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Mientras no tengamos rostro por XIVA

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Notas del capitulo:

Hola a tod@s!!! Volvi un poco antes que lo que he estado demorando los últimos meses… Peeeeero desafortunadamente no cumpli el margen de los 15 dias… Intentare mejorar para la siguiente entrega… Aun asi… Igual a como me gusta compensar a mis lectoras traje un capitulo super largo… Debo reconocer que recibi muchos mensajes de apoyo de mis comentaristas, me alegra saber que siguen apoyándome y que me esperan fieles… Por eso agrande el capitulo que inicialmente iba a ser de 7 a 8 mil palabras… Asi que les dejo ese bonus incorporado… Sobre el capitulo solo puedo decir que Shinobu tendrá un trayecto sinuoso de emociones, porque enmpieza a percatarse de sentimientos subyacentes que no reconocia antes… Solo les puedo anticipar que podría ser su instinto de supervivencia que se esta empezando a percatar de cosas… Todavia le quedara un largo trayecto… Ademas aparece alguien que podría ser parte de algun tramo futuro de la historia… Y bueno espero les guste y nos vemos en las notas finales:

Vigésima Quinta Parte: Dudas detrás del júbilo de un acercamiento

 

 

 

Habían pasado varios días desde el encuentro de Shinobu con Risako, en todos esos días el joven no tuvo ningún mensaje anónimo, ni llamadas desde números extraños, tal como le habían dicho, Risako al parecer quería permanecer de bajo perfil en esos momentos por lo que no haría ningún movimiento… Pero no tampoco recibió ningún mensaje de su esposo… Sabia por Yamada que el mayor estaba al pendiente de él… Pero sentía ya irritación por cómo se escondía de él para prolongar su enfado, como para que Shinobu sintiera mas su ausencia… Si lo veía bien era una forma de manipulación… Y el detesta la manipulación… Debía reconocer que amaba mucho a Miyagi, pero cuando retomaran las terapias, porque hará lo que estuviera a su alcance para volver a convencer a Miyagi de que reanuden las sesiones con el especialista, esa actitud debía ser tratada también, porque se le que era una actitud poco productiva para mejorar el matrimonio… Pero claro el fue el del error, seguro esa desventaja seria puesto como argumento para Miyagi… Pero bueno ya buscaría la forma de manejar eso, por ahora debía buscar la forma de reencontrarse, y esperar a que Miyagi retorne a las terapias… Pero ahora entendía que aunque lo que había dicho el especialista era cierto cuando Miyagi después de una sesión se tornaba un tanto depresivo y que no había que presionarlo cuando estaba así, pero precisamente por estar cuidando de su estado anímico después de dichas sesiones entonces se metía en estos problemas… Si lograba que Miyagi dejara la actitud que estaba tomando, entonces de ahí en adelante pondría la confianza como principal variable fija para su matrimonio sin importar que esto pueda importunar el ánimo y la tranquilidad de su esposo.

Mientras tanto solo podría seguir con su vida rutinaria, la que llevaba cada vez que se peleaba con Miyagi… Y que ahora que lo pensaba… Estaba empezando a tomar como habito, porque reconocía que desde que inicio su matrimonio su matrimonio estaba teniendo discusiones con frecuencia, aunque debía reconocer que su matrimonio en ningún momento desde su inicio era uno normal, con todo lo que implicaba… Sin embargo la voz crítica de Shinobu, la que había estado dormida desde que empezó a caer por su esposo, resurgió brevemente como la de alguien que en un jadeo ahogado intenta salir a la superficie para volver a hundirse, le recordó que probablemente ese habito sea el más útil porque era probable que el termine viviendo sin su esposo, porque no podía negar que un muy mal presentimiento le llegaba con más frecuencia desde que se separo de su esposo… Uno que le decía que habría un inevitable rompimiento en el futuro, y todo eso era alimentado por lo ambivalente del carácter de Miyagi y lo frágil que era su estabilidad emocional, y sabia que cualquier paso en falso traía consecuencias no sospechadas, con el no se sabía que pasaba… De todas formas su amor resurgía con más ímpetu tras estos momentos de debilidad, y eso mitigaba cualquier voz rebelde en contra de esas situaciones, y pronto olvido esa advertencia.

Por lo pronto continuo haciendo su reporte que debía entregar a su jefe, ya que con las constantes salidas que se había tomado, aunque tenía el apoyo de su jefe, debía reponer sus ausencias, así que estaba poniéndose al día en sus reportes y análisis para el departamento de RRHH actualizando los indicadores de desempeño de los departamentos de la empresa, pronto logro enfocar de nuevo su mente en su trabajo y logro terminar el reporte para entregárselo a su jefe el cual acepto el documento y le dijo que ya que se había adelantado a tener todo al día, le pidió que le trajera unos reportes del departamento de Finanzas, porque su secretaria estaba ayudándolo con otro asunto y aunque se pudiera oír como una tarea menor, Shinobu no se negó, al contrario, el cambio de ambiente a otros departamentos le resultaba provechoso así que no se negó y lo hizo con gusto… Aunque tenía un extraño cosquilleo que apareció justo cuando abordaba el ascensor para ir a ese piso… Y apenas llego y reclamo los documentos a la secretaria del área, se sintió observado por detrás y cuál fue su sorpresa cuando se encuentra de frente la guapa presencia de Nakahara Keigo, quien se apareció de la nada detrás de él, causando al chico un susto, no tanto por la aparición repentina sino por quien se trataba… Porque ese hombre fue el que anduvo buscando un acercamiento mas allá de lo amistoso con Shinobu… Cosa que pondría nervioso a un paranoico jovencito, porque percibía la sonrisa arrogante de ese joven al saberse que causaba alguna reacción en aquel a quien pretendió… Y probablemente aun quería pretender… Eso explicaba la razón de ese cosquilleo… Así que el joven simplemente hace una venia de saludo llamándolo “Nakahara-san, buenas tardes” y siguió derecho con paso presuroso para alejarse de ese peligro andante, pero el otro no lo dejo escapar tan fácil y con esa sonrisita se le puso al frente y le respondió en tono galante:

-       Buenas tardes Takatsuki-kun… Es un milagro verte por estas oficinas… Nunca nos has honrado con tu presencia aquí en Finanzas.

Shinobu se tenso al sentir ese tono ser tan susurrante cuando se dirigía a él, y más porque Nakahara no lo llamaba por su apellido de casado sino de soltero, acentuando sus intenciones aparentemente románticas, así que Shinobu supo que debía ponerse firme como siempre hacia cuando se encontraba con ese compañero incomodo del trabajo:

-       Es Miyagi, Nakahara-san… Recuerde que estoy casado… No debería tomarse esas confianzas conmigo.

-       Es una verdadera lástima… Ahora que ya se aprobó el matrimonio igualitario aquí en Japón… Yo no dudaría ni un segundo en pedirte matrimonio.

-       ¡Por favor no hable así dentro del trabajo! ¡Sea razonable!

Pero la risa burlona de Nakahara retumbo por el pasillo, dando a entender que le resultaba divertido ver como el joven se resistía sonrojándose en el proceso… No lo tomaba en serio… Al parecer ya tenía experiencia seduciendo personas comprometidas, ya que los rumores le habían advertido que gustaba de coquetear tanto de hombres como mujeres pero que su predilección iba para los que ya tenían pareja, sea de noviazgo o ya casados, y siempre causaba problemas, pero si persistía en la empresa a pesar de eso era porque era el principal analista Sénior de riesgos financieros de la empresa, además de ser el consultor de inversiones más confiable de allí, y mientras realizara bien su trabajo, y solucionara rápidamente sus líos de faldas… O pantalones… No peligraba su cargo por eso, sin embargo debía reconocer que Nakahara ya llevaba un buen tiempo alejado de los conflictos… Hasta que encontró un nuevo objeto de interés… O mejor dicho persona… El chico ya había sido advertido por algunas compañeras cuando Nakahara se fue presentando sin haber sido introducido por nadie, en tono galante frente a él y le ofreció cualquier colaboración e incluso le insinuó que si quería divertirse algún viernes o fin de semana el estaba disponible… Todo eso cuando apenas se conocieron, dejando al jovencito algo atónito, confundido y muy incomodo sin saber cómo reaccionar ante alguien tan directo como ese hombre que aparentaba estar a finales de sus veintes, y a pesar de su descaro, no podía negar que era muy guapo, con facciones varoniles, una gran altura y se notaba que se ejercitaba para mantener una silueta tonificada pero sin ensanchar de mas su figura aunque su espalda tenía unas agradables dimensiones, definitivamente un hombre que provocaba muchos malos pensamientos, pero causaba una impresión equivocada en Shinobu quien no podía ver con intenciones pecaminosas a nadie más, solo sentía estremecimiento los recuerdos sensoriales que su esposo le había grabado en su cuerpo y con eso era suficiente para no mirar ni pensar en otras personas, y por tanto su atractivo compañero no lograba ese efecto que conseguía en otras compañeras y compañeros que no supieran de su naturaleza variable, así que muy diplomáticamente respondió: “Lo siento… Ya estoy casado… Y no me interesa”… Si alguien pudiera sentirse rechazado por el tono firme que tuvo Shinobu este hombre ni se inmuto, al contrario, solo sonrió con suficiencia y respondió guiñándole un ojo: “No te preocupes, yo soy muy paciente y perseverante”, y se retiro dejando al chico con los ojos abiertos ante el descaro de ese hombre y sus compañeras rodaron sus ojos acostumbradas a sus excentricidades… Y así empezó la campaña de seducción de ese hombre empezando con llamarlo por su apellido de soltero, información que supo al momento de enterarse de que era el esposo de nadie más que el misterioso y muy poderoso Miyagi Yoh, pero se negó a llamarlo por su apellido de casado, cosa que molestaba mucho a Shinobu porque esa era una afirmación de parte de Nakahara de que tenía la esperanza de que el volviera a ser soltero, pero como estrategia seductora estaba obteniendo nulos resultados, aunque en los últimos días había sido extrañamente menos atosigante en su persecución sino al contrario, había decidido a bajarle a la intensidad de dicha campaña, como si estuviera entendiendo de forma muy gradual que ese chico no estaba interesado… Shinobu solo esperaba que con el tiempo, ese hombre por fin comprendiera que él no quería tener nada que ver con el… Y ese día precisamente que lo tenía al frente sentía que su paciencia estaba corta, por ende supo que si ese hombre no desaparecía pronto, iba a desquitar su frustración con Nakahara:

-       ¡Deje de tratarme como su payaso! ¡Vaya a trabajar y deje de molestarme!

Eso incentivo la risa de ese hombre y Shinobu acelero el paso para alejarse, pero de nuevo se encontró con ese hombre al frente entorpeciéndole su ruta de escape, adornando su jovial rostro con una enorme sonrisa que no le quedaba nada mal:

-       Perdón Takatsuki-kun… No quise hacerte enojar… Para compensarte te invito a tomar un café… ¿Qué me dices?

-       Usted es un pillo… Ya usted sabe mi respuesta… ¡Así que no insista!

Tras decir eso prosigue con su camino rodeando a un absorto hombre que no reacciono inmediatamente y Shinobu creyó haberse librado por fin de ese acosador… Hasta que el hombre dijo:

-       Ese esposo tuyo te tiene muy receloso… ¿Acaso se trata de un hombre tan celoso y controlador que hace que te niegues de esa forma a una simple invitación a tomar un café con un compañero de trabajo?

Shinobu se volteo para enfrentar a ese hombre que le sonrió sabiendo que así había logrado afectarlo, y no podía creer lo osado que era para señalar algo así, aunque suponía en el fondo que ese era su encanto y que además era alguien astuto para darse cuenta de ciertas cosas… Pero igual no le iba a dar gusto:

-       Muy bien Nakahara-san, le aclaro una cosa… Deje de estar asumiendo cosas de las que no sabe… Yo soy un hombre felizmente casado y eso es lo único que usted debe saber… Además si salgo a tomar un café seria con un amigo… Y usted y yo no somos amigos, ni lo seremos… Así que no insista con esas artimañas baratas… Más bien debería cuidar mejor de su imagen dentro de la empresa, cualquier novato llega y se enterara de quien es usted gracias a los corrillos de esta empresa… Trabaje mejor en usted y le irá mejor… Que tenga una buena tarde.

Y luego sin esperar respuesta  siguió con su camino hasta que escucho al hombre responderle en voz alta en un tono divertido:

-       ¡No pensé que podrías llegar a preocuparte por mi!... Eso quiere decir que estoy haciendo algo bien… ¡Me seguiré esforzando, Takatsuki-kun!

Shinobu volteo brevemente a ver a ese hombre con ojos incrédulos… ¿Acaso no aceptaba una negativa?... Su total optimismo le tenía perplejo, porque parecía no reconocer una derrota… Luego sin seguir creyéndolo salió del departamento de Finanzas por fin para dirigirse al ascensor para devolverse a su piso, pero en esta ocasión con una sensación pesada en su ser… No tanto por un compañero insistente sino porque la situación podría traerle algún conflicto, tenía que portarse de forma antipática con alguien que estaba aparentemente interesado en el solo para evitar dar un paso en falso con su “celoso y controlador esposo”… Pero igual no iba a dañar estúpidamente mas su relación con Miyagi solo por indultarse a tomar un estúpido café con alguien poco confiable… Sería un monumental error… Aun si fuera hecho por razones castas… Siempre hay que evitar hacer cosas buenas que parezcan malas… Seria crucificado por eso, así que mejor era cortar por lo sano, aunque reconocía que ese Nakahara era muy persistente… No sabía qué hacer para poner a raya a ese hombre… Seguramente tendrá que recurrir a un denuncio informal de acoso en el departamento de RRHH, y averiguar bien el protocolo de procedimientos en esos casos… Sin embargo, para no ganarse una enemistad esperaba que si le advertía previamente a Nakahara, este entendería que deberá dejar de buscarlo… Sin embargo su mente de nuevo volvió a modo laboral cuando encontró a su jefe el cual le pediría un último informe para luego dejarlo irse, ya que no tenía más pendientes en la oficina, cosa que Shinobu en esos momentos no quería… Porque ahora libre de responsabilidades, tendría la mente despejada para pensar en sus penurias matrimoniales y eso inevitablemente lo deprimiría, pero no pudo contradecir a su jefe y pronto salió del edificio sin saber qué hacer en su tiempo libre para no pensar en su ausente esposo.

 

*****************************

 

 

Shinobu llegó algo cansado a su casa, era más tarde que de costumbre, sabía que se había demorado en llegar precisamente porque no quería soportar la soledad en esa inmensa mansión, ni quería volver a sucumbir a los pensamientos que lo indujeran a saciar sus necesidades carnales... Se había de sentido tan patético pero con la persistente soledad estaba segura que esa noche volvería a pecar... Así que prefirió desperdiciar el tiempo caminando por Harajuku... Ese lugar tan vistoso y ruidoso, lleno de gente caminando y paseando o yendo con prisas si tenían una cita al que no querían llegar tarde... Grupos de chicas con atuendos interesantes dependiendo a que tribu social pertenecían o grupo de chicos en busca de acción o incluso grupos de jóvenes oficinistas tratando encontrar lugares para irse a embriagar y des-estresarse del ambiente laboral en el que se sometían muchas horas al día cada semana... Shinobu sólo buscaba no sentir el tiempo y poco le importaba si alguien estaba siguiéndolo... No le importaba sino perderse en el bullicio de toda la algarabía de ese distrito, camino tratando de sentirse despreocupado por intentar llegar a casa, así que empezó a caminar por la calle Takeshita, la cual estaba tan concurrida como siempre, atiborrada de gente en su mayoría jóvenes buscando distraerse con la diversidad cromática y sonora que ofrecía el lugar, embelesando sus sentidos con merchandising, tecnología o muestras de tendencias en ropa y accesorios, sin mencionar el ataque con imágenes de idols japoneses y coreanos… Shinobu pronto sintió las ganas de comer algo y sacio esos deseos al parar en un local Yoshinoya para deleitarse con un gyūdon, el cual comió con mucha parsimonia mientras trataba de solo concentrarse en lo que sus sentidos percibían en vez de lo que su cabeza quería o revivir o reflexionar… Personalmente tenía pensado controlar sus ansiedades, porque sentía que era muy fácil caer en la glotonería y atiborrarse de comida tanto dulce como salada, y engordarse al infiltrarse con la satisfacción que proveía la comida... Eso aterraría a Yoh... Se sonreía a sí mismo ya que sería un gozo descubrir al mayor descubrir gracias al tacto que su antes plano abdomen ahora mostraba un aumento de volumen y una notoria convexidad... ¿Qué haría Miyagi? Shinobu sólo podría decir que la culpa es de él, por ser tan intransigente y cruel... Ese pensamiento cruzo brevemente por su mente, pero luego retornó la melancolía a su mirada recordando que estaba separado de su esposo.

Sin percatarse de la hora salió del sector, detuvo un taxi y le dio las instrucciones al conductor para que lo llevara a su casa para finalmente llegar, pagar la carrera que terminó siendo muy costosa pero para él era irrisorio; cuando cruzo el umbral, el mayordomo lo recibió anunciándole en tono solemne que Miyagi-sama se encontraba en la casa, que le había dado órdenes de que cenaría con su esposo y que lo esperaba en su habitación para que cenaran juntos... Ciertamente Shinobu quedo estupefacto al oír eso y con algo de incredulidad le preguntó al mayordomo que desde que horas había estado su esposo esperándole, a lo que el serio hombre respondió que llevaba esperándolo cerca de 1 hora... Obviamente todo eso le cayó de sorpresa al joven el cual murmura con inquietud que el mayor nunca le aviso por teléfono que iban a cenar juntos, el mayordomo apenas pudo repetir que el hombre estaba arriba esperándolo para cenar, igualmente había solicitado un plato frio, aduciendo que no tenía mucha hambre y que quería algo ligero como lo es un Steak Tartare que había preparado el chef de la casa usando la carne cortado en tiras de las famosas reses de raza Wagyu aderezado con salsa de soya, jengibre y miso, acompañado de una ligera ensalada verde de brotes y retoños de espinaca con vinagreta y finalmente maridado con un suave te de Oolong… Simplemente descrito por el mayordomo mientras acompañaba a Shinobu a subir a la planta donde estaba su habitación… Y al llegar y como debía ser acostumbrado, el hombre le extendió ese conocido antifaz a lo que el chico respondió con una amarga mueca, pero para no parecer grosero se puso la prenda voluntariamente y se dejo guiar por el mayordomo hasta adentrarse en la habitación y escuchar cerrarse la puerta tras él, para ya en la oscuridad retirarse la prenda y seguir ya por instinto el camino del pasillo que llevaba a la habitación.

Todo estaba en silencio, pero podía sentir con su olfato estimulado por la falta de luz, la comida que le aguardaba y a su esposo que seguramente le esperaba en la mesa que siempre usaban para esas cenas dentro de la habitación… Y apenas intento acercarse a donde el chico suponía estaba la mesa, la voz de Miyagi resonó, con ese timbre que vibraba con nostalgia para Shinobu:

-       ¿Shinobu?... Bienvenido… Sigue mi voz para que te guíes.

El chico no respondió pero obedeció, notando como su esposo aun lo llamaba por su nombre pero no por el cariñoso apodo que él le había creado… Aunque reconocía que su voz ya no tenía el rastro de rabia y enojo que tenia de la ultima conversación en vivo que tuvieron. El chico logro ubicar a tientas la silla y casi asustándolo una gran mano tomo su brazo de forma gentil para ayudarlo a sentarse en su puesto… Y luego cuando ya se hubo acomodado, al parecer Miyagi, con un ápice de aprehensión (Pero aunque en verdad podría ser solo producto de los nervios del joven) le hablo:

-       Mira, el plato es muy sencillo, puedes usar un tenedor… Y al norte encontraras un te… Lo he tomado antes y va de maravillas con una cena ligera… Espero te guste.

El chico no respondió, simplemente dijo “Itadakimasu” y procedió a comer el plato que era fácil de comer a oscuras, sintiendo con más intensidad en su paladar la explosión del jengibre que acompañaba el incomparable sabor de la carne de primera… Y simplemente se dedico a disfrutar de la comida hasta que, notando lo tenso que se filtraba en su voz, como en búsqueda de romper el silencio que había entre ellos:

-       ¿Te gusta la cena?... Asumí que querías algo ligero…

-       Si, esta delicioso… Gracias por esta cena.

Shinobu no se sentía especialmente platicador esa noche… Si bien había esperado por el retorno de su esposo y había estado sufriendo de soledad en las últimas noches… Se sentía resentido… Sabía que el mayor tenía derecho a enojarse porque él había faltado a su compromiso de honestidad… Pero… Sentía que el abusaba de su posición más vulnerable para desquitarse pero si todo esto fuera al revés el habría tomado las cosas más ligeras… Los privilegios de quienes están mejor posicionados, aunque Shinobu no permitirá que volviera a hacerlo sentir así… No quería decir que no asumiría su responsabilidad pero si creía que el estaba castigándolo de mas, por eso quiso mantenerse distante, por más que su cuerpo le gritase que dejara la fachada de soberbia que tenia, pero a la hora de la verdad… Su orgullo y dignidad es lo único que tenía…

-       Y… ¿Cómo te fue en el retiro que te tomaste?

Preguntar eso como para no dejar el tema de la ausencia, tenía interés en saberlo pero también la idea era hacerlo como algo rutinario, algo que se pregunta obligatoriamente:

-       Me permitió pensar en muchas cosas… Y profundizar en otras… Fue muy… Provechoso.

-       Me alegra Miyagi-san

Y así le demostraba que la distancia estaba latente… No usaría la forma cariñosa con la que él se dirigía a él… Después de todo el tampoco lo había usado:

-       … Entonces… ¿Cómo te está yendo en tu pasantía?

-       Me está yendo muy bien… Mi jefe cada vez me da más responsabilidades y creo que cada vez comprendo mejor el funcionamiento de la empresa… He aprendido mucho.

-       Me alegra Shinobu… Me reconforta saber que puedes separar la vida privada de la laboral.

-       Eso es algo que he aprendido desde hace mucho, Miyagi-san-

Miyagi había empezado con el tono condescendiente que tenía cuando estaba irritado… Si, seguramente se debía a que él se percibía como víctima y que Shinobu no estaba en condiciones para alegar nada a su favor… Y retorno el silencio entre ellos, aparentemente ambos notaron que si seguían por ese rumbo iban a discutir inevitablemente… Por lo que prosiguieron con su comida que rápidamente, debido seguramente por la ansiedad, desapareció de sus respectivos platos… Bueno eso asumía Shinobu porque después de que él había terminado, no escucho a Miyagi seguir comiendo del suyo… Luego solo se dedico a tomar de su te, saboreando lentamente su suave sabor, hasta que fue asaltado por una nueva pregunta:

-       ¿Cómo te está yendo con… Ese asunto?

Eso sorprendió a Shinobu quien no esperaba que su esposo tocara el tema tan de repente, no después de lo cortante que fue al deslindarse del tema… Y no quiso más que recordarle, también por orgullo propio, que él pretendía mantener ese acuerdo:

-       Se supone que no tiene nada que ver contigo… Y bueno… Pretendo mantener ese compromiso… Yo me estoy encargando de eso con la ayuda de Yamada… Sin él no sabría que hacer…

Hubo un silencio denso… Había usado un tono diplomático pero con firmeza, para hacerle saber que pretendía con seriedad terminar ese asunto por sus propios medios… Y entonces el mayor respondió:

-       Entonces lo tienes bajo control ¿No?

-       Estoy trabajando mucho en solucionar ese problema.

-       ¿Va a traer consecuencias para la familia?... No quisiera que eso se salga de las manos y empiece a dañar el nombre y el honor de la familia Miyagi… Si una noticia así se da a conocer a la prensa-

-       Tranquilo… Esto solo me concierne a mí… Lo estoy manejando por mi cuenta… Te aseguro que no involucrare a la familia Miyagi.

Luego el silencio retorno esta vez aun más densa… Nadie volvió a pronunciar una palabra en varios minutos… Shinobu se daba cuenta que esta cena, para ser su reencuentro después de un tiempo de separación, distaba mucho de ser un reencuentro de esposos… Mucho estuvo tentado a dejar todo hasta ahí e irse a la misma habitación en la que dormía cuando sucedió lo de esa horrible noche… Y estuvo a punto de retirarse inventando una razón para irse cuando Miyagi en un tono notablemente frustrado farfullo:

-       ¿Así que así vas a permanecer toda la noche?

-       ¿Así… Cómo? No te entiendo…

-       Evitando hablarme… Ignorarme… No hablarme… ¿No se supone que al que le fallaron fue a mí?

Shinobu entonces comprendió que definitivamente Miyagi estaba distante porque él esperaba que Shinobu apenas el llegara el se pusiera de rodillas para suplicar por perdón por haber hecho semejante pecado… Y eso… Despertó el lado ultra-orgulloso de Shinobu el cual decidió dejar en claro su posición:

-       Tú fuiste el que busco esta separación… No quisiste escucharme… Entonces cuando sigo tu petición… ¿Te enojas?

-       No puedo creer que pretendas voltear esta situación haciéndome ver a mí como el villano.

-       No, yo no he buscado eso… Tu mismo lo haces.

Ambos volvieron al silencio… De poderse ver a los ojos el podría saber al menos que pasa por su mente, o lo intentaría al menos… El chico suspiro pesadamente, percatándose de que la reconciliación requeriría mucho mas dialogo… La separación física no fue suficiente detonador para derribar esa muralla... Pensar eso era muy infantil… Y nuevamente fue el mayor quien rompió el silencio:

-       ¿Y cómo te está yendo en ese asunto? ¿Necesitas ayuda?

-       En aras de cumplir con mi compromiso de saciar cualquier petición tuya… Me temo que esa información no le concierne…

-       ¿Vas a seguir con esa actitud Shinobu?

-       Lo lamento, pero simplemente sigo tus órdenes de “Arréglatelas tu mismo”… Y eso estoy haciendo.

-       No entiendo porque ahora tú eres el ofendido, cuando al que dejaron al margen fue a mí… Cuando mas debíamos confiar el uno con el otro…

-       ¿Sabes?... Yo ya te he pedido disculpas y me he arrepentido de no haberte hecho participe de lo que hice… Pero nunca quisiste ponerte en mi lugar… Yo no quise involucrarte, no por un estúpido arranque de orgullo de que yo podía encargarme solo… No quise que tú, por asuntos míos, interrumpieras tu camino a lograr un objetivo muy importante en tu vida… Pero lo dejaste de lado por un impulso lleno de rabia, tú lo llamas falta a la confianza, yo solo buscaba facilitarte todo para que pudieras superar algo que ha truncado tu vida… Pero te fue muy fácil señalarme y juzgarme, luego irte todo digno… Y suspender las terapias solo por eso… No puedo negar que eso fue lo que más me dolió… Porque prefieres desquitarte conmigo que buscar tu mejoría… Y viendo que sigues en esa tónica… No tengo más que añadir.

-       Así que así están las cosas ¿Cierto?... No reflexionaste nada en todos estos días separados…

-       ¡Oh si! Igual esperaba que tu hubieses reflexionado que todo ese esfuerzo que hemos puesto los dos tratando de mejorar nuestro matrimonio lo dejaste en el mismo lugar donde estas dejando las terapias-

-       ¡¿Otra vez con eso de las terapias?!... ¿Qué solo piensas en las malditas terapias?

-       ¡Pues las malditas terapias como las llamas tú, eran lo que estaba dirigiendo a que tengamos un vínculo emocional más allá de lo que has tenido en tu vida jamás! ¿Qué eres tan idiota de no ver eso?

Y era de esperar que volviera ese silencio, y esa tensión tan densa que podría cortarse con un cuchillo… Shinobu sentía su corazón latir con un ritmo galopante, sentía sudar frio… Presentía que esa noche iban a quedar sin solucionar nada, suspiro de desgano aunque aun tenía rastros de temblores producidos por la liberación de sus emociones… Aunque sabía que debía mantenerse firme, por un lado si aceptaba lo que su esposo le dijese haría más llevadero el momento… Pero tenía sus objetivos y no podía desviarse, así su esposo estuviese detestándolo en esos momentos… Así que para terminar con el desagradable momento le murmuro:

-       Es obvio que esta noche no vamos a concordar con nada… Ambos estamos muy resentidos uno del otro… Me temo que tendré de irme a dormir… Sería bueno si reflexionamos cada uno por su lado en su respectiva cama ¿No crees Miyagi-san?

Obtuvo como respuesta un decepcionado suspiro, y un tono cansado:

-       ¿Tu si me extrañaste en todo este tiempo?... ¿O solo me esperaste para ver si lograbas reanudar las terapias conmigo?

-       … ¿Te estás escuchando?... ¿Aun después de todo esto… Aun no me conoces?

-       Es que… Pareces más interesado en que volvamos a inspeccionar mi vida pasada que solucionar el presente que está aconteciendo… ¿Qué mas crees que debo pensar?

Shinobu se tomo de la frente para presionar levemente la palpitación que invadía su cabeza… Aun no podía creer que el papel de víctima fuera suficiente razón para un hombre hecho y derecho para evitar hablar de lo importante… Sabía que no iba a tolerar más ese ambiente:

-       Sera mejor que me vaya… No estamos en condiciones para seguir hablando… Que descanses Miyagi-san… Bienvenido a casa.

-       ¿Vas a huir ahora?... ¿Tu siendo tan valiente en otras situaciones estas huyendo ahora?

-       … No voy a caer en tus provocaciones… Aun no puedo creer lo que he oído hoy… Ambos nos mantendremos en nuestras posiciones, estamos envalentonados y no vamos a ceder… Si tenemos que negociar por la mejor solución a este percance, tendremos que hacerlo cuando no estemos tan emocionalmente afectados… Hoy fue nuestra primera reunión después de una horrible discusión… ¿No te parece mejor dejarlo para cuando estemos en mejores condiciones?

-       Solo quieres prolongar esta situación Shinobu… Pero sabes bien que yo no cedo… Y tendrás que afinar tus habilidades de convencimiento porque… No me tienes para nada persuadido para tu causa… Si quieres irte, te doy la razón, estoy muy cansado y hoy no obtendremos nada… Que descanses.

Shinobu se sintió algo ofendido por como Miyagi ni siquiera quiso buscar una forma de retenerlo… Pero… Si era cierto que no harían nada más, así que sin decir nada más se dio vuelta y camino a tientas en la habitación teniendo que llegar a una de las paredes para seguir la ruta en la oscuridad para llegar a la puerta y salirse de ese toxico ambiente… Y apenas salió y sintió la tenue luz que alumbraban las luces de una lámpara lejana, ya que la sala recibidora estaba ya oscura, se fue con pasos pesados… ¿Acaso tenía una expectativa diferente?... Estaba subestimando mucho la testarudez del mayor… ¿Cómo lograría mejorar esa situación?... Y al llegar a la otra habitación, la cual le había servido de refugio después de esa otra noche olvidable, se sentó en la cama de forma pesada, se puso a reflexionar en como sentía que ese distanciamiento los había alejado más de lo que él creía… Si tenían opiniones tan disimiles, eso le estrujaba el corazón… ¿Cómo ponerse de acuerdo?... Se cambio de ropa usando unas prendas que tenía en esa habitación en caso de regresar… Y ahora ya acostado en la cama su mente siguió divagando en el temor de que no lograra nada con su esposo, un pensamiento que lograba aguarle ligeramente los ojos… De repente su lado optimista le aconsejo que debiera darse más valor y no sucumbir al pesimismo… Tal vez era momento de buscar ayuda… Y ya tenía en mente a quien recurrir… Y con ese aire de esperanza su cuerpo se relajo lo suficiente para conciliar el sueño en esa noche.

 

 

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Muy temprano en la mañana, el chico se levanto por inercia… Por lo general no se levantaba a esa hora, era su talón de Aquiles el tener que madrugar… No sintió ningún sonido proveniente desde afuera de su cuarto, se levanto y de forma silenciosa y sigilosa abrió la puerta para asomarse por el pasillo para percatarse si había alguna actividad proveniente de la habitación principal, fue cuando escucho que alguien se acercaba desde la planta de abajo, y tal vez en un momento de pánico volvió a encerrarse y con la oreja aprisionada contra la madera de la puerta escucho a quien creyó era el mayordomo acercándose a la habitación donde estaría Miyagi. Efectivamente era el serio hombre al escuchar algo que le decía a alguien, aunque no logro discernir qué fue lo que dijo… Y entonces escucho la voz de Miyagi, el cual respondió con algo parecido a un “Muy bien” para luego sentir que dos pares de pies acercarse por el pasillo… Justo en su puerta sintió que ambos hombres se detuvieron frente a él, lo que puso nervioso a Shinobu el cual se quedo estático, sin mover un musculo, rogando por que no le diera por entrar a la habitación… Pero… De repente se escucho que retomaron su camino para alejarse de la puerta… Y un incontenible impulso surgió de Shinobu en cuestión de microsegundos, haciendo que el chico de forma rápida y hábil abriera la puerta… Sabía que no debía ver a su esposo… Fue un deseo irrefrenable… Se asomo levemente por el marco de la puerta preparando a sus ojos para una imagen que no había buscado en ese día pero que llevaba esperando desde que se caso… Sus ojos entonces vieron la imagen que pudo lograr, fue las espaldas de dos hombres que se alejaban por el pasillo… Uno era reconocible como el mayordomo que cada noche le atendía… El otro era la de un hombre muy alto, una espalda ancha de hombros fornidos, de cabellos cortos y pulcramente peinados y de un azabache intenso… Iba enfundado en un traje oscuro que se ceñía perfectamente a su cuerpo mostrando la excelente silueta que tenía ese hombre… Ese hombre que era su esposo… Miyagi Yoh… Y el corazón de Shinobu que había estado latiendo como loco se desboco al reconocer aunque fuera la espalda de su esposo… Y lo contemplo a hurtadillas aunque fuera alejándose y guardo cada detalle que podía percibir hasta que se perdió al voltear para dirigirse a las escaleras… Quiso salir de esa habitación para verlo salir, y tener un vistazo a escondidas de su rostro… Pero inmediatamente sintió que las empleadas del servicio estaban dirigiéndose a la habitación principal, seguramente para empezar la rutinaria limpieza… Y sabiendo lo entrenadas que debían ser ellas para cumplir a cabalidad los deseos de su principal amo… No debía arriesgarse a ser descubierto por ellas y crear un problema más grande que el que tenia, así que antes de que las mujeres que venían murmurando entre ellas se asomaran por el corredor, Shinobu cerró la puerta y se devolvió a la cama para sentarse en ella… Sintió su corazón retornar a su ritmo normal, pero con una secreta satisfacción de haber visto, en una oportunidad que surgió de forma espontanea e inesperada, aunque fuera, la espalda de su esposo… Bien, era un detalle adorable para él para atesorar en su mente… Sentir que el dueño de esa hermosa silueta había hasta hace poco sido dueño de las caricias y sensaciones placenteras de las que él había disfrutado… Y sobre todo era el dueño de su corazón… Un suspiro enamorado abandono los labios del chico que se recostó en la cama para hundirse en ensoñación para recrear a su esposo aun sin rostro… Pero ahora ya tenía una espalda y el color de su cabello… Pronto esperaba encajar todas las piezas del rompecabezas que era su esposo y poder verlo en todo su esplendor… Ahora que lo pensaba, nunca se le había ocurrido espiar a su esposo cuando tenía que arreglarse para irse al trabajo… Siempre terminaba tan agotado cuando en la noche se dedicaban a las actividades maritales que tanto practicaban si no estaban enojados… Pero el joven se regaño, aduciendo que si no se dejaba tentar por esa clase de curiosidad de nuevo, no le daría más razones a Miyagi para desconfiar de él, siendo el tan receloso de que el chico no terminara buscando formas alternas de conocer el rostro que le era esquivo.

Finalmente cuando se recupero de esa ensoñación, se levanto y se dirigió al baño para arreglarse… Aunque en ese día podía llegar en la tarde a la oficina, tenía una tarea que quería empezar temprano, y cuando estuvo listo se embarco en su tarea… Casi sin analizar si de pronto era demasiado temprano para esa persona, así que busco su celular y marco el número deseado y sonrió cuando esa voz tan conocida resonó al otro lado del teléfono:

-       ¿Shinobu-kun?... ¡Qué alegría escucharte! ¿Cómo estás?

-       Chiyo-san buenos días… Me alegra mucho escuchar su voz… Busco su experiencia para un consejo.

-       ¿Pasa algo querido?... Cualquier cosa que necesites ya sabes que puedes contármelo

-       Lo sé Chiyo-san… Quisiera poder hablar con usted antes de ir a la oficina donde hago mis pasantías esta tarde… Sé que es muy grosero de mi parte imponerle una cita y un horario… Pero en verdad necesito su ayuda.

-       ¡Ay querido mío! Ya sabes que siempre estoy disponible para ti… Y más porque sé que vamos a hablar de mi hijo… Así que… ¿Por qué no desayunamos en mi casa? Yo te invito y hablamos en persona.

-       No puedo negar que eso es lo que en verdad estaba esperando Chiyo-san… Estaré allá lo más rápido posible.

-       Te estaré esperando Shinobu-kun.

Apenas colgó el joven tomo su maletín con sus documentos y con una chaqueta colgando del brazo raudamente se dirigió al mayordomo que iba precisamente a subir las escaleras para preguntarle al “joven amo” que era lo que iba a desayunar, pero Shinobu le aclaro que no iba a desayunar allí y le pidió que solicitara la pronta presencia de su chofer porque iba a desayunar fuera, a lo que el empleado obedeció en el acto y en unos minutos ya se estaba subiendo al auto que lo llevaría a la casa de su suegra.

 

 

**********

 

Llego a la mansión Miyagi en el tiempo estipulado, el chofer se había bajado del auto para abrirle a su jefe y este bajo rápidamente y tras agradecerle se encamino a la gran entrada del lugar donde le esperaba una empleada quien le recibió la chaqueta y el maletín y luego ya en el vestíbulo fue recibido por la mujer mayor, la cual aun a esa hora de la mañana estaba rozagante y perfectamente arreglada, y con una hermosa sonrisa lo guio al comedor indicándole que ya estaba servido el desayuno que compartirían solo ellos dos, y ciertamente fue así, porque al sentarse en los lugares dispuestos por la señora de la casa ya estaban las cubiertas metálicas en forma de campana resguardando la comida para que no se enfriaran, y cuando los empleados los levantaron en perfecta sincronía, revelaron un desayuno muy occidental compuesto de tostadas francesas, un par de huevos fritos espolvoreados con perejil picado y pimienta, unas salchichas asadas y frente a él varios platos que contenían quesos, frutas variadas en porciones, mermeladas, mantequilla y miel… Luego el empleado se dedico a servirle un café cargado y a petición de la señora, le sirvió aparte una tacita pequeña de té verde… Todo hizo que el chico salivara, porque con la discusión de la noche anterior y un poco el desvelo, se sentía bastante hambriento… Cuando finalmente la mujer dio autorización para comenzar, Shinobu ataco con la mayor delicadeza que le era posible esas deliciosas tostadas después de aderezarlas con mermelada de frutos del bosque, aparentemente traída de Francia… Y mientras Shinobu masticaba su desayuno noto que la mujer apenas y estaba comiendo una delgada tortilla pálida con una ensalada de lo que parecía atún y una pequeña porción de gajos de mandarina junto con la tacita de té verde, y cuando ella se dio cuenta, sonrió algo avergonzada y contesto sin que nadie le hubiese preguntado:

-       Estoy a dieta… Quiero bajar unos kilos en estas semanas.

-       Pero Chiyo-san… ¡Usted esta perfecta!

-       ¡Ay que encantador!... Sé que eres un jovencito muy adorable y caballeroso… Pero no te preocupes, porque he consultado con mi nutricionista para mi dieta… Ya lo he hecho antes y me ha funcionado… Veras como me quedara mejor este vestido cuando este más delgada.

-       Chiyo-san… Usted ya es hermosa… Pero si eso le hace feliz… Yo la apoyo.

-       Eres tan lindo como siempre, Shinobu-kun.

Después de un silencio, el jovencito volvió a hablar pero esta vez para saciar su curiosidad:

-       Chiyo-san… ¿No se encuentra Miyagi-sama en esta mañana?

-       No, desde hace dos días que se está quedando en el club de pesca… Así se des estresa… Volverá en otro par de días.

-       Ah… Qué bueno.

Finalmente cuando estuvieron saciados con sus respectivos desayunos, la mujer lo invito a entrar al mismo salón de tertulias de la otra noche, para poder hablar con más tranquilidad… Cuando quedaron a solas Chiyo-san se dirigió a lo que parecía un mueble que en verdad era un bar, y desde allí le pregunto al joven si quería tomar algo fuerte, pero el chico declino diciendo que en la tarde tenía que ir a trabajar, sin embargo ella se preparo en su típico vaso un Tom Collins, mientras contaba con alegre voz que ella había adquirido la receta del coctel en un bar en San Francisco, prometiéndole que si él quisiera averiguarlo que ella se lo diría en su lecho de muerte, algo que los hizo reír momentáneamente y luego se sentó junto al chico, para nada incomodándolo ya que existía esa familiaridad que les permitía estar cómodos ellos solos.

La mujer espero en silencio a su yerno mientras degustaba su bebida alcohólica, hasta que el chico aparentemente tomó coraje para hablar:

-           ¿Cómo comenzar?... Supongo que debo mencionarle que Miyagi y yo aún estamos distanciados.

-           Eso intuí... Por qué ese retiró fue muy repentino, y no es el estilo de mi hijo ir a ese refugio... En parte porque no acostumbra viajar ni siquiera por negocios... Así que supuse que ese viaje se debía a asuntos de otra índole... La verdad espere a que mi hijo me contara algo al respecto, ya sabes, se supone que no debo intervenir... Pero no supe mucho más de lo que Yamada me contaba cuando le preguntaba... El me aseguro que tú estabas bien haciendo tus prácticas y que no ha habido ninguna novedad, pero solo lo he podido saber de el... Mi hijo se ha rehusado a contestarme el teléfono... Así que no he podido acercarme a decirle nada… Creo que esta como intuyendo que buscare que reflexione sobre su matrimonio y el detesta que yo me meta en sus asuntos… De alguna forma él ha sido empoderado por mi esposo para hacer lo que el desee sin que pueda ser contrariado… Y bueno, al menos he podido mandarle mensajes de correo electrónico pidiéndole que deje la intransigencia contigo… ¿Acaso no te dejo explicarte?

-       En verdad… Creo que también es mi culpa… Me mantuve en mi posición… No cedí en nada, aun me siento enfadado con el… Aunque él tiene razón en estar enojado también… Pero también debo reconocer que a él le gusta usar sus ventajas para hacerme sentir mal… Perdón que lo diga, pero ha sucedido antes… Y si los dos somos tozudos… Es difícil llegar a un acuerdo.

-       Uhm… Yo sé de lo que hablas… Siempre es mi papel ser la más conciliadora, la que cede primero… Es porque soy la parte pasiva del matrimonio… Con ustedes es más complicado… Pero por posición ventajosa, ya debes saber que es mi hijo la parte activa, y no me refiero a como ustedes…

Shinobu se sonrojo, aun mas por el gesto vergonzoso que hizo su madre y como lo recalco con la posición de sus dedos… Algo que era gracioso pero para Shinobu era muy embarazoso… Tuvo que aclarar su garganta algo que su suegra entendió:

-       A lo que voy es que… Y sé que no te va a gustar lo que voy a decirte… Tienes que ser tu quien concilie, o al menos quien dé el primer paso… Yo se que tienes tu orgullo, y es precisamente por ese carácter tan rebelde y altivo que mi hijo se fijo en ti… Pero claramente eso les está trayendo problemas, es por eso que debes ser tu quien debe procurar el acercamiento… Porque eres más racional en estos asuntos que mi hijo, eres más sensible y eres inteligente… No lo tomes como que estoy tomando partido por Yoh-kun… Es que tu sabes calmar a mi hijo, y si logras convencerlo de que pueden continuar la convivencia, te será más fácil que el acepte ir de nuevo las terapias… Te dije que tienes que tenerle paciencia Shinobu-kun… Lo que te he dicho lo digo por experiencia… Y no es porque sea la solución más fácil… Si no tomas ninguna medida ahora… Yoh lo tomara como que no estás interesado en acercarte a él y podría tomar decisiones con respecto a la permanencia del vínculo matrimonial… Tú sabes lo estipulado en el manual de convivencia.

Shinobu entendió el tono serio pero algo triste que uso Chiyo-san, era de esperar que ella tuviera esa posición, pero algo que lo desanimo aun mas fue que su esposo ni siquiera había querido contestarle a su propia madre… ¿Qué estaba pensando Miyagi?... Sabía que era la solución más certera, el acercarse a Miyagi y dejar un poco su rebeldía… Y bueno, sabía que su voluntad no iba a durar mucho porque además lo extrañaba a horrores, su silencio fue interrumpido por Chiyo-san quien estaba un poco preocupada por el silencio que su yerno había manifestado:

-       Shinobu-kun… No es por preocuparte, pero… Creo que debes conciliar lo antes posible… Y si mi hijo decide ayudarte con lo de tu acosador… Déjalo saber la información, el se sentirá de nuevo parte de tu vida… Y estoy seguro que podría ayudarte mucho… ¿Crees que vale la pena seguir con esa preocupación?

-       … No Chiyo-san… Hoy voy a intentar arreglar las cosas con Yoh-san… No está bien que sigamos alejados uno del otro… Y así tenga yo que ceder… Lo debo hacer por amor.

-       No es algo que “debas” hacer… Es algo de lo que debes estar convencido Shinobu-kun… Es algo que “quieras” hacer.

El chico, asintió convencido… Aunque en el fondo, sentía que estaba traicionando su esencia, su promesa de permanecer firme a lo que él pensaba y creía… Pero por primera vez pondría su orgullo abajo y se acercaría a su esposo de forma que facilitaría su reconciliación… Solo esperaba que Miyagi estuviera dispuesto a escucharlo… Y fue sorprendido cuando la mano de la mujer se poso sobre la de él para brindarle apoyo, y a mirada comprensiva de ella le reconforto el corazón, reconformándole que estaba tomando la decisión correcta, y una suave sonrisa se asomo en sus labios, accediendo a la petición de su suegra, estrechando ese vinculo entre los dos.

 

*******************

 

Esa noche lo que había acontecido la noche anterior volvió a suceder, pero en esta ocasión los papeles se invirtieron y fue Shinobu quien llego temprano a la casa y organizo con el mayordomo la cena especial que le prepararían a Miyagi, incluso el joven participo en la preparación de la cena que consistiría en tiras de pollo horneado con tomate y ajo, añadiéndole vino blanco y hierbas, todo al horno acompañado con unas verduras asadas aparte… Una cena después de todo ligera y maridada con un delicioso vino blanco Chardonnay traído del sur de Australia… Y luego organizo la mesa en la habitación de Miyagi con los platos ya servidos con sus cubiertas metálicas para que no se enfriaran tan rápido y espero, todo coordinado con Yamada quien le informaba a Shinobu la hora de salida de Miyagi y el tiempo aproximado de llegada… Había instruido a los empleados que le avisaran a su esposo que él tenía que hablar con él y que lo esperaba en la habitación pero sin decirle que le esperaba una cena especialmente preparada para él, y casi exactamente como lo había calculado Yamada, Miyagi llegaba a la casa siendo recibido por el mayordomo quien le indico que el joven estaba en la habitación y que había sido enfático en que tenía que hablar con el inmediatamente, y con el tono serio del mayordomo Miyagi asumió que era algo muy importante, así que sin tomarse mucho tiempo, subió directamente a la habitación aunque al llegar al umbral pareció vacilar… Pero pareció no prestar mucha importancia y cruzo la puerta y la cerro tras él y caminando con mucha más determinación que Shinobu lo llamo, a lo que el chico respondió apareciendo frente a él, de alguna forma asustando a Miyagi el cual reacciono de una forma graciosa… Shinobu, en un tono bastantemente más ligero que el que tenía la noche anterior le dio la bienvenida a su esposo:

-       Buenas noches Miyagi-san… ¿Tienes hambre?... Te tengo la cena servida.

El hombre se mantuvo un poco receloso porque no reacciono muy entusiasmado con la actitud amigable del chico, aunque no podía negar que la idea de la cena era irresistible porque él se estaba muriendo de hambre, así que se dejo guiar un poco torpemente por Shinobu, el cual buscaba a tientas la mesa hasta dar con ella y le indico donde podía sentarse, el por supuesto ubico su asiento con más fluidez pero dejo que el chico dirigiera el momento, y entonces ya ubicados, Shinobu procedió a levantar las cubiertas con cuidado revelando el aroma de la comida, incentivando la expectativa de Miyagi, quien aunque curioso por el súbito cambio de actitud del joven, no estaba a la defensiva, cosa que el chico percibió así que procedió con cuidado a servir el vino que tenia enfriando en una hielera, haciéndolo muy bien a pesar de los nervios del menor… Y finalmente cuando ya estaba todo preparado le pidió a su esposo que comenzara, cosa que agradeció el mayor y después de agradecer por lo que iban a consumir y empezaron a disfrutar de la comida con gusto aunque en silencio… Eso hasta que Shinobu comenzó a hablar, sabiendo que el acercamiento debía hacerlo él:

-       Miyagi-san… Me disculpo por la forma como me comporte anoche.

El mayor permaneció en silencio, se sintió la atmosfera algo tensa, porque se sabía que la conversación iba a referirse al escabroso tema que los había hecho dormir en camas separadas, pero era necesario retomar ese tema si querían arreglar las cosas lo antes posible:

-       Entiendo… Pero… Primero terminemos de cenar… El vino nos relajara y podremos charlar con más tranquilidad… ¿Te parece mejor?

-       Si… Miyagi-san.

Shinobu mantuvo una actitud sumisa, no quiso contrariar a Miyagi, además estaba interesado en ver o bueno percibir a su esposo degustar la comida en la que el intervino… Y aunque un poco tenso, ese momento transcurrió de forma tranquila, de vez en cuando Miyagi preguntaba quien había organizado esa cena, y el chico con orgullo mencionaba que fue idea de él, y que él había ayudado en hacerla, ya que era la primera vez que había estado tan activo en una cocina, porque si Shinobu debía reconocer, era que en la cocina no tenía mucho talento, así que humildemente reconoció que solo ayudo a preparar algo, y que el merito se lo llevaba el chef, quien amablemente permitió que le invadieran su espacio… Miyagi al oír eso rio genuinamente, pero al parecer enternecido por ver a su esposo en lides diferentes a las que él había hecho antes, y eso relajo un poco la espera mientras terminaban de comer… Y finalmente cuando ambos solo estaban bebiendo del vino fue Miyagi quien dio la pauta para el inicio de la conversación:

-       Shinobu… Yo debo reconocer que tampoco aporte nada bueno a la discusión… Aun me dejo llevar por las emociones cuando se trata de ti… Y el que te llegara a suceder algo sin que yo pudiera hacer algo… Me descontrola y tú lo sabes.

-       Estoy consciente de eso Miyagi-san… Y debo reconocer que no facilite un acercamiento al estar a la defensiva… Miyagi-san… Lo siento… Siento si no confié en ti como debí confiar porque somos esposos y te amo… El excluirte de lo que sucedía… No fue la mejor forma de tratarte… Y eso te dolió… Perdón, Miyagi-san.

-       No…Shinobu… No… Si sigues diciéndolo así… Me entristece… Porque… Tú no eres así… Tú peleas… Siempre peleas… Tu…

-       Miyagi-san… Eso no importa… Importa es que podamos buscar la forma de solucionar esto.

-       Yo sé… Shinobu… ¿Sigues siendo recibiendo mensajes amenazantes?

-       Bueno… Eso es lo que te quería comentar… Nunca he recibido una amenaza directa… En realidad son mensajes desagradables dirigidos hacia a mi… Aunque no hay palabras soeces… Pero utiliza un tono desdeñoso y… Se burla de mí… Lo que me preocupo en realidad es que esos mensajes indicaban que me estaban vigilando… Y como yo tengo ya un historial de seguimiento, asumí que podría ser tu hermano que aun seguía con sus viejos hábitos y lo confronte… Sin embargo… El día que me encontraba en el edificio Miyagi yo había ido a hablar con él para que me dijera algo que me permitiera buscar algún tipo de defensa contra esos mensajes… Y bueno así sucedió ese día y desde entonces no has querido escuchar nada sobre eso.

-       ¿Y has solucionado este asunto con esa persona que te envía esos mensajes?

-       Hasta ahora no he vuelto a recibir ningún mensaje, siempre usan números que son usados por turistas, por tanto irrastreables… Pero Yamada me ha ayudado mucho y creo que pronto cesaran… Ese era mi plan, solucionar todo, y mientras seguías con las terapias ya estar libre de decirte que yo lo había solucionado y que no había nada más de que preocuparse… Pero… Supongo que todo me salió mal… Y en mi testarudez, falle en lo más básico… Que es la confianza… Y la verdad no quería ponerte nervioso con lo que sucedía mientras te sometías a las terapias en las cuales desnudabas tu alma… Me preocupaba por como irías a reaccionar, tu un obsesivo con la seguridad de tu familia… Simplemente te subestime… Y me arrepiento tanto…

Miyagi no dijo nada, permaneció en silencio, el chico soltó un pesado suspiro, sabiendo que él estaba sopesando lo que el joven había dicho, en la oficina de Yoh, habiendo dicho todo eso en forma similar, el no le dio oportunidad de disculparse ni escuchar sus razones, entendiendo que habiéndose tomado todo el trabajo de preparar la cena y esa noche había sido mucho más eficaz que una confrontación espontanea, al menos había conseguido que su esposo lo escuchara sin interrumpirle… Además tuvo cuidado de no develar aun lo que el sabia, iba a dejar que Miyagi decidiera si quería enterarse de esa información, así que simplemente se quedo en silencio reservándose esa información que no quería imponer a su marido, sin esperar ninguna reacción, ya que era posible que Miyagi le pidiera que saliera de la habitación o incluso el mismo saliera de allí aduciendo que quería estar solo, ya no sabía cómo iba a reaccionar así que no esperaba nada en especifico… Entonces tal como si estuvieran con las luces prendidas, Miyagi alcanzo la mano de Shinobu, sin torpeza la sostuvo y sintió como ese tacto lo estrecho con cariño… Al parecer, estaba funcionando siendo menos confrontacional… Y aun así, se sentía traicionado consigo mismo, porque él prefería decir todo de manera directa y decir todo lo que le pasaba… El mayor entonces hablo:

-       Quisiera recuperar ese tiempo en el que hemos estado aparte… Siento que en cada discusión se nos ponen más pruebas a nuestra relación… No quiero alejarme de ti… Y hay muchas más cosas que van surgiendo y que también me ponen a prueba a mi… Porque no es solamente el hecho de que tengas que aprender protocolos de comportamiento o que pongas atención a detalles, o enfocarte en lo básico de un matrimonio… También yo me equivoque… Siempre te juzgo rápido si no respondes como yo espero, y el que seas rebelde, enardece mis emociones y después me enfrasco en una batalla de egos contigo a ver quién tiene la razón y quien juzga… Y si reconozco que cuando quiero hacer valer mi opinión… Yo soy intransigente y cuando quiero hacer ver que siempre tengo la razón es igual… Y en ese aspecto ambos chocamos bastante… Y yo siendo el mayor, debería ser más complaciente y más comprensivo… Es decir… Ya tanto he estado reflexionando, y queriendo decirte esto pero… A veces vencer esta fachada dura es tan difícil… Yo que me había prometido ser el mejor esposo para que te enamoraras de mi-

-       ¿Miyagi-san crees eso?... ¿Crees que deje de quererte por esta discusión?

-       Me aterra pensar que pronto te darías cuenta de que… Soy un insufrible… Que te estás cansando y por eso ya no me compartes sucesos que te han sucedido… Las terapias se está volviendo el tema más importante, como si estuvieras tras ese logro… Y ahora nuestro matrimonio ya no es el foco central.

-       En eso te equivocas… ¿Acaso crees que yo solo estoy buscando que retomes las terapias por decir que logre rehabilitarte?... ¡Escucha lo que estas insinuando!... Si quiero que reanudes las terapias es porque quiero que puedas retomar tu vida… Poder visitar a quien tú quieras, que no tengas obstáculos para hacer proyectos con asociados recelosos porque no pueden verte a los ojos y estrechar tu mano para cerrar el trato… Eso es lo que quiero cambiar de tu vida… Que podamos ir de viaje juntos, o que yo te pueda acompañar a algún viaje… Que podamos ir a un parque o a un restaurante y tomarnos las manos… ¿Es algo malo desear hacer eso en un futuro?... Y no creas, el que alguien sugiera que este no es mi lugar, que yo no merezco estar contigo ni estar a tu lado me hace efervecer más el anhelo de mostrarte a mi lado y enseñarle a todos que soy tu esposo y que soy digno de estar a tu lado… Y solo te estoy contando mis deseos más superficiales.

La mano de Miyagi nunca abandono la de Shinobu, porque aunque se hablaban en la oscuridad, el tono de voz y el cálido tacto que compartían era lo que formaba la comunicación entre ellos… Una comunicación que pronto empezaba a volverse fluida:

-       Acaso esa persona que te está mandando esos mensajes… ¿Te esta menospreciando? ¡¿Quién se cree para sugerir tanta estupidez?!... Tú fuiste elegido por mí… Yo te elegí… Puede que aun no sepas como fue… Pero ten la seguridad que era dueño plenamente de mis facultades cuando supe que tú debías ser mi esposo… Yo sé que me he alejado de todo lo concerniente a ese acoso, y que he sido terco en alejarme de ti… Pero si me he preocupado por ti, siempre estuve pendiente de lo que hacías y a donde ibas… Siento que estés resentido si creíste que me desentendí de ti… No le he preguntado a Yamada sobre ese tema, y he estado preguntándome sobre los detalles de eso que está sucediendo, y cuando ayer te negaste a contarme… Me dolió, porque quería decir que ya no estás interesado en que yo quiera ayudarte-

-       ¡No digas eso!... Me he sentido solo sin ti a mi lado… Sé que estas pendiente de mi en la distancia… Ayer, estaba enojado aun, solo te recordé el cómo me hablaste cuando fui a tu oficina y lo que me dijiste… Fue un contragolpe surgido del resentimiento… Pero si tú quieres saber cómo sucedió todo… Yo puedo decírtelo… Solo si tú quieres ¿No?

-       La verdad… En ocasiones me muero de la curiosidad por saberlo y en otras me alegro no saber nada de eso porque me enfermaría de rabia saber que alguien solo quiera verte mal… Entiendo que quisiste evitarme ese trago amargo y afrontarlo tú solo… Pero somos un equipo ¿No?... Estamos tratando de arreglar este impasse Shinobu… Así que voy a hacerlo… ¿Qué sucedió con esta persona que te esta acosando?

Shinobu sintió que el agarre de su esposo se estrecho aun mas, como apremiándole a que se abriera con el… Y el chico lo hizo:

-       Ya lo básico lo sabes: Me llegan estos mensajes anónimos, no tienen remitente, son irrastreables, y en frecuencia son erráticas… Y está siguiendo mis pasos… Luego me empecé a sentir perseguido y pronto pedí ayuda a Yamada y pudimos identificar a mi perseguidor como un detective que trabajaba para tu hermano y lo confronte… Eso sucedió el día en tu oficina… El me aseguro que él no era y por alguna razón le creí… Bueno luego sobornamos al investigador para que nos dijera quien lo contrato pero la persona había sido muy meticulosa en permanecer anónima incluso uso un distorsionador de voz para comunicarse con el… En fin… Yamada tuvo que pedir un favor especial a un conocido… Y se empezó a hacer un seguimiento… Y esto no me enorgullece mucho… Ilegal, de ese celular de donde se hacia las llamadas… Tuvimos que esperar a que ese número volviera a comunicarse con el detective, y cuando lo hizo fue cuando estuviste fuera de la ciudad y yo estaba en mi trabajo… Yo quise saber quién era y me dispuse a ir a donde Yamada estaba… Y fue cuando él me dijo que estaba justo por donde yo estaba… No sabes lo impactado que estuve al oír eso y entonces…

Shinobu no sabía si hacia bien en decirle lo que seguía a su esposo, y al notar ese silencio su esposo, totalmente enganchado a las revelaciones que le hacía muchachito se impaciento, tal vez temeroso de que la vacilación de Shinobu se debía a que no quería contarle algún importante detalle, así que se apresuro a infundirle la confianza:

-       No voy a reaccionar mal Shinobu-chin… Te prometo que no voy a hacer nada malo… Solo confía en mí… Por favor…

El tono con el que Miyagi le llamo de nuevo “Shinobu-chin” fue tan adorable… Shinobu sintió su corazón aletear de alegría… Y tal vez inmerso en esa felicidad fue que se decidió contar lo que antes se hubiese reservado… Todo lo hacía para recuperar la confianza de Miyagi… Y así lo hizo:

-       Cuando me iba a ir de donde yo trabajo… Me encuentro a mi hermana Risako… Una muy extraña coincidencia, y más porque esa zona es de oficinas…

Miyagi permaneció silencioso a la revelación del menor… Pero el chico si se percato de que el agarre de esa mano se aflojo… Shinobu quiso proseguir pero en ese momento el mayor lo interrumpió:

-       ¿Estás seguro de que es ella?

-       Aun no estoy 100% seguro… Es decir… Sé que ella envío su Miai para ser un prospecto de prometida para ti, a pesar de que sean de familias rivales… Desde siempre nos hemos detestado, ella siempre encajo mejor en la familia Takatsuki que yo… Las razones de ella para hacer algo así me resultan algo rebuscadas… ¿Tanto me odia que no quiere que sea feliz? ¿Por qué haría algo así si ya está felizmente bien casada con un heredero boyante? ¿Acaso no soporto que tú la rechazaras y no quiere que yo me quede con el crédito de estar casado contigo solo por rivalidad conmigo?... No se… Aunque el encuentro de ese día parecía ir más allá de una coincidencia, y ella no supo explicar muy bien el porqué estaba allí… Es una sospechosa probable.

Shinobu si termino ahorrándose el hecho de que su hermano le había contado sobre el horroroso asunto del ataque que ella le había perpetrado contra el… Y contrario a la reacción que esperaba, que sería una de rabia… Miyagi mantuvo la tranquilidad… Aunque lo que sí hizo fue abrazar a su esposo, y lo estrecho con tanta firmeza que esparció su calidez sobre el cuerpo del chico que se dejo hundir en esa hermosa sensación de reconciliación… Y entonces el mayor hablo:

-       ¿Y cuando hablaste con ella le dijiste algo? ¿La confrontaste?

-       No… Si esa mujer es capaz de hacer cosas malas… Lo mejor es tener la ventaja de saber que ella es… Además… Primero me debo cerciorar que sea ella antes de lanzar ataques… Si al final ella no es… Me aliviaría saber que no fue alguien de mi familia.

-       ¿Y si es ella? ¿Qué harías?

-       Tendré que exigirle que se aleje de nosotros… Si ella insiste, tendré que tomar medidas judiciales… ¿Tu me ayudarías con eso?

-       … Por supuesto Shinobu-chin… Yo te apoyare en todo por tu seguridad.

Shinobu se aferro más a su esposo, y el aroma que desprendía de su colonia favorita estaba provocando estragos en la resistencia de Shinobu, el cual paso de largo el tono ligeramente preocupado que había tenido cuando Shinobu le respondía sobre como afrontaría el tema de su hermana acosadora… Ahora estaba era feliz de estar en brazos de su amor y así se lo hizo saber:

-       ¡Se oye tan hermoso cuando me llamas Shinobu-chin! Pensé que no me volverías a llamar así de nuevo.

Una suave risa resonó mientras Miyagi acariciaba los suaves cabellos del joven con sus cálidas manos… Y luego de dar un suave beso en la frente Miyagi volvió a hablar, esta vez en un tono más dulce:

-       Eres un tontito… No sabes cómo te extrañe mi Shinobu-chin.

-       ¡Yoh-san! No sabes lo triste que he estado sin ti… No quiero que esa bruja vuelva a dañarnos la felicidad de estar juntos.

-       Shhh Shhh… No la menciones ahora que estamos reconciliándonos mi adorable esposo… Ya no pienses en ella y concéntrate en mí… No sabes el enojo que me dio cuando me entere que habías ido a hablar con mi hermano… Y reconozco que eso también hizo que te hablara de esa forma ese día.

-       ¿Yoh-san se puso celoso? No tienes por qué sentirte así.

-       Tú eres mío… Solo mío.

Y dicho eso, el hombre tomo con sus enormes manos el rostro del chico y se dedico a besarlo con pasión, dejando el cuerpo de Shinobu totalmente debilitado… ¿Acaso no se daba cuenta de que Miyagi controlaba totalmente sus emociones?... El chico solo respondió con todas sus fuerzas aferrándose a su nuca para profundizar el beso… Y pronto el beso se torno húmedo y acalorado, aumentando la temperatura de ambos cuerpos… Y ese calor además de despertar emociones frías despertaba otras partes del cuerpo, evidenciando así que la abstinencia de esos días los tenía muy fácilmente estimulados… Pronto las manos de Miyagi rondaban libremente sobre la espalda del chico y apretaba sus muslos y la carnosidad de sus caderas, una señal inequívoca de lo que quería hacer… El chico deleitado recibía las demostraciones con entusiasmo, tratando de acariciar lo que más podía, llegando a deslizar las manos para abrir la camisa que tenía su esposo y acariciar la piel del abdomen de Yoh por debajo de la prenda causando un sobresalto en el mayor:

-       ¡Vaya que estas muy interesado hoy Shinobu-chin!

-       ¿Con todas estas noches sin ti?… ¡No tienes idea… Yoh-san!

El susurro del joven sonaba ronca de deseo… Ciertamente seria una escena bastante provocadora escuchar al por lo general en la cama modesto esposo ser tan directo… El hombre no pudo evitar y tomo al chico por los hombros y lo llevo casi a rastras por causa de la desesperación hacia la cama y lo sentó de una forma un poco brusca, ambos jadeando porque el aire se había vuelto tan denso… Miyagi dejo al chico sentado mientras, al parecer de rodillas en el suelo se ubico entre las piernas abiertas de Shinobu y se acerco para besarlo y aferrarse a la delgada figura del muchacho mientras el chico se abrazaba a su cuello recibiendo las recias caricias de la lengua del mayor en su cuello, sonriendo con ensoñación… Tanto había esperado a volver a sentir a su esposo amarlo… Fue un tiempo que a él se le hizo una eternidad… Sonrió de nuevo cuando sintió a su esposo en un arrebato de lujuria agarrar del cuello su camisa y luego abrirla de un tirón arrancando los botones destapando su pecho y luego atacar con rudeza su tetilla izquierda mientras sus manos amasaban sus flancos… Un gemido emano de su garganta y arqueo su cuello y espalda hacia atrás, haciéndole más accesible su pecho a su esposo que solo se dedicaba a saciar la sed que tenia por su piel… Tantas noches de abstinencia para ambos, tantas noches pensando que su relación estaba enfriándose… Tantos momentos donde se culpaban por no buscar de nuevo un acercamiento… Y ahora ese encuentro los estaba dejando en un estado de delirio incomparable.

Shinobu soltó un jadeo de sorpresa cuando sintió como su esposo con una habilidad increíble le soltó el cinturón, abrió la bragueta de su pantalón de vestir y de un jalón que casi lo hace caer de la cama le retiro tanto el pantalón como sus bóxers dejándolo desnudo y con los calcetines puestos… Miyagi no hablaba ya solo se comunicaba con jadeos y gruñidos, el chico podía sentir el nivel de excitación que el mayor tenia, era esa energía que emanaba y que le decía mucho más que el sentir el endurecimiento de su erección que el percibía mientras acariciaba su ingle aun debajo de su pantalón, hasta que fue bruscamente desnudado de la cintura para abajo, pero su lado libidinoso no se altero, al contrario se exacerbo y abrió mas sus muslos, invitando a su esposo sin mediar palabra y aun en la oscuridad Miyagi sabía que estaba haciendo… Luego con impaciencia Yoh escupió en los dedos de la mano derecha para luego frotarlos de forma frenética contra el ano del muchacho, pero Shinobu no quería eso:

-       N-No… Yoh-san… Te quiero dentro ahora…

-       Pero… Si no te preparo, va a ser doloroso.

-       No me importa… Si eres tu… ¡Apúrate!

La urgencia en la voz temblorosa de Shinobu puso más duro a Miyagi, y al verlo tan dispuesto, no pudo contenerse… Volvió a ensalivarse la palma de su mano y se lubrico de forma rudimentaria su miembro y luego a tientas ubico la punta de su glande contra la entrada que estaba emanando mucho calor y hasta sintió como el agujero se contrajo al sentir el contacto… Miyagi quiso ir lento, pero al sentir como Shinobu le susurraba que se apurara que lo quería sentir dentro, y se enterró de un solo empujón escuchando un gruñido de dolor de su esposo y otro contenido de parte de el al sentir el agarre tan apretado que tenían las paredes del chico alrededor de él… Trato de disculparse al besar las mejillas del chico, húmedas de sudor y lagrima que logro sacarle… Quiso quedarse quieto pero Shinobu al parecer actuando mas por la excitación que por el dolor, rodeo con sus piernas las caderas del mayor para cruzarlas por detrás y moviendo su pelvis, provocando que el miembro se hundiera forzosamente más adentro, haciendo jadear a Miyagi… Así sin palabras le estaba diciendo que él podía soportarlo… Que era lo que él quería… Miyagi se inclino hacia adelante y dándole un suave beso en los labios del chico murmuro contra ellos “No tendré piedad” y luego embistió de nuevo con fuerza contra las caderas del chico quien reacciono con un gemido demasiado erótico el cual impulso un nuevo arrebatamiento… Pronto solo se podía oír gruñidos, jadeos, un suave chapoteo y la gran cama crujir, mientras el mayor aun de rodillas sometía a su mucho más joven esposo que estaba acostado boca arriba mientras se sostenía las piernas por la parte interna lo mas separadas posible recibiendo cada embate de las poderosas caderas del mayor, gimiendo de lo lindo con cada fricción, Miyagi simplemente se sostenía de su cintura para afirmar cada embiste mientras su mente seguramente divagaba en imágenes eróticas y la apretada sensación que recibía al enterrarse en ese cálido agujero… Pronto se dejo llevar por esas imágenes y empezó a balbucear entre jadeos:

-       Pareciera que fuera la primera vez… Estas tan estrecho como la primera vez

El chico también estaba fuera de sí, estaba tan acalorado y delirando empezó a responder aunque parecía más bien responder a la lujuriosa imaginación que lo embargaba:

-       ¿No te gustaría ver esta escena… A plena luz del día?

-       ¿Qué dices Shinobu-chin?

-       ¿No te gustaría verme así?… ¿Ver cómo te entierras en mi?... ¡Ah!… ¿Ver cómo puedo separar mas mis piernas?... ¡Uhm!... ¿No tienes curiosidad?

-       Shinobu-chin… Eres un tramposo… Si sigues diciendo cosas tan perversas como esas me voy a venir muy rápido.

-       Pero te lo estas imaginando ¿No?... O… ¿No quisieras ver cómo mientras me haces el amor me estoy masturbando?

-       ¡Rayos Shinobu-chin!... ¿Cómo es que estas diciendo tantas cosas sucias?

-       ¿Acaso no es eso lo que estas imaginando ahora?... ¡Ah!... ¿No me has imaginado así… Cuando te masturbas pensando en mi?... ¿No te has masturbado imaginándome en estos días?... ¡Ah!... Yo sí.

-       N-No… Sigas… ¡Me estas volviendo loco!…

-       Después de dejarme solo… Sin nadie que se encargue de mi… ¡Uhm!... Me sentí tan abandonado… No sabes lo que me has hecho… ¡Aah!.. Hiciste que me llegara a tocar y hacerme venir pensando en ti… Pero no fue igual… Nunca es igual… ¡Ah!… Es tu culpa… Así que… ¡Hazte responsable!

Miyagi se derritió al escuchar la trémula voz de su Shinobu-chin evocando su imaginación poblada de imágenes sexuales, dejándose llevar sin pudor y siendo tan vocal a la hora de expresarse en la cama… Un cambio demasiado provocativo para el mayor… Se inclino sobre Shinobu y asalto la boca entreabierta del chico, mancillando con sus dientes los tiernos labios del muchacho, mientras sus caderas aceleraron el ritmo, logrando sacar gimoteos prolongados mientras las piernas abiertas del joven se balanceaban en el aire al ritmo de las embestidas… Pronto el ritmo llego a uno tan frenético que fue inexorable la llegada del orgasmo por ambas partes… Shinobu sin necesidad de tocar su propio pene se vino copiosamente y al tiempo Miyagi lo hizo de forma profusa, producto de muchos días sin una descarga, tanto que seguramente saldría chorreando apenas se retirara de él… Después del estremecimiento de la poderosa sensación, el mayor colapso encima de Shinobu, aun de rodillas al lado de la cama y entre los muslos separados del chico… Ambos extenuados de la intensa y no tan prolongada actividad física… Pero el resultado había sido tan intensa que los hizo venirse más pronto que el que querían… Aun así fue algo que entumeció los sentidos.

El mayor se retiro con cuidado, temiendo haberse sobrepasado con el chico por haberse precipitado sin prepararlo, pero luego de comprobar que Shinobu estaba bien, porque no se quejo cuando sintió que Miyagi salió de él, sonrió con ternura, volvió a besarlo esta vez con suavidad y le susurro que se iba a encargar, en realidad se refería a la tradición que tenía el mayor de limpiar al más joven y se levanto del suelo para dirigirse al baño.

Shinobu sonrió embobado, producto del letargo post-coito, se sentía feliz… Aunque… No totalmente satisfecho… La sensación estaba allí, reapareció apenas sus sentidos estaban dominados por la realidad… Sentía el desasosiego subyacente… Era como un mal presentimiento… No fue la satisfacción que él esperaba… Tal vez fue el recordar que todo lo acontecido surgió al iniciar ese momento pero no haciéndolo como el debió haberlo hecho… La anterior sensación de traición a si mismo… Era esa idea de que ante Miyagi había permanecido pasivo, había dejado hacer a Miyagi lo que él deseaba,  el también lo había deseado… Pero, había querido haber dejado su posición clara con él, y que hubiesen llegado a un acuerdo… La verdad Miyagi solo se disculpo porque él se había disculpado primero, habiendo dejado su posición como algo erróneo cuando en el fondo él no lo consideraba así… Aun defendía su posición de haber querido solucionar las cosas por su cuenta… Ahora Miyagi debía tener la idea de que él estaba arrepentido de haberse “portado mal”… Si ese era el origen del desasosiego… Pero aun así no fue lo suficiente para evitar que el pudiera hacer el amor con su esposo y haber tenido un orgasmo… Seguramente si hubiese sido mujer hubiese tenido que fingir el orgasmo… Pero… Probablemente sea porque su deseo de tener a su esposo junto a él fue más grande… Trato de pensar que era como un capricho, y que a la larga había logrado lo que él quería, y ya solo quedaba volver a convencer a Miyagi de retomar las terapias… ¿Cómo es que era el dicho?... ¿El fin justificaba los medios?... Suponía que había sido un atajo el que había tomado pero… ¿Por qué no estaba totalmente feliz?... Pronto ese tren de pensamientos se desvaneció cuando llego su esposo a su lado con una toalla para limpiar el desastre que siempre trae las relaciones sexuales, pero al sentir a su esposo devoto de él, limpiándolo con cuidado, dándole de vez en cuando besitos sobre su piel le distrajeron momentáneamente de seguir pensando en esa sensación rara que nunca había tenido, ahora solo recibía el cariño de su conyugue y por el momento, eso era lo que necesitaba para poder dormir tranquilo.

Notas finales:

Como pueden darse cuenta, las cosas aparentan estar bien, pero Shinobu se esta percatando de algo, puede que su inocencia esta reaccionando a su realidad, no sabria decir si esta empezando a disiparse… El jovencito nunca a tenido relaciones cercanas con nadie y Miyagi es su primera pareja… Pero, el estar alerta de todo le hace dar cuenta de que las emociones son mas complejas y que existen sentimientos mixtos, ahora siente alegría de haberse reconciliado con su esposo, que antes creía que era su principal objetivo a corto plazo, pero… Ahora siente que algo falta para que sea la sensación que tenia antes, cuando se entregaba totalmente y sin titubeos a Miyagi… Puede que se este dando cuenta de algo que en un futuro le indicara cuando las cosas no están bien… Puede que este leyendo demasiado en eso… pero hay que recordar que Shinobu apenas esta entendiendo la dinámica de pareja y hasta ahora lo ha hecho bien, aunque equivocándose también… Veremos que pasa con estos tortolos, veremos si su vida sexual mejora o si esa sensación extraña persiste y afecte esa dinámica.

 

Bueno siguiendo la tradición a continuación sigo con mi Sección de Agradecimientos:

Quiero de verdad agradecer a mis fieles y algunas nuevas comentaristas: scm, Maria-sama (Dos veces), Ana, Okajara chan, Lolita (Ya llegue!!!), Yulianys, fan-anime_7 y Mariacchi… A ustedes como siempre gracias por tomarse el tiempo para comentar y hacerme ver su opinión… Ustedes y los lectores fantasma por leer mi historia [Y DE PASO AGRADECER POR QUE MI HISTORIA SUPERO LAS 20.000 LEIDAS!!!!!... Nunca habia logrado eso J] Tambien quisiera que mas lectores fantasma quieran dejarme su comentario… Espero poder conocerlas de forma escrita, es siempre lindo saber que piensan y que esperan de esta historia… Pero con que lo sigan es algo muy reconfortante para mi persona de escritora… Espero para la siguiente entrega demorarme poco, y poco es decir máximo 15 dias, hare lo que pueda aun con computadores prestados y poco tiempo para inspirarme y escribir… Chic@ espero leerlos pronto!!!!


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