Capítulo 30.
Bruce abrió los ojos desconcertado y ligeramente asustado, sin saber que lo había despertado. Giró la cabeza al no ver nada sospechoso y se encontró a centímetros del rostro de su sonriente novio.
Él solo pudo resoplar antes de darle la espalda a Tony e intentar volver a dormir—. Te odio —Fue lo único que salió de su boca.
—Yo odio que mientas con tanta soltura —comentó Tony recostado junto a Bruce—, ¿y quién sabe? Podrías haber mentido cuando dijiste que era el único hombre en tu vida.
Bruce abrió un solo ojo—. Jamás dije eso.
—Porque habría sido una mentira —respondió Tony presionando sobre su pecho donde, aparentemente, estaba su corazón adolorido—. Ay, el dolor.
—¿Qué quieres, Tony? —murmuró—. Estoy durmiendo.
—Oh, eso puedo verlo —resopló Tony—, con todo lo que me has ignorado. Y así te haces llamar mi novio, la persona más importante en mi vida y quien me recibirá en el altar cuando fechemos nuestra boda…
—¿Cuándo accedí a una boda?
—¿No quieres? —preguntó Tony con indignación falsa—. Realmente creí que aprovecharías mi oferta para asegurar un lugar a mi lado, y para llevarte todo mi dinero.
—Tu dinero ya es mío —le recordó Bruce con el rostro presionado a la almohada—, mi mamá maneja absolutamente toda tu empresa.
—Oh… esa Alice es una persona muy inteligente —aceptó Tony después de un momento.
—¿Puedo dormir ahora? —preguntó Bruce, y sin importar cual fuera la respuesta, cerró los ojos para intentar volver a dormir.
—Por supuesto que no, existe algo malvado que impide que puedas dormir —afirmó Tony mientras se levantaba de la cama.
—¿Tú? —preguntó Bruce a segundos de quedarse dormido.
—Nop —respondió Tony sonriendo mientras llegaba a la puerta—. La escuela.
Bruce abrió los ojos alarmado—. ¿Qué? —Pero Tony ya no estaba en la habitación.
***
—¿Se quedó dormido otra vez? —preguntó Alice alzando las cejas al ver a Tony llegar al comedor con una enorme sonrisa, y preguntó nuevamente mientras Tony se sentaba frente a ella para tomar desayuno—. ¿Lo despertaste?
—Sí, debe estar levantándose en estos momentos —respondió Tony alzando los hombros mientras sonreía—. ¿Loki y Thor siguen durmiendo?
—Aquí llega Loki —respondió Loki caminando hacia la mesa—. Buenos días.
—¿Y Thor? —preguntó Alice mordiendo el pan que había preparado.
—Duerme —respondió con simpleza—, ¿y James y Bruce?
—James salió y Bruce se está levantando —respondió Tony mientras preparaba su desayuno—, ayer te comente que iría a la escuela, ¿por qué no seguiste durmiendo?
—Estoy emocionado —respondió Loki—, hay tantas cosas que aún desconozco de tu mundo.
—¿Planeas salir? —preguntó Alice—. ¿Solo?
—El conocimiento implica riesgos —contestó Loki—. Pásame la mermelada —pidió mirando hacia Tony antes de volver su atención a Alice nuevamente—, y si eso significa que me pierda en esta enorme ciudad, bueno… ya conocen los riesgos.
Tony rio—. Si te pierdes puedes-
—Siempre puedo llamar a Heimdall en caso de problemas.
—No estoy seguro de que él quiera que lo llames para ese tipo de cosas —comentó Bruce entrando al comedor ligeramente agitado—. ¿Por qué no me despertaste antes? —reclamó mirando hacia Tony.
Loki respondió que Heimdall no tendría inconvenientes en ayudarlo en tiempos de necesidad al mismo tiempo que Tony reclamaba haber intentado despertarlo desde mucho antes de que los dinosaurios se extinguieran.
Bruce resopló—. Loki, siempre puedes preguntar por la mansión Stark, cualquiera puede indicar la dirección; y posiblemente también te quedaste dormido, Tony, e hiciste ese escándalo para que nadie lo notara.
—¿Quedarme dormido? ¿Yo? ¿Es que no sabes quién soy?
—Eres exactamente el mismo que ayer no quería ir a dormir —respondió Alice levantándose de la mesa—. Fue un placer desayunar con ustedes, pero alguien debe ir a gastar el dinero de Tony.
—¿Es que Tony no puede gastar el dinero de Tony? —preguntó Tony al mismo tiempo que Bruce preguntaba:
—¿Estabas escuchando nuestra conversación?
—No es mi culpa que haya escuchado mi nombre mientras caminaba fuera de tu habitación, hijo —respondió Alice—, con mayor razón si escucho a mi propio hijo acusándome de robar dinero a su novio.
—Mamá-
—No digas nada, Bruce —interrumpió Alice con seriedad—. La verdad es que no puedo robar algo que prácticamente me pertenece —añadió mientras salía del comedor.
***
—¿Hasta cuándo nos quedaremos? —preguntó Thor mientras salían de la mansión. Tony y Bruce habían salido camino a la escuela muchas horas antes.
—No mucho, me temo —respondió Loki más interesado en ver las diferencias entre el Midgard actual y el que visitaron hace pocos años—. Tal vez otros dos días, como máximo. Tenemos cosas que hacer en casa.
—Me gustaría venir por más tiempo —dijo Thor mirando a su hermano.
—El viaje fue organizado de forma apresurada, desde un principio sabíamos que no podríamos quedarnos por mucho tiempo.
—Pues definitivamente debemos venir en otro momento —afirmó Thor después de un momento—. Midgard ha cambiado demasiado en tan poco tiempo.
Loki asintió.
***
—¡Mira! —exclamó Loki sorprendido—, no tenemos de esos en Asgard, ¿qué son? —y como ya sabía que el nombre del animal estaría en algún cartel, Loki comenzó a buscar.
—Aquí —dijo Thor acercándose a leer el cartel—, ping… ¿Pingüino? ¿Qué clase de nombre es ese?
—Los Midgardianos ponen nombres tan extraños —afirmó Loki observando a esos animales tan extraños para él—. ¿Qué significa zoológico?
***
—Tengo esto bajo control, no te preocupes —afirmó Thor guiñándole un ojo a su hermano—. Disculpe, señorita, queremos ver eso —dijo mirando hacia la mujer frente a él mientras señala el cartel de una película.
Después de que la mujer dijera el valor de las entradas, Thor miro hacia Loki, quien lo miraba en silencio y con el ceño fruncido.
—En Midgard cobran por todo —reclamó Thor en voz muy baja mientras revisaba sus bolcillos—. Janine, ¿verdad? ¿Ese es tu nombre? —él se apoyó sobre el mueble de recepción y sonrió—. ¿Puedes creer que vine aquí tan entusiasmado por ver una película junto con mi hermano que olvide el dinero? —En todo momento mantuvo la sonrisa, con la mirada fija en Janine—. Una chica tan linda como tú seguramente sabrá maneras de dejar entrar a sus pretendientes, ¿no crees?
La chica, Janine, rio con nerviosismo mientras respondía—. ¿Pretendientes? —Su rostro adquirió un tono muy fuerte de rojo—. No lo sé… es que-
—Claro, pretendientes —afirmó—, con esa sonrisa que tienes-
—Hermano, seguramente le molesta que coquetees con ella en sus horas de trabajo —comentó Loki acercándose con una sonrisa.
Janine se sonrojo al mismo tiempo que Thor se sorprendía—. ¡Lo siento! No quiero que tengas problemas por mi atrevimiento, podemos volver otro día con el dinero y-
Y en un momento de atrevimiento Janine exclamó—. ¡No es un problema! Digo- solo me sorprendiste —añadió intentando explicarse, sus mejillas adquirieron un fuerte color rojo—. Salgo en unas tres horas, ¿crees que podrías esperarme…? No lo sé, viendo una película.
—Es una cita —accedió Thor con una sonrisa enorme.
—Padre estaría orgulloso —dijo Loki en voz lo suficientemente baja como para que solo Thor escuchará.
—Seguramente pensará que eres una mala influencia —respondió Thor igual de bajo que su hermano.
—Pues yo sí estoy orgulloso —añadió Loki sonriendo mientras dejaban que una sonrosada y entusiasta Janine siguiera haciendo su trabajo.
—Porque definitivamente eres una mala influencia.
***
—Creo que Janine se sentirá triste cuando note que ese “te esperaré afuera mientras sales del trabajo” que le dijiste al terminar la película era totalmente una farsa —comentó Loki mientras se alejaban del cine.
—Era una chica fuerte, lo soportará —afirmó Thor alzando los hombros.
—Me asombra la facilidad con la que lo hiciste, ¿nada de remordimientos? —preguntó con burla ligera.
—¿Remordimientos de qué? No recuerdo haber matado a nadie —resopló Thor—. Y definitivamente fue más fácil que salir a cazar. Oh, y no olvides que tu mala influencia es poderosísima.
—No me culpes a mí —reclamó Loki riendo—, eres tú quien toma mis malas influencias y las utiliza a su antojo, de hecho, me siento un poco ultrajado.
La risa de Thor se escuchó por varios segundos—. Ya te pasas, no estoy tomando nada de ti sin pedir permiso antes, ¡hasta lo agradezco!
—Eres ridículo —dijo Loki con una sonrisa.
***
Tony frunció el ceño.
—¿Me estas escuchando? —reclamó Bruce mirando a su novio.
—Lo siento, es que Thor y Loki ya deberían estar aquí —murmuró lo suficientemente alto como para que sus amigos escucharan. Detrás de ellos se encontraban las puertas de la escuela, que en esos momentos terminaba sus clases y abría sus puertas para que los estudiantes salieran hacia sus casas.
—Tal vez se perdieron —comento Roudy—, después de todo, son nuevos aquí.
Alan asintió—. Por lo que sabemos, solo han venido unas tres veces. Y quien saque que cosas han experimentado, dadas las diferencias entre nuestras culturas.
—Pues sí, tal vez se entusiasmaron demasiado con algo —respondió Bruce mirando a su alrededor—. Igual deben estar a punto de llegar, ellos son inteligentes.
—Encontrarán la manera de llegar aquí —aceptó Tony también con la mirada fija en los alrededores.
Y aproximadamente diez minutos después, Thor y Loki lograron llegar a la escuela. Las sonrisas de orgullo se podían apreciar allí y en Asgard.
Y un hombre en específico, miraba con una sonrisa orgullosa al notar que su ayuda no sería necesaria.
—Ellos están bien.
—Gracias, Heimdall —respondió Frigga mientras se alejaba sabiendo que sus hijos se encontraban resguardados bajo el ojo vigilante del guardián.