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Mientras no tengamos rostro por XIVA

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Notas del capitulo:

Hola chicas!!! Volvi como es acostumbrado… En este capitulo digamos que se vera la prolongación de lo que sucedió en el capitulo anterior… Veremos a un Shinobu con una mezcla de sentimientos… ¡Pobrecito! Como no tiene experiencia en esto no sabe que pensar ni que sentir… Asi que no se pierdan este capitulo.

Novena Parte: Nuevas sensaciones

 

La luz de la mañana despertó a un sereno Shinobu, quien abrió sus ojos con dificultad, pues sentía su cuerpo agotado de tantas emociones que había sentido en la noche anterior, se levanto para admirar el espacio vacío de sabanas revueltas que correspondía al lado de la cama de su esposo… Al recordarlo un suspiro profundo se filtro de su pecho, y una dulce sonrisa se dibujo en sus labios rememorando que había dormido abrazado a su cónyuge la noche anterior, mientras los dedos de su mano se alzaron para acariciar ese lugar donde respondiendo a aquel pasional recuerdo reanudo la sensación de hormigueo que estaba invadido desde que unió sus labios con los de su marido… Esos labios perfectos, ni muy gruesos ni muy delgados, suaves pero firmes… Expertos… Un pensamiento negativo cruzo fugazmente por su mente… ¿Seria su esposo alguien muy experimentado en esos menesteres? ¿Cómo podría haber adquirido esa experiencia si no soporta estar cerca de personas desconocidas? ¿Algún amante del pasado?... Shinobu sacudió su cabeza para despejar esas ideas, ahora los labios de Yoh le pertenecían… Esa sensación era exclusiva de él, y eso hizo agitar su corazón… Ahora si se sentía mas como casado.

Y su humor no podía estar mejor, miro su reloj y aun eran las 8 de la mañana, no tendría clase sino hasta por la tarde así que bajo a la cocina para pedir su desayuno con un ánimo tan ligero, todos los empleados notaron la jovialidad con la que se había levantado su joven amo, se lo veía radiante.

Después de desayunar subió a su habitación y procedió a marcar desde el teléfono a la oficina de su esposo, ya se sentía ansioso de escuchar la varonil voz de su esposo:

-              ¿Shinobu-chin? ¡Buenos días mi adorable esposo!

-              Yoh-san… Buenos días… Uhm…No me llames así por favor…

-              ¿Qué? ¿Adorable esposo?... Pero es que lo eres… Además ya me informaron que te ganaste un par de fans anoche.

Shinobu recordó al par de señoras que no paraban de decir que él era “adorable” y supuso que se trataba de ellas:

-              Bueno… Ellas fueron muy amables conmigo

-              Les caíste muy bien, así que ten más confianza, así será con el resto de la familia… Además ya tienes a mi madre en el bolsillo, el resto no será difícil.

-              ¿Aunque sea un Takatsuki?

Yoh suspiro ante el comentario de su esposo, porque era una realidad que ambas familias no se habían llevado bien antes:

-              Aquí se trata de ti Shinobu-chin… No de tu familia, así es como debemos manejarlo… Kyosuke intentara polarizar a la familia trayendo a colación lo que tu familia hizo en el pasado… Pero si tú muestras esa energía y ese temple, te ganaras el respeto y el cariño de mis familiares… No te dejes eclipsar por mi hermano.

Shinobu asintió emocionado de escuchar a su esposo darle tantos ánimos, apoyándolo, teniéndole tanta fe, y eso lo reconfortaba… Así que sin proponérselo dulcifico su voz a medida que hablaba con él:

-       Yoh-san… Gracias…

-       No gracias a ti… Me has traído vida… Ahora que por fin pude probar tus labios… Me siento más satisfecho.

Shinobu sintió calentarse aun más, y no pudo reprimir una tonta risita que contagio a su esposo en otra risa cómplice, ahora se parecían más a una pareja de recién casados… Entonces el jovencito dijo en un tono tímido:

-       ¿Te gusto el beso Yoh-san?

Una pausa breve añadió una leve tensión a una respuesta anunciada:

-       Veo tus ojos, recordando tu boca, sueño despierto

Shinobu se quedo en silencio, porque esa respuesta de su esposo no podría provenir más que de un aficionado a los haikus:

-       Es de un poeta anónimo… Pero fue lo primero que se me vino a la mente… Desde anoche no he podido olvidar la sensación de tus labios unidos a los míos… ¡Ugh! Nunca había dicho cosas tan cursis ¡Debo sonar ridículo!

El jovencito que se quedo sonriendo embobado al rebobinar mentalmente esas palabras y volverlas a reproducir en su cerebro, al oírlo tan lindo reprochándose por perder esa postura seria y masculina, se empeño en que no se perdiera esa linda faceta:

-       ¡Yoh-san, no suena ridículo!... Eres muy dulce… Yo tampoco he podido olvidar el que ha sido mi primer beso verdadero…

-       Si… Lo sé…

-       ¿Cómo lo supiste? ¿Tantos detalles de mi vida sabes que hasta eso lo investigaste?

-       Aunque sé que quieres oírme hablar como un acosador… La verdad es que eso lo intuí por cómo me besaste

-       … Como… ¿Tanto se noto la torpeza que te indico que era primerizo?

-       No – Una risa se filtro en el auricular, pero no era de burla sino de enternecimiento, así lo pudo identificar el muchacho – Fue por el candor y esa dulzura inquietante que despedían tus labios y como los mecías al besarme… No era algo de alguien que ya estaba acostumbrada a besar… No sé, es algo que no puedo explicar bien pero si sentir… Y solo puedo confirmarte que es bastante adictiva esa sensación

Shinobu se sintió enrojecer aun más, no podía contestar a eso sin sentir que se moría de vergüenza… Aunque esa declaración sonaba más apropiado para una doncella virgen que para el… No podía evitar sentirse conmovido ante esa observación… Sabía que su esposo era agudo… pero con eso se sorprendió… Pero el nudo se agrando cuando su esposo en un tono más intimo… Un susurro más profundo tal cual como si lo estuviera haciendo directamente a su oído profirió:

-       Quiero que lo repitamos cada vez que nos veamos… En realidad estoy ansioso de que ya sea de noche para volver a besarte y tenerte en mis brazos

Shinobu casi se desmaya… En serio si se estaba portando como una doncella virgen siendo galanteada por un maduro caballero, así que apenas pudo forzar a su boca a contestar a quien percibía un emocionado esposo al otro lado de la línea:

-       Yo también quiero que la noche llegue pronto… Yoh-san

Y sintió esa pausa cargada de tensión sensual, sentía como su esposo contenía la respiración, como evitando decir algo que asustara a su candoroso esposo, como si con cualquier frase cariñosa de su parte empezara a desanudar una faceta más sensual del mayor… Esa sensación de poder lo estaba embriagando, y sentía que él iba a contestar algo pero entonces oyó una voz amortiguada en el fondo, al parecer dirigida a él, el cual después retomo su postura seria:

-       Shinobu-chin parece que tengo que dejarte, ya tengo que empezar una reunión… Entonces… Nos veremos en la noche ¿Está bien?

-       ¿Nos veremos o nos oiremos en la noche?

-       No… Mejor aun… Nos sentiremos… Y gracias por la llamada… Cuídate…

Y entonces colgó dejando a Shinobu con un corazón latiendo aceleradamente, y sin poder evitarlo se tumbo en la cama y se tapo con uno de los cojines para esconder su rostro sonrojado de la vergüenza… Esa ansiedad no se iría y solo seria calmada cuando llegara la hora de ese prometido encuentro.

El día transcurrió tal como era rutinario en el joven, después de recibir su clase y de coordinar sus tiempos de estudios, ya que tenía que presentar algunas evaluaciones pronto, la tarde se transformo en noche, y cuando menos lo espero Shinobu ya se encontraba en la mesa cenando en la sala de estar, ya que si lo hacía en el comedor se sentiría desolado, al menos allí podía distraerse revisando algunos artículos académicos de algún premio Nobel de economía, a la vez que ya debía estar estructurando un anteproyecto para lo que desarrollaría como su tesis, el jovencito cayó en cuenta que esa noche probablemente proseguiría lo que había charlado con su esposo en la mañana, lo que lo puso ansioso inmediatamente, haciéndole guardar su laptop y los papeles con sus cuadernos y los guardo en su maletín, para dirigirse al baño sin percatarse que había dejado la mitad de su ya fría cena encima de la mesa, para empezar a acicalarse para lo que el intuía seria un encuentro más cercano con su esposo.

Para cuando salió del cuarto de baño, el ya tenía ropa para dormir satinada y delgada, se había bañado minuciosamente, se había aplicado loción en su cuerpo, se había peinado, aunque sabía que era algo ridículo porque Miyagi no le vería en la oscuridad, esperaba que el haber pasado las cerdas del cepillo haría sentir su cabello mas sedoso, como para pasar los dedos entre ellos, y ante ese pensamiento, Shinobu sacudió su cabeza embargado de vergüenza… Solo se aseguraba de estar presentable para su esposo, después de todo estaba en el manual el que estuviera siempre con aspecto presentable para atender a su esposo, y sobretodo gustarle… Si, sonaba muy arcaico ese pensamiento y mas con la emancipación de la mujer, porque suponía, estaba dirigido principalmente a las mujeres que contraían matrimonio con alguno de los Miyagi, pero siendo él un caso más particular, podría sonar más que desubicado… Pero… ¿Tenía algo de malo emular el toque de coquetería de una mujer recién casada?... Suponía que si ponía un poco más de interés en su arreglo personal, para compartir el tiempo que destinaba con su esposo, sentía que atraería la atención de su esposo, sin necesidad de llegar a algún extremo incomodo… Pero… ¿Por qué de repente tenía ese interés después de que ya había usado su tiempo de forma menos intencional? ¿Estaba consciente de que su perspectiva y corazón estaba cambiando?... Pues debía reconocer que ahora estaba más dispuesto a compartir más momentos íntimos, algo que el mismo no concebiría tiempo atrás… Y en eso pensó cuando llego a su cama para retirar la colcha y las sabanas y esperar al mayor sentado e inundado de emociones que apenas empezaba a descubrir, porque esa espera lo tenía al borde del nerviosismo, ahora que ya sabía lo que podría pasar, ya estaba más consciente de su esposo y de lo que harían, aunque él nunca hubiese creído que él era gay, debía reconocer que podría ser que es estaba enamorando de su esposo, no porque le atrajera por ser hombre, sino porque estaba apreciando cada vez más su persona, y que sabía que era alguien en quien podría apoyarse, aunque lo llevara conociendo tan poco tiempo. Y tratando de apaciguar su impaciente corazón, simplemente se dedico a pasar el tiempo recreándose en planes a corto plazo como por ejemplo, que debería buscar un empleo, en especial para hacer valedera la pasantía para graduarse de la Universidad y planeaba decírselo a su esposo para trabajar en alguna de las empresas Miyagi, y así estuvo por un rato mas, tranquilizando a su cuerpo, corazón y mente.

 

*****

 

Shinobu no quiso presionar a Miyagi, esa especie de abrazo que habían estado compartiendo se había prolongado bastante, pero era como si el también estuviese nervioso y no supiera cómo proceder a algo más “interesante”; lo sintió llegar a la habitación y el estaba extrañamente callado y distante, algo así como manteniendo el trecho entre ellos, uno que fue anulado con el beso de la noche anterior, y Shinobu quería oír a aquel hombre que por teléfono le decía que estaba tan ansioso por volver a estar con él, pero ahora estaba incluso más tímido que cuando fue su noche de bodas. No podía negar que el tono de voz que el tenia era mas cálido que el que tuvo al inicio, pero seguía sin aparentemente interés en acercarse a él, y buscaba excusas para mantenerse en su lado de la cama mencionándole sobre como había retirado el sistema que permitía grabar y monitorear las líneas telefónicas de su casa, como si fuera un tema suficientemente interesante para Shinobu, y el aunque agradecía su comprensión, y el que cumpliera su palabra, obviamente no pudo disimular su poco entusiasmo.

Viendo el joven que su esposo no parecía proclive a hacer el acercamiento del cual habían hablado en la mañana, decidió tomar otro rumbo, y empezó a mencionar sobre validar su pasantía trabajando en una de las empresas Miyagi para poder graduarse pero sobre todo para poder informarse de cómo su esposo maneja las empresas y poder llegar a ser su mano derecha, y no el típico conyugue adorno que solo se dedicaría a lucir bien y organizar eventos para evidenciar su buena fortuna ante la sociedad, si no que pudieran trabajar hombro a hombro, ser iguales, ser compañeros y socios a la vez que esposos… Sus planes estaban involuntariamente abarcando un lapso de tiempo mayor al del tiempo de gracia para el divorcio, Shinobu no se percato de eso hasta que Yoh se lo menciono en un tono distintivamente travieso:

-              Parece que mi plan esta poniéndose en marcha.

-              ¿A qué te refieres?

-              Ya estás haciendo planes que van mas allá del año y medio en el que puedes permanecer como mi esposo… ¿Si te percatas que cada vez estas más apegado a mi?

Obviamente el muchacho se incendio con lo que eso implicaba, y se regaño mentalmente por haber perdido el rumbo, pero lo que más lo afecto fue lo fácil que estaba dejándose llevar en ese matrimonio; se había impuesto una meta de permanecer lo menos afectado de lo que ocurriera en el matrimonio, y eso quería decir que no podía dejarse encantar por su marido… La verdad él creía que iba a ser más fácil si no pudiera ver a su esposo y esas extrañas condiciones podrían favorecer el distanciamiento de su conyugue, tal vez le estaba tomando por asalto, o más bien un furtivo asalto, que cada acto o palabra que su esposo le decía (O susurraba) le empezara a afectar tanto, y más ver que ese hombre desconocido hasta hace poco para él, lo defendiera y lo colmara de atenciones que aunque el tratara de rehusar, colmaba filtrándose en su corazón ese anhelo de ser amado, de ser importante para alguien, y ahora verse expuesto por esa persona solo disparo la alarma de pánico en Shinobu:

-              ¿Acaso estabas tratando nuestro matrimonio como un plan insidioso para intentar algo raro conmigo?

Yoh solo se limito a reír, descargando un poco la tensión que aun subyacía en ese momento, el joven se sentía algo burlado, había caído en la provocación de su esposo como un niño, y frunció su ceño al notar que el también podía pronosticar su reacción y luego provocarla sin inmutarse con su enojo, y de los nervios, inevitablemente paso al enojo, por lo que se levanto furiosamente de la cama y tropezándose a tientas dio la vuelta a la cama mas por producto de la rabia y cuando sintió el hombro del hombre y percatarse donde estaba luego le dio un empujón mientras le increpaba:

-              ¡Tú eres el loco! ¡Ya no te rías de mi viejo!

Y eso solo pareció hacerlo reír a carcajadas a el mayor, y sin importar si pudiera verse como un chiquillo haciendo una rabieta, se le tiro encima golpeando con sus puños el pecho de ese hombre, pero extrañamente no podía usar más fuerza que una que resultara fastidiosa mas no violenta, y le lanzo amenazas como “¡Te voy a dar una paliza!” o “¡A mí me respetas vejete verde!” hasta que se detuvo cuando Yoh en un movimiento rápido encarcelo al delgado muchachito entre sus fuertes y desnudos brazos y cortando así el impulso que tenia y lo mantuvo quieto debido a la sorpresa de aquel inesperado movimiento, iba a proferir otro insulto cuando la voz susurrante de Yoh se percibió en medio del silencio, aunque los latidos del joven amenazaban con hacerse evidentes de como violentamente se convulsionaba en su pecho:

-              Me encantas mas cuando te enojas Shinobu-chin

El muchacho apenas y podía proferir un “¡Suéltame idiota!” cuando ahora sentía que la presión de esos brazos aumento para luego volver a escuchar ese susurro suave pero grave filtrarse hasta sus oídos:

-              ¿Podríamos permanecer así un momento?

El jovencito no respondió con agresividad, ni con si, y allí se quedo en silencio esperado por el mejor momento para soltarse de ese abrazo, evitando cualquier movimiento de su parte, dejando que los minutos pasaran sin saber bien si podría hacer que la situación “avanzara” o si se quedara en ese abrazo, pero luego sintió a Yoh olfatear su cabello y luego darle besos a la corona de su cabeza mientras el hombre volvió a decir con un tono que sonaba embelesado:

-              Hueles muy bien Shinobu-chin… ¿Te arreglaste para mí?

Y eso fue lo que colmo la paciencia del menor y volvió a intentar zafarse del abrazo mientras le gruñía algo como “¡En tus sueños viejo!” pero el abrazo no cedía y menos cuando el hombre ya en tono más firme lo dejo quieto:

-              ¡Te dije esta mañana que íbamos a repetir lo de anoche y lo vamos a hacer!

Y sin que Shinobu pudiera emitir su planeado “¡Espera Yoh-san!” unos labios ansiosos se apoderaron de los de el, cercando aun más el cuerpo del muchacho, y el jovencito apenas pudo emitir un sonido amortiguado por la boca de su marido… Pareció un gemido… El jovencito no dio importancia ya que para cuando lo recordó ya estaba pasando sus brazos alrededor del cuello del hombre más alto y apretarse contra él, indicándole que podía profundizar el beso algo que el hombre accedió gustoso.

Se podría decir que Shinobu estaba muy encantando por el momento, había acallado esas voces racionales sobre las implicancias de olvidar que no debía bajar la guardia, las reprimendas de su conciencia sobre dejarse llevar tan fácilmente por ese hombre que parecía tan maravilloso pero que no conocía del todo, y sobretodo reconocerse a sí mismo que tal vez estaba jugando a ese juego porque quería disfrutar del placer de sentirse querido o al menos deseado en cierto grado, pasando de largo el tema de la duda de su sexualidad o de la falta de afecto que tuvo en su vida, o probablemente el despertar tardío de su libido, pero algo era cierto para ese muchacho, y era que esa lengua cálida y húmeda que invadía su boca le estaba dando sensaciones que jamás pensó sentiría, sus mejillas estaban tan enrojecidas que seguramente emitían su propia fuente de calor, su corazón palpitaba alocado y sus manos estaban tan inquietas que se paseaban por el cuello ancho y los cabellos inesperadamente suaves de su esposo, aferrándose a él, abandonándose a ese beso; él no podía responder con esa misma pasión, era tan inexperto que no sabía cómo responder sino mantener su boca accesible para él, y al parecer eso fue suficiente, el hacia todo el trabajo y el joven solo pudo reconocer que en esos menesteres no tenía experiencia previa y nublaba su juicio para intentar rechazar cualquier avance. Así permanecieron hasta que Shinobu sintió que no podía proseguir debido a la inevitable falta de respiración, y el hombre apenas separo sus labios de los de él, deslizo sus labios a la frente acalorada de Shinobu para darle unos cortos besos y suspirar satisfecho al ver que igualmente terminaron haciendo lo que torpemente habían evitado hacer inicialmente, y con un tono complacido susurro contra la frente levemente sudorosa:

-              Pero me encantas mas así… Cuando te dejas llevar por mi

-              No te engañes… El beso se da porque yo también accedo, no es como si fuera solo por tu voluntad

-              Pero si no te tomo por sorpresa seguro harías lo que fuera por evitarlo

-              ¡No asumas cosas que no son ciertas!

-              … ¿Entonces… Es tu voluntad dejarte besar así por mi?

El joven volvió a regañarse por su impaciencia, volvió a evidenciar lo que el trataba de no hacer obvio, y solo permaneció en silencio, sabiendo que el quedarse callado solo le daba la razón a Yoh, lo que hizo que ese hombre simplemente lo volviera a abrazar, pero Shinobu sabía que había una sonrisa amplia en los labios de ese hombre, y no podía permanecer enojado cuando eso que estaba pasando era también deseado por él, y respondiendo a su abrazo contesto a esa pregunta que había emitido el mayor y después de un rato, Yoh le susurro que ya debían prepararse para dormir y Shinobu accedió, y para evitar levantarse simplemente gateo sobre la cama hasta llegar a su lado y cubrirse con el plumón, mientras Miyagi hacia lo mismo, y ya abrigados el mayor volvió a emitir en un tono más sosegado:

-              Shinobu-chin probablemente mañana llegue temprano… Quiero cenar contigo…

-              ¿En serio Yoh-san?... Pero… ¿Cómo…?-

-              Sera una sorpresa mi adorable esposo… Solo llega a casa después de las 8, y no te ocupes para esa hora… Tampoco llegues a casa antes de esa hora… ¿Está bien?

-              ¡Te dije que no me…!... No importa… Está bien Yoh-san

-              ¿Huh? Ahora volví a ser Yoh-san cuando antes me llamabas “viejo” o “idiota”

-              Y ten por seguro que te llamare así otra vez si te portas mal… Y deja de llamarme adorable… ¡Soy un hombre!

El hombre rio con ganas ante la insolencia de ese jovencito que se vio asediado por una mano que le tomo de la barbilla le volteo el rostro para volver a ser víctima de unos labios roba-aliento que lo volvían a besar profundamente y con movimientos sensuales que el jovencito no pudo amortiguar en esta ocasión un suave gemido producto de un inexplicable placer que lo invadió. Y cuando el hombre se separo de esa pequeña boca entumecida le susurro:

-              Mañana consentiré a mi lindo esposo… Que descanses Shinobu-chin

Y el jovencito apenas susurro un corto “Buenas noches” mas por inercia porque su mente estaba adormecida, y no pudo detener el suspiro que surgió de su pecho mientras se volvía para darle la espalda y se quedaba aun preguntándose de porque había emitido ese sonido cuando fue besado, y no quería pensar mas allá de si eso fue producto de la sorpresa, o si estaba experimentando placer al sentir esa boca siendo poseída por la de su esposo, y ese pensamiento lo dejo confundido… Tal vez solo fuera paranoia de parte de él, y trato de desechar ese pensamiento para abandonarse al sueño que hacían sus parpados pesados, pero esa idea permanecería con el día siguiente y los subsiguientes días.

 

****

 

Shinobu no logro concentrarse en la mayoría del día, mientras trataba de conciliar la idea de que su esposo quisiera cenar con el… Pero no lograba imaginarse como lo harían sin lograr verse… Aunque… Esa iniciativa de su marido lo entusiasmo tanto que decidió en determinado momento que no se esforzaría más en anticipar ese momento y simplemente dejarse llevar por las circunstancias y experimentar la sorpresa que le tenía deparado su esposo. Pero a pesar de haberse autoconvencido de que eso era lo mejor que podía hacer en esos momentos, ahora la lectura de uno de los capítulos del libro sobre la Globalización de Joseph Stiglitz se le asemejaba a un ladrillo y poco apetecible.

Y cuando la noche llego la ansiedad del muchacho creció exponencialmente, así que cuando llego a las puertas de su hogar a las 8:30 estaba tratando de controlar sus nervios; apenas atravesó el genkan siendo recibido por la ama de llaves que le recibió el maletín y su chaqueta para que estuviera mas cómodo aunque pidió el paquete que el joven tenía en sus manos este se rehusó a dárselo pero antes de aclarar que era, el mayordomo se presento ante el anunciándole que “Miyagi-sama lo está esperando en su habitación” a lo que el jovencito respondió con un incontrolado sonrojo, y con nervios apenas balbuceo señalando la bolsa de papel que traía en la mano:

-       Uhm… Traje… Un postre

-       Señor es un excelente detalle… Espere un momento ya le traigo platos y cucharas

-       No… No es necesario… Aquí ya traigo cucharas de plástico… No se preocupe

-       Entiendo señor… Entonces permítame guiarlo a la habitación…

-       No se preocupe yo puedo ir…

-       Insisto señor… Tengo ordenes de guiarlo a su habitación

-       Muy bien… Entonces vamos

Se había sorprendido mucho de enterarse que su esposo planeaba la cena en la habitación… De pronto eso indicaba que… Posiblemente esa cena sea la celebración de que por fin Yoh había decidido dejarse ver ante el… Y ese pensamiento lo entusiasmo demasiado, tanto que el trayecto se le hizo tan lento… Sin embargo apenas llegaron a la sala de estar, noto que la puerta estaba cerrada y que la luz no se filtraba por debajo, entonces la habitación estaba a oscuras… Por lo que el joven quedo aun mas confundido y por supuesto desilusionado porque su secreto anhelo no se diera en esa ocasión; el mayordomo se giro para verlo y mostrándole un antifaz ciego le indico que se lo dejara poner, cosa que asusto un poco a Shinobu; el antifaz era de cuero negro, su solo aspecto tenia evocaba sordidez, algo sádico, algo le revolvió al joven en su interior, pero el hombre insistió que debía dejarse ponerlo pues solo así podría ingresar a la habitación y que solo servía para entrar, pues ya en la habitación podría quitárselo, el jovencito luego pensó que eran demasiadas medidas para que Yoh pudiera seguir haciendo que su aspecto permaneciera en anonimato, así que ya sin más excusas se lo dejo poner y luego el mismo hombre después de cerciorarse que el muchacho no podía ver le guio tomándolo de la mano y el chico se sintió desplazarse lentamente hasta la habitación, donde escucho a su esposo pedirle al mayordomo que ya podía retirarse y decirle a el que él le avisaba cuando retirarse el antifaz.

Pasaron un par de minutos, donde Shinobu efectivamente no noto ninguna diferencia a cuando tenía los ojos cubiertos, por lo que le tomo sorpresa cuando sintió la gran mano de Yoh guiarlo posándose en su espalda para llevarlo en la mesa improvisada en frente de la cama, asumía el joven, entonces Shinobu recordó que llevaba algo y lo dijo en un tono algo tímido:

-       Yoh-san… Traje postre… ¿Lo podemos comer después de la cena?

-       Ya me preguntaba sobre lo que traes en la bolsa y que no quisiste dejar… ¿Qué trajiste?

-       Es un mousse de limón con chocolate blanco… ¿Te gusta?

-       Suena muy bien… Dame eso… Ven te llevo a tu asiento

Y entonces el joven después de entregarle la bolsa a su esposo que al parecer lo dejo encima de la mesa para luego caminar un par de pasos sintió sus hombros ser presionados para que se sentara y con dificultad en ese asiento y luego sentir como de forma muy caballerosa su esposo le ayudaba a empujar dicha silla hacia adelante ahora notando la mesa que tenia al frente, después sintió a su esposo sentarse frente a el y luego tomarle las manos:

-              Como asumo que nunca has hecho esto te guiare… Ubica todo por cuadrantes… Como si fuera una brújula, al norte – Y deslizo la mano del chico hasta que le hizo sentir algo de cristal – Aquí está el vino… Al oriente – Y volvió a llevar la mano esta vez sobre la mesa – Aquí están los cubiertos, si vamos a comer así es mucho mejor con cubiertos que con palillos y la servilleta… Y al occidente – En línea recta la mano atravesó hasta llegar a un plato pequeño – Aquí está la ensalada… Y bueno tu plato esta aquí – Y de nuevo condujo su mano justo al frente del muchacho – Y para que ubiques lo que quieres comer, piensa en el plato como un reloj, a las 10 están las papas, a las 2 está el pollo que está cortado para que te sea mas fácil, a las 6 tienes unos vegetales a la parrilla… Si tienes alguna duda dímela.

Y después de agradecer por lo que iban a comer ambos empezaron esa tarea que aun siendo rutinaria, ahora privado de la vista se había tornado en algo mucho más dificultoso, tanto que en un par de ocasiones Shinobu levantaba el tenedor sin nada en ella lo que lo hizo maldecir involuntariamente, haciendo que Miyagi se riera ligeramente:

-              ¿Tienes algún problema con tu plato?

-              No sé tú, pero no estoy acostumbrado a comer a ciegas, es mas no tengo idea como es que puedes manejar bien el moverte en la oscuridad

-              Ha sido practica de muchos años debo reconocer, siempre y cuando sepa que hay en mi plato y como está dispuesto puedo comer con tranquilidad… No había hecho esto con compañía antes, simplemente lo hago regularmente porque me provee una experiencia novedosa a como almuerzo o ceno normalmente… He aprendido a no verlo como algo extraño de hacer, es más, al privarte de la vista, tus otros sentidos se agudizan: el gusto, el olfato… El tacto… Todo provee una experiencia muy diferente cuando te has apoyado mucho en lo que ves… La sensación es un universo incomparable. Por ejemplo – Y entonces el chico sintió como la mano de su esposo tomaba con suavidad su barbilla – Abre la boca – El muchacho le obedeció algo reticente, pues no sabía que quería probar su marido. Y fue cuando sintió el tenedor con algo rozando sus labios, asustándolo un poco – Tranquilo, solo cierra la boca lentamente, y siente como la corteza de la papa cruje mientras la muerdes… ¿Sientes el sabor? – El chico asintió al notar que el sabor de aquel bocado era mucho más intenso de lo que sería normalmente - ¿Notas otros ingredientes aparte de la papa y el queso?

Shinobu sonrió y ahora comprendía lo que su esposo quería decirle:

-              Siento el ajo, la pimienta y el romero… Y… ¿Nuez moscada?

-              ¡Vaya eres bueno!... Ahora notas la armonía de los sabores…

Y Shinobu solo pudo ensanchar su sonrisa, era una experiencia extraña pero tan interesante, algo que podían compartir ambos, y de alguna forma se sentía más cercano a Yoh:

-              El pollo fue cocinado en una salsa de vino ¿Cierto?

-              Si, más específicamente en el vino que acompaña la cena

-              Si tienes razón… Este vino esta delicioso… ¿Es francés?

-              No… De hecho es de Chile… Montes Cherub si no está mal… ¿Te gusta el maridaje?

-              Ahora que ya me apoyo más en el olfato y en el gusto… Siento un fuerte sabor a fresas… Es increíble, todo esto ha sido increíble…

-              Me alegra Shinobu-chin

Y así prosiguió la cena en medio de charlas sin importancia y bromas de Miyagi, y Shinobu cada vez se sentía mas desinhibido, sentía un leve mareo… No sabía si era que estaba embriagado por el vino, porque no estaba acostumbrado a beber y por eso se estaba sintiendo “entonado”, o debido a esa particular experiencia, el hecho de que por primera vez estaban compartiendo una cena, estar en un momento cotidiano pero a la vez tan mágico, Shinobu no rechazaba como Miyagi de vez en cuando alargaba su mano para acariciar la suya, o deslizar sus dedos para rozar su mejilla, susurrarle que estaba feliz de comer junto a él… Los sentidos de Shinobu estaban disparados, incluso su vista empezaba a alucinar cuando sentía un inesperado roce… Y ahora mucho más receptivo cuando su esposo le indico que debían probar el postre, el chico asintió bobamente como si su esposo pudiera verlo, y entonces Miyagi después de abrir con facilidad aparente el empaque y liberar el fragante postre dijo en tono entusiasmado:

-       Huele delicioso… Nunca he probado esa combinación antes pero promete bastante… Aquí toma esta cuchara… ¿Lo compartimos?

-       Claro… Por eso lo traje…

Y fue como Miyagi guio la cuchara de Shinobu hacia el postre para que hundiera el cubierto en la esponjosa y suave textura del mousse, para que luego pudiera llevarlo con cuidado a su boca, y su paladar se inundo del sabor cítrico del limón y la voluptuosidad del chocolate blanco, y el jovencito que por lo general no era tan proclive a los dulces sintió que podría volverse adicto, sonrió de nuevo, y sintió como su esposo no perdía elogios en su elección del postre, cosa que hacía que Shinobu disfrutara de esos momentos íntimos… Fue cuando en un momento, el joven exclamo una maldición cuando sintió que el bocado de postre que iba a meter en la boca se resbalo de la cuchara justo antes, deslizándose en su comisura y barbilla y cayendo probablemente en su regazo, entonces su esposo se incorporo en la mesa alargo la mano de nuevo para tomar la barbilla del chico, y entonces Shinobu sintió el aliento de su esposo con olor dulzón sobre su rostro, y lo escucho susurrar algo como “Me encargare”… Sintió unos labios rozarse contra su comisura, y el no pudo hacer nada de lo paralizado que estaba… Luego una lengua se deslizo sobre su barbilla y lo escucho vibrar de satisfacción “Mmmm así sabe mejor” el chico sintió el familiar hormigueo de nuevo extendiéndose desde esa zona, iba a decir algo pero no pudo… Unos labios se habían apoderado de los suyos, succionando deleitosos porque Shinobu sabia a mousse de limón con chocolate blanco… ¿O simplemente porque sabía a Shinobu?... Y sin demora empezó a responder el beso aferrándose a su cuello, hambriento y sediento de su esposo, sus respiraciones empezaron a agitarse, y el joven sintió como ese hombre lo levantaba de la silla con impaciencia y empezaba a guiarlo y Shinobu sabía bien a qué destino… El joven solo pudo emitir un pequeño quejido al sentir su cuerpo caer sobre la cama mirando al techo, y su corazón empeño a latir desbocado cuando percibió un peso que se distribuía en el colchón además de él, y como su esposo se cernía encima de él, apoyado en sus rodilla y manos , el aliento del mayor acercándose a su rostro, y el muchacho sentía que se iba a morir… Porque ya visualizaba lo que iba a pasar… Y él no se sentía arrepentido.

Notas finales:

Bueno… ¿Qué pasara ahora? ¿Shinobu caera tan rápido? ¿Yoh dara el siguiente paso o se contendrá?... Bueno lamento haberlos dejado con esta intriga pero… Bueno ya sabran en el siguiente capitulo…

Lo de comer a ciegas lo vi en una película y me pareció interesante incorporarlo en la historia… No se… Puede ser sexy si lo ponemos en el contexto adecuado… Pero parece que es algo que esta teniendo mucho éxito en restaurantes en España y en Estados Unidos… Bueno espero que les haya gustado y espero cualquier comentario, critica constructiva, sugerencia y que algun lector fantasma me diga como voy con la historia.

 

Sección de Agradecimientos: Gracias a okajara chan, kaorikusama, ancas97, Melii Yazmin, Aqua Marie Paula y Maria-sama.


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