Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Colors Spell por AleChun

[Reviews - 319]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, aqui les traigo otro capitulo, antes de comenzar quiero pedir disculpas por la demora ;A; Actualmente estoy tratando de sobrevivir a mis parciales, por ahora he aprobado "casi" todo :'D. Este capitulo es cortito :c disculpen eso pero mi tiempo esta super limitado.

Agradezco como siempre sus reviews :'D. Me alegran el cocoro <3

Bueno, ya no me extiendo xD. Disfruten su lectura.

PD: No tuve tiempo de revisarlo. Disculpen lo horrores(?) garrafales que encuentren.

PD2: La primera parte con kursiva es un flash back :'D

DISCLAIMER: Los personajes de Kuroko no Basket no me pertenecen son obra de Tadatoshi Fujimaki

.

.

.

 

Cuando Kuroko le lanzo el anillo de bodas al suelo, el mundo de Akashi Seijuuro se detuvo como una marea sin destino. Seijuuro no podía comprender tal actuar, no entendia cual era el problema,  no lograba procesar la idea de que su esposo lo rechazase tan cruelmente. Pero como siempre lo había dicho y siempre lo hacia: él jamas se rendiría, porque sus palabras eran absolutas y se cumplirían a cualquier costo.

 

—El divorcio no es negociable—fijo sus orbes rojas y penetrantes en la figura penosa y débil de Kuroko—Tetsuya—no lo aceptaría. Nunca fue condescendiente y no cambiaria ahora—No vuelvas a mencionarlo otra vez.

 

—Me prometiste que liberarías a Kagami kun—pronuncio Kuroko con una mirada perdida y puños apretados, interrumpiendo totalmente cualquier tipo de serenidad que Akashi tratase de imperar. Se sentía engañado. Tonto. Frustrado. Iluso. Y sobre todo débil—Y no lo hiciste. No cumpliste con tu promesa Seijuuro kun

 

Y otra vez “aquel tema” salía a colision en la vida de aquel matrimonio. Una lucha intensa. Un egoísmo absoluto. Un corazón partido. Siempre llegando al mismo punto de una y mil palabras. Siempre sufriendo. Akashi no dejaría a su esposo, jamas lo haría. Y desgraciadamente Kuroko lo entendia y se condenaba a si mismo por tal acto cruel.

 

—¿Por qué?—las lagrimas inundaron sus ojos nuevamente. Se sentía desdichado, se sentía roto casi como un muñeco sin vida—¿Por qué no puedes dejar a Kagami kun en libertad?—mas que su propia vida y felicidad, anhelaba tanto la de otro. Deseaba con todas sus fuerzas volver a ver la sonrisa de Taiga…No importaba si lo hacia la distancia, no importaba si nunca podía volver a su lado, lo único que quería era simplemente volver a  ver a Kagami Taiga en libertad y verle sonreir y llenar un pequeño pedazito de su mundo gris.

 

—Por la misma razón que deseas que lo libere—contesto firme sin ningún tipo de titubeo en su voz,  desgarrando y destruyendo de nuevo lo que tanto quería—Eres mi esposo Tetsuya y no puedo permitir que un intruso ponga en peligro nuestro matrimonio

 

Silencio

 

Era la tercera vez que Seijuuro observaba como el peliceleste caia de rodillas sobre el piso fino de su mansión. Lo entendia perfectamente, lo entendio en el pasado y lo asimilaba ahora. Ha ganado…

 

Sin embargo

 

—Voy amar siempre a Kagami kun—Kuroko solto una risita. Sus recuerdos venían una y otra vez a su mente. Lo amaba tanto, tanto, tanto. Enamorado hasta la medula—hasta el final—susurro. Las cosas cambiaron volteando todo tipo de anhelo e ilusión.

 

 

Y el corazón de Seijuuro se rompia una vez mas.

 

 

Este es mi gran amor incondicional

 

 

-w-

 

Sakurai miro por decima vez el cuerpo débil y tembloroso de Furihata; tan lamentable, tan débil, tan frágil. Despues de que la doctora les hubiese informado de los resultados de Furihata, este no pudo controlar los nervios y termino cayendo al suelo por el shock y choque de emociones que había tenido. Sakurai lo entendia, comprendia aquella frustración. Volvio a fijar la vista en el rostro demacrado de su compañero y suspiro al notar las pronunciadas ojeras que poseía.

 

De pronto la puerta de la enferma se abrió. Sakurai volteo el rostro y sonrio al notar que Daiki entraba. El moreno se acerco y de manera delicada deposito un beso sobre su frente.

 

—¿Qué fue lo que paso?—pregunto Aomine señalando con la vista el cuerpo de Furihata, tratando de ocultar un poco su preocupación. Daiki no estaba muy acostumbrando a mostrar emociones fuera de su papel  serio.

 

 Pero como siempre Sakurai podía percibir esos pequeños deslizes de parte de su novio.  Sonrio y relajo los hombros. Ya habría tiempo para molestarle con aquello, lo importante ahora era Furihata—recibió una noticia que le dejo un poco mal

 

—¿Un poco?—no era necesario ser un genio para notar que las cosas no iban bien para el pequeño chihuahua. Observo el perfil maltrecho de Furihata y se sobo la cien. Se notaba que estaba pasando algo muy malo.

 

Sakurai suspiro y asintió—Al parecer Furihata tiene tres meses de embarazo—entrecerró los ojos pensando brevemente en aquello—Fue demasiado para él. Necesita descansar— murmuro afligido.

 

Aomine abrió los ojos un poco sorprendido. No se lo esperaba, podía esperar cualquier otra cosa pero menos eso.  Ahora comprendia el sufrimiento interno de Kouki — Que idiota. No va a ser nada fácil tener a un mocoso en este infierno—Sakurai asintió a esas palabras. Las cosas no serian fáciles para Kouki.

 

Pero ambos y los demás lo ayudarían.

 

 

-w-

 

 

Himuro miro por decima vez su reloj de mano.

 

10:30 A.M

 

 Suspiro y entrecerró los ojos al notar, en su opinión, lo muy tarde que era . Era un fastidio, todo en su vida era un gran fastidio. En realidad Tatsuya no sentía ningún tipo de depresión o algo por el estilo para verse envuelto en esa situación tan penosa, es solo que…Solo que…estaba malditamente cansado de esperar mas de una hora al prometido de su jefe.

 

—Murasakibara Atsushi—murmuro despacito tratando de que nadie de la servidumbre de la lujosa mansión “Atsushi”  le escuchase. No quería ser tachado de insolente al atentar contra la respetuosa imagen del dueño de la casa y hombre millonario. De tan solo pensar verse envuelto en un malentendido. De tan solo pensarlo le causaba escalofríos.

 

Mientras el pelinegro seguía sumergido en su mundo de secretario y otras cuestiones de trabajo y relaciones sociales, la lujosa y amplia puerta de la sala se abrió dejando ver a un hombre alto.

 

Muy alto. Tan alto que por primera vez en su vida, Himuro se sintio como un pequeño insecto en frente a una monstruosa polilla u otro animal aterrador que se le vienese a la mente- todos muy grandes por supuesto-

 

Tatsuya rápidamente se levanto del lujo sillón donde se encontraba e hizo una reverencia de acuerdo a las formalidades del caso, no estaba muy acostumbrado a ese tipo de encuentros, por lo general era él mismo Akashi quien se encargaba. Pero por hoy. Solo por hoy. Tenia que sonreir y soportar o eso creía…

 

—¡Whoa! ¡Eres tu Muro chin!—abrió los brazos con toda la intención de dar un salto hacia adelante y apachurrar con todas sus fuerzas a Himuro—No sabia que Aka chin te mandaria para distraerme—inflo las mejillas y movio la cabeza de un lado a otro.

 

Himuro que se encontraba totalmente sorprendido por el actuar del prometido de Akashi se alejo y rezo internamente por aquel loco que lo trataba como si fuesen un par de conocidos. Cuando él. Para ser sinceros. No conocía-ni siquiera por fotografía- a Murasakibara Atsushi. Movio la cabeza tratando de disipar sus pensamientos que nada tenían que ver con su trabajo de secretario y levanto la vista—¿Lo conozco?—pregunto suave y condescendiente con aquel niño grande que se le había presentado como un tipo de acosador. Siempre siendo respetuoso y marcando distacias. Solo por si acaso.

 

El pelimorado se quedo estatico en su lugar y abrió la boca. Se sentía desconsolado. Fatal. Como si la policía lo hubiese arrestado en calzoncillos rosados y de ponis. Se sentia como si un luchador profesional le acabase de hacer un fatallity o una llave-ambas cosas muy dolorosas-. Murasakibara Atsushi no podía creerlo, se negaba a creer que su Muro chin no lo reconociese en  absoluto.

 

—Esto…—el pelinegro movio la cabeza tratando de descifrar los extraños gestos que el Sr. Atsushi  hacia en su presencia. Movio la cabeza hacia el otro lado. Pero nada. No sabia, no entendia que le pasaba al pelimorado—¿Sucede algo?—se atrevio a preguntar tratando de salvar el momento de presentaciones laborales y evitar la situación rara en la que se habían envuelto.

 

Los ojos de Murasakibara se cristalizaron y apretó los labios—Muro chin no me recuerda—sollozo triste y con el corazón herido y sobre todo con miedo a volverse invisible. Y pensar que todo el mundo le repetían cada tres segundos que era imposible no notar su presencia—Yo siempre te veo cuando Aka chin viene a las empresas—por lo tanto era obvio y mas que seguro que Tatsuya también lo hubiese visto. ¿Entonces porque? ¿Por qué no lo reconocia? 

 

Himuro abrió los ojos sorprendidos. Ahora entendia un poco a lo que se referia el pelimorado. Pero diablos. No era como para que el sujeto se pusiese a llorar como una vil niña. Carraspeo fingiendo cualquier tipo de opinión que su garganta tratase de aligerar—Disculpe, no le recordaba—pronuncio no muy convencido de porque en realidad se estaba disculpando—Bueno—prosiguió ignorando cualquier otro berrinche de parte del honorable e ingenioso empresario—  el motivo de mi visita es para entregarle unos cuantos contratos que Akashi sama me encargo y que son de vital urgencia que los lea. Si usted da su visto bueno a partir de hoy mantendrá contacto conmigo para las cuestiones administrativas de la sede principal en Tokyo

 

Murasakibara asintió aun adolorido por el desplante atravesador de  Himuro y accedió a escuchar los asuntos tan importantes que Akashi tenia planeado realizar con su ayuda.  Ademas de que de alguna manera saldría beneficiado al trabajar con Himuro, solo si estaba. Aunque ya era un hecho su aprobación—Por supuesto Muro chin—movio la cabeza profusamente—Tratemonos bien desde ahora

 

Tatsuya alzo una ceja extrañado—Aun no lee las planillas—cuestiono inmediatamente. Lo mejor era siempre irse por la via legal es por ello que era estrico y necesario que el señor Murasakibara leyese y estudiase los puntos establecidos en los documentos que Akashi había armado.

 

—No será necesario—sonrio—ya tome una decisión—no. Definitivamente Murasakibara no estaba pensándolo. Estaba imitando a un barco en la deriva del mar. Como un sol sin señal. Como un tonto que se había encaprichado con un juguete nuevo…

 

Un juguete tan hermoso

 

Amame y protegeme

 

 

 -w-

 

 

Cuando el reloj de la pared toco las 5 en punto. Kagami supo como un tipo de presentimiento interno que algo o mejor dicho alguien interrumpiría lo que hasta ahora había sido una paz relativa en su vida. Los guardias caminaron por los pasillos de la prisión y sin un minimo de reparo y consideración abrieron las puertas de la celda y llamaron a los presos que habían recibido visitas.

 

El pelirrojo ya bastante acostumbrado a no escuchar su nombre dentro de las listas cogio una de sus almohadas y la acomodo debajo de su cabeza. Todo seria como siempre. Nadie le visitaría. Nada cambiria. Todo se mantendría igual.

 

Pero nada se mantiene estatico en su lugar…

 

—Kagami Taiga

 

Su nombre. Su maldito nombre había sido pronunciado. Se levanto de su lecho y con una mirada extrañada se acerco hacia el guardia de la prisión. No entendiendo en absoluto lo que estaba pasando.

 

El hombre con uniforme y con una cara de pocos amigos simplemente le miro—Tienes visitas—pronuncio venenosamente y sin una palabras mas se retiro del lugar.

 

Visitas…

 

Esas palabras resonaban una y otra vez en su cabeza. Levanto la vista y a pasos robóticos camino hacia la sala especial de visitas, como siempre dos guardias lo esposaron y lo acompañaron hacia su destino. Una vez que entro a la sala de visitas se sento sobre el lugar que le habían indicado y miro a través del vidrio que le impedia cualquier tipo de contacto con el exterior. Espero unos cuantos segundos y finalmente su visita apareció.

 

Sus ojos se abrieron y no pudiendo evitar sus emociones se levanto de su lugar—T-tú—balbuceo sintiendo todo su cuerpo temblar junto a las sensaciones paralizantes de su corazón

 

—Kagami kun…

 

Kuroko estaba ahí. Detrás del espejo. A un solo paso de distacia

 

Y aun asi…

 

Los ojos de Kagami se cristalizaron y apretó los labios —Me prometiste que no te acercarias—una lagrima cayo por su mejilla. No quería. No de esa manera. No quería verlo ahora—Me juraste que no te acercarias Tetsuya

 

—Kagami kun, yo—levanto una de sus manos y la coloco sobre el cristal—Yo necesitaba verte. Necesitaba verte otra vez—como nieve en primavera. Como sol en invierno—Yo necesitaba…—su voz se quebró—Te amo

 

—Sabes que Kise puede estar viendo esto y aun asi—desvio la mirada ignorando el “te amo” del peliceleste—aun asi viniste. No puedes hacerlo Tetsuya—las lagrimas seguían cayendo pero aun asi no se rendiría en su decisión. No podía…— No puedes hacer esto

 

—Kagami kun. Yo estoy muerto para Akashi kun—apretó sus manos y fijo sus orbes celestes en el cuerpo de Kagami—Ya no me perseguirá, podemos salir de esto Kagami kun. Podemos…

 

—¡No es asi!—grito frustrado—¡No es tan fácil! Akashi y Kise no se rendirán

 

—¡Kagami kun!—lo llamo de nuevo—¡Yo voy a esperarte siempre!—ya no soportaba oir la verdad. No quería seguir escuchando la realidad. Solo quería creer. Creer que pronto Kagami volveria a él—No me importa Kise kun ni Akashi kun. Solo tu…Solo tu me importas, Taiga.

 

Y asi seria siempre

 

.

.

.

 

 

 

Notas finales:

Bueno hasta aqui llego. ¡Gracias por leer! Me emocione escribiendo este cap :'D. Espero que les haya gustado :DD y que haya aclarado un poquito sus dudas. Nos leemos pronto.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).