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ÁMAME COMO SOY. por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Thor ya no podrá soportar un nuevo abandono, pero Loki parece solo pensar en sus asuntos, dejando de lado incluso a su hija Synné.

Fandral llegó hasta la taberna de las afueras de la ciudad, embozado en una capa oscura, cuidando de no descubrir su presencia elegante y siempre luminosa. Así se lo habían pedido.

Y reconoció al que lo había citado tan solo por su presencia enorme y majestuosa, a pesar de la capa oscura que cubría incluso sus cabellos solares... y también porque sobre la mesa tenía una cantidad exagerada de barricas vacías de cerveza.

-Llegas tarde...- le recriminaron, mientras tomaba asiento y le era llevado su tarro.

-Apenas terminó mi servicio, no siempre es a la hora exacta, como bien sabes.

-Bien, bien, tú sabes por qué te he llamado, supongo...

Fandral rió a media voz, todavía pensaba que era ridículo que Thor le pidiera ayuda en su relación con Loki.

-Problemas en el paraíso, creo yo... Y por no sé cual extraño destino, deseas que te ayude a que sigas enredado con la serpiente...

-No necesito tus burlas ¿De acuerdo? Y si no puedes ayudarme, entenderé y lo intentaré yo solo...

Thor hizo el ademán de retirarse y Fandral le detuvo tomándolo por el brazo, y con un ademán, lo invitó a continuar sentado.

-No tentaré tu poca paciencia, amigo mío... has venido a mí y yo quiero demostrarte que no te guardo rencor alguno por la severa golpiza que me diste por ruegos de tu amante... Soy leal a ti, por amistad y porque eres mi Príncipe... si mi espada te es útil, entonces dispón de ella como mejor te plazca...

-Te lo diré sin rodeos, Fandral y entonces decidirás si quieres ayudarme o no.

-Sé que es acerca de Loki, cualquier cosa que me digas yo la haré... excepto que lo trate bien. Sabes que no puedo, que todavía creo que estos problemas son su culpa y lo serán siempre y que te perjudica un escándalo tras otro. Loki te hace daño, te engaña, te miente... y todavía así lo prefieres por encima de todo y de todos, tu amor te hace ciego y sordo. Pides mi ayuda, entonces te ayudaré y cuando esto se repita y vengas a mí de nuevo, como hoy, te volveré a decir: “Te lo dije”

-¿Ya terminaste de despotricar contra mi bienamado?

-Thor... eres un cabeza dura- suspiró Fandral, viendo que nada pudo hacerle cambiar de opinión- Dí lo que quieres de mí.

***

En Jotunheim, el nuevo Modi tenía más que encantados a todos... convertido en un seductor Jötunn, alto... enorme para tener sangre Aesir en sus venas, logró cambiar y parecerse a la raza de su progenitor. Conservaba sus rasgos varoniles, también conservaba el cabello rubio, cuya mitad izquierda lucía casi a rape y se teñía en un tono oscuro. Pero ataviado con los ropajes reales de la casa de Laufey, adornado con las joyas que tanto gustaban a las clases altas de los gigantes y haciendo gala de su fuerza, agilidad y dones mágicos. Modi Thorson seducía a los habitantes del mundo helado casi sin dificultad.

Era joven, era intrépido y era hermoso. Su presencia llenaba de luz los más oscuros rincones del gélido palacio, su voz vibrante se dejaba escuchar desde muy tempranas horas, arengando a los guardias para que le acompañaran a entrenar, para que no se confiaran en su tamaño o en su fuerza, porque siempre existiría un rival más hábil o más fuerte que ellos, que todos... y su única defensa era entrenar, estar preparados.

-Modi ha cambiado totalmente a este pueblo, padre mío...- dijo Helblindi, informando como cada día los avances de su atractivo pupilo- Casi puedo decir que mi labor ha terminado... pensé criar a un niño, pero este joven que tenemos ante nuestros ojos se conduce como un adulto, sabe todo lo que hay que saber y a decir verdad, resulta un tanto ingobernable.

-¿Ingobernable dices?

-Es obediente, respetuoso, pero no es sumiso y termina siempre haciendo lo que le viene en gana… y eso se debe en gran parte que si no en su totalidad, a que su real abuelo lo consiente demasiado...

-Modi se lo merece, además es el trato... ¿Acaso no quedó en un impresionante tercer lugar en su primer torneo? Tu hermano Býleistr quedó octavo cuando concursó por vez primera. ¡Es un digno descendiente! Lo que me ha pedido... se lo he entregado, a cambio, me da satisfacciones. Y al final... el pueblo comienza a aceptarlo.

-Más que aceptarlo, padre... el pueblo parece amarlo...

-Entonces, es tiempo de que los sabios lo revisen y me digan si puedo albergar esperanzas o debo formarme otro plan. Quiero saber si Modi es capaz de gestar hijos.

Helblindi se inclinó para ir a cumplir la voluntad del Soberano.

***

Loki casi no habló durante la cena, y prácticamente no probó alimento alguno. Se limitaba a sonreír y a beberse cada gesto de su amada hija y de Thor... Synnove cumplía cuatro meses en plena belleza y salud, era una niña vivaz, risueña y cariñosa. Mostraba la pequeña un gran apego por sus dos padres, pero en especial por Thor.

Era un placer para la pequeña cuando el rubio llegaba, iniciaba de inmediato a balbucear, a gorjear igual que una avecilla, a solicitar bajar de los brazos de quien fuera, incluso de los de Loki para pedir ir con Thor. Y el padre estaba más que orgulloso de aquella belleza que tanto lo amaba y se lo demostraba.

El corazón de Loki estaba flaqueando... no tendría valor para alejarse de ellos... eran su familia, su razón de ser. No tendría valor para abandonar a Synné si ella le volvía a sonreír como sonreía a su padre Thor, ni tampoco podría abandonar al rubio si le hacía el amor esa noche... que era su noche libre, la única de la semana en la que podía quedarse desde temprano conviviendo con su hija y con su pareja, sin que Odín lo llamase o sus deberes militares lo reclamasen.

-¿No tienes apetito, corazón?- le preguntó Thor, insistiendo en que comiera al menos algunos dulces, ya que conocía la debilidad de Loki por ellos.

-¡Siempre tengo para los pasteles!- exclamó el pelinegro, intentando componer su semblante y dando un enorme bocado a un pastel de fresa que tenía frente a sus ojos.

-¡Ese es mi amado caprichoso!- rió Thor, apretando dulcemente su mano y clavando significativamente sus ojos en su rostro.

Loki sintió que toda su sangre se le iba hasta los talones... ¿Separarse de aquel que era su vida entera? Pero... Modi lo necesitaba, Modi que estaba a merced de su familia sanguínea y que además, intentaría cometer alguna locura, estaba seguro, ahora que era casi un adulto.

Por Modi tenía que marcharse... y también, por supuesto, por tener nuevamente la oportunidad de reclamar su broche de esmeraldas y el tesoro que encerraba.

-Synné debe ir a dormir ahora- dijo Loki, buscando la oportunidad de estar con su hija algunos minutos más.

-Entonces despídete de ella- dijo Thor, haciendo palidecer a Loki como un muerto- Esta noche, nuestra pequeña duerme con madre ¿Ya lo olvidaste? Como cada jueves, que es mi noche libre... para poder estar juntos...

No podía negarse sin despertar sospechas... pero estuvo cerca de soltar el llanto cuando Synné salió en brazos de su abuela, la Reina Frigga. Y casi se traiciona a sí mismo cuando comenzó a responder a los besos de Thor con más apasionamiento que el acostumbrado.

-Te siento especialmente cálido hoy, mi amor... ¿Puedo saber por qué?

-Porque te amo, gran tonto... ¿Acaso no lo sabes, acaso no se me nota? Te amo hasta la imbecilidad... porque este sentimiento nubla mi razón, porque te prefiero por encima de cualquier cosa en este universo y en cada uno de los nueve reinos, porque venero tu presencia y porque me reflejo en el amor que nuestra hija te da... ¿No son esos motivos suficientes para querer devorarte entero?

-Pues bien pronto me tendrás, Loki... de una manera mucho más que total...

Una campanilla sonó tras el dintel de la puerta, pero los amantes la ignoraron, siguiendo con la sesión de besos y con la guerra de lenguas que Loki había iniciado. Estaba muy dispuesto a llevarse tatuado en la piel el sabor, el olor y el amor del rubio, porque además el corazón le avisaba que esta vez difícilmente le perdonaría.

La campanilla insistía, Thor suspiró y Loki se aferró con más fuerza a su cuello.

Comenzó el rubio a devorar el blanco cuello, succionando aquella piel nívea con tanta fuerza que bien pronto le dejó dos o tres marcas bien visibles de su boca y sus dientes fieros.

-¡Demonios con ese sonido!- gritó Loki, harto de la campana infernal.

-Solo puede significar una cosa...- dijo Thor separándose de él para ir a abrir la puerta.

Y Thor se fue... Fandral en persona había acudido para requerirle en un punto alejado de las montañas, justo al otro lado de la ciudad, muy cerca del mar eterno, en el Observatorio...

Parecía que todo favorecería la huída de Loki. Solo fue cuestión de esperar la hora fijada de antemano y se escurrió por la pared del castillo, bajando entre las enredaderas, ligero y ágil, ayudado por su magia para flotar más que descolgarse... abajo le esperaba un caballo debidamente enjaezado. Le costó mucho oro hacer todos los contactos necesarios para despistar el origen del dinero y la identidad del que sería el jinete.

Salió del palacio escondido en uno de tantos grupos de personas que pasaban, disimulado, usando una capa color pardo y cambiando sus facciones por las de un hombre anciano.

En otras épocas, le hubiese bastado desaparecer a través de uno de sus portales, pero todos habían dejado de ser secretos y estaban muy bien vigilados, igual que cada camino y puerta de la ciudad. Era forzoso abandonar Asgard caminando... aunque un dios como él llamaría fácilmente la atención y no podía confiar en ningún Aesir para que le ayudara... pero gracias a lo eterno él era un cambia formas.

Y aquella caravana de comerciantes, que se dirigía a una feria en Asgard Nivadellir era perfecta… desmontó y dejó en libertad al caballo. No podía venderlo o cambiarlo sin despertar sospechas. Debía apresurarse, era imprescindible cruzar la frontera antes del amanecer... porque Thor regresaría y se daría cuenta de su ausencia, o las nanas lo buscarían para alimentar a Synné y darían la voz de alarma al encontrar su alcoba vacía.

-¿Estás seguro que este brazalete está activo?- le preguntó al hombre embozado con el que había contactado.

-Lo está, mi Señor... este es el salvoconducto con el que mi padre cruza diariamente para vender sus productos en Nivadellir... pero con este oro que me pagas, tendrá lo suficiente para vivir el resto de sus días sin preocupaciones...

-Más vale que sirva... de lo contrario, si no puedo pasar la frontera regresaré y yo mismo te cortaré las orejas...

Loki se colocó el brazalete en su muñeca izquierda, en la frontera todos pasarían por una barrera detectora, cualquier intruso, cualquier no autorizado... sería detectado de inmediato.

-Mi oro... no lo olvide...- dijo el hombre, recibiendo una bolsa de terciopelo con la cantidad del metal requerida- Buen viaje, señor...

Entonces, el hijo de Laufey se unió a las caravanas de comerciantes y disimulando su nerviosismo, esperó pacientemente que la fila avanzara. Fueron largos minutos, en los que se guardaba un extraño silencio y cuyo murmullo creciente se hizo cada vez más evidente a medida que la barrera era cruzada.

Loki respiró aliviado cuando la frontera quedó atrás. Su rostro se animó y hasta pensó en volver a tomar sus propias facciones. Pero no... eso sería mejor más adelante. Ahora que estaba al otro lado de Asgard, caminaría con los comerciantes hasta el poblado más cercano, ahí compraría un caballo y cabalgaría directo a la frontera de Jotunheim, que estaba a menos de seis horas de Nivadellir.

-¿Una patrulla? ¿Un escuadrón de Einherjar en este lado de la frontera?

Los comentarios alarmaron a todos, pero intentaron guardar la calma. Loki se enteró que la mayoría tenían sin duda alguna pequeña cuenta pendiente con la ley, pero confiaba en que saldría bien librado de aquella revisión.

-Señor- dijo uno de los guardias- usted, señor... ¿Cuál es su destino?

-¿Yo?- dijo Loki, impostando la voz- Voy a Nivadellir, a comprar herramienta para mi humilde taller...

Un Einherjar alto, esbelto y arrogante se le acercó, hablándole con una voz tan conocida que lo puso a temblar.

-No debe ser tan humilde, puesto que compras herramienta a los enanos... ellos no venden a bajo precio.

-Ahorro mucho, oficial...- carraspeó el falso comerciante.

-¿Llevas tu brazalete?- insistió el guerrero.

Loki alzó su brazo, mostrando el salvoconducto cuya luz parpadeaba en color verde, indicaba que su estancia en el país era totalmente legal. Sin embargo, el oficial aprovechó el instante para colocarle unas esposas restrictivas.

-¿Qué me hace? ¡Qué hace, oficial!- gimoteó el hombre, mirando con asombro aquel artefacto reteniéndolo- Usted se equivoca... solo quiero comprar herramientas...

El Einherjar rió en voz alta, acercándose y acariciando el rostro del supuesto comerciante. Mismo que rehuyó la mano fina y ansiosa que lo intentaba tocar.

-Loki, cariño...- murmuró entonces- Dos pueden jugar tu mismo juego... por cada moneda de oro que has repartido para asegurar tu huida, yo he repartido dos para seguir tus pasos... Anda, en un par de minutos las esposas restrictivas te dejarán sin uso absoluto de tu magia, puedes volver a ser tú ahora y dejarme ver tu hermoso rostro o igual lo veremos luego.

Loki no tuvo salida, comprobó que efectivamente las esposas lo dejarían sin poderes de un momento al otro. Fandral, que no era otro el guerrero que lo había aprisionado, lo tenía además, bien sujeto de ambos brazos... así que volvió a ser él.

-¿Quién me delató? No te concedo la inteligencia suficiente para descubrirme... así que dime si fue Padre de Todo el que te envió, el que te dio la información necesaria, dime...

-Ahh, mi hermoso y embustero Loki... ¿No me das el crédito suficiente para descubrirte? Bueno... tristemente tienes razón, pero no importa... igual te tengo.

***

Jamás había estado en ese castillo, ni siquiera lo recordaba cuando entraron, bien sujeto y custodiado, y lo alojaron con todo lujo y comodidad, así como con todas las medidas de seguridad en una de las alas de la construcción.

No parecía nuevo, pero se notaba que aquel sitio estaba limpio y cuidado. Tenía una antesala con sillones amplios y mullidos, un escritorio, estantes con libros y algunos escudos adornando las paredes. Por el escudo de armas Loki reconoció que pertenecía a la familia de Fandral. La otra habitación, por consecuencia, era la alcoba... un baño calentado con leña dentro del mismo ambiente, con una preciosa tina lo suficientemente grande para llamar su atención, colocada junto a la chimenea y eso porque en aquella parte de la frontera el clima era extremoso y el invierno solía ser duro. También tenía una cama grande y varios divanes de forro de piel.

-¿Quién demonios me ha traído aquí?- exclamó para sí mismo, sin importarle si tenía guardias custodiando su puerta- ¿Quién se atreve a contravenir mi voluntad? A mí… Loki de Jotunheim... ¿Quién?

-Yo lo hice- declaró una voz varonil a sus espaldas, haciéndolo sobresaltarse porque de inmediato la reconoció- Yo ordené que siguieran tus pasos, yo busqué a las personas que sobornaste y les ofrecí el doble por traicionarte. No fue difícil que me contaran tus planes, el dinero corrompe a los de espíritu pobre y la ambición pudre sus almas.

-Maldito seas, Thor- se quejó Loki- Me acabas de decir corrupto y podrido...

-Eso exactamente te he dicho- replicó el rubio (pues era él)- El dinero no compra la lealtad, como puedes ver. Y además de eso, demuestras que no me tienes confianza al intentar huir de mí en lugar de contarme tus problemas.

-No eres mi dueño, Thor... Ni puedes prohibirme hacer lo que yo quiera...

-Quizá ese ha sido tu problema- replicó el mayor, sacándose el cinturón del pantalón- He sido demasiado permisivo contigo, he sido consentidor y débil ante tus caprichos- continuó, avanzando en forma amenazadora hacia el otro, con la mirada de zafiro fría y brillante, con el gesto de pocos amigos, y con los brazos tensos que sostenían el cinturón- Y si insistes en comportarte como un muchachito malcriado, te demostraré lo que te ha hecho falta para regresarte al buen camino...

Loki palideció, retrocedió un par de pasos, intentó liberarse de las esposas y retorció sus muñecas sin lograrlo. Miró alternadamente a Thor y las ventanas... atado de manos, sin poderes y en quien sabe donde, si intentaba escapar lo más que lograría sería hacerse daño y regresar al punto en que estaba en ese momento.

-No te atreverás a golpearme... ¿verdad?- inició a retar con altivez, para terminar la frase con el tono de voz quebrado por la angustia.

-A esto me has obligado...

-Si me tocas un cabello con violencia... todo se terminará entre nosotros...

-Pero tendrás lo que mereces desde hace años, Loki...

-¡No me toques!- gritó, sin poder escapar del férreo agarre del Dios del Trueno- ¡Suéltame! ¡No eres mi dueño, no puedes disponer de mí, no puedes golpearme!

Loki se retorcía y luchaba por escapar, en vano... no poseía la fuerza suficiente para vencer al rubio, y Thor sencillamente lo levantó en vilo, tomó el cinturón y lo sujetó de los tobillos... Loki esperaba que le descargaran un sendo cinturonazo, pero en realidad solo lo usó para inmovilizarlo aún más.

-Quédate quieto, por amor de todo...- gruñó el mayor, desesperado de verle arquearse y gritar.

-¡Déjame! ¡Déjame!- seguía implorando Loki, que ahora menos que nunca adivinaba las intenciones de Thor- Ni siquiera sabes que iba a hacer... ¡Y por tu culpa pierdo mi tiempo en este juego idiota! ¡Eres un estúpido!

-Me encanta cuando te enfadas...- se burló- Comienzas a hablar como cualquier carretonero de la plaza de Vanaheim, cuando los trolls bajan al mercado... Tu sucia lengua no te quita lo sensual...

-¿Te burlas ahora?- jadeó Loki, dejando de luchar porque estaba ya exhausto- Yo que te tenía como lo más venerado de mi corazón... y tú te burlas de mí...

-No... Simplemente te digo que luces encantador aún atado de manos y pies y con tu boca llena de procacidades. Te daré sin remedio, mi terco y caprichoso, lo que te has estado ganando desde hace tiempo...

Fue humillante, al menos para Loki. Thor lo colocó boca abajo sobre sus piernas, atado de manos, atado de pies, cansado de gritar y cansado de luchar... sometido a todas luces. Abrió los ojos de esmeralda con terror cuando sintió que su ropa era desabotonada, específicamente su pantalón. De un tirón, Thor lo bajó hasta la mitad inferior de sus blancos muslos, junto a su ropa interior... ¿Qué pretendía? ¿Abusarlo?

La respuesta llegó cuando un agudo dolor le sacudió hasta la médula.

Y el sonido de la mano enorme de Thor estampándose de lleno, con fuerza y sin remordimientos en las blancas, redondas y suaves nalgas.

-¡Qué demonios haces!

-Quitarte lo malcriado...

La nalgada dolió, mucho... pero su orgullo no le dejaba aceptarlo. ¿Thor quería tratarlo como un niño? Bien. No le iba a dar ese gusto... no se quejaría aunque tuviera que morderse la lengua.

Otra nalgada... luego otra más... Thor observó las marcas de sus dedos en la blanca piel, perfectamente delineados y rodeados de un halo rojo, que ardía y dolía más y más, conforme las sucesivas palmadas llegaban.

Loki guardó silencio, apretó los dientes. “Pégame más fuerte si lo deseas… no pediré piedad” pensó, concentrado en planear la mejor manera de vengarse cuando fuera libre “no vas a poder retenerme para siempre…”

Pero Thor no estaba cansado, ni pensaba dejarlo hasta que sintiera que ya había escarmentado aunque fuera un poco, sobre sus escapadas irreflexivas.

-Cuando te canses, me avisas... para abandonarte para siempre...

-¿Ves como eres un niño que hace berrinche, Loki? Me amenazas. No piensas en mí, no eres capaz de recapacitar en el dolor que me provocas en cada abandono, no pensaste en Modi y ahora nuestro hijo ni siquiera está en la casa... no piensas tampoco en Synnove ¿Ella tiene la culpa de algo? ¿Acaso no la amas?

-¡No me chantajees! Sabes que amo a mi niña...

-Entonces es que no me amas- reclamó al fin el rubio, redoblando la tanda de nalgadas, con más fuerza y frecuencia. Ahora, el bello trasero de Loki parecía a punto de sangrar.

-¿Cómo no voy a amarte? ¡Eres todo en mi vida!- sollozó Loki, encontrando el pretexto perfecto para dejar salir un poco del dolor que sentía

-¿Entonces... por qué pretendías abandonarme otra vez? Estoy cansado... muy cansado de que un escándalo tras otro ensombrezca nuestra vida... destruya nuestra relación...

Thor sollozó también, liberando su propio dolor.

Loki gimió un poco, ya no podía soportar el castigo.

Thor no encontraba un espacio blanco donde estampar la siguiente nalgada, pero no dejó de darle una palmada tras otra.

Ahora, Loki gemía y lloraba.

-¿Puedes dejar de golpearme?- suplicó, entre hipos de llanto- Me duele mucho... Pero me duele más todo lo que te he lastimado...

Thor detuvo su mano en el aire, miró detenidamente toda el área enrojecida... sonrió fugazmente.

-Si me hubieras dejado darle un par de palmadas a Modi... quizá su rebeldía fuera menos incontrolable...

-No hables de Modi ahora...- dijo Loki, respirando con alivio al ver que las nalgadas habían terminado.

Thor le retiró el cinturón de los tobillos, permitiéndole colocarse de rodillas sobre la alfombra. Pero no retiró las esposas “Fandral tiene la combinación... le pedí que solo él la supiera para no caer en la tentación de quitártelas si tu labia llegaba a convencerme”

Loki entendió que su amado había doblegado su orgullo ante el espadachín con tal de asegurarse que no flaquearía antes de encontrarlo, retenerlo y darle su merecido. Sintió un hueco en el estómago al aceptar para su interior que quizá sí se merecía aquellas nalgadas...

-Vete ahora, Loki... No te voy a detener. Y si quieres dar por terminada nuestra relación lo comprenderé... Cuando los dos estemos tranquilos hablaremos sobre la custodia de Synné... No te la voy a negar, si los sabios deciden que se quede conmigo. Y espero que no me la niegues si se queda contigo... esa hija es la luz de mis ojos actualmente...

Ahora le tocó a Loki sonreír... el tema era absurdo y su posición ridícula, no podía tomarse con seriedad aquella ruptura cuando estaba arrodillado, desnudo de la cintura para abajo, adolorido de salva sea la parte y malcubriendose el miembro medio erecto con las manos esposadas para que Thor no viera que estaba excitado.

-¿Me ayudas a levantarme?- pidió dulcificando su voz y evitando cualquier tono de reproche.

Thor asintió, poniéndolo de pié sin esfuerzo alguno.

-Lamento las nalgadas...- dijo el rubio, observando el trasero rojo como un tomate.

-No lo lamentes... me las merezco, aunque no permitiré que vuelvas a ponerme la mano encima de esta forma...- Y Loki se movió lo suficiente para colocar sus nalgas casi frente a la cara de Thor- Súbeme la ropa, por favor...

Thor obedeció dócilmente, aunque no resistió colocar su palma sobre una de las rojas redondeces, acariciándola suavemente. Loki gimió.

-¿Te duele?

-Me conforta... Y arde como un látigo en carne viva al mismo tiempo...

Avergonzado, Thor retiró la mano, pero Loki empujó ligeramente la cadera para volver a alcanzarla. Cerró los ojos y gozó con placer y dolor al mismo tiempo las cálidas caricias que el rubio le daba. Luego sintió un par de labios recorriéndole, una lengua caliente y húmeda lamiendo los enrojecimientos y sintiendo los bordes de los dedos marcados en la blanca piel.

-Vete...- gruñó Thor, sin dejar de besarlo y lamerlo- Abandóname...

-No me da la gana cariño- repuso Loki, arrojando a un lado su ropa y montando a horcajadas las piernas del otro- Creo que fracasaste, sigo siendo malcriado y caprichoso...

-Sigues siendo mi muchachito consentido...

El resto fue hermoso, los besos de las reconciliaciones solían ser más sabrosos, más jugosos y mucho más largos que los besos de todos los días. No les molestaba en lo absoluto reconciliarse de vez en cuando, aunque ambos tuvieron que admitir que aquel conflicto resuelto lo habían llevado al extremo.

Pero el labio a labio era enloquecedor, Thor quería aspirarle el alma a través de succiones profundas y lengüetazos furiosos. Loki jugueteaba mientras sus manos hábilmente liberaban al poderoso instrumento que estaba ya obscenamente apretado bajo los pantalones del rubio.

-Eres tan bruto, alma mía... ahora por tu culpa no soporto el roce de la tela de tu ropa, ni siquiera tolero tu piel...

-Si toleras mis manos, no tendrás que apoyarte en mí...

Loki estaba ya lo suficientemente húmedo, terminar de prepararlo no tomó demasiado y Thor abandonó el masaje que sus dedos daban al orificio sonrosado para colocarse al menor sobre su regazo, sosteniéndolo de ambos aterciopelados y firmes muslos.

-Carajo, Thor... dámelo ya… te lo suplico...- dijo, uniendo la acción a la dicción, tomando él mismo el portentoso mástil para colocarlo entre sus posaderas y encajárselo hasta el fondo- Muévete...

Con eso, Thor comenzó a bombear con todas sus fuerzas, sosteniendo a su adoración para que el roce de sus pieles no lo molestara, pero procurando darle todo el placer posible. Loki se aferró a las espaldas anchas y varoniles, clavando sus uñas en la tostada piel, en medio de un creciente éxtasis.

No estaba nada mal el amanecer de un día que había iniciado de la peor forma, con sexo apasionado, con amor renovado, con un par de nalgas rojas y una confesión pendiente… porque Loki no perdía de vista la razón de su intento de fuga.

Y otro detalle que no percibieron los amantes fue que toda aquella escaramuza no había sido tan en privado como creían. Escondido en un pasaje secreto, atisbando indebidamente, Fandral se divirtió escuchando la discusión, gozando que Loki fuera reprendido y reprochado por Thor. Pero cuando comenzó el castigo corporal, su excitación había subido poco a poco al grado que liberó a su miembro para comenzar a masturbarse, imaginando la lasciva escena de que era él mismo dando una buena nalgueada al pelinegro y finalmente, escucharlo gemir, jadear, gritar pidiendo ser penetrado, lo llevó al orgasmo más estupendo que una autogratificación podía dar.

-Final feliz- se dijo en voz baja- Pero de nuevo ese maldito Jötunn se me mete en la cabeza... Loki, debes volver a ser mío... a como dé lugar...

Notas finales:

Bueno, algunos apuntes: Este capítulo en realidad es parte del anterior... pero solo había de dos, o dejaba muy corta la escena de las nalgadas o hacía otro capítulo para poder extenderme.

Y preferí lo segundo

Disfruté enormidades haciendo que Thor nalgueara a Loki, fué sexy y a ver si ya se le quita lo malcriado...

No me apuraba mucho el lemon, ya vendrán otros mejores, aquí lo importante era dejarle las nalguitas como fresas a Loki :3

Tampoco se olviden de Modi, todo un sexy Jötunn...

Y como casi no les di tiempo de leer el capítulo anterior, si gustan dejenme su opinión y si no, dejenme en este sus reviews, no se olviden de comentar, porque me agrada mucho leer sus opiniones.

Sin más... a la lectura...


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