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Abre tus ojos por girlutena

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Notas del capitulo:

woooo Antes que nada, lamento mucho no haber podido actualizar...pues clases, clases, más trabajos...me quedé frustrada...pero bueno 

 

Este capitulo va dedicado a Anónimo, quien me dejó un review en mi otra historia.

 

Ahora... a leer!!!

Sasuke soltó todo el aire que mantenía en sus pulmones y frunció fuertemente su ceño al observar como los pequeños copos de nieve caían suavemente, chocando contra su ventana, las ramas desnudas chocaban entre ellas, gracias al suave vendaval que soplaba aquella mañana.

Intentó removerse entre las sábanas de su cama y soltó un frustrado suspiro al sentirse completamente aburrido, y cansado, cerró sus ojos, intentando calmar sus ansias de salir a la calle, mientras regresaba a la posición incómoda de antes, abrió sus ojos y los fijó en el techo marmoleado de su habitación.

Tan solo había pasado dos días desde que el doctor le dio de alta de aquella clínica y se sintió molesto cuando su hermano no le dejó regresar a trabajar, pero tampoco pudo oponerse cuando Minato decidió tomar, temporalmente, su cargo en la empresa, ni mucho menos a la mirada entristecida de su pequeño y hermoso doncel.

Absorbió lentamente un poco de aire e intentó relajar su ceño cuando los rápidos, pero suaves pasos de Naruto se escucharon por la escalera y no pudo evitar que su corazón saltara con fuerza al ver la hermosa sonrisa de su doncel.

Naruto mantenía sus cabellos en una desordenada coleta, mientras que algunos de sus mechones rubios caían, cubriendo parte de su fino rostro, sus mejillas suavemente sonrojadas y unos hermosos ojos azules, brillando solamente para el moreno.

El doncel se acercó lentamente hasta la cama del mayor y dejó la pequeña bandeja, que contenía un bol con ramen, con un vaso lleno de té de jazmín y unas pequeñas pastillas de analgésicos.

A Sasuke nunca le había gustado aquella comida, pero no podía negar que le encantaba ver como el menor le daba de comer en la boca, y se sentía con un niño emocionado, cada vez que las mejillas del doncel se teñían de un suave carmín, pero él tan solo le mostraba una pequeña, pero sincera sonrisa.

-Otou-san me dijo que iba a llegar un amigo-tteba. –Los brunos ojos del varón tan solo se fijaron en la pequeña silueta del menor, notando cada mínimo detalle, cada fina curvatura de sus caderas y sin darse cuenta llevó una de sus manos hasta cruzar uno de esos largos mechones entre sus dedos.

El cuerpo del menor respingó al sentir aquella suave caricia y una parte de él, quiso retroceder, pero la otra, le hizo mantenerse de pie, escuchó como su corazón empezó a bombardear más fuerte, al sentir los labios del moreno sobre los suyos.

Las caricias de Sasuke eran tan suaves, que Naruto tomó la decisión de abrir lentamente sus labios y dejar que la lengua del varón ingresase a su pequeña cavidad; sin darse cuenta llevó sus manos hasta los cabellos ébanos del mayor y soltó un leve jadeo cuando aquellos fuertes brazos lo elevaron hasta sentarlo sobre el regazo del mayor.

Sus mejillas se había teñido de un fuerte carmín y con algo de vergüenza, apoyó sus pequeñas manos sobre el fuerte pecho de Sasuke y ocultó su rostro en el cuello de éste, sintió una fuerte corriente recorrer su columna vertebral cuando los labios del moreno empezaron a hacer un pequeño y suave camino, empezando desde su hombro, cubriendo todo el largo de su cuello, hasta llegar al lóbulo de su oreja.

-Hueles tan bien. –La voz de Sasuke había sonado tan suave y ronca, tanto que Naruto sintió un fuerte retorcijón en la zona de su vientre, mordió ligeramente su labio inferior, mientras sus pequeños y largos dedos se aferraban a la camisa del mayor. Sintió como los fuertes brazos de Sasuke se aferraba cada vez con más ahínco a su cuerpo, intentando fundirse en él.

 

El sonido del timbre se escuchó tan lejano, que Naruto tardó en darse cuenta que los brazos del mayor habían dejado de apresarlo con fuerza, soltó varios suspiros antes de alejar su rostro del cuello del moreno y se sintió nervioso al escuchar la ligera risa del mayor, cuando salió corriendo de la habitación.

En el momento en que Naruto bajaba a ver quién tocaba el timbre tan insistentemente, aún mantenía sus mi ejillas suavemente sonrojadas, intentó respirar antes de que aquella persona le viera, pero al abrir la puerta tan solo pudo ver a un hermoso doncel de cabellos azabaches y unos ojos tan negros que había empezado a escudriñarle.

-Tú debes ser Naruto. ¿Verdad? –El menor asintió levemente ante aquella penetrante mirada, que por alguna extraña razón le hacía recordar al Teme de su novio, mordió ligeramente su labio inferior, mientras que empezaba a sentirse nervioso, al notar que el doncel no alejaba su mirada de él.

-Obito no asustes al chico. –Naruto vio como aquel hermoso doncel fruncía ligeramente su ceño y hacía un gracioso puchero con sus labios. –Perdona a mi novio, Naru-chan.

-¡Kakashi-sensei! –Naruto saltó a los brazos de aquel varón y enterró su rostro en aquella tela, impregnada de un fuerte y varonil perfume. –Mi otou-san no me dijo que iba a llegar hoy.

 

El sonido de unos pasos se dejaron escuchar en la planta de arriba y Naruto rápidamente se separó del mayor para llevar su azulina mirada y posarla sobre Sasuke, quien bajaba con un poco de dificultadlas escaleras.

-¿Tío? –Sasuke, quien se había detenido en el último escalón, no pudo evitar fruncir ligeramente al ver como su novio se aferraba fuertemente al pervertido de Kakashi, pero su mirada cayó, rápidamente, sobre el cuerpo del otro doncel. Y Naruto no pudo evitar intercalar su mirada entre su novio y aquel doncel, quien tan solo sonreía suavemente.

El doncel se acercó con pasos lentos, pero Sasuke podía ver como la emoción empezaba a aglomerarse en los hermosos ojos azabaches de aquel doncel. El varón sintió un extraño sentimiento en su pecho al ver como las lágrimas de su tío resbalaban por sus tersas mejillas.

Recordó el momento en que sus padres tuvieron aquel accidente y como Minato los adoptó, en algún momento de su niñez pensó que iba a estar solo, pero después de algunos años supo que su único tío había sufrido, al igual que ellos.

Obito era unos centímetros más bajo que Sasuke, se acercó con su menudo cuerpo tembloroso, pero nada de eso fue impedimento para aferrar el cuerpo de su sobrino entre sus protectores brazos.

-Obito es el hermano de Fugaku-san. –Naruto asintió suavemente ante los suaves susurros de Kakashi.

-Lamento mucho no haber estado en aquellos momentos con ustedes. –La voz del doncel sonaba entrecortada y dolorosa, había cubierto su rostro lloroso en el fuerte pecho de su sobrino y soltó un suave gemido al sentir como era aferrado fuertemente.

-Obi-chan. –Sasuke se separó levemente del mayor y acunó el rostro del doncel entre las palmas d sus manos, besó cada lágrima que corría por las mejillas del mayor y le dio un pequeño beso en la punta de su nariz, mientras le sonreía cálidamente. –No te preocupes por ello. –Obito se lanzó a los fuertes brazos de su pequeño sobrino, intentando reprimir sus finas lágrimas. –Te extrañé.

El menor ocultó su rostro entre los cabellos azabaches del más pequeño y le sintió llorar, y él, tampoco pudo reprimir un suave llanto.

-Es extraño volver a verlos tan grandes y cambiados. –Las mejillas de Naruto se habían teñido de un suave carmín al sentarse al costado del moreno y al tener la bruna mirada del doncel sobre su cuerpo.

-Bueno es normal, después de casi diez años. –Kakashi rio al escuchar las bruscas palabras de Sasuke, y sonrió internamente al ver como Sasuke mantenía la mano de Naruto entre la suya. -¿Cuánto tiempo piensas quedarte?

-Vaya, vaya, pero ni recién llegamos y ya nos estas botando.

-Obi-chan se puede quedar.

-¡Teme! –Kakashi rio suavemente al ver como el menor le daba un pequeño golpe al moreno, pero no pudo evitar observar como el moreno sobaba su brazo con una mueca de dolor, y como Naruto cambiaba su rostro a uno lleno de arrepentimiento.

-¡Kakashi! ¡Obito! –La puerta se había abierto con tanta rapidez que nadie pudo ver como Minato corría tan rápido para abrazar el cuerpo del doncel. -¡Mira lo hermoso que estás!

-Sensei. –La voz de Kakashi había sonado suave, y se había acercado lentamente al rubio mayor, intentando alejarlo del moreno. –Suéltelo.

-Vaya Kakashi, tú tampoco has cambiado mucho. –Naruto no pudo evitar sorprenderse al ver como su padre reía jovial ante aquella joven pareja y por un segundo pudo recordar aquella niñez, en la que su padre pasaba la mayor parte del tiempo jugando con él.

 

Sasuke soltó un ligero y cansado suspiro, Naruto lo había sentado en su mueble personal, algo alejado de todo el caos que su familia y amigos empezaban a crear en su departamento.

Itachi se encontraba con Sasori colocando las guirnaldas por todo el piso, hasta en los altos ventanales, mientras que Obito, Minato y Kakashi, se encontraban en la cocina, preparando la cena navideña. Su bruna mirada cayó en el cuerpo de Naruto, quien se encontraba, junto a Akio, intentando decorar el árbol de navidad, que fue enviado por Gaara.

-¿Qué pasa Ototo? –No le sorprendió oír la voz de Itachi detrás de él, pero tampoco esperó que su voz saliese tan pastosa y cansada.

-Estoy aburrido.

-Vamos hermanito, es noche buena.

-Lo que no entiendo es porque todos tienen que estar en mi departamento.

-¡Teme! ¡No seas antipático! –Naruto se había plantado delante de los dos varones, colocando sus manos alrededor de su fina cintura y frunciendo su ceño, intentando parecer molesto e indignado ante los ojos de los hermanos. –Todos están aquí por ti ’ttebayo.

Pero muy lejos a lo que todos pensaban, Sasuke tan solo se puso de pie, del mueblo donde se encontraba sentado, frunciendo ligeramente su ceño cuando un dolor punzante cayó al lado derecho de sus costillas, pero le hizo caso omiso y caminó con pasos lentos hasta encerrarse en su oficina, un lugar donde nadie tenía el derecho de interrumpir su propia calma.

Naruto sintió un pinchazo en su pecho al ver como los ojos brunos de Sasuke tan solo le miraron, sin decirle nada, su cuerpo tembló levemente al escuchar como la puerta del estudio era cerrada.

-Él está molesto conmigo, Ita-nii.

-Claro que no, Naru. –Naruto dejó que el mayor le sentara sobre su regazo y ocultó su rostro en la curvatura de su cuello. –Él solo está molesto porque desea sentirse útil.

-Creo que no debemos tratarlo como un niño. –La voz de Minato se escuchó detrás de ellos y rapidamente Naruto alzó su rostro, sin importarle mostrar su mirada acuosa.

-¡Pero está herido ’ttebayo! –Itachi sonrió cuando Sasori se acercó a él, apoyó suavemente su mano sobre el vientre abultado de su doncel y se sintió extasiado al sentir como su pequeño hijo empezaba a moverse con suavemente.

-Dudo mucho que Sasuke se encuentre mal. –Naruto llevó su mirada hacía Kakashi, quien se aferraba al cuerpo de Obito. –Él siempre ha odiado no hacer nada.

Naruto volvió a agachar su mirada, para observar el reluciente suelo, su labio inferior tembló despacio al sentir como las ganas de llorar empezaban a subir por su garganta.

-Hijo, no te pongas mal. –Minato apoyó su mano sobre el hombro del doncel y le dedicó una suave sonrisa. –Ve y habla con él.

- Intenta ser un poco más dulce. –Las mejillas del menor se tiñeron de un fuerte carmín al escuchar las últimas palabras del peli plateado, tan solo sintió como su padre se separaba de él para ir a golpear a su ex pupilo.

 

Las suaves luces de colores entraban por el gran ventanal de la oficina, alumbrando suavemente parte del suelo y las paredes. Sasuke se encontraba de pie observando como los pequeños copos de nieve empezaban a llenar toda la ciudad, mientras a lo lejos la torre de Tokio brillaba con extrema fuerza.

Observó cómo los padres de familia se acercaban con sus hijos y amigos hasta el rio sumida, cerró lentamente sus ojos y soltó un ligero suspiro, movió la pequeña copa de wiski que mantenía entre sus dedos, el sonido de los hielos chocando entre sí, llenó todo el silencioso lugar, cortando parte de sus sentidos al darse cuenta que la puerta era abierta con extrema cautela.

Regresó su mirada hacia aquella esplendorosa vista, deseando estar en el parque, sintiendo el viento helado chocar contra su rostro y sentir como la nieve se derrite entre sus manos, sonrió levemente al recordar época de su niñez, en la que se escapaba de sus padres, junto con Itachi, para jugar con la nieve.

-Perdóname ’ttebayo. –La voz temblorosa de Naruto cortó el tranquilo silencio que había servido para calmarlo, quiso voltear y enterrar su rostro entre los sedosos cabellos del doncel, pero aun sentía un nudo en su pecho. –Sasuke.

 

Lentamente fue volteándose, para dejar la pequeña copa en una pequeña mesita, para luego sentarse en uno de los cómodos sillones, llevó su cabeza hacia atrás e intentó cerrar sus ojos y olvidarse de todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

Sintió como la parte de su costado era hundida y los pequeños, y delgados brazos del doncel se aferraron con fuerza a su cuello, ocultando su rostro en el ángulo de su cuello, instintivamente llevó sus brazos alrededor de la cintura del menor, atrayéndolo aún más a él.

-Yo solo quise cuidarte ’tteba.

Ocultó su rostro en la caliente piel del menor, llenando sus pulmones con el dulce aroma que emanaba de aquel pequeño cuerpo, sintió como las ganas de poseerlo empezaban a crecer, cerró con fuerza sus ojos, intentando calmar aquellas ganas.

Pasó sus labios por el largo de su cuello, dejando que sus dientes le marcaran finamente, sintió como el cuerpo contrario empezaba a estremecerse, pero él hizo más fuerte el agarre, una de sus manos bajó por la columna vertebral, empezando a crear pequeños círculos imaginarios.

Naruto dejó que su cuerpo se relajara, soltó varios suspiros, esperando que los besos del moreno se volvieran cada vez más fuertes, pero Sasuke tan solo se mantuvo calmado, dejando que sus ganas por más, aumentaran.

Poco a poco Naruto se dio fuerzas para separarse suavemente de los brazos del mayor, pero sin levantarse de su regazo, Sasuke vio como sus pequeñas manos se aferraban con fuerza a su camisa y como mordía su labio inferior.

-Si tú deseas volver a trabajar, puedes hacerlo ‘ttebayo. –Naruto esperó a que el moreno le dijera algo, pero se decidió a alzar su mirada y observar como una pequeña sonrisa se había plantado en el rostro del mayor.

-Eres un Dobe.

-¿Por qué me dices Dobe? ¡Teme!

-No estoy molesto por eso. –El menor cerró y abrió sus ojos, esperando que el moreno le aclarara algo más. –Estoy molesto porque deseaba pasar tiempo a solas, los dos juntos.

Las mejillas de Naruto empezaron a calentarse y Sasuke no pudo evitar pasar sus dedos por las orejas del menor, sintiéndolas también calientes.

Naruto volvió a apoyar su cabeza contra el pecho del mayor, dejando que sus emociones, poco a poco, se calmase, apretó con fuerza la mano del moreno y sintió como sus sentidos eran opacados por el fuerte, pero varonil aroma, cerró suavemente sus ojos, sintiéndose calmado al escuchar el suave golpeteo de su corazón.

 

Recordó cuando él apenas tenía seis años y escuchó como su profesor de biología les hablaba sobre el amor.

Los distintos tipos de amor. Recordaba ese día, había llegado a casa con una enorme sonrisa y había corrido hasta el cuerpo de Sasuke. El gran cuerpo de Sasuke. Su pequeño corazón salto con emoción al sentir los brazos del mayor alrededor de su fina y pequeña cintura y rió divertido cuando el moreno lo cargó.

Sabía desde muy pequeño que su otra mitad, era el moreno. Y se alegraba demasiado que él también era la otra mitad del mayor. Lentamente una pequeña sonrisa empezó a mostrarse en sus labios y sintió como los brazos del moreno se aferraban aún más a su cuerpo.

 

-Deseo ir al parque. –Naruto alzó su mirada y observó como las hermosas gemas de su novio brillaban con emoción. –Deseo ver los fuegos artificiales desde el río.

 

Akio corrió tan rápido como sus cortas piernas le daban, con una sonrisa, llevando de la mano a Naruto, su pequeño corazón corría agitado, pero al pequeño niño no le importaba. Era la primera navidad que la pasarían afuera, observando los fuegos artificiales, al frente del lago, con su familia y demás desconocidos.

El gran árbol se alzaba con toda su magnitud en el centro del parque, las resplandecientes luces de colores brillaban, iluminándose en el río; mientras que la nieve seguía cayendo y el viento soplaba suavemente.

Sasuke se acercó hasta rodear la cintura de su doncel y apoyar su quijada en el hombro de menor, cerró lentamente sus ojos sintiendo el aire frío soplar contra su piel, y llevo su mirada hacia toda su familia.

Sonrió suavemente al ver como Itachi rodeaba el vientre de Sasori, intentado robarlo un beso; el mismo escenario era para su tío y un pervertidor Kakashi, quien intentaba meterle mano al moreno. Akio era cargado por Gaara, mientras que con su otro brazo había rodeado la cintura de un sonrojado Lee.

El fuerte estallido y los gritos llenos de emoción de las personas, obligó que su bruna mirada cayera en el cielo,

Cerró lentamente sus ojos agradeciendo a sus padres por ayudarle a conseguir todo lo que tenía; frunció ligeramente su ceño cuando sintió que su doncel se removía entre sus brazos, abrió lentamente sus ojos al sentir las manos del menor alrededor de su cuello y un calorcito se prendió en su pecho cuando los labios del menor cayeron contra sus labios.
En un beso tierno y suave. Un beso casto y lleno de amor.

-Feliz navidad. –Naruto sonrió, aún con las mejillas teñidas de un fuerte carmín, la frente del mayor cayó contra la suya.

Notas finales:

Sí, sí.

lo lamento...¿un poco corto? 

no lo sé...siento que fue un capitulo más de relleno T_T pero prometo que el proximo capitulo habrá acción (?)

¿alguien quiere lemon???

siento que Naru ya no aguanta más >..<!!!!

 

y FELIZ NAVIDAD!!!!!!!

Pd: ya saben... no se trata de regalos, sino pasarlo en familia ;)!!!

Besos!!!!


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