Cap. 2
Mientras tanto en otro lugar de la ciudad, un hombre muy atractivo hablaba por celular con su amante:
_ ¿Por qué tenemos que acudir a ese evento? La exposición no vendría nada mal pero ese lugar no me interesa en lo más mínimo
_ Zen pasará rápido y ni siquiera te darás cuenta cuando acabe, lo prometo.
_ No prometas cosas que no sabes si podrás cumplir.
_ Ya sabes que esas promesas son las mejores.
_ Detesto cuando lo dices, te oyes más arrogante de lo que ya eres.
_ Ya lo sé cariño
_ Suena todavía más terrible cuando dices eso, igual ya me hacía falta verte, has estado muy desaparecido.
_ Por eso sería bueno que vengas, nos debemos lo de la última vez y no soy yo quien se la pasa más ocupado con el trabajo.
_ ¿Y para eso me haces ir a ese lugar? Podríamos ir a cualquier otro lugar más privado para lo que ya sabes y no me reclames que estoy pasando por un gran momento laboral, debo aprovechar.
_ Tú irás y punto, nos vemos.
Ni siquiera le dio tiempo a replicar puesto que ya había colgado.
Zen lo conocía mucho mejor de lo que él pensaba y sabía que esa distancia ente ellos se debía precisamente a esa charla que habían mantenido un tiempo atrás. Él no pretendía aceptar un no como respuesta y eso mismo fue lo que escuchó esa noche, no porque no le interesara Yasuda sino por una cuestión de desagrado hacia la idea de tener algún tipo de compromiso.
Kirishima solo quería que respetara sus tiempos para no verse condicionado o presionado por esas ataduras porque lo más importante que tenían era esa fantástica atracción que compartían, ¿para qué lo demás? No lo veía necesario, no por el momento y él debía entenderlo. Se había tardado mucho pero al parecer ya lo había comprendido ¿sino para que lo volvería a llamar después de ese lapso de tiempo? Así que dejó de darle vueltas al asunto y se preparó para salir aunque no tuviera demasiadas ganas para eso. Verse y hablar era realmente necesario.
Ya se encontraba listo y esperándolo cuando él pasó a buscarlo, no es como si él mismo no tuviera auto pero no le agradaba mucho conducir así que prefería que lo pasara a buscar. Yasuda se mostraba muy natural pero había algo extraño en él, no lograba darse cuenta bien que era pero podía sentirlo y eso lo perturbaba. El trayecto fue raro e incómodo, algo poco habitual en ellos, pero ya habían llegado y al salir del auto no pudo evitar sentirse un poco aliviado.
Se ubicaron es sus respectivos asientos y se dispusieron a ver el partido de tenis aunque a Zen realmente no le interesara demasiado. La mayoría del tiempo fingió prestar atención pero lo cierto es que se le hacía muy monótono todo en ese lugar. No pudo contenerse y finalmente le preguntó:
_ Dime algo, ¿desde cuándo te interesa el tenis?
_ Nunca dije que no me interesara, solo no lo había mencionado antes.
_ Entiendo, pero eso no responde el porqué era tan importante encontrarnos aquí.
_ Digamos que he estado reflexionando en este tiempo que no nos vimos y creo que he llegado a una conclusión.
_ Entonces no dudes más y dilo.
_ Creo que deberíamos terminar nuestra relación.
Zen no pudo pronunciar palabra alguna. No lograba comprenderlo pero ahora sabía que debió interpretar mejor todas las señales. No quería mirarlo a los ojos así que solo se limitó a ver hacia el frente. Pasaron unos cuantos minutos cuando el mayor se dispuso a tomar la palabra nuevamente:
_ Vamos Zen, dime algo al menos.
_ ¿Qué quieres que te diga? Porque sinceramente no se qué podría manifestar en un momento así.
_ Solo quiero que entiendas que también me duele a mí, no eres la única persona que sufre con esto.
_ Disculpa que no me apresure a abrazarte y consolarte entonces.
_ Ya, deja la ironía y por una vez hablemos en serio.
_ ¿Es por lo que te dije la última vez que nos vimos? ¿Te lo estás cobrando, cierto?
_ No se trata de una venganza sino de tomar una decisión, yo lo estoy haciendo ahora y creo que tú ya lo hiciste esa misma noche sin darte cuenta.
_ ¿Por haberte dicho que no quería comprometerme contigo? Lo siento pero yo no soy una persona de compromisos, creí que te había quedado claro.
_ Si no estamos dispuestos a dar otro paso, siempre estaremos así, estancados. Realmente yo creí que lo que teníamos era más fuerte.
_ Yo también lo creía, pero ahora tú vienes y sueltas toda esta mierda estúpida.
_ Pues lo siento, pero ya es inevitable, lo nuestro debe terminar ahora ¿No lo ves? Si esto se prolonga será más y más doloroso, entiende que tú nunca podrás quererme como yo quiero.
_ Todo el tiempo se trata de ti ¿no?
_ ¿Eso crees? Porque yo pensaba que siempre se trataba de ti, de tu egoísmo de tenerme contigo para no quedarte solo después de aquello que pasó
_ No, no te atrevas a meter eso en esto, sabes bien que yo me aferré a ti como mi amigo, luego se dio que tuviéramos algo más pero en ningún momento te usé si eso es de lo que pretendes acusarme. La verdad si esto era lo que querías decir no entiendo para qué me trajiste a este lugar
_Un lugar neutro es lo mejor para hablar de este tipo de cosas ¿no? De todas formas lo importante es acabar con esto, será duro y no sabes cuánto me ha costado tomar esta determinación pero nos ayudará a crecer en definitiva. Espero que podamos acabar bien, yo quiero asegurarme de que podrás seguir bien sin mí
Y eso fue demasiado para él. No podía seguir escuchando tales palabras cubiertas de tanta “consideración” y compasión hacia su persona, además de esas claras acusaciones de dependencia. La frustración se apoderó rápidamente de su interior y lo llevó a irse rápidamente de su lugar. No importaba a donde fuera, cualquier lugar estaba bien si era lejos de aquel sujeto, ya sabía que él no vendría detrás como siempre lo hacía para intentar arreglar la situación.
Había llegado a compenetrarse demasiado con quien supo ser su mejor amigo años atrás, mientras esperaba que desistiera de su idea del compromiso para aprender a quererlo de la manera más libre y natural que conocía, sin ataduras ni enlaces que no fuera ese sentimiento compartido de... lo que sea que hubieran tenido.
Se quedó en un lugar apartado para fumar. En realidad hacía años que había dejado ese vicio por razones varias como su trabajo y el tonto que acababa de terminar con él. Aun así, ahora sentía que podría fumar un cigarrillo con más ganas que nunca si tan solo tuviera uno.
En ese momento se sintió un gran estúpido y sin oponer resistencia, se permitió apoyarse de lleno contra una pared en un rincón. Necesitaba recuperar la compostura y salir de ahí cuanto antes para evitar cualquier percance con alguno de los muchos fotógrafos que cubrían el evento y podrían encontrarlo en aquella lamentable situación, pero no tenía más energías.
_Oye, ¿te encuentras bien?
_ No, solo un cigarrillo me haría sentir mejor
_ De acuerdo, toma
Al dirigir por primera vez la vista hacia él pudo ver unos ojos que jamás había visto. Eran preciosos, azules, intensos y profundos como el mar. Mientras agarraba el cigarrillo que le ofrecía lo observó una vez más, era un joven apuesto con un rostro serio pero con algo agradable que no lograba identificar bien.
_ ¿Y ya te sientes mejor?
_ ¿Acaso quieres volverlo de tu incumbencia?
_ No lo sé, no te veías nada bien hace un momento, lamento si te incomodé pero sentí que estábamos iguales.
_ ¿Es en serio o solo pretendes tenerme lástima?
_Yo nunca he dicho que tú…
_No, pero reconozcamos que ni siquiera me conoces, ¿qué es lo que buscas?
_ Tranquilo supongo que solo estaba en busca de un poco de compañía ¿sabes?
_ Ah ¿entonces eres de esos? Me sucede todo el tiempo pero por lo general los hombres que buscan mi compañía son más directos. En otra situación lo rechazaría pero en vista de que acaban de terminar conmigo ¡qué más da!
_ ¡Oye, ¿q-qué ideas te estás haciendo?!
_ Vamos no tiene caso hacerse el tímido ahora, está claro que te gusto y por eso…
_ ¡Claro que no! ¡Incluso tengo pareja!
_ ¿Entonces no eres gay?
_ …
_ Ese silencio me dice que sí, no hay nada malo en aceptarlo ¿sabes?
_ ¿Entonces tú lo eres?
_ No tengo problemas con eso, yo no discrimino el sexo si la persona me parece interesante ¿Y dónde está?
_ ¿Quién?
_ Tu novio obviamente ¿o acaso andas de trampa y viniste con tu amante? Aunque entonces no tendría sentido que me buscaras… a menos que quisieras proponerme un trío o alguna de esas cosas, claro.
_ Maldita sea ¡quieres parar de decir tonterías por un momento! No estoy con nadie, vine solo y eso es todo
_ ¿Solo? ¿A ver un partido de tenis? Sé que te ves mayor pero no creo que tanto como para esas cosas
_ ¡Piensa lo que quieras! Mira, yo iba venir con él y no se pudo, fin.
_ Bueno aun tengo para un rato más con este cigarrillo que gentilmente me diste así que puedo oírte, era eso lo que querías ¿no? Dime que pasó que tu novio no está contigo
_ Por favor, creo que si necesitara contención no la buscaría en un completo extraño.
_ No acostumbras a ser muy sincero ¿verdad? Tú fuiste el que a vino a mí después de todo ¡Ah ya sé! ¿Tal vez te dejaron plantado?
_ ¡!
_ Creo que en cierta forma te entiendo, no sé si estamos tan iguales como pensabas pero supongo que la triste conclusión es la misma: las relaciones son una mierda y cuando crees que algo está mal es porque definitivamente todo está mal y si crees que todo va bien es porque todo está realmente peor que mal. Lo sé, acabo de armar un estúpido trabalenguas pero creo tener razón cuando te miro y noto que las cosas no van tan bien entre…
_ No, tú no lo entiendes y no puedes ayudarme ni decir nada que me haga sentir mejor, por favor déjame en paz.
_ Si eso es lo que quieres por mí está bien, no creí que iría a fastidiarte tanto
_ Pues te equivocaste y de hecho no entiendo qué hago todavía aquí. No necesito nada de lo que tengas para decirme, solo quiero estar solo.
El rubio quedó paralizado en su lugar mientras lo veía pisar la colilla del cigarrillo y escrutarlo a él con la mirada antes de marcharse de ahí. Sorprendentemente había gente que se encontraba peor que sí mismo y ese tipo de ojos azules era un claro ejemplo pensó, pero por alguna razón inexplicable no había podido dejar de mirarlo hasta ese instante en que veía su figura desaparecer de su vista.