La luz del sol se filtra anunciando un nuevo día.
El ojiazul se levanta con pereza, con los ojos pesados, arrastrando sus pies mientras emite un largo bostezo. El olor dulce y semiamargo del café se adentra en su nariz atrayéndolo hacia la cocina de aquel pequeño departamento.
_ Veo que despertaste… _ pronuncia con voz ronca una azabache sentado en una de la sillas, de aquella pequeña mesa con una taza de café en sus manos.
_ Buenos días.
_ Buenas, cepíllate los dientes que voy haciendo otro café. _ Pronuncia. _ ¿O prefieres otra cosa?
El rubio niega con una sonrisa para luego irse al baño.
Las ocurrencias el día anterior quedaron en un olvido para ambos, poniéndose a tomar sus desayunos tranquilos y con una que otro chiste por parte de alguno de los dos.
Al terminar, se dirigieron a comprar con tranquilidad las cosas que les faltaban en el hogar provisorio. Ya que aunque el rubio se decidiera a irse por un tiempo con el azabache, quería dejar algo de provisiones para su regreso a parte que tenían que comprar lo necesario para mantenerse hasta la llegada de algún familiar del azabache, que los lleve hacia su aldea con el uso de un jutsu.
_ Debemos apresurarnos. Hay que comprar muchas cosas, entre ellas el regalo de Sarada.
_ Hummm. Claro. _ Le contesta el rubio._ Pero hay una cosa que no entiendo porque tenemos que esperar a alguno de tus familiares para ir a tu aldea. ¿No tararíamos menos yendo nosotros mismos?
_ Podemos ir sin necesidad de esperarlos sin embargo nos tomaría bastantes días, quizás unos meses, si no nos retrasáramos. Ya que tenemos que llegar hacia el país el rayo y luego tomar un barco para navegar.
_ ¿Tan lejos?
_ Si por ello hay que esperar por ellos, cuando fuimos a Suna mande un mensaje a mi aldea, así que ya deben de venir por nosotros. Créeme va a ser más fácil si esperamos.
Tenían que llevar una presente por parte de los dos, para la pequeña Sarada de seis meses, ambos habían concordado en ello, en compensación por no haber estado para festejar su nacimiento y antes de irse.
En el trascurso de su compra compraron uno que otra ropa de color rosa claro y una capucha con oreja de conejo y uno color verde obscuro con un dibujo de una rana feliz, de parte de Naruto.
_ Mira peluches… _ Pronuncia señalando otra tienda.
_ Huumm, creo que comprarle uno que otro peluche no estaría de más.
_ ¡Siiii Yhei¡…
Luego de buscar por doquier, terminaron encontrando una tienda e peluches junto a la e una e ropas y se pusieron a buscar sus respectivos peluches.
Pasando unos minutos ambos aparecieron, el azabache con os peluches uno e un gato negro con aspecto de felpudo y un conejo blanco con manchas café, mientras que el rubio se encontraba sosteniendo tres, una rana rosada , una verde y un peluche e lo que parecía ser un pote de ramen.
_ Que diablos es eso? _ pregunto el azabache mayor señalando al extraño peluche.
_ Ramen…
_ …. ¿En serio los peluches son para la bebe o para ti?
_ Bueno si, pero solo es mío el peluche de ramen, es que es tan lindo.
El azabache libero un suspiro de resignación sacando de entre los bolsillos su billetera para pagar.
_ ¿Qué tal si vamos a comer ramen?
_ No, casi ya no me queda dinero.
_ Peroooo… solo un poquito… un poquitito…
_ ¡Chúpate el dedo gordo¡_ Le responde con el seño fruncido por la irritación._ No estaríamos así si “CIERTO IDIOTA” no hubiese hecho explotar mi mochila._ pronuncia haciendo énfasis con sus dos dedos._ Donde se encontraba mis cheques y dinero extra.
_ Pero… mi pancita duele, necesita recargar o de lo contrario se va a devorar a sí misma._ Pronuncia con un puchero sosteniéndose la panza. _ Y yo lo haría, sin embargo no tengo ni siquiera una monedita por que olvide en donde puse mi dinero ya que soy amnésico… y seguramente pobre… no se… no me acuerdo.
_ Y yo que tengo que ver… ¡Es tu culpa si estas así¡_ Le reclama._ Mi billetera es inocente, sabes que … _ Ahora que recuero entre todas esas cosas que separe en una caja para quemar, hay una rana verde de peluche muy gorda y desgastada… quizás tenga algo de guita que pueda cobrarme... _ Piensa._ Ok Naruto, pero luego de esto no mas salidas.
_ !!Yeeeeei. Ramen¡¡
Mientras un rubio ojiazul casi saltando se dirige al puesto de Ichiraku y un azabache le sigue con la cabeza gacha, casi resignado, con la esperanza que aquella rana vieja y desgastada al menos tenga algo para cubrir los gastos que iba a perder en esos precisos instantes.
_ Definitivamente, el es mi ruina._ Piensa con un aura de pesadumbre sobre sí mismo.
A unos metros se encontraba un hombre de cabellos anaranjados medianamente cortos, observando las acciones de ambos, con una mirada de extrañez, sobretodo, fijada en el azabache mayor.
_ Uzumaki Naruto y…
Tenía un presentimiento de haberle visto antes… pero solo una leve intuición, sobre la identidad de aquella presencia.
No obstante su atención acaba al oír que le tocaba su turno de orden en aquel lugar, en su mente pasaba la idea de contarles a sus compañeros pero luego, ya que lo primero era evitar que pase algún infortunio.
_ Espero que no se hayan matado en mi ausencia… _ Pensaba al recordar lo ocurrió hace unos instantes.
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_ NO PEDAZO DE BRUTA… ¿COMO SE TE OCURRE DARLES ESO? NO VEZ QUE PODES LLEGAR A ASESINAR CON ESE INTENTO MALFORMADO AL QUE TU LLAMAS PASTEL, PARECE UNA ROCA A LA CUAL LE TIRARON MASA PEGAJOSA DE COLORES Y BRILLANTINA. _ Le grita un joven de cabello peliblanco y medianamente corto y liso con una piel algo clara y dientes en forma de colmillos, vistiendo un buzo gris obscuro y pantalones celestes.
_ !!Cierra el pico¡¡ _ Le gruñe_ No importa lo exterior, sino la intención y el rellenó con que se haga. ¡¿Que te haces al bueno?! Tu pastel se ve bien solo por pura suerte._ Le grita señalando un pequeño pastel decorado con crema en los bordes y frutilla en el centro, con gomitas de osito._ ¡¡Aseguro que sabe a mierda¡¡
_ !!!No, no lo sabe. Sabe perfecto y comestible¡¡¡ Y lo que ocurre es que yo seguí las instrucciones correctamente que encontré en un libro de cocina de biblioteca de la aldea, como una persona normal, yo no hice satanismo con la masa como cierta loca con cabello menstruado. _ Le señala.
_ Ehhh… chicos…_ Los llama._ Porque no llevamos ambos pasteles y que elijan Sakura y Satoru el que más les guste y ya… Además estamos haciendo mucha bulla en la calle.
_ No Juugo, sabes bien que por lastima van a terminar eligiendo ambos pasteles, por no rechazar el pastel de esta “hija del amor”._ pronuncia lo último en ironía._ Y van a estirar la pata, no importa que justsus curativos ni que ocho cuartos, ambos van a quedar bien duros… Y nosotros en prisión por envenenamiento.
Juugo pensó en las palabras de su amigo, que si bien eran ciertas, el no podía ponerse de su lado, le parecía muy cruel rechazar lo que cocino con tanto esfuerzo la peliroja y mas sumándole el hecho de la profunda depresión que sufrió los meses anteriores, y de la cual salió recién hace poco más de un mes.
Pero bueno… para ello estaba su compañero, que si bien siempre le llevaba la contraria y se peleaba con ella, a su manera se preocupaba por su bienestar y él que en todo este tiempo había sido quien velo más por ella, el chico de pelo anaranjado podría apostar que ambos llevan una relación muy unida aunque no quieran admitirlo directamente. Su trabajo consistía en ser intermediario cuando las cosas se pasaban de las manos.
Y ocurrió…
Entre la pelea ambos pasteles saltaron de las manos de estos dos y cayeron al suelo, como el cámara lenta el alvino presenció como su pastel caía al suelo intacto para luego ser aplastado con todo el peso el otro pastel, el de la pelirroja, rompiéndose completamente incluyendo la bandeja de plástico y la caja de cartón que lo resguardaba, porque en efecto el otro pastel estaba bien duro y pesado, el chico podía jurar que era como ver que un elefante adulto se tiraba de trasero en la cara de un Chihuahua recién nacido.
_ NOOOOOOOOOOOO… _ Gritaba mientras trataba de alcanzar a lo que tanto esfuerzo le costó, sin embargo fue en vano, y cuando se dio cuenta, ya en lugar de existir su pastel existían partes de bizcochuelo esparcidos con crema, pedacitos de frutilla con gomitas rotas y cartón.
_ Upss… Bueno al menos mi pastel sigue en pie_ pronuncia alzándolo con gracia, acomodándole las partes que se corrieron.
_ ¡¡KARIN HIJA DEL AMOR¡¡ ¿!PORQUE… MI HIJO… ¡?_ Le grita su compañero lamentándose, arrodillado sobre el bizcochuelo estrellado.
_… _ alza los hombros para atrás en signo de indiferencia.
_ ¿Ha... Si? … Pues toma. _ le quita rápidamente su pastel y lo arroja contra el poste de luz que termina con una leve abolladura.
_ NOOOOOOOOO… mi pastel._ pronuncia la pelirroja._ ¡¡pagaras por eso!!
_ ja ja ja… te lo mereces por bruja.
Y así la mujer se le abalanza al chico con bronca. Mientras Juugo solo se golpea la frente levemente con su palma, y emprende su caminata hacia la pastelería más cercana.
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Al volver vio a sus amigos discutiéndose por cualquier cosa, todos creerían que deberían estar peleando brutalmente ya que son ninjas pero, era lo contrario, allí estaban un poco despeinados y desarreglados dándose insultos y manotazos entre los dos mientras se peleaban por quien llegaba primero.
Juugo suspira pasando entre ellos y dirigiéndose hasta la residencia en donde vivía Sakura. Toca la puerta encontrándose con la misma.
_ Ah, hola Juugo. ¿Y los otros?
El nombrado mueve su pulgar indicando tras de él, a sus compañeros, que seguían peleando. En trayectoria al enchastre de la calle, que la pelirosada miraba con una gota estilo anime tras su cabeza.
_ Descuida. Nos encargaremos de limpiar luego.
_ Hmmm. _ Pronuncia en asentimiento, con una gotita anime formándose en su sien.
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Ambos cerca de llegar a la casa de Sakura observaron a una cuadra de distancia, el enchastre e pastel y glaseado y un poste abollado con restos de este
_ ....
_ ....
_ Oye, no crees que debimos haber comprado pastel, aunque sea uno chiquito_ Pronuncia.
_ No, creo que está bien con los regalos… _ Responde el otro. Y toca el poste abollado obteniendo el poco de glaseado que mueve entre sus dedos encontrándose que este se pego entre ellos como una masa pegajosa.
_ ¿Qué rayos?
Al tocar la puerta se encuentran que un hombre peliblanco les abre. Y que al notar la presencia de Naruto, mira a este con un rostro resentimiento puro.
_ Tsk… Sakura te buscan._ Pronuncia de mala gana.
_ Naruto. Tetsuya-san. Buenas. ¿Que cuentan?
_ Ah. Pues… nada pasábamos un rato por aquí, así que dijimos por que no pasar a saludar… je je je _ dice tratando de cortar con la tensión que se formo en la sala.
_ ¡TU!…
_ Que…. _Logra emitir al escuchar la voz de la mujer, antes de ser interrumpido por un veloz golpe que quiere llegar a su rostro, por parte de la pelirroja que tenía un pequeño bisturí en su mano, sin embargo es detenida por el azabache mayor.
Al mirar la expresión en sus ojos noto lo mismo que el chico peliblanco, un odio descomunal solo que en ella este parecía mesclado con una profunda tristeza que amenazaba con escaparse de aquellos ojos escarlatas claros.
_ !!Suéltame malita sea ¡¡!!Voy a matar al bastardo¡¡ _ Le grita al azabache tanto como a su compañeros que la sostienen por detrás de la espalda, hacia atrás e los otros dos.
_ Nosotros ya nos vamos… nos vemos después Sakura._ Pronuncia el peliblanco llevándose a su compañera que grita un millar de insultos hacia su persona, para que la suelte no obstante el no la escucha y continua arrastrándola a la salida.
_ Nos vemos. Disculpen los inconvenientes._ Susurro uno a la peli rosada, antes de seguir a sus compañeros y al azabache, pasando de el rubio.
_ ¿Qué diablos les pasa?
_ Déjalos, supongo que no les simpatizas o algo así… no importa ya. Y bien… ¿cómo está la pequeñita? _ Pronuncia con un deje de alegría._ le trajimos unos regalos.
_ Bien, Ryuji se la llevo a ver mis padres, son muy cariñosos con ella.
_ Todo perfecto, aunque sea algo anticipado queríamos, o más bien Naruto quería decirte algo.
_ Claro. ¿Qué es?
_ Lo que pasa es que decidí irme con Tetsuya un tiempo, el ya lo hablo con los el consejo y demás por eso kakashi ya debe saber. Solo hasta que recupere la memoria.
La muchacha al escuchar eso sonríe un poco.
_ Ya veo. Es una buena idea, serian como unas vacaciones allí, que suertudo Naruto._ Le guiña._ he oído que Fukao es como una isla de descanso vacacional para los viajeros.
_ Je je je… es cierto en parte, ya que últimamente tenemos uno que otro inconveniente. Sin embargo nos está lleno bien.
_ ¿Y? sabes he oído también sobre esas cremas e propiedades únicas capaces de tú ya sabes… bueno _ Se acerca y le susurra _ me podría traer unas cuantas yo le pago luego.
_ Claro.
_ Que Que es yo quiero saber...
_ Eso no te incumbe.
_... Adivino ¿es para el rostro o los pechos chicos?
Luego de decir aquello la mujer lo mira con bronca, y el rubio leyendo sus intenciones, traga grueso Y retrocede comenzando, al instante, a correr lo más rápido que le alcanzan los pies.
El azabache se queda al margen, mostrando una cara que expresado en palabras se traducirían “eso no se dice.” Hacia Naruto.
Y mientras Sakura intenta atrapar al blondo por todo lo que dijo hacia su persona, con una cara de psicópata comparada a aquellos que aparecían en las películas de terror. El azabache suelta una risa suave. No tan alegre porque él quería ver a la bebe, ya que a pesar de que le ponía nostálgico, asimismo, le alegraba tenerla cerca.
Poco después de algunos golpes por parte de su amiga, ambos emprenden su camino a casa, uno con calma mientras otro se sostenía con apoyo e un palo usando como bastón para caminar.
_ Para que… me vas a ayudar… no bastardo.
_ Porque debería, te lo merecías por boca floja, hay cosas que nunca se deben decir, es sentido común.
_ ¡Jodete¡
_ Yo también te quiero Naruto, yo también....
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Ya llegada la noche, ambos se encontraban cenando silenciosamente, aunque el rubio percibía que el azabache estaba muy pensativo debido a algo y no resistiéndose pregunto:
_ ¿Pasa algo?
_ Si, de hecho tengo que irme a ver unas cuantas cosas… solo._ Respondió resaltando la última palabra.
_ ¿Por qué?
_ Porque si y ya…
El rubio hace un puchero.
_ ¿Por qué?
_ Porque si…
_ ¿Por qué?
_ Porque si…
_ ¿! POR QUÉ ¡?
_ ¡¡PORQUE SI… CARAJO ¡¡
_ Huuuy… bueno.
_ …._ se toca el puente de la nariz con los dedos implorando silenciosamente calma._ Mis razones no importan, lo que me preocupa es que te la pases solo este corto tiempo. Por ello antes de irme voy a hablar con Sakura para que venga a cuidarte.
_ Yo puedo cuidarme solo. No necesito una niñera.
_ Si la necesitas Naruto, además solo serán unos días.
Antes que protestara algo el azabache lo agarra de una de sus orejas, afilando el contorno de sus ojos carmines cual felino y le dice:
_ Y no voy a aceptar un como respuesta jovencito. Y juro por los restos de mi difunta esposa, que si no me obedeces voy a quemar cada puesto de ramen que me encuentre empezando por el puesto ese de Ichiraku al que tanto amas.
_ !!Ya suéltame ¡¡!! Duele¡¡
_ No escucho tu respuesta.
_ Si bien, está bien… ahora déjame ir…
El azabache le suelta.
_ Más te vale. Ahora termina tu comida que se enfría.
Al día siguiente el azabache se prepara solo con su chaqueta azul, con una remera gris y pantalones largos color negro y un pequeño bolso color verde opaco.
_ Ya me voy. Antes pasaré por la casa de Sakura a avisarle, para que venga o mande a Ryuji a cuiarte.
El otro suspira.
_ Si ya que… _ pronuncia rendido.
_ Pórtate bien, toma por si acaso… _ le dice sacando unos cuantos billetes y dándoselos.
_ Hemm creo que no va a ser suficiente, ya que va a pasar si me encuentro con alguno de mis amigos o conocidos que se yo… y me invitan a comer y si yo tengo que poner algo de guita… y si esta no me alcanza ya que luego de ellos vienen otros y…
_ ¿Porque simplemente no me dices que quieres ir y atragantarte con todo el ramen que puedas meterte en vez de poner excusas bobas?
_ Que dices no puedes ser así, me menosprecias al dejarme aquí y ahora me acusas de mentiroso… bueno un poquito si… pero es tu culpa tu me vas a dejar solo y ¿si pasa alguna emergencia doblemente importante. Que voy a hacer eh?
_ …. _ saca toda la guita que le queda en la billetera y la pone sobre la mesa de un manotazo, que resuena. _Toma… ¿¡¡no quieres mis pulmones ahora, mi hígado o corazón!!?
_ Pffff… es solo dinero.
_ Si claro, como no es tuyo. _ Se acerco a la entrada de la puerta abriéndola _Nos vemos.
Hubo silencio.
_ Cuídate…
_ Eso hare. No causes problemas que yo no me tardo nada…_ Le responde dándole un leve golpe en la frente._ Nos vemos.
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Un rato más tarde, Naruto se puso a caminar desde el hospital, en donde estaba Sakura trabajando de turno, hacia su hogar. El se había ofresio a acompañarla antes e su turno.
Mientras caminaba no varias cosas pasaban por su cabeza, mientras caminaba con calma saludando a una que otra persona, que se emocionaba al ser vistas por él. Especialmente las mujeres que reían con un gesto coqueto.
Sentía el fresco viento que pasaba alborotando sus cabellos, de en donde se encontraba, era capaz de sentir la brisa el viento con calma y a lo lejos podía ver el pequeño puente que iba hacia el rio.
Por unos segundos cuales parpadeos se vista había dibujado a un chico de cabellos negros.
Estaba tan distraído que no noto que alguien se encontraba a su alrededor.
_ Naruto…
El susodicho abrió cual platos los ojos e la impresión, no sabía en qué momento aquella persona estaba allí.
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Corría de a saltos entre cada tronco confundiéndose al igual que las hojas de los arboles, con rapidez ya que el tiempo no estaba a su favor, sumándole el hecho de que no sabía en donde buscar con exactitud. En su mente solo había leves hipótesis, de las cuales confiaba. Porque lugares así siempre había…
Con agilidad escalo cada curvatura de aquel risco, debía llegar hacia el otro lado con rapidez. Subiendo a la parte llana. Y esos instantes noto un extraño ruido.
Sollozos…
Clara fue su sorpresa al encontrar a la misma mujer pelirroja que se había encontrado antes en la casa de Sakura, pero esta vez sin compañía.
Y si quizás, realmente sabía la razón de sus lágrimas.
_ ¿Qué haces, es peligroso aquí?
Al escuchar su voz. La mujer como puede con una de sus mangas se limpia el rostro y le grita:
_ Lárgate.
_ Karin.
La chica se sorprendió sin embargo antes e preguntar el azabache hablo.
_ Me lo conto Sakura. Ahora por que no vamos con tus compañeros deben de estar preocupados, por tu apariencia diría que ya llevas mas e unas horas aquí.
_ !!Porque no te largas con el bastardo ese y me dejas de joder¡¡
_ Nos vamos o te cargo.
_ ¿! Que parte de piérdete no entendiste ¡? Vete, yo… no valgo nada, a nadie le importo… ya no tiene sentido las cosas.
_ No es cierto. A Juugo y Siugetsu les importas.
Ella le miro directamente a los ojos extrañada por su comportamiento. Al verle pudo notar una profundidad en sus ojos que le causaba nostalgia.
Desvió su miramiento hacia otro lado. Y con una sonrisa amarga pronuncio:
_ Es irónico… todo lo que alguna vez hice lo hice por el… no obstante de que me sirvió si ahora ya no está, solo quede yo… me pregunto… que es lo que diría si me viera así.
_ Yo creo que nada, es común lo que estas sintiendo, lo que más importa en estos momentos es que trates de superarlo para seguir adelante.
_ ¿Sabes? Es como si al oírte le escuchara el… es como si, él estuviera viendo todo lo que pasa a través de la profundidad de tus ojos.
_ Me alagas… sin embargo, no es así...