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Abre tus ojos por girlutena

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Notas del capitulo:

Un poco de drama!! :3

Sasuke soltó un ligero y abatido suspiro cuando Gaara cerró suavemente la puerta después de que Itachi saliera antes que él, acarició los cabellos desordenados de Naruto, quien yacía aferrado fuertemente a su cuerpo, desde que lo encontró derramando finas lágrimas el menor no se había alejado de él, dejando que el cansancio se apoderará de su cuerpo.


Apoyó el peso de su espalda en el respaldar del mueble, llevando consigo el cuerpo del menor, apoyó su cabeza sobre los rubios cabellos y cerró lentamente sus ojos mientras recordaba como la mujer se había puesto de pie, antes de que la reunión acabase, pidiendo ir a los servicios higiénicos, para luego entrar nuevamente a la oficina con su característica sonrisa pedante y un brillo llena de malicia en sus ojos verdes.


Se odió tanto cuando encontró al doncel derramando finas lágrimas por su hermoso rostro, sus gemas azules y brillantes se habían opacado por una densa capa de lágrimas y pudo sentir como una extraña corriente eléctrica recorría el largo de su columna vertebral.


Soltó un leve gruñido al darse cuenta que aquella bizarra situación se le estaba saliendo de las manos, frunció fuertemente su ceño e hizo más fuerte el garre para con el doncel, sintiéndole temblar levemente.


-¿Sasu? –La voz adormilada de Naruto sonó tan suave, que casi pensó que lo había imaginado, pero no pudo evitar sonreír enternecido al verle frotar su puño contra sus ojos somnolientos, se veía tan tierno y pequeño, tan indefenso que no pudo evitar acercar su rostro y apoyar suavemente sus labios sobre los del menor.


-Vamos a casa. –Cuando abrió su bruna mirada pudo darse cuenta que las mejillas de Naruto ya se habían teñido de un fuerte carmín; sonrió levemente al escuchar cuando Naruto soltaba un suave gemido lleno de placer y gusto al sentir como sus fuertes brazos lo sostenían en el aire.


Naruto escondió su sonrojado y caliente rostro en la curvatura del cuello del mayor, percibiendo el fuerte aroma a tabaco y limón, había mordido suavemente su labio inferior al sentirse emocionado y un poco excitado por aquel aroma tan varonil, tan característico de su Sasuke.


Todo el camino hasta llegar a la cochera, había permanecido con su rostro enterrado en la suave y caliente piel del moreno, pero pudo sentir la mirada de Karin sobre ellos cuando salieron de la oficina y pudo escuchar las voces de Gaara y Suigetsu a lo lejos de él, cuando pasaron el largo corredor.


Las autopistas se encontraban congestionadas y obligaba a que los autos circulasen tan despacio que Naruto pensaba que podría llegar navidad y ellos seguirán atrapados en la autopista, llevó su mirada hacía los altos edificios, fuertemente iluminados y decorados y no pudo evitar sonreír bajito al ver como un pequeño varoncito de cuatro años llevaba un pequeño paquete de color violeta debajo de sus bracitos.


Mordió levemente su labio inferior, pero sonrió rápidamente cuando el padre del niño, junto con el pequeño dirigían su mirada hacía él, agitó su mano cuando ellos le dedicaron una pequeña sonrisa. Cuando la pequeña familia salió de su campo de visión, agachó levemente su mirada hasta fijarla en el asfalto que comenzaba a moverse.


Casi sin darse cuenta llevó sus delgadas y pequeñas manos hasta su vientre plano y vacío, y sintió como el calor comenzaba a acumularse en sus mejillas al imaginar la noche en la que pasarían haciendo el amor con el moreno. Mordió su labio inferior al escuchar un suave susurro a lo lejos, su cuerpo saltó en el asiento, cuando la mano de Sasuke se posó suavemente sobre su hombro. No tuvo el valor de voltear y mirar el rostro de Sasuke e intentó ocultar su sonrojo con los mechones de sus cabellos, deseando que el moreno no tuviera miedo de tocarlo más allá de suaves y pequeñas caricias.


-Dentro de una semana. –Naruto tuvo que concentrarse en intentar oír la voz del moreno, cerró suavemente sus ojos intentando tranquilizar su agitado corazón. Cuando abrió sus ojos pudo darse cuenta que el semáforo ya había cambiado de color, pero no pudo evitar agachar su rostro y recordar la horrible mirada de aquella mujer, apretó ligeramente la tela de su pantalón. –Dentro de una semana será navidad.


El fuerte sonido del claxon de algún vehículo sonó a lo lejos, seguido rápidamente de otro, pero para Naruto todo sonaba tan lejano. La fuerte, pero suave mano de Sasuke cayó levemente sobre sus cabellos, alzó levemente su mirada y pudo ver como una pequeña y simple sonrisa empezaba a mostrarse por el varonil rostro.


-La familia Akasuna hará una fiesta y deseo que vengas conmigo. –Sasuke pudo darse cuenta que le hacía feliz ver al doncel sonreír, acarició aquella mejilla golpeada y sonrojada, viendo como la sonrisa del menor empezaba a incrementarse.


Naruto sintió como una pequeña, pero rápida ráfaga de viento helado recorría su rostro cuando la mano del varón se alejó de su cuerpo.


El auto empezó a moverse con mucha más rapidez, cuando salieron de la autopista, para tomar un camino alterno, Naruto había agachado nuevamente su mirada recordando las horribles palabras de aquella mujer.


Nunca le había parecido extraño haberse enamorado de un hombre casi diez años mayor que él, desde que tenía memoria, y desde que era un pequeño niño de cinco años él sabía que tan solo se había enamorado del Uchiha menor y se sintió completamente feliz cuando su padre le dio a conocer su contrato de matrimonio con Sasuke.


Aún recordaba cómo se había sentido cuando Sasuke se alejó de él, poco a poco, Sasuke había ido alejándose de él y él nunca quiso darse cuenta de nada, pero cuando Sasuke tomó la abrupta idea de marcharse de la casa Namikase, él lloró como un niño pequeño, como el niño que era; como el niño que aquella mujer había nombrado.


Apretó con fuerza la tela de su pantalón y frunció ligeramente su ceño, alzó, un poco temeroso, su rostro y se quedó observando embelesado el fino y fuerte perfil del mayor, su nariz respingada, una piel tan suave y lampiña, siendo cubierta por una pequeña y casi nula capa de barba, quiso tocar aquel rostro y sentir como aquellas pequeñas púas hincaban su rostro.


Pero apenas tuvo tiempo de detener su mano cuando un fuerte movimiento lo azotó hacía atrás y luego hacía adelante, cerró fuertemente sus ojos pensando que saldría volando por el parabrisas, pero sintió como los fuertes brazos del mayor lo envolvían con total rapidez.


-Maldición. –Poco pudo escuchar la suave y adolorida voz de Sasuke, sentía como su cabeza daba vueltas y un fuerte zumbido empezaba a ocupar sus pensamientos, empezaba a sentir como su cuerpo empezaba a dolerle y extrañamente empezaba a tener sueño. –¿Naru? –La voz de Sasuke empezaba a sonarle a lo lejos. –¡Naruto abre los ojos!


Sasuke le dio una fuerte sacudida por los hombros al menor y pudo sentir como sus pulmones empezaban a llenarse de aire al ver como Naruto empezaba a abrir las hermosas cuencas que tanto le gustaba.


-¿Sasuke? –Frunció ligeramente su ceño al sentir como su voz sonaba rasposa, llevó lentamente su mano hacía su garganta sintiéndola rasposa, pero el mayor ya no le contestó tan solo sintió como lo sacaba del vehículo.


Cuando pudo concentrarse, vio como el auto del moreno se encontraba volteado y como la mitad de un poste de luz yacía sobre el auto, sintió como la saliva que pasaba con fuerza por su garganta se detuvo al observar el lado del copiloto destrozado, su corazón seguía latiendo desbocado y sintió como la bilis empezaba a subir por su esófago.


Cuando pudo calmarse, giró levemente su adolorido cuello y vio como Sasuke se encontraba gritándole enfurecido al culpable del accidente, quien parecía que nada de eso le había importado.


Frunció ligeramente su ceño al sentir un punzón en la parte izquierda de su cabeza y llevó suavemente sus dedos hasta palpar la zona adolorida, no pudo evitar asustarse al sentirla mojada y soltó un suave grito al ver como sus dedos se habían empañado de sangre fresca.


Caminó como pudo hacía el mayor y se aferró con fuerza al cuerpo de éste y no pudo evitar sentirse completamente aliviado cuando Sasuke pasó su brazo por su cintura, pero se asustó cuando pudo darse cuenta como el moreno mantenía su ceño fuertemente fruncido y sintió como el brazo que le mantenía aferrado empezaba a debilitarse.


-¡Sasuke! –Al fin pudo darse cuenta que el cuerpo moreno había sido su propio amortiguador. Su respiración empezó a acelerarse y completamente asustado vio como el causante del accidente huía, quiso gritarle, pero la mano ensangrentada de Sasuke se posó suavemente sobre la de él.


-Llama... llama a Itachi. –El moreno había ido poco a poco cayendo hasta quedar acostado en el duro asfalto y frío, con sus manos temblorosas buscó el celular del mayor y tecleó tan rápido como pudo.


 


-Ototo-baka. –Naruto intentó tranquilizarse cuando escuchó la profunda y jovial voz de Itachi y sintió como el nudo en su estómago empezaba a crecer.


-Itachi nii-san. –No pudo evitar que su voz doliera entrecortada, intentó calmar su respiración, pero lo único que logró fue que sus lágrimas salieran a borbotones, escuchó a lo lejos la voz de Sasori y como Itachi intentaba silenciarlo para poder escuchar mejor.


-¿Naru-chan, qué pasó? -Itachi había empezado a alarmarse cuando escuchó como el fuerte sonido de los claxon se escuchaban a los lejos, siendo entrecortados por el suave llanto del doncel, su corazón latió con fuerza al pensar que algo malo le había pasado al doncel.


-Sasuke... Sasuke está. –Pero el miedo cambió de rumbo cuando Naruto nombró a su hermano, sintió como el hueco en su estómago, el que creía que había desaparecido con el tiempo, después de la muerte de sus padres, volvía a aparecer.


-Tranquilo Naru. Dime en dónde se encuentran. –Naruto pudo sentirse un poco de alivio cuando el mayor no le dejó contar toda la historia, soltó un leve gemido lleno de dolor al ver como Sasuke intentaba moverse con dificultad.


-En... en la interestatal 24. –Apoyó suavemente su mano sobre los cabellos del moreno, dejando que sus lágrimas salieran al sentir como la sangre empezaba a surcar por el rostro del mayor


-Bien, vamos para allá. –Itachi cerró lentamente sus ojos intentando tranquilizarse, sintió la suave mano de Sasori sobre su hombro y tan solo pudo evitar mostrar una pequeña mueca adolorida. –Mantén el celular junto a ti, Naru.


 


Cuando Naruto dejó el celular a un costado, intentó mover suavemente al mayor, pero tan solo sus lágrimas salían para bañar el rostro de Sasuke, pudo colocar la cabeza del moreno sobre su regazo, sin importarle nada que manchara sus ropas.


-Lo siento, lo siento-ttebayo.


-Hey. –Naruto abrió tan rápido sus ojos al escuchar el suave susurro del mayor e intentó retener sus lágrimas al verlo mostrar una mueca que pudo diferenciarla como una adolorida sonrisa. –No, yo lo siento mucho, Naru.


-No. –Sasuke gruñó por lo bajo al sentir como la suave voz del doncel llegaba a sus oídos con un fuerte martilleo, poco a poco fue cerrando sus ojos, dejando que el cansancio se apoderara de su adolorido cuerpo. –Quédate conmigo, Teme. –Podía escuchar la voz del doncel, había intentado tener su mirada sobre la del menor, pero ya no podía más.


 


Le había parecido una eternidad, cuando alzó su rostro tan solo vio como las fuertes y algo temblorosas manos de Itachi lo alejaban de Sasuke para que los paramédicos colocaran al moreno en una camilla y lo introdujeran rápidamente a la ambulancia.


-¿Algún familiar? –La voz del paramédico fue tan suave, que no era difícil darse cuenta que era un joven doncel. Itachi sintió la mano de su esposo sobre su hombro y le dio un pequeño asentimiento, besó sus labios y siguió los pasos de Naruto, quien sin permiso de nadie ya se encontraba subiendo a la ambulancia.


Naruto mantuvo su mano fuertemente aferrada a la del moreno, intentando asimilar todo lo que los paramédicos decían, tan solo deseaba ver aquellas hermosas gemas azabaches, no quería volver a alejarse de él. Nunca más.


-Naru. –Itachi separó el cuerpo del doncel, con tanta suavidad que cuando alzó su acongojado rostro, se pudo dar cuenta que ya habían llegado a la clínica.


 


Se sintió frustrado al verse envuelto por las manos de un enfermero doncel, por más que replicó y casi lloró, nuevamente, vio como Sasori le acompañaba para que le revisaran sus heridas.


-Solo son superficiales, pero necesitas descansar. –Sasori asintió levemente viendo como el doctor los dejaba solos en la habitación. Soltó un leve suspiro y acarició los cabellos del menor, sintiendo pequeños rastros de sangre seca en ellos.


-¿Me quieres contar? –Su voz sonó tan suave y delgada que Naruto no pudo evitar estremecerse, había mantenido su mirada gacha en la sábana de aquella angosta e incómoda camilla, intentando recordar cada momento de aquel accidente.


-No sé qué pasó. –Sintió como Sasori se sentaba en un mueble, muy cerca de él y dejó que tomara su mano, pero no pudo evitar morder su labio inferior dejando que sus lágrimas volverían a derramarse por lo ocurrido, llevó sus manos hasta su cabeza, sin hacer caso a las vendas, tan solo necesitaba olvidar lo que en un momento pensó. –Cuando me di cuenta, Sasuke se encontraba encima de mi cuerpo.


Escondió su rostro en el pecho de Sasori, inmediatamente cuando él cruzó sus delgados brazos alrededor de su cuerpo, dejó que sus lágrimas resbalaran por sus mejillas.


-Yo... yo. –Sasori intentó detener su llanto, pero él no pudo. –Yo... antes de que esto ocurriera... yo estaba pensando si lo mejor sería alejarme se él.


-Naru.


-Es mi culpa. Todo esto es mi culpa-ttebayo.


-No, Naru. Escúchame. –Sasori acunó el rostro mojado de lágrimas, besó con delicadeza su frente y lo miró con sus ojos llenos de sabiduría. –Nada de esto es tu culpa, Naru. Además dudo mucho que después de todo lo que te costó hacerlo reaccionar, él te deje marchar tan fácilmente.


Cuando Sasori salió de la habitación del doncel, caminó por el largo y vacío pasillo de emergencia y no pido evitar fruncir ligeramente su ceño al sentir el fuerte aroma a desinfectante, vio a su esposo sentado en esa incomoda silla de metal, con el rostro ocultó entre las palmas de sus manos.


-Es mi hermanito. –Sasori se colocó al frente de su esposo y dejó que el moreno apoyara suavemente su cabeza sobre su vientre, derramando pequeñas lágrimas. El doncel acarició las hebras azabaches de su esposo, sintiéndose impotente al ver como todo se desprendía a su alrededor. –Sasori, si lo pierdo... yo... yo.


-Shhh, no. –Se había arrodillado al frente del moreno y tomando su rostro entre las palmas de sus manos, besó con ternura los temblorosos labios del mayor. –Sasuke es demasiado terco para morir de este modo. –Itachi no pudo evitar soltar una pequeña risa al saber que su esposo tenía razón, sintió nuevamente como su corazón se estrujaba al recordar el accidente que tuvo junto con sus padres.


-¿Qué te dijo Naru-chan? –El pelirrojo se había sentado en el regazo de su esposo, dejando que cruce sus brazos alrededor de su cintura y que ocultara su rostro en la piel de su cuello. Mientras le sentía calmarse.


-No recuerda mucho. –Le sintió estremecer con fuerza. –Tan solo recuerda un fuerte golpe y cuando pudo darse cuenta el cuerpo de Sasuke se encontraba sobre él.


Itachi ya no dijo nada más, tan solo cerró lentamente sus ojos, sintiendo como un fuerte dolor en su cabeza empezaba a hacerse mucho más potente, sintió cuando el cuerpo de Sasori poco a poco fue relajándose y sonrió tristemente al sentir el suave aroma de su joven esposo.


Itachi no se alejó ni un momento del lado de su hermanito, ni mucho menos cuando la enfermera le pidió retirarse, la mujer cayó cuando el varón le mostró una fría mirada y Sasori tan solo soltó un suave suspiro al ver como su esposo se comportaba tan cerrado.


-Ve a casa. –La voz de Itachi había sonado tan tarca, pero Sasori podía entenderlo, se aceró lentamente a él y acarició sus cabellos.


-No quiero dejarte solo. –Itachi sonrió levemente cuando Sasori se sentó sobre sus piernas y le acarició su mejilla, sintiendo la barba incipiente.


-Pero si te quedas me voy a preocupar.


-Ya lo tengo cubierto. –Itachi no tuvo que esperar mucho cuando un grupo de enfermeros trajeron consigo una cama de hospital, algo cómoda para su gusto.


-Eres genial. –El doncel recibió con gusto el beso que Itachi le plantó en sus labios, cruzó sus brazos por el cuello del varón y enterró su rostro en la curvatura de su cuello, dejando que el moreno le abrazara por la cintura.


La noche ya había caído y la habitación tan solo se llenaba por la suave y delicada luz ámbar de un farol, los ojos de Itachi cayeron sobre el cuerpo de su esposo que yacía en la otra cama durmiendo apaciblemente y luego sobre el cuerpo demacrado de su pequeño ototo.


Soltó un leve gemido lleno de dolor al recordar los protectores brazos de su madre aferrados a su cuerpo, cubierta de sangre y de los restos del vehículo. No podía perder a su hermanito, a lo único que le quedaba de su familia.


Escuchó como la puerta era abierta con tanta suavidad, que dudó que sea la enfermera que cuidaba de su ototo, alzó lentamente su mirada y observó el tembloroso cuerpo de Naruto de pie en el umbral.


Los ojos azules del menor cayeron sobre su mirada y él tan solo sonrió suavemente dándole permiso de ingresar; los pasos de Naruto se hicieron con tanta calma, una que casi desespera a Itachi.


-¿Cómo... cómo está? –Las delicadas manos de Naruto pasaron por los azabaches cabellos y no pudo evitar sentir como su pecho iba cerrándose nuevamente, no quería volver a llorar, no al frente de Itachi.


-El doctor dice que dormirá un poco más de tiempo. –Vio como el menor tan solo se quedaba de pie observando a Sasuke, que casi dudó que le haya escuchado, hasta que vio como asentía despacio. -No deberías estar de pie.


-No puedo dormir-tteba.


Otra vez la habitación se había quedado en silencio, los dos observando como el Uchiha menor respiraba con algo de dificultad, poco a poco Sasori fue despertando y no le sorprendió encontrar a Naruto sentado al costado de Itachi, velando el sueño del moreno.


Las esponjosas y grises nubes ocultaban suavemente a la gran y brillante luna, el pelirrojo se puso de pie para acercarse a su esposo y tomándole fuertemente la mano, apoyó su cabeza sobre el hombro de este.


 


Cuando Gaara y Suigetsu ingresaron tan rápido a la habitación encontraron a Itachi observando a Sasuke, sus ojeras se hicieron notables, pero él tan solo se había quedado ahí, tomándole fuertemente la mano al menor.


Suavemente Suigetsu tomó el cuerpo de Naruto, quien había caído rendido a mitad de la noche y lo arropó en la otra cama vacía, iba a hacer lo mismo con Sasori, pero éste ya había despertado.


-Uchiha-san, necesita descansar. –Después de unos segundos de no obtener respuesta por parte de Itachi, soltó un ligero suspiro y se puso a leer los datos que le había pasado la enfermera de aquella noche.


-Dentro de dos días, su hermano podrá despertar del coma que le hemos inducido, después de eso veremos cómo su cuerpo y mente se adaptan.


-¿Adaptarse? ¿Qué quiere decir? –El doctor observó a los dos varones que se encontraban ahí y pensó que talvez era sus amigos.


-Puede ser que Uchiha-san sufra de amnesia, pero la gravedad tan solo lo sabremos cuando despierte. –Gaara junto a Suigetsu asintieron despacio ante las palabras del doctor, quien ya se encontraba al lado de Naruto, revisando sus heridas. –Por parte de Namikase Naruto, sus heridas son leves, tan solo necesita reposo.


Suigetsu le agradeció al galeno con una pequeña sonrisa y cerró suavemente la puerta, cuando volteo nada había cambiado, Sasori mantenía su mano fuertemente aferrada a la de Itachi y el rostro de Gaara no decía nada, pero todos sabía lo mucho que le había afectado.


-Gaara, quiero que te lleves a Naruto a tu departamento y que llames a Namikase-san. –Gaara estuvo a punto de decir algo, pero un leve ruido le hizo callar.


-¡No! –Naruto se había puesto de pie tan rápido, con los ojos tan rojos por haber llorado la noche anterior. –Yo no me quiero alejar de él, Onegai Itachi nii-san.


El menor se había acercado al cuerpo de Itachi y cayó arrodillado a sus pies, escondiendo su rostro lloroso en las piernas del varón, quiso calmarse al sentir las suaves, pero cálidas manos del mayor sobre sus cabellos, pero tan solo consiguió llorar al recordar las manos de Sasuke.


-Entiendo Naru, pero necesitas comer algo y cambiarte de ropa. –El menor alzó su rostro intentó replicar, pero se quedó callado al ver que el mayor iba a seguir hablando. –Además tengo que avisarle a tu padre.


El menor tan solo se quedó callado, había agachado levemente su rostro intentando entender las palabras del mayor.


-Después que coma algo ¿Puedo volver? –La voz de Naruto había sonado tan rasposa y casi en un susurro e Itachi se dio cuenta que era difícil para el menor alejarse de Sasuke en una situación como aquella.

Notas finales:

bueno yo sé que estuve actualizando otra historia y dejé de lado esta... por eso aquí les traigo otro capitulo!!! 

¿qué les parecio?? espero sus lindos comentarios *-* 

Besos!


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