Akashi pov
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Me llamo Akashi Kuroko, tengo 15 años y pronto cumpliré 16 años, vivo con mi nana momoi, con mi omma tetsuya y mis cuatro hermanos, Kise, Midorima, Aomine y Murasakibara.
En este momento nos estábamos mudando ya que la gente de este barrio empezó a sospechar el por qué mi mama no envejecía. Toda esa información sobre nosotros enserio me dejo confundido en su momento, pero ahora comprendo que fue más duro para mama tenernos, no soy idiota parir a cinco bebes no es fácil y menos si somos medio shinigami.
Mitad demonio era algo raro, yo ya lo había notado desde pequeño, siempre tuve mucha inteligencia para mi edad e igualmente demasiada fuerza. Pero también tenía la capacidad e ver el futuro sobre las personas, con tan solo sentir su contacto podía ver lo que iba a pasar más adelante.
No sé qué poderes tengas mis hermanos pero sé muy bien cómo utilizar los míos, aunque mi poder con el único que no funciona es con mama, he dormido abrazado a él, eh cogido su mano todo el día, pero nada, nada aparece delante de mis ojos como lo hace con cualquier persona. La verdad me frustra no saber si algún día podre estar con mi mama.
La verdad le amo, le amo con todo mi corazón y por mucho que me reprenda diciéndome que esto no está bien, siempre término cediendo frente a mis sentimientos. Termino pensando en que lindo seria tener una relación con mama, pero no hablo de madre e hijo, hablo de algo más profundo, más sentimental. Una relación amorosa es lo que yo quiero con él.
-¿Estás cansado?- me pregunto mi madre entrando a la pieza con una bandeja en las manos.
-un poco- le dije sonriendo. Aunque no fuese muy típico en mí, me gustaba sonreírle a mama.
-jeje es que tienes una habitación con muchos libros- me dijo entregándome un refresco con un sándwich
-tienes razón- le dije
-descansa, todavía tenemos una semana para salir de casa- me dijo sentándose al lado de mí, en mi cama
-lo sé- le dije- pero quiero tener todo listo, aun me falta más de la mitad de los libros
-¿Te gusta mucho la lectura?- me pregunto sabiendo la respuesta – me alegra tanto
-¿Por qué?- le pregunte ahora yo, él ya sabía que me gustaba la lectura pero no sabía por qué le alegraba tanto, no era cosa del otro mundo.
-porque a mí también me gusta mucho- me dijo- antes solía leer como tú, no digo que lo allá dejado de hacer pero le he mermado mucho a la lectura- me dijo mostrándome esa hermosa sonrisa que tenía, esa que me encanta y que hace que mi corazón palpite.
-oh no lo sabía- le dije volteándome mi rostro tratando de ocultar el sonrojo que había aparecido en mi cara. Lo podía sentir, mis mejillas ardían.
-si mi genero favorito es el misterio – me dijo otra vez con esa sonrisa y ahora na estaba seguro cuanto autocontrol tenia, quería en estos momentos hacerlo mío
-mama- le llame quedando nuestros rostros de frente y peligrosamente cerca
No sabía cuales iban a hacer las consecuencia de lo que pensaba hacer, pero en esto punto no había retorno, le amaba desde hace muchos años y ya no podía encerrar más estos sentimientos que tenía en mi corazón.
Cogí sus labios lentamente con miedo a que me rechazara, me empujara y en el peor de los casos hasta me pegara, pero grande fue mi sorpresa al sentir con este tímido beso era correspondido. Todavía tenía miedo, miedo de que esto para mi madre fuera un error de que no me quisiera como lo quiero yo a él.
Lentamente nuestro beso se fue intensificando, delinee su labio inferior pidiendo permiso para explorar aquella cabía que por tantos años había soñado besar. Era más deliciosa de lo que imaginaba, era grandioso, nuestras lenguas danzaban, se succionaban, era un compás perfecto que ni la falta de aire podía impedir.
Fui depositándolo suavemente sobre el colchón, mientras sus brazos se enrollaban a mi cuello y mis manos viajaban por su espalda
-ahh- gimió suave al sentir mi pierna entre las suyas pero sin separarnos de nuestro beso
Me volvía loco su boca, quería más y más cada vez más
-mama- le dije para empezar un camino de besos por su cuello para luego alzar su camisa teniendo un contacto suave con sus lindo pezones.
-a-aka-… shi- mi pene ya estaba duro de tan solo ver su cara sonrojada, sus labios medio abiertos y sus manos sosteniendo fuertemente las sabanas, pero sentía que pronto explotaría si seguía pronunciando mi nombre
-mama- volví a repetir besándolo más apasionadamente bajando luego hasta su abdomen empezando unas pequeñas embestidas en su ombligo.
-mama ¿Estás ahí?- pregunto Kise tocando la puerta.
Los dos reaccionamos inmediatamente y me separe lo más rápido que podía mientras él se acomodaba la ropa
-sí, entra aquí estoy- le dijo este avergonzado parándose de la cama
-mama me podrías ayudar a guardar mi ropa- le dijo Murasakibara infantilmente- es que no se quiere doblar
-no es que no se quiera- le dijo mama amablemente - es que tú no sabes doblarla
-moo mama no seas cruel- le replico este
-bien vamos- dijo saliendo de la pieza con el grandote.
Lo bese… lo bese… lo bese… LO BESE… LO BESE.
Maldición lo bese, ahhhh me volveré loco como podía cometer semejante estupidez ahora mama se enfadaría, me regañaría por hacer algo tan absurdo… pero estera el me correspondió… eso quiere decir que me acepta… pero yo no le dije directamente lo que sentía… pero el tal vez lo entendió… y si no lo entendió… y si solo me siguió el beso por inercia… … … … … …
-maldición voy a morir si sigo así- dije al aire mientras me tiraba a la cama tapándome la cara
Pero… me gustó tanto sentir sus labios, esa sensación cálida, tan suave. Realmente él tiene labios únicos.
A pesar de todo estaba feliz, no le echaría tanta cabeza y por primera vez dejaría que las cosas fueran como iban a hacer.
Maldito Murasakibara si no hubiera interrumpido quizás hubiéramos llegado a más…
********** YA MAS TARDE *******************
Estaba agotado pero por fin había acabado de empacar mis libros, ahora solo faltaba la ropa y mis cosas personales
-oye Akashi es hora de cenar- me dijo Midorima mientras tocaba la puerta
En toda la tarde no había salido de mi cuarto tratando de evitar a mama porque la vergüenza no me dejaba o tal vez era el miedo de sentir el rechazo de la persona que amo.
-¿Qué hay para cenar?- pregunte a Midorima cuando Salí del cuarto
-creo que es pizza – me dijo- hoy le tocaba a Murasakibara
-ya veo- le dimos un mes de vacaciones a la servidumbre ya que ellos también se mudaban con nosotros, por eso nos repartíamos los turnos de hacer el aseo, el desayuno, el almuerzo, la comida y muchas más labores.
Durante toda la comida evite la mirada de mama e igualmente hablar, no quería saber nada, tenía miedo de perder a mama
******* A LA HORA DE DORMIR ********
No podía dormir, daba vueltas y vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño así que decidí levantarme para ir a la biblioteca a leer un poco, que era lo único que quedaba intacto.
Grande fue mi sorpresa al ver la luz encendida, a lo que yo me adentre viendo a mama leyendo
-no sabías que estabas aquí- le dije- es mejor que me valla
-espera- me detuvo – quédate un momento- dijo algo sonrojado
Me senté al lado de él cogiendo un libro que había encima de la mesa tratando de no sentirme nervioso
-no sabía que venias a esta hora a la biblioteca- me dijo quitando la vista del libro-
-la verdad es la primera vez que vengo tan tarde- le dije- ¿y tú qué? Tampoco sabía que venias a esta hora
-te dije que me gustaba leer y la mejor hora es esta- me comento- es que tengo unos hijos muy ruidosos y además les tengo que poner atención para que no hagan un desastre
-tienes razón- le dije
En la habitación se hizo un gran silencio hasta que decidí romperlo
-mama lo de hace… lo de la tarde… yo- no sabía que decir, no tenía decidido si declamarme en este momento o decir que fue todo un accidente- yo… lo- rápidamente fue callado por un beso de ese peli azul que me dio la vida
Estaba pasmado, mis ojos estaban bien abiertos pero aun así decidí corresponderlo
-¿Qué fue eso?- le pregunte al separarnos
-eso te pregunto yo- me dijo divertido- ¿Por qué me besaste en tu habitación?
-…
-¿No piensas contestar?
-me gustas- le solté de golpe
Sin espera de respuesta lo senté rápidamente sobre mí empezando a besarlo apasionadamente le deseaba, no aguantaba más, quiera tenerlo, poseerlo hacerlo mío.
-ahhh- gimió sintiendo como metía mi mano dentro de su pantalón- Akashi
No podía parar, ni aunque quisiera y tenía por seguro de que no quería hacerlo ni lo iba a hacer. Quite su pantalón sin ninguna resistencia. Me hacía creer que él también me deseaba, quería ser mío también
-mama te amo- le dije mirándolo fijamente para luego besar esos hermosos labios que tenia
-akashi- me dijo poniendo sus manos en mi cuello- ahh
Se veía tan sexy, era hermoso. Agarre su miembro empezando a masturbarlo rápidamente mientras que con la otra mano empezaba a sacar mi miembro sin dejar de besarnos para posicionar mi pene en su entrada
-ahh noo Akashi- me detuvo- me tienes mhg que ahhhh preparar- me dijo
La verdad era muy torpe para esto, era mi primera vez teniendo sexo, no sabía bien que hacer, suponía que era como la mujer, meter mi pene y ya.
-lo siento- me disculpe apenado- es- es… que – no… sé que… hacer – le dije de golpe muy apenado pero el solo sonrió
-no puedo creer que mi niño a sus casi 16 no allá tenido novia o novio después de que lo siguen como piojos- me dijo tiernamente mientras me daba un beso- entonces te enseñare como se hace mi bebe hermoso
Se bajó de mí sensualmente, sentándose en la mesa tirando todos los libros al piso- ven para acá – me llamo a que me arrodillara delante de el en medio de sus piernas, viendo su pene erecto y su linda entrada rosada- primero que todo a los donceles hay que prepararlos, los puedes hacer con lubricante o así- me dijo cogiendo mi mano para llevarla a la boca, empezando lentamente a ensalivar tres dedos- luego los pones aquí y empiezas a adentrarlos uno a uno- me dijo metiendo el primer dedo en su entrada-ahhh ti-tiene mhggh que estar mgh bien dilatado- me dijo me tiendo el otro
Era la primera vez que veía esto pero me gustaba sentirlo, Kuroko llevaba mi mano en su interior mientras nos besábamos y yo lo masturbaba a él rápidamente. Nuestros cuerpos eran hundido en un a linda cada de sudor.
-ahh ahora si mhg ahh lo puedes meter – me dijo
Me puse a la altura de su entrada cogiendo mi pene con una mano, sacando la otra del interior de Kuroko para empezar a entrar lentamente. Se sentía estrecho muy estrecho pero genial
-ahh es muy grande- me dijo gimiendo
-se siente muy estrecho Kuroko- le dije y creo que se extrañó porque ahora lo llamara así pero después le explicaría- ya está- le dije cuando lo metí todo
-espera ah no te muevas todavía- me dijo tratando de coger un poco de aire
-te amo – le dije besándolo empezando con las embestidas lentas y suaves
-ahhh – gimió al sentirlas cada vez más fuertes, y fuertes, y fuertes- ah no aguantare mucho- me aviso
-yo tampoco- le gruñí en su oído mientras lo lamia y empezaba con las estocadas fuertes hasta la última donde él se corrió en nuestro abdomen y yo llenando todo su interior.
Fue tan placentero, tal excitante, tan cálido nuestro hermoso clímax que ni el día de mañana quería que llegara