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Iron man: La llegada de Hulk por Kaulitz

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Notas del capitulo:

 

Notas generales para todas mis historias:

Buenas.

Lamento la demora, ¡tengo excusas! ¡Wiii!

Ahora, quien quiera leerlas sea bienvenido (?)

En primer lugar, había estado usando demasiado el computador así que decidí alejarme por unos días, simplemente me mantuve en contacto con el internet (¿o la internet…? no estoy segura) mediante mi celular, así que no escribí nada, absolutamente nada pues quería despejar mi mente de tanto… internet. Estaba creyendo que mi rostro se estaba poniendo cuadrado de estar pegada a la pantalla por horas.

Lamento si se sintieron muy impacientes, o si sintieron que demore tanto que ya no seguiría escribiendo, pero como dije anteriormente, necesitaba despejar mi mente por un momento. Y debo decir que fue genial, fue bastante… entretenido aunque pensaba a cada rato en los capítulos que debía escribir. Fue bastante entretenido, lo recomiendo.

Bien, ayer me levante con ánimos renovados, me duche rápidamente y me senté a escribir… ¡pero mi madre peleo con mi hermano y mis ganas se fueron a la basura! (no a golpes, por suerte, pero bueno… hay problemas por aquí en casa)

Mi hermano es, sin mentir, un dolor en el culo. Es tan inmaduro, y se hace la victima con todo, y por alguna razón que desconozco, toda la culpa (según él) la tiene mi madre; ya saben, típico adolescente que afirma que su madre lo regaña a cada minuto, y le grita a cada segundo, y lo castiga a cada mini-segundo, y Dios, llegó a decirle a la psicóloga (va por la agresividad que ha estado mostrando estos últimos meses, como dije, no a golpes pero sí verbalmente) como sea, le dijo que mi madre era una mentirosa, que estaba vieja y algo loca, creo que también uso la palabra histérica, oh, y dijo que ella era corrupta, es decir, ¿qué? Eso ni siquiera tiene sentido. Lo peor es que de verdad lo cree, y no ve el verdadero problema. No escucha, y evade cualquier tema de conversación, absolutamente cualquiera, yo misma puedo pedirle algo tan simple como “¿Qué película estás viendo?” y me manda a callar con un simple “Cállate” Y la conversación termino, con mi madre es igual y yo me pregunto, ¿cómo es posible que no vea el problema?

Bueno, gracias a los que leyeron hasta aquí, simplemente quería desahogarme un poco. 

Capítulo 26.

 

—Buenos días, caballeros —saludó Monique con una gran sonrisa.

—Buenos días, señorita —Tony sonrió con felicidad mientras se sentaba—. ¿Cómo estuvo su fin de semana? —preguntó con aparente desinterés. Bruce sonrió por la evidente felicidad de su novio.

—Algo alocado —contestó ella con un gesto vago—, mi esposo y yo tuvimos algo así como una… conversación profunda y- o Dios, lo siento —murmuró repentinamente—. No los molestaré con mis problemas personales, ¿qué quieren ordenar?

—¡Yo quiero saber! —exclamó Tony mirándola, y su expresión de anhelo era tal que Monique solo pudo suspirar mientras reprimía las ganas de envolver a su pequeño entre sus brazos y no soltarlo jamás.

—No te contaré mis cosas de pareja, Tony —reclamó silenciosamente, con su típico tono de ligero regaño que usaba con frecuencia en sus conversaciones con su hijo, y que con cierta tristeza, no había podido utilizar en mucho tiempo.

Tony sonrió con una ligera tristeza, y ordenó. Monique suspiro entrecortadamente mientras anotaba el café favorito de Howard.

***

Antes de salir con porte abatido, Tony caminó hacia la mujer apostada en el mostrador de la cafetería, y pago un café adicional.

***

—¿Cómo está? —Fue lo primero que escuchó Monique al entrar a su apartamento, no pudo evitar sonreír ante la evidente ansia presente en el tono de voz de su esposo.

—Bien —respondió ella besando los labios de Louis. Segundos después de separarse, Louis veía frente a él un café humeante y una sonrisa en el rostro de su mujer—. Tony te mando un café.

Louis se fue, dejando en su lugar a Howard, y su sonrisa no podía ser más grande de lo que ya era.

***

—Siento que tengo crisis de personalidad —reclamó Louis entrando al departamento de Lisa para una improvisada cena con todos los presentes en la anterior cena de domingos —los afortunados en descubrir el secreto de Howard y Maria—. Siento que Louis es un ciudadano común, sin mayores preocupaciones más que el hecho de que sus cortinas no combinan con sus sillones, mientras que Howard es un multimillonario con… problemas a la par de sus millones.

—Y yo no sé cómo llamarte —comentó Marcus en señal de saludo—, ¿Louis o Howard? —añadió con una sonrisa que intentaba ser divertida.

—Creo que prefiero Howard, pero no puedo ser llamado así —respondió con una mueca.

—Ey, Louis y Howard son la misma persona —Le recordó Olive con voz suave—, y como tal, yo supongo que ambos tienen algo en común aparte del hecho de que ambos están casados.

—Aunque teóricamente Louis no tenga hijos; ambos, Louis y Howard aman a Tony —suspiró sentándose con abatimiento—. Ambos lo extrañan, aunque-

—Aunque Louis ni siquiera ha tenido la oportunidad de encontrarse con  él —añadió Monique asintiendo con tristeza.

—Comprendo —murmuró Clarisse meneando la cabeza—. Ustedes hablan como sí Monique y Louis fueran dos personas diferentes a Maria y Howard; diciendo cosas como si… como si no fuese normal extrañar a Tony pues Louis ni siquiera lo conoce. Y ahí es donde entra su problema de identidad, además, creo que es algo muy estúpido. Ambos son la misma persona.

—No… —respondió Monique luego de pensarlo—. Lo son- lo somos, pero a la vez no. Es… es algo complicado, lo sé, pero nosotros lo comprendemos con facilidad. Monique ahora es parte de mi vida ahora, ya no soy solo Maria, nunca más. Howard ya no es solo Howard, también es Louis… no es parte de una actuación, es parte de nosotros. ¿Lo comprenden? Ya no podremos ser nosotros mismos, debemos ser otras personas para mantener a nuestra familia a salvo.

—No, no lo comprendo —negó Clarisse suspirando—, pero bueno, ¿qué otra cosa podemos hacer más que aceptarlo y tratar de entenderlo? No cambiaran de opinión ni aunque dejásemos de hablarles para que lo hiciesen.

—Lo que Clarisse quiere decir —comenzó Lisa con una sonrisa—, es que estaremos felices de guardar su secreto-

—¿Pero? —preguntó Howard alzando una ceja con diversión.

—Sin peros —afirmó Lisa—. Bueno, solo me gustaría estar ligeramente informada sobre sus… actividades como agentes secretos.

—No somos agente secretos —Le recordó Howard rodando los ojos.

—Por supuesto —aceptó Lisa—. Diré que sí pero es un ‘no te creo’. —Y sonrió.

—Ignorando a Lisa —comenzó Olive poniendo la comida sobre la mesa—, ¿cuándo podrán ver a Tony? —preguntó con interés.

—En un par de semanas, creo —afirmó Howard frunciendo los labios—. Debe ser algo normal, no puedo ir y abrazar a un supuestamente desconocido adolescente simplemente porque tenga una creciente amistad con mi esposa.

—Sería extraño —aceptó Clarisse riendo. Todos comenzaron a servir comida en sus platos, y entre risas comenzaron a comer.

—¡Tengo una idea! —gritó Lisa repentinamente, haciendo que todos en la mesa se sobresaltaran y que en todos los rostros naciera una mueca de molestia—. Prometí ayudarte en lo que necesitaras-

—No lo prometiste —dijo Howard.

—A cambio de dejarme ser parte de su cruzada-

—No hay cruzada.

—Así que te ayudaré a juntarte con tu hijo —Ignoró las frases de Howard a su lado con una naturalidad fascinante—. ¿Cada cuándo va a tomar café? —preguntó mirando hacia Maria.

—Todas las mañanas —dijo ella sin quitar la mirada de sus espaguetis impregnados de salsa.

—Bien, ¿quién tiene ganas de tomar un café mañana? —preguntó Lisa con una gran sonrisa—. Estoy de cumpleaños mañana —añadió antes de que Howard pudiese siquiera abrir la boca para rebatir—, y quiero celebrarlo yendo a desayunar con todos mis amigos en el fabuloso café en el que Monique trabaja. Mañana tienes el día libre, ¿no?

Maria asintió—. Howard también, él se aseguró de que tuviésemos el mismo día libre.

—Perfecto, está todo listo. Mañana iremos a celebrar mi cumpleaños. —La sonrisa de Lisa era tan enorme como la sonrisa entusiasta de Howard. Para todos era perfectamente visible el anhelo en el rostro del hombre, y ellos no podían sentir más que felicidad por el próximo encuentro padre e hijo.

***

Tony paseó su mirada por la cafetería por la que vendría siendo la undécima vez antes de rendirse con un simple suspiro. Su madre no estaba trabajando ese día.

Bruce, a su lado, no pudo evitar poner una mueca de simpatía, intentando apoyar a su novio en un momento tan difícil.

Todas sus cavilaciones fueron cortadas al momento en que la puerta que da a la calle se abrió dando paso a un bullicioso grupo de personas. Tony fijo su mirada en el grupo con desinterés, y en su rostro se pudo ver la felicidad al reconocer a su madre entre ellos, la felicidad se convirtió en sorpresa con rapidez al ver a su padre, y choqueado se levantó arrastrando la silla que segundos antes sostenía todo su cuerpo.

Sus ojos se llenaron de lágrimas ante la sonrisa emocionada de su padre.

—Pap-

—¡Papacito! —gritó Lisa interrumpiendo las palabras de Tony. Howard suspiró al notar a las compañeras de trabajo de su esposa mirando la escena con interés, deseosas de algún chisme jugoso.

—¡Sí, eso, papacito! —gritó Tony sonriendo con nerviosismo, su rostro sonrojándose con furia.

Bruce quería golpear su rostro contra la mesa, Maria también. Para todos era evidente que Lisa había evitado que más personas supieran el secreto de Howard.

Y Lisa solo quería ser parte de la cruzada.

***

Tony había escapado al baño antes de que las cosas se pusiesen extrañas, aunque de hecho y para todas las trabajadoras en la cafetería, las cosas ya estaban lo suficientemente raras.

Sin que nadie lo notara, aparte de los ocupantes de la larga mesa repleta de los vecinos de Monique y Louis, Howard siguió a su hijo al baño. Buscando privacidad.

—Hola —susurró al oído de su hijo mientras éste caminaba con distracción, con las ganas de orinar como único pensamiento en su mente.

—¡Padre! —exclamó Tony girándose al segundo en que reconoció la voz que tantas veces había escuchado y que tanto, tanto había extrañado. Odio cada segundo de su vida sin sus padres, y odio particularmente los segundos que demoró inspeccionando sus alrededores para asegurar la ausencia de entrometidos.

Y odio con furia lo que demoró en rodear a su padre con sus brazos.

—Te extrañe, tanto —murmuró con el rostro contra el pecho de Howard.

—Yo también, pequeño, yo también —respondió Howard entre susurros. Ambos temiendo que si aumentaban el volumen de sus voces, alguien vendría a interrumpir y su corto momento moriría sin posibilidad de repetir.

 

Notas finales:

Quiero destacar que el siguiente capítulo será un especial, no será de Thor y Loki como el anterior especial (Aprox. capítulo 9) 

Lo entenderán en el siguiente capítulo, cuando lo lean, obvio. 

Pero el que sigue del siguiente (El siguiente-siguiente...) será desde Asgard, un especial en todas sus letras.

 

Gracias por leer, y espero que comprendan mi demora.

*PD: Hoy comence a trabajar lml soy algo así como... una niñera. (Solo debo hacer camas, lavar platos y barrer aparte de cuidar a las dos niñas de una cmpañera de trabajo de mi madre, es simple...) así que luego de hacer todo eso, que... termina en aprox. unas dos horas si estoy con flojera, tengo libre la tarde para escribir (las niñas estarán conmigo, no es que las este descuidando)

Nos vemos en el proximo.


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