Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Los piromaniacos por PJ Brown

[Reviews - 67]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡He vuelto! Ya se imaginarán de qué va este capítulo, espero no defraudar a nadie con el resultado de todo esto.

No estaba en su habitación, la enfermera les informó que el chico había salido a tomar un paseo por el amplio jardín que tenían a completa disposición de sus pacientes. Billie ya habría podido salir de aquel sitio de haber querido, simplemente debía tomarse sus antidepresivos, pero decía sentirse muy cómodo y quería disfrutar de esa paz por un par de días más.

 

Fox dijo que iría por café, lo que Rick tomó como una excusa barata para dejarlo a solas con Billie, quien se acercó a él apenas le vio. No supo por qué, pero el príncipe estudiantil se sintió repentinamente nervioso, tanto que temió vomitarse justo a sus pies.

 

“Joder, se está acercando ¿qué mierda hago ahora?” pensó Rick sin saber a dónde mirar o dónde esconderse para no tener que ver la brillante sonrisa que Billie le estaba brindando.

 

-Hola.

 

-Hola-  respondió en una especie de graznido, sintiéndose terriblemente avergonzado y aún no tenía ni idea de porqué estaba así.

 

Billie dejó escapar una leve risa y Rick se limitó a cruzarse de brazos, molesto por que estuviera poniéndose en ridículo a sí mismo.

 

-¿Qué haces aquí? ¿También viniste a tratarte porque descubriste que eres pirómano?-  preguntó Billie divertido.

 

Rick puso los ojos en blanco.

 

-No, vine a hablar contigo.

 

El chico miró en todas direcciones como queriendo encontrar a alguien más y luego volvió a mirar a Rick, apuntándose a sí mismo con incredulidad, incapaz de creerse que el hijo de los Harrison quisiera hablar con él.

 

-¿Conmigo?-  preguntó desconcertado. Rick asintió con la cabeza-.  ¿Por qué?

 

-A mí ni me mires, fue idea de Fox, creo que… quiere que solucionemos las cosas entre nosotros.

 

Billie hizo un gesto afirmativo con la cabeza como si quisiera dar a entender que lo había escuchado, resultaba extraño que actuara de esa forma tan… calmada, o al menos era extraño para Rick que estaba acostumbrado a verlo reír y bromear todo el tiempo con cualquier estupidez.

 

-¿Quieres caminar?-  le preguntó Billie apuntando el jardín tras de él con su pulgar.

 

Rick se encogió de hombros y le siguió con la vista al frente, sin querer mirar a su acompañante por lo incómodo que se sentía. Billie mantenía las manos en los bolsillos de sus pantalones con la mirada clavada en las puntas de sus zapatos. Ninguno de los sabía cómo iniciar la conversación.

 

-¿Puedes decirme qué hice para que te enfadaras tanto conmigo?-  inició Billie, alzando la vista para mirar el perfil aristocrático de Rick.

 

Rick se detuvo en seco, estupefacto, no sabiendo si reír o llorar por esa pregunta que para él no tenía sentido.

 

-No lo puedes estar diciendo en serio.

 

Billie detuvo su andar al notar que Rick acababa de detenerse a un metro de él, y se volvió hacia el rubio encogiéndose de hombros.

 

-Nunca me lo dijiste y yo no recuerdo haber hecho nada malo…

 

-¡No puedes estar hablando en serio!

 

Rick se acercó a Billie dando grandes zancadas, furioso, muy fuera de sí porque nadie podía ser más idiota que ese chico al que ahora sujetaba bruscamente del cuello de su camisa.

 

-¡Dime que no estás hablando en serio!

 

-Tranquilízate, tigre-  dijo Billie mirando a su alrededor, preocupado de que aquel alboroto pudiera alterar a algún paciente o atraer la atención de algún oficial que hubiera decidido a tomar un respiro. No quería que el príncipe estudiantil volviera a visitar la estación de policía porque eso lo metería en serios problemas con sus padres.

 

-No me ignores, imbécil-  gruñó Rick.

 

Billie fijó su mirada en el príncipe una vez más con una expresión entre nostálgica y culpable, Rick no sabía cómo definir aquella expresión que resultaba tan extraña en el rostro del chico.

 

-¿Tus padres se enfadaron contigo por mi culpa?

 

Su pregunta fue realizada con tanta inocencia y culpabilidad, que Rick comprendió que Billie realmente no sabía por qué las cosas habían terminado tan mal entre ellos.

 

-No, ellos nunca se enteraron de…-  murmuró Rick mientras soltaba al chico lentamente. Pero no pudo terminar, se quedó callado porque sus ojos veían la enorme tristeza que inundaba la mirada de la que se había enamorado perdidamente-.  ¿De verdad no sabes?

 

Billie negó con la cabeza con el aspecto de un niño castigado.

 

-Dime qué hice mal para no volver a repetirlo-  dijo él casi a manera de súplica, sentándose en una de las bancas que había en aquel jardín, jalando la mano de Rick para que tomara asiento junto a él.

 

Y se lo contó. Rick le narró lo que había ocurrido esa noche que cambió absolutamente todo entre los tres, la noche que Billie no recordaba haber vivido.

 

 

Fox observaba a sus amigos en la distancia con un vaso de café, sentado junto a una mujer que tenía la mirada perdida al frente y que se mecía de atrás hacia adelante lentamente.

 

-Seguro conoce la clásica historia del chico que hace una apuesta con sus amigos para enamorar a una chica y termina enamorándose él ¿no?-  dijo queriendo desahogarse con aquella extraña señora que ni siquiera parecía estar escuchándolo-.  Bueno, a mí me pasó… con un chico.

 

-Estás enfermo-  le contestó la mujer sin dejar de mecerse.

 

Fox le dio un pequeño sorbo a su café y negó con la cabeza.

 

-No, no, eso ya lo sé, siempre lo he estado. Lo que necesito saber es cómo recuperar a ese chico ¿entiende?

 

-Te tienen que internar aquí.

 

Tomándose un poco en serio las palabras de la mujer que seguía mirando al frente como si estuviera sumida en alguna especie de trance, Fox pensó en la reacción que tendría su madre si le decía que se había enamorado de un hombre. Holly era de mente muy abierta, no creía que tuviera problema para asimilarlo, así que seguramente no se vería en la necesidad de internarse.

 

A veces agradecía que su madre fuera tan joven.

 

 

Billie le confesó lo que había sucedido después de que terminaron, lo de su estadía en el hospital a causa de la sobredosis alcohólica. Escuchar eso provocó que a Rick se le partiera el corazón en dos porque ahora que sabía que el chico sufría de depresión, temió que se hubiera quitado la vida por su culpa; había sido un idiota durante todo ese tiempo.

 

-Perdóname-  murmuró Rick con un nudo en la garganta.

 

Billie lo abrazó con fuerza, dejando que llorara sobre su hombro.

 

-Todo este tiempo pensé que te habías alejado de mí porque te avergonzaba y te preocupaba lo que dijeran los demás-  murmuró Billie mientras Rick, quien negó con la cabeza, sollozaba entre sus brazos.

 

Estuvieron unos minutos abrazados hasta que el heredero de los Harrison fue capaz de tranquilizarse y se apartó, limpiándose las lágrimas con sus manos, muy seguro de que se veía asquerosamente horrible, pero decidió restarle importancia por aquella ocasión.

 

-¿Me perdonas?-  preguntó Billie casi en un susurro.

 

-¿Por qué?

 

-Por haber ido a esa fiesta sin ti, si no hubiera ido…

 

-¡Cállate y bésame!-  le interrumpió Rick.

 

Los ojos de Billie brillaron de pura alegría y sujetó el rostro del príncipe estudiantil entre sus manos para fundirse en un beso de reconciliación, un beso que ambos habían estado ansiando por mucho tiempo sin siquiera saberlo.

 

 

Notas finales:

Y ya, final feliz... ¿o no? 7u7 soy tan malvada que quizá esto no acabe como todos quieren, o tal vez sí. Me encanta el drama y hacer sufrir a mis lectores jajajajajaaaa.


¡Saludos! :D


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).