Capítulo 2: Ese amo, desobediente.
Alois y Ciel acomodan las sillas y se sientan.
-Muy bien lo de la cocina tomará un momento -Dice Ciel mientras agarra unos documentos y va buscando uno en específico- procedamos a discutir el caso de…- se detiene Ciel al ser interrumpido.
-¡Espera Ciel!- exclama el conde de cabellos rubios, levantándose y golpeando fuertemente con las manos el escritorio del ojiazul.
-¿Qué? ¿Qué quieres?- dice Ciel subiendo un poco el tono- debemos discutir el caso…-prosigue descendiéndolo.
-Estabas por decir algo.- le dice el rubio cruzando los brazos.
-¿Qué? ¿Qué estaba por decir? ¡Habla de una vez! ¡No tenemos tiempo!- le grita Ciel enojado.
-¡Esta bien! Dijiste “pensándolo bien…”- dice haciéndole un ademán para que continúe
-Ah sí, estaba por decir que Sebástian también desobedeció una orden mía- Dijo el conde con cara de póker volviendo a mirar a sus documentos.-entonces prosigamos con…-
-¡¿Ah sí?!- Dijo sorprendido y ansioso el conde Trancy- ¿¡Qué hizo!?-
-Le ordene que me hiciera algo dulce y me dijo que no.- dijo Ciel; al parecer; sin darle mucha importancia, pues no la merecía.
-¿¡Y no te molesta!?- le pregunto desentendido y un poco frustrado Alois.
-La verdad un poco, pero no pienso darle mucha importancia.-
-¡Claro que sí!- le dijo persuasivamente- porque aunque sea una pequeña e insignificante orden ¡ellos deben cumplirla!- le dijo mirándole directamente a los ojos.
-Creo que le das mucha importancia.- le dijo a la vez que sus hermosos zafiro revisaban el expediente.
-¡Claro que no Ciel! ¿Pero qué te pasa? ¡Ellos deben cumplirla! ¡Por más insignificante que sea! ¡Es así!- dijo levantándose de la silla bruscamente y tomando a Ciel por el cuello de su camisa- ¡Por qué nosotros somos los amos y ellos son los perros!-le grito a Ciel- ¿lo entiendes?-
Pov Ciel
Oh mierda... está loco. ¿Dónde está Sebástian ahora? ¿Y que se cree este para agarrarme así? ¡Soy el conde Phantomive no puede tomarme cuando quiera y ya! –Pensé antes de golpearlo. Pero él está realmente enojado… y tengo que soportarlo. Claude tuvo que haber hecho algo realmente malo…
-Ya… pero ¿Qué hizo Claude qué te enojó tanto?- le pregunte para distraerlo.
-¡Ahh!, eso, ¡me enoja tanto!- Exclamo soltándome.- ¡le ordene que me hiciera algo dulce y el maldito me dijo que no! ¡Me replico! ¿Puedes creerlo?-Me dijo indicándome con la mirada que le dé la razón, pero no dio oportunidad porque prosiguió - ¡¡Argg!!- Gruño dejándome algo desconcertado.- ¿Acaso cree que puede hacer lo que quiera? ¡Está mal!-
-Un momento, ¿un dulce? ¿Eso es lo que hizo?- dije pensando “es un idiota” “pero…”
-¿Cómo que “eso es lo que hizo”? no es lo que signifique la orden Ciel, es que yo se la di.- le dice Alois seguro.
-Sí, ya lose. Estaba ablando de que los dos mayordomos hicieron lo mismo.-
-Ah. Es verdad, estuve tan enojado que ni siquiera lo note- dijo el conde cerrando los ojos suavemente, con una sonrisa avergonzada y acariciando su cabello.
Pov Normal
-¡Sí! ¡Ni que nosotros necesitáramos de ellos para comer algo dulce, que bien lo podemos conseguir en otro lado, hasta los puestos más degradados del pueblo!- exclama Ciel levantándose
-¡Si! ¿Acaso creen que los necesitamos para comer algo dulce? ¡Pues no! Porque ahora mismo podríamos salir por la ventana e ir al pueblo!- le dice Alois indicándole el gigantesco ventanal.
-¡Si! Exact-!-se detiene- No, espera ¿Qué dijiste? Me parece que eso es mucho, es mala idea- le dice mirándole fijo.
-¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué dijiste?- le dice posando la mano atrás de su oreja y acercándose a él en un supuesto intento por escucharle mejor.- ¿Acaso tienes miedo?-
-¿Yo? ¿Con miedo?- le dijo abriendo exageradamente sus grandes orbes azulinos- ¡Ja! ¡No me hagas reír! ¡Yo no le tengo miedo a nada!-
1_¿Con qué si? Entonces bésame. Le dijo el Alois mirándole directamente a los-( naah!! Mentira eso no fue lo que paso xD)
-¿Eso es verdad? Entonces demuéstralo.- le dijo acercándose más a él, estando a centímetros de su rostro- Vámonos ya- susurra- hagámoslo ahora, si es que no tienes miedo.- le dice soltándolo y alejándose de Ciel como es debido.
-No. Me sigue pareciendo mala idea.- Dice Ciel quien sostiene firmemente su idea.
-Tienes miedo entonces.- le dice Alois poniendo cara seria.
-¡Claro que no!- exclama el conde levantándose bruscamente de su asiento y apoyando fuertemente las manos en el escritorio para quedar frente a frente con el rostro de Alois.
-Claro que si- le contradice.
-¡Que no!-
-Que si.-
-¡Qué no!-
-Que si.-
-¡Que no!-
-Que si.-
-¡¡Qué noo!!-
-¡¡Qué sii!!- le contesta divertido Alois.
-¡¡QUE NO MALDITA SEA!!- le grita exageradamente alto, provocando e el rubio se haga pequeño y cierre los ojos desviando la cabeza, acción que corrigió rápidamente para proseguir.
-Entonces vámonos ahora- le dijo Alois con una sonrisa y un inmenso tono de seguridad, que fue lo que convenció a Ciel.
-Está bien, pero no me andes llorando después si te raspas una rodilla por no tener a tu mayordomo cerca ¿me oíste?- le dice Ciel soltándolo.
-Eso debería decirte yo a ti.-dice Alois poniendo cara de disgusto.
-Como sea, ¿por dónde dijiste que deberíamos ir?-dice Ciel sentándose.
-Por la ventana- dice acercándose a la misma.
-¿Por la ventana?- Dice frunciendo un poco el ceño en señal de des entendimiento- ¿Cómo vamos a salir por la…? - se detiene el conde de ojos azul zafiro al ver como su invitando toma impulso para saltar por el ventanal a un árbol que estaba justo afuera.- ¿¡¡Que estás haciendo idiota!!?- le grita asomándose, apoyando sus manos en el marco, y a la vez depositando todo su peso en estas.
-Saltando, ¿Qué te parece? Si yo no tomo la iniciativa tú nunca lo harás.-
Ciel solo lo miro fijamente.
-No, espera Ciel ¿¡¡Qué demon-!!?- Dice mientras trata de sostenerse con el ojiazul
-¡Ngnh!- Ciel.
-¡¡Ahh!! No, espera, no…! –Alois.
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