúne las cuatro runas antiguas y recibe una recompensa no del todo exitosa por parte de Odín.

Canción: "¿Quién me ha robado el mes de abril?" Joaquín Sabina.

-Papá, tengo hambre...- dijo Modi, haciendo a Loki detenerse y recordar que llevaban horas deambulando por la ciudad, en un esfuerzo por llegar hasta el otro lado de sus murallas.

Pero lo que se veía bien desde los altos balcones del palacio de Valhalla no era igual en las calles de Asgard. Loki se desesperaba al no poder orientarse correctamente y no llegar al puente que conectaba con las montañas antes del anochecer.

-Oh, corazón perdóname... no noté que ya era tan tarde- le dijo al pequeño, mientras enfilaba rumbo al mercado con la intención de buscar un local donde poder tomar algún alimento.

Pero Loki no llevaba consigo ninguna clase de moneda o billete para comprar... Además ¿Qué se suponía que usaban en aquel sitio? ¿Dólares? No era probable... Modi comenzó a llorar y a pedir a gritos algo de comer. Por más que el padre le pedía que no era necesario llorar, que esperara, el pequeño no hacía caso y redoblaba su llanto.

-Solo tienes que pedir, Loki... Eres el príncipe de esta ciudad, eres hijo de Odín. Nadie te negará nada... el hijo de Thor no tiene porqué sufrir hambre y sed.

El pelinegro se volvió con viveza hasta el sitio donde aquella voz varonil se dejó escuchar. Fandral estaba ahí, cruzado de brazos, mirándole.

-¿Vienes a arrestarme?- le cuestionó, abrazando a su pequeño- ¿A devolverme al palacio y presentarme ante el rey?

-Sí. Pero también vengo a divertirme un poco contigo...

***

-¿Por qué no le dices la verdad, esposo mío?- murmuró la elegante y hermosa dama, mientras observaba la silueta triste que pasaba bajo su balcón, envuelto en nostalgias y el perfume de las magnolias al atardecer. La figura alta y rubia de Thor, caminando lentamente, hablando en voz baja con Lady Sif, su mejor amiga y confidente,

-¿Repruebas mis acciones, Reina mía?- respondió el anciano de un solo ojo- ¿Cuestionas que lo que yo hago sea por el bien de Asgard?

-Solo quisiera saber si el bien de nuestros hijos es tan sagrado para ti como el bien de tus súbditos... Los dos están sufriendo... cuando una sola palabra tuya bastaría para retirar el estigma que ahora los envuelve...

-Revelar que no son hermanos no remedia el castigo que la plebe ha tomado contra ellos. Y ahora que han sufrido la consecuencia, nadie podrá volverlos a juzgar por sus relaciones. ¿No has pensado en eso, Frigga?

La diosa se estremeció... Thor aún se recuperaba de las heridas que los golpes de piedras, palos y otros proyectiles habían causado en su cuerpo, si bien eran lesiones que no le causaban riesgo alguno, el rubio las llevaba y las mostraba como reproche a la falta de ayuda y comprensión de su padre.

Apenas unas horas antes, El Guardián apareció de improviso en la sala donde aguardaban Odín y Thor, le dijo que Loki y Modi estaban a merced de una turba furiosa, que los amenazaba con la lapidación en castigo por mantener una relación de incesto con su hermano mayor y que todo estaba a punto de culminar en tragedia. Thor no lo pensó dos veces y sin esperar la aprobación o prohibición del Rey, salió a toda velocidad hasta el puente del mar eterno. Con azoro, observó que, efectivamente, una turba rodeaba a su hermano y a su hijo, y que la violencia estaba a punto de desatarse.

Gritó a todo pulmón cuando una piedra de considerable tamaño fue lanzada y dio de lleno en el rostro de Loki, abriéndole la ceja izquierda y sangrando de inmediato su rostro pálido y asustado. Esa fue la señal para que la muchedumbre enloqueciera y comenzara a gritar toda clase de adjetivos insultantes, así como amenazas de muerte, las cuales parecían pasar de la voz a la acción en cuestión de milisegundos.

Una escuadra de guardias intentaba sin éxito controlarlos, Fandral luchaba por llegar hasta el padre y el hijo para rescatarlos, pero era impedido de alcanzarlos una y otra vez. Su juego de azuzar a unos cuantos para que Loki se amedrentara estaba rebasado y ahora, las vidas del segundo príncipe y de Loki peligraban.

Bastó la presencia de Thor para que todos se frenaran por breves instantes, los mismos que el rubio aprovechó para solicitar con todas sus fuerzas que un portal se abriera y se llevara de ahí a Loki y a Modi, antes que ocurriera una tragedia.

Una luz apareció, llevándoselos al instante y reavivando el rencor de la turba que emprendió su desquite en contra del hijo de Odín. Thor se propuso no responder los ataques, no defenderse, incluso colgó su martillo en su cintura y se limitó a subir las manos para alejar los ataques de su rostro.

-Loki se fue... herido, asustado, guardando quizá todavía más rencor que antes. No, poderoso Padre de Todo, no puedo cuestionar tus decisiones como Rey de Asgard. Pero a Odín, mi marido, sí puedo cuestionar el trato hacia sus hijos... los dos sufren, los dos están separados cuando podrían estar juntos y salvar ese amor que ha nacido entre ellos, que ni siquiera las Nornas imaginaban, que ninguna de las profecías pudo anticipar... ese amor que en sus corazones se reafirma mientras nosotros nos empeñamos en cortarlo de raíz... apelo a ti como padre amoroso, como cabeza de familia justo... ¡Ayuda a tus hijos!

-Querida mía... bien sabes como ablandarme, pero quizá... en esta ocasión tenga yo motivos más fuertes que las lágrimas de tus ojos para negarme...

-Devuelve a Loki sus memorias, que afronte su castigo con valor y que se entere que no ha cometido ninguna falta enamorándose de Thor, que sepan que ese niño al que los dos aman puede convertirse en motivo de orgullo para los Nueve reinos y no de burla y escarnio como es ahora… por favor... lo suplico...

Odín desvió el rostro para no seguir mirando a Frigga. Las palabras de súplica de su esposa, de la madre, de la Reina, pesaban fuertemente sobre su corazón... Sí, tenía motivos para callar, pero también, sentía el impulso de ceder ante ella.

-Si Loki recuerda, regresarán a él todos sus impulsos traidores, todas sus ambiciones y toda su malicia... Si la memoria vuelve, también reprochará su origen y seguramente va a lamentar el momento en que causó daño al Rey Laufey...

-Que sea como deba ser, esposo mío... Y que cada uno asuma sus errores. Nosotros asumiremos los nuestros con Loki...

***

En Midgard, el Bifröst se cerró dejando a Loki y a su niño de regreso en el mundo mortal. Nuevamente, el ojiverde se vió en medio de la calle, sin un solo centavo en la bolsa y con un niño que no dejaba de llorar de hambre y sed, además del susto que había vivido al ser amenazados por la turba.

-Papá... quiero dormir... tengo hambre...

Loki estaba a punto de perder la paciencia, pero Modi no tenía la culpa de nada, así que caminó hasta un bebedero cercano y se lavó la sangre seca que tenía en el rostro. Procuró enjuagar su camisa, aunque mucho no pudo hacer ya que estaba totalmente empapada del rojo líquido, así que sencillamente se la quitó y la arrojó a un cesto de basura. Por suerte llevaba una camisa más sencilla bajo la otra y apenas se había manchado un poco... igualmente se echó la capa encima, estaba nevando y lo primordial era satisfacer el hambre y el descanso de su hijo. Lo abrazó y lo llevó en sus brazos para darle un poco de calor.

Sin pensarlo se dirigió hasta su casa en la ciudad, estaba en Nueva York sin duda, y no sabía cuanto tiempo había pasado en realidad, ya que al parecer, los días transcurrían un poco diferentes en la ciudad eterna.

Pero la mansión estaba ahí, idéntica a como la había abandonado y su auto negro estaba estacionado en la cochera. Todo parecía estar bien. Respiró con alivio cuando la puerta de la cocina cedió... el ambiente cálido, el aroma de un asado cocinándose y la cercanía de sus posesiones materiales tuvieron el poder de calmarlo un poco.

-¡Señor Loki!- exclamó la cocinera, una mujer de mediana edad, de aspecto latino, que pareció muy sorprendida por ver ahí al de ojos verdes- ¿Dónde ha estado?

-Sarah... por favor... ¿Puedes servir un poco de leche y algún tipo de alimento para Modi? No hemos comido nada desde esta mañana...

La mujer asintió y corrió para servir en un plato un poco del cereal favorito del niño, leche y fruta picada, además, encendió la cafetera para que la humeante bebida comenzara a calentarse.

-También tengo un poco de sopa... ¿Puedo servirle a usted, señor Loki?

-No, no... mi humor me quitó el apetito, creo que prefiero subir y darme un baño, ponerme ropa limpia y dormir un poco...

La voz de Loki se apagó de golpe, cuando vió entrar en la cocina a un muchacho muy joven y guapo, de negros cabellos, piel blanca y ojos verdes. El muchacho lo miró con curiosidad y con algo de precaución. Para el padre de Modi, saltó de inmediato a la vista que estaba usando una de sus camisas y su bata de seda color verde.

-Querido, ven por favor...- exclamó el joven, regresando sobre sus pasos.

Loki interrogó con la mirada a la cocinera y Sarah, bajando la mirada, se apresuró a retirar el plato vacío que Modi había ya devorado mientras respondía llena de pena:

-El General lo trajo a vivir con él un mes después que usted desapareciera... dice que es su compañero y que él es dueño de esta casa...

-¡Pero esta es mi casa! ¡Todo esto es mío! Incluso la ropa que ese trae puesta la compré yo... ¿De qué se trata esto? ¿Cómo que es dueño de mi casa?

-Los abogados dicen que es cierto...- murmuró Sarah en voz muy baja, apresurándose a darle a Loki una camisa y una gabardina abrigadora, así como un saco para el niño- Escuchamos que hubo pelea por el dinero, por los negocios, y su ausencia no lo ayudó, Señor Loki... le han quitado todo...

El muchacho regresó, acompañado por el hombre que había sido el anterior amante de Loki, el general, el militar que le diera la oportunidad de hacer de sus negocios un pequeño imperio que le diera todos los lujos que ahora al parecer, disfrutaba con otro.

Los tres se encararon en silencio por algunos segundos, hasta que el hombre mayor rompió la tensión con una sonrisa ligera.

-¿Cómo te atreves a volver?- murmuró- No tienes cupo en este lugar... ¿Qué te sucedió? ¿Te echaron a la calle? ¿Encontraste finalmente alguien más listo que tú?

-Nada de eso- respondió Loki- No soy yo quien busca a un niño que parece ser mi copia y le da mi ropa y lo mete a mi casa…

-¿Quién es, cariño? ¿Es el loco que cree que se embarazó y tuvo un niño?

La frase del muchacho ofendió profundamente a Loki. Con sus poderes ya descubiertos, hubiese bastado un solo ademán mágico para evaporarlo de la existencia... pero no valía la pena volver a hacerse notar. No quería tras él nuevamente al ejército y sus médicos, haciendo experimentos en su persona.

-Bien, tomaré mis joyas y mi ropa y me iré- dijo, con un gesto altanero en su hermoso rostro- No voy a mendigar nada, si tu precio es esta casa... quédatela. Yo puedo volver a triunfar en el instante que me dé la gana...

-Nada tuyo hay aquí, ni una sola joya, ni siquiera un vaso con agua. Considera un obsequio lo que ha comido el niño y lárgate...

Loki solo necesitaba que su orgullo fuese tocado para hacer cosas imprudentes. Encargó a Sarah que vigilase a Modi y se abrió paso entre los dos hombres, que no pudieron reaccionar a tiempo he impedirle el paso. El más joven estaba realmente irritado por la presencia del pelinegro y por el brillo extraño con que su amante lo miraba, con una mezcla de deseo y odio.

-¿Qué hace? ¿Por qué entra a mi casa?- reclamó, echándose a caminar tras los dos.-¿No vas a permitirle que entre en nuestra alcoba, verdad?

-No te preocupes... es un pobre loco y se marchará, ten paciencia.

Loki entró efectivamente al dormitorio principal, revolvió el amplio clóset, echó al suelo varios de sus trajes y su ropa, con un gesto de asco. Después abrió cajones, revolvió más y más, hasta darse cuenta que ni una sola joya quedaba, que nada de valor estaba ahí y que prácticamente todo lo suyo, excepto la ropa... se había ido.

-Había una joya... algo especial...- declaró, volviéndose a mirar a la pareja con un gesto de desprecio- Una reliquia que espero por todos los dioses que no te hayas atrevido a regalar o a vender... Es una pertenencia por la que tendrás que responder...

-Te digo que nada tuyo existe más...

-Jormungandr...- dijo- La serpiente de Midgard... de un metal más valioso que el oro, incrustada con esmeraldas y zafiros... ¡Mi medallón!

El joven se llevó las manos al pecho, intuyendo que Loki describía la valiosa joya que su amante le había obsequiado y que siempre llevaba con vanidad al cuello. Loki se acercó con tanta rapidez, esculcó bajo su camisa y arrancó la cadena con el medallón descrito sin darle tiempo de ponerse a gritar.

-¡Ladrón!- murmuró ahogadamente.

-Loki...- dijo el general, tomándolo por la muñeca- Hablemos por favor...

-No te atrevas a tocarme. Quédate con todo, quédate con tu niño llorón... a mí déjame en paz. Espero que tu esposa y tus hijas sigan gastando lo que con tanto trabajo yo reuní.

Bajó por Modi de prisa, dio las gracias a Sarah, al menos por ella su niño había comido y los dos tenían ropa más abrigadora, ahora que la noche comenzaba a caer, era urgente salir de ahí y buscar un sitio para refugiarse.

-Gracias- le dijo- Eres una buena mujer... Iré al Club o a algún lugar a pensar...

-Señor Loki... Quizá usted deba saber que los negocios ya no existen... Las discos han quebrado, y el Bar Club fue clausurado la semana pasada... al general y su amigo, no les queda un solo dólar de toda su fortuna... Incluso la casa ya está vendida y ellos se disponen a mudarse a México, según he escuchado.

-¿Quebrado? ¿Clausurado? ¡Todos mis negocios!

-Todo, señor... todo ha desaparecido...

***

“No tengo muchas opciones”- pensó Loki parado frente al edificio que había sido el lugar donde se había ganado la vida por años. La inmensa casa que albergaba el Bar Club, clausurado por las autoridades al encontrar que dentro se ejercía la prostitución y la venta de drogas. Ahora el local estaba vacío, los hermosos jardines lucían mustios y las luces apagadas lo hacían lucir deprimente.-“La música disco está en decadencia... las discotecas ya no atraen tanta gente como antes... ¡Vaya moda más efímera!”

Habían pasado seis años terrestres... para Loki habían sido solo unos cuantos meses en Asgard, pero de nuevo habían pasado años para Nueva York. Miró las fechas, era el año de 1984, Modi había nacido en 1966, debía tener entre sus brazos a un adolescente de 18 y no a un niño de tres años... ¡Era una locura! Saltos en el tiempo, hombres embarazados, dioses nórdicos en guerra... incesto con su propio hermano... príncipe y traidor...

Su cabeza era un caos.

¿Y si en verdad él era un Dios? ¿Y si aquel rubio loco que era su hermano estaba diciendo la verdad?

-Quiero dormir...- esta vez, la voz de Modi sonaba totalmente exhausta. El niño se mostraba somnoliento, cansado, y se aferró a la pierna de su padre halándola para que lo subiera de nuevo a sus brazos- Vamos con Thor... en su casa a dormir...

-Vamos a dormir aquí, querido de mi corazón...- respondió Loki, saltando con su hijo, haciendo uso de una fuerza sobrenatural, el cerco de la casa club. Forzó una de las puertas, rompiendo el sello de clausura y subió a oscuras las escaleras. Por suerte, el mobiliario no se había ido del todo... restaban varias habitaciones amuebladas y Loki sabía que al menos una de ellas no era utilizada para las entrevistas con los clientes, sino que era de su uso privado y a ella acudió.

Por fin, Modi pudo dormir a sus anchas, en una cama algo empolvada pero sólida y en paz. No había electricidad, así que no se pudo encender la radio ni la tv, Loki encendió varias velas aromáticas que buscó en otras habitaciones. También bajó al bar y buscó hasta encontrar una botella de vodka sin abrir... lo celebró, porque en realidad necesitaba embriagarse... evadir un poco las emociones de las horas recientes.

-¡Oh, Thor, maldito tonto!- suspiró, mientras llenaba el primer vaso de aquel transparente licor- Ya no sé que pensar de ti... me traicionas... después me salvas... ¡Eres un loco infeliz!

***

Thor entregó la cuarta runa antigua, la última de las preciosas y sabias runas que su Padre, el Rey Odín había escondido en cuatro puntos extremos y opuestos del árbol de Yggdrasil. Para obtenerlas, el heredero de Asgard tuvo que sortear tierras poco amigables, extraños monstruos protectores y peligros de diversas índoles. Nadie, en milenios hubiese podido encontrarlas o sortear sus riesgos sin la guía de Padre de Todo y aún así, Thor puso su vida en un hilo con tal de obtenerlas.

No discutió la orden, no cuestionó cuál había sido el objeto de alejar tales gemas una de otra si en realidad, las necesitaba juntas. Y por fin, cuando regresó de su última empresa, aún mostrando diversos golpes y heridas en el cuerpo, y puso la runa a los pies del anciano, Thor esperó con la paciencia de todo buen hijo, súbdito y guerrero que el Rey le dijese: “Ahora puedes marchar, no requiero más tus servicios”

-Me siento muy satisfecho de ti- le dijo Odín, reuniendo la piedra con las otras- Has probado tu obediencia, tu sumisión y lealtad. Has dado fé de tu valor y tu poder. Eres más que nunca un digno hijo mío, mi heredero, mi orgullo... mereces una recompensa.

-¿Es verdad eso, padre? ¿Puedo solicitar una gracia al poderoso protector de los nueve reinos? ¿Me será concedido?

-Tu recompensa, hijo mío, estará en el siguiente servicio que te requiero.

¿Otra empresa? ¿Qué se creía Odín? ¿Qué podría tenerlo ocupado eternamente para no ir en busca de su hermano y su hijo? Pero todavía no dijo nada, aunque pensaba muy seriamente en desertar de su casa, de su herencia y de su lealtad, porque estaba ya cansado de recibir ordenes de Odín sin explicación alguna y que los meses pasaran sin que él supiera nada de Loki.

-¿Un nuevo reto que me lleve meses enteros fuera de Asgard?

-Uno que supongo realizarás con más alegría y gratitud que los últimos cuatro- Thor bajó la mirada ante el reproche de su padre- Reuniste las runas necesarias para revertir la amnesia de tu hermano... No, hijo mío, no te apresures a agradecerme nada... he hablado largamente con tu madre y he decidido regresar a Loki su memoria, sin embargo debo advertirte: Cuando sea consciente de lo que ha sucedido, tal vez no te agrade, tal vez su reacción no sea la que esperas y quizá, sea el más grande error levantarle su castigo...

***

1989.

En la posada del fracaso

Donde no hay consuelo ni ascensor

El desamparo y la humedad

Comparten colchón

Y cuando por la calle pasa

La vida como un huracán

El hombre del traje gris

Saca un sucio calendario del bolsillo

Y grita

¿Quién me ha robado el mes de abril,

Cómo pudo sucederme a mí?

¿Quién me ha robado el mes de abril?

Lo guardaba en el cajón

Donde guardo el corazón

 

Ocho años de Modi... en Midgard, en la tierra, el tiempo parecía retomar su cauce y Modi cumplía ocho años luciendo como un niño de esa edad. Era alto, de cuerpo largo y elástico, fuerte y de reflejos rápidos. Poseía una inteligencia sobresaliente, lo cual alegraba al padre, que no sacara su vástago la inteligencia de su otro progenitor. Y su cabello solar, sus facciones hermosas, sus enormes ojos verdes y su carácter alegre, lo llenaban de orgullo.

Llegó del colegio a las tres, como cada día. Bajó del bus y corrió dentro del pequeño y elegante café que se preparaba para abrir sus puertas. Atravesó entre las mesas y sillas, para tomar un panecillo de canela (sus favoritos) y correr escaleras arriba para llegar justo en el momento en que su padre comenzaba a calentar la comida y servir la mesa.

-Que bien que llegaste, cariño... muero de hambre.

-No quiero nada... voy a mi habitación...- dijo el niño, terminando su panecillo y sin detenerse.

-¿No comerás? Modi, siempre nos sentamos juntos a la mesa... ¿Por qué…?

Loki cortó su frase al ver a su hijo. Modi lucía las huellas de una pelea en su rostro, un ojo morado, el labio roto y el cabello en desórden.

-No hagas escándalo, papá... sabes que los golpes casi no me duelen y que me curaré muy rápido. Siempre me curo muy rápido.

-¿Otra pelea? Modi... teníamos un trato... No provocarías mas peleas con los mortales, no debes rebajarte a esto, no deben tocarte... ¡Dioses! ¡Nadie puede tocarte!

-Me han expulsado... mañana debes acudir con el Director del Colegio y explicar porqué le rompí el brazo a tres niños esta mañana.

-¿Qué tú hiciste qué?- exclamó el padre con sorpresa.

-¡Me molestaban! ¡Se reían de mí! Me dicen fenómeno... monstruo... porque tengo más fuerza e inteligencia que ellos, porque hice sus estúpidos exámenes en cinco minutos y porque... ¡Porque sí!

Tres brazos rotos... golpes, moretes, narices sangrantes... demasiada violencia para un niño tan pequeño. No... el colegio no estaba dispuesto a readmitirlo, los padres de los otros niños hacían una presión muy fuerte para que Modi no regresara. Pero tenían la obligación de darle un explicación al padre y de intentar que recibiera la orientación necesaria y llevase al pequeño a terapias.

El Director habló de la necesidad de tener una figura materna para Modi, un ejemplo de ternura y compasión, porque era demasiado orgulloso, demasiado altanero y aun cuando el resto del tiempo era un alumno educado, respetuoso y sobresaliente en todas las materias, su poca tolerancia a los insultos y la extrema saña con la que había golpeado lo hacían un riesgo y un problema que no estaban dispuestos a tolerar.

-No culpo totalmente a su hijo- le dijo el mentor, sinceramente preocupado- Los otros se burlaron de él porque un hombre entró al Colegio y lo buscó, diciendo que era su padre... Le aseguro que en esta Institución aceptamos la diversidad y los hijos de parejas de varones o mujeres son aceptados igualmente, pero desafortunadamente no podemos controlar todos los prejuicios de nuestros alumnos y sus padres...

-¿Un hombre vino a buscarlo? ¿Y que sucede con la seguridad de este Colegio?

-El hombre comprendió que había cometido una falta entrando sin permiso. Se retiró de inmediato, pero dice que es el padre de Modi... incluso presentó un certificado de nacimiento como prueba...

El hombre al que el Director se refería entró en la oficina justo en ese momento. Sin hacer caso a la secretaria que le solicitaba esperar a ser recibido. Su altura y su gesto de pocos amigos impidió que alguien intentara detenerlo nuevamente... Loki escuchó sus pasos, lo reconoció aún sin verlo... sonrió, el corazón le dio un vuelco y se levantó de su silla como impulsado por un resorte.

-¡Thor!- exclamó, sonriendo plenamente- ¡Al fin!

-Al fin, sí...- respondió el rubio, abriendo sus brazos para recibir al pelinegro y estrecharlo contra su pecho- Al fin... al fin vuelvo a verte, mi amor... a tenerte cerca...

***

-¿En qué piensas?- preguntó Loki, saliendo de la ducha y encontrando al rubio absorto y contemplando a Modi mientras dormía- ¿No te satisface tu heredero?

-Modi es una maravilla... nuestra maravilla... pero me preocupa mucho su carácter, el modo en que no pudo controlar su enfado y lastimó a esos pequeños mortales...

-Aun no comprende su poder... aun no lo comprendo yo mismo.

-Por suerte nos iremos mañana... ¡Es para mí una alegría decirte que Padre te ha perdonado! Que podemos volver, que tu memoria te será devuelta... ya no tendrás mas dudas acerca de tu origen, ya no te asustará lo que puedes hacer... ¡Volverás a ser Loki Odinson! Mi hermano... y mi gran amor...

El menor salió de la habitación de su hijo y entró en la propia, sacudiendo su negra melena y comenzando a colocarse el pijama. Cabizbajo, no compartía el entusiasmo del dios del trueno respecto a lo bienvenido que podía ser en aquel mundo fantástico del que había escapado una vez y al que pocas ganas tenía de regresar.

Thor lo abrazó por la espalda, besando sus húmedos cabellos y aspirando el aroma de su piel.

-Quizá tu padre no está tan feliz de recibirme de nuevo... después de todo, me culpa de nuestra relación. Cree que yo te seduje, piensa que el error y la maldad están solo en mí y...

-¿Y?

-Y yo creo que tiene razón... He visto que tú eres un hijo sumiso, obediente, honrado... Y lo que todos dicen de mí es exactamente lo contrario. Yo no soy bueno, Thor... nunca lo he sido. Incluso aquí en Midgard he sido basura, he rodado, engañado y me he aprovechado de otros para mi comodidad...

-Eres bueno para mí y basta...- dijo el mayor, apoderándose de sus labios.

Loki le correspondió con sinceridad. Incluso en aquel momento de confesiones, el de ojos verdes calculó bien sus posibilidades. Regresar a Asgard, recuperar su pasado y proteger a Modi. Eso era quizá lo mejor... besó a Thor con hambre de sentirlo, con ganas de sentirse amparado.

El dulce reencuentro les esperaba, aunque Thor no podía sacarse de la mente que su hijo lo había rechazado al volver a verlo. Modi se mostró celosos y posesivo con Loki, le disgustó abiertamente que Thor le fuera presentado como su otro padre, le negó el saludo, le volvió el rostro y lloró y pateó cuando supo que, efectivamente, no regresaría al Colegio y que se mudarían definitivamente a la casa del recién llegado, el desconocido al que no le obligarían a llamar “padre”

Había mucho trabajo por delante para recuperar a su familia y para moldear el carácter del niño, pero era necesario.

Y Loki tampoco perdió la oportunidad de preparar bien su regreso.

-Thor, yo... tengo miedo que el ataque del último día que estuve en tu mundo se repita...

-No se repetirá... Yo te doy mi palabra. Y Padre encontrará una forma en que podamos estar juntos sin ser causa de vergüenza para su honor.

-Yo... no me refería a eso...- se quejó Loki quedamente, mientras Thor terminaba de desnudarlo y acariciar cada milímetro de su cuerpo- Uno de tus amigos me odia... Yo, no me atrevía a decírtelo... pero desde que una vez pagó mis... servicios... no deja de molestarme y amenazarme con hacerme daño si no cedo nuevamente a su deseo...

Thor se detuvo un instante, trastocando su gesto enamorado por otro de odio.

-¿Fandral? ¿Fandral se ha atrevido a faltarte al respeto después de que has regresado a mi lado?

-Creo que si, que ese es su nombre...- sollozó el menor, dejando resbalar un par de lágrimas y rechazando las caricias del otro- Tan solo de recordar como fue que arengó a la gente del mercado para que me dañara... sin pensar en Modi... Yo...

-¡Lo mataré!- exclamó Thor- ¡Por todo lo eterno! ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¿Por qué no lo sospeché yo? Si Fandral fue el culpable del ataque en el puente... ¡Le sacaré el corazón con las manos y lo devoraré ante sus ojos antes que expire, lo juro!

Loki recibió el nuevo abrazo, esta vez fuerte y protector, ahora sabía que su pequeña venganza contra el rubio espadachín sería cumplida.

-Jamás olvidé tu ofensa, imbécil Fandral...- se dijo a sí mismo, ocultando su sonrisa de satisfacción a Thor, y no te mataré ni mi amado hermano te asesinará... pero sufrirás... lo juro que sufrirás...

Notas finales:

Llegamos a los 80... pero estaremos poco, ya que nos vamos de regreso a Asgard.

¿Qué les parece el carácter de Modi? Un poco salvaje... parece que le falta firmeza a Loki para educarlo ¿O es que como a él, nadie podrá doblegar sus ambiciones e impulsos?

Y también está a punto de recordar...

Los dejo con la lectura.

Gracias por sus reviews, no las olviden, son importantes!!!!

Abrazos.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).