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Los piromaniacos por PJ Brown

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Notas del capitulo:

Lamento mucho la demora, tenía cero inspiración (el rol consume mi cerebro) y no está en mis planes traerles un capítulo mediocre.


¡Pero estoy de vuelta! Espero que disfruten la lectura :D

-Te pidió tu celular-  dijo Dan, tratando de asimilar lo dicho por su amigo.

 

-Sí-  afirmó Johnny con total tranquilidad.

 

-No exactamente, ese término está mal utilizado. En realidad le pidió su número-  aclaró Darwin cumpliendo con su papel de sabelotodo.

 

Concordando con su amigo, Johnny hizo un gesto afirmativo con la cabeza. Tanto Dan como Johnny comenzaban a acostumbrarse a los comentarios de Darwin, quien solía corregirlos la mayoría del tiempo; era el razonable de los tres.

 

-Bueno, saben a lo que me refiero ¿no? Es que… aún no puedo creerlo. Según lo que he escuchado Fox es un mujeriego ¿por qué te habría pedido tu número?

 

Johnny ya les había relatado la historia tres veces seguidas, asegurándose de que Dan escuchara cada detalle, su amigo continuaba muy impactado por lo sucedido e incluso, pese a que habitualmente se la pasaba adormilado, se había mantenido bastante despierto.

 

Johnny se encogió de hombros.

 

-Tal vez quiere que seamos amigos-  sugirió él.

 

Una estruendosa carcajada interrumpió la conversación que tenían los tres chicos, una carcajada que resultaba irreconocible para la mayoría del alumnado.

 

Billie iba ingresando en el salón de clases en compañía de Rick, que ponía los ojos en blanco. Ni un chico tan inteligente como lo era Darwin comprendía porqué Rick, que se notaba a leguas que detestaba a Billie, siempre estaba en compañía de ese lunático.

 

-Debiste ver la cara que puso cuando se lo dije. Estoy seguro que nunca se habría esperado que fuera trasvesti-  continuó Billie mientras se dirigía a su asiento, hablando casi a gritos.

 

Al escucharlo, Johnny abrió los ojos de par en par y miró a Billie estupefacto.

 

-¿Eres trasvesti?-  preguntó inocentemente.

 

Darwin dejó escapar un suspiro. Él quería involucrarse lo menos posible con esos chicos problemáticos, pero aparentemente Johnny estaba muy empeñado en hacerlo, quizá no estaba consciente de ello, y no lo culpaba era demasiado inocente para notarlo; sin embargo, los estaba metiendo en terreno pantanoso lo quisiera o no.

 

Billie se giró al rubio que lo había cuestionado y le brindó una de sus gigantescas sonrisas de demente.

 

-Sí, lo soy. Antes me llamaba Roxana y me encantaba…

 

-¡Cierra tu estúpida boca!

 

El murmullo que hasta entonces se había mantenido instalado en el salón de clases, cesó. Fox acababa de atravesar la puerta y asesinaba a Billie con la mirada. En la lista de los más temidos, después de Billie por supuesto, se encontraba Fox y era por eso que a nadie le agradaba hacerlo enfadar.

 

-¿Qué hay Fox? Estaba dándole los buenos días a las perras básicas-  se excusó Billie tranquilamente, para luego centrar su atención en los chicos de intercambio una vez más-.  ¿No es así?

 

-No soy ninguna perra-  dijo Darwin mirándolo muy fijamente a los ojos, como si lo retara a que volviera a llamarlo así.

 

La tensión se hizo presente. Nadie había contradicho a Billie porque sabían que las consecuencias podrían ser devastadoras.

 

Una sonrisa curvó los labios de Billie lentamente.

 

-Me agradas-  dijo él, inclinándose hacia el chico para que sus rostros quedaran a la altura. Sorprendentemente, Darwin no se echó para atrás y continuó sentado en su sitio sin mover ni un músculo; ese idiota no lo intimidaba.

 

Pero a diferencia de Darwin, Dan y Johnny veían la escena horrorizados. Ese chico estaba demente, seguro violaba a su amigo antes de que alguno de ellos se diera cuenta, Johnny le tenía miedo y Dan… Dan seguía los consejos de su abuela de proteger su trasero de los chicos malos y violadores-asesinos.

 

-No puedo decir lo mismo-  respondió Darwin.

 

Rick arqueó las cejas y miró a Billie en espera de la reacción que el chico tendría. No pudo decir que no se mostró confundido al ver que éste se echaba a reír como un loco, pero si se detenía a pensarlo un poco era típico de él ¿qué esperaba? ¿Que hubiera golpeado al chico por insultarlo? Ese parecía el estilo de Fox, no el de Billie.

 

La campanada que anunciaba el inicio de las clases se hizo presente, provocando que todos los que se habían hallado de pie conversando, regresaran a sus lugares. Pero Billie se mantuvo en el mismo sitio.

 

-Sí, definitivamente este chico me agrada-  concluyó Billie, incorporándose para mirar a Fox-.  ¿Podemos conservarlo Fox?… ¿Fox?

 

El nombrado tenía sus ojos clavados en Johnny, quien en algún momento había tomado su juguito de uva que se encontraba en su mesa y lo bebía tranquilamente hasta que captó la mirada del pelirrojo sobre él.

 

-Eh… ¿quieres?-  preguntó Johnny ofreciéndole su juguito con una cálida sonrisa.

 

Fox lo contempló estupefacto “¿Por qué demonios querría tu estúpido jugo?”. Pero la sonrisa que el chico le dirigía era hermosa, perfecta, angelical “¡Por la santísima virginidad de Rick! No eres gay Fox, no eres gay”.

 

-Gracias, pero no-  dijo Fox.

 

Johnny se decepcionó un poco. Su juguito había sido rechazado por el chico cool y sexy de su nuevo colegio.

 

Al captar la decepción en la expresión afligida del chico, Fox le arrebató el mentado jugo de la mano y se llevó la pajilla a la boca, ahí donde Johnny había posado sus bellos labios con anterioridad. El rostro del rubio se iluminó con aquel acto.

 

-Ya ¿contento?-  dijo Fox, devolviéndole su jugo luego de darle un sorbo.

 

Johnny sonrió y asintió con la cabeza. Fox le devolvió la sonrisa, para luego dirigirse a tomar asiento.

 

-Buenos días jóvenes. Rick ¿podrías dejar de acosar a tu compañero con la mirada para que podamos comenzar la clase?

 

En cuanto el profesor pronunció aquellas palabras, todo el alumnado centró su atención en el príncipe del instituto, que hasta entonces se había mantenido mirando a Dan desde hacía buen rato. Dan se había sentido bastante abochornado por aquello, pero no se atrevió a mencionar palabra porque estaba seguro que iba a tartamudear y eso sería mucho más vergonzoso.

 

Rick, al caer en la cuenta de lo que había estado haciendo, se sonrojó y colocó su mirada al frente. Sólo esperaba que ese suceso no trajera comentarios entre el alumnado que volvieran dudosa su orientación sexual.

 

-Sí, claro. Comience-  dijo al profesor, fingiendo total tranquilidad.

 

Billie le guiñó un ojo a Darwin y éste puso los ojos en blanco.

 

 

Darwin leía un libro mientras se dirigía a la salida del instituto, se encontraba tan concentrado en su lectura, que los gritos de alguien no muy lejos de ahí lo sobresaltaron. A causa de esto, el libro resbaló de sus manos y perdió la página en la que se encontraba.

 

-OH MY FUCKING GENIUS-  exclamó una voz varonil. Aquello parecía más un gemido que cualquier otra cosa y Darwin no quiso ni pensar qué era lo que solían hacer los alumnos de ese instituto en el interior de los baños, que justo se encontraban junto a él.

 

Maldiciendo por lo bajo, Darwin levantó su libro y comenzó a buscar la página en la que se encontraba para volver a retomar su lectura.

 

-¡Aburridoooo!-  gritó alguien que acababa de colocar una mano sobre una de las páginas del libro que Darwin sostenía.

 

-Debí suponer que eras tú quien gritaba-  dijo Darwin, alzando la vista hacia él con una expresión imperturbable en el rostro. Acababan de insultarlo profundamente al declarar que leer era una actividad aburrida.

 

Como si se hubiese tomado el comentario del chico como un halago, Billie esbozó una sonrisa que Darwin no pudo evitar comparar con la de un gato, aunque no estaba seguro de que los gatos sonrieran.

 

-Sí, estaba pensando en ti mientras me chupaban la polla-  declaró Billie con descaro.

 

Darwin hizo una mueca de asco y cerró su libro de golpe. No le importaba que hubiera estado a punto de aplastar la mano ajena en el proceso, habría sido increíble que sucediera, pero el chico fue más rápido y la apartó. Sin embargo, su intención principal era retirarse y dejar a ese joven vulgar atrás, no iba a continuar perdiendo su tiempo con él.

 

-Oye, oye ¿a dónde vas? La diversión sólo está por comenzar nene-  dijo Billie, comenzando a caminar a su paso.

 

“¿Qué he hecho para merecer esto?” se preguntó Darwin, mientras aumentaba la velocidad con la que caminaba para alejarse lo más pronto posible de ese psicópata.

 

-A casa, que te diviertas.

 

Billie estaba desesperado, el nerd tenía un muy buen trasero y su actitud era atrayente. No podía rechazarlo así como así. Fue entonces que decidió utilizar la misma táctica que solía utilizar con Rick; se tiró al suelo y abrazó las piernas del muchacho.

 

-¡No me hagas esto por favor! ¡Eres my genius, te necesito!-  comenzó a suplicar como un niño de tres años que lloriqueaba para que no le abandonaran en el jardín de niños.

 

Darwin abrió los ojos hasta más no poder. Ese tipo realmente estaba mal de la cabeza.

 

-Déjame ir ¿qué es lo que quieres?-  preguntó tratando de mantener la calma.

 

Billie alzó la vista hacia él y le sonrió.

 

-Una cita contigo, sólo así te dejaré ir.

 

-¡¿QUÉ?!

Notas finales:

¿Darwin aceptará la cita? ¿Quién será violado primero? Hagan sus apuestas 7u7


Tenemos muchos candidatas que quieren participar en el club de admiradoras de Billie, esperemos que crezca para hacer la inauguración oficial.


Dejen sus reviews, bye bye ;)


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