-Entonces hijo, ¿te estas divirtiendo? –pregunto una bella castaña de ojos color miel a su hijo un pequeño de a lo mucho 3 años, el pequeño solo asintió mientras saboreaba su helado -que bueno Masamune, ¿recuerdas que dijiste que te gustaría tener alguien con quien jugar?
-mmm, nop ¿Por qué? -el niño la miro curioso, sus ojos eran idénticos a los de su madre
-pues yo y tu padre pensamos que podrías tener razón y decidimos ayudarte, ¿te gustaría tener un hermanito? .
-no lo necesito -dijo al instante -desde que yoko-chan se mudó juego con el todos los días
-¿pero no te gustaría tener siempre alguien con quien jugar, en tu casa, alguien con quien compartir? -la joven de 26 años trato de elegir sus palabras con cuidado, al ver que Masamune no decía nada continuo -además tu serias el mayor y el té querría mucho, se sentiría feliz de tener un hermanito como tu
-bueno, creo que si me gustaría… -dijo no muy seguro
-¿en serio?, qué alegría hijo, te tengo una buena noticia tu hermanito ya está en camino
-¿de verdad? -los ojos del niño se iluminaron -¿puedo verlo hoy?
-no, él bebé tardara un poco en llegar, muy poco -aclaro al ver la duda en el rostro del niño
-¿Quién quiere seguir jugando en el parque? -dijo Takano Yurei un hombre de 27 años de cabello negro y ojos verdes, el padre de Masamune
-Papi, voy a tener un hermanito -el pequeño de cabello negro extendió los brazos a su padre quien lo levanto
-¡qué buena noticia, Masamune! -lo estrecho contra su pecho -hay que celebrarlo
La familia siguió paseando, durante el resto de la tarde cumpliendo todos los deseos del pequeño azabache, el niño se sentía feliz le gustaba mucho la idea de tener un hermanito.
Al día siguiente como casi todas las tardes Masamune fue a jugar con su amigo Yoko-chan que vivía al lado, sin embargo ese día el primo de Yokozawa estaba también de visita
-¿un hermano? -pregunto el primo de Yokozawa, un niño tres años más grande -no creo que eso sea bueno para ti
-¿Por qué Kaori? -preguntaron al mismo tiempo Masamune y su mejor amigo Yokozawa
-porque cuando el nazca tus papas lo van a querer más y siempre van a estar cuidándolo y ya no te harán caso, y además no te dejaran jugar con él porque ‘’es un bebé’, aparte no son muy bonitos y siempre están durmiendo
-¿cómo sabes_? -pregunto el ojimiel con miedo, él no quería que su mami y papi lo dejaran de querer
-porque yo tengo un hermano…
Después de esa conversación con sus amigos Masamune ya no estaba tan seguro de querer un hermano, él no quería que lo hicieran a un lado y además su mama le dijo que, iba a ser SU hermanito para que jugara, se sentía confundido y con miedo, sin embargo los días pasaron y su hermanito no llegaba, y sus papás lo seguían tratando igual así que por un tiempo olvido el asunto hasta que se dio cuenta de que el vientre de su mamá crecía.
-¿entonces mi hermano está aquí dentro? -.el azabache nunca se imaginó eso cuando por fin se decidió a preguntarle a su mamá, porque panza era tan grande
-si mira, ven -Sayuri coloco las manos de su hijo en su vientre de 7 meses de embarazo y él bebé dio una patada, Masamune se sorprendió pero mostro una gran sonrisa -te está diciendo ‘’hola’’
-¿Por qué no lo sacas?, quiero verlo
-mmm, aún no está listo pero falta muy poco -explico mientras acariciaba el cabello del menor
-mami tú y papa, ¿me van a seguir queriendo? -pregunto de pronto la mirada de Masamune bajo y su cara feliz se transformó en una de preocupación
-¿porque me preguntas eso cariño? Tu padre y yo siempre te vamos a amar -dijo Sayuri, un poco alarmada por la pregunta
-es que… -las lágrimas comenzaron a brotar lentamente de su mirada miel -que tal si cuando él bebé llegue, lo quieren más a el -se abrazó a su madre llorando
-no digas eso -Sayuri lo abrazo con ternura -siempre vamos a quererlos a ti y a tu nuevo hermanito igual, además cuando llegue él también va a quererte mucho
-¿de verdad? -Masamune se tallo los ojos tratando de secar sus lágrimas -¿me lo prometes?
-te lo prometo amor, de hecho te hermano te va a querer más que nadie -Takano sonrió y se dejó envolver en los brazos de su mama hasta dormirse.
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Masamune estaba impaciente, ya habían pasado dos horas desde que su papá lo dejo esperando en esa silla, el largo pasillo del hospital estaba vacío y el comenzaba a preocuparse había muchas cosas que un niño de cuatro años no comprendía, su papi le había dicho que mami iba a ir por su nuevo hermanito y sin embargo él no había visto a ninguno de los dos además su mama le había prometido pasar con él, el ‘’día de los cerezos’’, y hace dos días que no la veía, estaba confundido y tenía sueño bostezo por décima vez comenzando a cabecear.
-Mune, Masamune -era la voz de su padre quien lo llamaba despertándolo -ven hijo hay alguien que quiere conocerte
Elk pequeño bajo de la silla de un salto y dio la mono a su papa quien lo guio a una de las ultimas habitaciones del pasillo
-¿Dónde está mi mamá? -pregunto el pequeño azabache tallándose un ojo
-ella nos está esperando allí -señalo uno de los cuartos al final del pasillo -ella y tu hermano
-¿de verdad? -la cara del niño se ilumino y de pronto olvido que tenía sueño, sin embargo su felicidad termino rápido, ¿y si ahora sus papás querían mas a su hermano que a él?
Llegaron por fin a la habitación, la cual estaba bien iluminada por la luz del sol que entraba por las ventanas
-ven cariño, acércate hay alguien que quiere conocerte -Dijo Sayuri en cuanto vio entrar a Masamune en la habitación, el azabache observo a su madre con cuidado y curiosidad ya no tenía el vientre tan grande, pero ahora tenía un bebé en sus brazos, dudoso el ojimiel se subió a la cama donde estaba su madre -¿quieres verlo?
Le propuso destapando u poco al bebé lo suficiente para dejar sus manitas libres, Masamune lo observo con cuidado nervioso, el bebé era muy chiquito y al parecer estaba durmiendo, noto una fina capa de cabello igual de castaño que el de su madre en la pequeña cabeza de su hermanito, con una de sus manitas el pelinegro tomo una de las manos aún más pequeñas del bebé el cual por reflejo la cerro sujetando el dedo de Masamune quien sonrió ante esto, lentamente el castaño abrió sus ojos mostrando un bello tono verde que para su hermano mayor eran los ojos más bonitos que había visto incluso más que los de su papi, así es su hermano tenía la combinación inversa el cabello de su madre con los ojos de su padre.
-es muy bonito -dijo Masamune acariciando una de sus mejillas, para el su hermanito era lo más bonito que había visto nunca
-se llama Ritsu -le comunico su madre mientras lo acostaba un poco en las piernas del de los ojos miel -Ritsu te presento a tu hermano mayor Masamune
-Ritsu -repitió el niño abrazándolo mientras su padre tomaba una foto del primer momento juntos de sus hijos -Te quiero mucho Ritsu -sonrió y deposito un tierno beso en su frente antes de regresárselo a su mamá -Ritsu…
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Eran cerca de las 11: pm y de nuevo un niño de Siete años giraba en su cama desde hacía un rato sentía que alguien lo observaba y esa sensación no lo dejaba dormir, además tampoco ayudaba mucho que desde hacía horas estaba lloviendo muy fuerte, al parecer era una tormenta ya que a veces los rayos iluminaban el cielo nocturno y eran seguidos por un trueno, se sentó en su cama tenia sueño y fuera lo que fuese que lo observaba él lo averiguaría, después de todo aunque sentía un poco de miedo era un niño valiente, de nuevo un rayo ilumino el pasillo seguido del sonido del trueno el cual se escuchó acompañado de un leve gemido.
-¿Ritsu? -estaba seguro de que la pequeña figura sentada en el pasillo era la de su hermano -¿Qué haces?
Se levantó de la cama y salió de su habitación al pasillo, llego al lado de su hermano quien no volteo a verlo, tenía la cabeza escondida en con sus rodillas y estaba llorando
-Ritsu, ¿Qué tienes, porque estas llorando? -su tono sonaba preocupado, y aun así no obtuvo respuesta -ven, vamos a llamar a mis papás
El azabache se dio la vuelta en dirección al cuarto de sus padres cuando sintió que, el castaño lo detenía del pantalón de su pijama
-Nii-chan, yo tengo miedo, me… dan miedo los truenos y… etto no puede entrar al cuarto de mami -estaba hipando y temblando, el ojimiel noto que Ritsu solo tenía su pijama y la noche era fría, de nuevo un trueno se escuchó incluso más fuerte que los anteriores provocando que el pequeño de tres años se abrazara desesperadamente a la pierna de su hermano mayor
-ya tranquilo -Masamune se agacho quedando a la altura del castaño y lo abraso -yo te cuidare, Ritsu -se abrazó fuertemente a su hermano tratando de esconderse en su pecho -¿quieres dormir conmigo?
No supo porque lo dijo, pero al menos Ritsu ya había dejado de llorar y ahora se tallaba un ojo secando sus lágrimas mientras asentía, Masamune los puso de pie ambos y se dirigieron a su recamara ayudo al menor a acostarse y lo cobijo para luego acostarse a su lado
-a arigaato Nii-cahn -Ritsu no sabía pero sus mejillas tenían un sutil tono rosa, el moreno solo le respondió con un movimiento de cabeza dispuesto a volver a dormir -ne, Nii-chan, etto ¿po podrías abrazarme?
El castaño sintió como su hermano se acercaba a él y se medio sentaba ofreciéndole uno de sus brazos de almohada, una pequeña sonrisa se dibujó en los labios del más pequeño mientras con su otro brazo su hermano lo rodeaba
-buenas noches Ritsu -le dio un suave beso en la frente y ambos se quedaron dormidos
Al día siguiente el primero en despertar fue el de ojos verdes, se tallo los ojos tratando de acostumbrase a la luz del sol que entraba por la ventana, se dio cuenta de que estaba en su cuarto, entonces volteo a ver Masamune y se ruborizo levemente, nunca pensó que su hermano mayor fuera tan lindo, se veía tan bonito durmiendo, una traviesa sonrisa apareció en su rostro ya sabía cómo despertar a su hermano
-¡wraaaa! -el pequeño fingió hacer el sonido de un monstruo, demasiado fuerte en el oído de Masamune que por el susto cayo de la cama después de pegar un leve grito
-jjajjaaa -la risa del más pequeño hizo que el otro se diera cuenta de que solo era una broma -¿Niichan? -habia dejado de reir cuando vio que su hermano seguía sentado en el suelo y no decía nada, ¿se habría enojado? -yo lo sient… ahhh!, ajjajaja, no espera Niichan
Masamune había saltado técnicamente encima de él y ahora le hacía cosquillas, que de vez en cuando eran de vueltas, sin embargo él era 4 años más grande y por lo tanto más fuerte, el pequeño no tenía oportunidad y estaba a punto de llorar de tanto reír
-para que aprendas enano -dejo de hacerle cosquillas y revolvió su pelo, ambos aun reían un poco mientras se observaban
-a…arigato Niichan…
-¿mmm? -el azabache centro su mirada en el rojo rostro de Ritsu, quien al darse cuenta desvió su mirada, le gustaban mucho los ojos de su hermano, nunca había visto otros igual tenían un color muy bonito y se parecían a los de un gato
-por dejarme dormir contigo -susurro muy lentamente y muy bajo aun así el azabache pudo escucharlo y lo abrazo
-no importa, puedes dormir aquí cuando quieras -su hermano lo abrazo aún más fuerte -ven vamos a desayunar…
Los días pasaron y últimamente parecía llover mucho y muy fuertemente en Japón, así que las visitas nocturnas de Ritsu al cuarto de Masamune se hicieron frecuentes. Había pasado una semana sin llover además a Ritsu ya no le asustaban tanto los rayos, sin embargo un día tuvo una horrible pesadilla que lo hizo correr al cuarto de su hermano esa fue la primero que pensó, corrió a la habitación de Masamune ignorando la habitación de sus padres cuando paso a un lado.
-ya, fue solo un sueño, ¿sí? -decía Masamune tratando de calmar a Ritsu
-pero…
-ya se -al de los ojos miel le gustaba mucho leer y recordaba todos los cuentos que le había contados su madre además también se sabía los que los que leyó en la escuela -¿quieres que te cuente un cuento?
-pero mami me cuenta uno todos los días…
-si pero este será uno nuevo, ¿te parece?
Ritsi sonrió con un brillo especial en sus ojos, a él le gustaban mucho los cuentos sobre todo desde que le dijo a su hermano que lo enseñara a leerlos, aunque todavía no sabían a el también le gustaban mucho los libros.
Desde ese día de vez en cuando era Masamune quien le contaba un cuento en el lugar de su mami, habían pasado muchos meses desde entonces, y hoy era el cumpleaños número 4 de Ritsu.
-¡Felicidades Ritsu! -gritaron sus padres, su hermano y Yokozawa que había sido invitado, a Ritsu no le caía muy bien el niño de ojos azules, pues a veces su hermano se iba solo a jugar con él, además de que tambiénde vez en cuando Yokozawa solía poner una cara que le daba miedo
-toma Ritsu este es mi regalo -Masamune le dio una bolsa azul con ositos estampados, a pesar de que su papá lo ayudo un poco, el niño de ahora 8 años se había esforzado mucho en ahorrar y el solo había pagado casi por completo el regalo
Ritsu recibió emocionado el presente, y sin tardar metió sus manos en labolsa para sacar el contenido, que era un conejo de peluche
-se llama Twikle , ¿te gusta?
-si me encanto -casi grito lanzándose y abrazando a su hermano
-ahora es mi turno, este es nuestro regalo hijo -sus padres extendieron al castaño una caja con una extraña forma -es algo que suponemos te va a encantar
Curioso el ojiverde desenvolvío la caja, extrañándose de encontrar otra caja, pero esta tenía un cierre y al parecer podía llevarla como una mochila o un portafolios, deslizo los cierres y sus ojos verdes brillaron con ilusión, ¿era enserio para él?
-Hace días cuando llevamos a tu hermano a clase de judo, vimos como al escuchar su sonido pareció que te absorbía, y cuando viste que era lo que lo reproducía sonreíste, ¿te gusta tu violín Ritsu?
El castaño abrazo a sus padres y casi lloro de la emoción gritando que le encantaba, su Mamá le dijo que desde la siguiente semana iría a tomar clases después de la escuela. Ese mismo día por la noche:
-Niichan, Niichan -Ritsu no podía dormir, así que fue al cuarto de su hermano -despierta
-¿Qué sucede? -despertó Masamune tallando sus ojos -¿tuviste una pesadilla?
El castaño negó moviendo su cabeza, y Masamune observo que traía consigo el conejo que le regalo
-es que yo y Twinkle queríamos dormir contigo, ¿podemos? -El azabache levanto un poco sus cobijas para que Ritsu entrara a la cama -gracias, buenas noches Niichan -Ritsu beso a su hermano en la mejilla
-buenas noches -Mune toco el lugar donde su hermano lo había besado, sonrió y correspondió igualmente el gesto.
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Pasaron dos años y Ritsu estaba muy nervioso era su primer día de clases en la primaria, pero aun así estaba muy feliz iría a la misma escuela que Niichan, usarían el mismo uniforme, sería muy divertido.
-tranquilo nadie va a comerte -le dijo Masamune que ahora tenía diez años a su hermanito de seis, lo había llevado hasta el salón pero ahora tenía que ir a el suyo
-espera Niichan -pero el timbre ya había sonado y el azabache se había ido
Finalmente Ritsu entro a su salón nervioso, había muchos niños no era como en el Kínder, suspiro nervioso, caminaba con la cabeza gacha, ¿y si no podía hacer amigos?, hasta que por no fijarse choco con alguien cayendo los dos al instante
-lo lo sient. Lo siento ¿estás bien? -Ritsu extendió su mano al niño de cabello negro que seguía en el suelo
-itai -el chico le dio la mano y se levantó, era un poco más bajo que Ritsu quien ya de ppr si era pequeño -no importa yo tampoco me fije, soy Kisa Shouta, kawaii que lindo conejo -dijo Kisa al ver a Twinkle que estaba dentro de la mochila de Ritsu pero se salió cuando este cayo -¿es tuyo?
-Onodera Ritsu -el castaño sonrió -si es mío se llama Twinkle.
Después de eso Kisa y Ritsu siguieron juntos todo el día incluso en el receso, habían logrado congeniar muy bien, se habían hecho amigos muy rápido.
Pasaron unos meses más Ritsu y Kisa eran los mejores amigos, y la relación del castaño con su hermano aunque se había hecho un poco más distante, hasta que un día Masamune iba camino a su habitación cuando escucho a su hermano sollozar, se acercó a la puerta y toco, la respuesta tardo un poco
-vete
-Ritsu, abre por favor
-no lárgate -grito y su llanto se escuchó aún más intenso, en realidad la puerta no tenía llave ya sin paciencia Masamune entro al cuarto
-¿Ritsu, estas bien? -vio a su hermano llorar abrazado al estuche del violín -¿Qué paso?
El menor no respondía solo seguía llorando, Masamune recordó cierta noche cuando encontró a Ritsu llorando fuera de su cuarto, lo abrazo pero él no parecía querer detenerse, tomo el rostro del castaño entre sus manos, el cuerpo de Ritsu se tensó ¿Qué había sido eso?, su rostro seguía sonrojado solo había sido un leve rose pero aun podía sentir los labios de Masamune sobre los suyos, solo dejo de llorar y extendió una carta a Masamune quien la leyó en silencio, cuando termino su rostro mostro confusión, ¿no se supone que es una buena noticia?
-no quieres participar -el castaño negó, la carta era una aceptación para participar en un concurso de violín
-no es eso, yo quiero ir pero no quiero estar solo -el ojimiel ladeo la cabeza sin entender -Mamá y Papá están ocupados, ellos no podrán ir y, me da miedo participar solo
-yo iré -dijo Masamune decidido
-pero ese día es tu torneo de Kendo -dijo Ritsu sin creer lo que su hermano le decía, pues sabía lo que eso se significaba para su hermano
-eso no importa yo he ido a muchos torneos, este es tu primer concurso, yo estaré a tu lado
Ritsu sonrió y no pudo resistirse a preguntar -¿Qué fue eso? -toco sus labios
-no sabía, que hacer mmm -el azabache lo pensó un momento -será nuestro ‘’conjuro secreto’’…