Vigésima Tercera parte: En búsqueda de la verdad
Y sabia bien que su esposo no estaba muy feliz, pero hizo lo que él le indico a pesar de que no le había gustado mucho el tono de su esposo al final, y se dirigió hacia la puerta de las escaleras de emergencia y de forma rápida subió los pisos restantes hasta llegar a otra de las puertas de salida y después de esperar a la mujer esta, que resulto ser la misma que lo había guiado la última vez que había estado allí, ahora podía verla con más detenimiento ya que en esa ocasión ambo habían tenido prisa como para presentarse siquiera, ahora veía que debía tener unos cuarenta años pero que aun destacaba con su piel luminosa y un cuerpo esbelto usando un conjunto sobrio de falda y chaqueta y un cabello tinturado de color rojizo envuelto en un rollo bien definido y sus ojos agudos detrás de unos anteojos de marco grueso color rojo intenso al igual que el labial que usaba; la mujer apenas lo vio sonrió levemente y se presento con cortesía disculpándose por no haberlo hecho en la anterior ocasión, haciendo que el chico se avergonzara porque sentía que no merecía tal disculpa… Finalmente la mujer con rapidez lo guio por unos pasillos y después de atravesar una puerta que solo podía abrirse con un carnet digitalizado que ella portaba, ingreso al mismo pasillo que daba al ascensor que lo había llevado la primera vez y entonces la mujer que siempre estuvo silenciosa durante el trayecto lo llevo a la oficina de su jefe pero en esta ocasión lo dirigió al lado contrario de la vez anterior dejándolo frente a una masiva puerta doble que estaba cerrada, y ella entonces le ofreció con algo de incomodidad un antifaz ciego para que el joven lo usara, demostrándose así que ella ya estaba entrenada para ofrecer la prenda a cada visitante que tenía su esposo y así lo hizo, sabiendo que Miyagi no cambiaría su política ese día como era de esperar, y se dejo guiar por un buen trecho con mucho cuidado sintiendo varios desniveles provocados por tapetes mullidos que seguramente cubrían el liso piso que tenía el lugar, y eso duro hasta que sintió que lo sentaban en un cómodo sillón sin que el muchacho llegara a escuchar más que sus pasos amortiguados por la mullida alfombra y el crujir del cuero al sentarse para posteriormente el también amortiguado taconeo de la mujer mientras se alejaba a paso presuroso… Entonces escucho la voz de su esposo el cual tenía un tono indescifrable:
- Llegaste rápido Shinobu…
- Trate de llegar cuanto antes… ¿Estas enfadado Yoh-san?
Hubo un suspiro breve por parte de su esposo el cual emanaba un aura tensa:
- La verdad me preguntaba cuanto tiempo ibas a demorar en contarme que viniste a ver a mi hermano sin contármelo, lo cual es extremadamente extraño sabiendo lo mucho que ustedes se aprecian… Pero me dejaste sorprendido porque lo hiciste inmediatamente lo que creo que se trata de algo que no da espera para informarlo… Intuirás que ahora quiero que me cuentes todo sin omitir detalle y después te contare como me siento, si enfadado, decepcionado o aliviado… Así que empieza a hablar.
El jovencito se sentía un poco como un preso político al que le van a hacer un interrogatorio intimidador, pero se dio coraje en su interior, sabiendo que la verdad podría eximirlo del enojo de Miyagi y empezó:
- Yo concerté una cita con tu hermano ayer en el evento… Lo hice porque en las últimas semanas he estado recibiendo mensajes anónimos de una persona que ha estado acosándome; esta persona se burla de mi, de que no estoy a tu altura, que no tengo lo necesario para ser tu esposo… Que si fuera alguien más importante ya me habrías mostrado tu rostro porque sería lo más obvio que si me amaras no tendrías problemas al respecto… He intentado bloquear esos números pero siempre surge una nueva línea de donde me envían un nuevo mensaje… He tratado de investigar el origen de estos mensajes con la gran ayuda de Yamada, pero siempre usan líneas de uso temporal que no se rastrean con usuarios… Recientemente descubrí que me estaban siguiendo y llegamos a descubrir que se trataba de un investigador privado que ha hecho trabajos para la familia Miyagi de forma clandestina, en estos momentos lo deben estar interrogando… Por ahora no tengo sospechosos fehacientes… Y si hablaba con tu hermano hoy es porque este investigador trabajo para tu hermano y pensé que si le preguntaba sobre el porqué proseguía con el acoso aun cuando le has advertido que el tenía que dejarme en paz… Pero… El no es… Por eso decidí contarlo ahora, porque debía tener más información antes de preocuparte… Porque… En las sesiones Tu te has estado sometiendo a un fuerte enfrentamiento con tu pasado y no podía dañar tu evolución… Porque quiero que superes lo que te sucedió… Y he podido manejar el acoso, eso no ha afectado mi vida… pero quería ponerle un fin y por eso me arriesgue a hablar con mi cuñado sin poner en riesgo tu próximas sesiones si estas preocupado por mi… Pero a estas alturas ya no podía prolongar más la espera de contártelo… No juzgues a Yamada… Yo le exigí que no te contara nada porque iba a ser yo quien te lo dijera, y porque tenía planeado contarte todo esta noche pero si lo hacía ahora no iba a haber diferencia porque de todas formas debes estar decepcionado… ¿Cierto?
No escucho ningún sonido por parte del mayor, hasta que sintió como la respiración de él hombre empezó a agitarse un poco más de lo normal:
- ¿No se suponía que nos tenemos confianza?... ¿Para qué hemos estado haciendo esas sesiones entonces?... ¿Pretendes entonces decirme que jugamos a la terapia de pareja para reforzar nuestra relación cuando has estado haciendo cosas a mis espaldas?
Shinobu sintió un estremecimiento en su pecho, sabiendo que había tomado una muy mala decisión al no haberle dicho lo que sucedía desde el principio, aunque hubiese tenido buenas intenciones había tomado la decisión errada y ahora debía afrontar la furia de su complicado esposo:
- Yo lo lamento Yoh-san… Solo no quería preocuparte-
- ¡Lo has empeorado todo!... ¿Cómo se te puede ocurrir afrontar eso sin pedirme mi apoyo?... ¿Acaso solo estoy pintado en la pared?
- ¡NO!... ¡Siempre eres tu el que me rescata! ¡Siempre eres tu quien debe resolver los problemas que se me presentan!... Yo solo quise por una vez demostrarme a mí mismo que puedo defenderme y manejar las amenazas que se ciernen sobre mi… Además he estado protegido por ser un Miyagi, no he sufrido ningún potencial ataque contra mi persona-
- ¡ESE NO ES EL PUNTO!... ¡ERES MI ESPOSO!
- ¡Y COMO TU ESPOSO YO DEBIA PROCURAR QUE ESTES OPTIMO PARA SEGUIR CON TU TERAPIA!... ¡ESO ES LO IMPORTANTE! ¡YO IBA A MANEJAR ESE ASUNTO POR MI CUENTA!... ¿Qué no te das cuenta Yoh-san?... Si llegas a superar todo lo que te paso, entonces todo habrá valido la pena, yo abre cumplido mi objetivo… Y para mí eso es lo importante.
- ¿Y qué hay de la confianza entre nosotros? ¿Ah Shinobu?... ¿Cómo podría volver a confiar en ti si tu vida esa riesgo? ¿Acaso no pensaste en lo que yo podría pensar o sentir?
- … No era para tanto…
- ¿En serio piensas arreglar esto diciendo que no era tan grave como en realidad lo estas mostrando?... ¿Me crees tan inútil que no sería capaz de cuidar de ti?
- ¡Yo soy capaz de defenderme! ¡No soy un niño!
- ¡Y ese es tu problema! ¡Siempre asumes que el que quiera cuidar de ti es como tratarte como un niño!... Y lo peor es que me anulas a mí como tu pareja.
Shinobu se sentía agitado… El tono de decepción que tenía su esposo le estaba carcomiendo su interior, sentía que no había forma rápida de recomponer la confianza de su esposo, y se lamento no haber tomado una decisión más acertada… Pero… ¿Puede juzgarlo tan duramente por haber pensado más en su esposo que en el mismo?... La confianza, ese siempre ha sido el factor que desequilibraba su matrimonio, creía que ya había sido reforzado pero veía que Miyagi seguía siendo tan desconfiado como siempre, y ahora sabiendo mas detalles de porque era así, se daba cuenta que había subestimado de forma olímpica ese aspecto entre ellos… Se sentía tan inmaduro, tan estúpido… Reconociendo su gran error y entonces sin previo aviso las lagrimas empezaron a salir de sus ojos pero estos se vieron acumulados bajo el antifaz de modo que Miyagi no logro ver lo afligido que estaba el chico y prosiguió con su dura inquisición:
- ¿Te vas a quedar mudo? ¿Ahora ya no eres tan contestatario?... La confianza era lo primero… La terapia podía seguir aun si yo estaba sintiéndome vulnerable… Te tomaste atribuciones que no estás en condiciones de tomar.
- ¿El hecho de que sea tu esposo no me da atribuciones para velar por tu estabilidad emocional?... ¡Vaya! ¡Eso si es nuevo!
- ¿Quieres hablar de novedad?... ¡Bien!... ¡Hablemos de tu nueva relación con mi hermano! ¿Qué tanto tenias que consultar con el que no pudiste hablarlo conmigo?
Shinobu no había dejado de llorar desde que la primera lagrima había salido, pero había manejado de forma casi increíble que su voz no se quebrara con sollozos ante la despiadada presión que estaba ejerciendo su esposo sobre él, seguramente sabia que él estaba llorando y solo le importaba presionarlo para someterlo a un castigo emocional… Hacerlo sentir tan desamparado… No pudo más que bajar el rostro aunque él no pudiera ver la mirada de ese hombre podía sentirla e inconscientemente no soporto sostenerle el rostro de frente, solo pudo retorcer la tela de su pantalón, preguntándose si siempre fue una buena haber ido en ese momento… Pero luego analizo que si se hubiese demorado con esa revelación tal vez su esposo estaría aun mas furioso… Y pudiera haber sido mucho peor, y lo reconocía totalmente.
Sintió a Miyagi levantarse con la respiración agitada pasando de un lado al otro con un retumbe en sus pasos que exacerbaba los nervios del chico, que aun estaba nervioso pensando en cómo apaciguar el enojo de ese hombre, que parecía un león enjaulado… Y entonces la voz grave del mayor bramó en el silencio del lugar sobresaltando al chico:
- ¡QUE TENIAS QUE HABLAR CON MI HERMANO!
Y sin poderlo evitar por fin Shinobu soltó el sollozo que tenia contenido en su garganta desde que sus lagrimas habían empezado a caer y su voz quebrada sonó tan suave en contraste con los lamentos que expulsaba su corazón:
- Yo—Yo,,,
- ¿Yo qué?... ¿¡YO QUE!?
- Yo… tenía que confirmar si tu hermano era mi acosador.
- ¿Y?... Sé que hay algo mas porque te demoraste demasiado en su oficina como para ponerte de detective con alguien a quien no soportas… Estuviste haciéndole preguntas sobre mi… ¿Cierto?
- …
El resoplido del mayor resonó haciéndole encogerse con temor, porque comprendió que Miyagi había sido muy agudo para comprobar que efectivamente Shinobu había estado buscando información extra de su vida de fuentes alternas que la original, y se vio descubierto en su inherente curiosidad:
- ¿Acaso tienes que rebuscar por otro lado la información de mi vida? ¿No confías en mi?
- Si hablas de confianza y solo hasta hace poco me hablaste de sempai y eso que fue gracias a un intercambio de “confianza”… No porque tuvieras la iniciativa de decírmela… Entonces si te confirmo que es tal como lo dices
- ¿Ahora me vas a echar en cara que te conté algo de mi pasado, que no tenía nada que ver contigo y que no tenía obligación de contarte?
- ¿Acaso te hubiera gustado que yo me hubiese callado cosas de mi pasado solo porque sucedieron antes de casarme contigo?... Ah cierto, no sucedió así porque ya habías escudriñado toda mi vida mucho antes de ser siquiera presentados… ¿Acaso yo cuestione esa diferencia entre nosotros? Tu lo sabías todo de mi… Y yo no sabía nada de ti… Y aun me falta por saber de ti y tu vida… Siempre resguardado en tus secretos, en cambio he cometido un par de errores y me los has cobrado de forma cruel-
- ¿YO HE SIDO CRUEL CONTIGO SHINOBU?
- ¡SI!... ¡LO HAS SIDO!... ¿Te olvidas de lo que sucedió solo por haber hablado con mi madre o haberme encontrado con mi hermana? ¡Me tratas con crueldad cuando yo quiero conocerte más! ¡Me tratas como si fuera una persona extraña! ¡Como si fuera a aprovecharme de tus debilidades!... Aun hoy no sé porque te casaste conmigo ni como me conociste… ¿Acaso es un crimen saber más de tu vida? ¿De cómo obtuve tu interés para vincularme a tu vida?
El sollozo que invadió su garganta reemplazo lo que el chico quiso decir en ese momento, y las lagrimas rebosaron de debajo del antifaz surcando generosamente las mejillas… No pudo identificar qué tipo de gesto estaba poniendo su esposo, no cuando no podía verlo, y estaba seguro que no estaba precisamente conmovido, trato por todo los medios de contener el temblor que tenia debido al desfogue de sus emociones que trataba de mitigar a fuerza, pero solo pudo tragar grueso y apretar los puños hasta que los nudillos se le pusieron blancos, mientras más lagrimas se filtraban de debajo de la tela que cubría sus orbitas oculares… Y fue cuando sintió que algo se frotaba en su mano derecha asustándolo apartándose bruscamente de ese contacto, pero entonces el mayor trato de calmarlo de forma escueta:
- Toma… Para que te compongas.
Y una insistencia de algo frotarse contra su mano, el chico lentamente abrió esa palma para que a continuación el mayor le dejara algo dentro de su mano, algo que reconoció inmediatamente como un pañuelo de papel, el chico se sintió muy estúpido, como si él fuera una doncella frágil llorando y el hombre fuera tan caballero como para ayudarle a limpiar los rastros de su debilidad… Y lo sintió como una humillación, así que solo atino a arrugar el papel y lanzarlo con rabia hacia el suelo mientras gruñía con rabia:
- ¡No me humilles así!
Y se levanto de la silla en un intento por encarar a su marido de pie aunque no tuviera ni idea de a dónde dirigirse así que se quedo allí pero levanto su voz:
- ¿Sabes que fue lo que tu hermano me dijo?... Me conto de un tal Shun con quien te acostabas y de que mi hermana te acosaba hace algún tiempo… Si no querías contarme de ese tipo, de acuerdo, fue alguien que no fue importante… Pero… ¿Por qué no me contaste de lo que sucedió con mi hermana?
- Que… ¿Acaso tu no lo sabías?
- ¿Acaso yo te mostraba que lo sabía?... ¿Acaso yo me hubiese reunido con mi hermana si hubiese sabido lo que intento hacerte?... ¡¿Ah?!
- ¿Kyosuke te conto sobre ellos?... ¿Sabes por qué lo hizo?
- No lo sé… Seguro se divertía al verme tan frustrado porque mi esposo nunca me decía nada sobre su vida y que yo tenía que esperar a que me mencionaras a cuentagotas anécdotas o pequeños fragmentos de información con las que querías proveerme… Y tal vez fue por pura lástima que decidió contarme un par de cosas para esclarecer que no tiene vinculación con esos acosos… No se…
Miyagi entonces se desplazo, al parecer se alejaba al escuchar sus pasos y luego escucho una silla correrse, entendiendo que se había sentado presumiblemente en su escritorio, y luego para romper el silencio dijo en un tono plano y hasta desinteresado:
- ¿Te conto todo sobre lo que sucedió con tu hermana?
- Me conto que ella obtenía información de la empresa y luego sobre ti de parte de un funcionario que tenía a mano mucha información y que logro inmiscuirse en las negociaciones de las empresas Miyagi para sabotearlas y luego intento infiltrarse en tu oficina para hacer algo en contra de tu voluntad… La verdad aun no entiendo como después de lo que sucedió, no la denunciaste.
El mayor permaneció unos segundos en silencio y luego en un tono difícil de identificar murmuro:
- Así que eso fue lo que te conto ¿Cierto?... No voy a ser igual de ruin como el… Pero definitivamente esto no se queda así…
Shinobu casi no le oye al escucharlo decir eso, era como si se lo estuviera diciéndolo a si mismo además de que no le veía conexión con lo que le había dicho:
- ¿Qué estás diciendo?
- No te preocupes Shinobu… Eso no tiene nada que ver contigo ahora.
- Es decir… ¿Me vas a marginar de nuevo de información sobre ti?
Un suspiro pesado resonó de nuevo en el lugar, ya al parecer ambos se habían tranquilizado pero la tensión entre ellos aun estaba latente, y el enojo de Yoh aun se filtraba incluso a través de su tono de voz monótono:
- Creo que ya has hecho suficiente el día de hoy… Supongo que ahora buscaras más pistas sobre tu acosador, te recomiendo que no provoques más problemas…
- … Es decir… ¿Acaso no te importa un poco saber lo que me ha estado pasando?
- Tu quisiste manejarlo por tu cuenta sin contar conmigo desde un principio… Lo dejo para que lo manejes como lo habías planeado… Ya no tiene que ver conmigo.
Shinobu sintió un nudo en su garganta, Miyagi ahora se aferraba a la intención inicial que él tuvo para no involucrar a su esposo que fue por razones bien intencionadas, para deshacerse de todo interés por siquiera saber quien lo acosaba:
- ¿Ni siquiera quieres saber quiénes son mis sospechosos?
- Como dije, manéjalo tu como quieras… Síguele pidiendo ayuda a Yamada… O mejor aun a Kyosuke, el tiene experiencia en monitoreos y seguimientos, el te puede ayudar en ese tema.
- Muy bien… Por lo que puedo concluir… Estas muy decepcionado de mi ¿Cierto?
- ¿Tú qué crees?... Prefiero no emitir ninguna conclusión para ti… No es muy amable lo que estoy pensando ahora.
El tono irónico que había usado le había dolido a Shinobu, pero sabía bien que no podía reprocharle eso porque después de todo, quiso manejarlo a su manera y no le resulto bien, y sabiendo que ya no debía insistir más solo atino a decir:
- Bien… Supongo que no hay más que decir… Lamento haberte interrumpido en tu trabajo… Solo tengo una última petición y es que no tomes retaliaciones en contra de Yamada, yo lo forcé debido a mi posición… Bueno… Ya no te molesto mas… Con permiso
El chico se da la vuelta mientras buscaba tantear cualquier obstáculo que impidiera su silenciosa salida pero fallo cuando se tropezó con un tapete que había allí haciéndolo caer de bruces, inmediatamente sintió que alguien lo levantaba… Era Yoh quien con tono de preocupación le preguntaba si estaba bien, el chico se tenso y simplemente se soltó del agarre del mayor para susurrarle que le indicara por donde estaba la salida, Miyagi le contrario, diciéndole que él iba a guiarlo, y aunque Shinobu se negó, el hombre solo apretó su brazo con firmeza para llevarlo de una forma algo forzada, ya que el chico se contorsionaba para soltarse pero fue en vano… Finalmente al llegar a una puerta escucho a su esposo decirle en un tono distante que apenas saliera por el umbral y escuchara que las puertas se cerraban podría quitarse en antifaz, además de decirle que esa noche no iba a dormir en la casa, para finalizar con un escueto “Nos vemos”.
Cuando el chico llego al ascensor tenía el rostro mojado, los ojos hinchados de llorar pero había mitigado los sollozos… Pero sabían que retornarían al llegar a casa, al saber que su esposo estaba furioso con él, así que abordo el ascensor que era exclusivo para ir hacia ese piso y por tanto estuvo solitario en su cabina durante el trayecto hacia abajo y luego atravesó el lobby del edificio de forma rauda, sin intenciones de despedirse de nadie porque estaba bastante molesto con lo que había resultado en esa tarde.
Apenas salió, recibió una llamada que ahora solo le traía mas malos augurios, porque apenas vio el nombre en el identificador, después de unos segundos de espera respondió algo dubitativo:
- Yamada… ¿Pudiste obtener información de ese tipo?
Al otro lado el siempre serio y efectivo Yamada ahora estaba algo que sonaba a que estaba indeciso:
- Miyagi-san… Este hombre se dejo sobornar con dinero muy fácilmente, y nos dijo que fue contactado por teléfono, y que siempre se comunico con esa persona de esa manera, los pagos que le hacia se hacía en efectivo y que le dejaba los paquetes con fajos de billetes en lugares previamente acordados… Al parecer esta persona estaba muy interesada en tenerlo vigilado y saber su itinerario… Por otro lado el nunca tuvo que ver con los mensajes pero que él fue quien le dijo como usar líneas desechables para hacerse irrastreable.
Shinobu había tenido la esperanza de que al fin pudiera saber quien estaba tras sus pasos, con decepción supo que no iba a ser fácil identificar a su acosador:
- Entonces eso quiere decir que este hombre nunca le vio la cara… ¿Le indico si esa persona era hombre o mujer?
- Dijo que había sido extraño porque siempre que hablaban esa persona usaba un distorsionador de voz, haciendo imposible el identificar la voz… Era obvio que tenía la intención de permanecer anónima desde un principio… En otras palabras, le pagamos demasiado para la información que en realidad nos brindo.
- Entonces no tenemos una pista que seguir después de todo…
- Uhm… Solo tenemos el numero desde donde se comunicaba con ese hombre, con el si mantuvo el mismo número desde que lo contrato… Voy a tener que investigar ese número pero estoy seguro que será igual que los números de donde provenían los mensajes dirigidos a usted… No me hago muchas ilusiones.
- Pues al menos podemos intentarlo… después de todo, al parecer estoy solo en esta empresa.
- ¿A qué se refiere Miyagi-san?
- Mi esposo se entero de que vine a hablar con su hermano, no sé como hizo pero inmediatamente fui a donde el… Y le confesé que me han estado acosando… Y no está contento con que le haya ocultado eso.
- Lamento escuchar eso Miyagi-san.
- Debí haberte hecho caso Yamada… Si tan solo hubiese tenido más fe en el de que reaccionaria de forma adecuada… Pero… Debo reconocer que no es la persona más equilibrada y no sabía o intuía como pudo haber reaccionado, aunque debí intuirlo siendo su esposo… Ahora me dijo que yo lo maneje por i cuenta y prácticamente me dijo que no contara con el aunque me dijo que te pidiera ayuda, pero tuve que mencionarlo Yamada… Lamento si esto llega a traerle problemas, me responsabilice de su intervención diciendo que yo lo forcé a ayudarme… Pero si llega a pasar algo tenga la seguridad de que hare todo para interceder por usted Yamada.
- Miyagi-san, el que yo lo ayudara hacia parte de mis labores, y él me había especificado que le debía obedecer completamente, por tanto si él ve como problema el que haya llevado a cabo sus ordenes de manera estricta iría en contravía de sus propias ordenes así que no creo que pase de un reprendimiento o una amonestación… Por otro lado Miyagi-san, debe comprender a Miyagi-sama… Así como usted intuyo que él se había tornado más sensible con los acontecimientos a su alrededor… Lo sería igualmente al descubrir que usted trato de dejarlo al margen de un asunto delicado como el de los mensajes que recibe… Debe tenerle paciencia, vera que el enojo se demorara un tiempo pero luego lo ayudara en todo lo que necesite.
- ¿En verdad lo cree Yamada?... Hoy estuvo tan frio y distante… Tan enojado… Pero supongo que en esta ocasión yo lo provoque ¿Cierto?
- Ya no se culpe mas Miyagi-san… Su esposo está resentido… Pero aun se preocupa por usted… Solo deje enfriar el asunto con él y mientras tanto usted sigue indagando en la identidad de esta persona.
- Bueno después de hablar con mi cuñado, ya tengo dos sospechosos.
- ¿Él es uno de esos sospechosos?
- No… Después de lo que me conto quedo descartado… Ahora son dos personas, uno de los ex-amantes de Yoh… Y el otro es mi hermana.
- ¿La señora Yagami?... No había pensando en ella antes… Supongo que el señor Miyagi Kyosuke-san le conto sobre ese asunto.
- Pues si… Hubiese querido que mi propio esposo me lo hubiese contado… Pero… Bueno, si es cierto que ella acosaba a mi esposo, ella es una probable sospechosa.
- Pero… Ella está casada ¿No?... ¿Para qué estaría interesada en acosarlo a usted?
- No lo sé… Tal vez siempre estuvo obsesionada con mi esposo o su fortuna y no puede superar el hecho de que él se caso conmigo y no con ella… La verdad hace mucho que no se de ella… ¿Habría una forma de averiguar si ella está haciéndome seguimientos?
- La verdad tendría que consultar con mis contactos… Cuando tenga un prospecto de plan a seguir le informare Miyagi-san… Por ahora solo prosiga con su vida y tenga paciencia con Miyagi-sama… Usted ha logrado más de lo que muchos esperaban… No desfallezca ahora… Cuídese mucho.
Y Shinobu corto la llamada después de agradecerle su ayuda y sus palabras y luego lanzo un suspiro, mirando al cielo sintiendo como a pesar de su claridad, no lograba aligerar su corazón y cuando empezó a encaminarse a la calle volvió a sonar su teléfono, cuando vio el identificador quedo frio porque era el terapeuta con quienes hacían las sesiones, y contesto casi inmediatamente. El psiquiatra lo saludo con un tono preocupado, que era de muy mal augurio, y Shinobu a pesar de contener su angustia le urgió de la forma más amable que podía, que le contara el motivo de su llamada, el hombre sin rodeos solo dijo algo que hizo que el corazón del chico se desbocara en su pecho:
“Miyagi-sama me ha confirmado por teléfono que suspendería de forma indefinida las sesiones que llevaba a cabo para su rehabilitación”
El chico casi suelta el celular al escuchar eso… Todo ese esfuerzo, todas esas esperanzas desechadas de forma tan estúpida… ¿Cómo podría arreglar esa situación?... Y el médico siguió manifestando su preocupación:
“Estábamos tan cerca de dar el paso más importante de su recuperación… ¿Sucedió algo tan grave para que el tomara esa decisión?... Si renuncia ahora sería muy difícil retomar el paso que teníamos en la última sesión… Aun tengo esperanzas de que usted lo vuelva a convencer… Aun podemos lograrlo”
El chico apenas pudo tratar de apaciguar la inquietud del especialista, pero sentía que el sonaba tan falso porque en el fondo sabia que muy probablemente Miyagi había decidido renunciar a su terapia y eso le dolía tanto que dio rienda a un sollozo silencio en medio de la calle… ¿Tan fácil se había arruinado todo lo que habían avanzado en su matrimonio?... ¿Tan intransigente era Miyagi?... Su corazón se había roto ante esa perspectiva, pero aferrándose a su esperanza le envió un mensaje a su esposo aunque probablemente no lo leyera al menos dejaba el registro de su angustia:
- Yoh-san… Lamento molestarte de nuevo… Sé que no quieres tener nada conmigo el día de hoy… Pero… Quisiera que al menos reconsideraras la suspensión de las terapias… Si ya no me quieres en ellas de nuevo lo acepto… Pero no las interrumpas, por favor.
Miro insistentemente el mensaje tratando de que no se leyera muy lastimoso, pero sabía que su estado anímico no podía disimularse ni siquiera por medio de un mensaje de texto, y lo envió en espera de que Miyagi al menos lo leyera… Y pasaron un par de minutos y noto que su mensaje no recibía ninguna respuesta… Aparentemente ni siquiera por ese medio su esposo quería tener contacto con él, sobretodo porque siempre Yoh le contestaba al momento, y tuvo que entender que probablemente el mayor no le respondería así que con mucha tristeza mezclada con rabia cerro el celular y lo guardo en su bolsillo y mirar al frente para dar un largo y amargo suspiro, solo pudo tratar de contenerse de soltar mas lagrimas y retomar su camino al vehículo que le aguardaba para ir de nuevo a su casa, ignorando debido a los sentimientos que le embargaban que alguien seguía sus pasos sigilosamente y permanecería escondida esa persona hasta que considerara fuera el momento adecuado, pero por ahora solo podría vigilar que sus planes se concretaran con cada circunstancia que se daba alrededor de ese chico que era su principal objetivo.
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En esa semana las cosas no mejoraron para nada… Miyagi sin consultarle ni mencionarle nada se tomo una semana lejos de Tokio, al día siguiente no había notado como le habían preparado una pequeña valija y que se había ido a una casa de retiro que tenia los Miyagi en Hakone y solo se pudo enterar cuando el mayordomo le entrego una carta al llegar a la mansión esa tarde, y se puso a leerla en la soledad de la inmensa habitación… La carta era por demás en el mismo tono distante que tenia Miyagi al finalizar la conversación que habían tenido en la oficina, donde le avisaba que se tomaría unos días, que no lo llamara ni lo fuera a buscar, que quería tomarse un tiempo a solas y que cuando el llegara hablarían con más calma… Además le advirtió adicionalmente que el que pudieran hablar a su llegada no quería decir que el retomaría las terapias… Esas se reanudarían cuando él lo dispusiera y por ahora no quería pensar en ellas. Esas líneas le decepcionaron tanto, porque entonces era obvio que el si estaba muy resentido con Shinobu y le estaba dando por donde más le dolía… Y obviamente no pudo evitar sacar unas lagrimas, rabioso de ver que se había dejado llevar en ese matrimonio… Si tan solo no estuviera enamorado de él y no hubiese bajado la guardia como ingenuamente se había prometido desde el principio de ese matrimonio.
Shinobu siguió haciendo sus pasantías sin problemas, pero en días recientes sentía que llamaba mucho la atención a un nuevo compañero de trabajo que siempre le invitaba a tomar un café después de los horarios de oficina… También estaba haciendo su pasantía en esa empresa pero en el área de Finanzas, era un buen trabajador pero ese desmedido interés era un aviso de que él buscaba relacionarse con él en ámbitos diferentes al laborales, e incluso al amistoso, porque buscaba claramente algo mas por la forma algo intensa en que lo veía y si el hombre iba tan de frente con él, es porque intuía que él era gay… El chico tuvo que decirle que no podía aceptar porque estaba casado, incluso se pregunto mentalmente que con toda la parafernalia mediática que tuvo por su asistencia a la inauguración del proyecto del condominio, el debía más o menos saber quién era su esposo, pero entonces tuvo que aclararle que no podía aceptar sus invitaciones, el otro cambio la estrategia diciéndole que solo lo harían como amigos, pero Shinobu, ahora más que nunca evitaría a toda costa cualquier malentendido y mas con su esposo, por lo que simplemente le dijo que no podía crear malos entendidos y que solo podían verse como compañeros de trabajo, y entonces evadió un grave motivo por el cual podrían tacharle de infiel, sabiendo que estaba siendo vigilado… Y trato de minimizar el contacto con ese hombre al mínimo, aunque si le hubiese llegado a tener su amistad porque en verdad le agradaba pero debía ser pragmático.
Aparte de ese asunto, no volvió a saber nada mas de su esposo o Yamada… Y curiosamente no recibió ningún mensaje de ningún numero anónimo, para su alivio, y solo pudo pasar el tiempo esperando a que su esposo volviera y entonces fue cuando una mañana recibió una llamada que le trajo un rayo de esperanza:
- ¡Shinobu-kun! ¿Cómo has estado?
- ¡Chiyo-san!... ¿Cómo estás?
- ¿Yo? Muy bien… Ese viaje fue de lo mas renovador… Te vi en televisión cuando fuiste en representación de tu esposo en el evento… ¡Te veías increíblemente guapo!... Mi esposo está muy complacido por como llevaste el nombre Miyagi.
- Gracias Chiyo-san… Aunque no hice gran cosa… Fue Miyagi Kyosuke-san quien manejo el nombre con mayor relevancia.
- Bueno… A eso debo mi llamada… Hable con mi hijo Kyosuke-kun y me puso al tanto de lo que paso con Yoh-kun… ¿Ustedes están muy mal?
Shinobu solo pudo soltar un doloroso suspiro, tratando de no soltar todas sus emociones a su suegra quien ahora manifestaba su verdadera preocupación:
- Chiyo-san… ¿Se entero de que me estaban acosando?
- Bueno Kyosuke-kun me dijo que al principio pensabas que había sido él quien te mandaba unos mensajes anónimos que se burlaban de ti… Pero… No más que eso.
- Bueno… Si… Mas o menos fue así… Alguien me está mandando mensajes no muy gratos y con ayuda de Yamada he intentado averiguar quién es para detener a esta persona… Quise manejarlo por mi cuenta porque Yoh-san tuvo unas sesiones en su terapia muy intensas y lo dejaron muy sensible… Por eso no le conté sobre esos anónimos… Pero ahora que me acorraló cuando salí de hablar con mi cuñado, no pude mentirle más y tuve que contarle todo… Y se enojo tanto que ahora se fue de nuestra casa para irse de retiro a Hakone y suspendió las terapias… Por eso no se qué hacer… Y esa llamada que me da es como si el cielo me escuchara porque en verdad necesito arreglar las cosas con él y espero que tú me puedas ayudar…
La mujer se quedo silenciosa unos segundos para retomar la conversación con un tono mas melancólico:
- Ay my Shinobu-kun… ¿Por qué no me contaste eso desde el principio?... Te hubiese aconsejado bien… ¿Por qué no lo hiciste?
- Por lo que le menciono Chiyo-san… Me sentía tan autosuficiente que quise ahorrarle a Yoh-san cualquier problema que fuera provocado por mí, y por una vez en mi vida quise solucionar mis problemas sin que mi esposo tuviera que ayudarme… ¿Acaso fue tan grave el pecado de querer el bienestar de mi amado esposo?
- Shinobu-kun… La mente de mi hijo se inclina más hacia la solución de problemas de forma efectiva… Y para el solucionar problemas es lo que lo pone activo… El estaría orgulloso de ayudarte a detener a quien sea que sea tu acosador… Para el su labor como esposo es defender y proteger a su conyugue y el que tú te entrometieras para cumplir esa labor… No le agrada esa idea.
- Pero… ¡No sabes cómo se puso cuando me conto sobre su pasado! ¡Lo que paso con su primer amor!... ¡Su dolor lo sentí yo!... No tuve la voluntad para añadirle más angustia a su vida… Por eso yo quise solucionar lo más discretamente mi acoso… ¡Pero no quise alejarlo de mi! ¡Solo quería evitar más molestias!
La mujer solo volvió a suspirar… Pero Shinobu sentía que ella no lo juzgaba tan duramente y que podría comprender su decisión, aunque ahora sabía que no fue la más acertada.
- Shinobu-kun, estas atormentado por tus buenas intenciones… Aun eres muy ingenuo e inexperto… Pero pronto aprenderás a manejar lo complicado que es mi hijo… Solo puedo prometerte que tratare de hablar con él y pedirle que reconsidere su intransigencia… Tu le perdonaste cuando yo pensaba que te irías de la familia, pues ahora apelare a que el vuelva a pensar sobre su enojo, y aunque no te prometo mucho, tratare de hacerle ver que solo querías ver por su estabilidad emocional y que lo tome en cuenta… Yo no he hablado con él pero Kyosuke-kun me conto que estaba muy enojado y que incluso le reclamo a el por entrometerse en su matrimonio y tuvo un altercado con su hermano.
- Es decir, que aun así provoque muchos problemas ¿Cierto?
- ¡No te preocupes!... Ellos discuten con mucha frecuencia aunque si tiene que ver contigo se han incrementado dichas peleas… Pero a lo que voy es que lo mejor que puedes hacer es esperarlo y tenerle paciencia… Reconstruir su confianza y demostrarle que ustedes tienen un matrimonio fuerte, a prueba de todo… Pronto te anticiparas a las reacciones de mi hijo y sabrás como llevar su difícil carácter… Solo espera por su regreso y no te resientas con él.
- No puede resentirme cuando ha sido mi falta de criterio… Aposte por la razón equivocada… Ahora solo quiero que llegue y aunque sé que va estar distante, volveré a ganarme esa confianza… Chiyo-san si tu puedes acelerar a que el me disculpe más rápido, te estaría muy agradecido… No quisiera ponerte en esa situación pero estoy muy desesperado.
- Shinobu-kun… Eres mi hijo adoptivo… ¡Claro que te ayudare!... Por ahora solo ten paciencia y no fuerces la situación, Yoh-kun va a su ritmo y no le gusta que lo apuren.
- Lo sé… Pero seguiré tu consejo y seguiré las pautas que me indique mi esposo… Todo por él.
- Me gusta escucharte así Shinobu-kun.
La mujer siempre alivianaba cualquier situación incluso a través de una línea telefónica, ella sabia como aligerar el espíritu del jovencito… Siempre era muy bien recibido una llamada de ella, para Shinobu era lo que hubiese querido recibir de su madre, pero Chiyo-san ocupaba ese lugar de confianza que se sentía respaldado por su suegra, y ver como ella lo apoyaba. Después de hablar con ella brevemente ella le desea suerte antes de cortar, pero esa llamada le daba nuevos aires al optimismo del chico que retomo su rutina matutina antes de dirigirse a la oficina donde trabajaba.
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La llegada de Miyagi se dio un par de días después de esa llamada, de forma inesperada para el chico porque no fue anunciada por parte del mayor, el chico solo se dio cuenta cuando al llegar a su hogar, el mayordomo le anuncio que el señor Miyagi había retornado esa misma tarde pero que había vuelto a salir para la empresa, que solo había ido a la casa para dejar su equipaje para fuera organizado por los empleados pero nada más… Y aparte no había recibido ninguna instrucción con respecto a si el señor iba a cenar con él, por lo que Shinobu intuyo que seguramente cenaría solo, a su pesar, pero se auto-reforzó la idea de que debía mantenerse callado y no manifestar su frustración, por lo que disimulando su decepción ceno a solas en la salita de estar… Y esa noche, anticipando que Miyagi probablemente no dormiría con él, se adelanto para cambiarse de ropa e irse a dormir, aunque no pudo conciliar muy bien el sueño, de pronto en medio de ese duermevela estaba alerta por si su esposo llegaba en la madrugada, cosa que sucedió… Y esa mañana fue una muy triste para el chico que solo pudo iniciar ese día tal como había sido en el resto de la semana que no tuvo a su esposo a su lado.
Aparte de estar al pendiente de su celular por si recibía un mísero mensaje o mas optimisticamente una llamada de Yoh, Shinobu no había rendido muy bien en su trabajo, equivocándose en tonterías que incidieron en una llamada de atención por parte de su jefe que estaba preocupado por el estado de ánimo del chico durante toda esa semana, cosa que Shinobu trato de evitar, y mencionar que probablemente podría ser por cambios en las temperaturas y que se cuidaría mejor por si se avecinaba un resfriado.
Pero esa tarde le traería una sorpresa cuando recibe una llamada que Shinobu contesto sin mirar quien era, pensando que era su esposo… Resulto ser Yamada quien parecía estar muy acelerado… Shinobu se puso muy nervioso al escucharlo hablar con un inédito entusiasmo:
- Buenas tardes Miyagi-san… Lo llamo porque por fin he podido lograr una forma para seguir la investigación sobre su acosador
Esa noticia levanto el espíritu de un ya deslucido Shinobu, a lo cual puso su máximo interés:
- ¿Qué lograste averiguar Yamada?
- ¿Recuerda el número telefónico desde donde se comunicaban para contactar a nuestro amigo Okamoto?... Bueno primero tendría que explicarle un poco a lo que tuve que recurrir
- Por favor cuénteme todo sin perder detalle… Me tiene en ascuas
- Disculpe Miyagi-san… Bueno… Tuve que contactar a un ex-policía amigo mío que se convirtió en detective privado que aun tiene colaboradores dentro del sistema policial… El me ha ayudado con el rastreo de los números telefónicos… Pues cuando le mencione sobre lo de su acosador él fue el que interrogo al señor Okamoto… Estuvo monitoreando ese número que le dio y se dio cuenta que a diferencia de los anteriores números que eran desechado apenas usted bloqueaba el numero, este número permaneció activo, porque se comunicaba con cierta regularidad con nuestro amigo para darle instrucciones, por ende tuvimos que establecer un plan donde tuvimos que sobornar a nuestro colaborador, para que nos avisara el momento cuando el recibía alguna llamada de este personaje… Lo que mi amigo logro hacer es, y este procedimiento se tiene que manejar con total discreción… Es que cuando el aparato desde donde se realizaba la llamada que tiene el número telefónico que obtuvimos emitiría una señal que debe ser triangulada con las torres de telefonía celular más cercanas… Así podríamos obtener unas coordenadas de posición de nuestro elusivo acosador… Pero para eso el señor Okamoto debe mantener como pudiera la comunicación con este personaje y poder rastrearlo y finalmente encontrar a esta persona para detenerla… Podríamos hacer la operación por nuestra cuenta pero usted es la victima por lo que lo llamo para que me dé la orden… Esta operación no es algo usual y solo la policía tiene la potestad de hacerla porque se hace un seguimiento sin consentimiento del usuario a quien se rastrea… Por eso le pido que si tiene una decisión me la indique de forma rápida porque debe ser lo más rápida posible… Porque el señor Okamoto acaba de recibir una llamada de ese número.
Shinobu sintió en su pecho un latido acelerado… Parecía de película todo eso… Pero sabía que debía seguir adelante así que se dirigió con disimulo y rápidamente hacia uno de los salones de reunión vacios y después de verificar que no había oídos curiosos le respondió sin dudarlo afirmativamente:
- ¡Claro que doy la orden!... ¡De inmediato quiero terminar con todo eso!
- Muy bien señor… Acabo de dar paso al rastreo para que mi amigo inicie el procedimiento-
- ¡Quiero que me digan donde se encuentra!
- Perdón… ¿Se refiere a ahora?
- ¡Sí! ¡Quiero saber donde esta ese bastardo en estos momentos!
- Pero señor… Es muy peligroso-
- ¡Quiero ver de quien se trata!... ¡Ya no soporto como este personaje sigue socavando mi matrimonio!… No quiero dar más espera…
- Pero… ¡Podría ser peligroso!... ¡No puedo dejar que se exponga a algo así!
- ¡No le estoy pidiendo permiso Yamada!... ¡Dígame en donde se encuentra este maldito!
- Señor… Espere… Apenas está comenzando la triangulación.
- ¿En este momento Okamoto está hablando con ese tipo?
- Si… No va a durar mucho la conversación
- ¿Cuánto dura esa triangulación?
- Dura unos minutos después de identificar las torres de telefonía celular más cercanas a la fuente de emisión.
- Muy bien… Dígame donde se encuentra usted… Así los acompañare para buscar a esta persona… Saldré para tomar un taxi.
- Señor es mucho mejor si lo hacemos juntos… No me gustaría darle a su esposo noticias nefastas.
- Tranquilo Yamada… Mándeme la dirección e iré con ustedes.
- Muy señor… Aquí lo espero.
Shinobu rápidamente se dirigió a la oficina de su jefe para indicarle que tenía un asunto que debía tratar, pero estaba en una reunión y no podía interrumpirlo, así que solo le dejo el mensaje con la secretaria y luego tomando sus cosas se bajo con sigilo y salió del edificio dándose cuenta en el trayecto que Yamada le había enviado la dirección que resulto ser no muy lejana, a lo sumo 10 minutos en auto lo que era muy conveniente y para no demorarse más se encamino a la vía principal para tomar uno de los taxis que estaban estacionados en la calle a la vuelta del edificio y fue cuando recibió una llamada de Yamada que le contesto casi al primer timbrazo:
- ¿Qué pasa Yamada?
- Señor… ¿Dónde se encuentra?
- Estaba en la oficina donde trabajo y ya salí del edificio para tomar el taxi para que me lleve a donde están ustedes… ¿Ya tienes la ubicación de este personaje?
- Señor… Acabo de recibir la ubicación exacta de ese teléfono… Señor… Está en el mismo sector donde usted esta…
La voz nerviosa de Yamada hizo detener a Shinobu en seco:
- ¿Qué dijiste?
- La persona que uso ese teléfono hasta hace unos poco minutos está muy cerca de donde usted esta… Señor… Puede que este siguiéndolo
- ¡Qué demo-!
Justo cuando retomaba su trayecto esta vez de forma mas acelerada llego a la esquina para dar vuelta al edificio cuando se topa de frente con la materialización de su más terrible pesadilla, con la cual se estrello casi violentamente… Pero al incorporarse sin haberse percatado de que había soltado el celular que había caído al suelo, se quedo sin aliento, su cuerpo se paralizo totalmente y sus ojos abiertos de par en par sin casi dar crédito a lo que tenia frente a sus ojos, o mejor dicho a quien tenía frente a él… Apenas tuvo la fuerza para musitar casi son poderlo hacer con incredulidad de lo que sus sentidos le estaban mostrando:
- ¿Qué haces aquí… Risako?