Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Los piromaniacos por PJ Brown

[Reviews - 67]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

ÚLTIMO DEL DÍA Y EL MÁS HERMOSO.

-Ya tengo toda la fiesta planeada perras-  anunció Billie.

 

-Nada de brownies mágicos, muffins de unicornio o malvaviscos de arcoíris-  dijo Rick al instante.

 

Fox sonrió divertido.

 

La respuesta de Billie no se hizo esperar:

 

-¿QUÉ? Eres una anciana Rick, me caes mejor bajo los efectos de los muffins de unicornio.

 

-Déjalo Joker, el tigre ha sido domesticado-  se burló Fox.

 

Ambos comenzaron a reír escandalosamente.

 

-¡Cállense hijos de puta!– bramó Rick-.  El único domesticado es Fox. No se ha tirado a nadie en semanas.

 

Esta vez, Fox enmudeció y Billie se carcajeó aún más fuerte (si es que eso era posible).

 

–Anda como perra en celo detrás del rubio ese-  dijo Billie. Fox tuvo deseos de tenerlo enfrente para estrangularlo.

 

-Por cierto Fox ¿dónde estás?-  preguntó Rick con curiosidad.

 

–Estoy llegando a casa de Johnny-  respondió el susodicho.

 

Hubo silencio. Y luego, más risas, provocando la ira de Fox "Inmaduros" pensó él.

 

-¡Dile a su mamá que Billie Jojoker manda saludos!

 

-¡Que tengan muchos hijos!-  dijo Rick con voz cantarina.

 

–¿A qué vino esa mamada Rick? No jodas-  comentó Billie.

 

Fox puso los ojos en blanco, suponiendo que era el momento perfecto para terminar con esa llamada. Lo último que escuchó fue algo como "¡Los gays no tienen hijos!" por parte de Billie y un “¡Por primera vez trato de decir una tontería de las tuyas y me vienes a joder la vida!”

 

Cuando llamó a la puerta, una mujer de aspecto muy joven (no podía tener más de treinta años, aunque cabía la posibilidad de que Fox se equivocara), apareció ante él. Su sonrisa era enorme y, por alguna extraña razón que el chico no lograba comprender, parecía estar aguantando las ganas de gritar de la emoción. Sus ojos brillaban.

 

-Eeemmm ¿está Johnny?-  se atrevió a preguntar Fox, entre incómodo y nervioso.

 

-Sí, sí, sí. Pasa, pasa-  respondió la mujer con bastante entusiasmo-,  bajará en un momento... ¡Pequeñín tu novio está aquí!-  Fox se atragantó con su propia saliva y comenzó a toser-  Oh ¿agua?

 

La mujer le ofreció la bebida y éste la aceptó, bebiéndola bajo la atenta mirada azulada de la rubia, quien no dejaba de irradiar una alegría desbordante por cada uno de sus poros. Fox comenzaba a asustarse.

 

Al fin, para alivio de Fox, se escuchó una vocecilla conocida acercándose a la sala de estar:

 

–No es mi novio.

 

Fox casi corre en dirección al rubio para suplicarle que se fueran lo antes posible, pero lo único que hizo fue quedarse paralizado con una expresión en la que se leía algo como "Johnny, esta mujer me está dando miedo, sácame de aquí".

 

Johnny sonrió.

 

-¿Huh? ¿No es tu novio? Que decepcionante-  dijo la rubia, como si hubiera sido traicionada-, tan buen trasero que tiene.

 

Johnny no supo cómo reaccionar ante aquel comentario y se quedó boqueando sin saber qué decir. Pero Fox sí que reaccionó:

 

-Bueno gracias, con permiso.

 

Y dicho esto, tomó la muñeca de Johnny para retirarse.

 

-Adiós-  balbuceó el rubio antes de ser arrastrado fuera.

En cuanto estuvieron en la calle, Fox soltó la mano de Johnny y se permitió suspirar.

 

-¿Quién rayos era esa mujer?-  preguntó él.

 

Johnny se sonrojó y agachó la cabeza, avergonzado.

 

-Mi mamá-  respondió él.

 

Fox se mostró estupefacto y enmudeció. Las palabras se negaban a salir de su boca.

 

-Perdónala, a veces no sabe lo que dice- se disculpó Johnny-. Es un poco inmadura, por eso vivo con mi padre en Suiza, pero quise venir de intercambio para ver a mamá.

 

-¿Están divorciados?-  preguntó Fox.

 

Johnny hizo un gesto afirmativo con la cabeza, caminando con la vista en el suelo.

 

-Papá dice que está enferma-  dijo él, deteniéndose-, porque me educó para ser gay.

 

Fox se rió y al ver que el chico se había quedado atrás, volvió sobre sus propios pasos y le revolvió el cabello para subirle los ánimos.

 

-Si le ves el lado bueno resulta divertido.

 

Johnny hizo un mohín.

 

-No es normal-  repuso él.

 

-¿Y desde cuando me gusta lo normal?-  susurró Fox a su oído, tomando su mano por primera vez.

 

El rubio soltó una pequeña risita.

 

-Mi mamá gritaría de la emoción si nos viera en estos momentos-  comentó, ligeramente rojo y tratando de no derretirse por lo hermoso que era sostener la mano de Fox, el chico más sexy del instituto.

 

-¿Por eso estaba así de rara?-  preguntó Fox.

 

Ahora todo cuadraba: La madre de Johnny realmente estaba loca. Ya moría por contárselo a Billie.

 

Ambos volvieron a retomar la caminata, tomados de la mano.

 

-Sí, quiere que su lindo pequeñín tenga un novio sexy con buen trasero. Supongo que cuando te vio te lío conmigo al instante; eres el ejemplar ideal- confesó Johnny.

 

Al escucharlo, Fox esbozó una peligrosa sonrisa picarona, causando los nervios de Johnny, quien relacionaba aquella expresión con: te-daré-duro-contra-el-muro-y-no-te-podrás-resistir-bitch.

 

"¡Mamá, va a violarme!" Pensó. Aunque estaba seguro de que  no servía de nada, porque su madre le diría algo como "Calla, se el pasivo de esta relación y recibe todo lo que te ofrezcan" o "¡Disfrútalo pequeñín! Tu mami está orgullosa".

 

-¿Crees que soy sexy y que tengo un buen trasero?-  preguntó Fox con picardía.

 

-¡Pervertido! Por supuesto que no. Eso es lo que piensa mi madre, no yo- dijo Johnny, sumamente colorado. Fox comenzó a reír-.  Cállate, no te rías ¡Deja de reírte!

 

De manera inesperada, Johnny cayó al chico con la única manera que su santa madre le enseñó: "Si no cierra la boca, ciérrasela tú".

 

Callándose al instante, Fox se tensó de la cabeza a los pies, sintiendo los labios de Johnny rozando los suyos con timidez.

 

Al separarse, el rubio salió huyendo lo más rápido que pudo.

 

-¡Oye! ¡Vuelve aquí!-  exclamó Fox corriendo tras de él.

 

-¡Ayudaaaaaa! ¡Quiere violarme y luego matarme!- gritó Johnny a los cuatro vientos.

 

Justo al terminar aquella exclamación, lo alzaron del suelo y acabó sobre el hombro de Fox.

 

-Eres demasiado ruidoso-  gruñó Fox.

 

-¿A dónde me llevas?

 

-Vamos de compras.

 

-¿Me vas a violar?

 

-No. Soy fanático de los pechos.

 

-Mentiroso.

 

Fox se echó a reír y a los pocos segundos se puso serio, bajando a Johnny justo frente a él para hacer contacto visual; agachando un poco la cabeza.

 

-Mira, no sé qué me sucede contigo pero no soy gay-  declaró Fox con firmeza.

 

Johnny hizo un puchero y sus ojos se cristalizaron. Era muy sensible.

 

-Me odias-  concluyó él.

 

Fox puso los ojos en blanco.

 

-No, no te odio.

 

-¡Sí, sí me odias! Me odias porque soy gay ¡Pero no es mi culpa! Mi mamá me educó así.

 

Fox se sintió afligido al ver que las primeras lágrimas empezaban a rodar por las rosadas mejillas del rubio.

 

-No, no llores.

 

En cuanto sintió la mano de Fox sobre su mejilla, Johnny se la apartó de un manotazo.

 

-¡No me toques! No soy una mujer ¡Oh gran fanático de los pechos!-  le espetó dolido y enfadado-.  Soy un hombre feo y gay.

 

-¿Quién ha dicho que eres feo, hermoso?-  preguntó Fox, juntando su frente con la del rubio.

 

Johnny creyó que le daría un ataque o algo similar, puesto que su corazón latía muy rápido.

 

-¿No… no crees que soy feo?-  preguntó con un brillo de esperanza en los ojos..

 

-¿Lo dices en serio? Eres la persona más hermosa que he visto en mi vida, además de mí claro.

 

El rubio soltó una pequeña risita.

 

-Y luego dices que no eres gay.

 

Fox sonrió de medio lado y se acercó al oído de Johnny para susurrar:

 

-A veces puedo hacer excepciones.

 

Johnny se estremeció.

 

-¡Oh my god! Madre ¿escuchaste todo eso? Mi bebé cree que soy hermoso y quiere volverse homosexual-  murmuró él.

 

Fox se carcajeó e inconscientemente volvió a tomar la mano de Johnny, emprendiendo la caminata una vez más.

 

-No te odio.

 

-Lo sé. Me amas.

 

-No, no te amo.

 

-Sí, sí me amas.

 

-Yo nunca he dicho que...– suspiró, puesto que Johnny volvía a hacer un puchero-.  Olvídalo.

 

-Madre, Fox y yo nos casaremos muy pronto.

 

Fox palideció.

 

-¡¿Qué?! Eso sí que no ¡Dame el celular!

 

Johnny comenzó a reír al estilo Billie, provocando que Fox se asustara aún más; frunció el ceño y le arrebató el móvil. Grande fue su sorpresa al percatarse de que Johnny sólo había estado fingiendo hablar con su madre.

 

-Te mato. Te violo y te mato–  dijo Fox, devolviéndole el celular.

 

Johnny lo miró asustado, pero al poco tiempo se abrazó a su brazo.

 

-Está bien-  sonrió él.

 

Fox lo contempló con una mueca de estupefacción.

 

-Johnny ¿tu mamá te tiró de la cuna cuando eras pequeño?

 

El rubio sonrió.

 

-Probablemente.

 

 

 

Notas finales:

Eso fue todo por hoy, espero los capítulos hayan sido de su agrado. Apoyen el FoxJo, así como esta hermosa escritora que pide disculpas de rodillas por haber demorado tanto ¡Culpen al colegio! >:c me tienen haciendo labor de actriz para una obra.


En fin, gracias por leer y esperar durante tanto tiempo. Una vez más una enorme disculpa.


¡Saludos!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).