Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

ÁMAME COMO SOY. por Sangre Samurai

[Reviews - 198]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Loki no ha abandonado sus planes y Modi forma parte de ellos.

Tenía todo... al menos todo lo que Jotunheim y sus hielos eternos podían ofrecerle. Tenía amplias habitaciones, servidumbre, compañeros de juegos, tutores, alimentos apropiados una vez al día (ya que después se congelaban y no desperdiciarían combustible en mantenerla caliente para el niño) y si, por todo lo eterno, tenía una chimenea que entibiaba su hábitat porque aunque su padre fuera mitad Jötunn, y con un par de ademanes podía tornar su aspecto en uno de gigante de hielo... la verdad era que Modi no se podía acostumbrar del todo al clima extremo y si no tenía calor, podía morir congelado por las noches, que duraban tres cuartas partes de un día regular con temperaturas extremadamente bajas...

El Rey Laufey lo trataba bien, sobre todo, lo protegía de la ira de Býleistr, que veía en él al hijo de Thor, y en Thor veía a su rival, al que le arrebatara a Loki. Su otro tío Helblindi también lo aceptaba y lo trataba con afecto, y pasaba a su lado horas interminables enseñándole los protocolos, la historia de su pueblo y otros asuntos que hicieron comprender al niño que su vida no había variado mucho en cuanto a contenido.

En otras palabras, la vida era la misma rutina en Jotunheim que en Valhalla, estudios, disciplina y más estudios, con el agregado de la frialdad de los gigantes, y respecto a la atención recibida... Modi extrañaba terriblemente el calor, el cariño y el apoyo de su padre Loki... así como también extrañaba la fiera constancia y el amparo y fuerza que le daba su padre Thor.

Lloraba mucho durante las noches, pero había hecho lo que había hecho y no se podía arrepentir.

-Si no me explicas tu plan, padre... ese molesto insecto de carne caliente no vivirá un día más... lo juro...

-No le tocarán una uña... ¿No lo entiendes acaso? Con él Jotunheim podría lograr su heredero perfecto... Tiene el valor y el poder de Thor en su sangre, por no perderlo, los Aesir estarían dispuestos a firmar tratados muy ventajosos para nuestro pueblo.

-¿Ahora un Aesir nos gobernará?

-No discutas mis decisiones, yo no he dicho que Modi reinará, pero es todo lo que te voy a decir en estos momentos. Nadie amenaza tu derecho al trono, Býleistr, desafortunadamente... pero de este niño puede ser la llave de nuestro triunfo. Con él negociaremos si logramos que se convierta totalmente en parte de nuestra familia y a través de él... puedes lograr que Loki regrese a tu lado...

-Jamás consentiré en aceptar al que lleva la sangre del hijo de Odín en las venas, de todos tus planes delirantes, padre... este es el peor- dijo el Jötunn con dignidad, dejando a su padre a solas- Además es solo un niño, enclenque, que se morirá cuando el frío del invierno, el frío verdadero llegue...

Laufey intentó no prestar atención a esas palabras, continuando su camino hasta sus habitaciones.

-Tiene razón, padre...- se dejó escuchar la voz de Helblindi, que había atestiguado aquella discusión sin hacerse notar- Mi hermano tiene razón en muchos sentidos. Pero lo más importante es que no sabemos si el niño es receptivo... si será capaz de engendrar cuando crezca... no debes hacerte ilusiones en ese aspecto...

-Helblindi... Has adivinado mis verdaderas intenciones... Modi y sus genes pueden darme el equilibrio que tu hermano mayor no me dará jamás, pero creo que tú, igual que tu hermano mayor... se han rendido ante el encanto de Modi, que es como la seducción que posee Loki, por eso no pueden verlo como yo lo veo... pero no me rendiré y debes calentar más sus habitaciones, yo no quiero que muera congelado... todavía...

***

Loki intentó levantarse con cuidado, tratando de no despertar a su compañero. Pero por más ligeros que fueran sus movimientos, Thor estiró el brazo y lo retuvo por el cuello, apretándolo con tal fuerza que el menor tuvo que luchar un poco para no asfixiarse.

-Synné está llorando- dijo, levantándose nuevamente- Necesito ir a verla.

-Yo no escucho nada- renegó el rubio buscándolo en la semipenumbra de la alcoba que compartían- La niña está bien... tendría hambre y la nodriza ya está alimentándola, ven a mi lado a dormir...

-No, necesito asegurarme- insistió- Duerme tú, por favor... ya sabes que me preocupo por nuestra hija y mañana debes estar a primera hora en el cambio de guardia... así que yo iré a verla y tú dormirás ¿De acuerdo?

Thor se echó encima de la cabeza un almohadón y le dio la espalda, Loki no se enfadó por eso y por el contrario, respiró aliviado de que le permitiera ir sin seguirlo. Porque siempre que se levantaba de madrugada, Thor le seguía y terminaban los dos velando el sueño de la bebé hasta que el cansancio los vencía y regresaban a la cama.

Así que se apresuró a ir a la alcoba de su hija tan solo para comprobar que tanto ella como la nodriza, dormían plácida y profundamente. Entonces, esforzándose en no hacer ruido para que su adorado rubio no despertara nuevamente, Loki se escabulló hasta los pasillos, deslizándose adosado a las paredes, escondiéndose en los umbrales de las puertas, tras las cortinas o las enormes columnas de manera que los guardias de ronda no le viesen.

Llegó hasta un salón que él usaba como estudio y salón de armas. Ahí practicaba diariamente algunos ejercicios físicos y también reforzaba su magia.

-Tres lunas hace que te marchaste, amado Modi... –murmuró mientras miraba melancólicamente a través de la ventana, fijando su mirada de esmeralda en la enorme luna llena que esperaba, de alguna forma, también pudiera verse en el helado Jotunheim y que su hijo pudiera observarla al mismo tiempo y darse cuenta que pensaba en él- Tres meses que han sido una agonía para mi corazón... Y lo que más me duele es que mi niño no regresará... ¡Jamás volveré a verte, mi niño pequeño! Mis brazos no te volverán a acunar, no podré contarte más historias a la hora de dormir, no jugaremos ni reiremos otra vez como un par de tontos... Modi, mi cariño, mi amor... hijo mío... ¡Te extraño horriblemente!

Y como si las lágrimas que su padre derramara en ese instante cayeran sobre la frente del niño, Modi despertó en su confortable y tibia cama en el castillo de Gastropnir. Con la respiración agitada, con el remordimiento de sueños extraños divagando por su cabeza, saltó arrojando las sábanas a un lado y de inmediato percibió el calor y la energía que comenzaron a atravesar su cuerpo.

-¡Padre!- exclamó ahogadamente, buscando por todas partes la presencia amorosa de Loki y el amparo de Thor- ¡Papá Loki! ¡Padre Thor!

Modi podía gritar todo lo que quisiera, ninguno de sus padres estaba cerca y si acaso los guardias Jötnar lo escuchaban, no se tomarían la molestia de entrar y confortarlo o de avisar a su abuelo Laufey, porque las costumbres eran diferentes, y las muestras de afecto no eran bien vistas, a menos que fueran íntimas demostraciones de amor entre parejas... Nadie tendría compasión de las pesadillas de un niño malcriado. Tampoco era que Modi quisiera ver ahí al Rey de Jotunheim en esos momentos.

Pero la sensación no cedía, el calor se incrementaba y también una poderosa oleada de electricidad que le hacía doler cada célula de su cuerpo.

-¿Qué pasa?- se preguntó Modi, mirando su piel cambiar del color celeste al pálido sonrosado de su forma asgardiana. Miró sus uñas, sintió la ausencia de marcas y el frío que de inmediato lo puso a temblar- ¿Qué me pasa? ¿Por qué he cambiado?

Se acercó a la chimenea y arrojó dos leños más... eso significaba un dispendio del que seguramente Laufey lo recriminaría, porque la leña no existía en su mundo y para conseguirla, debían hacer largos viajes hasta los bosques de Vanaheim para comprarla o robarla y arriesgarse a que las patrullas de Einherjar los acusasen de romper los pactos e intentar invadir nuevamente el mundo de los Vanir.

Pero Modi tenía frío... se abrazó a sí mismo y se metió bajo las pieles de su lecho, temblando de pies a cabeza.

En su forma de gigante de hielo el clima le resultaba frío pero no insoportable, en cambio así... bien pronto se congelaría si no lograba calentar más la habitación.

-Papá... ayúdame...- suplicó, juntando sus piernas lo más que pudo a su cuerpo y su cabeza a sus rodillas- Ayúdame...

Cerró los ojos un instante, deseando no llorar. Después de todo, él se había marchado con Laufey voluntariamente.

Entonces el frío cesó... abrió los ojos encontrando que su habitación era ahora una amplia e iluminada estancia, con enormes y soleados ventanales, con alfombras suaves que acariciaban sus pies... echó las pieles a un lado y caminó de un lado al otro. Tras los cristales despulidos podía escucharse el ruido del mar eterno, y podía tocar la tibieza de los rayos del sol. Pero no había nada más, ni un mueble, ni una puerta, ni forma alguna de abrir las ventanas... tampoco había nadie y sin embargo, Modi sabía que debía seguir buscando.

-¡Papá!- exclamó, loco de alegría, al descubrir la silueta de Loki que, en posición de meditación, arrodillado y con sus manos abiertas al frente, parecía esperarle en estado de trance.

Y así era, ya que no reaccionó a la voz de su hijo, ni abrió sus verdes ojos, ni sonrió, ni movió un músculo... solo continuó ahí, sobre el piso, envuelto en una luz color verde brillante e hipnótica.

-Es tiempo...- se dejó escuchar su voz, aunque Modi no lo vió mover los labios- Es tiempo hijo mío... he dicho adiós al niño de mi corazón... ya es tiempo...

-¿Tiempo de qué?- preguntó Modi, buscando mirarle de frente

Loki entonces abrió los ojos, y su luz esmeralda bañó de un cálido amor al niño... y sonrió, y su sonrisa confortó su corazón. Pero todavía no se movió un milímetro.

-Es tiempo, cariño...- murmuró con acento dulcísimo, que hizo estremecer a su vástago- Es ahora que el tiempo se cobra lo que se le ha robado, es tiempo de recuperar lo que se había esfumado...

-Si, papá...- respondió Modi, arrodillándose frente a Loki, en la misma idéntica posición. Elevó también sus manos hasta tocar las palmas de su padre y a su contacto, la energía que había experimentado minutos antes, recorriéndole el cuerpo, estremeciéndole... se renovó.

Pero esta vez podía soportarla, y con sus hermosos ojos verdes azorados, compartió la luz y la magia que su progenitor emanaba. Modi cayó en trance también y por varios instantes los dos se perdieron en un limbo mágico, recorrieron mil cielos y mil universos, caminaron por mundos desconocidos y maravillosos, recopilando los minutos extraviados en el tiempo.

Y poco a poco, tomado de las manos de Loki, el niño dejó de tener diez años... su cuerpo comenzó a cambiar, a crecer... sus facciones de niño dieron paso a las de un adolescente, sus manos de hicieron grandes, sus brazos formaron músculos y sus espaldas se hicieron más anchas.

La camisa de su pijama se rompió, quedándose solo en el pantalón blanco, con el que solía dormir.

-Mira eso... el tono de tu cabello está cambiando- dijo Loki, acariciando los rubios rizos que tomaban un color parecido al de un cielo del atardecer de Asgard- Luces tan guapo... idéntico a tu padre... idéntico a Thor... pero con mis ojos... y mi sonrisa...

-Padre- dijo Modi, desconociéndose en el tono grueso y varonil de su propia voz- ¿Volveremos a estar juntos? ¿Volveré a Asgard?

-Todo mi pensamiento, mi amor y mis fuerzas son para que así sea, cariño...

-¿Y qué sucederá ahora?

-Cumplirás tu destino: “Una gota te simboliza…” –dijo Loki, dando por terminado el encantamiento.

- La sangre de Ymir... No te decepcionaré...

-Tu padre Thor y yo estaremos muy orgullosos de ti... hagas lo que hagas... pase lo que pase... te amamos.

Loki comenzó a alejarse, como una forma etérea y translúcida... sonriente y amoroso, poco a poco se perdió de la vista de Modi y el muchacho se quedó solo. Estaba de regreso en su alcoba, y sintió el frío de la noche... Loki había puesto en sus manos antes de partir un paquete y depositó en su mejilla un beso que apenas percibió, pero que calmó sus nervios y sus dudas.

Abrió el paquete y encontró un cambio de ropa adecuado a su nuevo tamaño... le pareció similar a los que usaba su padre Thor cuando no portaba la armadura. También estaba, bien resguardada en su funda, una daga similar a la que Loki mismo usaba. Con el mango hecho de metales preciosos, con diamantes incrustados. La guardó en el compartimiento en su bota, así podría llevarla oculta y tenerla cerca si la necesitaba.

Finalmente, Modi se miró en el espejo... primero se sobresaltó, creyó que quien asomaba era Thor y no él, pero el cabello solar no era como el de padre. Thor tenía el tono del sol al amanecer, al comenzar el día... Modi tenía el tono de un lánguido atardecer que se terminaba.

No quería parecerse demasiado al Dios que Býleistr odiaba tanto, si salía con ese aire idéntico a su padre, no sobreviviría un segundo. Pero tampoco tenía muchas opciones.

-Veamos si con un corte de cabello diferente...- se dijo, alzando un lado de su cabellera y cortándola de tajo con el filo de su daga.

***

Loki regresó del trance y sonrió. No solo había visto a su hijo y lo había acompañado en la parte final del hechizo que la sangre de Ymir había comenzado, el hechizo que había recuperado los años que se perdió por no vivir en Midgard. Modi ahora tenía dieciocho años y los aparentaba, Loki estaba encantado de verlo tan parecido físicamente al rubio que amaba con todo su corazón.

En su cama, Thor descansaba, ajeno a lo que estaba sucediendo, los cambios en su hijo, la conexión mágica con Loki, él dormía mientras la historia cambiaba y los acontecimientos se precipitaban... o quizá era que estaban planeados desde el principio...

Loki lo besó cerca de los labios, y movió un poco las sábanas para meterse y volver a dormir.

-Te tardaste demasiado... –murmuró el rubio, abrazándolo y acercándolo a su pecho- ¿Synné se encuentra bien?

-Ella está muy bien... es que se me antojó una taza de té y salí a la ventana un rato para beberla.

-Pensabas en Modi, como siempre...

-Un hijo no se olvida, Thor... Haga lo que haga, se comporte como se comporte, siempre es parte de tu corazón.

-Pero claro, mi amor- afirmó el mayor, despabilándose y dándose cuenta de los ojos irritados de su compañero- Pero esperando por el padre me he dado cuenta que solo el tiempo me devolverá al hijo ¿Lo entiendes? El tiempo te trajo de regreso al amparo de mi casa, cuando todos creían que te habías ido para siempre. Mi corazón confió en ti y ahora aquí estamos, juntos... y estoy seguro que Modi también regresará...

-Thor... eres demasiado dulce, demasiado bueno... No te merezco...

-Que cosas dices, mi amor...

Thor se quedó dormido, para el rubio, la hora de dormir era la hora de dormir. Así que simplemente cerró los ojos y en segundos comenzó a roncar. Loki descansó su cabeza sobre el poderoso pecho, escuchando el latir de aquel bravo corazón y sintiendo el respirar profundo y pausado de quien descansa en las noches sin culpas.

Sí, lo amaba... y mucho. Aquel rubio tonto que siempre se metía en líos por su culpa, el único que realmente lo quería tal y como era, que lo aceptaba con sus errores, con sus desatinos, que no lo apoyaba cuando estaba en sus fases ambiciosas, pero que siempre estaba esperándolo con los brazos abiertos y el alma dispuesta.

Thor era su casa, su fuerte, su amparo y sin embargo, no podía quedarse... su espíritu reclamaba seguir sus propios planes, sus propias metas... le dolía pensar en separarse de nuevo, pero Modi muy pronto lo necesitaría y Thor no podía ir sin causar una guerra, así que era forzoso dejarlo.

Y dejar a Synné...

¡Cielos eternos! Eso como dolía tan solo de imaginarlo. Él no era despiadado, ni cruel, tenía sentimientos y amaba a su hija tanto como amaba a su hijo, y tanto como amaba a Thor... pero estaba hecho... Modi al amanecer enfrentaría a su abuelo y a sus tíos con su nueva apariencia y toda su inexperiencia, así que era preciso apoyarle.

-Regresaré a ti, mi amado hermano, mi amante, mi compañero... mi tabla de salvación. Regresaré a ti porque te amo, pero debo hacer esto... debo ir y recuperar la reliquia...

***

Laufey y Býleistr quedaron boquiabiertos cuando aquel estupendo muchacho apareció, alto, fuerte, casi un adulto. Primero creyeron que se trataba del mismo hijo de Odín, pero era idéntico y demasiado joven al mismo tiempo. Modi les saludó con firmeza y haciendo un ademán casi burlesco, modales muy bien aprendidos de su padre Loki.

-¿Qué te ha sucedido, por todos los hielos de Jotunheim?- clamó Laufey, ordenando con un ademán a sus guardias que permanecieran alertas.

-Este soy yo... tu nieto- dijo Modi, sentándose a la mesa para tomar un poco de carne cruda, que era casi el único alimento de los gigantes, y aunque le causaba repugnancia, debía comerla mientras estuviese templada ya que después se congelaría y él no podría probar bocado hasta el día siguiente- Mi otro abuelo, Odín, insistía en tenerme con la apariencia de un niño... era cuestión de tiempo que esa maldición desapareciera...

Aquella mentira fue creída en apariencia por los Jötnar.

-¿Y se supone que serás esa masa de carne rosada para el resto de tus días?- se burló Býleistr, detestando su parecido con Thor.

-No. Según tengo entendido, puedo cambiar para tener la apariencia que mi padre Loki me ha heredado, para ser un Jötunn completo... pero para eso, tengo que tomar una gota de sangre de Ymir.

-¿Una gota de sangre de Ymir?- rió Laufey- ¿Me crees un imbécil? Ambicionas igual que tu padre obtener el poder ilimitado de la reliquia, pero... ya no la tengo conmigo. No me enredarás ni podrás intentar arrebatármela...

-Yo sé abrirla- replicó Modi, con una seductora sonrisa.

-¿Tú? ¿Tú que hace unas horas eras un niño idiota? ¿Tienes la experiencia para abrirla?

-Muchas veces vi y escuché las runas que mi padre Loki repetía para separar la esmeralda del contenedor de cuarzo... Puedo separarla y dársela a quien yo considere que la merece...

-¿Quieres decir que se la darías a tus padres o a alguien más?

-¡No! Yo no voy a regresar a Asgard, yo no quiero nada con ellos nuevamente- exclamó Modi, con un gesto de odio en su rostro, que se tornó por instantes anguloso, y aparecieron las marcas típicas de los gigantes en su frente- Ellos tienen a mi hermana, me cambiaron por una hembra... Yo vine aquí porque me prometiste dármelo todo... si tú cumples, abuelo... yo puedo elegir darte la reliquia...

Laufey suspiró satisfecho, pero en el corazón de Býlesitr se encendió la llama de los celos.

Notas finales:

Les dejo el siguiente capítulo que es cortito, porque el original era extremadamente largo!

Así que actualizaré casi enseguida.

Gracias por las reviews!!! No las olviden que son muy importantes para mí.

Abrazos!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).