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Los piromaniacos por PJ Brown

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Notas del capitulo:

Disculpen la demora, estoy de regreso ;)

Eran exactamente las tres de la mañana, la hora del demonio. Darwin se había despertado de la nada y no lograba conciliar el sueño aún, no comprendía cómo era posible que Dan durmiera tanto durante el día como en la noche. Quizá utilizaba somníferos que él también terminaría usando.

 

Ya que había despertado, le pareció buena idea bajar por un vaso de agua. Sólo hasta ese momento se percató de que Johnny no se encontraba ahí e inmediatamente recordó que se había perdido en compañía de Fox, lo cual no era muy extraño tomando en cuenta lo obsesionado que estaba el rubio con ese mujeriego. Así que no, no se hallaba preocupado en lo más mínimo.

 

Cuando llegó a la cocina, la luz de ésta se encontraba encendida y para su sorpresa, Rick se encontraba justo allí.

 

-¿Tampoco puedes dormir?-  preguntó Darwin mientras se dirigía a buscar un vaso.

 

Rick rió con amargura.

 

-Ojalá fuera eso, en realidad estoy muerto de sueño, pero me niego a subir a esa habitación.

 

Darwin se mostró un poco sorprendido por las palabras del príncipe estudiantil, aunque suponía que debía tener sus propias razones para no querer dormir junto a la encarnación del demonio.

 

-¿Has estado despierto todo este tiempo?

 

-Sí. Estaba pensando en dormir en la habitación de Johnny y Fox, pero está cerrado con llave y ya te imaginarás quién tiene acceso total en esta cabaña de porquería, ni siquiera sé por qué demonios vine-  respondió Rick, molesto como de costumbre, y al parecer el no dormir lo ponía de peor humor.

 

Darwin se encogió de hombros.

 

-Puedes dormir con nosotros, tenemos un sofá-cama donde Johnny dormiría en caso de que no quisiera compartir habitación con Fox.

 

El rostro de Rick pareció iluminarse mientras Darwin bebía agua con despreocupación. El príncipe del instituto no dudo ni dos segundos en acceder a la sugerencia del chico, así que en cuanto terminó de beber agua, regresó junto con él a la habitación.

 

-No hagas mucho ruido o Billie te escuchara, ese tipo nunca duerme-  dijo Rick. Darwin creía que estaba un poco paranoico, pero no hizo ningún comentario al respecto.

 

Llegaron sanos y salvos al dormitorio, en donde Dan continuaba durmiendo como un bebé, los ojos de Rick se colocaron inmediatamente sobre él.

 

-Se ve adorable.

 

Darwin arqueó una ceja al escuchar aquellas palabras, pero le ignoró.

 

-El sofá está por allá-  dijo él, apuntando el susodicho con la barbilla, el cual se encontraba justo delante de ambas camas con cobijas y sábanas a su disposición.

 

-Gracias.

 

Rick cayó profundamente dormido en cuanto su cabeza entró en contacto con la almohada. Por su parte, Darwin estuvo un buen rato observando el techo antes de conciliar el sueño una vez más, desgraciadamente, un individuo de vestiduras negras y los ojos verdes apareció en sus pesadillas.

 

Lo primero que Rick escuchó fue un grito muy agudo que retumbó contra sus oídos, despertándolo de golpe.

 

-¡¿QUÉ HACE ÉL AQUÍ?!-  preguntó Dan desde su cama, observando con los ojos muy abiertos al príncipe estudiantil, quien acababa de despertar por culpa de aquel ruidoso ser.

 

-Baja la voz-  pidió Darwin, dándose la vuelta en la cama, ignorando por completo su cuestionamiento.

 

-¡Cierra la boca, estoy tratando de dormir!-  exclamó Rick luego de asimilar la situación.

 

Dan no comprendía nada, había despertado por sus necesidades naturales y encontró al príncipe estudiantil durmiendo a pocos metros de distancia de él. Estaba compartiendo el mismo dormitorio que el hijo de los Harrison, por un momento creyó que era un sueño, pero ahora se percataba de que era real, muy real.

 

-¿Viniste a violarnos?-  preguntó inocentemente, cubriéndose con su cobertor.

 

Rick se mostró indignado por aquella pregunta.

 

-¿Qué te hace pensar eso? ¿Tengo cara de marica?

 

-Lo llamaste adorable-  comentó Darwin, quien continuaba tratando de dormir, dándoles la espalda.

 

Dan se puso rojo hasta las orejas, mirando a Rick en espera de que diera alguna explicación, pero éste se había quedado completamente mudo. Dan pensó que el hijo de los Harrison se desmayaría o algo así.

 

-Llamaré a Fox…-  dijo al fin.

 

Darwin gruñó como una bestia, suponiendo que no podría volver a dormir por culpa de aquellos ruidosos compañeros de cuarto, y se puso de pie para ir a darse una ducha.

 

 

Dan estaba sentado justo frente a Fox, mirándolo muy seriamente como si lo estuviera retando a que no parpadeara. No había nadie más en la cocina, todo el mundo estaba haciendo preparativos para la fiesta de esa noche y Dan personalmente había pedido un momento a solas con el pelirrojo para hacerle un interrogatorio.

 

-¿Y bien?-  habló Dan al fin.

 

-¿Y bien qué? No me has preguntado nada aún-  dijo Fox con brusquedad.

 

-Sabes exactamente de qué hablo. Pero está bien, te daré una pista: Johnny y tú a solas.

 

Fox puso los ojos en blanco. Ese día había tenido que soportar al demente de Billie burlándose de él y su orientación sexual, a Rick gritándole que estuvo a punto de comunicarse con la policía y ahora estaba ese loco pensando que sostenía algún tipo de relación con Johnny.

 

-No sucedió nada ¿puedo irme ahora?

 

Dan entrecerró los ojos. Había visto todo tipo de interrogatorios en las series criminales que veía su madre justo después de la cena, así que sabía exactamente cómo tratar con delincuentes.

 

-¿Cuáles son tus intenciones con él?

 

-Casarme y tener muchos hijos, seguramente-  gruñó Fox entre dientes.

 

-¿Qué has dicho? Habla fuerte y claro.

 

Fox abrió la boca para hablar, pero fue interrumpido por unos gritos provenientes de los dormitorios en la planta de arriba.

 

-¡POR JESUCRISTO! ¡SÁCALA DE UNA VEZ!

 

A continuación, se escucharon unas carcajadas bastante familiares.

 

-¡NO TE RÍAS, ESTÚPIDO, LA ESTÁS METIENDO MÁS!

 

Fox y Dan se miraron con las mejillas coloradas, para luego buscar otro punto en el cual pudieran centrar su atención, tratando de ignorar los gritos de sus amigos.

 

Hubo un sonoro gemido. Ninguno de los presentes quiso saber la causa de éste.

 

-¡ES ENORME! ¡¿ESO ESTABA DENTRO DE MÍ?!

 

Esas palabras fueron suficientes para Fox, quien ahora que confirmaba sus sospechas. Lo único que quería era retirarse para no compartir ese momento incómodo con Dan.

 

-Creo que podemos dejar esto para después-  dijo Dan poniéndose de pie-.  Johnny y tú hacen bonita pareja.

 

Dicho esto, echó a correr. Por su parte, Fox se dirigió a la recámara que Billie compartía con Rick, preparándose mentalmente para lo que estaba a punto de encontrar detrás de esa puerta. Jamás imaginó que ese día llegaría, perdió las esperanzas de que sus amigos se reconciliarían, hace mucho tiempo, no podía creer que ahora…

 

-Fox, dile a este imbécil que cierre la boca.

 

Pero la escena que encontró no era precisamente la que había imaginado: Rick sostenía su dedo con un algodón y Billie estaba revolcándose en el suelo, muerto de la risa.

 

-¿Qué sucedió?-  preguntó al fin.

 

-Oh, el viejo y típico incidente de la astilla-  dijo Billie, parando de reír de golpe e incorporándose para quedar sentado en el suelo-.  Rick pensó que tendrían que mutilarle el dedo ¿no es así, cariño?

 

Rick gruñó como respuesta, asqueado por la sonrisa de maniaco que poseía el de por sí demente de Billie, aún no entendía por qué no estaba encerrado en un hospital psiquiátrico recibiendo algún tipo de medicación.

 

-Creí que…

 

-¿Creíste que estábamos teniendo sexo?-  le interrumpió Billie, poniéndose de pie de un salto. Rick se sonrojó y Fox se limitó a asentir con la cabeza-.  No, me temo que mi florecita aún es pura y casta.

 

El príncipe estudiantil le habría insultado, de no ser por el beso que recibió en la frente. Estaba demasiado impactado como para reaccionar.

 

-Me tengo que ir perras, Ariane me pidió que supervisara junto con ella. Nos vemos-  anunció Billie con una amplia sonrisa.

 

Y desapareció por la puerta, asegurándose de cerrarla tras de él.

 

-¿De verdad… creíste que estábamos teniendo sexo?-  preguntó Rick con la vista clavada en el suelo.

 

-Lo siento-  se disculpó Fox, resguardando sus manos en los bolsillos de sus jeans.

 

-Vete.

 

Fox hizo lo indicado sin mencionar ni una sola palabra, sabía lo delicado que era el tema que acababa de tocar. Rick no soportaba tener que recordar el pasado que había tenido con Billie.

 

Estando solo, Rick retiró el algodón para echarle un vistazo a su dedo.

 

-Estúpido, me voy a desangrar.

 

 

Notas finales:

Ojalá lo hayan disfrutado, en lo personal sigo amando a Billie desde el día en el que lo conocí, no sé por qué Rick lo odia tanto... tendrá sus razones.


No olviden dejar sus comentarios y/u opiniones.


XOXO


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