Draco permaneció unos momentos mas en silencio, para después decir...
-Quiero a Bunny Bunny- con un tierno puchero en los labios.
Lucius mantuvo su mirada un poco mas en Draco para después mirar hacia Severus, este solo asintió en respuesta y se acerco a Draco con el conejito.
-Bienvenido- fue el todo lo que dijo Severus entre susurros, para después dejar a Bunny Bunny entre sus brazos.
Draco tubo un pequeño sobresalto al saberse descubierto, pero con sus años de experiencia ocultando sus emociones recobrados pudo controlarse a tiempo y no hacer nada que pudiera delatarlo, mirando hacia su padre noto como el también parecía saber que la poción había funcionado.
-Ya esta por anochecer y como Draco aun no ha vuelto a la normalidad, creo que seria bueno acordar quien se quedara con el esta noche en la sala de menesteres- dijo Lucius, quien creía saber la razón por la cual Draco no confesaba que era el mismo de siempre, "Dragón... pensé que tu amor por el niño de oro había sido olvidado" pensó mirando hacia su hijo que volvía junto a Harry y tomaba su mano con alegría "Supongo que necesitas tiempo a solas para decírselo...espero no arrepentirme de esto pero te ayudare"- tal vez hemos sido demasiado injustos con el joven Potter, ahora puede ser la pareja de mi hijo pero confió en que no se aprovecharía de un niño de 8 años.
-Eso quiere decir...- hablo Fred, inseguro de si había entendido bien las palabras del Malfoy mayor.
-Creo que por hoy el señor Potter puede quedarse con Draco- contesto la silenciosa pregunta de Fred Weasley.
-Estoy de acuerdo- hablo también Severus interrumpiendo cualquier objeción que pudieran tener los demás presentes.
Fred y George no terminaban de entender que era lo que estaba pasando, pero ya era tarde y si el Señor Malfoy junto a Severus Snape aprobaban que Draco se quedara esa noche con Harry en la sala de menesteres nada podían hacer, solo les quedaba confiar en que los mayores sabían lo que hacían.
Nadie objeto nada ante la resolución y uno a uno fueron abandonando la sala de menesteres, dejando como últimos a Fred y George Weasley que solo advirtieron a Harry no se comportara como el pervertido que era, Lucius solo dio un abrazo a su hijo y murmurando unas palabras en su oído se marcho, Severus también lo abrazo pero a diferencia de Lucius este no le dijo nada y solo le entrego una sonrisa de confianza y cariño.
-"'- Sala de Menesteres (Harry y Draco a solas) -'"-
Draco Malfoy no era alguien que regularmente se pusiera nervioso ante nadie, podían llamarlo cobarde o traicionero pero su elegancia y la confianza que demostraba ante cualquier cosa era algo impreso en el, por lo que ahora no se explicaba como era que los nervios parecían querer comérselo entero, ante la perspectiva de como reaccionaria Harry ante su confesión.
-Draco- lo llamo el azabache con un tono amable- ¿Quieres dormir conmigo por temor a los monstruos?- cuestiono divertido por el nerviosismo del rubio, que el creía se debía al hecho de no saber como pedirle dormir juntos, por el miedo que tenia a los monstruos que según el se encontraban en la oscuridad de la noche.
-Harry... hay algo que debo decirte- hablo serio Draco.
-Por supuesto, te escucho.
-Yo... es que yo...- hablaba titubeante el rubio- he recuperado la memoria de estos últimos años.
-Entonces tu...
-Harry yo...- y Draco no lo pudo soportar mas, acorto la distancia entre ellos y tomo los labios del azabache en un beso que a Harry le supo a torpe e inexperto.
Draco apesar de tener fama de mujeriego nunca había besado a nadie, ya sea por falta de tiempo o porque nadie lograba captar lo suficiente su atención para desear tan siquiera un beso, ahora todo eso se reflejaba en el beso inexperto que le brindaba al niño de oro, su secreto amor platónico desde 5to curso.
Harry estaba en shock, es decir, Draco acababa de confesarle que recordaba todo y de la nada se lanzaba a besarlo, mas por reflejo que por otra cosa se aparto súbitamente del rubio, una acción que casi izo caer al contrario, dando a entender al parecer del Slytherin que estaba siendo rechazado.
Draco logro mantenerse en pie apesar del brusco alejamiento del azabache, temía que algo así fuera a pasar, se sentía un estúpido e impulsivo por besarlo de tal manera aun sabiendo que Harry no lo soportaba, el Gryffindor había sido amable con el por su condición y si en algún momento había llegado a tener algún tipo de sentimiento por el antes... era solo por la versión infantil en la que se había convertido con la poción.
-Yo...yo...lo siento- pronuncio apenas el rubio mientras sus hermosos ojos grises se llenaban de lagrimas que se negaba a dejar salir- tu... me gustas Harry...lo siento mucho- pronuncio las ultimas palabras para segundos después salir corriendo del lugar.
Harry no podía creer lo que había escuchado "Draco Malfoy gustaba de el", el verdadero Draco Malfoy de 17 años gustaba de el...y el como un estúpido lo había dejado ir sin mas, con la idea de estar siendo rechazado.
Harry salio rápidamente tras el rastro del rubio, necesitaba verlo, saber que estaba bien, necesitaba decirle... ese nuevo sentimiento que estaba empezando a nacer en el y que solo podía ser para una persona... para Draco Malfoy.
-"'- Lago Negro (minutos después) -'"-
Harry estaba apunto de entrar en pánico por no lograr encontrar al rubio, cuando a lo lejos pudo distinguir la figura de Draco Malfoy frente a las orillas del lago negro, lentamente se acerco al Slytherin, cuidando de no ser escuchado pero Draco era plenamente consciente de la presencia del Gryffindor.
-No tienes que hacer esto Ha... Potter.
-No se a que te refieres Draco- hablo tranquilamente el azabache- y no me digas Potter, soy Harry.
-Para el Draco de 8 años eras Harry, para mi solo eres Potter- hablo Draco aun sin voltear a verlo.
-Draco- llamo Harry tomando al rubio del brazo y obligandole a darse la vuelta para quedar frente a frente- con 8 o 17 años sigo siendo Harry para ti, así como también... sigo siendo tu novio.
-Pero yo... ya no soy como antes, no puedo comportarme como...
-No quiero que seas como antes Draco, desde antes me atraías aun cuando no quisiera aceptarlo, conocer tu faceta infantil solo me sirvió para conocer otra faceta tuya y poder acercarme a ti- dijo Harry mientras llevaba su mano derecha a la mejilla del rubio acariciándola con gentileza y su mano derecha se desplazaba al rededor de la cintura del Slytherin para atraerlo en un abrazo posesivo- ademas no podría hacer esto si fueras un niño de 8 años- termino tomando los labios de un sorprendido Draco Malfoy en un apasionado beso.
Los minutos pasaron mientras el beso seguía con la misma intensidad, Harry había llevado sus dos manos hacia la cintura del rubio, pegándolo aun mas a su cuerpo e instándolo a rodear su cuello con los brazos, al cabo de unos minutos mas Harry por fin le permitió respirar a Draco en el beso, pero aun sin liberarlo del fuerte agarre que retenía prisionero al rubio.
-Yo... no, no lo entiendo- hablaba entrecortado el Slytherin aun sin aire por el resiente beso- te bese y me rechazaste, ahora me besas y...
-Me tomaste por sorpresa dragón- aclaro el azabache- jamas rechazaría un beso tuyo, no podría rechazar nada que viniera de ti amor- finalizo el Gryffindor dejando con un besito en la punta de la naricita del rubio.
-¿A..amor?
-Lo siento Draco, pero a mi no solo me gustas- contesto Harry- yo estoy total y completamente enamorado de ti, mi pequeño dragón.
-Yo... también te amo Harry- hablo con voz emocionada el Slytherin.
-Eso es bueno porque no creo poder dejarte ir alguna vez Draco, por favor amor... nunca te vayas de mi lado, se siempre mio así como yo soy completamente tuyo- dijo Harry repartiendo pequeños besos por todo el rostro del rubio- porque nunca... amare a nadie como te amo a ti, mi pequeño dragón.
-Siempre he sido tuyo Harry, y te juro que... seré tuyo hasta el final.
Harry quiso preguntar a que se refería su rubio con eso de "hasta el final" pero los labios de su hermoso dragón sellaron los suyos en uno y mil besos, quedando olvidada cualquier pregunta.
Mientras a lo lejos una fina figura se ocultaba entre la oscuridad de la noche, esperando que el pequeño de los Malfoy cumpliera su palabra y pronto acudiera a su destino.