Kuroko Pov
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Esto no me pude estar pasando a mí, me he acostado con tres de ms cinco hijos, lo e disfrutado, no lo puedo negar pero eso me hace ver como el peor padre del mundo, como es posible que pueda sentir esto por ellos. Soy lo suficientemente grande como para darme cuenta de que lo que siento es amor, amor puro que me llena el corazón. Mas sin embargo ellos son aún muy pequeños y lo único que sienten por mí es un capricho, no lo puedo asegurar pero quien en su sano juicio puede enamorarse de la persona que los trajo al mundo.
Recuerdo que Akashi, Aomine y Murasakibara han dicho que me aman, pero ¿Sera cierto?... Dios me estoy volviendo loco, de tan dolo pensar en esas cinco letras, esas dos palabras y ese sentimiento que conlleva decirlas hace que mi corazón palpite y eso me duele.
Me duele el hecho de que nunca vamos a poder estar juntos, que tengamos que aparentar ser hermano, porque la maldita sociedad nos puede condenar a un pecado capital.
-¡Muchachos es todo por hoy!- Le grite para después lanzarle una botella de agua y una toalla a cada uno viendo cómo se acercaban- Han mejorado mucho, casi tienen el control de su poder pero aún les falta- Les dije- Solo nos queda esta semana para perfeccionar sus habilidades, pasado ese tiempo ya deberíamos estar en nuestra nueva casa.
-¡Pero yo no me quiero ir de aquí!- Se quejó Kise.
-Lo sé- Comprendí- Pero sabes que TENEMOS que irnos, ya la gente sospecha por qué no envejezco y podría causarnos problemas innecesarios- Le volví a explicar- Piensa que en nuestra nueva casa, puedan hacer más amigos, se podrán relacionar más y hasta podrán tener novia.
-Pues yo no quiero nada de eso- Dijo Murasakibara para después irse-
-Mejor descansen- suspire- Y terminen de empacar sus cosas.
-Está bien- respondieron todos para marchase a sus habitaciones.
Suspire de nuevo para yo también dirigirme a mi cuarto, donde me tire en mi casa pensando en todo lo que había ocurrido con mis hijos. Todos estábamos actuando normal, sin mencionar nada de lo ocurrido.
Era muy doloroso no poder hacer nada al respeto con estos sentimientos pero sabía que lo mejor era esperar que el tiempo parase.
Ya casi todo estaba listo para la mudanza, la casa nueva en la que viviremos ya esta amueblada y lista para ser habitada. Ahí es donde crearemos los nuevos recuerdos aunque aquí se quedaran aquellas confesiones de amor que nunca podrán ser verdaderamente reales.
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El resto del día paso lo mas rápido que se pudo, en la cena hablamos normalmente para luego despedirnos a dormir.
Antes de acostarme me duche para dormir mas relajadamente pero cuando salí del baño sentí como me aprisionaban contra la pared.
-Midorima- le llame al verlo tan serio.
-Kuroko te amo - confeso con voz ronca para luego sellar esas dulces palabras en un muy demandante beso que nos quitó el aliento.
Bajo lentamente por mi cuello, repartiendo besas suaves haciendo sacar leves gemidos de mi boca.
-ahh- grite al sentir como me mordía el hombro.
-Te deseo tanto- susurro en mi odio haciendo que me estremeciera para después lanzarme a la cama donde se subió en mi cadera empezando a lamer mi pecho- eres tan hermoso.
-Midorima- gemi su nombre al sentir su boca sobre mi parte baja.
Lentamente quitó mi pantalón para después masajear mi pene por encima de la delgada tela de mi ropa interior.
-Ya estas todo mojado- dijo con burla liberando mi pene para empezar un sube y baja aun más lento que sus caricias.-¿Te gusta lo que siente?
-Ahh para me... Voy... A mhhhmm- gemi corriendome en su mano.
Sin decir nada me quitó el resto de prendas que me quedaba para luego introducir un dedo en mi entrada.
-¡Ah!- me estremeció por el placer que estaba sintiendo.
Mientras me seguía preparando se acerco a mi rostro mirándome fijamente, con aquel brillo lujuriosos reflejado en sus ojos- Te amo- volvió a repetir besandome una vez mas, metiendo su lengua en mi coba una y otra vez tratando de distraerme para posicionar su gran miembro en mi entrada.
Abrí mis ojos de sobremanera aferrándome a su fuerte y ancha espalda mientras clavaba mis uña en ella.
Dios era grande, muy grande ese duro pene que ahora se estaba abriendo paso en mi interior.
Midorima gruño al entrar completamente en mi y sin esperar empezó esa deliciosas embestidas que al principio fueron lentas pero que al pasar del tiempo comenzó a tener fuerza haciendo que los dos gimieramos sellando aquel deseo en mas de un beso.
Acalle mi gemido mas fuerte al sentir esa estocada en ese punto donde me hizo delirar de placer finalizando los dos con ese deseoso climax que tanto esperábamos.
Sin haber regulado nuestra respiración de tumbo a mi lado, aprisionandome contra su pecho.
&********* AL OTRO DÍA *********&
Me desperté mas cansado de lo normal y solo... ¡¿Solo?! Me levante de golpe al sentir el otro lado de la cama mas frío.
(Se fue en medio de la noche)- pensé desilusionado. Otro mas de mis hijos al que no le podría decir cuanto deseaba despertar en las mañanas con el a mi lado.
Esto iba a hacer mas complicado, no se que haré cuando ellos ya encuentren a la persona con la que quieran estar el resto de sus vidas; por que se que me va a dar muy duro verlos lejos de mi.
Me vestí para bajar al comer donde encontré a todos desayunando animadamente y sin mas me senté en una de las sillas bostezando.
-¿Dormiste bien?- pregunto mi nana al verme casi dormido.
-Algo- respondí viendo como me servía el desayuno.
-¿Que te sucede?- pregunto otra vez
-No lo se, estoy muy cansado- le dije recostandome en la mesa.
-¿Quieres que llame al doctor?- pregunto mientras me tocaba la frente.
-No es necesario- le dije- con que descanse otro poco se me pasará.
-Pero estas muy débil- opino Aomine.
-Debe ser por que ayer me quede despierto hasta tarde arreglando unas cosas- les dije mientras me levantaba de la mesa - me iré a dormir un rato mas, traten de terminar lo que les falta y si les queda tiempo entrenan un rato.
-Esta bien -dijeron todos
Subí a mi cuarto aun más cansado para volverme acostar para tratar fe descansar.
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Cuando me desperté ya era de noche y aunque quise levantarme con ganas fue imposible pero tenía tanta hambre que como pude baje a la cocina para comer algo.
-¡Dios me siento tan cansado- dije sosteniendo de la mesa de la cocina
pero antes de poder llegar a la nevera me desplome llevándome la los utensilios que había ahí.
-¡¿Tetsuya que tienes?!- preguntó al verme en el piso, casi si fuerzas- ¡Muchachos!- les llamo alarmada viendo como poco a poco iba perdiendo el conocimiento.
Midorima pov
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Me había acostado con él... Con esa persona prohibida que es mi omma. Pero no lo podía evitar mas, este sentimiento tan profundo que me llena es imposible ya de ocultar. Tenerlo todos los días tan cerca y no poder besarle abrazarle, acariciar su bellos rostro solo por que es incorrecto.
Que bases tan idiotas las que hay en este mundo. A mi parecer no debe importar ni el origen, la raza, el estatus social o político ni menos si son parientes o no por que al fin y al cabo es amor, lo que sienten esas dos personas.
Cuando por fin pude sentir su cuerpo, la estreches de su interior le contemple mientras dormía pero lamentable me levanta a eso de las cinco de la madrugada por que sabía que no podía soportar la cara que me dedicaría cuando me viera a su lado, desnudo y con el leve olor a sexo.
Me dolió mucho el verle en la mañana y no poder lanzarmele a darle los buenos días como se los merece, aunque si tone lo demacrado y agotado que se encuentra sin razón alguna.
Según lo explicado por el solo si nos golpeamos el recibirá el efecto, pero hace mucho entendimos que por el bien de él debemos aprende a llevarnos bien.
En la tarde, la cual durmió todo el día, nos dedicamos a hacer la orden que dio antes de marcharse y fue algo sencillo por que acabamos de inmediato.
Ya después de la cena en la noche nos dirigimos a nuestros cuartos pero el grito de Nana no levantó a todos encontrándonos con Kuroko casi muerto.