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HE IS MY SIN por BeyondBirthday

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Notas del capitulo:

Primero quiero pedirles una enorme y muy sincera disculpa por mi demora y sobre todo porque no es la primera vez que lo hago, se que ya deben estar cansados de esas historias pero honestamente no era mi intención demorar tanto, de hecho créanme que de haber podido lo hubiera evitado.

Bueno en fin ya no las quiero aburrir mas así que espero que les haya gustado el nuevo capitulo, ya saben algún comentario, critica o sugerencia me hara feliz saber lo que piensan, les mando un gran beso a todas, me hace muy feliz estar de vuelta.

-¿Ritsu y Takano-san también están aquí?            -pregunto feliz Chiaki cuando Tori le dijo que estaban invitados a la celebrar el cumpleaños de Masamune esa noche.

-si, al parecer el premio que Ritsu gano era un viaje a las aguas termales en Sapporo y el hospedaje era en este mismo onsen        -explico.

-que buena suerte ¿no crees Tori?           -el mayor lo miro curioso                 -tal vez así Kisa y Ritsu puedan hacer las paces por fin         -dijo ilusionado extrañaba los viejos tiempos cunado eran siempre los tres          -¿de verdad Ritsu invito a todos?

-bueno, en realidad quien mencionó a tu amigo Kisa fue Takano pero porque fue idea de su hermano invitar a Yukina y a su amigo Yurei         -levanto los hombros fingiendo que no tenía importancia la asistencia del pianista.

-¿he? Pero ellos no le caen muy bien a Takano-san, además ¿Yurei-san también está aquí?; no lo he visto.

-bueno llego ayer en la noche y se quedó con Yanase…

Los ojos azules de Chiaki se abrieron con sorpresa en cuanto Tori menciono en donde había pasado la noche el pianista y un extraño sentimiento se formó en su interior, Chiaki no supo identificar de que se trataba, solo sabía que estaba muy confundido; ¿acaso Yuu no había dicho que lo quería a él?

-¿no te parece que son una gran pareja Chiaki?            -pregunto el mayor tan casual como pudo, su pequeño novio solo lo miro confundido, ¿Qué?

 

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Se metió con suma lentitud al agua caliente y dejo que poco a poco esta fuera relajando los músculos de su cuerpo ya que aún se sentía algo adolorido de la cadera y a pesar de que había sido una gran noche no estaba listo para repetirla… al menos en un par de días; a penado Kisa se sonrojo, ¿en que se supone que estaba pensando?, solo se trataba de un baño… solo tomaría un baño en las aguas termales con Yukina, ¿entonces porque estaba tan nervioso?, tal vez era porque no podía dejar de pensar en lo que había pasado anoche y tampoco podía dejar de pensar en lo mucho que le había gustado porque Yukina fue tan tierno y apasionado, tan diferente a senpai, porque con él en ningún momento se sintió como el sustito o un simple premio de consolación, porque Yukina era muy guapo y muy bueno haciendo…eso…y era muy grand…sus mejillas ardían aún más rojas y sacudió con fuerza su cabeza para que por fin esos pensamiento salieran de su mente, tenía que relajarse y pensar que se supone que haría con lo que le había dicho Kou respecto a la invitación; su novio dijo que Ritsu los había invitado a todos pero estaba más que seguro de que eso no lo incluía precisamente a él, podría apostar a que la idea fue de senpai o de Chiaki; porque el ojiverde y el ya no eran amigos….

Suspiro, hoy no tenía ganas de deprimirse, hecho su cabeza hacia atrás con la esperanza de poder relajarse aunque sea por un rato pero esta choco con algo fuerte y suave al mismo tiempo, era cálido o eso le pareció ya que su temperatura corporal comenzó a subir y no se debía precisamente a las aguas termales; Yukina lo abrazo por la cintura pegando más su espalda a su pecho, era extraño debido a la fecha pero no parecía haber tanta gente en ese onsen y a pesar de que no lo habían apartado ahora se hallaban solos en ese baño al aire libre, sintió el cuerpo del menor tensarse cuando lo abrazo ya que le había tomado por sorpresa, empezó a repartir pequeños besos en sus hombros y cuello mientras paseaba distraídamente una de sus manos por su vientre y pecho, sin decir nada así pasaron unos minutos hasta que Shouta comenzó a relajarse y recargando un poco más su cabeza en el pecho del mayor respiro profundamente dejando salir el aire despacio y se dejó hacer.

-entonces… ¿iras Kisa-san?         -pregunto el mayor inocentemente y sintió el cuerpo del pelinegro tensarse de nuevo.

-yo…. No creo que eso sea buena idea Yukina.

-lo se Kisa-san, Takano es un tipo muy molesto pero aun así no creo que esa sea razón suficiente para no ir a la fiesta            -Kisa se soltó de su abrazo y dándose la vuelta para quedar frente a su novio le miro feo.

-Yukina, sabes que no me gusta que digas esas cosas de senpai yo lo quiero mucho y….        –el mayor frunció el ceño              -no es una buena idea Yukina, Ritsu me odia y no creo que le haga mucha gracia que vaya a felicitar a su hermano en su cumpleaños después de lo que paso           -bajo su mirada.

-escucha Kisa-san, la verdad es que yo tampoco quiero que estés cerca de ese sujeto no puedo evitar ponerme celoso cada vez que te veo cerca de él pero no se trata solo de eso, ¿sabes cuál es la verdadera razón por la que no me agrada?          -Kisa negó                 -él te lastimo Kisa-san, incluso antes de conocerlo yo ya estaba increíblemente celoso de él porque tenía el cariño de mi linda musa y aun así te lastimo y lastimo a Ritsu, además de que es un sujeto muy antipático pero aun así hay algo en lo que estoy de acuerdo con el              -el menor lo miro dudoso             -ambos queremos que tú y Ritsu vuelvan a ser amigos y me parece que la fiesta es una buena oportunidad para que hablen.

-ya lo hicimos una vez Yukina        -llevo una de sus manos a su frente en señal de cansancio, no era que no quisiera arreglar las cosas con el castaño pero tal vez aun la herida seguía siendo muy reciente y no había vuelto a hablar con Ritsu desde el fallido intento por parte de Chiaki, además le aterraba que si volvían a hablar alguna vez el resultado fuera igual al de ese día             -no funciono, Ritsu no quiere escucharme.

-solo…inténtalo, no creo que haya nada que perder y sé que de verdad te gustaría felicitar a ‘’senpai’’ en su cumpleaños, como te dije los dos queremos que se arreglen las cosas entre ustedes y ese sería un buen regalo no te parece, vamos Kisa-san ¿lo harías por mí?            -se acercó de nuevo a él abrazándolo y sonriéndole de esa manera a la que Kisa tanto le gustaba, parecía un príncipe y casi se podían ver las flores y brillos a su alrededor, Yukina era muy guapo y esa era una de las mayores debilidades de Shouta así… no podía negarle nada.

-está bien        -dijo derrotado y sintió los labios de su primo devorar los suyos.

-gracias musa             -no muy convencido Kisa escondió su rostro en el pecho del mayor y susurro.

-aun creo que no es una buena idea.

 

*****************************************************

-es una pésima idea Nii-san, ¡no lo hare!              -dijo de nuevo Ritsu, comenzaba a enojarse en serio y se sentía cansado desde que despertaron sostenían la misma inútil discusión.

-Ritsu, ¿no crees que estas siendo un poco injusto? Kisa no…                 -el castaño rodo los ojos y salió de la habitación decidiendo que ya no quería escuchar a su hermano, le molestaba en serio le molestaba tanto que Nii-san siguiera insistiendo con el mismo tema, se suponía que ya habían aceptado ambos sus sentimientos, por fin habían sido honestos y ya estaban juntos, Nii-san por fin había aceptado que era el a quien quería, entonces, ¿porque estaba tan obsesionado con Kisa?, la noche anterior había intentado ser compresivo, no le había reclamado nada a Masamune a pesar de que le había mentido para irse con Kisa y ni siquiera se había enojado (demasiado), pero sin embargo aquí estaba otra vez, defendiéndolo de nuevo, ¿Por qué diablos le importaba tanto?.

-¿yo injusto?, él fue el que se entrometió aun sabiendo lo que yo sentía, yo confiaba en Kisa y el me mintió en la cara cuando le pregunte lo que sentía por ti, no puede llegar y esperar que pretenda que nada paso yo…

-ya te dije que fui yo el que lo presiona para…

-si ya se lo que me vas a decir Nii-san         -comenzó a caminar más rápido tanto que al mayor le costaba un poco de trabajo seguirle el paso sin necesidad de correr           -que fuiste tú el que lo presiono y estuvo insistiendo hasta que el pobre de Kisa…        -dijo con claro sarcasmo             -también ya estoy harto de esa historia ¿sabes?, además eso al final no importa porque no lo obligaste a aceptarte, si el realmente hubiese sido mi amigo no…           -guardo silencio percatándose del lugar hasta el cual inconscientemente lo habían guiado sus pasos, la misma banca bajo el mismo árbol en donde la noche anterior había visto a Kisa y a su hermano, ese árbol… no era la primera vez que él y Takano visitaban ese onsen.

-lo se Ritsu y no lo estoy disculpando pero trata de entenderlo por un segundo, recuerdas la forma en la que te sentías cada vez que me veías con una de mis novias           -la verde mirada de Ritsu se entristeció           -Kisa, también se sintió así por mucho tiempo            -que digiera eso lo molesto aún más, el castaño le dio la espalda y recargo con frustración su cabeza en el tronco del árbol viéndolo fijamente, ¿Por qué a su hermano le importaba tanto Kisa?; Masamune se acercó más a él y lo abrazo por la espalda               -te quiero; no sé porque hoy estas tan molesto, sé que no es solo porque hable con Kisa y tampoco lo entiendo, últimamente parecías cada vez más dispuesto a tratar de arreglar las cosas incluso y ahora de nuevo parece que lo odias y siento que todo es otra vez mi culpa Ritsu.

-no….estoy molesto con Kisa, al menos no por lo de anoche, pero tampoco quiero enojarme contigo sé que esta vez no es su culpa, ni siquiera lo sabía pero… este lugar             -bajo su mirada aun sin voltear a verlo, eso era algo que nunca le había dicho a nadie, a sus amigos solo les había dicho que había descubierto que estaba enamorado de su hermano pero nunca les dijo como          -tu no lo recuerdas, ¿verdad? Nii-san.                 –los ojos miel de Masamune se abrieron con sorpresa, ¿podía ser que….? hizo que su pequeño hermano girara su cuerpo hasta quedar de frente con él, tomo su rostro y lo beso mientras entrelaza sus manos.

 

Flash Back.

Además de Chiaki y Kisa, Ritsu tenía a otro amigo desde la infancia, bueno en realidad era una amiga: Ann Kohinata, la castaña era la hija de una de las mejores amigas de su mama y solían ser vecinos hasta que ella y su madre se mudaron a Inglaterra, pero antes de que se fueran; Ritsu no entendía porque Ann-chan no le caía muy bien a su hermano si sus amigos decían que ella era muy linda y amigable , tal vez era un poco… cariñosa con él y le gustaba decir y jugar a que eran novios y que algún día se cazarían, a todos les parecía gracioso y a las madres de ambos les fascinaba la idea pero para el ojiverde nunca fue más que un juego, hasta que un día…

-me gustas Ritsu          -completamente sonrojada Ann sostenía las manos del castaño y miraba hacia el suelo avergonzada.

Dentro de su cabeza Ritsu aún no terminaba de procesar que era lo que le acababa de decir su amiga, ‘’me gustas’’ a sus 13 años, a él aun nunca le había gustada nadie (al menos no que lo supiera), así que no sabía que debía decir o hacer, tal vez se trataba del juego de siempre y su amiga solo le quería hacer una broma ya que la próxima semana se iría de Japón, rio un poco ligeramente nervioso esperando no estar equivocado.

-jajjaja Ann, no deberías jugar con esas cosas      -intento soltar sus manos pero ella las sujeto aún más fuerte y se molestó un poco.

-¡no es un juego!  A mí siempre me ha gustado Ritsu, todo el tiempo pienso en ti y en que me gusta mucho estar contigo, ¡quier0 estar contigo para siempre!        -se sentía muy emocionada y asustada de estarse confesando que sin pensarlo se lanzó hacia el castaño y lo abrazo fuertemente.

Desde la entrada de la habitación de Ann, Masamune lo veía todo, cruzo sus brazos y frunció el ceño cuando la chica abrazo a su querido hermanito, había ido a recoger a Ritsu por mandato de su madre, ya que era la hora de comer pero en definitiva no esperaba encontrarse con esta escena, estaba realmente molesto pero decidió esperar, ansiosamente curioso por la reacción de su hermano.

Ritsu se había quedado estático por unos instantes, pensando en todo lo que le había dicho su amiga… una persona en la que pensara todo el tiempo, con la que quería estar para siempre; la persona a la que más quería en el mundo, solo pudo pensar en Nii-san.

-Ritsu yo… no te lo había dicho antes porque me daba miedo y ahora me voy a Inglaterra en una semana pero… me gustaría que por esta semana fuéramos novios, novios de verdad y no de juego como antes y un día cuando volvamos a vernos….          –dejo la frase al aire y una ligera sonrisa se dibujó en su rostro acompañada de un leve sonrojo y tímidamente acerco sus labios a los del ojiverde, solo fue un leve rose una sutil caricia que no llego a mas ya que…

-es hora de irnos Ritsu        -molesto Masamune interrumpió la escena y antes de que si quiera se pudieran dar cuenta de su presencia, tomo a su hermano menor de la mano dispuesto a sacarlo rápidamente de ahí, sentía una especie de miedo ante la respuesta que Ritsu podría dar a la pregunta que le hizo Ann.

-¿Nii-san?         -pregunto aun confundido y un poco asustado, jamás había visto a su hermano así.

-es tarde Ritsu, mama me pido que te llevara a casa      -fue lo único que dijo pero no lo soltó.

-¿Ritsu…?          -Ann, estaba completamente confundida, sabía que no le agradaba al hermano mayor de su lindo Ritsu pero no estaba segura del porqué, solo de que empeoro hacia unos meses cuando le había pedido ayuda para conquistarlo.

-hablamos mañana Ann-chan     -alcanzo a decir el castaño y casi tuvo que gritarlo para que su amiga lo oyera ya que aun sujetándolo con algo de fuerza de la mano Masamune se lo llevaba rápidamente de ese lugar.

Llegaron a su casa y aun así Masamune no lo soltaba, parecía muy molesto y lo llevo directamente a su habitación.

-¿así que Ann es tu novia?          -calmo su expresión y relajo el tono en su voz, su expresión era más seria que nunca.

-¿nos estabas escuchando?       -estaba más sorprendido que molesto.

-sabes que ella no me agrada.

-¿Por qué?, Ann-chan es muy linda y amable y…

-¿es tu novia?           -volvió a preguntar comenzaba a perder la paciencia, Ritsu suspiro.

-no, yo aún no le digo que sí.

-¿y piensas hacerlo?

-¡No!     -bajo su mirada, a Ritsu no le gustaba pelear con su hermano o que este se enojara con el             -no, Nii-san a mi Ann-chan no me gusta de esa manera, es mi amiga y la quiero mucho pero ella no….      –Masamune se acercó a él y lo abrazo, tenía 17 años y estaba consciente de que se estaba comportando como un hermano sumamente sobreprotector pero aun así… había algo en la castaña que no terminaba de gustarle, ¡siempre quería estar con su hermanito! Y su deber como hermano mayor era protegerlo.

-lamento haberme comportado así Ritsu    -lo abrazo con más fuerza.

-está bien Nii-san, yo te quiero mucho    -correspondo al abrazo y cuando se separaron le sonreía.

 

Al día siguiente Ritsu de forma amable le explico a Ann-chan que él la quería mucho pero solo como a una amiga y que por eso no podía aceptar ser su novio, eso deprimió un poco a la castaña pero, le sonrió de forma sincera y le dijo que por ahora no importaba porque un día volverían a verse.

 

De nuevo era sábado, temprano en la mañana había ido junto con su madre a despedir a la familia Kohinata al aeropuerto, aunque estaba un poco melancólico por la partida de una de sus mejores amigas; Ritsu no podía evitar sentirse muy feliz pues ese sábado era el primero de sus vacaciones de verano y el junto con sus padres y su hermano irían a Sapporo, estaba muy emocionado ya que últimamente su padre casi siempre estaba en el hospital y su mama salía cada vez mas tarde de la oficina y lo más importante era que al fin podría pasar tiempo con Nii-san, solos los dos como antes, sin que estuviera la novia del ojimiel o los amigos de alguno, no es que no le gustara convivir con ellos pero le encantaba estar a solas con su hermano y desde hacía mucho tiempo  que eso casi no ocurría y cuando pasaba era diferente, no podría decir porque pero así lo sentía, cuando llegaron a casa corrió a su habitación y comenzó a empacar emocionado, ¡había planeado muchas cosas para hacer con Nii-san!, lo tenía todo preparado, tomo su maleta y bajo corriendo feliz las escaleras, tan pronto como bajo la sonrisa en su rostro se esfumo.

-¡hola Ritsu!              -le saludo sonriente Naomi la novia de Nii-san desde hacía cuatro meses.

-Naomi-san, ¿Qué…?

-Naomi dijo que me extrañaría mucho si nos íbamos así que...            –comenzó inseguro Masamune ante la triste mirada de Ritsu.

-Mune-chan dijo que sería muy divertido si yo iba con él, así que convencí a mis papas y nosotros también iremos a Sapporo, ¿no te parece genial Ritsu?              -como respuesta Ritsu solo asintió e intento sonreír, algo le decía que sus planes se habían arruinado.

 

Durante casi todo el camino había permanecido en silencio, Ritsu solo se dedicaba a mirar por la ventana pensativo, había intentado leer un poco pero no podía concentrarse pasaba una tras otras las páginas de la novela que llevaba consigo sin comprender nada de la historia, su cabeza estaba en otro lado, pensaba en Ann-chan y en porque la había rechazado, era cierto que a él no le gustaba pero por un momento considero que si de todas formas la castaña se iría a Inglaterra podría concederle eso, quien sabe tal vez a final terminaría gustándole en serio, pero su hermano parecía tan molesto que prefirió no hacerlo, también pensaba mucho en él, sobre todo en él.

‘’Todo el tiempo pienso en ti y en que me gusta mucho estar contigo, ¡quier0 estar contigo para siempre!’’, eso era lo que había dicho Ann-chan cuando se confesó pero el ojiverde solo había pensado en su hermano, y eso solo había logrado confundirlo más ya que desde los últimos cuatro meses había algo diferente; Naomi no le caía bien aunque no había razón para ello, la chica era muy amble y atenta con él además se veía que quería mucho a Masamune pero simplemente Ritsu no la soportaba, aunque nunca había sido grosero descortés con la novia de Nii-san siempre que podía los interrumpía o le robaba la atención de Nii-san, además también estaba el hecho de que cada vez disfrutaba más de lo necesario o normal de sus abrazos y de los momentos en que sus manos se paseaban por su cabello, podía verlo por mucho tiempo sin aburrirse y le encantaban sus ojos y su sonrisa, cada vez que Nii-san le sonría sentía algo cálido expandirse por su pecho y su corazón acelerarse, también estaban sus labios… se había sorprendido así mismo viendo fijamente los labios de Nii-san y se preguntaba si alguna vez volverían a hacer el conjuro secreto, ahora que estaba más grande comprendía un poco mejor a Masamune, entendía que tal vez esa no era una costumbre ‘’normal’’ entre hermanos, pero Ritsu en verdad la extrañaba y tenía tantas ganas de volver a hacerlo… Suspiro y apartando sus ojos de la ventana los dirigió hacia donde estaba su hermano… con Naomi; Nii-san, sostenía a la chica de la cintura mientras la besaba, molesto Ritsu volvió a dirigir su mirada a le ventana y no la aparto de ahí por el resto del camino, tampoco había querido hablar con su hermano incluso fingió dormir cuando este le llamo.

 

********************************************************

Habían pasado casi dos semanas desde el inicio de las vacaciones y justo como pensó sus planes se  arruinaron; Naomi monopolizaba a su hermano y a este no parecía molestarle ya que siempre que los veía juntos el pelinegro sonreía como un idiota y eso era algo que en verdad le molestaba a Ritsu. Sus padres tampoco le prestaban mucha atención puesto que habían aprovechado gran parte de ese viaje para recuperar tiempo perdido entre ambos, era algo que el castaño comprendía hasta cierto punto pero no por eso iba a dejar de sentirse incomodo cada vez que comenzaban a ponerse cariñosos así que pasaba la mayor parte del tiempo solo; genial, las perfectas y divertidas vacaciones por las que tanto había esperado estaban completamente arruinadas; y todo era culpa de Naomi, si ella no hubiese interferido, si se hubiera quedado en su casa, si tan solo no fuera la novia de su hermano. El solo pensar en eso hacía que su enfado aumentara así que decidió caminar un rato para relajarse, cuando lo vio ¡por fin Nii-san estaba solo!, sin la fastidiosa mosca que parecía ser Naomi, fue directo hacia él; tal vez aun podían hacer algo juntos.

-hola Ritsu                   -aun con esa expresión seria, Nii-san era muy guapo, sacudió su cabeza, ¿en que estaba pensando?          -ven            -le indico que se sentara a su lado y cuando este lo hizo, recargo su cabeza en su pecho y comenzó a acariciar sus cabellos castaños.

-Nii-san, estaba pensando que; tal vez mañana podríamos salir juntos a pasear o algo              -trato de que su voz sonara indiferente y no tan nervioso como realmente se sentía.

-claro puedo preguntarle a Naomi.

-¡no!        -Masamune le dirigió una mirada extraña debido a su reacción pero no era su culpa si no la de Nii-san ¿porque insistía en querer estar con ella?       -yo; yo solo quiero estar con mi hermano             -Masamune lo miro con cierta culpa; le había fallado por completo a su hermanito aunque no hizo exactamente una promesa él le dijo que pasarían mucho tiempo juntos durante las vacaciones.

-muy bien Ritsu, entonces mañana seremos solo tú y yo, lo prometo          -despeino su cabello, y Ritsu le mostro una bella sonrisa.

-¡gracias Nii-san!

 

Esa noche Ritsu casi no pudo dormir de la emoción, le hacía muy feliz la idea de pasar tiempo a solas con su hermano, a pesar de eso se levantó temprano en la mañana, se bañó y alisto, estaba listo para despertar a su hermano y que pudieran empezar con su día juntos sin embargo.

-Nii-san… ¡Nii-san, despierta!          -al principio lo movió ligeramente pero al no obtener resultados lo hizo con un poco más de fuerza.

-¿Ritsu?         -se tallo un ojo              -¿Por qué me despiertas tan temprano?

-vamos Nii-san, dijiste que hoy pasaríamos todo el día juntos                 -Masamune desvió su mirada miel de la verde de su hermano, inseguro sacudió un poco su cabello negro, intentando planear que decir para no decepcionarlo tanto.

-sobre eso Ritsu, ¿Qué te parece si lo dejamos para mañana?

-¿Qué?, pero ayer dijiste que…

-lo sé, pero luego llego Naomi y me recordó que hoy cumplimos cuatro meses de ser novios         -Ritsu lo miro entre decepcionado y molesto, eso no podía interesarle menos.

-¡pero lo prometiste!            -pasaron unos instantes sin que Masamune digiera nada            -está bien, si es tan importante para ti vete hoy con tu tonta novia y todo el resto de las vacaciones también, ¡no quiero que me hables!

Molesto Ritsu tomo su violín y se marchó ignorando por completo a Masamune que intento llamarlo un par de veces, tal vez estaba exagerando y más tarde tendría que disculparse con Nii-san, ¡pero es que estaba tan molesto!; dolía, le dolía tanto que su hermano hubiera roto su promesa solo por ella, era algo tonto no tendría por qué haber insultado a Naomi ya que ella nunca había sido grosera con él, por el contrario siempre era muy amable e intentaba ser su amiga, pero el castaño nunca lo permitirá, simple e irracionalmente la odiaba; además ellos cumplían cuatro meses de novios (los mismo que llevaba sintiéndose extraño), era la primera ‘’novia seria’’ de Nii-san, su mamá lo había dicho y la promesa solo se trataba de un tonto día entre hermanos eso no era… nada especial.

Paso casi todo el día caminando sin un rumbo en específico, había planeado practicar una nueva sonta que le quería mostrar a Nii-san pero se había ido tan enojado del cuarto que se había olvidado de las partituras, suspiro y decidió ir a caminar un poco al bosque cerca de la posada.

-pensé que habías dicho que estarías hoy con Rii-chan               -dijo Naomi pasando sus brazos por el cuello del ojimiel y acariciando su cabello.

Ritsu que iba pasando por ahí los vio y se molestó aún más al mismo tiempo que se sintió profundamente triste cuando los observo besarse, que tonto el pensar que Nii-san iba a preferir pasar el día con él en lugar de su novia, claramente con ella se… divertía más; suspiro ya que no era exactamente la primera vez su hermano preferiría acudir a alguna de sus citas.

-bueno… él dijo que etaria ocupado      -desvió su mirada de la chica, Ritsu entrecerró sus ojos aún más molesto con Masamune, ¿Qué él lo había cancelado?

-tendré que darle las gracias, ya que hoy quería estar todo el día contigo           -la chica extendió una pequeña caja con un gran moño rojo a su novio        -te amo Masamune           -el pelinegro suspiro y la tomo de las manos.

-yo te quiero mucho         -la sonrisa de la chica se hizo más grande y una traicionera lagrima e incomprensiva rodo por la mejilla del castaño.

 

********************

Después de lo que vio Ritsu no había podido dejar de llorar, algo dentro de su pecho dolía y mucho, no quería que nadie lo viera así, en especial Nii-san.

Observo una pequeña banca debajo de un cerezo y como no vio a nadie alrededor decidió ir a sentarse ahí, ya no quería llorar, así que tomo el estuche donde llevaba su violín y lo saco, posiciono el instrumento en su hombro izquierdo y tomando el arco con la mano derecha comenzó a frotar las cuerdas, dejando que el violín relatara lo triste que se sentía, se dejó perder en la música seguro de que seguía solo.

-esa siempre ha sido mi melodía favorita en especial cuando la tocas tú, aunque hoy tiene un sonido muy triste            -dijo por fin Masamune dejando que la música terminara.

Ritsu se sorprendió de escucharlo, sus grandes ojos verdes se posaron aun llorosos en su hermano mayor pero tan pronto como vio de quien se trataba desvió su mirada y guardo su violín dispuesto a irse. Aunque se extrañó de que Naomi no viniera con Nii-san.

-Ritsu, espera          -el menor continuo ignorándolo y se puso de pie dispuesto a irse           -¡Ritsu!              -lo tomo del brazo impidiendo que se fuera pues el castaño ya estaba listo para correr.

-¡Suéltame!, Nii-san ¿no se supone que estabas con tu novia?               -como el menor seguía forcejeando con él para que lo soltara, Masamune lo tomo de ambas manos e hizo que se recargara en el tronco del cerezo apresándolo entre este y su cuerpo.

-lo lamento, no era mi intención dejarte por Naomi pero

-¡no me importa! Querías estar con tu novia ¿no?, porque hoy era un día muy importante, porque tu novia es mucho más importante que tu hermano ¡porque a ella si la quieres!           -una lágrima salió de su mirada verde salvo que esta vez estaba molesto, pero aun así a pesar de su enojo se arrepintió de haber dicho lo último, ¡no podía verse más patético!

Sintió que su respiración y el llanto de pronto cesaban, confundido sus ojos se abrieron con sorpresa y parpadeo un par de veces para asegurarse de que estaba pasando, Ritsu se congelo aun después de que su hermanito mayor había separado sus labios de los suyos. Solo fue un instante como la primera vez que paso cuando eran niños, igual que entonces Masamune había intentado calmar su llanto y hacer que los escuchara; esta vez también funciono.

-dijiste que…que no volveríamos a hacer de nuevo el co…conjuro secreto                 -su voz ahora era poco más de un susurro y sus mejillas estaban increíblemente rojas, a pesar de lo  que dijo Ritsu sintió un calor agradable en su pecho cuando sus labios volvieron a rosarse con los de su hermano.

-solo será por esta vez                   -acaricio con gentiliza una de sus mejillas quitando por completo cualquier rastro de lágrimas               -¿escuchaste cuando le dije a Naomi que la quería?           -Ritsu solo asintió     -y supongo que no escuchaste el resto, ¿no?            -Ritsu lo miro de forma curiosa, Masamune suspiro profundamente antes de continuar              -yo termine con Naomi.

-¿Qué?, ¿porque lo hiciste Nii-san? Ella era muy amigable y               -además de la confusión sintió también una pequeña pero clara y culpable alegría que se desvaneció levemente con lo siguiente que dijo     -tu dijiste que la querías            -bajo su mirada.

-jeje, ¿mi lindo hermanito esta celoso?

-¡Nii-san!                 -se sintió increíblemente avergonzado y su rostro arder, intento empujar a su hermano para irse, pero Nii-san volvió a sujetar sus manos y las puso a cada lado de su cabeza.

-termine con Naomi porque no la quería.

-pero dijiste

-sí, es verdad pero no lo suficiente Naomi me quiere mucho y yo no la quiero tanto.

-siento no haber pasado el día contigo como lo prometí per tenía que terminar con eso primero, ¿entiendes?

Asintió pero estaba mintiendo y en el fondo lo sabía, ahora entendía mucho menos la situación, esto solo había logrado confundirlo más, ¿porque sentía que su corazón dolía y se aceleraba cada vez que estaba con su hermano?, ¿Por qué estaba feliz de que Nii-san terminara con Naomi?

No era la primera vez que Masamune rompía una promesa, hacia años cuando decidieron ya no hacer más el conjuro secreto que su hermano mayor le había prometido que las cosas seguirían igual pero hacía mucho tiempo que eso no podía estar más lejos de la realidad, todo había cambiado, su hermano se volvía cada vez más popular con las chicas y también cada vez más sobreprotector y sumado a todo ello; esos nuevos sentimientos y sensaciones…

‘’todo el tiempo pienso en ti y en que me gusta mucho estar contigo, ¡quier0 estar contigo para siempre!’’

Eso era lo que Ann-chan le había dicho cuando se confesó, entonces eso significaba que…que…

-te amo Ritsu….          –aun sujetándolo de las manos Masamune volvió a besarlo esta vez más profundo, lento, Ritsu permaneció con los ojos muy abiertos por unos instantes, ¿Qué había dicho Nii-san?, sintió que la presión sobre su boca crecía y algo húmedo jugar con el borde de su labio inferior, ¿eso era…? La lengua de Nii-san comenzó a jugar en el interior de su boca y la recorrió por completo, el castaño cerró los ojos y torpemente comenzó a corresponder al beso. Cuando por fin se separaron con las mejillas rojas y su lenta respiración aun irregular pasaron unos instantes antes de que se atreviera a abrir los ojos, Nii-san le sonreía.

-te amo Ritsu

‘’ ¿Amor…?’’

-eres mi lindo hermanito              -soltó sus manos y lo abrazo fuertemente        -te prometo que siempre te voy a cuidar, yo te voy a proteger, lo prometo.

 Masamune lo abrazo más fuertemente y Ritsu hizo lo mismo enterrando su rostro en el pecho de su hermano mayor y dejo salir una lagrima silenciosa, (que más tarde en el resguardo de la noche cuando Nii-san ya no lo estuviera viendo se vería acompañada de muchas más), porque ya había comprendido por qué se sentía así últimamente, ahora su confusión tenía un nombre; se había enamorado de su hermano mayor y de alguna forma saberlo era mucho más doloroso que la confusión…

Fin del Flash Back.

Se separó de sus labios e igual que ese día volvió a abrazarlo, acaricio su cabello y deposito un suave beso en este.

-claro que lo recuerdo Ritsu yo… trate de recordar a diario lo que paso ese día y la promesa que hice porque…         -se separó de su hermano menor y saco un cigarro de la cajetilla que llevaba consigo lo observo por unos instantes y finalmente lo arrojo a la nieve, de pronto ya no quería fumar           -no pude cumplir esa promesa Ritsu y de todas las que hecho esa era la única que de verdad importaba; prometí que te cuidaría y termine lastimándote mucho al final y soy tan idiota que aún lo hago.

-¿Nii-san?

-ese día no te bese para que te calmaras, en verdad lo hice porque quería hacerlo, llevaba mucho tiempo aguantando las ganas de hacerlo y me aproveche de la situación, ¿iba a protegerte? Yo era el mayor peligro para ti Ritsu; No podía aceptarlo porque era algo enfermo y estaba mal.

-no digas eso por favor Nii-san            -hablo mirando al suelo, dolía porque era cierto, eso era algo con lo que intento lidiar por mucho tiempo y el hecho de que ahora intentara ignorar ese sentimiento no significaba que no siguiera ahí, enterrado en lo profundo de su mente, le aterraba que algún día fueran descubiertos y saliera a la luz cruel e inevitable la realidad de la que aun buscaba huir: él y Masamune eran hermanos.

-quiero mucho a Kisa, Ritsu, eso es algo que ya te había dicho pero no es por el que insisto tanto en que arreglen las cosas, ni siquiera es para dejar de sentirme culpable o responsable aunque admito que si hay algo de eso pero la verdadera razón eres tu                  -el castaño lo miro totalmente confundido.

-trate de no lastimarte y simplemente ignore lo que comenzaba a sentir y decidí olvidarme por completo de ello, lastime a muchas personas en el proceso, chicas que no lo merecían y  también te lastimaba a ti, siempre que te hablaba de ellas o lo cariñoso que solía ser cuando tu estabas presente, pero también soy una persona terriblemente egoísta y posesiva, no te deje tener el mismo privilegio siempre celoso de todas las personas que se acercaban a ti, no quería que estuvieras con nadie más me ponía furioso imaginar si quiera que eso llegara a pasar y simplemente prefería creer que era un hermano sobreprotector porque me negaba a aceptar que en realidad no era más que un amante celoso y muy frustrado, me resistí hasta el final tratando de negar lo que sentí, lo que en verdad soy: un sucio pervertido que se enamoró de su hermanito menor y que cada noche desde los 17 años soñaba con hacerle el amor, entonces comencé a fijarme en Kisa porque de cierta forma son muy parecidos y porque es muy lindo, sabia de sus sentimientos me había dado cuenta desde hacía un tiempo y… elegí creer que era el quien me gustaba pata ocultarme de mi mismo, sabía que te iba a lastimar Ritsu, en el fondo sabía que iba a terminar lastimando a ambos, pero también pensé que si me acercaba a ti de una forma en la que los hermanos no deberían hacerlo te iba a lastimar más y elegí hacerle daño a Kisa

-Nii-san tu solo querías cumplir tu promesa y protegerme.

-no lo hice bien Ritsu y te quite a tu mejor amigo, dices que lo que más te duele es que Kisa me hubiera aceptado aun conociendo tu sentimientos, pero yo sabía todo eso incluso que probablemente este sería el final y aun así lo hice, pero aun así tu estas aquí conmigo, ¿no te parece injusto?

-te…quiero Nii-san

-lo se Ritsu         -lo abrazo         -¿extrañas a Kisa?        -lo sintió asentir contra su pecho.

****************************************

Eran alrededor de las 4:00 de la tarde cuando los dos castaños observaron fijamente lo que se encontraba humeando en frente de ellos, estaban seguros de haber seguido uno a unos los pasos de la receta pero entonces porque lucia tan distinto del platillo que habían visto en internet y ese color era algo normal, ¿cierto?

-Ritsu te dije que necesitábamos ayuda, ninguno de los dos sabe cocinar         -dijo por fin Chiaki dándose por vencido era el tercer platillo que arruinaban, después de uno quemado y otro salado este ni siquiera parecía ser exactamente comida                           -porque le tenías que decir a Takano-san que tú te harías cargo de todo.

-es el cumpleaños de Nii-san, no era correcto que el cocinara         

-pero pudiste dejar que le pidiera ayuda a Tori, el cocina delicioso

-no, necesitaba que distrajera a Nii-san.

-bueno…. Entonces porque no compramos la comida y ya.

-¡no!, quiero que sea algo especial          -lo dijo demasiado bajito pero eso no evito que Chiaki se burlara un poco.

-reconócelo, necesitamos ayuda             -dijo cuando termino de reír y viendo el desastre que ya habían hecho, eso definitivamente iba a salir un poco más caro y no estaba cubierto por el premio del concurso.

-y a quien se lo pedimos, ¿tu primo sabe cocinar?

-al menos mejor que nosotros sí, pero no se lo podemos pedir a Yuu, no lo he visto desde ayer y no contesta su teléfono creo que esta con… Yurei, al menos eso dijo Tori.

-¿entonces?

-bueno esta…                   -Ritsu lo miro fijamente           -…Kisa…

-¡el tampoco sabes cocinar!                    -se cruzó de brazos.

-sí, pero sabe algo acerca de hacer postres y tal vez podría ayudarnos con el pastel aunque compremos todo lo demás le estarías dando algo especial a tu hermano.

-¡hecho por Kisa!                 -tenía que admitir que ya no estaba molesto y… le había prometido algo a Nii-san…

-no tiene por qué hacerlo solo Kisa, todos vamos a ayudar porque…somos amigos, ¿cierto?                      -miro los ojos azules de Chiaki esperanzados y resoplo

-de acuerdo….

************************

-Yukina, ¡deja de mirarme!          -dijo por décima vez y desvió su mirada avergonzada del artista.

-jajjaja, lo siento musa pero tengo que mirarte para poder pintarte, tu prometiste que un día dejarías que te hiciera un cuadro ¿recuerdas?

-pero… ¿Por qué un desnudo?             -pregunto sumamente avergonzado.

-pero fue tu idea musa.                

Kisa se sonrojo aún más y desvió su mirada, eso era prácticamente cierto ya que de alguna manera había surgido el tema de cuando Ritsu solía ser su modelo… y Shouta se había puesto un tanto… celoso; no estaba seguro de como pero acordó con su primo que le pintaría desnudo, ahora que lo pensaba un poco mejor no había ganado exactamente el cómo pensó en un principio. El pelinegro ya no  dijo nada seguro de que su gran boca iba a meterlo de nuevo en problemas trato de relajarse y mantener una pose natural como Yukina le había indicado pero si seguía mirándolo así…

-¡Yukina!           -iba a hacer un nuevo reclamo cuando escucharon que alguien tocaba la puerta.

-espera un momento Kisa-san                       -en cuanto Yukina fue a abrir la puerta del cuarto, el menor aprovecho para vestirse              -¡Ritsu!

-ho…hola Yukina                   -Ritsu se sonrojo un poco, ya no salía con Yukina y amaba a Nii-san pero no podía evitar darse cuenta de que el artista era muy apuesto             -Kisa…. ¿está ocupado?                   -Yukina lo miro sorprendido              -sí, si están ocupados nosotros…

-¡no, espera!                     -Yukina lo sostuvo de la muñeca                  -lo estaba pintando, dame un minuto y le diré que venga, ¿está bien?           -Ritsu asintió cada vez menos convencido de que fuera una buena idea      -¿…volverías a…               -agrego Yukina un poco incómodo tratando de alejar el silencio que resultaba aun peor              -posar para mi…?                     -el ojiverde se puso a jugar nervosamente con sus dedos, repentinamente nervioso y sonrojado.

-etto…              -el artista rio ligeramente comprendiendo el motivo de su reacción y recordando lo ocurrió la última vez que Ritsu fue su modelo.

-descuida, no tiene que ser un desnudo si es lo que te preocupa         -por algún motivo la forma tan natural en que Yukina lo dijo solo le hizo sentirse más avergonzado.

-Yukina ya…        -enmudeció al ver a los dos castaños esperando fuera de la habitación, su primo solo le había dicho que más tarde continuarían con el cuadro y que saldrían, no tenía la más mínima idea de con quien          -ho….hola Ritsu, Chiaki.

-¡Kisa!            -Chiaki lo abrazo emocionado y lo tomo de la mano al igual que a Ritsu, no iba a permitir que esta oportunidad se arruinara           -gracias Yukina, ¿nos vamos?            -antes de que alguno de sus amigos pudieran contestar el ojiazul ya se los llevaba prácticamente arrastrando de ahí.

 

***********************************

-entonces….          –comenzó Shouta nervioso        -¿A dónde se supone que vamos?                   -los tres se detuvieron de pronto ya que habían pasado varios minutos desde que salieron de la posada y aun tomados de la mano seguían caminando sin aparente rumbo y sin decir nada.

-¡dile Ritsu!                   -Chiaki miro al ojiverde sonriente y esperanzado, soltó sus manos.

-bueno….            –suspiro           -hoy es el cumpleaños de Nii-san y… quería… queríamos que… como nosotros no sabemos cocinar… bueno             -intento decir cruzado de brazos y viendo hacia otro lado.

-pero yo tampoco se cocinar muy bien.

-pero sabes hacer postres Kisa, por favor             -pidió Chiaki.

-¡claro que no!

-pero ganaste el concurso en la escuela      -esta vez extramente fue Ritsu.

-sí, pero porque era comestible en comparación al de los demás             -insistió        -…está bien pero; tendremos que ir a comprar algunas cosas y llamar a mi mamá

Una gran sonrisa ilumino el rostro de Yoshino cuando una gran idea paso por su cabeza al mirar la nieve, le quitaría toda la tensión al ambiente y ¡sería muy divertido! Sin que sus amigos lo vieran se agacho a tomar dos puños de nieve y aprovechando que sus amigos estaban distraídos la metió dentro de las playeras de cada uno.

-AHHHH!!!! ¡¡¡¡CHIAKI!!!!             

Gritaron ambos al unísono cuando sintieron el frio de la nieve bajar por su espalda; sonriendo y con ganas de jugar Ritsu recogió un nieve también y se la arrojo al ojiazul, pero Chiaki fue más rápido y se agacho provocando que la bola de nieve diera directo contra el rostro del pelinegro…silencio…silencio…

-jajajjjaja, ¡te di en la cara Kisa!

Pronto Chiaki comenzó a reír y poco después también lo hizo Shouta quien ya tenía una bola de nieve; Comenzaron jugar por un largo rato, riendo como solían hacerlo antes de que todo pasara hasta que el ojiverde se dio cuenta de la hora.

De camino a comprar los ingredientes para el pastel iban conversado amenamente y riendo de vez en cuando, parecía que todo era como antes, aunque solo habían hablado acerca de Chiaki al menos, la tensión se había ido por completo y nadie tenía intenciones de que volviera a aparecer. Así continuaron las cosas una vez llegaron a la posado y pusieron manos a la obra; después de una laaaaarga llamada a la señora Kisa y unos cuantos intentos fallidos, finalmente Chiaki y Kisa se habían encargado de hacer el pastel para la fiesta y Ritsu hizo uno más pequeño y ‘’especial’’, claro con la supervisión de Kisa y algunos consejos.

-pensé que no íbamos a terminar                  -comento feliz el ojiazul al observar los dos pasteles listos sobre la mesa, no los habían decorado de manera excelente pero los probaron y en serio les habían quedado bastante bien.

-qué bueno que decidimos comprar la comida           -agrego el castaño quitándose el delantal.

-sí, ¡hasta pudimos compra un regalo para senpai!                 -tan pronto como dijo eso Kisa se arrepintió pero ya era tarde, todo había quedado en silencio de nuevo y eso les hizo darse cuenta d lo frágiles que eran las cosas en realidad              -yo… los veo en la fiesta               -tomo sus cosas y se dirigió a la puerta, los ojos azules de Chiaki se toparon con los verdes de Ritsu.

-Kisa; ¿te acompaño?             -pregunto sin mirarlo, el pelinegro asintió de la misma manera.

 

El castaño le indico que lo siguiera y Kisa lo hizo, por primera vez desde lo que paso el silencio entre ellos no fue incomodo, hasta que Shouta lo interrumpió percatándose del lugar hasta el cual Ritsu lo había llevado, lo miro de forma curiosa, ¿eso significaba que Ritsu ya sabía que anoche había hablado con senpai?, ¿estaría molesto?, entonces ¿Por qué…?

-¿Ritsu?

-sé que anoche tú y mi hermano se vieron aquí             -Kisa bajo su mirada        -no estoy molesto bueno, ya no, ¿te digo la verdad?                -el pelinegro asintió                -esta vez no estaba enojado contigo si no con Nii-san, porque te trajo aquí…. Nunca les dije como sabía que me había enamorado de Nii-san, solo dije que lo estaba…

 No estaba seguro de porque lo hizo pero al final Ritsu decidió contarle a Kisa acerca de lo que paso bajo ese mismo árbol hace casi tres años durante sus vacaciones de verano, hablaba sin mirarlo sumido en sus pensamientos con una sonrisa nostálgica y una mirada igual, Shouta en cambio lo miro fijamente todo el tiempo, en un punto sintió que lloraría pero no lo hizo, solo lo escucho hasta el final sin interrumpirlo.

-lo lamento Ritsu, no debí aceptar a senpai.

-dije que estaba molesto con mi hermano no contigo porque él fue quien te cito aquí, tu no lo sabias.

-no me refiero solo anoche si no que desde el principio, tu siempre lo habías querido y yo… solo me entrometí, nunca debí… en verdad lo siento Ritsu                 -al final simplemente dijo eso y era toda la verdad, tal vez Kisa nunca antes había sido más sincero en su vida, no había nada más que pudiera decir o hacer, ya no había excusas, tampoco podía regresar el tiempo, parecía nada pero, ¿Qué podía hacer además de disculparse?

-¿de verdad Kisa?, ¿de verdad te arrepientes de haber sido un completo idiota, en verdad tú, ya no quieres a Nii-san?           -lo miro directamente a los ojos que comenzaban a ponerse rojos.

-…si Ritsu, te juro que es verdad.

--no sé, si puedo creerte, ¿Cómo se supone que lo haga?, he intentado verlo desde muchos ángulos y no lo sé, ¿Cómo sé que no mientes ahora?, si tú me hubieras dicho lo que sentías por Nii-san, tal vez hubiera podido… tal vez no hubiera dolido tanto cuando comenzaron a salir.

-eso es mentira Ritsu, te hubieras molestado y habría dolido incluso más porque entonces me habrías pedido que me apartara y realmente no sé si yo…

-está bien Kisa, a ninguno nos gusta esta conversación y sé que estas siendo sincero, eso quiero creer así que; esta vez ¿puedes decirme la verdad?, ¿tú que sientes por Nii-san?

-quiero a senpai como un buen amigo, esa es la verdad y lamento en serio haberte lastimado.

-Te creo.

-¿eh?                -lo miro con una pequeña esperanza que intentaba desvanecerse               -es por Takano-senpai.

-si            -admitió              -cuando fuimos a buscarte, solo acepte hacerlo por mi hermano y por Chiaki, hasta por Yukina él está triste si tú lo estas y también es mi amigo, así que pensé que sería más fácil para todos.

-ya veo, pero si no quieres no tienes que…

-y luego las cosas; casi parecieron ser como antes y honestamente te extraño Kisa, pero estaba muy celoso aun lo estoy, eres mi mejor amigo y te quiero, no prometo que las cosas serán como antes pero Nii-san tiene razón esto es por mí, al fin tengo lo que quería y a veces me siento solo así que             -estiro su mano hacia el pelinegro.

-¿Ritsu?         -su sonrisa se ilumino, el castaño desvió su mirada.

-no digo que ya lo olvide y que te estoy perdonando del todo, solo digo que podría valer la pena intentarlo      -sus mejillas estaban rojas,

-¡eso es suficiente!             -no tomo la mano que el ojiverde le ofrecía, en cambio de eso lo abrazo fuertemente, pasaron unos instantes antes de que Ritsu correspondiera el gesto.

-¿a…amigos?            -pregunto con timidez, se sentía como el niño que era cuando se conocieron.

-jajjajja        -Shouta rio sin saber porque y asintió sin soltarlo del abrazo, hasta que el castaño lo hizo.

-aún hay cosas que preparar así que, bueno me voy.

-sí, yo te veré luego.

-Kisa       -dijo antes de que el otro se fuera        -te espero en la fiesta y no olvides llevar a tu primo          -asintió aun sonriendo y se fue, había sido aún gran día y… todavía no terminaba.

 

*******************************

-¡banzai!

Todos brindaron, al comienzo las cosas habían resultado muy extrañas y un poco incomodas ya que varios de los presentes nunca habían imaginado si quiera que estarían todos juntos ahí celebrando el cumpleaños del encantador Takano Masamune, sobre todo para Yukina y Yurei, pero había resultado relativamente sencillo ya que el artista estaba de excelente humor (al igual que Masamune) por lo que paso entre sus lindos novios, así que habían logrado mantener sus comentarios y miradas al mínimo y se divertían más de lo que habían planeado e incluso la felicitación y el abrazo resulto más sincero de lo que suponían. Por su parte el pianista tenía otras cosas en que pensar y eran más importantes que molestar a Takano; para empezar Yanase se había molestado más de lo que creyó en un principio, más que eso había hecho todo un drama y no quería escucharlo; al parecer el ojirojo no tenía intenciones de que nadie se entera d que había ‘’algo’’ entre ellos, y cuando Yurei quiso que hablaran para aclarar las cosas solo se dedicó a ignorarlo, estaban como al principio incluso peor, mucho peor.

-Yanase            -se acercó sigiloso después del brindis, sabía que el menor no lo mandaría directamente al diablo como esta mañana en medio de la fiesta, era claro que no quería llamar la atención.

-¿no entiendes que no quiero hablar contigo?              -hablaba bajo tratando de no parecer molesto         -no tenías ningún derecho Yurei, que tal si…                   -se acabó de un sorbo el contenido en su copa.

-¿si Chiaki se enteraba?, no hay que ser un genio para saber que se trata de tu adorable primito         -eso solo lo hizo enojar más, Yuu le dirigió una mirada cargada de ira ¿acaso se burlaba de él?

-¡si, el pastel!            -grito Chiaki emocionado interrumpiendo su ‘’conversación’’  cuando Ritsu lo trajo.

-es un pastel especial, ¿cierto Kisa?                 -dijo casualmente Masamune y paso uno de sus brazos por sus hombros y el otro por los de Ritsu                      -ya que fue hecho por personas muy especiales para mí           -lo había dicho al propósito ya que quería medir la reacción de Ritsu y comprobar por sí mismo que tan en serio iba la ‘’reconciliación’’ entre los menores.

Para sorpresa de todos los presentes (incluido Kisa), Ritsu solo asintió mientras sonreía e incluso había comentado que él y Chiaki habían seguido las instrucciones de Kisa y que se habían divertido mucho preparando el pastel juntos; Masamune de pronto se sintió más ligero y sonrió sinceramente, Yukina también lo hizo, al parecer por fin todo comenzaba a ir bien. Una hora antes de las 12:00 am todos se hallaban cantando y deseando un feliz cumpleaños al mayor de los hermanos Takano.

-¿te gusto tu regalo Nii-san?              -pregunto el ojiverde cuando llego su turno de abrazar a su hermano después de que los demás invitados lo hicieran y le dieran algunos obsequios, el mayor acaricio su cabello y lo abrazo fuertemente mientras susurraba en el oído de Ritsu para que solo lo pudiera oír el.

-me encanto, gracias Ritsu pero….            –un escalofrió recorrió la espalada del castaño cuando la juguetona lengua de Nii-san entro a su oído              -me va a gustar mucho más cuando estemos solos y tome mi regalo completo                  -cuando se separaron Ritsu solo desvió su mirada avergonzado y sonrojada, pero con una especie de curiosidad, deseando inconscientemente que la fiesta terminara más rápido.

Exactamente a las 12:00 destaparon otra botella y volvieron a brindar esta vez con motivo de desearse una feliz navidad, de nuevo hubo muchos abrazos y felicitaciones; las horas comenzaron a pasar rápidamente una tras otra en medio de las risas y la música, la tensión entre Kisa y Ritsu iba disminuyendo lento pero era evidente que al fin habían dejado cicatrizar varias heridas aunque inevitablemente gracias a ello el recuerdo permanecería, por lo contrario a Yurei le costaba cada vez más trabajo sonreír y fingir que se estaba divirtiendo pues cada vez que veía a Yanase ser sutilmente rechazado por Chiaki cada que intentaba acercarse, su rabia y frustración crecían, al menos el ojiazul era amable, no se podría decir lo mismo cada vez que Yanase lo rechazaba a él.

-¿discutieron?                -no le sorprendió escuchar la voz de su amigo a sus espaldas poco después de que saliera un momento a tratar de despejarse mientras todos seguían divirtiéndose en la fiesta, le sonrió con ironía a Yukina y acepto la copa que le ofrecía.

-discutir….              –tomo del vaso en sus manos                -Yanase está furioso por lo que paso esta mañana, no quiere que Chiaki se entere de que él y yo… no importa es solo sexo.

-¿Yurei?              -pregunto extrañado por las palabras de su amigo que había estado muy emocionado por el viaje además de sus expresión y el hecho de que no lo miraba cuando hablaba, Yurei nunca hacia eso.

-eso fue lo que me dijo antes de echarme de su habitación y exigirme que no volviera a molestarlo.

-¿se molestó tanto solo porque Ritsu los vio?

-también recibió un mensaje, al parecer su primo le preguntaba si era verdad que estaba saliendo conmigo, eso fue lo que lo hizo enojar más y me mando al diablo, ni siquiera pude preguntarle si el en verdad quería salir conmigo, aunque supongo que no importa es más que obvia la respuesta                    -arrojo lejos el vaso que ya se hallaba vacío.

-creí que… ya estaban saliendo.

-yo también, tuve muchas oportunidades de dejar las cosas claras ¿sabes?, pero no lo hice porque quería evitar esto y…

-¿piensas dejarlo así?

-¡NO!, no lo sé, no quiero hacerlo lo quiero demasiado para ello, Yanase es perfecto pero no quiero empeorar las cosas.

-¿Qué harás?

-no tengo ni idea…

 

De vuelta a la fiesta las cosas seguían igual, al menos en apariencia no porque no disfrutaran de la compañía o comenzaran a aburrirse pero algunos tenían mejores planes por ejemplo Masamune que tenía muchas ganas de que él y su hermanito celebraran en privado su cumpleaños o Hatori que también tenía planes para Chiaki esa noche sin mencionar el hecho de que el menor y se había pasado un poco con el alcohol (bastante más rápido de lo que considero)y se encontraba un poco mareado, incluso Yukina a quien le encantaba hacer sonrojar a Kisa así que desde hacía unos 10 minutos lo veía fijamente y lo ponía nervioso, casi desnudo ante la mirada de su primo.

-nos vamos Masamune        -Hatori fue el primero en hablar              -es tarde y Chiaki no está acostumbrado a tomar así que será mejor que lo lleve a acostarse                     -su amigo solo le asintió como respuesta y luego se acercó a Tori para recibir un último abrazo             -feliz cumpleaños Takano             -susurraba en su oído con un ligero tono de burla            -solo no te emociones con la celebración, Ritsu no disfrutara el viaje si no pude caminar por algunos días.

El ojimiel le dirigió una mirada seria pero sonrió de buen agrado y para desquitarse agrego en voz alta una vez que ya se habían separado.

-lo mismo digo ‘’Tori’’, no deberías aprovecharte de Chiaki toda la noche solo porque esta ebrio, con un par de horas basta.

La forma en que su amigo de ojos azules lo veía era seria casi helada pero también le sonreía, Yukina a pesar del leve rubor que apareció en sus mejillas no pudo contener del todo una ligera risa a diferencia de Ritsu y Kisa que se hallaban totalmente sonrojados.

-¡Nii-san!              -lo reprimió y dio un ligero golpe en su cabeza completamente avergonzado                -no digas esas cosas Hatori-san no es un pervertido como tú                   -el rojo en sus mejillas incremento cunado se escuchó un par de risillas mas        -etto… digo…

-jajjaja, no has cambiado en nada Ritsu siempre tan sincero                -esta vez fue Yurei             -nosotros también nos vamos                 -tomo la mano de Yanase sin que este se diera cuenta lo suficientemente rápido y pudiera evitarlo               -parece que tú y Takano van a estar muuuy ocupados                   -sujeto con más fuerza la mano del pelirrojo y se lo llevo de ahí antes de darle tiempo para reclamar.

 

************************

En un pasillo cercano al lugar donde se había celebrado la fiesta Yuu forcejeaba con Yurei para que lo soltara mientras le reclamaba por habérselo le llevado por la fuerza.

-¡que me sueltes, maldición!              -tiro con más fuerza de su brazo y casi consigue soltarse, casi.

-no Yanase, tenemos que hablar; no quiero terminar contigo y sé que tú tampoco quieres                   -tomo su rostro con delicadeza estaba a punto de besarlo cuando escucharon voces que provenían del otro lado el pasillo.

-¡Yukina! ¿Podrías esperar a que llegáramos a la habitación? Además… metiste tu lengua…             -eran su amigo y su primo, Yanase sintió un extraño alivio.

-Yanase            -llamo de nuevo su atención            -¿en verdad tú quieres terminar conmigo?

No le dio tiempo a contestar porque de nuevo algunos ruidos en el pasillo llamaron su atención y esta vez no eran Yukina y Kisa, los ojos rojos de Yuu se humedecieron al notar que se trataba de su primo y ese insoportable entrometido de Hatori Yoshiyuki. Tori llevaba en su espalda a Chiaki ya que este se encontraba demasiado mareado y estaba muy juguetón con el mayor. Yuu apenas podía soportarlo.

-en serio Chiaki si sigues haciendo eso vas a caerte               -reclamo al sentir de nuevo cosquillas en su cuello.

-pero no puedo caerme si me estas cargando además no es mi culpa que Tori sea tan sensible              -rio ligeramente una idea, muy buena según él se cruzó por su mente en ese momento.

-ahhg! ¡Chiaki!          -gimió levemente y se paró en seco cuando la húmeda lengua de su inocente novio recorrió el largo de su cuello y termino con una pequeña mordida en la nuca.

-jajjaja nee Tori-chan, ¿es verdad lo que dijo Takano-san?, ¿en verdad te vas a aprovechar toda la noche de mí?                    -el mayor lo bajo de su espalda sorprendido y lo volteo  a mirar totalmente confundido ¿Chiaki?                  -jajjjaja Toro ¡sí que eres sensible!              -Yoshino comenzó a reír más y más fuerte.

-¿te gustaría que lo hiciera Yo-shi-no?                -lo pego en una de las paredes del pasillo que solo era iluminado por la luna, eso lo susurro en su oído provocando que liberadamente su aliento chocara con el cuello del menor, lo beso lenta y sensualmente acariciando con su lengua el interior de la boca de Chiaki, haciéndolo estremecer             -vamos a la habitación            -susurro en su oído haciendo que su aliento chocara con el cuello del menor que asintió sonrojado y con su mirada hacia abajo, ya no se reía.

 

Desde la posición en la que se encontraba Yuu no podía escuchar lo que decían pero estaba seguro de que no era nada bueno, el cambio tan drástico en la actitud juguetona de su primo,  el rojo en sus mejillas y su cuerpo temblando ligeramente le decían que no, pronto el ambiente se sentía más caliente con cierta electricidad que enviaba una corriente por su espina dorsal hasta su cerebro; estaba furioso y asustado, de un momento a otro lo supo y no le gustaba en lo más mínimo el descubrimiento...Chiaki...no...él no podía... Si no era con el... ¡no, maldición!

Debía detenerlos, con sus ojos rojos ardiendo y una firme idea en su cabeza se dispuso a detenerlos para evitar que pasaran juntos otra noche, sin embargo algo lo detuvo: Yurei aun lo sostenía de la muñeca, lo miro directamente y se dio cuenta de que esa corriente provenía de sus ojos azules que lo observaban intensamente. Iba a pedirle que lo soltara pero entonces se vio bruscamente recargado contra una de las paredes del pasillo y sus labios fueron sellados por la boca del otro antes de que pudiera hablar...Yurei... El pianista lo estaba besando y lo hacía muy bien, el sabor de su saliva y su hábil lengua recorriendo deliciosamente su boca era demasiado, lo mareaba, lo confundía, sin darse cuenta lo abrazo por el cuello y enredo sus dedos en su negro cabello, ¿que se supone que debía hacer?, una de las manos del mayor lo abrazo fuertemente por la cintura, la otra subía por su pecho haciéndolo estremecer aún encima de la camisa.

 

*********************

-ahh!         -suspiro e inconscientemente comenzó a mover sus caderas, se hallaba sentado sobre las piernas de Tori compartiendo un beso húmedo y profundo, sus manos subían y bajaban inquietas por la espalda del mayor solo quería calmar sus ansías que crecían, no tenía la intención de provocarlo pero lo estaba logrando.

Tori temía no poder controlarse, sabía que el menor lo volvía loco aun sin proponérselo incluso las caricias y su actitud "seductora" de hace unos momentos no eran más que un juego y era precisamente eso lo que más lo más le fascinaba y frustraba a partes iguales esa inocencia tan ingenua,  casi infantil lo provocaban más que cualquier otra cosa, no era la primera vez que Chiaki lo llevaba al borde de sus propios límites, en realidad hacia mucho que deseaba devorarlo lentamente y ya lo habría hecho de no ser por Chinatsu, esa entrometida siempre arruinándolo todo, para empezar su noviazgo con el ojiazul aún seguía siendo una especie de secreto sin mencionar la constante barrera psicológica entre ambos y es que aunque Yoshino no lo dijera todavía se sentía culpable por haberle quitado el novio a su hermanita, era por eso que llevando su autocontrol a niveles que no creía poder alcanzar, había ido en contra de todos sus instintos y deseos; no quería presionar al menor y asustarlo pero, ¿hasta cuándo podría?, no era solo lujuria vacía y lo sabía (aunque si estaba presente) pero no por eso sus deseos de hacerlo suyo por fin disminuían.

Separo sus labios de los del ojiazul que permanecía con los ojos cerrados por un momento y saco su lengua para acariciarlos y hacerla bajar con lentitud por el largo de su mejilla y cuello hasta su clavícula sintiéndolo estremecer con cada una de sus  caricias.

-eres tan sensible             -dijo con un ligero tono juguetón y de burla por lo que el menor había hecho con él en el pasillo            -me fascina....

-ahhh ¡Tori! De...detent....               -lo sintió temblar en sus brazos y abrió sus ojos por completo.

"Te aprovecharas de Chiaki toda la noche" eso era lo que Masamune había dicho, solo era un chiste estaba consciente de ello pero ya no se sentía tan seguro...se iba a aprovechar de Chiaki... ¿Aprovecharse? Lo miro aun con los ojos cerrados y temblando ligeramente, estaba sonrojado pero no podía estar seguro si era por la situación o el alcohol, tal vez ambas pero ese no era su estilo...

Volvió a besarlo y rodeo su cadera haciendo girar sus cuerpos y provocando que el del menor quedara debajo del suyo, dejo sus labios y fue directamente a quitar sus pantalones, Chiaki permaneció todo el tiempo con los ojos cerrados no protestaba y lo único que salía de sus boca eran ligeros jadeos y suspiros entrecortados.

-Chiaki               -acaricio una de sus mejillas y depósito un suave beso en su frente         -descansa            -lo vio respirar más profundamente y pensó que ya estaba dormido, necesitaba un poco de aire para alejar ciertas ideas de su cabeza.

Sintió que algo lo detenía cuando estaba en camino hacia la puerta, giro un poco su cuerpo y miro hacia atrás, hincado sobre la cama, con la mirada baja y cubriendo su rostro con su cabello Chiaki lo sostenía de la camisa, evitando así que se fuera.

-¿Yoshino?

-¿no...no vas a...con…continuar?         -su voz no era más que un ligero susurro que temblaba, aun así intentaba sonar segura.

-¿que?           -no era que no lo hubiera escuchado, era solo que no estaba seguro de haberlo hecho correctamente     -jajjaja, el idiota de Masamune solo estaba jugando y...

-no me molestaría... Si… es Tori....

-Chiaki                  -el menor seguía sin mirarlo           -¿estás seguro?              -asintió, Hatori suspiro y se sentó al lado de él.             -está bien Chiaki no quiero presionarte y tú no estás completamente consciente ahora.

-¡no me trates como a un niño!        -el mayor lo miro seriamente Yoshino supo que debía decirlo todo.        -no quiero que Tori se aburra de mí y...  Como Kisa y Ritsu, ellos ya....         -enrojeció completamente.          -no quiero que Tori me deje solo porque yo no….

-tonto              -lo abrazo y comenzó a reír, eso hizo enojar al pequeño, él estaba ahí siendo honesto y dispuesto a entregarle su cuerpo y el otro solo se reía de él.

-¡déjame!         -intento alejarse pero el otro no lo soltó provocando que ambos cayeran en la cama.        -sólo vete                      -trato de sacárselo de encima.

-no, escucha; no pretendía burlarme de ti es solo que eres tan tierno y lindo, tontamente lindo.

-¡¿que?!        -en lugar de molestarlo eso solo lo hizo enrojecer más.

-¿en verdad pensaste eso?        -preguntó ya más serio como respuesta Yoshino solo desvío sus ojos azules de los suyos.               -mira, la verdad es que si me gustaría y mucho pero ya lo dije no quiero presionarte y no te dejaría por algo como eso, solo estas confundido porque no estás acostumbrado a beber y te sientes mareado.

-no Tori, es cierto que no estoy acostumbrado pero no me subestimes, ni yo me emborracharía con una cantidad tan patética de cerveza, solo pensé que.....         -¿a dónde se había ido su valor?, muy probablemente se fue junto con el enojo, de nuevo estaba muy avergonzado sorprendido de sí mismo al decir algo tan...tan...si bien era cierto lo que la había dicho a Hatori, omitió una parte y era su propia curiosidad ante lo que le habían contado sus amigos mezclándose con lo que el mismo sentía cada vez que estaba con el mayor como hace unos momentos.        -está bien si es Tori yo....te quiero mucho...de verdad...te quiero.

Eso último lo susurro, hincado sobre la cama su rostro ardía cuando Hatori tomó con gentileza sus mejillas y levantó su rostro con delicadeza haciendo que lo mirará, dejo que sus ojos se conectarán por un instante y luego lo beso, despacio se tomó su tiempo para no dejar ni un centímetro de sus labios sin recorrer,  aún no soltaba su rostro cuando lo atrajo más hacia sí y profundizó el beso introduciendo su ansiosa lengua en su boca, le encantaba el sabor de su saliva mezclándose con la suya. Se acomodó mejor sobre la cama y recargo su espalda contra la pared, arrastro el cuerpo de Chiaki junto con el suyo provocando que quedara sentado sobre sus piernas, metió una mano dentro de su camisa y acaricio toda su espalda, Chiaki solo se aferró más a él y tembló escondiendo su rostro en el cuello del mayor.

-Yoshino, ¿estas asustado?

Ajenos al mundo fuera de esa habitación, ¿cómo podían siquiera imaginar que alguien estaba escuchándolos?

Chiaki asintió contra su cuello antes de armarse de valor.

-no importa Tori, bésame                   -lo susurro en su cuello provocando que sus aliento tibio chocara con este, otra acción sin intención que le fascino a Hatori.

-déjame quitarte el miedo Yoshino                     -tomo sus manos y las metió dentro de su camisa, hizo que viajaran desde su vientre por todo su pecho hasta donde se hallaba su corazón.        -también estoy asustado.        -confeso y el menor lo miro confuso, sus ojos se cristalizaron cuando sintió los rápidos latidos a través de la palma de su mano        -te amo.

Por un segundo Chiaki dejo de respirar abrió sus ojos y por primera vez se atrevió a mirar a los de Tori, nunca antes se lo había dicho. Los ojos de la persona fuera de la habitación también se abrieron expectantes.

"Por favor, Chiaki, por favor no"

-yo también te amo, Tori.

 

**************

Lo tenía recargado contra la pared mientras devoraba sus labios, sus manos ansiosas trataban de desabrochar su camisa rápidamente, tan pronto habían llegado a la habitación acorralo al menor.

-ahhh!! Nii-san...mhhh espera       -trato de separarlo.

-no quiero esperar                 -quito las manos que sin fuerza trataban de empujarlo de su pecho y las colocó en la pared a cada lado en su cabeza.        -y sé que tú tampoco quieres              -empezó a lamer su cuello.

-suspiro.       -Nii-san, por favor espera, tengo que...ahh...tengo que darte tu regalo.

-pensé que ya lo habías hecho, además tengo ahora mismo el mejor regalo de todos y mi favorito y planeó disfrutar de el un laaaargo tiempo                   -sonrió y el pensar en lo que había dicho tiño de rojo el rostro del ojiverde.

-por favor Nii-san, ¿sí?                  -el pelinegro bufo pero aun así aceptó, con la advertencia de que no lo iba a dejar escapar así que sería mejor que no lo intentara.         -de todas formas no planeaba a hacerlo                        -agregó avergonzado Ritsu después del "aviso"

Masamune se sentó en la cama, no tenía ni dos minutos desde que el castaño se había ido y aun así comenzaba a desesperarse, ya que a pesar de que había disfrutado la fiesta, esta estaba muy lejos de su plan inicial de como pasar su cumpleaños y moría de ganas de hacer suyo una vez más a su pequeño hermanito y comenzar con la verdadera diversión.

-Nii-san, cierra los ojos                        -pidió el menor desde la entrada, el ojimiel lo miro serio pero tenía curiosidad así que accedió a hacerlo, Ritsu entro al cuarto y se acercó a el              -felicidades Nii-san yo...lo hice para ti.             -Masamune abrió los ojos y vio por unos instantes el pequeño pastel de chocolate y con fresas que un sonrojado Ritsu le ofrecía si verlo directamente.

-un pastel....

-el de la fiesta lo hicimos entre los tres y la mayor parte del trabajo fue de Kisa y Chiaki, porque yo estaba ocupado haciendo este                       -explicó aun sin verlo.                   -quería darte algo especial, así que lo hice yo solo.             -Masamune tomo el pastel y decidió probar con uno de sus dedos el chocolate.          -no, no sé si está bien pero, espero que te guste.        -comenzó a jugar nerviosamente con sus dedos ansioso por la reacción de su hermano al probar el pastel, Masamune lamió el chocolate de su dedo.

-esta delicioso          -lo miro fijamente

-no, tienes porque mentir           -dijo cabizbajo.

-es en serio.          -lo invitó a sentarse a su lado en la cama.                -¿quieres probar?             -antes de que el castaño pudiera contestar Masamune había batido un poco del chocolate en sus labios y lo besaba mientras que con su lengua saboreaba el sabor del chocolate.         -¿ves? Te lo dije: delicioso.              -completamente rojo cubrió con una mano su boca mientras una sonrisa con cierto toque de malicia se cruzaba en los labios del mayor           -de hecho me gustó tanto que deberíamos "comerlo" ahora mismo, ¿no crees?

-¿eh?            -preguntó inseguro, conocía demasiado bien esa sonrisa y es que a veces Nii-san podía ser tan pervertido.

-como dijiste es un regalo especial, así que lo apropiado seria hacerlo de una manera especial, ¿verdad?

-e eso creo, pero no entiendo como...

-shhh          -metió una de las fresas en su boca.       -tu sólo relajante y deja que Nii-san se encargué; no, no, no.         -indico antes de que Ritsu mordiera la fresa.       -debes lograr mantenerla completa en tu boca hasta que yo te diga lo contrario, tranquilo.                     -pidió al notarlo ligeramente nervioso                 -es solo un juego y si ganas al final te daré un premio.

Inseguro aun pero sintiendo más curiosidad que otra cosa, Ritsu accedió, Masamune sonrió de medio lado y antes de recostarlo sobre la cama cubrió los ojos del menor con uno de los listones que adornaban sus obsequios, el castaño se vio tentado a soltar la fresa para preguntar qué pasaba pero no lo hizo, sólo dejo que continuara y sintió como ya estando acostado Nii-san se posicionó sobre él.

-¿listo?        -con la fresa a mitad de sus labios y la improvisada venda en sus ojos Ritsu asintió con la repentina convicción de que no perdería, después de todo era parte del regalo de cumpleaños de Nii-san y no debía decepcionarlo.

Pasaron unos instantes sin que el ojimiel hiciera nada y eso ponía al menor sumamente nervioso y ansioso, hasta que sintió un tibio aliento susurrar en su oído.

-vamos a comenzar hermanito...

-ahhh mm…        -la tibia humedad de una traviesa lengua ingreso en su oído, después salió y lo recorrió por fuera hasta el lóbulo el cual mordió con sutil sensualidad, la lengua continuó con su recorrido por toda su mejilla pasando por debajo de su labio inferior hasta su cuello donde se quedó jugando un rato; mientras tanto sus manos desabotonaban lentamente uno a uno los botones de la camisa del menor al mismo tiempo que acariciaba su piel.

-ahh Nii...       

-vamos Ritsu, no debes hablar, recuerda que no debes morder la fresa ni sacarla de tu boca o perderás.     -lo dijo sin despegar la boca de su cuello.

-¡¡¡Mmgh!!!       -Masamune lo mordió y subió de nuevo por su rostro entre besos, observó con atención la fresa.

-lo estás haciendo muy bien ototo, ¿sabes lo deliciosa que se ve esa fresa?, entre tus labios...debe estar llena de tu saliva y  una ligera marca de tus dientes, me pregunto si... ¿podemos hacerlo más difícil?

Deslizó una de sus manos por su pecho, Ritsu podía sentir su calor descendiendo aunque no lo estaba tocando, se detuvo justo sobre el cierre de sus pantalones, la respiración del castaño se hizo más lenta mientras esperaba por lo que Nii-san haría a continuación, estaba tan ansioso que pudo escuchar como desabrochaba el botón y poco a poco bajaba el cierre.

-ahhh.       -Ritsu sintió algo frío en el vientre, se estremeció de alguna forma la venda en sus ojos lo hacía más sensible, se sentía indefenso pero no en peligro, la sensación fría también llegó a su pecho, ¿era pastel?

Masamune empezó a quitar con la lengua los pequeños trozos de pastel que había colocado en el cuerpo del ojiverde, lamió,  beso y mordió aún después de haberlo dejado limpio; Ritsu estaba resistiendo demasiado bien hasta este momento pero planeaba llevarlo al límite, sin que el menor lo esperara sintió una mano cerrarse alrededor de su erección.

-¡nnnhn!                      -¿cuándo se había puesto tan duro?

El mayor sonrió satisfecho, de la comisura de los labios de su pequeño hermano salió un hilo de saliva mezclado con lo que parecía ser el jugo de la fruta, se acercó a lamerlo, Ritsu se estremeció, la mano de Nii-san había empezado a masturbarlo, subiendo y bajando por todo su miembro primero muy lentamente y después con velocidad casi frenética.

-mmm ahhh do puodo.   (Recuerden que tiene una fresa en la boca)

Siempre había considerado muy vergonzoso gemir (sobre todo muy alto) delante de Nii-san aunque a veces no podía evitarlo y ahora, no podía liberar esas ansías, deseaba gritar lo bien que se sentía, cuanto lo disfrutaba , desquitar con la maldita fresa su frustración y partirla por la mitad pero eso significaría perder y no quería hacerlo ¡no podía fallarle a Nii-san!, pero estaba a punto, podía sentir como con cada rose de la mano de su hermano su erección crecía, sus dientes comenzaron a presionar con un poco de fuerza la fresa debía aguantar pero...una corriente eléctrica sacudió su cuerpo, esa humedad que recorrió desde la base de su miembro hasta la punta era....era la lengua de Nii-san, conocía la sensación de esa traviesa lengua a la perfección, había recorrido su boca en incontables veces pero nunca había hecho...Nii-san jamás...

-ahhh.       -ese gemido fue mitad placer mitad frustración incluso un alivio, justo cuando estaba a punto de rendirse y morder la fresa para liberarse por fin la lengua del ojimiel se apartó al igual que sus manos. Era demasiado Ritsu casi podía romper las sábanas de la cama las cuales estrujaba entre sus manos tratando de desquitar con ellas todas las intensas sensaciones que recorrían su cuerpo, sus nudillos estaban blancos debido a la fuerza con la que cerraba sus manos, la fresa aún seguía casi intacta aunque bañada en saliva.

-no creíste que sería tan fácil, ¿verdad Ritsu?

Masamune deshizo el fuerte agarre de las manos del castaño con las sábanas y las entrelazo con las suyas, de nuevo se posicionó sobre él.

-aunque no lo creas esto también es muy difícil para mí, si la fresa sigue entre tus labios no puedo besarte                            -explico y mientras hablaba recorría con su rostro el pecho del castaño para hacerlo estremecer con su aliento             -así que tendré que distraerme con algo más…

-mmmmgh          -sujeto con más fuerza las manos de Nii-san y por reflejo elevo su pecho al sentir la tibia boca de su hermano en uno de sus pezones.

Los degusto lenta y sensualmente primero concentrando su atención en uno y después en el otro hasta dejarlos lo suficientemente duros según su criterio, los recorrió una y otra vez con su lengua: rodeándolos, lamiendo por toda su extensión, utilizaba sus dientes de vez en cuando y succionaba; le encantaba llevar al menor al límite y verlo suspirar y gemir de placer sabiendo que él era la causa, pero era cierto lo que dijo; sus propias ansias por poseer a Ritsu y su ya desde hacía un rato duro miembro comenzaban a desesperarlo, exigiéndole su propio placer y atención así que debía terminar con esto y rápido, debía admitir que Ritsu era mucho más resistente de lo que había previsto pero aun así ya había perdido y el juego se acababa ahora.

Soltó sus manos aunque el ojiverde puso resistencia había logrado que lo soltara y sin basilar las dirigió a su cuerpo, paseándose por su pecho y haciendo que se detuvieran a jugar en sus ya sensibles y ahora rojos pezones, Ritsu se retorcía ante las caricias, ¿Cuánto duraba el juego?, ya no estaba seguro de poder aguantar por mucho tiempo.

-mmahh!!!                       -otra vez la lengua de Nii-san en su miembro pero esta vez hacia algo más que solo lamerlo, el pelinegro había metido la erección de Ritsu en su boca y eso lo había tomado completamente desprevenido, ¡no se lo esperaba! Pero ahí estaba un delicioso calor rodeando su miembro que entraba y salía de la boca de Masamune  una y otra vez hasta el fondo de su garganta, jamás había experimentado algo así y era tan vergonzoso y placentero, si…si Nii-san continuaba haciendo eso…         -¡Ahhh.. Nii-san!

No pudo contenerse más, las sensaciones en su cuerpo eran increíblemente placenteras y la venda en sus ojos no hacía más que aumentar su eficacia y excitarlo, fue algo inconsciente antes de que pudiera notarlo había mordido la fresa segundos antes de su orgasmo y había deslizado casi entero el trozo de fruta por su garganta solo para gemir mientras se corría, se mantenía con los ojos cerrado aun a pesar de que los tenia vendados, recuperándose de lo que acababa de pasar mientras se hacía a la idea de que había perdido.

Masamune se levantó y lo miro desde arriba, había rastro de semen en el vientre del castaño y la comisura de sus labios, quería comprobar si Ritsu era más dulce que el pastel que le había regalado (el cual se mantenía casi intacto y con solo algunos trozos faltantes en el buro al lado de la cama)

-que dulce           -pronunció al terminar de saborear lo que se hallaba en sus labios, esas palabras hicieron que Ritsu enrojeciera y aunque seguía con los ojos vendados podía adivinar que Nii-san no se refería precisamente al pastel.

-¡pervertido! Nii-san cómo pudiste hacer algo tan....vergonzoso…           -agradeció no haberlo visto.

-jajaja            -se acercó a él y quito la improvisada venda                   -¿así que crees que soy un pervertido?       -el menor asintió incrédulo mientras observaba a Masamune tomar en uno de sus dedos un poco del casi transparente líquido que aún quedaba en su cuerpo y llevarlo hasta su boca, donde lo lamió lentamente antes de introducirlo y saborearlo por completo ante unos atentos y avergonzados ojos verdes que muy a su pesar lo miraban con atención             -entonces tú lo eres tanto como yo.        

Reto con una nueva idea cruzando por su mente, hacia horas que había dejado de ser su cumpleaños pero debía aprovechar bien su regalo (y esta vez tampoco se refería al pastel) y lo creativo que estaba; solo debía desinhibir un poco más a Ritsu, derrumbar poco a poco la barrerás que aún existían entre ellos, ¿que como sabia de ellas? Fácil tuvo que haberlo escuchado por sí mismo para creerlo, de lo contrario no se habría dado cuenta (muy probablemente) y es que a pesar de que pensó que ya habían superado sus miedos y el tabú de ser hermanos, al menos entre ellos, Ritsu aún estaba asustado, se le hizo difícil creerlo ya que había sido el mismo castaño el que lo orillara a aceptar sus sentimientos pero estaba seguro de lo que había escuchado unos días antes de partir a Sapporo.

Flash Back:

Ese día Ritsu estaba molesto con él por cierto incidente que había ocurrido en la mañana y había decidido no hablarle, una medida muy exagerada desde su punto de vista porque ¡no era su culpa!: Se hallaba sentado junto con el castaño en uno de los sillones de la sala frente al televisor el cual fingían ver desde hace unos minutos desde que su madre se había ido y el tenia mejores planes para la mañana de su Sábado que ver esa aburrida película así que sin previo aviso comenzó a besar su cuello y metió la mano dentro de la holgada playera del ojiverde, este le había pedido que se detuviera argumentando que su madre podía regresar en cualquier momento y que si quería hacer "algo" debían hacerlo en alguno de sus cuartos con llave, Masamune sabía que debían ser precavidos pero a veces creía que su hermano menor exageraba, sus padres ya se habían ido a trabajar así que ¿cuál era el problema? Además (y debía admitirlo por más pervertido, incluso morboso que se escuchará ~y fuera~), el peligro de ser descubiertos era excitante, no era que realmente le gustara que un día mami y papi se enteraran de la clase de juegos entre hermanos que practicaban su lindos hijos pero la sensación de adrenalina que la idea le provocaba era placentera y muy excitante, amaba a Ritsu eso era verdad y no solo porque fuera su hermano, le gustaban cosas dese como tocaba el violín (aunque nunca había sido un gran admirador de la música clásica), los berrinches que solía hacer, su personalidad, su cuerpo, cada vez que se sonrojaba por algo que el hacía o decía, incluso el cómo respiraba entre sus brazos cuando cansado caía dormido a su lado después de una larga y grata noche de juegos, sin embargo debía reconocer que Ritsu tenía la razón; él era un completo pervertido porque… el lazo sanguíneo que compartían solo hacia las cosas más interesantes en muchos aspectos, la culpa que sintió (o creyó sentir) había desaparecido una vez había aceptado que lo amaba porque en ese momento se dio cuenta de que ‘’la culpa’’ era un sentimiento autoprogramado para condenarse por sus deseos prohibidos y pecaminosos e incestuosos sentimientos, necesitaba convencerse de que era algo inconcebible, debía sentirse mal por ello para evitar caer en la tentación pero al final ni siquiera eso lo había detenido así que decidió que no tenía por qué cargar con algo que en realidad nunca había sentido, él amaba a Ritsu y Ritsu era su hermano y el único problema que tenía con ello es que si alguien que no debía, que no entendería (como sus padres) se enteraban podrían separarlos, eso era lo único que en verdad le importaba con respecto a su relación. Pero volviendo a lo que paso esa mañana. Por primera vez lamento no haberse detenido cuando su ototo se lo pidió ya que justo en el momento en que su lengua jugaba en el cuello del castaño y su mano había descendido de su pecho a su miembro, su madre abrió la puerta preguntando si habían visto un folder con pales importante para… no había escuchado la mitad de lo que había dicho, toda su atención y su mirada se centraron en el folder de color beige y sin aparente importancia que se hallaba en la mesa de centro justo en frente del sofá donde él y Ritsu se hallaban, fue todo un idiota lo supo y no tardó mucho en darse cuenta pero su primera reacción había sido quedarse estático solo observado ese fólder, hasta que Ritsu aterrado de ser descubiertos así se paró y tomo el maldito folder para dárselo a su mamá antes de que esta entrara a la sala.

-gracias, estaba en problemas sin esto            -Sayuri le sonrió al menor de sus hijos y este intento corresponderle el gesto pero la ‘’sonrisa’’ que le mostro a su madre rozaba el pánico       -¿Por qué tienes el cuello tan rojo Ritsu?             -¡demonios! ¿y si se daba cuenta de que ya no tenía puesto el short ni su ropa interior?, al principio le pareció buena idea levantarse y darle el mismo el maldito folder, sobre todo porque Nii-san al parecer no tenía planeado reaccionar pero ya no estaba tan seguro de eso, tal vez podría explicar el porqué de su semidesnudes e incluso inventar una excusa medianamente creíble pero, como explicaría su…excitación… que incluso en un momento así no se había ido del todo (uno de los inconvenientes de ser un hombre)                  -¿te sientes bien hijo, tienes fiebre?               -un sudor frio recorrió su cuerpo cuando Sayuri lo llamo así y poso la mano delicadamente en su frente para revisar su temperatura        -estas helado…

-eh…etto yo…

-¿Ritsu?

-yo…yo no…. No pude dormir bien anoche y me dolía el cuello así que intente darme un masaje pero creo que solo lo empeore      -rio nerviosamente y rasco su nuca, era le excusa más patética que pudo inventar pero fue lo único que se le ocurrió, no quería insultar la inteligencia de su madre pero ¡por favor, que le creyera!

-estas seguro de que….              –un milagro, era lo único que pedía y entonces como si sus plegarias hubieran sido escuchadas el celular de la abogado sonó       -¿hola? ….si claro la junta lose…si…voy para allá               -se sintió sumamente aliviado             -¿seguro de que no pasa nada Ritsu?             -Sayuri le pregunto seria, había algo extraño en esa situación, era como si le estuviesen ocultando algo y… ¿en dónde estaba Masamune?             -¿y tu hermano?

-él…él está…                    -otra vez sonó el celular de su madre, no estaba del todo convencida pero debía irse.

-¿Ritsu?

-no, es nada en verdad me siento bien                     -la mirada qué le dirigía la castaña le decía que no le creía del todo.

-está bien            -dijo por fin, debía irse               -deberías pedirle a tu hermano que te ayude con tu problema, nos vemos más tarde         -diciendo esto tomo sus llaves y partió, por un segundo Ritsu no comprendió ¿pedirle ayuda a su hermano con su problema?, su madre no podía estarse refiriendo a… ¡no, que tonto!, a lo que Sayuri se refería era su supuesto dolor de cuello.

Después de que escucharon la puerta cerrarse de nuevo, Ritsu siguió parado en el mismo lugar agradeciendo por su buena (o no tan buena) suerte y unos minutos después, Nii-san llego hasta donde estaba y con ganas de terminar con lo que dejaron pendiente intento bromear con el castaño pero este solo lo miro de una forma asesina y lo mando directo al diablo gritándole que era un idiota pervertido y que no quería que le dirigiera la palabra al menos lo que quedaba del día. Ya eran casi las ocho de la noche y Masamune en algún punto de la tarde se había quedado dormido, fue directo a buscar a sus padres y al notar que no estaban pensó que tal vez se habían ido a cenar o algo, ‘’mejor’’ pensó debía hablar con Ritsu y el que se repitiera algo como lo de la mañana solo empeoraría las cosas, al no ver al castaño en la sala se dirigió a su cuarto pero antes de abrir la puerta escucho voces dentro, al parecer su hermanito tenía una visita inoportuna… No era muy de su estilo y no quería que pasar por lo que Ritsu cada vez que decidía escuchar sus conversaciones, pero la curiosidad siempre era más fuerte…

-¿por eso estabas tan molesto cuando llegue?            -ese era…Chiaki.

-¡sí!, no puedo creer que a Nii-san no le importara que mamá caí nos descubre así…

-bueno pero no paso, solo deben ser más cuidadosos        -así que el amigo de Ritsu lo sabía, eso no lo sorprendió tanto como el hecho de que parecía n0 juzgarlo y que por el contrario le estaba aconsejando acerca de cómo tener una buena relación incestuosa, pero eso tampoco debía impactarlo tanto después de todo Chiaki era el chico que de alguna forma le había quitado el novio a su hermana.

-ese es el problema, Nii-san y yo… ¿Por qué teníamos que ser hermanos?              -las palabras del ojiverde impactaron a las dos personas que lo escuchaban         -ser cuidadosos y silenciosos ocultándonos todo el tiempo, porque somos hermanos y esto está mal, porque si mamá o papá se enteran.

-pero a pesar de eso lo hiciste….            –ese fue un golpe bajo para Ritsu, eso era cierto esa noche no le importó el lazo sanguíneo que los unía ni todos los años en los que habían crecido juntos solo como hermanos, se había metido en su cama y a la mañana siguiente había luchado por mantenerse ahí y reclamar como suyo el título de amante y Nii-san se lo había permitido, incluso seguía llamándolo Nii-san todo el tiempo y no solo para aparentar, hasta cuando lo hacían, antes de que su madre llegara había gemido ‘’Nii-san’’ en el oído del mayor mientras este lo masturbaba…era un jodido enfermo…

-¿y si no…fue buena idea Chiaki?

-¿piensas terminar lo que tienen…?

-¡No! Lo amo Chiaki y por fin tengo lo que quería, al fin Nii-san es mío pero de alguna forma es peor que antes, si lo pierdo si nos descubren va a ser definitivo, antes al menos podía tenerlo cerca…

Fin del Flash Back.

A pesar de lo que se pudiera pensar a Masamune de verdad le preocupaba el ser descubiertos, ese día por primera vez había experimentado el pánico en estado puro y aun así había encontrado la situación excitante, lo cual era una tontería pero el hecho de no ser descubiertos le había dado la placentera satisfacción de haber jugado contra el peligro y haber salido victorioso, pero no era ningún idiota obviamente había aprendido la lección y si, era más cuidadoso (ahora solo jugaban en su habitación y de vez en cuando en el baño, además de besos y caricias insinuantes por toda la casa cuando estaban solos pero nada más), lo que en verdad le preocupaba era el miedo oculto de Ritsu y la posibilidad de que este se precipitara a terminar su relación si seguía intentando afrontarlos solo como hasta ahora, tenía un plan para ello y era muy simple, solo debía demostrarle al castaño que el hecho de que fueran hermanos no era algo negativo si no al contrario, era obvio que se pertenecían por eso desde el comienzo habían estado juntos, solo debía hacer que como el, Ritsu descubriera el lado romántico y sensualmente erótico que tenía el hecho de que fueran hermanos, se rio de sí mismo, el hecho de verlo el ‘’lado positivo’’ al incesto solo confirmaba lo que su hermanito le había dicho un sin número de veces, era todo un pervertido, pero a él le gustaba y podría apstar que a Ritsu también.

-¿Nii-san?          -llamo su atención al notarlo de pronto serio, luego el mayor volvió a dirigirle la misma sonrisa con la que había iniciado todo         -¡yo no soy un pervertido como tú!         -se defendió de la anterior declaración del pelinegro.

-¿seguro?, porque parecidas muy feliz con todo lo que hacíamos  hace un rato, el rostro de Ritsu competía con el rojo de las fresas.

-yo…yo no hice nada fue Nii-san el que…

-pero tu parecías totalmente dispuesto hasta llegar al final con el juego y ganar        -le recordó, el castaño bajo su mirada y por primera vez fue consciente de que él ya se hallaba totalmente desnudo y Masamune conservaba toda su ropa puesta                  -¿Qué es lo que te gusto más del juego ototo?              -le gustaba ver el estremecimiento de su hermano cada vez que lo llamaba así en situaciones como esa              -la fresa tan tentadora en tus labios, el sentirte indefenso gracias a la venda o…            -otra vez esa persistente sonrisa solo que esta vez tenía un tono más oscuro              -el hecho de que quien te estuviera haciendo todas esas cosas divertidas y húmedas fuera tu…hermano mayor…          -Ritsu lo miro sorprendido por un momento y luego su mirada se entristeció.

-Nii-san no…digas esas cosas por favor                   -lo había estado pensando desde hace un tiempo el que su hermano, el que Masamune dijera ese tipo de cosas en ese tipo de situaciones, no le resultaba del todo incomodo o desagradable pero…no era correcto, era hipócrita nada de lo que hacían era correcto y aun así quería conservar a Nii-san, no podía decir lo mismo de la culpa.

-deberías ser más sincero contigo mismo          -lo abrazo por la espalda, el menor permitió que lo hiciera            -tú me diste valor ¿sabes?, al principio de todo esto parecías tan decidido que hiciste que aceptara algo que me negué a mí mismo desde que tenía 14; te amo y no me importa el hecho de que seas, mi hermano en realidad no podría desear que fuera de otro modo, se sinceró contigo mismo; te excita que seamos hermanos.

-¡¡¡Nii-san!!!

-¿lo ves? Continúas llamándome así todo el tiempo.

-tu dijiste que no te molestaba              -ahora quería volver al juego, esas ansias que quemaban su cuerpo eran mucho mejores y ciertamente más placenteras que esta conversación.

-no lo hace            -era hora de comenzar, empezó  repartir suaves besos por su nuca               -¿sabes cuál es el problema?               -el ojiverde negó entre pequeños suspiros, cada parte en su cuerpo que Masamune tocaba ardía satisfactoriamente, la incomparable sensación de estar entre los brazos de Nii-san, de que Nii-san le hiciera el amor               -no quieres deshacerte de la culpa                -dejo de mimar su cuerpo y tomo su rostro, haciendo que lo viera directamente a los ojos              -¿están terrible para ti que estemos juntos?

Lo beso dulcemente y sin prisa, solo un sutil rose entre sus labios, cuando se separaron Masamune pego su frente a la del menor sin soltar sus mejillas, sus alientos chocaban, Ritsu no le devolvía la mirada, ¿Cómo es que Nii-san se había dado cuenta de sus dudas?, si él se esforzó por mantenerlas ocultas, Masamune tenía razón en…todo lo que había dicho y Ritsu no tenía la intención de perderlo quería estar por siempre a su lado, aunque fueran hermanos…

-¿Ritsu?

-tienes razón Nii-san             -seguía sin mirarlo pero sus palabras se escuchaban seguras            -todo lo que dijiste es cierto yo… estoy asustado y… soy un pervertido…

-muy bien Ritsu, no tienes de que preocuparte yo voy a protegerte                  -decidió dejarlo así, ya había logrado un gran avance y quería probar los resultados              -ahora ven aquí déjame darte tu regalo.

-pe…pero perdí el juego.

-pero aun así fuiste un niño muy bueno al decir la verdad.

¿Por qué tenía que estarlo repitiendo constantemente? Cada vez era más vergonzoso y el rojo en sus mejillas lo delataba, y ¡es que era muy injusto!, él ya estaba completamente desnudo y Nii-san seguía con toda su ropa puesta, eso no era para nada… ¿Nii-san seguía con la ropa puesta?, tratando de disimular hacia donde dirigía sus ojos verdes y lo calientes que se ponían  sus mejillas Ritsu miro hacia la entrepierna de su hermano…oh no… Nii-san estaba…

-mi pequeño e inocente Ritsu, ¿que estas mirando?                   -pregunto divertido y el menor desvió rápidamente su mirada al verse descubierto               -no puedes dejarlo así, tienes que hacerte responsable por lo que provocas así que ven aquí para…

-No

-¿eh?

¿Qué se supone que estaba haciendo? Según su plan él era el que debía hacer sentir bien a Nii-san, y no estaba haciendo nada más que lamentarse y dejarse mimar por el mayor, pero aun podía arreglarlo solo debía…debía… ¡demonios! Si era cierto que era un pervertido ¿porque su hermano parecía ser mucho mejor que el en eso?

-¿Ritsu?, si quieres podemos…

-yo solo quiero que Nii-san se sienta bien                -tenia las mejillas completamente rojas y sus manos temblaban al acercarse al cuerpo de su hermano, pero estaba decidido         -feliz cumpleaños Nii-san            -sin dejar que Masamune si quiera captara lo que estaba pasando lo empujo levemente haciendo que quedara recostado en la cama y con manos temblorosas empezó a desnudarlo.

Atendiendo a su hermano (o intentando hacerlo) acariciaba su pecho de una manera similar en la que el pelinegro lo había hecho con él, intentaba descender lentamente con los labios por su cuello, ya había quitado por completo la parte superior de sus ropas, pero seguía concentrándose solo en su pecho, porque…

-ahhh      -suspiro complacido             -vamos continua           -lo animo.

Lamio sus labios al notar que cierta parte en el cuerpo de Masamune se había animado aún más, solo tenía que concentrarse y podría hacerlo, no debía ser muy complicado si desde que comenzaron con su relación Nii-san siempre se hacía cargo de todo (sintió un ligero deje de culpa), era fácil solo tenía que hacerlo un paso a la vez, primero bajar sus pantalones y…cierto debía desabrocharlos pero era algo difícil ya que mientras lo hacía no podía evitar tocar su miembro, ¡debía calmarse! No era la primera vez que masturbaba a su hermano, pero si era su primera ve tomando la iniciativa, no tendría por qué estar tan nervioso, ya solo debía quitar su ajustado y un poco mojado bóxer.

-¿nervioso?                 -tomo la mano del castaño y la introdujo en su ropa interior, este solo negó con la cabeza.   

Ya había desnudado a Nii-san por completo, cerró su mano alrededor de su prominente erección, evitaba en todo momento el contacto visual concentrándose en hacerlo bien: debía variar la velocidad, subir y bajar de la base hasta la punta, Ritsu aprendía rápido.

-mmgh!          -gimió roncamente complacido y jalo un poco a Ritsu hacia si para besarlo     -no, no te detengas           -pidió lamiendo sus labios y el castaño volvió a retomar el ritmo brevemente perdido.

El beso era húmedo y profundo, invadiendo la boca del contrario con sus lenguas, separándose por breves instantes para tomar un poco de aire y volver a besarse, una caricia tan intensa que la saliva resbalaba lentamente por la comisura de sus labios, antes de por fin se separarse el pelinegro mordió ligeramente el labio inferior del ojiverde, se le quedo viendo fijamente a sus labios que se hallaban rojos e hinchados. Se miraron por unos instantes y Masamune le sonrió y poso una de sus manos en la nuca del castaño; un escalofrió recorrió la espalda de Ritsu, tenía un mal presentimiento, intentaba seguir moviendo su mano ya algo pegajosa por el líquido preseminal por toda la extensión del miembro de su hermano aun cuando este lentamente empezó a bajar su cabeza, acaso ¿Nii-san quería que…?, antes de pudiera notarlo  su rostro ya se hallaba frente al miembro erecto de su hermano, levanto un poco su mirada para verlo a los ojos, se sentía tan inseguro y Nii-san lo veía fijamente con una mirada oscura cargada de pasión y deseo, presiono con un poco más de fuerza su nuca. Bueno…era parte de su regalo así que…

No podía observarse así mismo pero podía apostar que se hallaba más rojo y avergonzado que en toda su vida, con el rostro hundido entre las piernas de su hermano mayor, decidió que ir de lo más sencillo a lo más complicado será lo mejor así que se hallaba jugando con su lengua en uno de sus muslos mientras con una de sus manos masajeaba el otro.

-ahh…si!          -gimió con un poco de fuerza al sentir una pequeña mordida, pero estaba en su límite y ya no podía aguantar más             -vamos Ritsu métela…. Por favor…         -esas palabras turbaron sus sentidos y dejo lo que estaba haciendo para verlo de nuevo: tenía el rostro hacia atrás con los ojos cerrados y se mordía los labios, con una interesante y muy excitante expresión que se mezclaba entre el placer y la frustración porque continuara, esa visión hizo sentir a Ritsu poderoso, el nunca creyó que podía ser capaz de tener a su hermano en sus manos pidiéndole por mas, nunca pensó que podría llevarlo hasta sus límites tal y como él lo había hecho con él al principio del juego, quiso tentar su suerte y sin que el mayor se lo esperara paso la punta de su lengua desde la base de su miembro hasta la punta donde deposito un pequeño beso                      -Ahhh… ¡maldición Ritsu hazlo ahora!

Miedo…en algún punto la situación se le había escapado de las manos; de pronto un miedo casi irracional y de cierta manera infantil lo invadió, ¿y si no estaba a la altura? , cuando Masamune se lo había hecho a él, el pelinegro metió su miembro completamente dentro de su boca, hasta el fondo de su garganta, ¿Qué tal si él no podía?, si solo lo decepcionaba…No se había dado cuenta de que desde hacía unos instantes Masamune lo veía con atención, el mayor sonrió tiernamente al ver a su hermanito lleno de miedo con su palpitante erección entre sus manos e inseguro de cómo actuar, si bien la imagen ante sus ojos no era la más inocente, de cierta forma lo había enternecido y hecho sentir ligeramente culpable, no debía presionar tanto a su pequeño hermanito,

-Ritsu…                    -su voz se escuchó neutral pero al castaño le pareció una especie de reclamo.

-¡lo siento! Nii-san yo no sé…  no puedo... ¡lo siento!               -escucho la tranquila risilla de su hermano mayor y sintió como una de sus manos acariciaba sus cabellos.

-está bien Ritsu, tranquilo yo                  -beso su frente y lo fue recostando poco a poco                -puedo enseñarte como se hace, puedo hacerlo muy lentamente, tantas veces como quieras                -invirtieron la posiciones y ahora era Masamune quien degustaba el miembro del menor, solo que este estaba ya demasiado duro como para seguir jugando, lo metió directamente en su boca.

-mmh…ah…¡Nii…san!               -mientras recorría una y otra vez toda la extensión de la erección del castaño con su lengua, sus dedos ya habían viajado hasta su estrecha entrada para comenzar a prepararlo, haciendo ligeros círculos a su alrededor y sintiendo como vibra ansiosa por tenerlo dentro, el pelinegro metió un dedo y empezó a moverlo en círculos                -Nii-san… yahh              -poco a poco introdujo el segundo y dejando por un momento su miembro empezó a subir por un camino de besos por su vientre               -por favor Nii-san hazlo ya… no puedo esperar más ahhhh! no quiero hacerlo           -decía cada vez más excitado, sentía su cuerpo de nuevo cerca del orgasmo pero quería compartir esos excelsos instantes con el mayor.

-Ritsu aún no…

-Nii-san!!!                  -el mayor suspiro decidido a complacerlo, no era que el mismo tuviera muchas opciones tampoco pues su miembro tiraba con cada vez más fuerza de su vientre ansioso por recibir un poco de atención también, pero primero bajo de nuevo su lengua hasta ese rosado y estrecho lugar y comenzó a lamerlo aunque sea solo un poco para lubricarlo mejor            -ahhh. Nii….

Entro, con una sola embestida rápida y precisa se hundió hasta lo más profundo de su cuerpo siendo rodeado inmediatamente por sus estrechas y cálidas paredes que lo envolvían sensualmente, un jadeo estaba por salir de los labios del castaño ninguno de los dos podía decir si era por el placer de tenerlo por fin dentro o el dolor que la misma invasión le había provocado porque antes de que saliera de su garganta Masamune lo había ahogado entre sus bocas mientras lo besaba, las embestidas empezaron casi inmediatamente después, lentas y certeras al principio aumentando la velocidad de vez en cuando, se aferraba fuertemente a las piernas que se hallaban enredadas en su cintura dejando algunas marcas rojas de sus dedos en ellas  y enterró el rostro en el hueco entre el hombro y la clavícula del castaño, respirando contra su cuello mordiendo y besándolo.

Por su parte Ritsu se aferraba fuertemente a su espalda, haciendo que sus manos la recorrieran una y otra vez por completo y atreviéndose a bajar cada vez un poco más, si, era un total pervertido el cuerpo de Nii-san le encantaba, no era difícil saber porque los boxers o pantalones ajustados se le veían tan bien, sobre todo cada que se atrevía a bajar un poco más sus manos y apretar un poco lo que se encontraba a su paso.

-Ahhh…Ahh…Ah!!!!             -la velocidad de los movimientos del pelinegro era ya frenética, entraba y salía una y otra vez de su cuerpo fascinado por el sonido que hacían sus caderas al chocar cada vez con más fuerza, la fricción entre la piel de ambos era deliciosa, podía sentir como se mezclaba su sudor en medio de una corriente eléctrica que se concentraba en su miembro y viajaba por cada musculo hasta su cerebro, era sencillamente delicioso        -ahhh… Nii-san más!!!          -había tocado su próstata y la mirada de Ritsu se nublo por el placer y Masamune comenzó a dar en el mismo punto una y otra vez cada vez más fuerte y profundo, gimió roncamente contra su oído y se dedicó al lamer el lóbulo, ya no podía más estaba por terminar y quería hacerlo junto con su hermanito así que llevo una mano hasta su miembro que se hallaba preso entre sus vientres y comenzó a masturbarlo              -no…!!! Si mmh si haces todo eso a la vez no voy a poder  ahhhh….                 –se corrió con un espasmo que sacudió todo su cuerpo sintiendo como Nii-san terminaba también he inundaba su interior, el placer de sentir su esencia caliente invadirlo hizo que por un segundo lo viera todo blanco aun con los ojos cerrados, lo último que escucho fue el gemido que salía de lo profundo de la garganta de Nii-san y como este era ahogado por los sonidos de su propia satisfacción.

Al abrir los ojos de nuevo lo único que se escuchaba era el sonido de sus respiraciones volviendo a regularizarse y los rápidos latidos del corazón de Nii-san que se hallaba acostado sobre su pecho, su peso era cálido y agradable, se sonrieron mutuamente y entrelazaron sus manos antes de darse un tierno y pequeño beso.

-¿podemos dormir así?                 -pregunto el ojimiel con sueño mientras se acomodaba mejor en su pecho, había ocasiones en las que el parecía el pequeño, Ritsu no le respondió solo empezó a acariciar su cabello, miro por la ventana y vio los primeros rayos de sol que empezaban a Salir anunciando un nuevo día, también estaba cansado la fiesta había resultado mucho mejor de lo que esperaba, sus ojos se cerraban estaba  a punto de quedarse dormido.

-feliz cumpleaños Nii-san.

 

**********************

2:_38 am Dentro de la habitación…

-yo también te amo, Tori                  

No lo había visto al decirlo y jamás se había sentido tan avergonzado, el mayor rodeo su cintura y empezó a acariciar lentamente su espalda,  inclinándose a olfatear un poco su cuello y cabello. Chiaki estaba asustado y mucho pero más que nada se sentía avergonzado era la primera vez que haría algo así y no tenía ni idea de cómo se supone que debía actuar, Cerro sus ojos azules y se dejó hacer sumisamente por el otro dejando salir uno que otro suspiro involuntario cada vez que Tori acariciaba o lamia alguna parte especialmente sensible en él, como lo era su oído y en particular la piel detrás de él.

-tan lindo…            - murmuró al ver sus mejillas rojas y sus ojitos cerrados, llevo sus labios al cuello del menor recorriéndolo con besos lentos, causando temblorcitos ligeros y suspiros casi silenciosos. Inconscientemente Yoshino se aferraba fuertemente a sus hombros acercándolo más hacia él.

-ahhh            -Torio lamio su lóbulo y dio una pequeña mordida, escuchando un suspiro muy bajo y ahogado, su pecho temblaba y su piel se erizo cuando todos los botes de su camisa fueron abiertos dejando la parte superior de su cuerpo al descubierto, tal y como lo había dicho Tori, Chiaki era muy sensible y se estremecía con cada rose de sus fríos dedos sobre su piel que empezaba a arder.

Tori hizo que se levantara un poco de su cuerpo dejándolo hincado con él entre sus piernas; Repartía pequeños besos por todo su rostro bajando por su cuello hasta su clavícula y haciendo el mismo camino de vuelta solo que con la variación de que este lo hacia su lengua y llegaba hasta su cabello para respirar su sutil y dulce aroma, entre suspiros Chiaki apretaba fuertemente sus hombros, el torrente de sensaciones nuevas que Tori enviaba por su cuerpo se sentía muy bien pero era extraño y algunos vergonzosos sonidos amenazaban con comenzar a salir de sus labios en cualquier momento con más frecuencia y fuerza que los que no había podido contener. Hatori movió su mano de forma descendente, llegando a la zona más íntima del menor, masajeando por encima del pantalón, al instante Chiaki arqueo su espalda y por reflejo trato de cerrar un poco sus piernas lo cual era imposible debido a la posición en la que se encontraba.

-¡Mmh!...T…Tori…ah…e-espera…- pedía con su suave voz un tono más ronca, mirándolo con ojos entrecerrados, este accedió a hacerlo de momento.

Antes de que se pudiera dar cuenta Hatori invirtió las posiciones de sus cuerpos dejando a Chiaki debajo suyo, el menor sintió un estremecimiento que fue provocado al sentir una cálida humedad en uno de sus pezones, mirando con ojos casi cerrados como la boca del mayor atendía ese botón, chupándolo y succionándolo, dando de paso algunas mordidas que le arrancaban gemidos suaves y le causaban cierta vergüenza.

-Chiaki, abre tus ojos              - pidió al sacar aquel botón ya duro de su boca, pasando al siguiente, mirando con atención las reacciones de su pequeño.

El menor negó sonrojándose aún más, sin tener idea de la excitante y tierna visión que le estaba regalando a Tori, acostado debajo de su cuerpo, con sus labios y mejillas con un lindo y sutil tono de rojo, comenzando a excitarse y dispuesto a entregarse a él… Chiaki no sabía lo mucho que Tori se autocontrolaba para ir despacio puesto que se trataba de su primera vez, pero ¡demonios! en realidad era difícil.

-¿quieres que me detenga?              -lo dijo solo para medir sus reacciones a estas alturas ya le era casi imposible hacerlo en realidad, Chiaki negó lentamente con la cabeza              -entonces Yoshino, por favor abre tus ojos, necesito que participes en esto, o de lo contrario creeré que en verdad me estoy aprovechando de ti y no puedo hacer eso.

Dejando su labor al endurecer sus ahora rojizos pezones por completo, con un poco de esfuerzo logro que una de sus manos de Chiaki soltara el fuerte agarre de sobre la sabana y la llevo hasta su boca depositando un suave beso en ella, subió con sus labios hasta los del castaño; rozándolos primero casi con inocencia, poco a poco esas sutiles caricias empezaron a hacer una ligera presión contra sus labios provocándole un cosquilleo.

Al principio el beso fue lento y algo torpe por parte de Yoshino; invitándolo a ser un poco más travieso Tori delineó aquellos inocentes labios con su lengua, pidiendo permiso para entrar y obteniéndolo casi seguida al sentir su boca abrirse un poco cuando el menor suspiro, de inmediato introdujo su lengua, recorriendo cada parte de esa boca, sintiendo un sabor dulcemente excitante en ella. Aceptando su anterior invitación la lengua de Chiaki empezó a dar pequeños roces a la del mayor, una lenta danza que iba volviéndose cada vez más juguetona y sensual con cada caricia; de a poco aquel beso se convirtió en uno más profundo y pasional, el menor trataba de mantener la intensidad del beso que Tori le daba respirando lentamente por la nariz y enredando los dedos en su cabello, provocando una sonrisa de satisfacción en el mayor.

Separándose del beso, saco su lengua y con ella subió por la mejilla del menor hasta su oído donde la introdujo para jugar por unos segundos.

-vamos Chiaki abre los ojos o no continuare              -se lo dijo al oído e inmediatamente después tomo una de sus manos e hizo que su lengua recorriera lentamente cada uno de sus dedos, ¿Qué si estaba siendo tramposo y un poco manipulador?, no le importaba en lo más mínimo, esta noche por fin devoraría a su pequeño e inocente novio y vaya que lo iba a hacer lentamente disfrutando a la perfección el dulce y adictivo sabor que seguramente tendría su cuerpo. Bajo los dedos de Chiaki por su cuello hasta el borde de los botones de su camisa.

Inseguro y aun avergonzado, Chiaki abro despacio sus ojos y comenzó a desabotonar con manos temblorosas cada uno de los botones, Tori le miró con complacencia.

-tócame                 -susurro el mayor casi como una orden, pasando sus manos un poco temblorosas por el torso desnudo, Chiaki contemplo el cuerpo semi-desnudo como hipnotizado, ¿Qué se supone que Tori quería que el hiciera?, no sabía nada acerca de ‘’eso’’ y de hecho era la primera vez que tocaba tanto al mayor, si bien era cierto que ya habían jugado antes, en esos encuentros era Tori quien jugaba un poco con su cuerpo y él solo se lo permitía y de vez en cuando acariciaba su espalda y correspondía a sus besos tan bien como podía, estaba tan apenado, solía imaginar que su primera vez seria con el castaño pero lo más en lo que había pensado era estar el junto al mayor mientras este lo besaba apasionadamente y… y ya… hasta el final donde los podía ver dormidos juntos y felices, No tenía ni idea en lo que pasaba en la parte de en medio, suponía que sería algo parecido a lo que le habían contado sus amigos pero no le dieron muchos detalles y el tampoco pregunto ¡era tan vergonzoso!

En silencio Hatori veía con atención y deleite cada una de las expresiones de su lindo castaño; sencillamente encantador, trataba de contener su risa hasta que no pudo más ya que las mejillas del menor habían pasado por distintos tonos de rojo y su expresión era todo un poema que se debatía entre la pena y la curiosidad detenida por el miedo, ya no pudo más y dejo salir una ligera risilla.

-jajjaja, ¿nervioso?

-¡Tori!                   -el menor le miro molesto, ¿acaso de nuevo se estaba burlando de él?

-eres tan lindo Chiaki…              -beso su frente, no debía presionarlo pero aunque fuera su primera vez si le gustaría que su amante participara un poquito más, solo debía (como dijo) quitarle el miedo, así había sido desde el principio, luchando por que lo aceptara aun a pesar de lo sucedido con Chinatsu, para irle quitando la vergüenza cada vez que se besaban haciendo que el menor fuera cada vez más atrevido y cooperativo, solo debía ir un poco más lento; ir al ritmo de Chiaki, ¿Qué eran unos minutos en comparación con lo que ya había esperado?, además él también se divertiría mientras quitaba el miedo en su amante junto con el pudor o la vergüenza               -no te preocupes, solo tiene que dejarte llevar.

Sin detenerse mucho a pensar, decidió hacer caso a las palabras de Tori, sus inexpertos labios se dirigieron a ese atrayente torso, dedicándose a dar varios besos, recorriendo toda esa zona con sus labios, tentado a probar el sabor de esa piel, con su lengua recorrió el pecho de Hatori, rodeo sus pezones, obteniendo ligeros suspiros y sorprendiéndolo.

Tori empezó también a acariciar su vientre bajando cada vez más sus manos, su sonrisa se ensancho al sentir como cierta parte en la anatomía de Chiaki comenzaba a endurecerse.

-Déjame ayudarte con eso                 -sonrió ligeramente, bajando una de sus manos hasta el pantalón, desabrochándolo y bajando el cierre, introduciendo su mano en la ropa interior del menor, tomo su miembro y lo masajeo desde sus testículos, recorriendo toda su extensión hasta la punta, sintiendo que incluso se endurecía más, disfrutando eso y el ver como Yoshino se arqueaba y estremecía de placer.

-Ah…E-espera…Mh…                    -murmuró entre gemidos bajos, mirando apenas al mayor, quien negó con la cabeza y tomo la prenda bajándola junto con su ropa interior dejándolo completamente desnudo, causando que el más pequeño cerrara sus piernas con notoria vergüenza al estar desnudo frente a Tori, y… Muy excitado.

-No tienes porqué sentir vergüenza de nada; eres tan lindo              -le dijo Yoshiyuki sinceramente, mientras acariciaba sus muslos y abría con suavidad sus piernas, sintiendo como poco a poco el menor se dejaba hacer dócilmente, pero conservando un color rojo brillante en sus mejillas.

-¿E-en serio, Tori?                   -susurró la pregunta apenado, pasando saliva nervioso, miro por unos momentos su rostro serio y ligeramente ruborizado.

-Sí, no sabes cuánto tiempo soñé con esto: los besos                -pausó un momento y beso su vientre que se encogió ligeramente                 -las caricias               -sus manos acariciaron y marcaron el contorno de sus caderas y muslos                -contigo, por al fin hacerte totalmente mío            -concluyó, tomando el miembro duro de Chiaki y masajeándolo desde sus testículos hasta su glande, el cual apretó suavemente entre sus dedos, arrancando un gemido de labios del chico, provocando que su cuerpo se arqueara ante la placentera sensación.

-¡Aah!... yo… mh… también           -confeso en un susurro entrecortado por sus gemidos, debido a que Hatori seguía acariciando su miembro de una forma tan hábil y él nunca había sentido algo así,  jamás, ni siquiera cuando ‘’jugaban’’ había sido tocado ni estimulado de aquella manera, ni siquiera por sí mismo. Todo aquello era completamente nuevo para él y… le gustaba.      -Mm… Ahhh…            -de su boca salían profundos y sonoros gemidos, los cuales trataba de acallar mordiéndose su labio inferior, pero igual terminaban escapando sin que pudiera evitarlo.

Tampoco pudo evitar que sus ojos apenas abiertos vagaran por todo el cuerpo del mayor, encantado por lo que veía y curioso por descubrir aún más, inconscientemente miro su entrepierna en la cual se notaba un bulto aún bajo la ropa, ¿Tori también se encontraba excitado?, ¿estaba así por él? La sola idea le provocó un pequeño escalofrío, a pesar de ello una firme y extraña idea se apodero de su cabeza: "Quiero ver…un poco más…" se dijo así mismo con curiosidad, sin pensar en ello realmente, ni en el efecto que sus acciones pudieran tener en el menor, acerco sus manos tímidas y algo temblorosas al cierre del pantalón de Tori, desabrochándolo con torpeza, sin saciar aun su casi infantil curiosidad continuó su labor, sin darse cuenta de que el mayor había detenido sus caricias y le miraba atentamente.

Sus jóvenes e inexpertas manos se colaron con suavidad dentro del pantalón, sintiendo aquel duro miembro por encima del bóxer; escucho un sorprendido gemido como respuesta de Hatori a sus inesperados e inocentes toques. Se dio cuenta de que el mayor le observaba y le gustaba la expresión de sorpresa y deseo en su rostro, incluso le había gustado el ronco gemido que había salido de sus labios, pero estaba tan avergonzado de sus acciones que desviando su mirada intento sacar sus manos de ahí. Tori no se lo permitió. Tomo la mano que hace unos instantes lo estaba acariciando y la introdujo dentro de su ropa interior, el rostro de Chiaki se tornó por completo rojo pero guiado por el mayor dejo que sus dedos se cerraran alrededor de la erección de Hatori que estaba tan duro y caliente.

-mírame       -susurro en su odio, Chiaki supo que no se refería exactamente a su rostro cuando lo sintió removerse un poco para bajar sus pantalones.

La expresión de Yoshino al ver a Hatori totalmente desnudo y su mano alrededor de la prominente erección del mayor, casi le hizo gracia Tori, de no ser por el calor y la excitación que al mismo le provocaba la imagen, debía admitir que aquella mirada sorprendida y ligeramente asustada lo contemplaba de una manera que le excitaba demasiado.

-Tócame otra vez Yoshino              -pidió con su voz ronca de deseo, tratando de sonar gentil, ya que el quería quitarle el miedo a Chiaki y no al contrario.

Era la primera vez que escuchaba ese tono en la voz de Hatori, tan varonil y sensual que le causó un escalofrío de excitación; pero le intimidaba un poco la idea de no hacerlo bien.

-solo… sigue mis movimientos           -indico al notar la duda reflejada en su cara, así que retomando sus caricias interrumpidas hace un momento, tomo de nuevo el miembro de Chiaki y empezó a masturbarlo, ascendiendo y descendiendo por toda su extensión, escuchando complacido un gemido alto que salió de labios del pequeño, quien por completo sonrojado y agitado asintió sin detenerse a pensar y tomó entre sus dos pequeñas manos aquel miembro duro, acariciándolo de manera lenta, recorriéndolo con cierta inseguridad               -Lo… haces muy bien…mh…                -le animó con eso y con los suspiros de placer que liberaba su garganta.

El solo hecho de que fuera Chiaki quien hacia eso, así como su inexperiencia y su curiosidad, hacía que esa fuera la mejor experiencia que había tenido, los gemidos cada vez un poco más altos que abandonaban sus labios demostraban cuanto lo disfrutaba, aun así decidió detener las caricias del menor en su miembro pues aun no quería correrse.

-Espera  mggh…Detente                 -pidió mientras sujetaba con suavidad las manos de Chiaki y las colocaba a cada lado de su cabeza                -Descuida               -explico al notar preocupación en sus profundos ojos azules             -Lo hacías muy bien, pero…

Inseguro de cómo decirlo de nuevo dirigió su rostro al del menor para reclamar sus labios, siendo de inmediato correspondido con necesidad por el chico, y ese beso no pudo ser más dulce, pues aunque sabía que la inocencia e ingenuidad eran un rasgo propio en la personalidad de Chiaki, esa noche él se estaba llevando un poco de ello con cada una de sus caricias, y lo mejor era que el menor lo disfrutaba mientras le regalaba ese privilegio.

Sus lenguas se enredaban en un pasional y ardiente juego de poder, frotándose la una con la otra; sin esfuerzo alguno Hatori dominó el beso, haciendo retroceder la traviesa lengua de Chiaki, quien suspiraba ahogadamente pues incluso con un solo beso, Tori lo hacía estremecer. Ladeo un poco su cabeza para que el aire ingresara a sus pulmones de nuevo, sintió como tres de los dedos del mayor acariciaban sus hinchados y rojos labios antes de que se deslizaran dentro de su boca semiabierta.

-cúbrelos con tu saliva             -murmuró con su oscura mirada fija en los ojos de Chiaki, quien asintió sin entender del todo, comenzó a pasar su lentamente su lengua por cada uno de los dedos, succionándolos un poco por inercia; no se dio cuenta de que esto provocó una punzada de excitación en el Tori.

-está bien es, suficiente…             -dijo un poco desesperado ante la erótica imagen y casi sin poder contenerse, sacó sus dedos de la boca del menor, notando su mirada confundida y expectante ante lo que sucedería a continuación.

Llevó sus dedos bañados en saliva a la virgen entrada, acariciándolo con suavidad a su alrededor, causando un pequeño sobresalto en Chiaki lo que provoco que se tensara.

-Tranquilo, intenta relajarte ¿confías en mí?           -Yoshino asintió y trato de relajar su cuerpo tal y como le habían indicado, evitando mirar lo que el mayor hacía.

-Ahhhgg         -se quejó un poco ante el dolor que sintió cuando un dedo largo y frio ingreso en su interior.

De manera lenta el mayor  fue entrando con su dedo cada vez más en aquella estrecha cavidad, hundiéndose tan profundamente como le era posible.

-Mh… se siente… raro… agh es…incomodo             -susurró agitado y nervioso mientras una pequeña lagrima se deslizaba por una de sus mejilla, por instinto trato de alejar sus caderas.

-pasara pronto                  -intento calmarle y beso su frente              -lo prometo, por favor solo relájate        -intento sonar amable e ir tan lento como pudiera, aun así a esas altura no tenía planeado parar, simplemente ya no podía hacerlo, necesitaba poseerlo.

-E…está bien             -cedió dejándose llevar por su dulzura.

Hatori sonrió complacido, empezó a mover se dedo dibujando suaves círculos en ese estrecho interior, escuchando los leves suspiros de dolor y quejidos muy tenues que se escapaban de labios de Chiaki, entrecerró sus ojos; debía distraerlo del dolor y hacer que sintiera solo la presión dentro de él.

Entre juguetones y apasionados besos, los labios del Hatori iniciaron un recorrido que iba desde el terso y blanco cuello, descendiendo por este hasta su pecho, donde lamió y mordisqueó ambos botones, provocando jadeos de placer en Chiaki, sintió un temblor recorrer su cuerpo cuando estos fueron mordidos con algo de brusquedad y después un poco succionados. Satisfecho con la reacción, Tori guio sus labios por su vientre, besando y dando ligeros mordiscos; los suaves gemidos de placer que se mezclaban con una sutileza casi perfecta con los suspiros de dolor que liberaba Chiaki, excitaban mucho más de lo que pensó y le dificultaban el contenerse e ir lentamente.

-¡Tori…noo!            -gritó avergonzado al sentir como Hatori daba pequeños besos por toda su erección, recorriendo con su lengua desde la punta hasta la base. Escucho la ligera risa complacida de Tori antes de que metería su miembro a su boca, degustándolo al mismo tiempo que un segundo dedo ingresaba a su entrada, acompañando al primero y encargándose de dilatar más ese lugar. Distrayéndolo de una manera tan efectiva que el menor no lo noto.

Las acciones de Tori causaron una mezcla extraña en el vientre de Chiaki, que jadeaba y gemía ante cada nueva sensación en su cuerpo. Dejándose hacer por el mayor, aferró sus manos a las sabanas, gimió y cerro otra vez sus ojos cuando después de unos breves momentos sintió un tercer dedo entrando en su interior, causándole también un pequeño quejido de dolor, pero ya era mucho menos incomodo que al principio. Insistiendo en distraerlo del dolor Tori atendía su miembro con habilidad, gozando el escuchar los sonidos que su boca sobre la erección de Chiaki  provocaba, así como disfrutaba de la vista de su rostro sonrojado y bastante agitado.

-Tori…ya ahh… No…espera…detente mggh           - suplicó cubriendo su rostro con sus manos, agitándose aún más.

-No te contengas, pero por favor quita tus manos, quiero ver cada uno de tus gestos          - casi ordenó lo último, antes de volver a introducir el miembro del menor en sus boca, retomando sus hábiles caricias, continuaba con los frotes que su lengua daba al glande.

-mmh…yo…yo…ah…Tori!!!             - trató de negarse, sin embargo no pudo hacerlo debido a que el placer nublaba su mente, evitando que pensara y hablara con claridad.

Una oleada de placer recorrió su cuerpo, concentrándose cada vez más rápida y caliente en su vientre, una especie de corriente eléctrica lo recorrió y envió una extraña sensación a su pelvis; aún se sentía increíblemente avergonzado pero accedió a complacer al mayor quitando sus manos de su rostro y aferrándolas fuertemente a las sabanas; arqueo su espalda al tiempo que era inundado de un inmenso placer, soltando un gran gemido que inútilmente intento acallar con sus dedos, Tori no le había hecho caso y el menor no pudo evitar correrse en su boca.

Tori sonrió ante la visión del rostro de Chiaki después del orgasmo, movió sus dedos un poco más en la entrada de Chiaki, fue mucho más sencillo pues su cuerpo se hallaba completamente relajado y aun con ligeros temblores y espasmos provocados por los dedos en sus interior, los cuales ya no le causaban dolor, si no que le excitaban, Hatori se dio cuenta al escuchar sus suspiros y sus caderas moviéndose en busca de un mayor contacto. Deposito un pequeño beso en la frente de Chiaki y se acomodó mejor entre sus piernas.

-Yoshino, relájate para mi ¿sí?              -el menor asintió de manera lenta y casi mecánica pasado saliva difícilmente de lo nervioso que estaba                  -Respira hondo, y relájate          -indico mientras besaba su cuello y acariciaba una de sus mejillas mientras tomaba su duro y palpitante miembro y comenzó a frotar la punta contra la estrecha entrada del menor, el rose entre sus cuerpos era exquisito tanto que le costaba trabajo contenerse para no ir muy rápido, tan lento como pudo ante lo necesitado que se encontraba, ingreso poco a poco sintiendo como el menor temblaba bajo él, no estaba seguro se trataba de miedo, dolor o excitación.

Un estremecimiento recorrió todo el cuerpo de Yoshino al sentir como su interior era poco a poco inundado por aquel gran y caliente miembro, soltó el aire que sin darse cuanto había estado conteniendo en sus pulmones, sintió una nueva y aguda punzada de dolor más intensa que las anteriores, como si Hatori buscara partir en dos sus caderas.

-Por…favor…para…ahhhgg!          -pidió entre jadeos ahogados y sobrecogidos, pequeñas y silenciosas lagrimas salieron una tras otra de sus ojos azules entrecerrados, mordió tan fuertemente su labio inferior que logro hacer una pequeña herida de la cual se asomó un hilillo de sangre.

-Tranquilo           -acariciaba sus cabello y le hablaba dulcemente mientras lamia sus saladas lagrimas         -Dolerá más si me detengo ahora… Mmh… solo un poco más Chiaki, ya casi… entro             -intentaba hablar, pero sus palabras eran entrecortadas por suspiros y gemidos ahogados, disfrutando el sentir esas estrechas y cálidas paredes apretarle de una forma exquisita, sabía que debía tener cuidado, entró con la mayor delicadeza posible pero sin pausar sus movimientos, quedándose quieto una vez que su miembro se hundió por completo               -Sé que duele pero… pronto te haré sentir muy bien.                      –Prometió entre besos              -relájate, no me moveré hasta que estés listo           -a pesar de que su tono era dulce e intentaba ser tierno, su voz sonaba un poco ronca y llena de excitación, provocando un ligero estremecimiento en el cuerpo bajo él.

Yoshino asintió, cerrando con más fuerza sus ojos al sentir las manos del mayor paseándose distraídamente por su torso y su piernas, acariciando sus muslos, no estaba seguro que era más fuerte si el dolor o la vergüenza.

-Está bien…mmh… Tori, confío en ti…         - suspiró y su piel se erizo ante las caricias que recibía, poco a poco incluso la extraña sensación de tener algo tan grande y duro en su interior le estaba provocando de nuevo aquel calor en su vientre, calor que descendió hasta su miembro, comenzando a erguirlo de nuevo para vergüenza suya. ¿Por qué diablos se excitaba tan rápido después de que ya se había corrido…? prefirió no pensar en ello.

Decidió jugar un poco más con Chiaki, le encantaba ver sus mejillas con distintos tonos de rojo cada vez más intenso le provocaba morderlo, el ser la razón de su placer y excitación, ser el causante de la vergüenza que teñía sus mejillas le fascinaba, quería más, ver de esas reacciones, deseaba ser el único capaz de provocarlas.

-Comienza a gustarte… que este aquí dentro ¿eh?                  -preguntó en un tono divertido, empujo un poco sus caderas, viendo complacido como el miembro del menor empezaba a endurecerse otra vez, lo que contrajo sus caderas, cada vez le era más difícil a Tori no perder su control pero obtuvo el resultado esperado ya que Chiaki en efecto si se avergonzó más solo que… el menor no podía estar seguro si fueron las palabras de Hatori o… el hecho de que tenía razón.

Yoshino también empezaba a sentirse ansioso, el ligero temblor que sintió su cuerpo después de que el mayor empujara brevemente sus caderas contra las suyas, envió una ligera descarga por su columna vertebral, se descubrió así mismo queriendo más, así que movió un poco sus caderas en busca de más contacto. Ante esto Tori comenzó un lento y rítmico movimiento, muy suave al principio que se intensifico al salir por completo de su cuerpo para volver a entrar en un solo movimiento, la sensación para ambos fue… simplemente indescriptible.

-Ahhg!!!!           -gimió con dolor y escondió su rostro en el cuello del mayor y lo mordió ligeramente, Tori se regañó mentalmente por ser tan brusco, detuvo sus movimientos.

-s…sig… sigue…                -pidió sorprendiendo a Yoshiyuki y así mismo, las punzadas de dolor en su parte baja empezaban a convertirse en algo curiosamente placentero, llevo sus manos a su rostro.

-No hagas eso, quiero verte… quiero besarte               -mientras le decía eso aparto las manos de su rostro y las entrelazo con las suyas, se inclinó para besarlo y lamio la pequeña herida, Chiaki correspondió con un suspiro al beso permitiéndole el exceso a su boca.

Sin soltar sus manos retomo sus movimientos, con una velocidad moderada llegando cada vez más profundamente en él, Tori bajo a besar su cuello y mejillas, lamiendo desde la nuca hasta el lóbulo del oído con el cual jugo un poco entre sus dientes. El placer inundando su cuerpo cada vez con más velocidad y eficacia, el calor se concentraba en su vientre y viajaba por todo su cuerpo, Yoshino soltó la manos de Tori y se abrazó fuertemente a su espalda enterrando ligeramente sus dedos y uñas, respiraba contra su oído provocando que el mayor se estremeciera al escuchar sus gemidos entrecortados mientras Yoshino enredaba los dedos en su cabello jalándolos con un poco de fuerza, eso provoco que un jadeo ronco, casi un gruñido saliera de lo profundo de la garganta de Tori quien llevo sus manos a los muslos de Chiaki acariciándolos con vehemencia provocando así que las piernas del menor se abrieran un poco más, permitiéndolo llegar más profundo.

-M-mh…Aah…Tori…             -ese gemido casi desgarro su garganta, tenso sus piernas y encogió los dedos en sus pies, al sentir como el miembro de Yoshiyuki rozaba con un punto en su interior que hizo temblar de placer cada rincón de su cuerpo, deseaba más…. Mucho más de esa sensación…¡Mas de Tori!, moviendo sus caderas contra las ajenas buscando un mayor contacto entre sus cuerpos.

-mh…es aquí…          -afirmo aumentando la velocidad de sus movimientos, entrando y saliendo de su cuerpo cada vez más rápido y más placentero, también más profundo intentando dar una y otra vez en ese punto dentro del cuerpo del menor, sus gemidos le encantaban, le volvían loco al igual que los exquisitos espasmos que apresaban su propia erección ardiente.

Contemplo el cuerpo bajo el suyo, la respiración agitada provocando que su pecho subiera y bajara rápidamente, su espalda arqueándose cada vez quedaba de nuevo en ese punto, su piel suave perlada en sudor que provocaba un placentera fricción entre sus cuerpos, el cabello castaño pegándose a su frente y el persistente rojo en sus mejillas, no pudo contenerse más la visión tan excitante lo volvía loco, mordió con un poco de fuerza una de ellas.

-Mmh…si, Tori…¡Mas!               -enredo sus piernas a las cadera del mayor y halo más su cuerpo así mismo, esta vez fue el mismo Chiaki quien busco sus labios, los mordió un poco antes de besarlo, al separarse lamio la saliva que se escaba por las comisuras de su boca la cual se mezclaba con el sudor de su rostro, un sabor intoxicarte, salado e increíblemente delicioso.

-Tori…yo… no puedo… ¡Ah!...Mm…                -no pudo articular bien, ligeros choces eléctricos subían por su espina dorsal hasta su cerebro, cada vez más frecuente y delicioso, estaba por llegar a su límite, sus sentidos se embotaban haciéndolo cada vez más sensible, escuchaba los roncos jadeos de Hatori y el sonido de sus caderas al chocar con su trasero, no aguantaría por mucho tiempo más.

-Yo también mmhh…ah, di mi nombre Yoshino           -acelero sus movimientos y enterró el rostro en su cuello mordisqueándolo un poco.

-p…pero…es...es vergonzoso Tori                -se abrazó con más fuerza al cuerpo del mayor, no podía… no podía hacer algo como eso          -¡¡¡Yoshiyuki!!!             -el calor en su vientre se hacía cada vez más intenso al igual que un cosquilleo cuando sintió una mano grande y cálida rodear su erección que se encontraba apresada entre sus vientres, la mano subía y bajaba con maestría a lo largo de su erección, presionando un poco sus testículos recorriéndolo hasta la punta la cual estaba húmeda.

-otra vez Yoshino, ¡dilo de nuevo!! Mmggg                -sus gemidos eran roncos y profundos haciéndolo erizar, sus penetraciones cada vez más profundas y rudas, rozando de manera juguetona ese punto que le hacía delirar.

-¡Ahhh…Yoshiyuki…!!           -cerro sus ojos con fuerza sintiendo el orgasmo invadir su cuerpo nuevamente, más intenso que el anterior y mucho más satisfactorio           -mmmhh              -Tori aún se movía en su interior…

-mmmh, delicioso                  -dijo al llevar su mano manchada con la esencia de Chiaki hasta su boca y lamerla sensualmente de sus dedos mientras sus miradas azules se observaban fijamente         -te quiero, Yoshino      Agghh!!              -gruño de manera salvaje y arremetió de forma un poco más brusca contra la estrecha cavidad del menor, la cual se hallaba más caliente y contraída debido a su reciente orgasmo, su miembro era sensualmente absorbido, no pudo contener más su propia liberación y termino con un ronco jadeo.

-Ahhh           -un último espasmo sacudió el cuerpo de Chiaki al sentir su interior ser llenado de manera cálida y abundante, su respiración aún era errática cuando sintió los brazos de Hatori rodear su cintura y espalda, invirtiendo aun sin salir de su interior las posiciones provocando que esta vez el quedara recostado sobre su pecho.

-¿E…estás bien?           -preguntó aun con la respiración agitada, mientras acariciaba su espalda con la yema de sus dedos.

-sí…e…eso creo           -susurro apenado contra su pecho y se abrazó más al el al sentir, un hilillo de semen aun tibio resbala por sus muslos.               -¿Tori…?                   -sus mejillas que comenzaban a adquirir de nuevo su tono habitual enrojecieron de nuevo al sentir algo contra su vientre.

-Chiaki…yo…               -las caricias que brindaba a la espalda del menor se hicieron un poco más atrevidas          -fue mucho tiempo conteniéndome y… aun no estoy satisfecho       -murmuro.

-entonces yo no….               –su voz sonó extraña, casi deprimida.

-no, no se trata de eso          -aclaró al comprender lo que podía estar pasando por la mente de su pequeño e inexperto amante                -eres… increíble es solo que me gustó tanto que              -eso lo hizo sonrojar todavía más y oculto más su rostro en el cuerpo ajeno                         -no te preocupes Chiaki ya pasara, solo duerme.

-A…a mi también me gustos hacer…’’eso’’ con Tori así que         -ni el mismo podía creer lo que estaba diciendo                -si Tori aun…

Más que feliz por las palabras del menor antes de que este pudiera siquiera terminar de hablar o peor cambiara de opinión, salió de su cuerpo dándole la vuelta con cuidado y lo puso en cuatro, sonrojando y sobresaltando al menor.

Chiaki aún no sabía exactamente como había acabado en esa… vergonzosa situación… bueno tal vez si lo sabía un poco y en cierta forma pudo haber sido su culpa pero definitivamente estaba avergonzado, quiso decir algo pero fue interrumpido por el miembro semi-erecto que se frotaba ansioso y anhelante contra su trasero, causándole escalofríos.

-¿te asuste Chiaki?              -continuaba frotándose contra él y empezó a acariciar su espalda, mientras observaba los tembloroso brazos y piernas del menor que suspiraba bajito. La pregunta hizo que Chiaki se sobresaltara e intentara mirarlo de reojo, ¡que vergonzoso fue toparse con sus ojos azules!

-…no…            -susurro apenas

Yoshiyuki agradeció que a pesar de su clara sorpresa Chiaki estuviera dispuesto a continuar, ya que no estaba seguro de ser capaz de detenerse. Sin deseo de posponerlo más, tomó con delicadeza sus delgadas caderas y se hundió de una sola estocada en aquel estrecho lugar, gimió con placer, escucho un fuerte jadeo del menor, dejándose llevar por la excitación que ese sonido le había provocado, comenzó a embestir salvajemente aquel apretado interior, hundiéndose en el tan profundo como fuera posible.

-Mh… Chiaki…mmm…           -sus jadeos dieron lugar a gemidos que iban subiendo de volumen, mezclándose y confundiéndose con los del menor.

No creía que fuera posible pero el volver a sentir ese miembro tan duro en su interior, le estaba provocando nuevas olas de excitación provocando que el también empezara a excitarse de nuevo, aun después de dos orgasmos, su rostro ardía de vergüenza, y a pesar de que la brusca penetración le causó un ligero dolor, estaba lo suficientemente lubricado y listo para recibirlo que este paso rápido y no pudo evitar que después de unos instantes sus caderas comenzaran a moverse al ritmo de las embestidas de Hatori, mientras contracciones involuntarias apresaban deliciosamente el miembro en su interior, sintiendo como palpitaba e hinchaba dentro de él.

Empezaba a perder el sentido, guiado por el placer se inclinó a morder un poco sus hombros y su nuca, susurrando en su oído lo mucho que lo quería, lo delicioso que era, palabras tan vergonzosas que en un momento así enviaban calosfríos por la espina dorsal de Chiaki.

-Ahh Ah…Tori…aah…m…más…           -era incluso más sencillo que la primera vez y sobre todo mucho más placentero, el mayor llegaba a lugares más profundos y sensibles, tocando constantemente su próstata haciéndole gritar y temblar.

-jajja…tan lindo  mhhh…Ah…              -gruñó con un tono ronco, el mismo había entrecerrado sus ojos debido al placer que l recorría; los brazos de Chiaki temblaban haciéndole cada vez más difícil sostenerse hasta que no pudo más y se dejó caer recargando su torso contra el colchón, llevo sus dedos hasta su boca para morderlos en un intento fallido por silenciar los vergonzosos sonidos que salían de ella.            -Mmmh, Resiste solo un poco más…              -pidió rodeando con una de sus manos la erección de Yoshino para recorrerla suavemente.

Sus manos apretaron fuertemente las sabanas a los lados de la almohada, sentía que se quedaba sin aire y su cuerpo se tensó haciendo que el calor en su vientre estallara, termino de manera violenta como una ola de placer que impactaba directo contra el cuándo el calor de la esencia de Hatori llenándolo de nuevo le indico que el mayor también había terminado.

Hatori se recostó sobre el pequeño, respirando agitado, Chiaki se dejó caer por completamente en la cama con Tori aun sobre él, quien daba pequeños besitos en su nuca.

-¿Te encuentras bien, Chiaki?             -preguntó bajándose de él con cuidado para no aplastarlo, sonrió al ver su rostro satisfecho y relajado devolverle la sonrisa y bostezar.          

-Sí pero, tengo sueño              -dijo exhausto y se acurruco más junto a él               -¿Tori?              -preguntó inseguro y con sueño al sentir ligeras caricias en su espalad y al mayor abrazarlo pegándolo a su cuerpo.

-jajjaja, descuida solo…estoy feliz Chiaki          -beso su frente            -descansa           -los cubrió a ambos con una de las desarregladas sabanas.

-tu también descansa Tori                  -lo susurro con lo ojos casi cerrados estaba a punto de caer profundamente dormido pero antes de ello dio un pequeño beso en una de las mejillas de Hatori, quien lo abrazo un poco mas y acariciaba su cabello, lo vio dormir profundamente por unos segundos enternecido sonrió como un tonto antes de dejarse llevar también por Morfeo.

 

**********************************************

2:38 am Fuera de la habitación.

-yo también te amo Tori.

Un nudo se formó en su garganta al oír esas crueles palabras haciéndole enmudecer y ahogar el grito de furia y dolor que murió en ella, sin que se diera cuenta o pudiera evitarlo las lágrimas empezaron a salir incontrolables de sus ojos rojos, se recargo sintiéndose derrotado contar la puerta de la habitación que ya no tenía fuerzas o deseos de abrir por temor a ver de frente la escena que se desarrollaba dentro de ella, la misma que por mucho tempo trato de evitar. Yanase fue descendiendo lentamente con su cuerpo tembloroso por la rabia hasta quedar completamente sentado y abrazado a sus rodillas donde hundió su rostro, ¿Por qué Chiaki era tan despistado?, ¿Por qué en todos esos años no se había dado cuenta de sus sentimientos?, siempre tan distraído, considerándolo solo como su primo favorito y un gran amigo, era tan descuidado cuando estaba con el que era cruel, tal vez simplemente Chiaki no se había dado cuenta de sus sentimientos porque no quería, incluso cuando trato de confesarse el ojiazul hizo lo posible por evitar que se lo dijera de frente y después solo actuó como si nada hubiera pasado, de nuevo se perdía en el juego de ser el buen primo y amigo que ocultaba sus sentimientos para no lastimarlo, porque no quería perderlo, porque lo quería.

Se sintió profundamente traicionado y herido e increíblemente estúpido… Yurei… el también había lastimado al chico de hermosos ojos azules, se rio de sí mismo e intento dejar de llorar y secar sus lágrimas, los ojos de Yurei le gustaban mucho más que los de Chiaki, de un profundo e intenso azul, su mirada, la forma en que le veía le hacía estremecer, una punzada de culpa lo golpeo inesperadamente, ¿había cometido un error?

Flash Back.

Sumergido en lo intenso de sus besos y en el dulce sabor de su boca, Yanase no se había percatado del momento exacto en que el pianista se lo había llevado del pasillo hasta su habitación, solo sabía que se hallaba acostado en la cama, acariciando sus negros y suaves cabellos mientras el mayor descendía por su cuello, su respiración empezaba a  descontrolarse, su cuerpo temblaba ansioso por rozar su piel desnuda con la del pelinegro, entonces Yurei lo dijo…

‘’Te quiero’’

Detuvo sus movimientos en seco, sus ojos se abrieron desmesuradamente, miro al techo…una lagrima recorrió una de sus mejillas, esto no estaba bien…

-¿Yanase?         -dejo de besarlo y sus ojos azules buscaron la rojiza mirada del menor.

-no sigas, déjalo así Yurei                -intento levantarse de la cama, Yurei lo detuvo sosteniendo una de sus muñecas.

-¡¿para que puedas ir a rogar por el cariño de alguien a quien no le interesa?!            -pregunto molesto y cerro con más fuerza el agarre en la mano del otro.

-ese…no es asunto tuyo     -su voz era fría, no lo miraba, no podía hacerlo sin romper en llanto.

-te quiero, Yanase por favor…

-¿acaso no entiendes que ya termine contigo?

-yo nunca estuve de acuerdo con eso         -dijo decidido

Yanase suspiro, él no podía estar ahí perdiendo el tiempo en sostener esa inútil conversación con Yurei, tenía que actuar rápido y evitar que Chiaki hiciera algo que de seguro ambos lamentarían, era hora de irse, no podía ver a Yurei a los ojos, se había terminado y el mismo tenía que convencerse de ello.

-por favor mírame           -se acercó a él por la espalda dando ligeros besos en su nuca, abrazándolo por la cintura mientras le susurraba               -¿de verdad quieres que esto se termine así…?            -tomo delicadamente pero con firmeza su rostro, susurro cerca de sus labios antes de intentar besarlo              -te quiero.

-‘’esto’’               -puso las manos en sus hombros empujándolo para apartar los labios del ojiazul de los suyos, movió su rostro, era suficiente, debía irse y debía hacerlo rápido                -es sexo, fue solo sexo ¿entiendes?, la pase muy bien contigo fue divertido mientras duro y la verdad es que eres muy bueno en la cama, eres ‘’el mejor polvo que he tenido’’ pero el juego ya se termino

-Yuu… ¿cómo puedes?             -sus ojos inyectados en ira, estaban a punto de llorar pero no quería hacerlo, lo que quedada de si dignidad se lo impedía.

-jamás iniciamos una relación, tu nunca lo dijiste y yo no tenía intenciones de hacerlo, nunca te mentí Yurei, lo que sea que esperabas de ‘’esto’’          -ni siquiera estaba seguro del nombre que debía darle a la relación que sostenía con el pianista, a él tampoco le gustaba llamarla como nada más que un simple polvo pero, tenía miedo            -ocurrió solo en tu imaginación.

-a él no le interesas           -escupió con rabia apretando fuertemente sus puños                -¿piensas ir a rogarle por las migajas de su atención? Chiaki debe estar con Hatori y seguramente están…

-¡¡Cállate!!              -su mirada roja e intensa chocaba con un profundo odio contra la azul, pero no odiaba a Yurei si no al hecho de que…tenía razón y el en el fondo lo sabía.

-solo te pido que…                  -¿Cuántas veces había destrozado el mismo su orgullo en ese día? Solo para que Yanase lo…escuchara, para que se diera cuenta de cuanto le quería               -me des una oportunidad, quiéreme por favor Yanase                 -se acercó a él y lo tomo de la cintura, iba a besarlo…           -Chiaki no te quiere…

El cuerpo de Yanase temblaba ligeramente y veía incrédulo su mano que se encontraba con la palma completamente abierta, estaba roja y le ardía ligeramente, no lo pensó solo lo hizo, había empujado fuertemente a Yurei después de que dijera eso pero el mayor se resista a alejarse de él, su respiración irregular hacia era lo único que se escuchaba ahora en la habitación, no había querido hacerlo ni siquiera lo había pensado pero para cuando lo noto ya había abofeteado a Yurei mientras le gritaba un ¡suéltame! Cargado de desesperación, miraba su mano incrédulo después miro a Yurei que se hallaba erguido, hincado sobre la cama con el rostro aun de lado y la mejilla roja, el largo flequillo de su cabello cubría sus ojos, no decía nada, no había intentado devolverle el golpe (una parte de Yuu deseaba que hiciera eso),  permanecía en la misma posición sin mirarlo, Yanase estiro un brazo hacia su dirección, ¿Qué era lo que esperaba? Él debía irse… Detuvo su mano a la mitad del camino cuando la vio, una lágrima correr por la mejilla golpeada del pianista, apretó con fuerza su puño, dio la vuelta y se marchó.

Una vez que el menor se había ido Yurei llevo su mano a su mejilla, dolía más allá del golpe, miro hacia la puerta con la estúpida e inútil esperanza de que se abriría, de que Yanase iba a volver… sin que lo pudiera evitar y ya sin ganas de hacerlo dejó que las lágrimas fluyeran.

Fuera de la habitación Yanase seguía parado frente a puerta, un minuto, dos, tres…cinco minutos…tomo el pomo de la puerta, solo debía girarlo, sabía que eso sería lo más difícil…abrir la puerta… si lo hacía sabía que sería Yurei el que se acercaría, lo abrazaría y besaría, solo debía abrir y… ¿Qué demonios se supone que estaba haciendo?, Debía irse evitar que Chiaki, ellos debían estar juntos, siempre lo había querido, siempre… Retiro su mano como si la puerta quemara y salió corriendo por el pasillo.

Fin del Flash Back.

 Cuando llego hasta la habitación en la cual se encontraba su primo, Yanase ni siquiera tenía planeado tocar la puerta per al acercarse escucho lo que el imbécil de Hatori decía, ¿Qué le permitiera quitarle el miedo?, ¿lo amaba?, quiso conocer la respuesta de Chiaki de inmediato rogando porque no digiera las palabras exactas que salieron de los labios del castaño, después de eso había dejado de escucharlo todo y recordó sintiéndose mucho más culpable lo sucedido con Yurei… tal vez aún podría encontrarlo en el cuarto, tal vez ellos aun… un gemido proveniente de la habitación le hizo volver a su patética realidad; sentado en el suelo y envuelto en la oscuridad y frio de la noche fuera de la habitación donde la persona a la que quería hacia el amor con alguien más, los jadeos y gemidos eran cada vez más frecuentes y por alguna razón podía escucharlos con toda claridad haciendo eco en su cabeza, sintió asco.

Todo el camino de vuelta hasta su habitación fue algo mecánico, no encendió la luz al entrar, Yurei no estaba ahí, pensó por un momento que debió haber ido hasta el lugar donde lo había dejado y hacer lo mismo que Chiaki hacía en estos momentos con Hatori pero en lugar de eso, fue hasta ahí y tomo su celular.

-¿hola?          -Chinatsu contesto sin muchas ganas, había estado de un humor irritable los últimos días, no tenía idea de en donde estaba Hatori y por ello no había podido aprovechar el tiempo en el que se suponía no iba a estar Chiaki para interrumpirlos            -¿tienes pensado hablar?         -pregunto comenzando a desesperarse ya que solo se oía la acelerada respiración de alguien del otro lado de la línea

-¿quieres saber quién es la persona por la que Hatori te dejo?              -su voz inexpresiva, ni si quiera dudo un momento mitras hablaba.

-¿Yanase?

-Hatori vino hasta aquí para estar con Chiaki, duerme con él y ahora mismo se encuentran en su habitación y no están durmiendo.

-¿Qué…?        -la conmoción, la incredulidad y la duda hicieron una extraña mezcla en la cabeza de la chica.

-que Hatori te cambio por Chiaki y el hizo lo mismo conmigo.

-Yanase mira no estoy de humor para esto y…

-¿Por qué no se lo preguntas tu misma a Chiaki? después de todo son hermanos…

Notas finales:

Espero le haya gustado.

Proximo capitulo: Por favor, ¡Eligeme a mi!


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