Decimo Quinta Parte: De negociaciones y arrepentimientos.
La oscuridad de la habitación era como de costumbre, sin embargo para Shinobu tenía un aire enrarecido, tal vez solo fue alrededor de una semana que estuvo en ese lugar pero para él fue como si hubiese pasado un año, y apenas cruzo el umbral sintió la nostalgia golpear sus sentidos… Ahí estaba el aroma de su esposo detectable en el aire, el sonido del aire acondicionado y esa característica oscuridad… Pero… Había algo más, algo que enrarecía el ambiente… Tal vez era que el aroma había cambiado o puede que era porque el ya no era el mismo desde que había salido por última vez de esa habitación… Y entonces comprendió que lo que enrarecía esa habitación era que él estaba asociando la habitación con algo violento, con algo desagradable… No sabía si llegaba a ser un trauma porque no era como si quisiera salir corriendo de la habitación, pero la sensación de confort que había tenido antes estaba diluida… Ya no era lo mismo.
Aun así decidió esperar a su esposo en esa habitación, hubiese querido mirarlo a los ojos y hablar con el cara a cara… pero tendría que conformarse con escucharlo y responderle, para esas circunstancias era suficiente con escucharlo y que él lo escuchara.
Se sentó en la cama y espero, había avisado al mayordomo que en caso de que Miyagi llegara que le avisara que él lo estaba esperando en la habitación. Y tuvo que esperar por alrededor de una hora hasta que escucho los familiares sonidos de su esposo entrando en la habitación, lo hacía de forma pausada, como dubitativo, y después de dar un par de pasos dentro de la habitación, hizo notoria su presencia:
- ¿Shinobu-chin, estas aquí?
- Llámeme Takatsuki… Miyagi-Sama…
Hubo un silencio después de ese intercambio, obviamente Shinobu le inyecto todo el veneno que pudo en sus palabras, y su objetivo era hacerle saber a su esposo que efectivamente estaba bastante enojado con él:
- ¿Así me vas a llamar de ahora en adelante?
- Usted me exigió que lo llamara así, pues ahora YO le exijo que me llame por mi apellido.
- Te casaste conmigo por tanto tu eres un Miyagi.
- No, me dejo muy en claro que yo no soy un Miyagi en nuestro último encuentro.
De nuevo una pausa, y se notaba como Miyagi luchaba por encontrar el tono y las palabras adecuadas, ya que para él era probablemente difícil conciliar su posición con una más sumisa, el pedir disculpas muy seguramente no hacia parte de sus hábitos:
- ¿Me tarde mucho para pedirte una disculpa?
- Tuvo toda una semana para hablar conmigo en persona y no a través de carticas seguramente disculpándose por lo que hizo como si con un “Lo siento” pudiera hacer que no hubiese pasado… Ya no me fio ni de lo que escribe y ahora mucho menos de lo que dice.
- ¿Sabes? Me duele mucho haber perdido tu confianza y que ahora ya retrocedimos al trato que teníamos cuando nos conocimos… Para mí no fue fácil hacer algún acercamiento después de lo que sucedió esa noche.
- ¿Se refiere a cuando sin mi consentimiento procedió de forma forzosa y violenta a abusar de mí y me forzó a hacerle una felación?... Eso es asalto sexual… Y es un crimen ¿Sabia eso?
- ¿Entonces por qué no me denunciaste? ¿Tuviste consideraciones para conmigo?
- No… Porque sé muy bien que llevaría las de perder… Y por Chiyo-san es que prefiero tratar esto dentro de la familia… Solo por esta ocasión, porque si volviera a suceder, créame que no me importara que tome represalias contra mi familia, le pediré el divorcio y lo denunciare así no mas sea para ponerlo en el escarnio público… No voy a permitir que vuelva a forzarme y a hacer lo que usted quiera sin mi consentimiento para estar con usted… Si tengo que defenderme no dudare en herirlo… ¿Le quedo claro?
Al parecer estaba funcionando por que anteriormente ese hombre capaz y era seguro que se hubiese reído en su cara… Pero esta vez no ocurrió:
- Te prometo que nunca más hare algo que tu no quieras
- Me lo prometió antes y mire lo que sucedió esa noche… Solo un acto de desconfianza y libero al monstruo que tiene dentro.
- ¡Vaya! Hoy si que tienes la lengua ponzoñosa y llena de veneno contra mi… Pero supongo que me lo merezco
- No suponga… Usted sabe que lo merece… Y ahora no se queje del retroceso que tenemos usted y yo.
- ¿Es en serio Shinobu-chin? ¿Vas a tratarme de esa forma de ahora en adelante?
- Le pedí que me llamara Takatsuki… Miembro de la familia que para usted es la más despreciable.
- No… Para mi serás Miyagi Shinobu… Está bien ya no te llamare Shinobu-chin… Pero eres un Miyagi y tengo los papeles que lo certifican.
- Es que puede que por un par de papeles sea legalmente un Miyagi… Pero usted en el fondo de su corazón solo me ve como un despreciable Takatsuki, y siempre saldrá a relucir eso con cada discusión que tengamos… Siempre será un desprecio que tiene anclado en su corazón y por más hermosos sonetos me dedique, por mas arreglos de rosas mande a hacer… Siempre seré un Takatsuki, alguien que no merece ni concesiones ni respeto.
- Eso no es cierto… Tú sabes que las cosas no son así.
- ¡Ah cierto!... Se me olvidaba que usted le permitió a su hermano andar escuchando las conversaciones que tengo con mi familia como si fuera un criminal… Y no me sorprendería que hubiesen hackeado mi portátil o mi teléfono celular… ¿Qué… Acaso me va a negar que no lo ha hecho antes?
- Shin- Perdón “Takatsuki-kun” tú sabes muy bien porque lo hice al principio… Yo le había exigido a mi hermano que no siguiera escuchando tus conversaciones pero no lo hizo y solo lo supe hasta que me informo de que te ibas a reunir con tu hermana… Y simplemente pensé que si no me querías contar era porque tenías algo que esconder… Pero escúchame bien, si le prohibí definitivamente a Kyosuke que no volviera a monitorearte… Y en eso tienes mi palabra.
- A estas alturas, ya no me fio de nadie, menos de usted… De nada me sirve que ahora si proteja mi intimidad cuando para usted siempre habrá una razón de desconfianza contra mi… Ya no puedo confiar en nadie… Ni en mi madre, ni en mi hermana, ni en mi esposo… Yo ya no espero nada de nadie…
- ¿Por qué hablas así Takatsuki-kun?
Miyagi intento ante la distracción de la pregunta tomar furtivamente las manos de Shinobu pero este al instante rechaza el tacto de esas manos con brusquedad, que evidenciaba que el chico aun no olvidaba que la última vez que hubo contacto físico entre ellos tuvo un desafortunado resultado, Miyagi tenía que reconocer que el chico no iba simplemente a aceptar las disculpas cuando fue él quien se llevo la peor parte:
- ¡No me toques! ¡No te he dado permiso para tocarme!
- Lo lamento Takatsuki-kun…
No tenia mas como acercarse a su esposo cuando este abiertamente lo rechazaba, solo pudo reconocer que volver a tener la confianza de su joven esposo le tomaría bastante más tiempo del que él creía:
- Takatsuki-kun… Yo en verdad… Lamento mucho lo que hice esa noche… Sé que me va a costar mucho que tú vuelvas a confiar en mí… Es más, yo no lo haría si fuera tú… Porque… La verdad me haces perder toda calma… Nunca en mi vida he hecho ese tipo de cosas… Y no quiero que llegues a pensar que puedo llegar a…-
- ¿Qué? ¿Qué llegue a violarme?... Pues por mi cabeza paso esa idea muy claramente… Y no sé qué quiere que haga con su confesión… ¿Le doy un premio por reconocerlo? Porque seguro a la próxima vez seré yo el culpable y así ira escalando hasta que esto se vuelva una pesadilla… Y no me interesa… Aunque tenga todos los beneficios al mantenerme casado con usted no me importara abandonar todo al carajo para liberarme de usted…
La voz de Miyagi se escucho entonces lastimera, tan bizarra con la imagen de un hombre fortificado para manejar un conglomerado como el Miyagi:
- No digas eso… Me partes el corazón cuando dices todas esas cosas y me tratas tan fríamente… Si decidiste hablar conmigo esta noche… ¿Fue para echarme en cara todo tu desprecio?
- Oh y usted si me viene a exigir cuando tuvo una semana para hablar de lo sucedido pero solo me mandaba cartas… Esto necesitaba una aproximación a nivel personal, es que ni siquiera me llamo al celular para concertar una reunión para hablar… Y entrar a hurtadillas en la habitación donde duermo no es un equivalente… Y si, hoy quise hablar es porque esta vez quiero hacer respetar mi posición como su esposo… Ya no quiero ser víctima de más opresiones de su parte…
- ¿Acaso te he oprimido Takatsuki-kun?... ¿Te he hecho sentir que te he forzado antes de lo que sucedió esa noche?
Shinobu no pensó que Miyagi sería tan condescendiente consigo mismo… Y no estaba dispuesto a que esa actitud diluyera su determinación de hacerle saber lo que no le gustaba de esa situación:
- Siempre seré un Takatsuki… Su hermano ya me lo aseguro, y usted me lo recalco… No hay nada que hacer ahí y el pasado no se puede cambiar… Pero eso no excluye mis derechos… Exijo que dejen de andar monitoreando mis llamadas telefónicas… Me lo debe Miyagi-Sama… Ya no debe preocuparse más porque definitivamente rompí mis vínculos con mi familia… Lo único que comparto con ellos es mi apellido, así que es lo único que me define… También le exijo que a pesar de eso, no podrá hablar mal de mi familia en mi presencia, ni de mi padre, ni de mi madre ni de mi hermana… Si quiere no los mencione, pero no quiero escuchar de ellos algo ofensivo… Y si en algún momento quisiera volver a hablar con mi madre, lo hare porque yo lo decida… Sera algo que solo me incumbirá a mí, es un asunto de los Takatsuki por tanto no será causal de alguna falta cometida por mí en el matrimonio, por tanto, no se recurrirá a eso por parte de su hermano para presionar una amonestación… ¡Ah! Eso me recuerda… No quiero que Miyagi Kyosuke tenga contacto con las líneas telefónicas de esta casa, ni la de mi teléfono celular ni tenga acceso remoto a mis dispositivos o a mi laptop… Y que ni se le ocurra contratar un investigador privado para seguirme y sacar porquerías sobre mí, ese señor se gano un veto en esta casa, así que si yo estoy casado con usted entonces yo soy el “Señor de esta casa” después de usted, por tanto puedo vetar la presencia de ese hombre hasta que yo lo decida, por tanto si usted tiene cosas que tratar con el que lo hagan en la oficina… Además me tomare la libertad de elegir el momento en que vuelva a la habitación con usted y no aceptare ninguna presión al respecto. Por ahora estoy bien durmiendo aparte, así que deberá respetar mi decisión de dormir separado de usted… Lo hare hasta que me pueda sentir tranquilo… Pero… Me ha sido difícil conciliar el sueño durmiendo bajo el mismo techo que usted, solo menguara si usted me llega a demostrar que ese monstruo que tiene dentro puede ser controlado… Y por otro lado, pídale a Yamada que ya no insista en que haga mis practicas en la empresa, yo ya elegí donde las quiero hacer y que agradecería que me ayudara con los trámites para oficializar ese cambio de dirección… ¿Podría usted ayudarme con eso? Dígale además que agradezco su preocupación y colaboración, que había sido de gran ayuda y que espero poder seguir contando con su interés… Y lo ultimo… Tendrá que pedirme permiso para acercarse a mí… Si no le gusta lo que he dicho, muy bien proceda de una buena vez con el divorcio, no le tengo miedo a trabajar desde abajo, y ahora que no tengo familia ya, mas bajo no puedo caer, así que no tengo nada que perder… ¿Le parece?
Obviamente hubo una gran pausa por parte de Miyagi, porque Shinobu le había aventado sus exigencias de un solo tirón casi sin pausas ni respirar, y era demasiada información para digerir. Solo después de unos momentos en reflexivo silencio el mayor procedió a hablar en un sorprendente tono calmo:
- Si me has dado todas esas exigencias… Es porque quieres seguir casado conmigo ¿No?
- ¡Ya deje de decir tonterías viejo! ¿Acepta o no?
- La verdad cualquier razón que haga que permanezcas en mi vida… Eliminare cualquier intento de rastreo o monitoreo en nuestra casa o en todo lo que te concierne… No dejare que mi hermano siga entrometiéndose en nuestra vida de casados… Y… Quiero que sepas… No volveré a hacer algo tan desagradable como lo que hice esa noche… No son promesas vacías como tú crees… He lidiado con episodios de pérdida de control, y lo primero que aprendí fue asumir lo que hice… Pero era la primera vez que tuvo consecuencias tan graves… Cuando lo medite en la cama donde dormí esa noche me percate de lo que te hice… Un joven virgen, asustado-
- ¡Yo no me asuste! Es la reacción natural ante un asalto de ese estilo… ¿Quién lo tomaría de forma tan calmada?
- Está bien, solo déjame terminar… Yo en esa cama capte la relevancia de lo que hice… Dañe la confianza que me tenías y yo como hombre de mayor edad falle… Y la vergüenza me invadió… No podía creer lo que te hice… Por eso quise comunicarme por la vía que más me podía permitir porque desafortunadamente, no tenía cara para enfrentarte, porque lo que había hecho había sido tan ruin… Takatsuki-kun… No creas que no sufrí… Todo lo avanzado, la forma como te estabas abriendo a mi… Yo en verdad estaba poniendo todo de mí para que este matrimonio funcionara… Simplemente… Me sentí traicionado… Pero… Reconozco que me deje influenciar, cuando nunca antes había permitido que nadie cambiara la forma de ver las cosas… Yo… Cuando se trata de ti… Pierdo el control… Todas mis inseguridades salen a flote y desafortunadamente lo arruine totalmente… Takatsuki-kun… Solo te pido… Por favor… Piénsalo… Si puedes ayudarme a superarlo, y te demostrare que soy el hombre que se que ha llegado a tu corazón pero que esta tan dolido por lo imbécil que se porto… Ayúdalo a redimirse… ¿Si lo pensaras?
El chico se quedo en silencio, esas palabras sonaban maravillosas, su corazón latía desbocado al verlo tan sumiso, buscando su perdón… Pero sabía que no podía caer, las palabras se las lleva el viento y que “Acciones borran pasiones”, pero eso no significaba que le fuera a tratar con la punta del pie, pero mantendría la distancia, aunque no descartaba totalmente la posibilidad de participar de ayudarlo a controlar esa horrible faceta de él… Asintió mas para mi mismo así que se lo hizo saber:
- Lo ayudare, porque veo que es alguien que necesita ayuda, y si mi presencia le da ese apoyo para ser ese hombre que me demostró al principio, lo hare… Pero lo hago más por mi integridad, no quiero que esa situación termine repitiéndose o que se decante a algo peor.
El tono de voz de Miyagi se oyó más ligero al responder con su adusto entusiasmo:
- Eso me alegra… Quiero entrar de nuevo en su corazón y derretir esa barrera que construiste por causa mía… Como te lo prometí cuando nos conocimos… Hare que este matrimonio dure más allá del periodo de gracia, hare que dure para toda la vida… Recuerda estas palabras.
- Lastima no pude grabar lo que dijo… Solo para reproducirla cuando usted esté a punto de incumplir su palabra… Porque ahora sé que las personas no pueden controlar todos los aspectos que afectan una relación… Yo solo espero que usted mejore esa falta de control, y que con eso sea un hombre mejor…
- Gracias Takatsuki-kun… No te arrepentirás…
El silencio volvió a la habitación, el chico entonces anuncio que se retiraba a dormir en su habitación temporal, y esta vez Miyagi no lo retuvo, porque sabía que debía aceptar la decisión de su esposo, haciendo con el acuerdo tácito de respetar las exigencias del menor, después de todo había sido consecuencia de su falta de cordura, y de haber arruinado lo logrado hasta ese fatídico momento, y solo podría sentir como la presencia de ese chico se alejaba con su calor y cariño, aspectos que podría no volver a sentir, así que tenía que apegarse a su plan, el cual era lograr que su esposo volviera a confiar en él, y lograr en menor tiempo enamorarlo.
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Y tal como Shinobu dispuso, Miyagi no permitió ningún tipo de monitoreo en la casa, pero aun así no menguo la suspicacia de Shinobu contra su esposo, el cual lo llamara al celular en la mañana, a las cuales a veces contestaba y en ocasiones no, pero entonces estaba la llamada de la tarde donde el chico hacia lo mismo… SI en ese día no tenía interés de hablar con su esposo no lo hacía… Pero cuando lo hacía, Miyagi siempre le dedicaba bonitas palabras, siempre preocupado por el… Shinobu lo trataba indiferentemente, aun filtrando el resentimiento que tiene hacia el mayor, pero eso no parecía hacer que menguara la afectividad en su tono de voz, hasta parecía ser más cariñoso cuando Shinobu mas cortante era, demostrando una paciencia que antes no había demostrado, algo que hacía que el chico entornara los ojos con hastío… Esa actitud solo exponía la inseguridad de Miyagi, y que se alejaba de la imagen de hombre seguro que siempre había mostrado… Pero también debía reconocer que su situación no era la más normal del mundo, Miyagi definitivamente no iba a presentarse en persona en la universidad del joven para ir a llevarle un enorme ramo de rosas e hincarse ante él y todo el público presente para pedirle perdón… No… Miyagi solo estaría físicamente frente a él cuando las circunstancias fueran facilitadas para que se diera el encuentro, y en esos días era solo si Shinobu llegara a acceder a eso… Pero… Debía ser honesto consigo mismo y aceptar que Miyagi no tenía muchas posibilidades de demostrar sus cambios de formas diferentes a las de las llamadas telefónicas o comunicación escrita… En otras palabras, Miyagi dependía en gran parte en las disposiciones de su esposo y el chico sabía que no le había concedido muchas oportunidades, así que al finalizar una semana de actitud desdeñosa contra su esposo, le acepto una invitación a cenar, igual a la que antes había preparado el mayor, incluso Miyagi prometía que iba a ser mejor… Pero… ¿Estaba Shinobu preparado para estar a solas con Yoh a solas en plan romántico?... No podía negar que después de lo que hablaron en esa noche Shinobu volvía a sentir esa especie de sosiego que creyó que había desaparecido, y sabia que se debía a la cercanía de su esposo… Pero también una inquietud inédita en el, algo que se debía también a lo ocurrido con el… ¿Ya la seguridad que sentía con su esposo se había disuelto? El chico tenía la esperanza de que esperaba que lo sucedido con el mayor no lo hubiese dejado tan marcado y que eventualmente tendrían una mejor relación con el, tenía la esperanza de retomar la confianza que había tenido con él, y aspiraba a tantear la situación de su matrimonio esa noche.
Ese día había tenido que ir a cumplir con su horario para realizar su pasantía, ahora que formalmente estaba vinculado en el área de RR HH. Desde el comienzo el chico había comenzado con el reconocimiento del lugar de sus superiores y de sus compañeros de trabajo, se estaba familiarizando con las áreas de funcionamiento, e incluso acompaño a los del área que atendían al cliente en un día de ajetreo en uno de los restaurantes, viendo el esfuerzo, la efectividad y la agilidad con la que en la cocina despachaban los pedidos y como los del servicio entregaban dichos pedidos y mantenían la satisfacción de los numerosos clientes saciada, y el chico tuvo que empaparse de los tipos de contrato que tenían los empleados que estaban en producción, los que trabajaban en los locales comerciales y los que trabajaban en oficinas y del área administrativa, algunos eran contratos que se cumplían por turnos diarios de determinadas horas, otros tenían contrato por prestación de servicios y otros, generalmente los mandos medios para arriba, tenían contratos a término indefinido y las condiciones que vienen con cada tipo de contrato, que al ser una empresa aun emergente, aun no llegaba a contratación informal con ausencia de documentos escritos y por tanto el control de personal era más manejable, y sobre todo no incidía en abusos laborales con contrataciones informales donde al no haber algún documento escrito podrían abusar de dicho empleado y no pagarle lo adecuado, un practica que se daba en el sector de la comida rápida.
El restaurante había tenido que hacer frente a la tendencia de las personas de comprar su comida ya preparada en los supermercados o tiendas, al ofrecer menús mas interesantes y ofrecer platos de línea gourmet para agasajar a clientes que el día de paga se permitía usar parte de su salario en una cena con precios que excedían el promedio de sus gastos para ese fin… Shinobu empezaba a comprender el manejo de ese lugar y le agradaba el lugar, pues su jefe que era el gerente del área de Recursos Humanos le había tomado confianza y le trataba como si hubiese trabajado allí por mucho más tiempo, y el chico se sentía protegido por su jefe y le agradaba bastante su trabajo, es mas creía que si llegara a tener algún conflicto con su familia política, trabajar allá sería una buena opción, y eso le daba ánimos y reforzaba su intención de mantenerse independiente de los Miyagi, que era a la larga su nuevo objetivo, con tal de no resultar dañado cuando surgiera un nuevo conflicto con su problemática familia política.
Después de terminar sus labores de aprendizaje y revisión de contratos, había recibido una llamada de su suegra la cual, de una forma graciosamente sospechosa le preguntaba sobre si aceptaría volver a reunirse con su hijo, notando que muy probablemente Chiyo-san ya había sido informada de la cena que tendría con su hijo, y luego tratando de ser disimulada le exhortaba a escuchar a Yoh y que le dejara demostrar que él podía ser alguien mejor, estimulando las esperanza de Shinobu el cual se mantuvo tranquilo ante la efusividad de su suegra y no le dio pie a que ella intuyera que se dejaría llevar por la corriente dejándole en claro que iría con cautela a la cena, para tantear si Miyagi estaba mentalizándose en el cambio para demostrar que si estaba dispuesto a mejorar sus terribles defectos, pero para la mujer eso era un indicio muy positivo… Daba la impresión de que ella no esperaba que Shinobu cayera a sus pies, es mas su agudeza al parecer le había indicado que lo que había sucedido entre él y su hijo había sido bastante delicado y por tanto algo que ella podría catalogar como algo “probablemente imperdonable”, por eso le había dicho que le había aconsejado a Yoh que debía ser extremadamente paciente, algo “difícil de sugerir” a un hombre acostumbrado a obtener resultados rápidos, pero que este estaba dispuesto a tener la suficiente paciencia para lograr sobrepasar el impasse que había provocado… Lo dicho por Chiyo-san había sido algo sorpresivo para el chico porque indicaba que su interés por recuperar su confianza llegaba al grado de ser así de abierto con su madre, aunque su parte racional también le aconsejaba a ser cauto también con su suegra porque ella era una persona que tendría un punto de vista sesgado por ser la progenitora de Miyagi Yoh… Pero hasta ahora ella había sido una persona muy sensata y ella despedía calma y no te despertaba inquietud al ser alguien que infundía confianza y eso era lo que Shinobu había sentido con ella, y el esperaba no encontrarse con otra desilusión.
Finalmente Chiyo-san le había dicho que si quería, podría escuchar con calma lo que su esposo tenia para decir, pero que el salto al romance debía darse cuando se curara de sus heridas recientes, por lo que buscar reconstruir la confianza primero seria primordial, y en eso Shinobu estaba de acuerdo, y sintió que eran las palabras que quería escuchar desde que había sucedido el distanciamiento con Miyagi, y ahora la ansiedad que había sentido desde que había aceptado ir a cenar con él había disminuido, y ahora estaba más inclinado a escuchar a Miyagi en la cena, su parte cauta le indicaba que debía tener fijado el límite por si acaso este quisiera propasarse pero su parte emocional añoraba las atenciones de su esposo incluso ignorando el hecho de que él podía liberar una bestia que podría dañarlo irremediablemente, debía conciliar esas dos partes y estuvo en esa tarea el resto de la tarde hasta el anochecer.
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Al llegar a la sala de estar previo a su habitación estaba el mayordomo que como anticipaba el chico tenía el tapaojos en sus manos intuyendo que adentró ya se encontraba Miyagi, así que tomó el antifaz se lo puso y con la ayuda del empleado se adentró en la habitación hasta cierto punto y se esperó a que le dieran la señal para quitarse la prenda, pero esta vez fue el propio Miyagi quien se dio a la tarea de desanudar la tela ante la sorpresa de Shinobu, pero el mayor tuvo cuidado de no tocarlo mucho directamente, para no anticipar algún gesto de rechazo, bueno fue hasta que sintió esa gran mano apoyarse en su hombro haciéndole tensar casi involuntariamente, el hombre trato de calmarlo:
- Espera Takatsuki-kun... Tengo que guiarte a tu mesa.
El chico accedió con algo de duda y se dejó llevar a través de la oscuridad para luego sentarse en la mesa y tantear con cuidado lo que había frente a él, ubicando con facilidad el plato y su copa frente a él al igual que los cubiertos y la servilleta, ya sabiendo como desenvolverse en las tinieblas, en parte para evitar la intervención de Miyagi o que pudiera tener el la excusa para tocarlo o algo así, y el mayor sintió esa intención así que no presiono ningún contacto, todo para mantener esa armonía.
Después de unos momentos de silencio tenso, Miyagi procedió a romper el silencio en un tono decididamente más humilde:
- Me alegra que hayas aceptado mi invitación... Es un sueño tenerte de nuevo cenando conmigo
- Es una cena... Entre esposos... No es algo para exagerar.
- Aunque no lo creas... Me ilusiono mucho el saber que aceptarías comer conmigo... Es como que quiero creer que estas aceptándome de nuevo... No me culpes por tener la esperanza de que pronto vuelvas a dormir conmigo.
- Eso depende de usted, acciones que me garanticen que no volveré a ser una víctima de alguien que abusa de su fuerza.
- Takatsuki-kun... No le frotes sal a mis heridas... Me duele cuando buscas herirme en cada oportunidad y si no es eso es siendo indiferente conmigo... Ahora tú me muestras esa faceta fría... Una faceta que no había conocido de ti... Y me entristece.
- A mí me entristece que fuera usted quien saco a relucir esa faceta que yo tampoco creí que tenía... ¿Has sido desilusionado de forma tan brutal por las personas más cercanas que has perdido la esperanza de recuperar esa inocencia que te hacía ver el mundo un lugar más bello? ¿Acaso has sido abusado por la persona en la que más confías? Si lo has sentido entonces entenderás como me siento...
- Takatsuki-kun... No se sí te diste cuenta... Pero... Dejaste de tratarme “de usted” a medida que exponías el dolor que sufriste... Eso indica que en tu inconsciente aún no consideras romper tus lazos conmigo... A pesar de lo que paso... Sólo me da esperanzas de que con trabajo podré recomponer tu confianza... Y lo hare... Es una promesa que cumpliré.
El chico quedo en silencio ante eso... No se había dado cuenta de que había bajado la guardia momentáneamente... Pero si era cierto que en determinado momento su rabia se menguo por unos segundos aún cuando su cerebro le dictaba las duras palabras que espetaba con acidez. Se preguntó silenciosamente si ya estaba dispuesto a perdonarlo tras solo una semana de mensajes a la distancia y unas palabras llenas de contrición. De nuevo su parte racional intervino en esa confusión:
- No me entienda mal Miyagi-Sama… Además no me respondió a la pregunta que le formule… Usted rompió esa ilusión de tener al lado una persona en quien confiar plenamente y a su vez que confiara en mí… Que pudiéramos corregir nuestros errores hablando y dialogando, que si termináramos discutiendo luego nos reconciliaríamos con cariño… Yo no he tenido mucha experiencia en el amor, pero lo que menciono no son objetivos inalcanzables para lograr como pareja y reconozco que no soy muy ambicioso en ese sentido, lo que no quiere decir que con el tiempo desee algo mas, y pensé que lo lograría en esta extraña relación que tenemos, pero usted me ayudo a abrir los ojos, y eso irremediablemente quedara en mi retentiva… Y si, debe trabajar en cultivar en mí la confianza que ha deteriorado con esa irracionalidad que a usted le embarga en momentos críticos… Usted es un hombre ya hecho y derecho, con sus peculiaridades… Apenas conozco las razones por la que usted termino metiendo a otras personas a someterse a esto con tal de que no le vean el rostro, y aspiro que cuando reforcemos la confianza que tengamos como pareja lo llegue a saber… Pero yo anhelo derrumbar esa desconfianza crónica que tiene hacia los demás, y que usted comprenda que a pesar de que sea su pareja, en quien pueda sostenerse emocionalmente mas allá de la parte física, yo sea una persona capaz de tomar sus decisiones y que asuma las consecuencias correspondientes sin tener ser escarmentado de forma insidiosa por su esposo…
- Y me sigues dando apuntes e lo que tú esperas de nuestra relación… Date cuenta Takatsuki-kun… Sigues teniendo ilusiones sobre nuestro matrimonio, y eso indica que aun quieres luchar por esta relación… Y quisiera que pronto ya dejaras de llamarme así… Si yo se que en medio de mi rabia te exigí que me llamaras así… Pero no me gusta… Tú eres mi esposo y cada vez que me llames así, yo te recordare que eres mi esposo… Así solo me llaman mis empleados, pero no tú… Y sé que me llamas así para restregarme tu resentimiento por haberte denigrado de forma injusta… Ya lo entendí… Yo me arrepiento de haber abierto mi boca y haber actuado sin pensar… Y espero que cuando termines de perdonarme puedas olvidar ese episodio que no se volverá a repetir… No sabes cómo te he extrañado a mi lado.
Shinobu asintió en la oscuridad analizando las palabras de su esposo… Suspiro al ver como hábilmente ese hombre trataba de envolverlo en un ambiente acogedor influenciado por esas palabras en las que antes creía tan ciegamente… Pero sabía que si mantenía el hilo del recuerdo emocional de lo que sufrió al haber sido vejado por ese mismo hombre le daría una perspectiva más aterrizada, y dejar la posibilidad abierta de que Miyagi Yoh debía hacer mucho más que mostrarse afligido por lo que había hecho, prometer no volverlo a hacer y añorar la compañía del chico… Y así se mantuvo firme:
- Usted con el tiempo me demostrara si todo lo que dice con tanta vehemencia es cierta… Por ahora no apele demasiado a mi nostalgia, ya que usted me conoce bien sabrá que puedo ser inflexible y tener la firmeza de mantener la distancia por mucho tiempo… Si no lo sabía, se lo hago saber ahora… Ya no voy a ser tan ingenuo como antes, y me cerciorare de que usted no se vuelva a aprovechar de mí.
Y de nuevo el silencio embargo la oscura habitación, y luego solo un pesado suspiro… Al parecer Miyagi se había dado cuenta de que no iba a solucionar las cosas en esa misma noche:
- Entiendo Takatsuki-kun… Haces bien en mantenerte firme… Pero en verdad estoy esperando a que veas que tengo buenas intenciones, y que enfilare mis esfuerzos para devolverte a mi lado… No son palabras para convencerte… Son hechos que sucederán…
Shinobu se quedo un tanto sorprendido ante la certeza de ese hombre… Era un hombre conocido como alguien que conseguía resultados, y le halagaba que le dijera que sus esfuerzos los dirigiría a él… Para esconder el nerviosismo que le estaba embargando procedió a decir ya en un tono menos confrontacional:
- La cena se enfría… ¿No cree usted?
- … Si… Tienes razón…
Procedieron a mencionar con ademan de respeto el “Itadakimasu” para tomar los cubiertos y empezar a degustar lo que parecía ser cannellonis rellenos de ternera picada con tomates passata con albahaca y ajo… Un plato decididamente más fácil de comer en la oscuridad, y en ese detalle noto como su esposo había pensado en él y le estaba haciendo la cena más fácil en esa ocasión, algo que hizo que diluyera la tensión. El vino hizo que se sintiera más relajado, un delicioso Chianti toscano maridaba el plato, dándose cuenta de que su esposo estaba muy interesado en agasajarlo a él, y eso lo halagaba. Y la cena transcurrió con menos dialogo de lo que había sido anteriormente, era un silencio algo incomodo pero no del todo. Aun así no arruino el momento, donde pudieron disfrutar de una comida que acogía el corazón y un vino que calentaba el alma, algo que Shinobu probo con cautela de no embriagarse y así dar paso a momentos que no debían suceder antes de su momento adecuado, así que procedía a beber con más frecuencia el vaso de agua que también estaba servida en la mesa, y se alegraba que la salsa de tomate que había en su plato tenia aceite de oliva lo que retardaba un poco el efecto alcohólico del vino.
Al finalizar la cena Shinobu le hizo entender a Miyagi que ya era hora de retornar a su habitación, y en un momento Miyagi hábilmente tomo el rostro de Shinobu entre sus cálidas manos tomando al chico por sorpresa y luego una voz profunda susurrar en su oído:
- Takatsuki-kun… Te prometo que reconstruiré la confianza entre nosotros… Y pronto volveré a llamarte Shinobu-chin y tú me llamaras Yoh-san… Y volveremos a retomar el curso que dejamos truncados en esa horrible noche… Solo mantén tu mente y corazón abierto y no lo cierres por un error mío… Es demasiado precioso para guardarlo tras una barrera de plomo frio y duro… Es bueno ser firme… Pero no lo es cuando se es intransigente… Yo también debo aprender esa lección y lo estoy haciendo gracias a ti… Que descanses Takatsuki-kun.
Miyagi luego procedió a darle un suave y casto beso en la frente del joven, pero el chico ante un flash de recuerdos que se forzaron en su mente trajeron un fuerte sentimiento de miedo, que le hizo sentir como su piel le quemaba cuando sintió el contacto de esos labios en su frente y le hicieron que bruscamente se separa del cuerpo del mayor el cual trato inicialmente de retenerlo pero ante la reacción de su joven esposo no tuvo más remedio que soltarlo… Y entonces se evidencio que efectivamente Shinobu había quedado con una cicatriz más notoria que el habían reconocido tanto el chico como él, y entonces comprendió que Takatsuki le rehuiría a cualquier contacto físico con él, una especie de trauma ya estaba en su mente y Miyagi ahora entendía que su trabajo iba a tener que ser mucho más profundo que lo que él creía, y el chico apenas pudo recuperar el control de sus nervios procedió a despedirse educadamente:
- Que descanse bien Miyagi-Sama
Y procedió a salir raudamente en esa habitación, dejando a un muy decepcionado Miyagi y un intranquilo jovencito que retorno rápidamente a su habitación para esconderse detrás de la puerta cerrada y recostarse en ella para luego analizar lo que había sucedido… No creía que lo que había sucedido lo hubiese marcado tan profundamente, pero ahora el tacto que tanto añoraba le quemaba, no era repulsión en sí, pero le era desagradable, y entonces se preocupo, porque no quería dañar su ilusión de retornar al lado de su esposo, pero tal vez debía convencer a su mente y a su cuerpo de que podía reponerse de esos duros recuerdos, pero ayudaría grandemente a esa tarea el ver que tanto Miyagi haría para recomponer su relación y como el haría para recuperar su confianza y además como lograría que él no volviera a rechazar el toque de esas manos que ahora recordaba con nostalgia… Se sentía tan frustrado y enojado… Si tan solo no hubiese ido a esa reunión con su madre y su hermana nada de eso hubiese sucedido y tal vez ahora estaría feliz en brazos de su esposo… Pero… El “hubiera” no existe, y ahora tenía que buscar una solución conjunta con su esposo para recomponer ese matrimonio.