/Flash Back/
Un ambiente fúnebre cubría todo el lugar, los presentes en ese triste velorio sentían como eran sofocados por aquel horrible ambiente pero, nadie se atrevía a salir de ahí.
- ¿Naruto? - un castaño tenía la mirada fija al pobre rubio.El blondo estaba considerablemente devastado primero sus padres y luego su querido hermano.
- ¿Si Kiba? - el mencionado se sorprendió, puesto que, en toda la noche Naruto no había hablado siquiera un poco. Las palabras de Naruto sonaban llenas de rencor y odio como si quisiera morir en ese preciso momento.
El castaño no se animo a decir nada más solo podía ver como su querido amigo se destrozaba al lado de Gaara. Podía ver como Naruto miraba incrédulo el ataúd donde reposaba el pelirrojo.
- "Tienes que ser fuerte Naruto, ahora estas solo" - retumbo en la cabeza del rubio. Después de todo era verdad, el estaba solo y de ahora en adelante sería así.
/End Flash Back/
La luz del día se alzaba con gran esplendor por la ventana de cierto rubio el cual lentamente abría sus hermosos ojos azules.
- ¿Sábado? - se pregunto el rubio viendo a los lados. Al parecer la alarma no había sonado por lo que todo indicaba un lindo fin de semana.
Una sonrisa de formo en los labios del rubio recordando lo ocurrido la noche pasada.
Se levanto de la cama metiéndose directamente al baño al parecer hoy iba a ser un día muy bueno.
Cuando termino de bañarse fue a su clóset buscando algo decente, al final opto por unos shorts negros y una playera naranja. Salió de su cuarto entrando a la cocina buscando algo para desayunar.
- ¡Naruto! - se escucho desde afuera del departamento.
- ¿Kiba? -
Naruto abrió la puerta confirmando sus sospechas, el castaño entro animadamente al pequeño cuarto sentándose en una silla cerca de la cocina.
- Exelente, yo quiero unos waffles - comento animadamente Kiba.
- ¿Eh? -
-Ya sabes para desayunar - sonrió.
- No soy tu sirvienta Kiba - inflo sus cachetes luciendo adorable a la vista del castaño. Kiba rió por lo bajo viendo fijamente al rubio, su rostro se ensombreció al recordar la razón por la que estaba ahí, Naruto estaba en serio peligro y debía evitarlo a toda costa.
/Flash Back/
Kiba caminaba por los pasillos del colegio en la mañana del sábado, solo había ido por algunos libros que había dejado el viernes. Dio vuelta en una esquina para ver la puerta de salida,
- ¡Oye! - escucho a sus espaldas.
- ¿Yo? - pregunto dándose vuelta.
- ¿Hay alguien más? - Kiba vio a sus lados dándose cuenta de la soledad del edificio - Bueno ese no es el punto.
- ¿Cuál es el punto? - pregunto Kiba curioso, nunca había visto a este chico.
- Tu amigo Naruto esta en peligro si sigue con Sasuke Uchiha - soltó de golpe.
- ¿A que te refieres? -
- Sasuke lo quiere solo para "divertirse" un rato ¿Comprendes? - hizo énfasis en divertirse.
Antes de que Kiba pudiera reaccionar el chico ya se había marchado dejando preocupado al castaño.
- "Naruto no es estable" - pensó corriendo al departamento del rubio.
/End Flash Back/
- Tierra llamando a Kiba, ¿Me escuchas? - el menor se encontraba moviendo una mano delante del castaño.
- ¿Que paso? - pregunto confundido al ver tan cerca al rubio.
- Te quedaste viendo el piso, me asuste pensé que estabas muriendo mentalmente - rió con su comentario.
Kiba se levanto asustando al rubio.
- ¿Kiba? -
- ¡Tienes que alejarte de Sasuke Uchiha! - gritó dejando a Naruto con los ojos muy abiertos - ¡Te va a hacer daño!
*
*
Naruto veía fijamente una foto de el y Gaara. Una lagrima resbaló por su bello rostro, todavía no podía sacarse las palabras de Kiba de su cabeza, es decir, el castaño nunca había le había mentido pero, el confiaba plenamente en Sasuke y sentía algo por el azabache.
"Te va a hacer daño"
Era la primera vez en mucho tiempo que dudaba de Kiba, no podía ver el porque Sasuke le habría de hacer daño.
- Tal vez estaba jugando - intentaba encontrar la razón de esa advertencia pero nada le parecía coherente - Será mejor que lo llame para aclarar todo - Naruto tomo su celular y cuando estaba apunto de marcar el número de Kiba, una llamada entro.
- Naruto, soy yo Sasuke - se escucho del otro lado de la linea.
- ¡Sasuke! Hola, ¿Que pasó? - escuchar la voz del azabache era muy bueno en especial ahora.
-Nada, ¿Quieres salir a algún lugar? - pregunto.
Naruto se quedó estático, ¿Una cita con Sasuke?.
- Por supuesto -
- Esta bien paso por ti a las 6 - la linea de llamada se corto.
Naruto reaccionó mirando el reloj que marcaba las 5 en punto. ¡Solo tenía una hora para arreglarse debía estar listo no quería hacer esperar a Sasuke.
El blondo corrió al baño quitándose la ropa para entrar a la ducha, se limpio perfectamente. Terminó y salió del baño con una toalla amarrada a su cintura.
- ¿Que me podré poner? - la verdad es que ese día hacía un calor horrible por lo que tal vez llevar unos shorts no sería mala idea. Tomo una camisa naranja junto con unos shorts negros.
Se apresuro a vestirse, se vio en el espejo y le gusto lo que veía solo faltaban un par de cosas para estar listo, se coloco unos tenis blancos y para finalizar se puso un poco de perfume.
- Listo, ahora solo resta esperar a Sasuke - se sentó en un sillón esperando a Sasuke. Saco su celular dándose cuenta que faltaban 15 minutos antes de que llegara el azabache.
- Kiba - recordó.
Tal vez debería llamarlo, comenzó a marcar el número pero el timbre de la puerta lo interrumpió. Naruto se levanto del sillón abriendo la puerta.
- Sasuke - sonrío al verlo.
- Toma, una flor para otra más hermosa - le entrego un ramo de rosas rojas.
- Muchas gracias - sus mejillas se tornaron de un lindo carmín.
Sasuke se acerco al menor besando sus labios delicadamente, como si Naruto se fuera a romper en cualquier momento, lo cual era muy probable.
- Vamos - el moreno le tendió una mano al rubio el cual con algo de pena la tomo, saliendo de su apartamento olvidando a cierto castaño.
*
*
- ¿A donde vamos Sasu? - pregunto el rubio animadamente.
- Es una sorpresa - respondió finando su mirada al camino.
Naruto hizo un puchero pero no se quejo, no tenía idea de que esperar pero seguro sería bastante lindo, o eso esperaba el.
El resto del camino solo se escuchaba la radio sonar, ninguno de los dos sentía que fuera necesario hablar, el silencio no era incomodo en lo absoluto.
- Bien Naru llegamos - Sasuke se bajo del auto, corriendo a la puerta del copiloto abriendo la puerta al menor.
Naruto bajo y de inmediato Sasuke tapo sus ojos, sorprendiendo al rubio.
- Tranquilo te voy a llevar a la sorpresa -
Naruto confió ciegamente en las dulces palabras de Sasuke, caminaron unos cuantos minutos hasta que al fin Sasuke retiro sus manos de sus ojos.
- Y bien, ¿Te gusta? - Sasuke miraba la expresión del rubio era simplemente de emoción, al parecer hoy seria algo divertido.
- Sasuke, me encanta - una lagrima de felicidad resbalo por su hermoso rostro. Sasuke había llevado a Naruto a un bello campo lleno de tulipanes, en medio de dos árboles estaba una mesa con dos sillas, un lindo mantel blanco y encima de la mesa había una botella de champán junto a un pequeño pastel.
- Bueno, ven vamos a comer - el azabache tomo la mano del rubio guiándolo a la mesa. Cenaron y platicaron de sus días, Naruto en ningún momento se animo a comentar lo que había pasado con Kiba. La cena termino en paz y la luz de la luna era lo único que los iluminaba.
- Ven Naru quiero que nos recostemos en el suelo - dijo el moreno levantándose de su silla. Naruto hizo lo mismo y los dos se acostaron en el suelo, el blondo recostó su cabeza en el vientre de Sasuke.
- Muchas gracias Sasuke - susurró el rubio.
- ¿Gracias porque? - preguntó, es decir ya le había dado las gracias por la cena y todo.
- Por estar conmigo, ¿Sabes? Yo me sentía muy solo pero agradezco a quien sea, porque por alguna razón ahora estamos aquí juntos - sonrió mirando el hermoso cielo lleno de estrellas.
Sasuke se quedo callado, algo en su pecho oprimía, era como si sintiera culpa por lo que iba a hacer. No importaba el sabía lo que quería hacer y eso no lo cambiaría nadie.
- Si Naruto yo también estoy feliz de estar aquí contigo - sonrío falsamente levantando medio cuerpo para plantar un seco beso en los rosados labios de su víctima.
Era un bello paisaje lleno de hermosos tulipanes, un nuevo amor surgía, lo único malo era que ese amor emanaba solo de uno de esos dos individuos.