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Los piromaniacos por PJ Brown

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Notas del capitulo:

En este capítulo, la fiera que Johnny lleva en su interior es liberada. Su madre se sentirá muy orgullosa de su pequeño :')

Dan se tomó un respiro, recargándose contra la pared mientras Rick se colocaba delante de él, reposando su frente sobre la suya.

 

-Eres una fiera en la pista de baile-  lo alagó Rick.

 

Dan rió tímidamente. Al príncipe le encantaba aquella única y tierna forma de reír, pero no podía admitirlo ante nadie, lo negaría en caso de que llegaran a preguntárselo. Tenía una reputación que mantener, la cual había decaído bastante por culpa de su ex.

 

-¿Eso crees?

 

-Oh sí ¿dónde aprendiste a bailar de esa forma?

 

-Johnny me enseñó-  confesó Dan con las mejillas sonrojadas.

 

 

Fox miró furioso a Darwin.

 

-No pude detenerlo, no me di cuenta de...

 

-Déjalo como está, yo me encargo-  dijo Fox. A continuación, se dirigió hacia Johnny para alejarlo de Agnes, con quien estaba discutiendo como un loco.

 

-¡Eres una puta! ¡Puuuta!-  gritaba Johnny a la chica.

 

-¡Tú mamá lo es!

 

Johnny enmudeció, y por un momento Fox creyó que se pondría a llorar, pero al instante trató de lanzarse sobre Agnes.

 

-¡No te metas con mi mamá, perra!

 

-Johnny vámonos de aquí-  Fox lo elevó en el aire y lo cargó sobre su hombro.

 

-¡Esto no se acaba aquí perra maldita! ¡Nunca te acercarás a mi bebé!

 

Fox puso los ojos en blanco y se dirigió al cuarto de baño para hablar con Johnny a solas. Lo sentó en el lavabo y lo miró directamente a los ojos.

 

-Te dije que no te acercaras a los...

 

Johnny lo besó en los labios, para luego sonreírle con dulzura, provocando que Fox abriera los ojos desmesuradamente.

 

-Lávate la cara-  le indicó él, pues Johnny tenía toda la comisura de los labios llena de leche y chocolate.

 

-No-  se negó sonriendo.

 

-Que te laves la cara-  ordenó Fox con firmeza.

 

-¡No!-  gritó como niño berrinchudo.

 

Fox gruñó, tomó un pedazo de papel y él mismo lo limpió, resistiendo el impulso de ser brusco porque lo estaba sacando de quicio.

 

-Feo-  dijo Johnny sacándole la lengua.

 

Fulminándolo con la mirada, Fox lo bajó del lavabo con delicadeza tal cual princesa e inmediatamente, Johnny se colgó de su cuello y no se soltó.

 

-Te quiero-  murmuró sobre sus labios.

 

-Eh sí, yo... yo también. Ahora vámonos, tengo que sacarte de aquí.

 

-Llévame de koala-  dijo Johnny dando brinquitos de emoción.

 

Fox suspiró y cargó al chico, quien abrazó su cintura con sus piernas y comenzó a mover sus caderas mientras tarareaba una canción.

 

-No hagas eso-  se quejó Fox.

 

-¿Qué cosa? ¿Esto?-  Johnny aumentó la rapidez con que movía sus caderas.

 

Fox ahogó un gemido y pegó la espalda de Johnny contra la pared.

 

-Ni un movimiento más-  gruñó Fox.

 

-¿Por qué? Es divertido-  se defendió Johnny, volviendo a removerse.

 

-Si sigues moviéndote así, le diré a Billie que te viole.

 

Johnny se controló al instante y se aferró a Fox como si la vida se le fuera en ello.

 

Finalmente, Fox pudo sacarlo del baño en brazos, dirigiéndose al sótano a pesar de que a Johnny le aterraba estar ahí.

 

 

Darwin se paralizó al pie de las escaleras ante la escena que encontró justo frente a sus ojos.

 

Dan y Rick estaban... ¿besándose? Siendo franco, realmente no le sorprendía ¿qué podía sorprenderle si comenzaba a convivir a diario con un trío de dementes que no hacían más que meterlos en líos? Lo que le impactaba era el hecho de que aún no hubieran pasado por una larga condena en prisión, en especial Billie.

 

-¿Chicos?

 

Ambos se separaron rápidamente, muy sorprendidos de encontrar a Darwin en la planta baja cuando se suponía que debía estar arriba en su recámara, leyendo.

 

-Darwin ¿qué haces aquí?-  preguntó Rick.

 

-Vine por un vaso de agua-  respondió, aún sin poder asimilar que Rick y Dan hubieran estado fundiéndose en un beso.

 

-¿Johnny estaba contigo?-  le cuestionó Dan, buscando distraer a Darwin de lo que acababa de presenciar.

 

Darwin se mostró nervioso con la sola mención del chico, a sabiendas de que Dan era muy cercano a Johnny y se preocupaba por su bienestar, después de todo, lo trataban como un hermano menor.

 

-Sí y no.

 

-¿A qué te refieres con "sí y no"? ¿Quieres ser más claro?-  dijo Rick irritado.

 

Darwin inhaló aire profundamente, preparándose para soltar la cruel realidad de las cosas.

 

-No. No se quedó conmigo en la habitación porque dijo que tenía una "cita romántica con su bebé".

 

-Pero... había dicho que se iba a dormir-  dijo Dan, incapaz de creer que Johnny pudiera haberlo engañado.

 

-Pues te mintió-  declaró Rick cruzándose de brazos.

 

Dan no supo si sentirse enojado o decepcionado.

 

-Y lo encontré hace un rato-  añadió Darwin-, estaba en la cocina conmigo y... se comió un brownie.

 

-¡¿Qué?! ¡Le dije a Billie que nada de brownies de unicornio!-  exclamó Rick.

 

Dan y Darwin le miraron con una gran expresión de "WHAAAT" en el rostro sin entender de qué rayos estaba hablando.

 

-¿Qué hay de malo con los brownies?-  preguntó Dan inocentemente.

 

-Que Billie te lo explique-  dijo Rick, echando fuego por los ojos-.  Por cierto ¿dónde está?

 

 

Notas finales:

La aparición de Billie está muy cerca señoras (¿y señores?) sólo esperen un poco más, ojalá que este chico no nos decepcione con su entrada triunfal.


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