Mientras no tengamos rostro por XIVA

Trigésima parte: Consecuencias de una decisión… ¿O de un error?

Ciertamente no lo podía creer, pero aun así la realidad se presentaba frente a él en todo su esplendor; la cual era irrefutable… Y esa foto, que Shinobu veía con desconsuelo en la pantalla de su celular la cual sostenía con la mano temblando de ira, de decepción… Su hermana había tenido razón, pero de la forma más dolorosamente posible para el en ese momento… Sus ojos se cristalizaron sin poderlo evitar porque ante su desolación, la prueba de su hermana estaba allí, así que aprovechando la confusión del mayor, que cerraba los ojos al verse encandilado por la iluminación repentina, y sobre todo teniendo su vista muy bien acostumbrada a la oscuridad, tenía que tomar el chance de sorprenderlo cuando aún estaba desubicado con lo que acababa de ocurrir.

Todo sucedió muy rápido para ambos, pero el mas consciente de los dos era el menor, y debía aprovechar eso aunque por dentro se sentía tan entristecido por lo que había descubierto segundos antes, así que Shinobu procedió a acercarse aun mas al mayor que aun estaba cegado por la repentina luz que invadió la habitación, y entonces le retiro las manos del rostro de Yoh, el cual estaba dócil producto de la confusión, y claro que debía estarlo porque en ningún momento el llego a contemplar la posibilidad de que el interruptor pudiera encenderse, y era un momento y unas circunstancias tan inauditas que nunca lo creería. Yoh por su lado solo atinaba a balbucear un “¿Qué paso?”, obviamente sorprendido, llegando a la estupefacción y eso era precisamente lo que esperaba Shinobu, así que aprovechando eso, se arriesgo a tomar las manos del mayor, quien era notoriamente mas grande y mas alto que el, además de tener una contextura fornida tal como lo había anticipado al verle la espalda en esa ocasión, y al retirar con algo de firmeza las manos del rostro, no pudo mas que corroborar, con la mas desoladora tristeza y decepción, que efectivamente era su esposo, ese hombre que le obligo a casarse con él, que lo convenció de que podía confiar en él, que le enseño a hacer el amor… Del cual se enamoro y que ahora le rompía el corazón y que le provoco, de forma involuntaria que una sarta de sollozos surgiera de la profundidad de su pecho, cuando la desilusión y la ira lo inundaban:

-                      Así era como te quería ver Miyagi Yoh… Por fin me muestras tu rostro… Por primera vez.

El otro hombre, totalmente acostumbrado a la oscuridad noche tras noche por muchos años solo logra, buscando regresar su compostura, un intento de retomar el control de la discusión:

-                      ¿Qué significa esto Shinobu? ¿Qué hiciste?

-                      Tuve que hacer lo que tuve que hacer para corroborar que solo eres un mentiroso y un manipulador y que horriblemente me entero de que fuiste amante de mi hermana.

Diciendo esas palabras con dolor y rabia mientras la lagrimas caían por sus mejillas, y fue cuando Miyagi, ya mas acostumbrado a la luz de la habitación logro reconocer frente a el la delgada figura y el rostro juvenil pero enfurecido y dolido del chico frente a él, sosteniéndole las manos para despejarle el rostro, el cual estaba plenamente frente a su vista… Y su primer gesto al reconocer que estaba en medio de la situación que el menos contemplo y que obviamente menos quería, fue una de ir y por supuesto sorpresa:

-                      ¡¿QUE CARAJOS HICISTE¡?

Se soltó de las manos de forma brusca para encararlo, en esta ocasión con la pretensión de intimidarlo, se incorporó sobre él, usando como ventaja su estatura elevad, mas allá del promedio del hombre japonés, y con eso intento inhibir la osadía del jovencito, pero eso si… Con la mirada instalada en otro lado que no era el rostro de Shinobu:

-                      ¿Te volviste loco? ¿Acaso no entiendes lo que estas provocando? ¡No puedes salir de esto sin ninguna consecuencia! ¿Qué querías lograr con esto?

Pero el jovencito no se dejo impresionar (Y en algo ayudado por no ser fulminado por una mirada asesina por parte de Miyagi) ahora que tenia claro que ese hombre solo lo había hecho sentir miserable como para complacerse y aunque lo amaba, aquella parte de él que había olvidado, esa que le advertía que debía estar alerta de ese tipo y no bajar la guardia, aquella que le había advertido que no debía confiar del todo en ese hombre, y no habiendo escuchado esa voz cometió el error de enamorarse de ese hombre y aceptar todas las locas exigencias de ese sujeto extraño y se dejo seducir con sexo y ahora ese hombre le estaba haciendo sentir lo peor que había en la faz de la tierra… Sin embargo, a pesar de sus sentimientos, el dolor parecía ser la ultima esperanza para recobrar la dignidad perdida de la que tanto se regocijaba antes y no iba a perderla, porque intuía que ese hombre no le iba a perdonar esta afrenta muy fácilmente, asumiendo que la causa por la que el se hubiese casado con el fue por que lo eligió, sea por la razón que fuere, y no por una venganza perpetrada contra el y su familia, o peor contra su hermana y de ser posible por todas esas razones así que recogiendo el valor que aun le quedaba en su interior, la que aun persistía en su ser, le levanto el rostro con dignidad, aunque sabiendo que había jugado sucio, para conseguir ese enfrentamiento, y porque el mayor no le había dejado otra alternativa:

-                      Puedes amedrentarme con lo que quieras, ahora la imagen que tenia de ti se destrozó… ¡No puedo creer que me mintieses así!... Y peor… ¡Que me eligieras por venganza!

Los ojos de Miyagi por fin tuvieron contacto con los de Shinobu, unos ojos profundos, oscuros y hermosos de no ser porque estaban inundados de ira y rabia:

-                      Nunca en mi vida me he enfurecido tanto con alguien… ¿Por qué tuviste que haber sido tú?

-                      ¿Por qué me engañaste con mi hermana?

Miyagi trataba de angular su rostro para que no fuera visto de frente, pero se notaba incomodo con el joven viéndolo directamente, porque era una persona no autorizada para verlo a la cara y conteniéndose de taparse el rostro, porque conllevaba un enorme esfuerzo no hacerlo, aparentemente trataba de ocultare, no tenia la costumbre de exhibirse a otras personas, siempre había tenido pleno control de cuando y como reunirse con las mismas personas, las mismas que se habían ganado su confianza… Sin embargo, entre esas personas no figuraba su esposo, el cual aparentemente no tenía interés en incorporar a esa corta y exclusiva lista de personas, y ese desinterés tenia que significar algo y no lo que había mostrado anteriormente, y Shinobu por fin había descubierto que Miyagi no tenía el menor interés y que para el era casi obligatorio que Shinobu debía aceptar eso por cualquier razón que este le diera para soportar ese infame estilo de vida… Hasta que llegó el momento del joven de sentirse harto de eso:

-                      Pues tuve que tomar cartas en el asunto… Solo quería cerciorarme de que lo que decía mi hermana era mentira… ¡Y adivina que!... Resulta que decía la verdad… Y ahora ni me puedes dar la cara, porque te descubrí ¡Mentiroso!

Miyagi al escuchar ese insulto giro su rostro para verlo directamente y en un murmullo casi ininteligible, pero con una profundidad que se oía peligroso farfullo:

-                      ¿Cómo lograste encender la luz?

-                      Primero me vas a contestar a mi… ¿Por qué me negaste que eras amante de mi hermana?

-                      ¡Yo no tengo porque responderte! ¡Y menos con este intento de interrogatorio! ¡Tu eres el que debe responder a mí!

-                      ¡Por supuesto que no! ¡Un mentiroso esta obligado a explicarse el porque ha engañado a su esposo! Pues adivina que Miyagi Yoh… ¡Es tu turno!

-                      ¡No tengo idea de que estupidez estas intentando hacer! Y seguro todo esto ha sido idea de tu hermana ¡Y como confías en ella sin dudar! ¡Incluso después de haber sido una perra contigo!

-                      Siquiera me dio evidencia de lo que decía… Y me mostro la verdad detrás de ti

-                      ¿En serio Shinobu? ¡A ver que evidencia te dio!

Ante el tono burlón que le dio el mayor, Shinobu reacciono a esto sacando el celular de su bolsillo trasero y mostrándole en la pantalla la fotografía de él, el cual ya era innegable hasta ese momento que se trataban de la misma persona… Miyagi frunció el ceño y con rabia tiro el teléfono contra el tapete que alfombraba debajo de la cama gruñendo con ira:

-                      ¡Esa maldita puta! ¡Me las va a pagar! ¡Ese idiota debió haberse encargado de todas las fotos!

-                      ¿Me vas a negar que eres tu el de esa foto?

Miyagi volteo a mirarlo brevemente para después dirigir la mirada hacia la pared detrás del chico y gruñir:

-                      Y a ella solo le hizo falta mostrar esa foto para que tu llegaras a hacer todo esto… Eres tan manipulable Shinobu… Debí haber sabido eso

-                      ¿Haber sabido que?

-                      ¡Que elegí a la persona incorrecta!... Tu no servías para esto… Eres de los pocos errores que he cometido de forma tan atroz… Y ahora… ¡Arruinaste todo!… Pero en el fondo solo ha sido mi culpa… Solo mi culpa por ser un idiota sentimental… Como me arrepiento.

El rostro de Miyagi estaba contraído en una mueca incomprensible, Shinobu no entendía por qué el maldecía para sí mismo pero su voz no rompía con el aire tenso que se percibía en ese momento, el chico sabía que algo iba a suceder, pero estaba pasmado… Sabía que algo le decía que había cometido un error, que se había precipitado y que… Miyagi no se lo iba a perdonar… Y en los instantes siguiente lo comprendió, cuando su esposo levanto el rostro, su mirada antes confundida y agitada ahora reflejaba mucha ira, su tez blanca se enrojeció y entonces su voz ahora mucho más clara pero cargada de rabia, aun mas que cuando le estaba reclamando resonó de sus labios apretados:

-                      Esto no te lo puedo perdonar Shinobu… Esto es imperdonable… No tenías derecho a hacer esto.

Shinobu tal vez se sintió ofendido, no lo supo entender bien porque aún tenía rabia porque siempre se trataba de lo que quería Miyagi, siempre se trataba de él, el mismo solo había sido, al parecer, el resultado de un capricho y muy seguramente la extensión de una venganza que la familia Takatsuki había provocado, un ajuste de cuentas cuyos culpables no lo resarcían, sino que lo usaron a él para que fuera carne de cañón… Y todo empeoro cuando él se enamoró del que ahora comprendía era su verdugo… Tenía mucha rabia porque ahora en su mente azarosa se vislumbraba el panorama que seguramente seguía: Seria sacrificado, seguramente fraguado por ese plan que él sabía que existía pero que tontamente dejo a un lado para perseguir la felicidad con ese hombre que estaba frente a él, pero que no reconocía en absoluto, por eso sintiéndose con pleno derecho de contestarle le replico con enojo:

-                      Yo soy el engañado creyendo que estaba con un hombre sensato, pensé que íbamos a tener este encuentro en otras circunstancias, donde tú te abrías a mí y yo a ti… Pero ahora me estas reconociendo que nunca planeaste esto y como yo lo hago por mi cuenta… ¿Ahora es imperdonable?... Con mi hermana lo hiciste y con ella si no tomaste represalias, incluso te acostaste con ella… Pero a mí me desprecias y me deshechas solo porque quería verte el rostro… ¿Cuándo pensaste en mí? ¿Alguna vez lo hiciste?

El hombre desvió levemente la mirada para volverla a encontrar con la de él, de nuevo tornándose pesada, mientras susurraba un “Niñito egoísta”, eso a Shinobu le compungió su pecho, enfrentándose a lo que el mismo había provocado… Al Miyagi del lado oscuro, al que le temía pero que debía reconocer que muy seguramente siempre existió, y que estuvo ahí latente debajo de esa falsa cara de caballerosidad y comprensión que podía esconder en la oscuridad en la que lo quiso meter… Siempre en las tinieblas, y Shinobu entendido que no era que tenían que convivir en la oscuridad literal también era una oscuridad simbólica, donde Miyagi podía esconder lo que él era en verdad y lo peor, quiso que el siguiera también en esa oscuridad, sin tener en cuenta lo que él quisiera… Ciertamente sonaba a un discurso al egoísmo puro, pero Shinobu era el único que era sometido a un estilo de vida que no daba pie a una convivencia real… No sabia si en verdad él había sido amado… Sentía que iba en círculos con ese hombre, porque realmente no había avanzado nada, y lo único que había logrado era enfadarlo y seguramente vendría con represalias por haber desobedecido deliberadamente sus órdenes y destruido todo el esquema que le permitía mantenerse en la oscuridad… Y en el fondo sabía que no iba a haber buenas perspectivas para el futuro próximo.

La rabia del hombre mayor creció más cuando le pregunto por qué lo había hecho, más para entender la situación, y el, de forma altanera respondió:

-                      Era la única opción que me dejaste.

Shinobu casi no pudo contestarle, tenía un nudo en la garganta al hablarle y enfrentar esa mirada oscurecida, Miyagi ciertamente se estaba conteniendo, y entonces el hombre mayor pareció reflexionar sobre algo, de lo cual Shinobu aún no había caído en cuenta, o por lo menos no le había importado hasta entonces:

-                      Shibata no está aquí… ¿Quién entonces estaba encargado de…?... ¿Ueda-kun…?... Shinobu… ¿Cómo lograste encender la luz?... ¿Cómo convenciste a Ueda-kun?

Shinobu entonces cayo en cuenta que Miyagi sabía perfectamente quien estaba encargado de proveer la corriente eléctrica a la habitación principal… Había sido un descuidado al olvidar ese detalle… Era obvio que ataría la conexión… Y hasta hace unos minutos no le había importado las consecuencias, solo lograr su cometido, pero como una avalancha la culpa le llego, porque efectivamente se había aprovechado de un muchachito que solo quería servir al esposo de su amo, y ahora lo había metido en un gran lio:

-          El no tuvo nada que ver… Yo fui solo quien planeo esto

-          Voy a volver a preguntar… ¿Cómo lograste encender la luz? ¿Acaso sobornaste a Ueda-kun?

-          ¡Claro que no! ¿Por quién me tomas?

-          Por alguien que manipulo a un joven ingenuo para un plan retorcido como este... ¿Me vas a contestar o no? ¿O lo llamo para que le expliques lo que hiciste violando la responsabilidad que él tenía? ¿O vas a echarle la culpa porque es un empleado de esta casa?

Shinobu no pudo ser cínico a estas alturas… Sabía bien en el fondo que la responsabilidad del pobre chico era una muestra de confianza y ahora con esto, Miyagi ciertamente no estará contento con su desempeño, y probablemente lo despediría, por algo solo fue planificado por él y que el manipulo al chico para que le mostrara el lugar donde estaban los controles para cortar y reiniciar el circuito de corriente eléctrica que alimentaba la habitación de ellos, y fue en un descuido del pobre chico, propiciado por Shinobu que logro encontrar el interruptor clave… Posteriormente sabiendo que Ueda saldría a encargarse de la limpieza de la cubertería de plata y que era lo último que tendría que hacer, aprovecho para escabullirse justo antes de que Miyagi llegara, calculando el tiempo que le tomaría llegar a esa habitación, asegurándose de que nadie lo viera salir de la habitación y que los empleados estaban en el salón al lado de la cocina preparando la vajilla junto con el chico, y con todos ellos distraídos entro en ese habitáculo y encendió el interruptor que estaba apagado naturalmente, sabiendo que los demás no irían a entrar a esa habitación hasta el otro día, sin sospechar lo que planeaba Shinobu, así de distantes e indiferentes eran del conyugue de su jefe, y minutos después llegaría Miyagi a la casa… Lo que estúpidamente creyó que era un buen plan, ahora solo lo ponía en evidencia como una persona manipuladora y capaz de traer muchos problemas, cuando él nunca había hecho algo así, y que te cataloguen así por algo que intentaste por primera vez, ciertamente no era nada halagador. Shinobu entonces no pudo disimular la vergüenza ante el mayor y solo atino a balbucear:

-                      Te aseguro que ese muchacho no tuvo nada que ver con esto… Es mi responsabilidad, así que a quien debes amonestar es a mí.

-                      Es decir… ¿Ahora me estas ordenando sobre como quien debo lidiar con los empleados que fallaron en cumplir con sus responsabilidades?

-                      ¡No es eso! ¡El chico ni siquiera sabe que hay luz en esta habitación! ¡Fue mi plan!

-                      Pero seguro que te indico donde está el lugar donde se enciende ese interruptor ¿No?... ¿Tú lo manipulaste? ¿Lo amenazaste acaso?

-                      ¡NO!... Tal vez… El solo quiso impresionarme al enseñarme la casa…

-                      O sea que lo manipulaste…. ¿Quién rayos eres tú? Me llamaste manipulador y ahora resulta que es al revés… Nunca lo creí de ti

-                      En eso estamos a mano Miyagi, tu no trates de escapar de esa etiqueta que te queda muy mal ¡Y el que provoco todo esto fuiste tú!

-                      Y tú no te quedaste con las manos quietas, y planificaste todo esto e inmiscuiste a alguien inocente.

-                      Y por eso te digo que no debes tomar represalias contra Ueda-kun… Yo tomo la responsabilidad de esto.

-                      Tú ya no estás en condiciones para decir quien toma responsabilidades o no en esta casa, tu autoridad esta anulada desde este momento…

-                      … ¿A qué te refieres Miyagi?

Miyagi le dio la espalda al chico para aparentemente calmarse y avanzando hacia la cama prosiguió a sentarse en ella y aflojar su corbata porque con lo tenso que estaba se sentía ahogarse y después de unos minutos torturadores alzo la mirada, una muy fría y penetrante le dijo en una voz escueta y desprovista de emociones:

-                      Ya no te quiero en esta casa

Shinobu abrió sus enormes ojos, sin creer lo que su esposo le estaba diciendo… ¿Acaso ese hombre...?

-          ¿Me estas echando Miyagi? ¿A mi… A tu esposo?

Ahora parecía estar hablando con un hombre diferente, ya no era ese hombre que le pedía confianza, que con sus gestos lo invitaba a amarlo… No ahora era un ente, algo que no creía que existiera en ese hombre que aseguraba quererlo:

-                      No puedo perdonar lo que hiciste… Lo mejor es que-

-                      ¿¡Que?! ¿Lo mejor es echarme a la calle como un perro?

-                      Tú te lo buscaste Shinobu-

-                      ¡Tú lo provocaste Miyagi! ¡Tú egoísmo me infecto! ¡Maldito!

-                      No tienes el menor derecho para dirigirte a mí con ese tono, porque ya no tienes ninguna potestad en esta casa… Este es mi techo, mi lugar… Y tú ya no perteneces acá… Tendrás que buscar donde ir porque solo te daré una semana para que empaques tus cosas y salgas de esta casa.

Sus oídos no podían creer lo que su esposo le estaba diciendo, con ese tono que destilaba crueldad, y lo peor, es que le dolía el corazón de una forma… SI efectivamente su razón había sido nublada por los celos, la rabia, la ignorancia y sobre todo por los ardides de su hermana, que muy seguramente había logrado su cometido: Que se separara de su esposo… Pero no se lo iba a dejar fácil a la perra de Risako… ¡Eso sí que no!

-                      ¡Pues yo no lo acepto!... Yo no me iré de esta casa… ¡No te dejare!

-                      Tú no puedes decidir eso

-                      Lo puedo hacer porque estas casado conmigo… No puedes abandonar a tu conyugue, ni echarla a la calle sin una razón totalmente justificable… ¿Acaso… Me castigaras por solo querer verte el rostro?

-                      No, castigo tu egoísmo y tu falta de criterio… Después de lo que te pedí, después de lo expuesto en el manual de convivencia donde claramente expresa que una situación así se consideraría una falta grave… Entiendes a lo que me estoy refiriendo ¿No?

Shinobu sintió un atisbo de tristeza sobre el tono crudo y firme que tenía la voz hosca de su esposo, algo que de pronto llego a su cabeza, una consecuencia que el hasta ahora reconocía en su frenesí de paranoico, algo en lo que pensó muy brevemente, pero… Ahora volvía a reconocer, había sido manipulado hábilmente por su hermana… Quien ahora debía estarse riendo al ver lo estúpidamente fácil que había sido embaucarlo para hacer lo único que Miyagi le había pedido no hacer… Y que él había violado aun sabiendo las consecuencias… Pues estaba en el manual que él había estudiado tanto y que de forma idiótica había olvidado… Era obvio que lo que estaba Miyagi hablando era del divorcio que se generaba después de una “Falta Grave” al manual de convivencia de los Miyagi… Y ahora entendía el tono rabioso que había provocado en el mayor:

-                      ¿Para ti esto se considera una falta tan grave que puedas solicitar divorciarte de mí, ahora?

-                      Me alegra que lo entiendas, así me ahorras la molestia de explicártelo

-                      Lo dices como si esto fuera una mera transacción… ¿Para ti es tan importante hacer valer lo que dice un pedazo de papel que redacto un abogado de tu familia?

-                      Ese documento que tanto ahora desprecias fue hecho para advertir a los futuros conyugues sobre las consecuencias de no responsabilizarse por sus actos, el matrimonio es un contrato Shinobu, lo sabes muy bien, y las cláusulas eran muy claras a la hora de firmar… Yo no te obligue-

-                      ¡Claro que me obligaron! ¿Se te olvida que amenazaron a mi familia para perdonar lo que hicieron a cambio de yo casarme contigo?

-                      Pero bien pudiste haberte negado… Decidiste acceder a la presión de tu familia.

-                      ¿Como me puedes decir algo así Miyagi? Tú me querías a tu lado, tú mismo lo sabes… Además, no soy tan ruin como para haber huido y dejarlos en su miseria… Tú mismo me dijiste que te alegrabas de que no hui… Y me convenciste de que era lo mejor que me podría haber pasado… ¿Ya cambiaste de opinión?

-                      Shinobu… Ya no hagas esto más difícil… Además, debes reconocer que al haber leído el manual estabas al tanto de mis exigencias, y violaste la más importante… Traicionaste la confianza que te tenía-

-                      ¿De qué confianza me hablas? ¿Acaso tuviste la confianza para decirme que ya conocías a mi hermana? ¿De mostrarte tal como eres ante mí? ¿Hablas de esa confianza?

-                      Nunca estuviste preparado para eso.

Shinobu soltó una risita irónica al escuchar el cinismo de ese hombre que estaba ante el con una pose digna, cosa que le dolía, pero a la vez le daba mucha rabia:

-                      Y acabas de decirme que nunca tuviste intenciones para hacer los cambios que ahora ¿Dices que nunca fui merecedor? ¡Que volátil es usted, Señor Miyagi!

-                      Di lo que quieras… Tu eres el que se equivocó… Y ahora tengo que hacer valedera las sanciones que corresponden a este caso

Shinobu solo pudo lanzar un pesado y cansado suspiro, oyendo a su supuestamente amado esposo hablar como si se tratara todo de una transacción comercial:

-                      Ahora estoy más confundido que nunca… Hasta ayer creí que me amabas, que me buscaste por tu propia voluntad, aunque nunca tuve claro cuál fue la razón… Y ahora todo acaba como se da terminación a un contrato… ¿Siempre fuiste tú así, o lo haces para atormentarme? ¿Para herirme?

-                      Lo lamento Shinobu, pero, aunque lo que está pasando es duro… Es el honor de los Miyagi el que debo hacer respetar… Y sobre todo lo que hiciste, se me hace imposible tenerte cerca de nuevo.

-                      Y de paso culminar la venganza que habías planeado desde el principio ¿No?

-                      Ya no estoy en disposición para afirmar o negarte nada Shinobu… Lo lamento.

-                      Y yo lamento profundamente haber encontrado que este matrimonio era una farsa desde el inicio… Nunca creí que fueras un mentiroso y un maldito.

-                      Tú ya no tienes derecho a-

-                      ¡Me importa una mierda lo que digas! ¡Eres un maldito mentiroso! ¿Para qué montar toda esta farsa para salir con esta estupidez? ¿Por qué no te vengaste de mi familia de frente sin tener que utilizarme?

Miyagi simplemente le dio la espalda para tomar su teléfono celular y empezar a marcar un número que después se develo que era el de Shibata, ignorando a Shinobu que gritaba exaltado que le respondiera con la verdad, pero este de forma irritante hacia como que no lo escuchaba:

-                      Shibata, quiero que vengas inmediatamente a retirar las pertenencias de Takatsuki Shinobu de mi propiedad, voy a iniciar el proceso de divorcio así que necesito de tus servicios. Lamento interrumpir tu permiso, pero requiero de tu presencia. También debo informarte de la falta de Ueda, así que te espero en mi oficina.

Shinobu seguía gritándole a Miyagi para que volteara a mirarlo, pero ese hombre, terco como él solo, persistió en ignorarlo, por lo que tomando una de las almohadas de la cama se la lanzo hacia la inmensa espalda del mayor para gritarle:

-                      ¡Oye idiota, te estoy hablando!

Miyagi se volteo irritado ante la actitud infantil del joven, y cuando iba a replicarle con una llamada de atención dura, su rostro se vio impactado con otra almohada, lanzada con fuerza y puntería por parte del chico, cosa que lo enfado en verdad, que hizo que se encaminara con rabia hacia Shinobu, pero este, sin pizca de temor lo encaro, escupiéndole con rabia:

-                      Esto es entre tú y yo Miyagi, dame la cara y dime de una vez que este matrimonio fue una farsa

Miyagi se enfrentó a ese menudo chico, pero sabia que con su tamaño no alcanzaba a hacer mella en la determinación del chico, por eso solo le dedico una mirada amenazadora para luego murmurarle en el tono mas rudo que aparentemente pudo:

-                      Solo sabes hacer niñadas mocoso engreído… Nunca fuiste lo suficientemente maduro para ser un Miyagi.

-                      No me importa lo que digas, ahora que sé que tienes tanta facilidad para mentir y sé que puedes cambiar de opinión en cualquier momento.

-                      ¿Piensas acaso que desistiré de la solicitud de divorcio niño? Ten por seguro que la tramitare desde hoy con mis abogados, así que debes empezar a empacar tus maletas desde ahora… No te quiero ver la cara nunca más.

-                      Hablas mucha mierda cuando te han ganado ¿No?... ¿Creíste que me iba a quedar de brazos cruzados? Ahora que tuve las agallas para ganarte en el jueguito este de andar a ciegas todo el tiempo ¿Te da mucha rabia que un mocoso engreído te haya ganado? Reconócelo Miyagi, no eres tan infalible como creías.

-                      Y ahora el que sale perdiendo eres tú por dártelas de listillo muchachito… Las resoluciones de las cláusulas de divorcio indican que, si se efectúa el divorcio antes del tiempo de gracia, habría consecuencias… ¿Acaso no dizque habías estudiado a fondo el manual de convivencia? ¿Ahora lo recuerdas?

Shinobu en su euforia recordó que siempre supo bien lo que estaba en juego y de pronto se sintió muy estúpido porque siempre había tenido presente eso… Pero… ¿Fue la manipulación de Risako que hizo que olvidara de forma tan ridícula la clausula mas importante?... No… Fueron los celos… Fue cegado por lo celos, imaginándose los supuestos encuentros que tuvo Miyagi con Risako… Que ella había tenido mas privilegios siendo su amante que el siendo su esposo… Le dolió reconocer que hasta en eso su hermana le había ganado, y luego sin poder enmascarar su tristeza, pero sin dejar de lado su rabia le espeto con dolor:

-                      ¿También yo podría incluir como causal de divorcio infidelidad? ¿O me negaras de no te revolcaste con mi hermana durante nuestro periodo de casados?

Miyagi lo miro de forma tajante, sus ojos de pronto se tornaron fríos y déspotas y de repente una sonrisa torcida y cínica se esbozó por unos microsegundos para, en un tono que emulaba ese gesto proferir:

-                      No tienes como comprobarlo niño… Solo te verías patético cuando fuiste tu el que provoco todo esto.

-                      ¿O sea que… Si te acostaste con ella siendo mi esposo?

-                      Ya no me puedes hacer ningún reclamo… Takatsuki Shinobu.

Era una burla hacia él, pero cuando ya le quita su apellido de casado para retornarlo a ser un Takatsuki, Shinobu sintió como sus ojos se nublaban, producto de las lágrimas calientes que salían de forma dolorosamente de sus ojos y un sollozo emano de la profundidad de su pecho sintiéndose desolado… Tenía razón… Él fue el único culpable de la forma más estúpida se había deshecho de sus sueños y su matrimonio… Ahora el hombre que él amaba le aborrecía:

-                      ¿En serio todo esto fue mas importante que todo lo que decías sentir por mí? ¿Acaso mentiste todo este tiempo Miyagi?

Se lo dijo con la voz quebrada y el alma rota, dándose cuenta de que tal vez si las cosas salieron de esa forma tan desastrosa era porque estaba destinado a terminar de una u otra manera, y que lo que él creía algo solido en realidad siempre fue una ilusión… Ninguna persona en sus cinco sentidos hubiese aceptado esas condiciones porque era lo más y absolutamente ridículo que se le podía pedir a alguien en un matrimonio arreglado… Pero el cayo, ingenuamente pensó que podía luchar por ese matrimonio cuando solo fue una artimaña de algo que aun no tenia claro para que fue… Y las lágrimas surcaron sus mejillas copiosamente, al notar el prolongado silencio de ese hombre, otorgando la razón a la pregunta, o más bien afirmación que Shinobu le había proferido.

Shinobu, por fin se dio cuenta, viéndose reflejado en la mirada helada de ese hombre que amaba, y que hasta ahora conocía, el hombre no tenía la menor intención de contestarle, ni siquiera por cortesía o en algún intento por consolarlo, porque lo único que aparentemente esperaba era que Shinobu se retirara de su vida, en un abrir y cerrar de ojos, Miyagi cambio del esposo devoto que parecía ser a un hombre extraño, frio y distante, pragmático hasta llegar a lo calculador, sin ninguna emoción le estaba corroborando que ese matrimonio no iba más. Así que con las fuerzas que pudo sacar se limpio las lagrimas con sus manos y sorbiendo la nariz para despejar su respiración, aunque quisiera dejarse ver como un desastre, no iba a dejar su imagen por el suelo como un niño patético, así que se acercó a Miyagi, tal vez usando lo único que le quedaba:

-                      ¿Vas a echar a la calle todo lo que vivimos?... ¿Los momentos que tuvimos? ¿Los besos, las caricias… Las noches que me hacías el amor?... ¿O solo era sexo para manipularme?

Miyagi al parecer bajo un poco la guardia y dejo que el chico se acercara a el tanto que logro acariciar la mejilla de el sin que hubiese puesto resistencia o lo hubiese rechazado, y entonces intento usar su tono de voz mas seductora, en espera de derretir un poco esa barrera que Miyagi ya había puesto entre ellos:

-                      ¿Podrás echar al caño todos esos momentos íntimos?... Yo nunca podría ¿Sabes por qué?... Porque me enamoraste Miyagi Yoh… Me estas rompiendo el corazón por tomar esta decisión… ¿No puedes perdonarme?

Entonces de forma un poco brusca Miyagi tomo la mano de Shinobu y la retiró presuroso de su rostro, y alejándose le murmuro, aunque en voz baja fue bastante entendible:

-                      Lo siento Takatsuki Shinobu… La decisión ya esta tomada, no puedo dar vuelta a atrás

El chico abrió sus ojos, adolorido de ver que Miyagi se alejaba de el como si fuera la peste ¿Acaso ahora sentía repulsión hacia el?... ¿Podía cambiar de opinión tan rápido sobre una persona con la que compartió muchas cosas entre ellas momentos íntimos? Eso fue un golpe bajo a su amor propio, pero sobre todo hacia su corazón:

-                      ¿Acaso ahora me detestas? ¿Te doy asco?

-                      Por favor ya no hagas esto… Entiende que ya no hay vuelta atrás

-                      Es decir… Definitivamente te quieres divorciar de mi… Toda esa intransigencia es porque ya sientes repulsión hacia mi ¿No?

-                      Por favor no hagas esto más difícil para ti… Solo vete en paz y no habrá más problemas

-                      ¿Eso es lo que mas deseas Miyagi? ¿Ya quieres deshacerte de mí?

-                      Tómalo como quieras… Yo ya no tengo nada que ver contigo.

Shinobu sintió la rabia arder en su interior, el hombre ni le sostenía la mirada, al contrario, seguía evadiéndolo, aunque ponía la coraza para no parecer mas obvio… Pero su voz… Tan distante de él, tan falto de siquiera compasión como si no le importara hacerle daño, o que el se sintiera mal… Le dio tanta rabia, saber que ahora que buscaba con tanto deseo divorciarse de él… ¿Para qué?... Y entonces la imagen de su hermana sonriendo cínicamente hacia él, contándole como habían sido sus encuentros sexuales… ¿Ese no habría sido un plan entre ellos?... No, Miyagi se hubiese casado inmediatamente con ella en vez de con él, habría sido mucho más fácil que movilizar a la fuerza legisladora de Japón para aprobar el matrimonio entre las personas del mismo sexo, seria estúpido… No, mas bien puede ser el plan de ella, deshacerse del estorbo, es decir el, para luego rondarlo y de pronto tener de nuevo la oportunidad de embarazarse de el y luego vincularse a los Miyagi, pero esta de forma directa… Y el colaboro activamente… Pero ¿Y Miyagi? Sabiendo lo que era capaz ella ¿Por qué se seguían viendo? ¿Era porque había mucha química sexual entre ellos? ¿Miyagi prefería mantener era extraña relación con su hermana cuando lo tenía a él? Su cabeza se hacia un embrollo cada vez que trataba de entender la situación… ¿Por qué Miyagi quería deshacerse con tanto interés de él?... Porque ya no te ama… Parecía decir esa voz que siempre le decía que no debía bajar la guardia, su lado mas escéptico, el que siempre tuvo claro que todo había sido una farsa… Y que el decidió ignorar y hasta exiliar de su corazón… Ahora volvía esa voz de forma molesta como diciéndole: Te lo advertí… Ahora no había forma que Shinobu podía conciliarse con su lado amable, ahora que se veía decepcionado y descorazonado de ver a quien creía era el amor de su vida tratándolo como si no fuera su esposo, expulsándolo del lugar que él le había asegurado iba a ser su hogar, alejándolo a la fuerza de su lado cuando le había prometido que iba a estar junto a él, pero todo había sido una vil mentira… Y esa rabia hizo que, en un arranque de ira, levantara su mano y que con fuerza impactara contra la mejilla del incauto hombre, haciéndolo retroceder con una mirada pasmada, Shinobu no se iría sin antes desquitarse de todo eso, aun sabiendo que el también era culpable por todo eso:

-                      ¡Eres un hijo de puta! ¡Me mentiste imbécil! ¡Solo querías burlarte de mi y de mi familia!

Cuando Shinobu intento volver a golpearlo, su brazo fue sometido con firmeza y relativa facilidad por el mucho mas corpulento hombre mayor que le retuvo su brazo de forma dolorosa para impedirle que siguiera atacándolo mientras con su voz, en actitud de mando le gruñía:

-                      ¡No me vuelvas a tocar!

-                      ¡Eres un maldito! ¡Yo amándote como loco y tu buscando deshacerte de mí! ¡Quisiera odiarte!

-                      Ya no tienes nada mas que hacer en esta casa… ¡Te quiero fuera ya!

-                      ¿Para que te quieres deshacer de mi tan pronto? ¿Para poder estar libre para volverte a revolcar con la puta de mi hermana? ¿Eres tan estúpido que harás eso de nuevo?

Esto lo había dicho con toda la alevosía y veneno del que pudo hacer acopio para herirlo, y lo logro, pero con lo que no contaba era que Miyagi no se tomo con calma esas palabras y sintió como el hombre lo agarro de sus cabellos halándolos de forma dolorosa y con la otra apretó su cuello para llevarlo a rastras y tumbarlo sobre la cama, mientras su mirada despedía una rabia irracional y el chico por primera vez sintió miedo, porque ese mastodonte encima de él quería hacerle daño, y en esta ocasión podría no contenerse como la vez pasada… Y entonces la voz estrangulada por la ira contra el proferida por el resonó entre dientes:

-                      ¡Y tu eres un cretino por creer que te puedes meter conmigo!

El chico no se dispuso a dejarse amedrentar, aunque lo estaba, pero su dignidad era lo ultimo que iba a dejar escapar así que le respondió con el coraje que aún mantenía en su ser:

-                      ¿Y quién eres Miyagi Yoh? ¿Aparte de ser un mentiroso compulsivo, traicionero y con hábitos extraños y ridículos?

El hombre ante la actitud retadora del chico apretó un poco mas el cuello de Shinobu el cual reacciono a eso sintiéndose ahogado y con un tono burlesco respondió:

-                      Soy el hombre contra el que no podrás hacer nada porque voy a destruirte a ti y a tu familia

-                      Si no lo hiciste antes cuando pudiste ¿Por qué ahora si cuando te involucraste conmigo?

-                      Simple… Porque por fin me diste la excusa para hacerlo, niño.

Shinobu abrió sus ojos… No podía creerlo… Esa era la afirmación de que siempre había sido un plan de venganza… Un plan enfermo para atacarlos a ellos… Pero ¿Por qué con el y no con su hermana? ¿Por qué ella era mucho más astuta que él? ¿No quería correr riesgos y por eso fraguo un plan mas elaborado para primero obligarlo a él a casarse con él y luego engatusarlo… Pero no tenia sentido ese plan… ¿Por qué usarlo a él? ¿Acaso quería enamorarlo para luego destrozarle el corazón? ¿Y qué pasaría con el resto de su familia? ¿Con Risako porque no había tomado represalias tan contundentes? ¿Por qué con ella si tenia consideraciones? ¿Seria por el pasado que compartían que hacia el tuviera un trato diferente con ella?... No pudo evitar sacar unas lagrimas de tristeza saber que todo ese tiempo que estuvo conviviendo con ese hombre había sido una mentira, y lo peor, es que el que salía perdiendo todo fue el, y un sollozo salió de su garganta estrangulada, ahora se sentía humillado y entonces con voz entrecortada tanto por la presión como por la emoción emitió débilmente:

-                      Entonces para completar tu venganza… ¿Vas a violarme Miyagi? ¿Vas a destrozarme del todo?... ¡Pues hazlo! ¡Hazlo como se lo hiciste a Risako!

Miyagi entonces dejo de apretar su garganta y aunque en su mirada por un momento hubo un conflicto interno, luego se separó de Shinobu, poniendo rápidamente distancia de él mientras susurraba:

-                      No… No lo hare… Ya fue suficiente

Shinobu se levantó también disminuyendo la distancia que había puesto Miyagi y acercándose a él, sabiendo que ese hombre cuando perdía el control podía ser peligroso para su integridad, pero no le importo… Solo quería saber:

-                      ¿Por qué no? ¿Ah?... ¿Por qué si lo pudiste hacer con Risako y no conmigo? ¿Acaso ella te atrae mas que yo? ¿Es porque ella tiene mas experiencia que yo? ¿Por qué se sabe mover mejor que yo? ¿Por qué esta dispuesta a hacer cosas que yo ni siquiera he intentado? ¿Ah? ¡Contéstame! Te has acostado con ella aun estando casado conmigo ¿Cierto? ¡Dime!

Miyagi evadió la mirada, pero Shinobu no lo permitía, se acercaba a el y evitaba que Miyagi le quitara la cara para encararlo, y esto lo desespero tanto que Miyagi exploto gritándole un:

-                      ¡Así es!

Shinobu abrió de nuevo sus ojos, esta vez con incredulidad… Entonces… ¿Miyagi por fin reconocía que se había acostado con su hermana aun estando casado con él? Y lo peor, le reconocía que le gustaba acostarse con ella ¿Cierto?... Increíble…

-                      ¿Es verdad Miyagi?... ¿Te acostaste con ella cuando yo aún…?

-                      Ya basta… Solo te estas humillando…

-                      ¡Respóndeme con la verdad Miyagi! ¿Te acostaste con ella cuando eras mi esposo?

Volvió el silencio del hombre mayor, pero Shinobu siguió presionándolo, con la táctica del encaro, que aparentemente incomodaba a Miyagi y este al final volvió a estallar:

-                      ¡Que mas da a estas alturas! ¡No volveré a involucrarme con ninguno de ustedes!

-                      ¿Por qué Miyagi? ¿Por qué la buscaste a ella?

-                      Tu mismo… Has sacado tu respuesta

Eso lo dijo en un tono mas serio, algo contrariado por haberse dejado acorralar cuando se notaba que no tenía la mínima intención de develar ese asunto… Iba en contra de su ego reconocer que se había metido con su examante que ahora sería su próxima excuñada… Y Shinobu al confirmar su mayor temor, el que su corazón había temido por todo ese tiempo que empezó a ser acosado se hizo realidad, y ya sin las ganas de seguir recriminando o siquiera seguir luchando para convencer a ese hombre de dejarlo estar a su lado, bajo los brazos derrotado… Ya no tenia sentido luchar para estar con alguien así ¿Cierto?... Pero no iba a dejárselo fácil, se recordó Shinobu, que él no era alguien que renunciaba tan fácil, por mas que ahora reconociera que Miyagi era en realidad un hombre distinto, aun era su esposo y sobre todo era el hombre que amaba, por eso no iba a dejárselo fácil a el para deshacerse de él, y mucho menos dejarle el camino libre a la zorra de su hermana:

-                      Miyagi, solo te digo que yo aun a pesar de todo, yo te amo… Porque fuiste mi primera ilusión, y aunque lo destrozaste de la forma mas cruel… Yo aun así te perdonaría y te amaría.

Miyagi aparentemente dejo de estar a la defensiva al ver que Shinobu ya no intentaba encararlo… Pero su firmeza no se disminuyó, pero si uso un tono más amable que antes:

-                      Ya no te hagas más daño Takatsuki… A pesar de todo… Espero que todo esto se resuelva de la mejor manera… No quiero más escándalos para mi familia que ya no necesitara mas ahora que pronto se anunciara que nuestro matrimonio se disolvió.

-                      Pues te deseo suerte porque yo no te daré el divorcio Miyagi.

-                      ¿Qué dices?

-                      Lo que oíste Miyagi… No te lo daré, aunque me tortures y a mi familia… No te daré el divorcio.

-                      ¡Por favor Takatsuki, se razonable!

-                      Si no deseas estar dispuesto a querer luchar mas por nuestro matrimonio, si toda esa lucha que hiciste por una relación que no querías resulto falta, compensare ese esfuerzo con el mío por luchar por ti… Tu dices que me conoces Miyagi, pues no me conoces realmente… Así me eches a la calle… No te la dejare tan fácil de sacarme de tu vida, y de paso le fastidio las oportunidades a Risako de siquiera tener una oportunidad contigo si incluso estas pensando en retomarla como tu amante.

-                      ¿¡De que estas hablando¡? ¿Estas loco?  ¿Acaso necesitas un psiquiatra?

-                      No… Solo debo encontrar un lugar donde resguardarme, pero no me alejare de ti… Vas a saber de mí todos los días ¿Entendido Miyagi?

-                      ¡Por favor ten dignidad Takatsuki!

-                      Por mi dignidad… Porque soy tu esposo a pesar de todo es que no renuncio a ti… Y veras quien se cansa primero ¿Me oíste?

Y sin dar más espera, Shinobu se dio la vuelta y salió de su habitación mientras Miyagi le decía en voz alta que estaba loco y que debía irse cuanto antes… Pero poco le importo, se fue a la habitación donde en las últimas noches había pasado las noches y se recostó en la cama para lanzar un sollozo ahogado, porque definitivamente sentía que su mundo se había desmoronado… Todo en lo que creía se había desdibujado en un borrón amorfo… Pronto debía buscar donde ir, porque por el tono de urgencia de Miyagi, no le iba a dar mucho tiempo para encontrar donde quedarse… Así que sin perder tiempo tomo al celular que había recogido antes de salir de la que alguna vez fue su habitación, y buscando el numero de contacto de su suegra le marco esperando que ella le contestara, intuyendo que lo haría porque ya era pasada la medianoche… Intuiría que había pasado algo grave y por tanto respondería… Asumiendo que el hablaría con ella antes que con su hijo… Y efectivamente fue así, ella contesto con un tono preocupado:

-                      ¿Shinobu-kun que sucede?

Shinobu creyó poder hablar con ella en un tono más tranquilo, pero no pudo, apenas la escucho soltó un sollozo que no pudo mitigar y su voz quebrada salió sin proponérselo, porque en verdad se sentía tan desdichado y no era un teatro preparado para inspirar lastima a su suegra:

-                      ¡Chiyo-san! ¡Cometí un error muy grave!

-                      ¡¿Qué paso!?

-                      Hoy… Hace poco… Le vi el rostro a Miyagi-san… Y el no me lo perdona.

Hubo un silencio al otro lado de la línea hasta que ella profirió un temeroso:

-                      ¿Hiciste… que?

-                      Sin su consentimiento… Le vi el rostro

-                      Pero… ¿Por qué?... Sabes que eso es-

-                      Si causal inmediato de divorcio… Miyagi ya me lo informo… Y me echo de esta casa

-                      ¿Cómo?... ¿Quieres decir…?

-                      Si… En estos momentos debo recoger mis cosas… Shibata debe estar llegando pronto aquí para ayudar a empacar mis cosas… Y la verdad… No tengo a donde ir… ¡Chiyo-san ayúdeme!

-                      Pero Shinobu-kun… Me tomas por sorpresa… ¿Por qué hiciste eso?

-                      Por qué Miyagi también me traiciono… Me hizo creer que podía intentar cambiar… Pero nunca estuvo en sus planes buscar ayuda para su escopofobia… Y ahora me entero de que… Se caso conmigo por venganza… ¿Es eso cierto?

Otra vez hubo silencio al otro lado de la línea, y eso le dio mala espina a Shinobu porque si no era verdad ella lo negaría inmediatamente… Al contrario, la mujer mayor solo profirió un lastimero tono:

-                      ¿Por qué tuviste que haber hecho eso Shinobu-kun? ¿Por qué hiciste eso?... Mi hijo nunca te lo perdonara… El… Con respecto a su problema… El es intransigente con eso…

-                      Pero Chiyo-san… Usted podría convencerlo-

-                      No Shinobu-kun… Eso es definitivo… Y lo conozco… El no juega con ese tema y me temo que cometiste el mas grave error que pudiste haber hecho… Mi hijo puede incluso perdonarte una infidelidad, pero no eso…

-                      Pero entonces… ¿Por qué todos estaban de acuerdo con que el tomara las terapias para retomar su tratamiento contra esa fobia?

-                      Porque teníamos la esperanza de que podrías convencerlo… Yo lo intente, mi esposo también… Pero nunca nadie había llegado tan cerca como tu… Supongo que por mas empeño que se ponga, eso ya hace parte de mi hijo… Lo lamento mucho querido.

-                      Pero entonces… Miyagi me insinuó que fue por la venganza que me eligió… ¿Es eso cierto?

-                      Ay Shinobu-kun… Como quisiera ayudarte… Pero nunca supe a ciencia cierta porque te eligió… Nunca me lo dijo… Y si fue un plan… No sabría decírtelo... Pero si fue así cosa que no creo… No se puede hacer nada… Cuando él toma una decisión, nunca hemos podido disuadirlo, y menos con respecto a su problema.

-                      Pero Chiyo-san… El me lo reconoció… Y lo peor es que yo lo amo… ¿No puede convencerlo de que al menos lo piense?

-                      Lo lamento mucho Shinobu—kun… Lo único que puedo hacer es aconsejarte que seas fuerte… Porque mi hijo va a ir hasta las ultimas consecuencias… Y la decisión que ya tomo tiene muchas de ellas y muy drásticas… Lo mas seguro es que pronto me prohíba hablar contigo… Y aunque me duela mucho porque te he tomado mucho aprecio… Se que esta va a ser la ultima vez que hablemos cariño… Como me duele saber que no lograste durar con mi hijo.

-                      Chiyo—san… Por favor si puede ayudarme se lo agradecería… Porque ahora no tengo a quien recurrir.

-                      Busca a tu familia… Puede que ellos a pesar de todo te puedan ayudar… Tu les salvaste… Te lo deben. Hare lo posible por ayudarte en lo que pueda, pero sé que no podre hacer gran cosa… Son las desventajas de ser mujer en esta familia… Pero hare lo que pueda… Cariño cuídate mucho.

Y la conversación ceso unilateralmente… Casi como si ella tuviese afán por despedirlo… Pero aun así fue lo suficientemente amable para hacerle sentir un poco mejor… Y tal vez era hora de recurrir a la opción que menos quería: Recurrir a su familia… Pero no tenía más alternativa, así que buscando el contacto de su madre la llamo, siendo contestado casi inmediatamente por ella:

-                      ¡Hijo! ¿Por qué me llamas a estas horas? ¿Paso algo?

El instinto de madre, aunque fuera una como la suya, le debía indicar que algo malo sucedía, nadie llamaba a tan altas horas solo para saludar, y menos Shinobu que había estado muy alejado de su familia… El tono de voz de su madre filtraba la angustia que antecedía a un evento terrible:

-                      Madre… Miyagi se quiere divorciar de mi… Y yo soy el culpable

-                      ¡¿Qué paso?! ¡¿Qué hiciste?!

-                      Me atreví a hacer lo único que él me pidió que no hiciera… Le vi el rostro.

-                      ¿El rostro?... ¿Cómo así hijo?

-                      Hice un plan para que por fin le viera el rostro cuan cuando tiene ese problema de fobia a que lo vean… Y desafortunadamente… El no me va a perdonar porque fue en contra de su voluntad.

-                      Pero hijo… ¿Por qué hiciste eso?

-                      Porque si se lo ha mostrado a Risako… Supongo que sabes que ella fue amante de Miyagi y de su hermano ¿No?

-                      ¿De qué hablas Shinobu? ¿Risako conocía a Miyagi de antes?

-                      Madre… No finjas que no sabes… Tu bien sabes que ella siempre tuvo un largo historial con hombres y no lo puedes negar… Y estoy seguro de que sabes que ella estuvo con Kyosuke-san siendo el casado y por supuesto que sabias que ella estuvo con Miyagi cuando él estaba terminando la universidad.

Sabía que no había caso en recriminarle a su madre por la moral de su hermana… Pero fue ella quien supuestamente la crio, aunque fuera a través de niñeras y empleadas, ella era la que supervisaba, y le dio tantas alas y no impuso su autoridad como madre que le permitió tomarse atribuciones como el de interponerse en su matrimonio, y aunque Risako ahora era una adulta, consciente de lo que hacía, no podía quitar el resentimiento de que esto pudo haber sido diferente si su madre le hubiese dado algo de disciplina a ella cuando fue más joven… Pero eso solo es un deseo estúpido, y era un tanto injusto culpar a estas alturas a su madre por una serie de circunstancias que el mismo había propiciado. Aun así, su madre con un deje de tristeza dejo notar su queja, aunque más bien era como una excusa:

-                      Hijo… Aunque no lo creas, yo no me sabia todas las andanzas de tu hermana… Y si no voy a negarte que sabia que ella no era una mujer muy decente… Pero es mi hija, y no puedo atacarla en ese sentido… Aparte… Te juro que yo no sabía que ella anduvo con ambos.

-                      No lo puedo creer madre… ¿En serio no tenias ni idea de lo que hacía tu hija favorita?

-                      Shinobu… Se que estas resentido con nosotros por muchas cosas, pero te estas pasando de la raya… Y, además, si estas en este problema es porque también diste tu aporte ¿No?

Su madre tenía razón, él había iniciado todo eso… Pero si no lo hubiese hecho, seguramente no estaría enterado de lo que sucedía a su alrededor, y probablemente ese era el precio que él tenia que pagar por eso. Así que decidió dejar el reclamo disimulado y proceder a buscar la ayuda de ella, porque si seguía con los reproches, no lo iba a lograr… De todas formas, quien más permitió y alentó ese comportamiento de Risako no fue tanto su madre como su padre, el principal manipulador e inescrupuloso que existía en la familia:

-                      Tienes razón madre… El asunto es que… Idee un plan para poderle ver el rostro a mi propio esposo, porque resulta que Risako tenía una foto de él… ¿Qué clase de conclusión podría sacar yo al ver eso?... Se que no debo fiarme mucho de lo que ella dice… Pero tenia la evidencia… Y desafortunadamente… Era cierto… Esa foto era igual al verdadero rostro de Miyagi… Y ahora el no me quiere perdonar por haber hecho eso y me pidió inmediatamente el divorcio.

Su madre estaba atónita ante lo que su hijo le decía con esa voz tan descorazonada:

-                      ¿Qué es lo que me estás diciendo Shinobu? ¿Por qué tu esposo te pidió el divorcio?

-                      Porque… Cometí un error grave… No fue un error… Pero… El caso es que por fin encontré la razón por la que el pidió mi mano… El solo se casó conmigo por venganza…

-                      No hijo… Si hubiese sido así… Ya hace tiempo que hubiese destapado todo eso, no te hubiera retenido por todo este tiempo ¿No?... Hubiese mostrado sus intenciones antes para que tu te hubieses arrepentido de haberte casado con él, solo para atormentarte, y no lo hizo.

Ella no sonaba muy convencida, probablemente había reflexionado al respecto y sabía que las condiciones en las que se dio el matrimonio no habían sido muy claras, y aun así trataba de apoyarlo, aunque fuera para restarle algo a su desesperanza… Pero Shinobu era consciente de que las cosas no estaban seguras y que Miyagi solo tenía un propósito detrás de su matrimonio:

-                      ¡Ay madre!… ¡Ese era parte del plan!… Enamorarme para después… Terminarlo de la peor forma

-                      Pero es que… Hijo… Me perdonarás, pero… tu tomaste la decisión ¿No?... Tu ideaste ese plan para desenmascararlo y sabias que podía pasar eso.

-                      ¡Pero es porque él me orillo a eso!... Me engaño haciéndome creer que quería lo mejor para nuestro matrimonio y era así.

-                      ¿En verdad fue así? ¿Era lo mejor para ustedes? ¿O para ti?... Dime con sinceridad si en verdad querías lo mejor para el o eras tu quien quería amoldar a la fuerza a tu esposo a un estilo de vida normal sin tener en cuenta lo que él quería.

Las palabras de su madre retumbaron… En raras ocasiones ellos compartían una conversación seria donde su madre se comprometía al darle un punto de vista sensato que lo hacia reflexionar como en esa ocasión, había sido un poco injusto haber tildado a su madre de superficial cuando ahora estaba escuchándolo atentamente… Ahora entendía que siempre presiono a Miyagi para hacer las terapias cuando el ya estaba mas que acostumbrado a su estilo de vida… Nunca tomo en cuenta eso del mayor… Y aunque recordaba que lo hacia porque estaba mas que consciente de las grandes posibilidades de él, que sin esa rara fobia que lo azota, podría tener tantas probabilidades de crecer y de explorar, y testear al máximo sus capacidades que están siendo mermadas por esa reclusión… Pero la opinión de Miyagi era la que importaba a fin de cuentas… Y ahora entendía que el simplemente no estaba interesado, en parte porque no tenia planificado, aparentemente, estar mucho tiempo casado con el… Ante ese pensamiento Shinobu se sintió mal porque todo ese tiempo creyó que le estaba haciendo un bien… Aunque sus intenciones fueran buenas y eran las de un hombre enamorado… No pensó que el mayor saldría con ese cambio de circunstancias… Tal vez era ridículo seguir empecinado en conservar ese matrimonio, pero su corazón no entendía la posición del chico en esos momentos… Aun le ordenaba ver todo con positivismo y seguir luchando como si la frase “El esfuerzo tiene recompensas” fuera a suceder y se empecino en adherirse en lo que el aun creía:

-                      Era lo mejor para nosotros… Y lamentablemente ahora veo que él no compartía esa misma visión… Pero eso no quiere decir que el no vaya a cambiar de idea en un futuro.

-                      Hijo… Debes ver la realidad… Si fue una venganza en contra de nosotros, inevitablemente y aunque no cueste aceptarla, lo logro… Te enamoro para que el divorcio fuera mas doloroso para ti… Y ahora lo mas seguro es que seguiremos nosotros… Aunque ahora estamos bajo la protección de la familia Yagami, tu padre ha incrementado la fortuna de nuestra familia política y Risako cada vez está más cerca de conseguir un heredero para la familia… No se como decirte esto… Pero me temo que en nuestra posición no sabemos cómo apoyarte… Siempre creímos que estarías protegido por un año al menos… Lo siento hijo.

Shinobu no podía creer lo que sus oídos escuchaban… Su familia rápidamente le estaba dando la espalda, lo esperaba en el fondo, pero no tan rápidamente, al menos esperaba que le dieran asilo por una semana al menos, pero al parecer, proteger al blanco de ataques de una familia como la Miyagi era muy comprometedor, y aunque hasta cierto punto tenia razón, esperaba de su madre, aunque fuera temporalmente, hiciera un esfuerzo por ayudarlo en vez de negárselo de frente:

-                      ¿Acaso… Me están dejando a la deriva?... ¿Me van a dejar solo?

-                      Hijo… Que mas quisiera yo ayudarte en estos momentos… Pero… No… Espera… Cariño ¡no! ¡No lo hagas!...

En ese momento escucho un forcejeo al otro lado de la línea como si su madre estuviera discutiendo con alguien, el cual aparentemente quería arrebatarle el teléfono a ella, y Shinobu no tuvo que pensar mucho, asumió que se trataba de su padre, quien era su mas grande contradictor, critico o en ocasiones desplegaba su indiferencia hacia él, así que cuando alguien hablo al otro lado de la línea, el chico reconoció inmediatamente el tono frio de esa voz que correspondía a su progenitor:

-                      ¡Ahora qué demonios hiciste Shinobu! ¿Tenias que arruinarlo tan pronto?

-                      Que bueno escucharte de nuevo padre… No he hablado contigo desde mi matrimonio.

-                      Bueno, la verdad no esperaba encontrarme con tan malas noticias tan pronto… ¿Por qué tenias que arruinar un trato tan fácil con los Miyagi? ¿Acaso quieres arruinar el nombre de los Takatsuki?

-                      Quien se encargo de arruinar el nombre de la familia no fui yo sino tú, con tu falta de escrúpulos, tú mismo hiciste que los Miyagi nos trajeran esa venganza contra nosotros.

-                      Y tú solo tenias que aguantar un mísero año y medio para librar a la familia.

-                      Tu me involucraste en ese plan… Cuando debías ser tu quien diera la cara para limpiar el nombre de la familia… En cambio, te saliste por la tangente y me enviaste a mi como cordero de sacrificio.

-                      ¿Es que eres tan estúpido que no comprendes que esa fue la condición de los Miyagi? Ellos no querían que pagáramos las afrentas pagándoles de la forma tradicional… No… Te querían a ti… Y tu como Takatsuki era tu deber aceptarlo… ¿Cómo esperabas que pudiéramos pagarles a ellos que ahora son la familia mas poderosa de este país? ¿Querías vernos destruidos? ¿Para ti eso sería justicia?

-                      No… Pero tu debes reconocer que no puedes pasar la responsabilidad de los actos que cometiste en el pasado con ellos a tus hijos… Por más que fuera yo el requerimiento principal para que ellos perdonaran lo mal que actuaste con ellos… Y la verdad creo que esto es solo el principio, y tu lo sabes, ellos no solo se quedarán en el divorcio, luego irán por ustedes, y si esto fue una venganza, desde el principio ustedes estaban destinados a ser blanco de las repercusiones… Pero si te hubieses encargado de ofrecerles una ofrenda de paz, por iniciativa tuya, la verdad de pronto, hubiesen desistido de seguir con esto… Pero no, siguieron a delante y ahora no solo seré yo quien caiga.

-                      ¿Y porque no sugeriste todo eso antes? ¿Por qué decirlo cuando ya no hay nada que hacer? ¿Te das cuenta de que tu error hizo que ahora estemos en esta situación?... Eres muy bueno sermoneando, pero ahora quien esta por su cuenta eres tú.

-                      ¿Qué quieres decir padre?... Es decir que tal como debí suponerlo desde el principio… ¿Nunca podre contar con tu apoyo?... Para eso si siempre fuiste consistente… Debí suponer, que el hecho de salvarles el pellejo, por sus propios errores, nunca iba a hacer que me tuvieran un poco de ese cariño que nunca quisieron darme ¿Verdad?

Tal vez una muy corta pausa, de todas maneras, cuando el hombre al otro lado de la línea respondió, su tono ya no era tan cínico, aunque más honesto y no menos cruel:

-                      Nunca encajaste con nosotros… Yo tenía muchas expectativas contigo, pero nunca las cumpliste

-                      Yo mismo digo lo mismo de ti padre… Me esmere en ser un buen estudiante toda la vida, me destaque en cada grado que curse, soy uno de los mejores de mi graduación en la Universidad, nunca los desobedecí, incluso casarme con nuestro peor enemigo aun cuando les indique que podría ser una venganza, hice de todo para encajar en la familia Takatsuki… ¿Y nunca cumplí tus expectativas?... La verdad ahora reconozco que nunca podremos entendernos padre, en ningún nivel… Así que supongo que aquí tomaremos caminos separados ¿Eh?

De nuevo la pausa… Era cierto, Shinobu se había esmerado mucho para ser reconocido en su propia familia, que solo veían a Risako como una digna heredera, mas sin embargo tal vez la escala de valores que tenia el lo diferenciaba tanto de ellos que no soportaban ver a alguien que fuera tan diferente de ellos, y preferían ignorarlo. Ahora mismo, Shinobu sentía que estaba siendo desheredado, y aunque en el fondo, su consciencia le indicaba que era muy probable que lo fueran a dejar a su suerte, se aferro a las palabras de Chiyo-san para obtener de ellos una ayuda… Pero fue muy ingenuo, ni siquiera por parte de quienes creía sus protectores, ni por parte de su suegra quien le tuvo estima pero que ahora aparentemente prefería no intervenir y peor, ni siquiera del hombre que le había asegurado que lo amaba lo dejaban solo… Era duro reconocer que estaba solo, y solo pudo llenarse de esa resignación forzada por las circunstancias, que, aunque le costaba, reconocía que fue provocado por el mismo y su inseguridad… Ahora solo tenia que pensar en quien recurrir. Quiso colgar la llamada, pero cuando lo había decidido su padre volvió a hablar por la bocina:

-                      Acepto que no lo he dicho nunca… Pero se que puedes sobrevivir por tu cuenta… Reconozco que eres más fuerte de lo que creía, y que no te rindes… Eso me da la tranquilidad de que no vas a terminar en un moridero… Se que en tus genes tienes habilidades para lograr lo que quieras, tu las aplicas de una forma diferente a como yo lo he hecho al igual que tu hermana… Tal vez esperaba de ti un poco mas de pragmatismo, pero eso es culpa de tu madre, ella es más emocional… A pesar de todo, sé que lograras salir adelante… También reconozco que lo que digo, lo hago muy tarde, y por eso te pido sinceras disculpas… Pero creo que estarás mejor sin nosotros, y nosotros sin ti… De pronto tu madre querrá volver a hablarte, no me gustaría que perdieras la comunicación con ella, porque se deprimiría, ya que ella si te quiere… Solo te pido que no la juzgues tan duro, ella no tuvo tanta resistencia a sus circunstancias, pero te aseguro que ella te quiere y a su modo trata de ayudarte… No le niegues que hable contigo, eso la reconfortara cada vez que se sienta angustiada por tu seguridad… Es la única petición que te hago… Supongo que si… Estarás por tu cuenta… Se que no es muy agradable lo que te digo, pero esto forjará tu carácter, y aunque no espero que lo reconozcas, en el futuro me agradecerás pasar por esto porque te hará más fuerte para sobrellevar una vida sin la protección de alguien… Además, eres hombre, tienes que valerte por ti mismo, y aunque no soy el padre indicado para alguien como tú, y no quiero que algo malo te suceda… Pero tienes razón en que nunca nos entenderemos en ningún nivel… Perdón por todo esto.

Shinobu antes de colgar y aprovechando de la ultima oportunidad de decirle a su padre lo que alguna vez quiso decirle le soltó antes de terminar definitivamente comunicación con el que hasta ese momento fue su padre:

-                      A pesar de todo, y que seguramente tienes razón de que esto me hará fuerte... Simplemente debo decir que nunca fuiste quien debías ser como mi padre, y el hecho de que reconozcas tantas cosas ahora cuando ya no importa no te exime de la responsabilidad de tus actos. Con Risako hiciste una perfecta labor para criarla como un ser pérfido y horrible, que, aunque no quieras reconocer, va a ser la causa de la caída definitiva de la familia Takatsuki, y será exclusivamente tu culpa. De nada sirve que me reconozcas ahora cosas que cuando al menos por obligación pudiste haberme dicho, el hecho de deshacerte de mí, para no lidiar con las consecuencias de tus malos actos no quiere decir que los Miyagi no vayan tras de ustedes, la venganza no fue solo contra mí. Y ya que dices que nunca pertenecí a la familia, porque soy diferente a ustedes, quiero que sepas que ya no voy a usar el apellido Takatsuki, porque ya no me identifico con ustedes… Y no te preocupes, cuando mi madre tenga el coraje suficiente de sobreponerse a su cobardía y pensar por ella misma, y quiera buscarme, no la rechazare… Pero mientras tanto, solo puedo decir que espero que el karma no los destruya, y solo les dé una lección de vida a ti y a Risako. Buenas noches y Adiós.

Sin dejar que contestara le colgó con un nudo en la garganta, sabiendo que ahora si estaba solo y a su suerte. Nunca pensó que iba a terminar así, tal vez la comodidad en la que había vivido le había nublado su raciocinio, pero si hubiese hecho caso a su consciencia, o hubiese sido mas malicioso, hubiese preparado un plan de escape y se habría asegurado de protegerse en caso de que Miyagi decidiera destapar la verdadera razón por la que escapo… La única alternativa era la de convencer de la forma que fuera a Miyagi de que no se divorciara de él… Y su fuego interno le instaba a no permitir que la separación se diera, así que evitaría, por los medios que el tuviera a su alcance, divorciarse de él, porque, aunque le fuera inconcebible lo amaba y no lo dejaría libre… Se oía ridículo, pero no lo podía evitar… Si el destino se empecinó en juntarlos, aun cuando el no estuvo de acuerdo al principio, pues ahora no iba a dejarlo ir… Si él lo pidió a su lado, no iba a dejarlo ir tan fácilmente, y si lo que quería era que la familia Takatsuki sufriera con su desventura, no se lo iba a demostrar, porque se iba a asegurar que Miyagi cambiara de opinión, que estarían juntos y que no iba a dar su brazo a torcer, y se lo juro a sí mismo, sabiendo en el fondo que iba a sufrir, pero no iba a permitirlo, no mientras él estuviera vivo.

******

La luz de la madrugada lograba filtrarse a través de las cortinas de esa habitación, pero eso no fue lo que hizo que Shinobu se despertara, de hecho, él no había logrado dormir en toda la noche, angustiado de lo que sucedería con el en esa casa. Sus ojos estaban cansados e hinchados por las lagrimas derramadas en medio de sus sollozos, y luego busco la calma cuando vio asomarse las luces de un nuevo amanecer, tal vez orando por que ese amanecer no significara el inicio de una etapa distinta de su vida. Ya sabía que no podía contar ni con su familia de sangre ni con la que creía era su aliada más cercana, lo único que le quedaba era pensar en que hacer en caso de que no pudiera convencer a Miyagi de permanecer con él, no cuando había violado deliberadamente la única regla que tenia validez para Miyagi, pero a su vez comprendió la falsedad en la que estaba cimentado su matrimonio… No sabia si eso era bueno, pero su corazón dolía como nunca le había dolido, y estaba convencido de que él no podía tocar mas fondo que hasta ese momento, eso quería creer… La realidad muchísimas veces es mas cruel, y lo supo cuando entraron sin preguntar unas empleadas de la casa y casi sin dirigirle la mirada empezaron a recoger sus cosas y meterlo en una maleta que tenia una de ellas… Detrás de ellas estaba el mayordomo, vuelto a ataviarse con su acostumbrado traje indicándoles sobre qué cosas debían tomar y guardar, y estas obedecían ignorando totalmente a Shinobu. El joven se levanto del suelo donde estaba sentado, con su espalda recostada contra la cama, algo confundido con lo que hacían las empleadas, y fue cuando le pregunto al mayordomo sobre lo que pasaba, en un tono algo ofuscado, y entonces el hombre mayor, con un tono helado, aunque formal le indico:

-                      Miyagi-sama nos dio orden de recoger sus pertenencias, porque ya no pertenece a esta casa. Nos pidió que iniciáramos el acopio para empezar cuanto antes su traslado a su nuevo destino.

Shinobu casi no lo podía creer, y mucho mas saber que su esposo bien podía hacerlo porque de todas maneras el era el amo y señor de ese lugar… Así que sabía que eso iba a suceder… Pero… ¿Tan rápido lo iba a echar?, ni le dio tiempo para buscar un lugar donde quedarse, y eso se le hacía tan insensible… Y aun con el nudo que le formaba en la garganta trato de mantener la compostura ante el mayordomo que ahora no era tan servicial con el:

-                      Necesito hablar con Miyagi-san… ¿Se encuentra en casa?

-                      Lo lamento Miyagi-sama salió muy temprano, y dejo una lista para que lo realizáramos, que es la lista para iniciar su salida… De esta casa.

-                      ¿En serio Miyagi le ordeno que arreglara mi salida de aquí?... Ya veo.

Sin perder más tiempo, tomo su celular y marco al numero de su esposo el cual inmediatamente indicaba que estaba apagado y que lo intentara más tarde… Y así fue por 5 intentos más… Solo hasta después de eso entendido que muy probablemente había bloqueado el número, así que procedió a llamar a Yamada, y su sorpresa fue grande al recibir la misma respuesta… No podía conectar con el asistente, lo que indicaba que ahora no tenía a quien recurrir. Con un largo y profundo suspiro volteo hacia el mayordomo que aun coordinaba a las empleadas que recogían la ropa del chico, y dijo como tratando de romperse allí mismo:

-                      ¿Y cuanto tiempo estipulo Miyagi-san que debo salir de esta casa?

-                      Dijo que seria suficiente hasta el mediodía… ¿Quisiera que le preparen su desayuno señor? Miyagi-sama no nos prohibió que le preparemos comida.

-                      Si me imagino que no… Que considerado… Supongo que no habrá problema si como algo antes de irme… ¿Puedo elegir o ya tienen algún menú destinado para mí?

-                      Puede elegir lo que desee señor… Miyagi-sama nos ordenó encarecidamente que cualquier cosa que usted desee se lo preparemos.

No entendía la incoherencia de eso, Miyagi le había echado de su casa, pero les había ordenado a sus empleados que le dieran una despedida a todo nivel… Tal vez nunca lo entendido y nunca lo haría, ahora menos que tendría que estar lejos de su esposo temporalmente (pensando con el corazón) … Así que sabiendo que probablemente no pisaría esa casa en algún tiempo, posiblemente un largo tiempo, decidió indultarse con un buen desayuno aun sabiendo que los empleados se sentirían forzados a atender al próximo (y esperando que no llegue a eso) exesposo del señor de la casa, pero bueno eran sus órdenes y por lo menos sacaría algo de provecho, por lo que pidió unos hotcakes con sirope de arce y mantequilla, un café au latte, unos huevos estrellados con unas lonjas de tocino bien tostado en los bordes y un gran vaso de jugo de naranja… Si los empleados estaban pensando que ya no tendrían que atenderlo, les daría en que trabajar, incluso cree que ha sido lo mas que les ha exigido durante su estadía en esa casa, y las miradas apenas disimuladas de las empleadas fueron notadas por el chico, seguramente sorprendidas por el cambio de actitud… Normalmente sería más orgulloso y diría que no querría nada de ellos, pero viendo como ellas estaban mas que dispuestas a preparar su salida, solo sintió las ganas de escarmentarlas, de alguna manera nunca tuvieron la iniciativa de acercarse a el ni de hacerlo sentir muy bienvenido, y aunque Miyagi tenía razón en reprocharle de que el nunca se tomo la molestia de hacerse valer como el conyugue de Miyagi-sama, ellos no hicieron ningún acercamiento, ni siquiera por zalamería… Tal vez el único fue Ueda… Y no más recordarlo le dio un retorcijón de culpa, porque el único que se mostro abierto y amistoso con él, y solo fue usado para un propósito que ahora entendía había sido un error… Y ahora que lo notaba… No había visto al chico… Intuía que lo debían tener reprendido en la cocina o en los pisos inferiores… Solo aspiraba, antes de irse, aclarar con el mayordomo que el muchacho solo obedeció sus órdenes y que él se responsabilizaba de las consecuencias… Pero por alguna razón sentía que el mayordomo le despedía una energía extraña, de pronto por haber provocado ese problema… Pero era lo menos que debía hacer, o bueno, intentar hacer, el pobre chico no tenia la culpa de lo que paso.

Fue al comedor como indicándoles que iba a comer allá, porque aún era el esposo del señor de la casa, y así espero hasta que le sirvieran en la vajilla de la casa por unos silenciosos empleados… Shinobu apenas estuvo solo, se quedo mirando los platos servidos, y de pronto sintió mucha nostalgia, porque presentía que las cosas no se iban a solucionar tan rápido ni tan fácil… Y aunque el poco apetito que aun tenia se disipo, procedió a comer como si fuera un reo en el corredor de la muerte listo para su ejecución, y empezó a comer todo con mas ganas que hambre y se empezó a atiborrar de grandes bocados, muy lejos de como el solía comer y como su madre desde niño le había educado en la mesa, claro para que no los avergonzara en las cenas que ellos organizaban o a las que eran invitados como familia, y ciertamente Shinobu nunca rezongo de su educación en urbanidad, pero hoy echo eso al traste y comió con rabia… Solo.

Cuando termino, disimuladamente quiso saber si el joven Ueda estaba en la cocina pero apenas hizo el ademan para levantarse de su silla, ya las empleadas salieron para recoger los platos, con una prisa que le indicaba que estaban acelerando el proceso de “sacarlo” de esa casa, como para evitarle que se quedara mas tiempo del necesario, y Shinobu se frustro bastante porque quería al menos disculparse con el chico, y aparentemente no lo lograría, no con las prisas con la que estaban procediendo los empleados para sacarlo, seguramente en parte por orden de su amo, y por otra por voluntad… No entendía porque lo detestaban tanto, si hubiese sido como una de esas esposas trofeo, fastidiosa, quisquillosa, presuntuosa, materialista y exigente, muy seguramente se hubiese ganado el respeto de toda esa gente (Y probablemente lo odiarían pero disimularían mejor ante el), tal vez su naturaleza reservada y distante le recordaban como había sido su vida social, había sido similar con su vida en las escuelas y en la universidad… Suspiro y se dirigió a la habitación principal para terminar de retirar sus cosas, cuando vio en el hall de su casa todo un arsenal de maletas, muchas de las cuales no eran de él, arrumadas de forma organizada formando una montaña… Shinobu se sorprendió de ver como rápidamente habían sacado sus cosas seguramente mientras estuvo en la otra habitación… Pero no estaba seguro si estaban todas sus cosas ¿Qué haría si se le quedaba algo importante allí? ¿Cómo lo recuperaría?... ¿Y que si se llevaba algo de su esposo?... Lo dudaba, seguramente los empleados sabían perfectamente cuales cosas le pertenecían a su esposo, por lo que quiso corroborar que no se le hubiese quedado algo, pero apenas intento llegar a las escaleras que iban a la planta superior, el mayordomo lo intercepto con todo su gran cuerpo impidiendo que diera un paso más:

-                      Señor, pronto llegara su taxi, nosotros ya nos encargamos de empacar sus cosas.

-                      Pero aun no se si se ha quedado algo mío aquí…

-                      Yo mismo me he apersonado del acopio de sus objetos personales y de la ropa que se le ha regalado a usted, me he encargado de empacarle sus computadores, los teléfonos celulares y cámaras con sus respectivos cargadores, además de los libros que maneja para la Universidad y las agendas que se le ha entregado… Además, en su billetera y monedero se encuentra en su maletín de mano, para que pueda hacer los pagos de sus próximas estadías.  No tiene por qué preocuparse señor.

Shinobu se lo quedo mirando, era mas que obvio que no le iban a dejar subir las escaleras de nuevo, y sin tener que callarse al respecto le inquirió al respecto:

-                      ¿Son ordenes de Miyagi-sama para no dejarme subir de nuevo?

-                      Miyagi-sama dio instrucciones de que usted no interviniera mucho en la inspección del acopio de sus cosas porque para eso estoy yo señor.

-                      ¿Pero quien mejor que yo para saber cuáles son mis cosas? ¿No tendría mas sentido si yo mismo recogiera mis cosas?

-                      Solo estoy obedeciendo a Miyagi-sama señor… Por favor no intente subir de nuevo, de todas maneras, ya se le tiene restringido su acceso a la planta superior.

Y así de rápido se desvanecieron los privilegios que tenía Shinobu en esa casa, y los empleados cumplían a carta cabal esas órdenes, lo cual fue una decepción muy grande para el chico:

-                      Entonces… De todas estas maletas… ¿Cuáles son las de las cosas con las que vine y cuales son las que tienen las cosas que me dieron desde que llegué a esta casa?

El mayordomo afortunadamente sabia muy bien que contenía cada maleta, incluso la maleta con el “ajuar” de la boda había sido empacada tal cual como había llegado, cosa que le facilito a Shinobu saber a qué maletas le daría prioridad, y procedió a recibir el maletín de mano que le tendió el mayordomo que le indicaba que el taxi había llegado, y mientras salía con Shibata-san fue cuando noto cerca de la salida del garaje donde se parqueaban los autos al joven Ueda con una pequeña maleta detrás de él, inclinándose humildemente frente a quienes reconocía como los trabajadores de mas edad en la casa, y noto como su rostro mostraba una enorme tristeza y unos ojos que indicaban que había estado llorando… Shinobu de pronto sintió una gran culpa, porque eso solo indicaba que Miyagi al parecer había despedido al muchacho… Y entonces el joven empleado se acercaba a ellos con la mirada agachada arrastrando su maleta, ante lo cual Shinobu tuvo un enorme impulso de inclinarse para disculparse con aquel inocente chico, pero el mayordomo se anticipo a eso rompiendo el silencio antes que el:

-                      Ueda-kun ¿Ya te estas despidiendo?

-                      Si Shibata-san, ya estoy listo… Solo quería agradecerle el haberme dado la oportunidad de trabajar aquí para Miyagi-sama, el y usted me cuidaron mucho durante mi estadía, y debo decir que aprendí mucho… Espero poder aplicar esto en mi nuevo lugar de trabajo.

-                      ¿Estarás bien en la casa de Osaka? Si quieres puedes pasar a Kurashiki.

-                      Creo que a mi familia les agradara verme… No ido allá en 3 años… Serian como unas pequeñas vacaciones ¿No?... Gracias por ayudarme tanto Shibata-san

Shinobu sintió como la voz del chico se quebraba de a poco, sintiéndose tan mal, supo que debía disculparse de una vez en vez de dejar esos sentimientos callados en su interior:

-                      Ueda-kun… Debo disculparme por lo que provoque… Tu no tienes la culpa de lo que ha pasado… Estoy seguro de que si se enteran de que asumo totalmente la responsabilidad… Te volverán a traer aquí… Yo asumo mi responsabilidad ante cualquier autoridad en la familia Miyagi y te librare de cualquier sospecha Ueda-kun, porque has sido alguien infinitamente amable y me alegraría saber que seguirás trabajando directamente para Miyagi-sama

El chico abrió los ojos ante la determinación de quien fuera el conyugue de su amo, de hecho, vio que se había avergonzado ligeramente al verlo defenderlo de esa forma, pero su mirada ya no tenia ese brillo que le caracterizó cuando lo conoció, y con la humildad de un chico que proviene de una región rural de Japón evito que ese joven de clase alta siguiera haciendo esas declaraciones:

-                      Miyagi-san, usted fue muy amable conmigo… Pero también tengo que hacer frente a mis responsabilidades, y desafortunadamente falte en algo importante y ya no tengo la confianza de Miyagi-sama… Solo espero que con el tiempo pueda recuperar esa gracia y pueda volver a Tokio… De todas maneras, muchas gracias por defenderme de esa forma… Aun así, puedo ahora si ver a mi familia y hacerles saber que estoy bien en persona… Por todo muchas gracias.

El chico se inclino humildemente para despedirse y luego con su pequeña maleta arrastrándola se dirigió hacia la salida donde aparentemente otro taxi lo esperaba, Shinobu se quedó paralizado por unos segundos hasta que reaccionando de forma impulsiva agarro una de las maletas que había dejado en la entrada de la casa, sabiendo que en ella había algunos regalos de su esposo y luego corriendo con ella llamo al otro jovencito el cual quedo algo descolocado de ver a su ex – amo retenerlo de esa forma, y cuando Shinobu llego hasta el un tanto agitado Shinobu le entrega la otra maleta:

-                      Ueda-kun, de la forma mas humilde le pido disculpas… Y como ofrenda de perdón quisiera que se llevara esta maleta… Todo su contenido le pertenece… No hay ningún problema con que se quede con lo que ahí allí, a mi no me hace falta… Y además prácticamente somos de la misma talla por lo que podrá usar esas prendas sin problema.

-                      Pero señor… Yo no-

-                      Si no lo acepta me sentiré peor… Ya suficiente fue con provocar mi salida de esta casa y de la suya… Acepte mis disculpas por favor… Se lo pido humildemente…

-                      … Esta bien señor… Pero por favor no se humille así por alguien como yo señor.

-                      Es lo menos que puedo hacer con la única persona que me trato bien en esta casa y que de forma detestable no correspondió de la misma forma… No es suficiente para reparar lo que hice, pero al menos sé que podrá sacar provecho de lo que hay en la maleta. Gracias por todo Ueda-kun, y apenas pueda volver con Miyagi-san lo convenceré de que te traiga de vuelta… Es una promesa Ueda-kun,

El chico no sabía cómo responder ante tales afirmaciones, se sintió estupefacto ante eso, pero luego con una sonrisa un tanto ensoñada asintió positivamente ante esa promesa y volvió por ese camino directo a la salida del jardín. Shinobu esperaba no haber vuelto a engañar a ese chico, pero si llegaba a tener esa oportunidad de resarcir su error con ese chico lo haría. Luego volvió a donde estaba el mayordomo el cual, aunque aún serio se notaba algo sorprendido por lo que hizo el chico, pero no dijo nada en ese momento… Bueno hubo un tenso silencio después de eso hasta que la voz del mayordomo se oyó en un susurro:

-                      Yo le prometí a la familia de Ueda-kun que lo iba a cuidar bajo mi protección… El es un chico lleno de vitalidad y es increíblemente amable y bondadoso… Le había enseñado como comportarse en esta casa y estaba aprendiendo muy rápido… Miyagi-sama le había tomado mucho cariño y esperaba que con el tiempo… El pudiese quedar aquí de planta… Él no quería quedarse en Kurashiki, él quería quedarse en Tokio porque quería estudiar… Al menos convencí a Miyagi-sama que no lo despidiera, sino que se quedara en la casa de descanso que tienen la familia Miyagi en Osaka… Pero no es lo que quería en verdad Ueda-kun… Tal vez esto sea una lección dura para él, una que rompe con esa inocencia que el aun posee… Solo espero que esto que paso no amargue su corazón.

Por como lo había dicho, con un tono dolido, uno melancólico y un reproche velado, Shinobu logro intuir que Shibata-san velaba por el chico Ueda, y era responsable de él ante la familia de este… La culpa solo se acrecentó al saber que había provocado también la salida del chico de la casa de su pronto exesposo y posiblemente seria el culpable de dañar sus sueños, pero antes de que pudiera decir algo, el mayordomo se quito ese rostro triste que tuvo por unos momentos para volver a su semblante parco y con el tono de voz igualmente serio le indico que el taxi estaba esperándolo y que debían proceder a recoger sus maletas, por lo que Shinobu, rápidamente procedió a volverse y seleccionar apenas 3 maletas que ya había escogido además de su bolso de mano, y pedirle que subiera esas maletas al taxi dejando las otras maletas en el hall, a lo cual el mayordomo le inquirió con preocupación:

-                      Pero señor, si quiere pedimos otro taxi para llevar las otras maletas… No se preocupe por eso.

-                      Es que mis cosas están en estas maletas… Las otras contienen recuerdos dolorosos o fueron prendas que nunca realmente necesite y que nunca use así que no me harán falta.

-                      Pero Miyagi-sama dio orden que usted se llevara todas sus pertenencias, incluyendo los regalos que el amo le dio desde que llego a esta casa.

-                      No las necesito… Si les preocupa desobedecer a Miyagi-san, pueden disponer de esas pertenencias como mas les plazca… Yo ya no las quiero, además de que a donde pienso ir serán un estorbo.

-                      Pero señor… Nosotros no podemos hacer eso…

-                      Si tanto el señor Miyagi se quiere deshacer de mis cosas, pueden perfectamente donar eso a la caridad… De hecho, así me sentiría menos mal… O incluso pueden hacer una especie de venta de garaje y con ese dinero aportar a alguna causa benéfica… Seguro les iría bien porque hay mucha ropa de marca en esas maletas incluso con etiquetas intactas… Estará más que bien.

El hombre mayor no sabia que decir, pues aparentemente no esperaba que Shinobu hubiese tomado esa clase de decisiones, seguramente esperaría que el se fuera con su arsenal de maletas, y ante eso Shinobu dijo, aunque en un tono mas amargo del que pretendía dar:

-                      Yo mismo hubiese organizado esa venta si mi espo- Digo Miyagi-san, me hubiese dado un tiempo mas extendido para organizar mi salida de aquí… Pero bueno, supongo que quería deshacerse de mi lo antes posible… Yo creo que ya no debo alargar más mi estadía aquí… Solo espero que no se me haya quedado algo mío aquí… No sabría cómo recuperarlo.

-                      Si hay algo que reconozca que sea suyo, se lo entregare a Yamada-san… Seguro él se lo hará llegar.

-                      Es curioso… no he podido contactar con Yamada el día de hoy… Pero de seguro que si Miyagi se lo pide el me entregara lo que me haga falta… Bueno, supongo que ya debo irme ¿No?

El mayordomo se inclinó ante el de forma respetuosa… De todas formas, siempre fue un hombre con maneras impecables por lo que el chico no podía reprocharle nada, pues nunca se sintió discriminado… Tal vez si ignorado hasta cierto punto, pero eso nunca se hizo notorio en su estadía. El hombre se despedía formalmente de él, haciéndole ver de pronto que ya no podría volver a esa casa, probablemente en un largo tiempo:

-                      Lamento que las cosas hayan sucedido así Miyagi-san, aun así, si llega a volver, estaremos gustosos de atenderlo de nuevo. Que tenga un muy buen viaje.

-                      Si… Gracias Shibata-san, lamento no haber estado mas activo en esta casa… Si por alguna decisión del destino vuelvo a esta casa… Les aseguro que me involucrare mucho mas con ustedes, y así me podrán conocer más allá de ser el conyugue de Miyagi-sama… Aun así, quiero agradecerles por haber hecho de mi estadía aquí un momento muy confortable.

Despidiéndose con una ligera reverencia procedió a tomar camino hacia el taxi que aún lo seguía esperando, y entonces el mayordomo levantando la voz de una forma inusual le pregunto:

-                      ¿No tiene ningún mensaje para Miyagi-sama?

-                      ¿Así como unas últimas palabras?... Solo dígale que no me voy a rendir… Solo dígale eso… Gracias Shibata-san

Y luego de eso con su maletín de mano, el chico con paso presuroso llego al vehículo y entro en él, luego dándole una ultima mirada a la gran mansión el cual empezaba a alejarse a medida que el vehículo empezaba a tomar su camino… El mayordomo se quedó allí viendo como el taxi salía de la propiedad, de alguna forma alcanzaba a divisar un gesto preocupado, seguramente por no saber bien que hacer con esas maletas que se quedaron allí… Y entonces mientras Shinobu silenciosamente se despedía temporalmente de lo que considero por un tiempo breve su hogar, sus pensamientos fueron interrumpidos por el conductor que le pidió la dirección del destino de ese viaje… El chico realmente no sabía a donde ir exactamente… Pero entonces sus ojos se iluminaron ante una idea que le llego a su mente y con decisión le dijo:

-                    Lléveme al distrito financiero por favor.