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Colors Spell por AleChun

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Notas del capitulo:

Hola :DD ha pasado bastante tiempo ;A; . Lo siento mucho  por tardar tanto :c como lo había dicho antes, la universidad me consumio :’D . Pero como ahora estoy de vacaciones les traigo esta conti, disculpen si esta feo el capi  . Muchas gracias a todas las personitas que leen este fic, les aseguro que no lo dejare.

 

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Furihata camino a pasos lentos por el comedor de la prisión. No podía dejar de pensar en lo que había ocurrido hace unos días. La sensación estaba ahí, presente e hiriente como un cuchillo que le lastimaba. ¿Por qué? ¿Por qué ese hombre no podía dejarlo en paz? Esas preguntas era las que se hacia una y otra vez en su cabeza. Kouki suspiro y alzo la vista en dirección a las bandejas de alimentos. De cualquier manera, no voy a rendirme; se dijo a si mismo.

 

Simplemente porque el asunto terminaría ahí, ya no aceptaría ninguna culpa nunca mas y si era posible moriría contando su verdad.

 

Porque Akashi Seijuuro tarde o temprano sabría la verdad.

 

—Y ese dia—murmuro despacio— Ese dia solo espero oir una disculpa y tener una vida tranquila—estaba decidido y nunca, nunca cambiaria esa decisión por nada. El mantendría su dignidad.

 

Continuo con su camino silenciosamente hasta que a lo lejos Takao le saludo y se acerco a él.

 

—¡Hey! ¡Furi chan!— saludo el pelinegro  — ¿Cómo vas con el pequeñin?— pregunto refiriéndose al embarazo; de alguna manera era lindo saber que pronto habría un bebe dentro de la celda que compartirían, asi que de alguna manera Takao se sentía con el deber de cuidar de Furihata.

 

—Bien— respondio con una sonrisa olvidando por unos cuantos segundos el asunto de Akashi—me acabas de ver hace dos horas—inflo las mejillas— nada ha pasado en ese transcurso de tiempo. Exageras Takao.

 

Takao volvió a sonreir y negó con la cabeza juguetonamente. En su mente, por supuesto que no exageraba, los bebes eran muy delicados y mas aun cuando estaban en el vientre de su madre. Levanto una de sus manos y le dio un golpecito a Furihata— ¡Claro que no! Imagina si algo te llegase a pasar, Furi chan. Saku chan se desmayaría y  yo pues… yo me pondría a llorar como en las telenovelas— dramatizo— asi que cuídate, aun mas de lo que lo haces ahora. Te faltan solo dos meses para que el bebe vea la luz de este mundo.

 

—De la prisión— corrigio Furihata con una risita disimulada.

 

—Furi chan—Takao abrió la boca dispuesto a soltar una groseria pero por ahora. Por ahora tendría que aguantarse puesto que el bebe, para suerte de Furihata, estaba presente y su sobrino-claro que era su sobrino- no podía escuchar nada de esas cosas— ¡Ash! ¿Porque haces eso Furi chan? Acabas de arruinar mi momento de inspiración fraternal y cosas bonitas.— se quejo —Tch incluso estoy leyendo revistas de como cuidarse durante el embarazo y los preparativos que han de hacerse para cuando el bebe  nazca.

 

Furihata no sintiéndose para nada culpable, relajo los hombros y volvió a su camino original— Al parecer el bebe tendrá a alguien que lo cuide mejor que yo. —volteo el rostro en dirección a Takao— enseñame esas revistas cuando volvamos a la prisión

 

—Claro que no— le mire ceñudo— has herido mis sentimientos de madre sustituta

 

—Algunas veces dices cosas que no entiendo— comento Furihata, divertido por las ocurrencias del pelinegro.

 

Ambos continuaron con su camino hacia el comedor, una vez que llegaron se sentaron en la mesa mas cercana que encontraron puesto que todo estaba lleno. Usualmente ese dia era designado para llevarse a cabo pequeños eventos dentro de la prisión en donde algunas personas del exterior llevaban comida de manera benéfica para los presos. Personas adineradas que actuaban y hacían tales cosas con el fin de salir bien reflejados dentro de su circulo social.

 

—Takao— llamo Furihata tratando de no levantar la voz — ¿Sabes que le paso a Kagami? Ha estado deprimido desde hace una semana y últimamente se niega a recibir visitas.—pronuncio. Furihata se sentía preocupado por la actitud de su compañero, no se conocían mucho aun pero era fácil detectar que algo fuera de lo normal le estaba pasando a Kagami.

 

—La verdad no lo se—respondio dejando a un lado su cuchara. Levanto la vista y junto las cejas— Yo también estoy preocupado, desde ese dia que recibió una visita ha actuado extraño— se froto la cien—Lo mas probable… es que seguramente una persona que no desea ver lo ha estado frecuentando

 

—¿Eh?—el castaño alzo una ceja—¿De que hablas?

 

Takao cogio nuevamente su cuchara y se la llevo a la boca—Sabes Furi chan, hay algunas personas que han tomado la prisión como una manera de refugiarse.— sonrio —a veces es mejor permanecer encerrado a que salir afuera. Para muchos de nosotros es un alivio estar aquí.

 

Furihata abrió los parpados sorprendido. No podía creerlo. ¿Qué era mas importante que la libertad? Realmente no lo comprendia. Entonces las palabras de Akashi volvieron a su mente. Quiza como un pequeño recordatorio de que él ahora también debería sentirse mas seguro en la cárcel que en el exterior.

 

“Sientete a gusto porque te juro que cuando salgas todo se volverá incomodo”

 

 

-w-

 

 

—Tu corazón debe estar muy herido— sonrio con suficiencia y altanería— ¿No es asi, Ryouta?

 

En medio de aquel café, en la mesa mas lejana de la puerta se encontraban Akashi Seijuuro y Kise Ryouta, ambos no muy contentos de compartir un café, sin embargo; en aquel pequeño jueguecito de desengaño y traición las circunstancias podían mas.

 

—No mas que el tuyo Akashicchi— entrecerró los ojos y miro a un lado de la ventana— ¿Qué es lo que deseas tratar conmigo? No tengo mucho tiempo, mi agenda esta atiborrada de trabajo.

 

—Es sobre Taiga— murmuro Akashi, irritado, dolido, enojado por tener que ensuciar los labios al pronunciar aquel nombre.

 

Lo odiaba

 

—¿Kagamicchi?— Kise se giro y encaro al pelirojo— ¿Qué le paso?—pregunto enseguida, alterado de tan solo pensar que Akashi había lastimado a aquella persona. No lo permitiría, jamas permitirá que Seijuuro levantase un solo dedo contra Kagami. Nunca—¿Acaso le hiciste algo malo?

 

Silencio

 

—¡Respondeme Akashicchi!

 

—No tengo intención de ensuciarme las manos con basura— todo tenia un maldito limite. Y precisamente. Justamente ahora. Akashi había llegado al limite de sus sentimientos y frustraciones—No me importa el bienestar de Kagami Taiga. Si se muere, aun mejor. Sin embargo, no sere yo quien lo mate, algo tan insignificante como eso no merece mi atención—y mucho menos ahora que Tetsuya ya no estaba con el.

 

Kise fruncio el ceño y apretó sus labios. Esto estaba arruinándolos a todos. Tanto que en su cabeza no descartaba la idea de que alguno de ellos terminaría muerto, justo como había pasado con Kuroko. Muerto de desamor y sin esperanza—¿Entonces que es lo que paso?

 

—Ultimamente Kagami Taiga ha estado recibiendo visitas de una persona desconocida—Akashi hablo lineal y serio como un palo, sin sentimientos, sin emociones, sin expresión. — mis informantes no han logrado captar la identidad de esa persona puesto que termina desapareciendo sin poder seguir el rastro de sus huellas.

 

—Asi que es eso— Kise cerro los ojos y se tranquilizo internamente—tal vez es uno de sus amigos de America, no necesitas perseguir cada una de las acciones de Kagamicchi.

 

—Kagami Taiga no ha recibido ni una sola visita durante estos tres años, dudo mucho que sea lo que estas diciendo—alzo una ceja—de cualquier manera yo solo cumplo con nuestro trato, Ryouta.

 

Kise suspiro y sin decir una sola palabra se levanto de su asiento y salio de ese café sin mirar atrás. Estaba cansado, cansado de escuchar tanta crueldad. A veces, durante la soledad de su departamento solia preguntarse, si Akashi tenia sentimientos; si aquella persona algún dia volveria a ser humano.

 

Akashi había cambiado, todos lo sabían. Desde que había conocido a Kuroko. Desde que lo había conocido a él, Seijuuro fue victima de una metamorfosis, tan irreal y sin sentido. Kise  no culpaba a Kuroko, por supuesto que no lo hacia. Solo que tal vez hubiese sido mejor que ambos no se hubiesen visto nunca.

 

Tal vez todos se hubiesen salvado.

 

Camino por las calles de la fría ciudad de Tokio y por una vez durante mucho tiempo tuvo la grata sensación de querer huir. De desaparecer y jamas volver.

 

De correr. De huir. De no mirar atrás ni una sola vez. Tal vez asi seria feliz y dejaría de lastimarse a si mismo y lastimar a otros. A otros que amaba con todo su corazón y que jamas tendría.

 

 

-w-

 

 

Akashi se apoyo sobre el respaldo de su asiento. Seguia solo, ponderando que hacer y que no hacer, decidiendo, eligiendo, razonando que seria lo mejor. Su corazón estaba demasiado seco como para dejarse llevar por sentimientos de culpa o promesas fallidas. No sentía culpa, no lo hacia.

 

 Y tal vez jamas lo hare, se repitió sin expresión alguna en su rostro.

 

Se levanto del asiento y con parsimonia camino hacia la caja del café, pago la cuenta silenciosamente. Una vez en la calle respiro profundamente, no había nada que hacer ahora, no tenia nada que resolver; asi que por ahora se permitiría distraerse durante unos segundos y tal vez pensar.

 

Pensar en él… pensar en Tetsuya… porque a pesar de todo lo seguía amando como la primera vez. Deseandolo, ansiando su presencia, su calor, el sonido de su respiración durante las noches, lo silencioso que podía ser en las mañanas, y sus “no te quiero” sabatinos.

 

Su indiferencia, su odio, sus miradas de desprecio. Lo extrañaba todo. Absolutamente todo. Porque lo amaba, esa siempre había sido su respuesta, ese siempre había sido el porque había aguantado y soportado la convivencia con Kuroko, una convivencia llena de frialdad y desprecio. Pero a pesar de todo.

 

Él fue lo mas importante para mi, lo único que desee, lo único a lo cual me aferre, lo único que desee tener para mi; se repitió mientras observaba las calles desiertas. Sin ni una sola persona que pudiese entender como se sentía realmente.

 

De pronto su celular vibro y con molestia premonitoria contesto—Dime que es lo que pasa Tatsuya

 

—Es sobre Furihata Kouki

 

Akashi detuvo sus pasos y presiono el aparato. Necesitaba saberlo todo, necesitaba conocer a Furihata, necesitaba tenerlo en sus manos, necesitaba el alma de Furihata para sentirse tranquilo consigo mismo. —Te escucho

 

—La madre de Furihata ha sufrido un colapso— narro Himuro con total seriedad — se trata de una aneurisma. Actualmente se encuentra en un hospital, al parecer no hay ni un solo pariente que se preocupe por ella, sin ningúna firma y sin dinero es posible que no la operen; tal vez muera esta noche en espera de una cama en bienestar social.

 

Silencio

 

Del otro lado de la línea; Himuro suspiro. No le agradaba informar tales cosas y mucho menos si eran de tal importancia y que tenían que ver con el dolor ajeno. Pero, como siempre y para su desgracia era su trabajo y tenia que cumplirlo.

 

—Ya veo—la voz de Akashi sono dura y rasposa. Extrañamente fuera de lo común.

 

Himuro listo y preparado para cortar la llamada se detuvo en seco cuando Akashi pronuncio una ultima frase antes de colgar.

 

“Encargate de ella. Haz que sea atendida en la mejor clínica privada. Yo solventare los gastos”

 

Quizas era producto de los sentimientos desbordantes en ese momento. Quizas estaba completamente destruido por sus recuerdos. Quizas su corazón no estaba tan muerto como pensaba. De cualquier forma. Seijuuro entrecerró los ojos y se froto la cien estresado. Nada sobre Furihata Kouki le importaba realmente; solamente había actuado sin pensar, movido por un extraño sentimiento; además de que…

 

Si quiero destruirlo debo mantener su vida aparentemente tranquila, se recordó con un sentimiento caliente y con aparente indiferencia sobre el tema. El tenia todo manejado, perfectamente controlado y en su lugar; como unas piezas de juego; como un esquema perfecto; como una partida ganada. Nada podía confundirlo, nada podía perturbarlo, nada le haría cambiar de opinión.

 

 

-w-

 

 

—Señor Midorima es un gusto tenerlo aquí nuevamente— saludo el director general de la prisión, notablemente nervioso y a punto de desmayarse—Desde la ultima vez que vino nosotros— trago saliva— nos hemos encargado de Takao Kazunari, tal y como nos pidió que lo hiciésemos.

 

Midorima observo serio, durante unos segundos, el aspecto patético de aquel hombre. Podria definirlo en una sola palabra. Asquerozo. —No es necesario que luzca tan nervioso, no voy a hacerle nada— fruncio el ceño y se irguió sobre  su asiento—el motivo de mi visita es simple.

 

—Oh si, por supuesto señor— el hombre se levanto de su lugar y corrió hacia uno de los estantes de su oficina, cogio uno de los fólderes azules y busco rápidamente unos cuantos papeles, regreso a su asiento y los extendió sobre el escritorio—Todo esta en orden con Kazun-

 

Un golpe fuerte invandio los tímpanos del director general. Midorima se levanto y se acerco lentamente hacia el lugar de aquel tipo—Usted comprenderá…—murmuro con la mirada afilada—que no me gusta que se diriga hacia él con su nombre—se cruzo de brazos— solo quiero saber su situación, es todo—pronuncio irritado volviendo a su lugar. No le gustaba comportarse de esa manera, Shintaro que era una persona muy serena a comparación de Akashi, solia perder los estribos con aquel hombre. Desde que le había visto comportarse violento con los prisioneros no podia evitar sentir repulsión y tener la idea de que probablemente su esposo también estuviese sufriendo de aquellos abusos. Por ese detestaba a ese sujeto.

 

—Oh, comprendo— respondio con el rostro sudoroso—no volverá a pasar. La situación del señor Takao es normal, no hay ningún cambio y no sufre de ningún abuso por parte de los guardias ni prisioneros. Todo esta bien, como usted lo pidió. Nosotros nos hemos encargado de todo perfectamente. Y por supuesto él ignora totalmente todo el asunto. Nos sorprendio un poco que nos visitara, puesto que usted no había venido desde el juicio.

 

Midorima levanto la vista— Desde ahora mis visitas serán mas frecuentes— pronuncio decidido. No podía seguir engañándose, necesitaba verlo, necesitaba saber de él, necesitaba compartir un poco de su sufrimiento—No serán visitas personales, solo quiero verlo desde una distancia prudente.

 

—Claro, se hara como usted guste—asintió con una sonrisa—Vera… bueno, siempre me he preguntado cual es el motivo de su interés por el señor Takao.

 

Midorima observe un punto fijo de la habitación—Es simple—pronuncio—Es mi esposo.

 

 

-w-

 

 

Murasakibara  cogio el maibu que tenia bien guardado en uno de sus cajones de su escritorio y se lo llevo completamente a la boca. Era delicioso, dulce, sabroso, su textura le encantaba. Cerro los ojos y disfruto durante unos segundos de aquel sabor. Exquisito.

 

—Murasakibara kun—de pronto la voz serena y neutra de Kuroko le desperto de ese pequeño momento como un baldazo de agua fría.— podrias por favor dejar de comer—pronuncio con notable molestia.

 

—Kuro chin—entrecerró los ojos e inflo las mejillas—estas siendo molesto, te aplastare

 

Kuroko suspiro y se acerco hacia Murasakibara—Lo digo porque te va a doler el estomago si continuas—no sabia como, ni cuando, ni de que forma había acabado de esa manera.

 

Siendo protegido por quien menos pensó.

 

 Tetsuya sonrio y se sento a un lado del pelimorado— Tienes que cuidar tu salud Murasakibara kun—aconsejo. En esos momentos podía sentirse, extrañamente tranquilo a lado de esa persona. Murasakibara Atsushi había sido uno de los grandes amigos de Akashi, casi aliados para toda la vida. Sin embargo…

 

Sin embargo…— Sigo preguntándome porque Murasakibara kun esta ayudándome y guardando mi secreto— volteo hacia un lado y observo los ojos violetas del gigante. No eran conocidos,  tampoco desconocidos pero su relación no era lo suficiente grande como para que las cosas se están dando de esa forma. — A pesar de que eres amigo de Akashi kun estas escondiéndome. Todo es tan raro.

 

Atsushi alzo los hombros de manera desinteresada— simplemente es por que Kuro chin me agrada y porque vi llorar a Kaga chin el dia que te casaste— alzo la vista y movio la cabeza a un lado como un niño pequeño— solo pensé que eran tan infelices. A pesar de que Aka chin y Kise chin  son mis amigos, no puedo evitar pensar que son unos tramposos— inflo las mejillas— muy tramposos

 

Kuroko se quedo en silencio durante unos minutos al escuchar aquello. Eso a pesar de ser medianamente tonto había sido lo mas sincero y acertado. Murasakibara le apoyaba y comprendia la situación. Solto una risita y unas pequeñas lagrimas cayeron por sus mejillas—Si—asintió— fueron muy tramposos

 

El pelimorado asintió enérgicamente. A pesar de la aparente imagen de niño. Atsushi no era iluso ni tampoco indiferente a ciertas cosas.— Kuro chin no debe llorar— murmuro— prometo que voy a ayudarte. —No. Era difícil ser indiferente ante tanto dolor y sufrimiento—Kaga chin saldrá pronto, no te preocupes.—lo ayudaría, lo haría.

 

Akashi jamas lo sabría, de eso estaba seguro.

 

 

-w-

 

 

Kagami suspiro por decima vez en el dia, no se sentía lo suficientemente animado, todo lo contrario en realidad, poco a poco sentía que sus sentimientos lo estaban destrozando como una tormenta. Sin salida. Sin oportunidad. Sin esperanza.

 

En todo el tiempo que había pasado, Kuroko no había desistido en dejar de visitarlo. Pero él no había accedido a ninguna de aquellas visitas. No quería verlo, lo lastimaba, lo heria, lo destruia mas de lo que ya estaba; mas miserable de lo que ya era en su soledad  asfixiante. Lo amaba, por supuesto que lo hacia y justamente por eso no era posible que el aceptase esos encuentros.

 

Preferia morir de amor solo.

 

—Kagami Taiga—de pronto la voz de la guardia retumbo en su celda—tienes una llamada telefónica—comunico la mujer con tono aspero y molesto.

 

El pelirojo bastante acostumbrado a ese trato, se levanto de su cama y camino hacia fuera de la celda, una vez que estuvo frente al teléfono, respiro profundo y contesto. Seguramente es Kuroko, pensó preocupado.

 

—¡Kagamicchi!

 

Taiga abrió los parpados sorprendido al escuchar aquella voz.

 

Era Kise.

 

—Kise—pronuncio sorprendido— ¿Qué sucede? ¿Por qué llamas?— pregunto nervioso sintiendo que su corazón en cualquier momento saldría de su boca, estaba asustado. Tal vez…Kise había descubierto que Kuroko seguía con vida. Y si eso pasaba, Akashi no tendría piedad.

 

—Moo Kagamicchi, es tan malo conmigo— del otro lado de la línea el rubio junto las cejas e inflo las mejillas— solo llamaba porque te extraño.— canturreo con tono enamorado. Omitiendo el pequeño “te amo” que tenia atorado en la garganta

 

—Ah—sonrio aliviado— entiendo. — Taiga sintió que todos los vellos de su cuerpo volvían a su lugar al escuchar esa respuesta. Dios, se sentía malditamente nervioso.

 

—Kagamicchi

 

—¿Mmm?

 

—Te amo

 

Kagami bajo la vista y cerro los ojos. No estaba bien. Nada de lo que hacia estaba bien. Pero no había salida, no había opciones. Y para personas como él siempre les tocaba obedecer—Yo también te amo, Kise.

 

 

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Notas finales:

Bueno aqui termina. Muchas gracias por leer, disfrute escribiendo este cap. Les agradezco por su paciencia y prometo actualizar con mas frecuencia. Ya me acostumbre al ritmo de la U, es mi primer año ;A;


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