-¡¡¡Por fin, entrare!!! – Julio entusiasmado preparando sus cosas 3 días antes, estaba ansioso, era feliz hasta cierto punto, vivía en un lugar tranquilo, mientras no estuvieran las manzana podridas todo seguía su pacifico rumbo, en el trabajo casi no tocaba el piano, últimamente estaba más concurrido de lo normal, no le molestaba, al contrario, gracias a la enorme cantidad de clientes, recibía más propinas, por fin compraría los amortiguadores que tanto ansiaba para la condesa, tenía la intención de hacerla todo terreno, necesitaba piezas importadas aunque sus padres les mandaban dinero para sus gastos personales, el pelinegro no los usaba, los ahorraba para emergencia, específicamente un psicólogo para su hermana y sus amigas, junto con la institución mental o para él, si algún día no escapaba de ellas, lo que viniera primero, un escalofrió lo invadió – que sean ellas, no yo – rogando muy por dentro de él, dejo su mochila al lado de su cama, pensando su rutina para entrar, tenía que ir a la oficina del director de la universidad, sin antes de ir con el coordinador del área de cinematografía, ese día iba a ser algo ajetreado, después pensaría en eso, este día su trabajo era nocturno, pues en el pueblo se celebraba un festival local, llamado “la suerte de la noche luminosa”, Julio no tenía idea ¿porque se celebraba?, solo sabía que la cafetería estaría llena toda la noche hasta el amanecer, era el único día, más bien la única noche donde todos los negocios del pueblo se mantenían abiertos, en parte lo agradecía, su hermana esa noche tendría pijamada, cada día amaba más su trabajo, antes de salir de su ático habitación, instalo un sinfín de candados y cerraduras, tenía que cerciorarse en mantener su único refugio a salvo, era un exagerado, pero esas semanas de ataques colectivos le demostraron, lo peligroso que pueden ser las manzanas podridas, tal vez se había vuelto algo extremista, pero las miradas de ellas se lo demostraban, no quería comprobar en carne propia lo que le harían ¿si lo atrapaban?, un sonido lo volvió a la realidad, sus acosadoras estaban entrando a la casa, rápidamente corrió hacia una ventana, saliendo de ella, estaba en la planta alta, sabía que le iba a doler, pero prefería el dolor, que aguantarlas, para su suerte cayó sobre un montón de ramas secas, amortiguaron la caída, pero tenía muchos rasguños sangrantes en todo su cuerpo, no le importo, camino hacia cafetería
-¡¡Por Todos Los Cielos, ¿Qué Te Paso?!! – dijo Selene al mirar al pelinegro, ella era su jefa temporal del trabajo, piel aperlada, ojos verdes, estructura semi-delgada, se maquillaba muy exagerada, inclusive tenia pestañas postizas de colores, a pesar de ser excéntrica, era una persona de quien confiar, ella era la nieta de Muriel, ayudaba en vacaciones a su abuela
-Créeme, esto no es nada, a comparación de lo que iba a pasarme –Julio observándose algunas de sus heridas – son solo rasguños, me curo y me cambio rápido, no es de mucha importancia-
-¡¡No puedes trabajar en esa condición, ¿que pensaran los clientes?!! – exaltada
- ¿Qué me explotan en el trabajo? – burlándose
-NO –Selene molesta – esta noche no vas a meserear, iras a la cocina como apoyo – Julio hizo una mueca de disgusto, la chica suspiro – mi abuela me dijo que te contrato para tocar piano, ¿puedes hacerlo? - el pelinegro asintió – bien vamos a curarte - paso a los vestidores
-Selene, ¿cuál es el motivo que se festeja este día? – dijo, mientras lo curaba
-Esta ciudad tiene muchas leyendas, la principal de la familia Winter, en la edad media ellos fueron los salvadores del pueblo al ahuyentar a una bestia sedienta de sangre, se dice que encontraban cuerpos mutilados, los Winter usaron la luz para solucionar el problema, este pueblo siempre ha sido muy luminoso, cuando llego la segunda guerra mundial, bombarderos lanzaban misiles a las ciudades y pueblos, fue orden apagar las luces, para no ser atacados, por lo menos en la noche, pero este pueblo se negó completamente-
- ¿Por la bestia? –
-No, la realidad fue por estúpidos – continuo – a veces la humanidad puede ser muy cerrada de mente – pauso – esa noche los bombardeos pasaron por los pueblos vecinos, explosiones se escucharon alrededor, hubo terror colectivo, en vez de apagar la luz, encendieron de todo lo que tenían, los bombarderos pasaron incluso hay fotos viejas de ese día y así se creó este celebración-
-Que jodida suerte tuvieron este pendejo pueblo – Julio por inercia – se debieron haber quedado sin misiles-
-Lo mismo…. me dije – contesto riendo – pero nunca más volvieron-
-Perdón – respondió apenado – no debo decir maldiciones-
-Disculpado – Selene tomándole el hombro
- ¿Oye lo de la leyenda de los Winter? – el pelinegro con curiosidad
-Te la contare otro día – contesto – estamos a contra reloj, tenemos media hora antes que empiecen los fuegos artificiales. Te dejare solo para que te puedas vestir – se vistió lo más rápido posible. Al salir hacia el café todos voltearon a verlo, se daba mucho a notar no solo por sus heridas, su presencia llamaba mucho la atención, se acercó al piano iniciando la sonata Moon light de Beethoven, el lugar se quedó en silencio, escuchando la melodía, gente de afuera entraba para escuchar, cuando termino el primer movimiento todos aplaudieron, Julio espero unos segundos para continuar la melodía, sin perder la su seriedad en el trabajo en el tercer movimiento, ya no volteo a ver a su público, este a tenia concentración total, los pedales del piano estaban algo duros, era necesario aplicar más fuerza de lo normal, al terminar, se paró dando una reverencia, aplausos sobraron, salió del lugar le habían dolido sus manos heridas quería descansarlas por unos momentos, paso a los vestidores, algunos compañeros de trabajo también lo felicitaron
-Excelente trabajo Julio – Selene sonriendo, traía unos sobres de papel – ya tienes admiradores, pero te lo advierto, si algunos te ofrecen otro trabajo y lo aceptas, DATE POR MUERTO, ENTENDIDO-
-Además de excéntrica, bipolar – pensó Julio, recibiendo los papeles, reviso algunos eran números telefónicos con dedicatoria, un papel color rojo llamo su atención al abrirlo todos sus sentidos se alteraron, arrugándolo con todas sus fuerzas y lanzándolo, este quedo a los pies de Selene, lo recogió con curiosidad
-Me da gusto que entendieras, donde es tu lugar de trabajo –
-NO LO VEAS…. - alarmado
- “Con ese pajarito, yo si canto” –Selene burlándose, del pelinegro – vaya admiradoras que te tocaron, esas 5 si van enserio contigo - un escalofrió lo invadió
-Cin…co – tragando saliva, camino con mucho sigilo hacia la cafetería, su peor pesadilla había llegado a su oasis, en una esquina estaban las manzanas podridas, se volteó alarmado hacia su jefa – DÉJAME TRABAJAR EN LA COCINA LO QUE RESTA DE LA NOCHE – asustado, la chica se carcajeo
-Eres una persona muy tímida, Julio – contesto – pero está bien, gracias a tu música llenaste el lugar, falta poco para los fuegos artificiales – mirando su reloj – tendremos 2 horas para limpiar, después seguir – el pelinegro miro con extrañes, Selene lo noto – perdón Julio, olvido que eres nuevo en este pueblo, los Winter hacen un espectáculo de fuegos artificiales por toda la ciudad, la tienda estará casi sola, en ese tiempo aprovechamos para limpiar y preparar las guarniciones para el resto de la noche, creo que no podrás volver a tocar el piano nuevamente por esta noche - se fue a la cocina como apoyo, gracias a los fuegos artificiales sus amenazas salieron del lugar, estaba aterrado ya sabían dónde trabajaba, Julio saco su inhalador, respiro profundo para darse valor, la noche paso sin complicación alguna, las propinas se triplicaron, al amanecer, observo al personal del siguiente turno lo agradeció, corriendo hacia su casa, necesitaba descansar pero estaba consciente de lo que le esperaba, tenía que ser rápido y silencioso para no despertarlas, al llegar a su casa, hizo el menor ruido posible, a la vez maldiciéndose por haber asegurado de más su habitación, escucho una voz, un escalofrió lo invadió
- ¡El punto es, que es valioso que un hombre ame a otro hombre! – escucho a Luisana, al escuchar el pelinegro casi tropieza, alcanzo a detenerse, su corazón comenzó a palpitar a mil por hora – ya amaneció termino nuestra lección nocturna, es hora de nuestro lema-
- “Si lo amas viólalo, si lo disfruta, es tuyo, si te denuncia, nunca lo fue” – en unisonó, hizo que se alterara dándole un ataque fuerte de asma, no quería hacer ruido, pero fue imposible, no podía respirar, casi al instante vio a su hermana, ella saco una jeringa con aguja integrada administrándosela rápidamente, volviendo a respirar en el acto
-JULIO ERES UN ESTÚPIDO – furiosa - ¿CÓMO TE ATREVES A VENIRTE DESCUBIERTO CON ESTE FRIO? – No le importaron las palabras de su hermana, estaba a su merced, no hablo, pero empezó a sudar frio
- ¿Te ayudamos? – dijo Michelle seriamente
-No – contesto Lisa – esto le pasaba muy seguido, en especial cuando salía con sus amigos, mi hermano es un descuidado de primera, es mejor que se mantenga estable-
-Mejor nos retiramos, no puedo hacerle nada a un enfermo –Celia con una mirada perversa – tal vez bañarlo – el pelinegro retrocedió – esta vez, no, háblanos si necesitas ayuda – Lisa asintió, sus amigas salieron la última en salir fue Luisana, mandándole un beso y guiñándole un ojo, sin antes morderse su labio inferior al obsérvalo detalladamente, un escalofrió lo invadió, pero a la vez estaba feliz se había salvado por el momento de sus acosadoras, gracias a su asma