Naruto recargó su cabeza sobre el pecho del moreno y sonrió suavemente al escuchar el lento, pero tranquilo golpeteo del corazón sobre su oído, sus mejillas se tiñeron de un suave carmín al sentir los dedos de Sasuke enredarse entre sus mojados cabellos.
El suave viento apenas empezaba a colarse por las pequeñas rendijas de la ventana, obligando que las cortinas se movieran ligeramente, el doncel cerró lentamente sus ojos, dejando que su corazón se tranquilizara.
Había despertado desde muy temprano y le había obligado a su padre, a que lo lleve al hospital, había dormido poco y algo incómodo al no tener cerca el calor del mayor y por ello, a penas su padre había estacionado en la puerta del hospital, había corrido hasta llegar a la habitación donde descansaba el Uchiha menor.
-Dobe, ve a dormir. –La voz del mayor sonó un poco rasposa y somnolienta e inmediatamente Naruto le alcanzó un pequeño vaso con agua, mientras dejaba que una pequeña risa escapara por sus labios al ver como los brunos cabellos del mayor caían desordenados por su rostro.
-No quiero-ttebayo. –El mayor iba a replicar, cuando la puerta de la habitación se abrió lentamente, dejando pasar a un enfermero.
Sasuke vio, divertido, como su pequeño y hermoso doncel fruncía ligeramente su ceño al ver como las mejillas de aquel joven doncel se teñían de un suave carmín al verlo. Nadie dijo nada, pero la mirada del Uchiha cayó en la segunda persona que había ingresado a la habitación.
-Ototo. –Itachi se acercó con pasos rápidos hacia su hermanito y acarició los cabellos del menor, haciendo espacio al enfermero que se encontraba leyendo los signos vitales del moreno. – ¿Cómo te encuentras?
-Estoy mejor. –Itachi le dedicó una pequeña mirada al rubio y Naruto tan solo se sonrojó suavemente. –Ya deseo irme a casa. –Itachi asintió suavemente, mientras se dedicaba a observar las apenas visibles marcas en el cuerpo de su hermanito.
-¿Ya descubrieron algo? –Aquella pregunta hizo que el mayor saliera de su letargo y se diera cuenta que el enfermero ya había marchado, intentó no ver la mirada de Sasuke, pero sabía que ya habían pasado casi tres días desde que despertó y necesitaba respuestas.
-Sasori y los chicos están seguros que el accidente no fue especialmente para ti. –Itachi se había sentado en el mueble de dos plazas, observando como el brazo de Sasuke se cruzaba protectoramente por el vientre el rubio.
Sasuke frunció su ceño, pero sonrió bajito cuando las manos de Naruto intentaron ayudarlo a ponerse más cómo en aquella camilla.
-¿Qué quieres decir?
-Antes del accidente de nuestros padres, Oto-san había firmado una clausula con Minato-san, donde señalaban que si te llegabas a casar con Naru-chan, a él le correspondería el veinte por ciento de todas nuestras acciones. –Naruto había agachado su rostro, mientras que mantenía su labio inferior aferrado entre sus dientes, había apretado sus manos, tan fuerte que no le importaba si se llegaba a lastimar.
-Hey, Naru. –Sasuke alzó suavemente el rostro del menor y le sonrió despacio, mientras besaba delicadamente sus mejillas.
-¡Yo no estoy contigo por el dinero-ttebayo! –Las mejillas del menor se tornaron de un suave carmín al escuchar una pequeña risa salir de los labios de Sasuke.
-Y yo lo sé. –Apoyó su frente sobre la del doncel, mientras no le dejaba de sonreír. –Yo sabía de esa cláusula, mucho antes de que tú nacieras. –El menor sintió como su corazón e empezaba a a bombardear fuertemente al tener los labios del mayor tan cerca de los de los suyos. –Pero no entiendo que tiene que ver aquello.
-Los Haruno. –La puerta había sido abierta tan suave y silencioso que ninguno de los presentas se había percatado cuando Sasori, seguido de Minato, Gaara y Suigetsu, habían ingresado a la habitación.
Sasori se acercó a su esposo dejando que el mayor cruzara su brazo alrededor de su vientre y le sentara sobre su regazo. –Su padre está involucrado en el lavado de activos.
Naruto observó cómo Sasuke fruncía ligeramente su ceño, mientras llevaba su mano a su pecho, soltando un suave gemido al sentir como su pecho empezaba a apretar, casi sin poder respirar.
-¿Sasuke? –Minato se acercó tan rápido al igual que Itachi, mientras que Suigetsu se dirigía a la puerta a llamar a alguna enfermera.
-Sí, estoy bien. –Suigetsu se detuvo a observar a su amigo unos cortos segundos y soltó un ligero suspiro. -¿Pero qué tiene que ver nuestra empresa?
-Kizashi tiene problemas con algunas personas. –Sasuke aferró la mano del doncel entre la suya, mientras que con su mirada le pedía a su hermano que continuara. –Piensa que quitando a Naruto del camino, su hija va a poder regresar a tu lado.
Naruto agachó su rostro lleno de angustia y mordió ligeramente su labio inferior, pero alzó su rostro al sentir la mano del mayor sobre su hombro.
-Quiero venganza. –Minato frunció fuertemente su ceño y asintió con su cabeza, concordando con las palabras del moreno.
Sasuke había caído dormido después de aquella charla con su familia. Una enfermera se vio obligada a dar un sedante para que pudiera descansar.
El moreno no pudo negar ante su familia que había empezado a dolerle el pecho, pero había visto las heridas del menor y se sintió un poco más tranquilo al saber que su pequeño novio no había sufrido más que unos pequeños rasguños.
Frunció su ceño al recordar cómo es que terminaron en aquel accidente, solo recordaba que se tumbó sobre el cuerpo del menor, cubriéndolo de aquel golpe.
Su hermano le había contado que después de eso, salió caminando, pero que poco a poco fue perdiendo la conciencia. Mientras que él, en realidad, no recordaba nada más que un fuerte golpe en su cabeza.
Su cuerpo se estremeció con fuerza al volver a recordar el accidente y aun estando sedado, se removió algo inquieto en la camilla, lentamente fue abriendo sus ojos y su corazón empezó a desacelerarse al encontrar el cuerpo del menor a su lado, una pequeña sonrisa se plantó lentamente en su rostro al ver al menor, aferrado fuertemente a su mano.
-¿Qué pasa? –Lentamente acaricio la mejilla de su doncel, y no pudo evitar alarmarse al ver como las mejillas del menor empezaban a aguarse y su respiración empezaba a acelerarse.
-Yo... Yo tengo que contarte algo. –La voz de Naruto había sonado tan suave y adolorida que Sasuke empezó a asustarse.
-Sabes que puedes decirme lo que te esté pasando. –Naruto agacho su rostro, pero se sintió aún más afligido al sentir como el mayor empezaba a tratarlo con cariño.
-Yo... El día del accidente... Después de ver a aquella mujer... –Sasuke frunció, inmediatamente, su ceño al recordar el rostro de la Haruno. –Yo pensé que lo mejor para ti sería, separarme de ti.
Sasuke empezó a sentir como el aire de sus pulmones empezaba a desaparecer, quiso ponerse de pie e ir a decirle unas cuántas palabras a aquella mujer. Cerró lentamente sus ojos, intentando tranquilizarse al dejar pasar un poco de aire limpio a sus pulmones.
-Tal vez me lo merezca. –El menor rápidamente alzó su rostro negando con su cabeza y con sus ojos incrustados de pequeñas lágrimas. –Si, yo me fui de casa, quise huir de ti.
-¡No, no! –Las manos de Naruto se posaron suavemente sobre las mejillas del mayor, obligando a Sasuke a no rehuir de su mirada. –Oto-san me dijo que tú te fuiste porque yo empecé a crecer y eso te... –El rostro de Naruto enrojeció fuertemente al ver la bruma y penetrante mirada de Sasuke, y como una pequeña y divertida sonrisa empezaba a asomarse en su rostro.
-Eso es verdad. –El cuerpo de Naruto se estremeció con fuerza al sentir los labios del mayor sobre su oreja. –Yo sabía que tú me pertenecías, así como yo te pertenezco, pero la diferencia edad era un obstáculo en ese momento.
Sasuke acarició con total ternura la mejilla del menor y sonrío enternecido al ver como el menor empezaba a ponerse nervioso al sentir como lo alzaba de la camilla, para luego sentarlo sobre su regazo. Pasó lentamente sus dedos por el largo de aquel cuello y no pudo evitar esconder su rostro en aquella piel, sintiéndola caliente y palpitante, soltó un leve gruñido cuando un pequeño hormigueo invadió su cuerpo,
Naruto cerró lentamente sus ojos al sentir los labios del moreno sobre los suyos, una pequeña corriente eléctrica pasó por todo el largo de su columna vertebral, pero él no se separó del mayor. –Nunca voy a permitir que nadie te haga daño y esas personas van a pagar Por lo que te han hecho.
El menor quiso decir algo, pero los labios del moreno nuevamente sobre los suyos le detuvieron, su corazón palpitó con fuerza al sentir como aquella mano se aferraba fuertemente a su cintura y se sonrojó al darse cuenta que las manos de Sasuke eran grandes y fuertes, haciéndole sentirse tan pequeño y menudo cuando el mayor lo abrigó entre sus brazos.
Aún con su cuerpo tembloroso, abrió lentamente sus labios dejando que la lengua del varón ingresase a su boca.
Sasuke sentía como su cuerpo empezaba a calentarse, las manos del rubio se aferraron al rededor de su cuello, sin posibilidad de respirar, pero eso no le importó, tampoco le importó el hecho de que su herida empezará a dolerle y su cabeza a palpitar.
Lentamente llevó el cuerpo del menor hasta acostarlo sobre la camilla, quiso detenerse al oír el suave gemido del doncel traspasar su boca, pero sus curiosos dedos ya se hallaban jugando con el borde del pantalón del doncel.
Naruto alzó levemente sus caderas dándole permiso al mayor para que metiera su mano debajo de su pantalón, pero justo en el momento en que Sasuke había mordido el labio del menor y Naruto había soltado un fuerte gemido, se escuchó un pequeño grito proveniente del umbral de la puerta.
-¡No puedo creer que hayan estado haciendo eso aquí! –El menor se hallaba con las mejillas fuertemente sonrojas, mientras que intentaba esconder su rostro entre sus manos, pero Sasuke tan solo se limitaba a bufar imperceptiblemente ante los gritos escandalosos de Minato y la mirada burlona de sus amigos y hermano.
-¡Y tú, Sasuke! –El moreno volteo su mirada para observar el ceño, fuertemente fruncido del mayor y no pudo evitar sentir un poco de culpa. Mordió ligeramente su labio inferior al darse cuenta que estuvo a punto de quitarle la virginidad a su doncel, en el cuarto de un hospital. –Se supone que eres el adulto en la relación.
-Vamos Minato-san. Han pasado por mucho. –Sasuke agachó su mirada, para observar sus manos. Alzó levemente su mirada al ya no escuchar la voz de su hermano y vio como Itachi se detenía al ver la mirada del mayor y retrocedió para esconderse detrás del pelirrojo.
-Nada de tener relaciones antes del matrimonio.
-¡Oto-san! –El leve grito del doncel, lleno de indignación ganó la atención de todos los presentes y una sonrisa de autosuficiencia por parte de Sasuke. –No es justo-ttebayo. –Las mejillas de Naruto aún seguían fuertemente sonrojadas, pero al parecer el menor se había olvidado de ello y se había puesto de pie para acercarse lentamente a su padre. –A mí me contaron que tuviste relaciones con Oka-san antes de casarse.
La risa de los más jóvenes se dejó escuchar al ver el fuerte sonrojo que cubrió rápidamente las mejillas del varón y Naruto mordió ligeramente su labio inferior al ver mirada molesta de su progenitor.
Minato negó lentamente con su cabeza, observando como Naruto se dejaba abrazar por su novio y se sentía feliz cuando Sasuke ocultaba su rostro entre sus cabellos.
-Tranquilo Minato-san, cuidaré de su hijo como si de mi vida dependiera de ello. –Minato tan solo soltó un abatido suspiro al saber que no podía negarle a su hijo ser feliz, sabía que Sasuke iba a cuidarle, y sabía también que los dos se amaban y que en algún momento tendría que pasar lo inevitable.