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ÁMAME COMO SOY. por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Modi no puede sobreponerse a la muerte de su amante.
Loki por fin revela cual es su verdadera ambición.

 

-El muchacho camina arrastrando los pies... como si cada centímetro que se aleja de Gastropnir cayera una pesada losa sobre  su alma, imposible para llevarla a cuestas...- dijo Thor, observando con pesar la triste figura de Modi, envuelto en su capa de piel, con la cabeza baja, siguiendo lentamente y alejado un par de metros a sus padres.

-Modi está haciendo una rabieta- respondió Loki, mientras pensaba más en el envase con la reliquia que finalmente su hijo le había entregado y que contenía muchísima menos de la preciada sangre de lo que él esperaba- Deberías reconocerlas porque yo te hago muchas con frecuencia... estoy seguro que pronto se le pasará.

-Es demasiado sospechoso...- insistió el rubio, cuando a pocos metros de alcanzar la frontera de Jotunheim, justo para quedar al alcance del Bifröst, el silencio de la tundra helada se hiciera todavía más profundo- Nos dejaron marchar sin oponer resistencia, dejaron ir a Modi sin condiciones aún cuando nuestro hijo evidentemente quería quedarse... es demasiado, demasiado sospechoso...

-Cariño no seas pesimista ¿Cómo iban a negarse si eres su padre? Modi no puede desobedecer por segunda ocasión, y bastó tu presencia decidida para poner las cosas en su lugar... Tu hijo deberá aprender lo que a mí me has enseñado a base de fuerza: aprender a ser humilde y sumiso a tu persona, como es su obligación.

Modi alzó la mirada, había escuchado, igual que sus padres, el sonido seco del hielo crujiente a un lado del brumoso y poco visible camino. Loki de inmediato se acercó para crear un campo de energía mágica que los protegería, mientras Thor levantaba amenazadoramente su martillo.

-Creo que es...- murmuró el muchacho, con un brillo singular en sus ojos verdes.

-¡Silencio!- imperó el pelinegro, agazapándose como un gato.

-Sal de ahí, cobarde- exclamó Thor, haciendo gala de su nombre al usar una voz de trueno- Atácanos de frente, si es que te atreves…

-No...- dijo Modi en voz muy baja.

Pero el reto estaba aceptado. Nadie le diría cobarde y viviría para contarlo... una sombra enorme y robusta apareció, acercándose con pasos firmes que de nuevo hacían temblar el suelo congelado.

Los tres pudieron entonces reconocer la imponente figura del primogénito de Laufey, usando arreos de guerra, dispuesto a desquitar su rabia hacia los Príncipes de Asgard.

-¿Se van sin despedirse, querido cuñado? Te llevas a mi hermanito, te llevas a mi... sobrinito, y no hay una sola palabra atenta para el tío Býleistr. Muy mal... muy mal...

Tras Býleistr llegaron Laufey y otros tres gigantes de hielo, apostándose tras su primogénito y esperando a que llevara la batuta de aquel encuentro.

-Deja tu maldito sarcasmo- replicó Loki, sin disimular el rencor que sentía hacia su hermano mayor- Si vienes por pelea... pelea tendrás... ganas jamás me han faltado para matarte y hoy es un buen día para que terminen nuestras añejas diferencias.

Modi palideció al escuchar a los dos hermanos.

-Justamente, traidor embustero- bramó el Jötunn- He venido con toda la intención de confrontarte. Con que placer me desquitaré de tus engaños, de tus desprecios... de toda tu maldita y rastrera existencia...

-¿Es entonces lo que quieres? ¿Pelear conmigo?

-Vengo a reclamar lo que me pertenece... el derecho a desquitarme por tu abandono y un tesoro preciado que llevas contigo... vengo a retarte a muerte, Loki de Jötunheim, porque ya no podemos vivir los dos bajo los cielos infinitos.

Ambos se midieron a distancia, Loki tomó su forma Jötunn, aunque jamás había sido tan grande, corpulento o feroz como el otro. Pero era la única forma de enfrentarlo con alguna posibilidad de vencerlo. Caminaron en medio círculo frente a frente, mirándose a los ojos, sin el menor asomo de temor o precaución por encontrarse en medio de un odio fraternal.

Býleistr formó en su diestra una espada de hielo, lo suficientemente grande y amenazadora para poner nervioso a cualquiera, pero Loki confiaba en sí mismo, en su magia y en su astucia para enfrentar al portentoso gigante.

-¿Acaso no vas a intervenir?- reclamó Modi airadamente a su padre Thor, acercándose a toda prisa, con nerviosos movimientos de sus manos y halándose el cabello con ansiedad- ¿Acaso no temes que suceda una tragedia?

-Confío plenamente en tu padre Loki- respondió el rubio, quien como guerrero veía muy bien que aquello se definiera con un combate- No hay lugar para transigir cuando el rencor es tan profundo y los daños son tan crueles. Si esto debe terminar algún día, Modi... que termine hoy.

Y el choque fue brutal, cada uno de los hermanos intentó con todas sus fuerzas hacer daño al otro, lo mismo Býleistr alzando la espada congelada, atacando directo al corazón de Loki, que lo esquivó una y dos veces con sorprendente agilidad, pero empuñando su daga, que no por su tamaño era menospreciable, ya que con saltos ágiles facilitados por su menor tamaño, le permitió asestar un par de tajadas profundas en la espalda y costado del mayor de los dos.

-¡No!- gritó Modi, lanzándose a la pelea con toda la intención de interrumpirles. Pero Thor lo frenó en seco, el honor de Loki estaba en juego y sencillamente como guerrero, no permitiría que se interfiriera en su lucha- ¡No, no... por piedad!

El rubio tuvo que batallar para sujetar a su hijo, que era grande y fuerte, además, notó que su impulso no estaba dictado por la razón, ni siquiera por el afán de defender a su padre, ya que era Loki quien llevaba una ligera ventaja en el combate... Modi estaba desencajado, con los verdes ojos llenos de lágrimas y sin sentirlo repetía el nombre de aquel que en esos momentos llevaba en el corazón.

Loki debió escucharlo, escuchar a su hijo gritar desesperadamente el nombre de su odiado hermano mayor, porque ante la voz desgarradora de Modi, se detuvo un instante, descuidando su defensa y permitiendo que Býleistr le hiriera también en el costado, profundamente, dolorosamente... la herida de inmediato se llenó de sangre, y Loki se dobló cubriéndose con una de sus manos... aunque sin duda no dolía tanto como escuchar los gritos de su amado hijo llamando a su enemigo, a su tío... a su amante...

-¿Estás listo para morir, querido hermanito?- se burló el Jötunn, alzando su espada y preparando un golpe contundente.

-¿Tú lo estás?- replicó el menor, esquivando el golpe y cortando la piel de Býleistr muy cerca de su garganta.

Thor palideció, observando como tras el golpe Loki caía pesadamente sobre el suelo congelado y la roja mancha de su sangre se extendía por su cuerpo y por el hielo.

-¡Býleistr!- exclamó Modi, provocando un secreto orgullo en Laufey, quien también confiaba en la doble victoria de su hijo mayor: Una, asesinando a Loki y segunda: evidenciando que el amor de Modi era muy grande e incondicional.

-Vamos, Loki...- murmuró Thor con angustia- Vamos amor, levántate...

Era una pelea con honor, aún cuando se trataba de dos hermanos. Cualquiera que la atestiguara no tenía nada que reprochar a los contendientes... el que ganara, debía ser respetado para siempre por la familia y amigos del adversario.

Haciendo un esfuerzo, ambos volvieron a chocar, sin lograr hacerse un daño mayor al que ya llevaban en sus cuerpos, el heredero de Laufey casi sin respiración, cubriendo su cuello y abriendo sus ojos más rojos e inyectados que nunca. Su enorme tamaño pareció aumentar con su furia, el instinto sanguinario estaba aflorando y lo encauzaba directamente hacia el prometido del Dios del Trueno.

-Býleistr... por favor...- rogó esta vez Modi, sollozando al ver a su padre y a su amante bañados en su sangre, todavía decididos a matarse.

-¿Crees que si permito vivir a Loki, él permitirá que tú y yo estemos juntos, querido niño?- dijo el Jötunn- No es posible conciliarlo... uno de los dos debe morir... y yo no te voy a abandonar...

-¿A qué te has atrevido con mi hijo? ¡Maldito!- rugió Loki, elevándose nuevamente para caer sobre Býleistr y con sus últimas fuerzas asestar un par de golpes que para su mala suerte, no fueron en lugares que pusieran en peligro la vida del mayor.

Býleistr rió siniestramente, con su hermano menor casi inconsciente, y ante el impulso que el amor por Modi le daba, decidió inclinar definitivamente la balanza en su favor. El arma de hielo duplicó su tamaño... traspasar a Loki iba a ser sencillo, ya no podía defenderse, ya no estaba en posición de amenazarle... él finalmente prevalecería y conseguiría ser feliz con su pequeño amante.

-Por ti Modi... te brindo la muerte de aquel a quien un día amé demasiado y hoy odio con todas mis fuerzas...

Levantó su brazo y con él, su arma, solo un instante, para dejarla caer y finalizar aquella pelea.

-¡No!- gritaron Thor y Modi casi a un tiempo.

Loki no estaba consciente del peligro que caía sobre su cabeza, pues apenas podía abrir los ojos, aunque su corazón explotaba con los gritos que continuaban resonando, la voz de Modi suplicando por su amor.

Laufey estaba sobradamente confiado en el fin de la pelea, sonreía malignamente, esperaba el pronto desenlace, cuando un haz de luz y de energía cruzó el helado páramo, un poderoso rayo de fuerza incalculable que se impactó justo en el pecho de Býleistr, lanzándole a varios metros de distancia y dejándolo inmóvil sobre el hielo.

Tras el pesado silencio que se impuso por la vista del rayo y su efecto sobre el mayor de los hermanos, todas las miradas se volvieron con reproche hacia Thor. Solo Mjölnir poseía la energía necesaria para provocar aquel daño, y el rubio había faltado a las reglas de un combate guerrero declarado con lealtad.

Býleistr continuaba sin moverse.

Pero para sorpresa de Laufey y sus acompañantes, Thor estaba igual que ellos... petrificado, espantado, mirando con sus ojos de zafiro bien abiertos al culpable de aquella intromisión: Mientras su padre lo sujetaba para impedir que interviniera, Modi tomó el martillo... pudo levantarlo porque cuando era un niño pequeño lo había levantado muchas veces y en esa ocasión, no fue la excepción… y no solo lo levantó, sino que se atrevió a usarlo contra su amado Býleistr...

Modi había impedido que su padre Loki fuera asesinado.

Con un ademán, Thor llamó al martillo, el cual se arrancó de las manos del joven para ir a las suyas. Entonces Modi reaccionó, corrió hacia el Jötunn y lo abrazó, sollozando desgarradoramente, llenando su pecho y su capa con la sangre del agonizante, que con esfuerzos infinitos intentó alejarlo de su lado.

-Me... traicionaste...- balbució, reclamando con una lágrima en los ojos de fuego.

-Si tu matabas a mi padre... yo no podría estar unido a ti, aun cuando te amo con todo mi corazón...

Býleistr exhaló su último aliento, y Modi redobló su llanto y su dolor, partiéndole el alma a cualquiera. Laufey se sintió traicionado también, el plan de enfrentar a sus hijos para por fin acabar con Loki y quedarse con Modi, no había salido nada bien... ninguno, ni Loki, ni Thor, esperaban ese final.

El corazón de Loki estaba por detenerse, bastaba ver el sufrimiento de su hijo para comprender que el amor que sentía no era producto de una brutalidad impuesta, que realmente amaba a Býleistr y cuando lo vió a punto de convertirse en su asesino, prefirió arrebatarle la vida que verlo con odio. Thor se acercó con aire preocupado, interrogando con la mirada si estaba bien o si acaso comprendía lo que sucedió con su hijo y con el que se supone era su tío.

-No intentes comprender...- dijo el pelinegro, recuperando su forma asgardiana y apretando fuerte las manos de su amado- Aléjanos de aquí, lo más pronto que puedas Thor... si muero, no quiero morir en suelo de Jötunheim, no quiero yacer ni bendecir este helado mundo con mi sangre... tómanos a tu hijo y a mí y llévanos muy lejos...

 

***

 

Cuando Loki volvió a abrir los ojos encontró a los que más amaba observándolo con preocupación, los zafiros de Thor y las esmeraldas de Modi... padre e hijo velaban su sueño, cada uno a un costado de su cabecera, cada uno tomando una de sus manos, vigilando atentos su recuperación.

Pero por supuesto, fue Thor quien reaccionó el primero al verlo abrir los ojos, sonrió y se inclinó sobre él para besar su frente con devoto amor. Los sanadores habían hecho muy bien su trabajo y las heridas curarían en poco tiempo.

-Mi amor, mi corazón está orgulloso de tu bravura y de tu resistencia...

-¿Qué fue de mi hermano?- preguntó el ojiverde, apretando con más fuerza las manos de sus dos hombres.

-Býleistr murió...- respondió Modi, con una infinita tristeza contenida en el tono de su voz y en su mirada- Pero tú vives y eso es lo que importa, solo eso.

-Hijo mío... lo que escuché... lo que dijo Býleistr...

-Lo que escuchaste no importa ya, papá Loki... No me arrepiento de lo que hice y fue por tu bien, el abuelo Laufey desistió de levantarme cargos, me dejó ir... no quiere saber nada de mí, ni de ti... no me permitió acompañar a BÝleistr en su funeral... quizá fue lo mejor... pero estoy contigo y me quedaré el tiempo que me resta de vida.

Modi besó también la frente de su padre Loki, cruzó miradas con Thor, el rubio puso su mano amante en el cuello de su hijo y luego le permitió retirarse. Modi se fue, diciendo que quería estar solo unas horas, elevando oraciones por el alma de su amado.

-¿Thor, que hice?- se cuestionó Loki, adivinando el dolor del corazón de Modi- Yo provoqué que ellos se enamoraran, y fue mi culpa que mi hermano muriera...

-Tú no tuviste la culpa, amor... ¿Cómo ibas a saber que eso ocurriría? Lo que yo lamento es que mi hijo perdiera la inocencia de esa forma... que tan pronto en su vida de adulto su corazón fuera tocado por el amor y por la tragedia casi al mismo tiempo. Pero Modi es mi sangre y la tuya, es fuerte... y con nuestro apoyo se recuperará...

-¿Estás seguro?

-¿Quieres creer otra cosa?

No. Loki no quería creer otra cosa, pero no podía creer sino lo que sus acciones habían provocado. Modi era adulto gracias a su magia, y se había enamorado de su propio tío, y lo había matado aún a costa de arrancarse el corazón.

Escucharlo sollozar esa noche y las dos siguientes noches de su regreso a Asgard era mucho más de lo que podía soportar. Entró sin avisarle y lo abrazó... entonces el muchacho rompió en lamentos desgarradores, confesando a su padre lo miserable que era su existencia, los agudos remordimientos que sentía y el hecho de que hiciera lo que hiciera... nada le devolvería a Býleistr.

-Lo amé sinceramente, papá Loki- murmuró Modi, con los hermosos ojos verdes irritados de tanto llorar- Yo tuve la ilusión que nuestro amor reivindicaría a nuestras familias, que existiría una tregua y un perdón... lo amé y lo amo, aunque ya no esté más...

-Quiero que seas fuerte... que sigas adelante... No quiero pensar que tal vez debiste dejar que todo transcurriera y en vez de mi hermano fuera yo el muerto...

-¡Nunca lo digas, padre! Aún amando como lo amaba, si Býleistr te mataba, también asesinaba mi amor y toda la oportunidad de ser felices... yo jamás lo hubiera perdonado. ¿Sabes? Las cuestiones del honor no me importan... prefiero que vivas, porque padre Thor y Synné te necesitan... en cambio a mí, a nadie le hago falta...

-¡No digas eso, Modi! ¡Me haces falta a mí! A mí que soy tu padre, a Thor, a todos aquí que también te amamos, nos haces falta y deseamos verte salir delante de este dolor y que vuelvas a ser feliz...

-Gracias papá... pero ya no sé si eso algún día lo lograré...

 

***

 

Synné besaba con ternura el rostro de su padre, sentada en la cama, bajo la vigilante mirada de Thor, la hermosa hija de los dos se regocijaba acariciando la negra melena y pegando sus sonrosados labios al rostro pálido de Loki.

Finalmente el de ojos verdes despertó y devolvió a su pequeña todas aquellas muestras de amor. Era el mejor despertar que podía tener... además, a un lado estaba ya una humeante taza de té y pastelitos dulces. Era tan bueno sentirse amado y consentido.

-Buen día, amor- le dijo Thor, besando su frente con devoción, mientras se colocaba la capa disponiéndose a salir- Tengo que ir fuera del reino, será cuestión de un par de días... pero me preocupa un poco tu salud.

-Los sanadores hicieron muy bien su trabajo... mis heridas casi están completamente curadas.

-De igual forma cuídate mucho, no te excedas en los esfuerzos físicos y por favor... habla con Modi. Me siento muy preocupado por él...

Thor se refería por supuesto, a la extrema melancolía que el muchacho manifestaba desde el incidente de Jötunheim.

Modi estaba devastado.

Padre e hijo cruzaron un par de palabras antes de que el rubio se marchara, los dos poseían una estampa tan varonil, soberbia y atractiva que imponía respeto y admiración. Desde su balcón, con su niña entre los brazos, Loki los vió charlar, Thor colocó su diestra en el cuello de su hijo, hablándole como solía hacerlo, firme y amorosamente... sin duda el rubio lo amaba, se preocupaba por su excesiva tristeza, pero comprendía que Modi estaba de luto y además, pesaba en su alma el hecho de que él mismo había matado a su amante.

Modi regresaba de su monta matutina justo cuando el Dios del Trueno se marchaba en su comisión, el hijo de Thor todavía se negaba a unirse a su padre y prefería la soledad y la meditación.

-¿Cuánto tiempo pasará antes que decidas recomenzar a vivir, querido de mi corazón?- le preguntó el ojiverde, interrumpiendo la carrera que Modi solía dar desde la entrada hasta sus habitaciones, justo para evitar encontrarse con Loki- No te pido que me perdones, aunque es evidente que no soportas verme vivir a costa de la muerte de Býleistr... pero tu padre Thor no tiene culpa alguna y no tiene por qué sufrir de tu arrogancia ni de tu desprecio.

-Mi padre Thor tiene mi cariño y respeto, me comprende y sabe que no puedo estar a su lado mientras el dolor llene mis días...

-Modi yo no tuve la culpa de tus elecciones... jamás esperé que te enamoraras de mi hermano y tampoco te pedí que le asesinaras...

-Si él te mataba, no hubiésemos podido estar juntos de todas formas... era un amor prohibido y condenado a no sobrevivir.

-Entonces ten valor y sigue viviendo... me duele verte en esta sombría forma, cuando tienes toda una eternidad de luz frente a tus ojos...

-¿Cómo puedes siquiera insinuar que yo sonría cuando mi alma llora? ¿Acaso has perdido tú al amor de tu vida? A pesar de todo lo que fuiste, a pesar de tus errores y tus ambiciones, padre Thor sigue fiel a tu lado... que sabes tú de sentirse solo y además, perder a la razón de tu existencia de la forma en que yo lo perdí...

-Modi... ¿Te atreves a juzgarme?

-¡No! Jamás te juzgaría, no sin arriesgarme a escuchar nuevamente todo aquello de tus sacrificios por mí... ¡ese afán de hacerme sentir culpable! Dices que no tienes la culpa de lo sucedido cuando fuiste tú quien me hizo cambiar y me envió a Jötunheim, fui parte de tu ambicioso plan de recuperar la reliquia, pues bien… ahí la tienes ¿No? Robé por ti, asesiné por ti... pero no te preocupes, padre, por mi vida o por mi tristeza... no durarán mucho, no me soportarás por mucho tiempo te lo juro...

Y Modi le dio la espalda a su padre, subiendo la escalera a toda prisa para ir a encerrarse en sus habitaciones.

Enfadado por la altanería de su hijo, Loki fue a sus propias habitaciones, sacó el envase de la reliquia y vió con desagrado que solo restaban a lo mucho, dos de las preciadas gotas de sangre.

-Lleven a Synné a tomar sus alimentos- indicó a las cuidadoras, entregando a su hija- Bajaré en dos horas.

Una vez a solas, Loki conjuró una especie de portal, una ventana de no más de treinta centímetros de alto y largo, por la cual se veía un paradisíaco mundo, lleno de luz y verdor, con un cielo de color violeta y blancas nubes, con lejanas montañas y exuberantes bosques...

-¿Estás listo para cerrar el trato, Dios de las mentiras?- dijo de pronto una voz oscura y vacilante, de tan tenebroso acento que hizo estremecer al pelinegro- Hemos esperado mucho, el tiempo se agota...

-Midgard no está listo para recibirles- respondió el menor, con voz firme- Y ya no existe la sangre suficiente del gigante primigenio para convertir su atmósfera en aire respirable... tu raza moriría igual en ese mundo que en propio.

-No Loki, no mientas... solo necesitamos una sola gota... una sola para despertar a Atali, nuestra hermana y reina, ella creará las condiciones necesarias para escapar de este mundo que pronto será absorbido por el agujero de gusano y nuestra raza no solo sobrevivirá, sino que recuperará su antiguo poder y esplendor...

-Atali no debe despertar... Deben buscar otra forma de sobrevivir, la ofrenda de vidas inocentes, de niños indefensos que requiere para alimentarse es un precio demasiado alto...

-¿Y eso por qué ahora te importa? Antes no te interesaba, antes estabas dispuesto a buscar a esos niños entre los muchos sin hogar que dices vagan por Midgard... Además, la promesa de poder ilimitado sobre Asgard y Jötunheim debería bastarte. Servirás a Atali, pero ella te permitirá gobernar esos mundos.

-Ya no tengo esa ambición... ahora tengo hijos, y sé lo que dolería a cualquier padre perder a uno solo, al más pequeño e insignificante de sus vástagos.

-¿Estás quebrando tu promesa de ayuda, Loki Odinson? ¿Estás traicionando a este pueblo que ha confiado en ti?

La voz se volvió amenazante, Loki cerró la ventana dimensional mientras cerraba también los ojos y no pudo ver que una sombra escapaba de ella. La sombra se refugió de inmediato entre las esquinas oscuras de su habitación y el de ojos verdes, secó el sudor de su frente y salió de su alcoba, cambiando su semblante para ir en busca de su pequeña hija. Se sintió tranquilo al romper su trato con los oscuros, con la raza antigua desterrada en un lejano sitio, mil vidas no les alcanzarían para recorrer la distancia que los separaba y alcanzar midgard, el planeta que ambicionaban para sobrevivir y que él les había prometido.

-No hay ambición que valga la vida de un solo niño inocente...- murmuró, llamando a sus asistentes para que prepararan también su desayuno.

 

***

 

La sombra apenas podía respirar... contaba con pocos días antes de sucumbir a la atmósfera de Asgard, a diferencia de Loki o de Thor, cuya naturaleza divina los hacía aptos para respirar cualquier ambiente, aquel ser oscuro y sin forma solo viviría un par de semanas. Tiempo suficiente para forzar al pelinegro a cumplir su palabra.

La sombra se deslizó hasta la habitación de Odín y de Frigga, confundida entre las propias sombras que el sol de la mañana proyectaba. Sin que la dama y el soberano se dieran cuenta de su presencia, revisó atentamente a la reina... vió su semblante un tanto pálido, su suave respiración y el lento latir de su corazón, con un ademán hizo brillar por un milisegundo, una especie de crecimiento de forma arbórea escondida en la piel de la madre de Thor... todas las ramificaciones, todos los troncos principales... parecía que en efecto, la preparación estaba casi completa y muy pronto, Frigga entraría en un estado de hibernación necesario para recibir la esencia de Atali. De esa forma, su reina poseería un cuerpo digno para regresar a la vida.

Ese era el plan, poseer poco a poco cuerpos asgardianos y midgardianos y renacer en una raza nueva que gobernara los nueve mundos.

Odín, gracias a sus poderosas percepciones, presintió a la extraña criatura y se volvió hacia su esposa justo cuando Frigga parecía cerrar los ojos y caer desmayada. Pero la sombra cesó su efecto y la dama se recuperó. Padre de Todo no pudo reconocer a la intrusa y volvió a su charla normal y a sus ocupaciones cotidianas.

Entonces la sombra se fue hacia las habitaciones de Modi. Encontró al muchacho y de inmediato pensó que se trataba de Thor, pero una segunda vista le avisó que no se trataba del rubio, sino de su vástago, así que se quedó estudiándole por varias horas.

 

***

“Cuando tú te hayas ido, me envolverán las sombras

Cuando tú te hayas ido, con mi dolor a solas

Evocaré ese idilio y aquellas dulces horas

Cuando tú te hayas ido... me envolverán las sombras…”

 

Modi no podía más, la pena era mucha y el remordimiento lo mataba lentamente. Rogó y suplicó a su abuelo que le revelara el sitio de la tumba de Býleistr, que le permitiera acudir y llorar por su amante, que le dejara implorar su perdón en donde quiera que su alma vagara eternamente... pero el Jötunn fue implacable y el muchacho sufría indeciblemente.

Cuando Býleistr alzó la espada de hielo, cuando estuvo a un instante de traspasar a Loki y la reacción del muchacho fue obviamente defender a su progenitor, la siguiente idea que anidó en la mente de Modi fue ir a reunirse con él... Nunca había mentido al decirle que si mataba a Loki no podrían estar juntos, pero eso era solo en la vida... aún restaba la muerte... y cada día que pasaba, cuando el dolor no cedía, reunirse con su amante en las desconocidas vastedades de la muerte le parecía la salida más sensata.

La sombra lo supo... y terminar con el hijo que anclaba las ambiciones de Loki a una aburrida vida familiar resultaba beneficioso para sus propias metas. Así que se convirtió en la voz interior del muchacho, que le susurraba a cada instante que quitarse la vida era lo mejor... que nadie le perdonaría su crimen, que Thor estaría deshonrado por tener un hijo incestuoso y asesino, que Loki sería su eterno recordatorio y por su culpa, él y su amante no estarían juntos jamás...

Excepto quizá en Hel o en el limbo, en la inmensidad de la muerte, donde su eternidad sería juntos, donde nadie los separaría... ni siquiera el amor de Loki...

-No existe esperanza de redención...- repetía la voz susurrante a su oído, desasosegando el sueño del joven- Crecerás como un paria, odiado por tus abuelos, despreciado por tus padres y sobre todo, con el remordimiento de ser un asesino...

-No... no existe futuro para mí...- se repitió, despertando bañado en lágrimas y dispuesto a terminar con lo que había planeado desde la muerte del gigante.

Ese día fue otro, sonrió esplendorosamente y compartió la mesa con su padre y con su pequeña hermana. Loki no cuestionó su cambio, pero agradeció a lo eterno por el ánimo de su hijo amado. Cuando su padre Thor llegó, salió y habló con él por horas, lo hizo feliz contándole lo mucho que lo admiraba y como todo su necio resentimiento se había transformado en respeto y amor.

Por la noche de ese día maravilloso, besó devotamente la frente de Synné, susurrando a su pequeña hermana que se cuidara y que siempre amara a sus padres, luego repitió el gesto con Loki, quien acarició su rostro lleno de orgullo, hizo lo mismo con Thor, ante quien se inclinó humildemente hasta tocar sus botas con su frente y el rubio se llenó de satisfacción. Ese era por supuesto, el adecuado comportamiento de un digno hijo.

-¿Cuál fue la causa de esta transformación, Thor?- preguntó Loki en voz baja, abrazándose a su compañero- ¿Por qué se comporta amoroso y sumiso?

-No crees que ha sido un cambio real ¿Verdad? Yo tampoco para ser sincero... pero espero que un día podamos romper esa coraza de dolor de nuestro hijo y ayudarle a volver a ser feliz...

Loki asintió, tomó entre los brazos a su pequeña Synné y también se despidieron de los soberanos de Asgard. La tarde había sido encantadora contando con la buena disposición de Modi, pero era tiempo de ir a descansar.

Un estruendo semejante a un trueno se escuchó en los pasillos del castillo, junto a los guardias, los dioses salieron a averiguar que cosa sucedía... la servidumbre coincidió al decir que el estruendo y una luz potente habían salido de la habitación del príncipe Modi.

-¡Thor, nuestro hijo!- exclamó Loki, corriendo hasta toparse con la puerta cerrada de la alcoba del joven.- ¡Modi! ¡Modi, abre por favor!

Fue la fuerza del hijo de Odín quien derribó la enorme y pesada puerta de madera labrada y fueron sus ojos los primeros que vieron el cuerpo de su primogénito, con el pecho abierto del impacto directo de un rayo conjurado con magia... la ventana abierta de par en par, el espejo destrozado y el cuerpo de su hijo así se lo indicaban.

-¡Modi!- exclamó, arrodillándose frente a él.

Loki creyó que iba a enloquecer de dolor... palideció como la cera al ver a su hijo herido de muerte, respirando con los últimos estertores de angustia y ansiedad, con sus hermosos ojos verdes velados por un invisible manto de la vida que huía de su corazón.

-¡Hijo! ¡Modi!- exclamó, loco de angustia- ¡qué hiciste, qué hiciste mi corazón! ¡No es justo! ¡No es justo!

Modi sonrió trágicamente, sintiendo pena por sus padres.

-Voy tras él, papá Loki... ya no habrá más dolor...

Thor miró a su compañero, sin saber si correr a suplicar a Odín su intervención o quedarse porque Modi expiraría en sus brazos. Loki buscaba frenéticamente en sus bolsillos, conjuraba runas antiguas y extraía su esmeralda con movimientos nerviosos.

-¡Una gota te restaurará!- exclamó, temiendo que su magia llegara demasiado tarde-¡Una gota te restaurará! Vientos sagrados, guíen mis manos, guíen mi rumbo y coloquen en su sitio lo que jamás debió ser... que sea todo, que se restaure la vida de aquel que huye de ella... ¡Una gota de sangre preciosa! ¡Una gota para salvarte, hijo mío!

Notas finales:

Bueno, pues gracias por la espera, espero que aún les interese seguir esta historia, que por fin se rompió el bloqueo y estoy lista para el grand finale...

Nos regresamos pronto a Midgard, a la época actual...

Ya sé que la página está imposible, pero espero sus comentarios.

A veces tampoco yo puedo entrar y la dueña de la web pues no ha respondido los mails, en fin...

Les dejo la lectura y ya saben, los reamo.


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