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Curiosidad por -Raiden-

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Notas del capitulo:

Alguna vez han vivido encerrados en esa magica burbuja? No? ... ok... esta es la razón por la cual soy asocial...

En fin... Pues otro cap de estos dos geniales chicos Kid~san y Killer~san

Perdonar Aniko~san por subirlo hasta ahora, estaba asi o más ya sabes, escribir me aisla un poquito.

 

"Deja que tus sueños te guien... son la esencia de la vida..."

 

 

Buscando en el revoltijo de toda la ropa en el suelo, intentaba encontrar sus pantalones al menos o sus bóxers para cubrir su desnudez.

 

El calor era mortal pero su pudor podía más.

 

Seguía sin creerse como es que había pasado todo… Es decir, como es que hizo lo que hizo y con su mejor amigo, su líder… su capitán.

 

No tenían edad para hacer eso, eran todavía unos niños, unos que vivían las calles…

 

Era inútil llorar sobre la leche derramada, bueno en un sentido muy literal era como Killer lo veía. Ya lo habían hecho, no podía regresar el tiempo, y suponía que Kid tampoco por como dormía como una marmota.

 

Sin más remedio, tomo su pantalón de algodón color arena sintiendo la suavidad de la tela tocar su curtida piel para vestirse de una buena vez, y buscar la forma de hacer algo de comer sin usar nada que no fuera una olla o algún tenedor, o algo que tuviera que ver con el metal.

 

Pensando todavía en que hacer de desayunar sin usar fuego, toco su hombro por el pequeño escozor que sentía, era como si le hubieran dado una mordida…

 

Dejo su mano sobre su piel y…

 

-¡¡No puede ser!! – Killer miraba su hombro aterrado. No solo tenía una mordida, dos marcas más en su brazo derecho que eran unos extraños chupones estaban muy cerca de su hombro.

 

Era oficial, no volvería hacer nada así con Kid, aunque se lo ordenase no lo haría, nunca jamás.

 

-Fue lo primero que le dije… - susurro para mirar una vez más al pelirrojo dormilón.

 

Una venita nació en su frente, que era perfectamente cubierta por su rubio cabello, pero no las intenciones de ahorcar a cierto crio necio que lo marco, cuando específicamente le dijo que no lo hiciera…

 

Alguien detuvo sus intensiones asesinas.

 

Unos toques en la vieja puerta de madera que ahora estaba cerrada por dentro con varios pestillos, seguida de dos voces muy conocidas para Killer, le hizo detenerse y girarse a la puerta con el corazón latiendo a mil.

 

-¡Killer-san! ¡Kid-kun! - una dulce voz infantil gritaba muy emocionado.

 

-No grites… A Kid no le gustan las mañanas… - otra voz un poco más mayor que la primera, reprimía su entusiasmo con tono triste.

 

Genial… era momento para el maldito pánico.

 

Killer sabía quiénes estaban afuera tocando, quienes eran los chicos que estaban impacientes por ver al pelirrojo capitán de ellos también, porque ese día harían los planes para zarpar en la pequeña embarcación que habían hecho como prueba antes de emprender las nuevas aventuras que les esperaban.

 

Tuvo que exhalar para calmarse y abrir la puerta.

 

Podría dejar que el miedo de ser descubierto tomara control de la situación, pero eso no era una opción.

 

El era la mano derecha de Kid, su más fiel compañero, el primer nakama que había tenido y con el cual se había acostado…

 

Maldita sea… No podía dejar de pensar en eso.

 

Camino rápidamente frente a la puerta sin hacer mucho más ruido del que los chicos afuera hacían, intento acomodar un poco su cabello dorado para tapar apariencias y las marcas sobre su piel.

 

Quito los pestillos uno por uno… con mucha lentitud para no despertar a Kid.

 

Entre abrió la puerta un poco para solo asomar la cabeza y parcialmente su cara.

 

-Heat, Wire… Es muy temprano… - dijo Killer como el que no quiere la cosa y dando la insinuación de que en efecto, su capitán estaba dormido.

 

-Lo sentimos mucho… - dijeron al unisonó haciendo una pequeña reverencia.

 

Un chico de cabello celeste, pálido pero no tanto como el propio Kid, aparentando unos once años, entrelazaba sus manos por su propia impaciencia.

 

Y el otro con cabello oscuro, piel morena natural y mucho más alto que el mismo Killer aun teniendo trece años, miraba al suelo bastante apenado por causar molestias.

 

-No importa… Vayan a despertar a los demás para desayunar algo. -  no es que no quisiera verlos… pero aun estaban “indispuestos”

 

-¿Los mapas ya están listos? - volvió a preguntar Heat alzando la vista mirando a Killer entusiasmado, pues la noche anterior Kid dijo eso antes de llevarse a Killer a la “base secreta”

 

-Heat… - le reprimió Wire por incomodar a su rubio nakama que se quedo callado mirándolos con la boca ligeramente abierta.

 

-Lo siento… - Heat se volvió a disculpar para tomar a Wire de la mano y alejarse ahora que ya les había dado la orden de despertar a los demás niños en la bodega abandonada.

 

Killer se les quedo mirando hasta que desaparecieron de su vista…

 

-Los malditos mapas… - hicieron de todo… menos los malditos mapas.

 

 

 

~+~

 

Cuando Kid conoció a los piratas… Su verdadero sueño nació…

 

Había pasado dos años exactamente desde que Killer le llevo a la “guarida” para tener un hogar.

 

Ahora, con ocho años, Kid era el niño más popular entre todos los huérfanos.

 

Y por popular se podía interpretar que era el más temerario, arriesgado, valiente en todo sentido para conseguir comida, algunos juguetes y muchas piezas metálicas, con las cuales se entretenía buscándoles alguna utilidad como las gafas de soldador que nunca dejaba, y por supuesto… la necedad de querer hacer las cosas él solo.

 

Kid odiaba que le ordenaran que hacer, que quisieran ayudarlo o en todo caso, que le tocaran incluso sin su permiso.

 

Sin duda un crió muy peculiar.

 

Siempre se levantaba relativamente temprano, entre las 10 am y las 11 am, para ir a la playa, algo a lo que se había acostumbrado en esos últimos meses cuando escucho los rumores de unos famosos piratas llegando a las islas del South Blue, lo que le daba oportunidad de poder ver la embarcación de cerca, conocer si esas famosas historias eran verdad, pero sobre todo… lo más importante…

 

Era para que el sol no lastimara su pálida piel, que en vez de que se le broceara como a las personas normales, la suya se enrojecía a tal grado que le ardía todo el día y eso le irritaba bastante.

 

Con los nuevos rumores de los piratas que llegaron a la isla la noche anterior, se levanto temprano y en silencio desde su cama…

 

No se había quedado con la del rubio, pero si se había conseguido una para él cuando en su necedad, entro en su antigua casa cuando su padre no estuviera. Algo muy arriesgado cuando el mismo Killer lo ayudo diciéndole que era la última vez que volvería ese lugar que solo le causaba repulsión.

 

Después de todo ya eran amigos… nakamas desde el momento en que lo salvo de ese hombre.

 

Con precisa agilidad y rapidez, se escabullo entre las ruinas de la cuidad para llegar a la playa.

 

Esa mañana cuando Killer se despertó pasado del medio día se encontró con una no muy grata sorpresa…

 

Con doce años ahora, y entrando a la adolescencia, su cuerpo había crecido considerablemente cosa que agradecía, su voz poco a poco se volvía más ronca, incluso su cabello crecía más rápido y le gustaba…

 

Pero lo que no le gustaba eran los efectos secundarios, en pocas palabras: los sueños húmedos y las erecciones matutinas.

 

Como odiaba eso…

 

Tendría que encerrarse en el baño por más de una hora, con un pantalón limpio y lavar el que había manchado cuando tuvo esos… sueños.

 

Los extraños sueños que tenía eran de verdad raros… Imaginaba a una más que suculenta chica de grandes pechos, estrecha cintura y caderas anchas, que era para babear por horas. Pero la intervención de un chico delgado, no tan musculoso propio de un hombre rudo, con sus facciones bien definidas, intimaba con la chica en cuestión…

Hasta ahí… era un sueño “normal” Un chico y una chica tocándose entrados en el ambiente pasional para invitarlo a esa faena y…

 

Todo se ponía raro en esa parte.

 

Killer tocaba tanto a la chica como al chico, y se debatía mentalmente en a quien debía tenerle más… ¿Atención? La chica definitivamente era a la primera que tocaba con mucha impaciencia pero cuando miraba al chico… No podía resistir el tocarlo también a él.

 

Entonces… ¿Le gustaban las chicas o los chicos?

 

Estaba confuso en esa parte sobre sus gustos…

 

Decidido a bajar esa erección con agua helada. Se levanto de la cama, ahora que no había nadie en el cuarto donde todos dormían, para ir con toda la calma del mundo al sagrado servicio.

 

Entro suspirando… Estaba por cerrar la puerta… Cuando esta se vio abierta de manera violenta tirando al rubio chico en el suelo sucio.

 

-¡¡Killer!! - grito emocionado cuando lo encontró.

 

-Kid… ¿Cuántas veces tengo que decirte que toques antes de entrar? - eso ya no le sorprendía al rubio. El pequeño pelirrojo siempre aparecía en el momento más inoportuno.

 

-Tks… - chasqueo la lengua el crío para cruzarse de brazos y rodar sus ambarinos ojos. - Como si estuvieras haciendo algo importante… -  estaba claro que Kid era algo egoísta cuando pedía atención, además de no entender nada de los cambios que en un futuro experimentaría en carne propia.

 

Conteniendo el enojo como buenamente sabia Killer, tapando su erección con su propia posición con su pierna flexionada, miraba a Kid desde abajo esperando que le dijera que era eso tan importante que no podía esperar…

 

-Quiero ser un pirata. - soltó Kid para sonreír ampliamente.

 

Killer se le quedo mirando sin decir nada…

 

-¿Me escuchaste? Quiero ser un pirata, Killer. - volvió a repetirse Kid pero ahora molesto porque su amigo rubio estaba ahí en el suelo como si hablara en otro idioma que él no comprendiera.

 

-Si… te escuche la primera vez. - ahora si respondió el rubio para seguir mirándolo detenidamente con sus ojos azules cubierto por cabello.

 

-¡¡Iremos por el One Piece y seremos los piratas más famosos de todos los mares!! - decir que el pequeño pelirrojo estaba emocionado era poco. -¡¡Encontraremos fabulosos tesoros, conoceremos islas desconocidas!! ¡¡Seremos los mejores!! - gritaba cada vez más alto alzando las manos. -¡¡Tú serás mi mano derecha y yo seré el capitán!! ¡¡El capitán Eustass Kid!!

 

La era de los piratas había comenzado hace años, desde que Gold Roger fue ejecutado dando esa chispa antes de morir a todos los piratas del mundo, con la promesa de un gran tesoro si lo querían claro está, y todo lo que un verdadero pirata anhelaba esperando por ellos en ese lugar.

 

Una era de sueños…

 

-¿Y qué dices? - siguió con su sonrisa Kid hasta que se harto por el silencio de Killer. - ¡¡Coño!! ¡¡Contesta de una puta vez!! – ahora estaba enojado viendo la pequeña sonrisa que estaba en sus labios.

 

¿Se estaba burlando de él?

 

Claro que no… Killer jamás haría eso, el no era tan idiota como para reírse de las chorradas que decía su amigo pelirrojo, jamás.

 

Aunque si eran chorradas de un niño. Es decir, el era alguien sencillo, gustaba de la comida sencilla como la pasta, en especial el espagueti, le encantaba el viento salado recio de la isla, la diversión simple de robar a los mercaderes productos que bien podrían alimentar a los niños de la guarida por varios días, incluso podría decirse que el estar acostado sobre alguna azotea le agradaba de sobremanera…

 

Y a pesar de todo eso…

 

No se estaba burlando de su Kid.

 

Con todo lo que le dijo hasta se le bajo la erección

 

-Solo una cosa Kid… - ahora si se levanto para sacudir su ropa. -¿Cómo pretendes hacer eso? - pregunto para cruzarse de brazos y mirar al pelirrojo desde su altura.

 

Killer seguía siendo más alto que el Kid. Aun era un crío…

 

Eustass apretó sus pequeños puños. ¿Le estaba diciendo que era un debilucho? ¿Qué no podría cumplir ese maldito sueño?

 

-Pues con mis puños… - y justo después de susurrar esas palabras…

 

El pequeño pelirrojo se abalanzo contra su amigo rubio para cerrarle la boca por decirle que era débil, porque eso fue lo que entendió y no estaban tan equivocado del todo.

 

Un crio de ocho años, junto con un adolescente de doce no eran una flota para salir a alta mar, venciendo a todos lo que se les ponía en frente con unos cuantos cachivaches que habían hurtado y sin un barco en el cual irse…

 

Ser pirata requería algo más que fuerza de voluntad.

 

Dos movimientos bastaron para que Killer sometiera a Kid en el suelo del baño, poniendo bocabajo al pelirrojo con el rubio apresando sus pequeños brazos detrás de su espalda.

 

-Eres un crio. – dijo victorioso el nada aprovechado rubio. – Te tienes que volver más fuerte si quieres que te llame “Captian” – dejo recargar un poco su peso para inmovilizar del todo al pelirrojo.

 

-Maldito… - susurro con dificultad Kid para mirarlo sobre su hombro con las mejillas rojas por el intento vano de quitárselo de encima. Tan solo por edad el pequeño Kid salía perdiendo pero…

 

Algo dentro del rubio hizo se tensara al ver esa cara y tomara a su amigo del brazo para sacarlo del baño lo más rápido posible…

 

-¡¿Qué cojones te pasa?! – gruño Kid por la forma en la que lo saco de ahí.

 

¿Era su imaginación o Killer estaba actuando raro?

 

-¡Nada! – le grito dentro del baño. -¡¿Vas a seguir ahí escuchando como orino?! - quería que el maldito crio se fuera de una vez.

 

Killer escucho el bufido de molestia de Kid y suspiro mirando la nueva erección que tenia…

 

Tal vez le gustaban más los chicos que las chicas…

 

Notas finales:

Gracias por leer.

Cualquier cosa estoy para servirles.


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