- ¿Qué tan lejos estas dispuesto a llegar?.
- Lo suficiente como para derrumbar su mundo.
- Pero, ¿Cómo planeas hacerlo?.
- Shh, no es momento de hablar, todavía quedan pájaros en el alambre.
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Itachi se encontraba acomodando sus cosas, pretendía estar en casa por un largo rato después de todo ya no era necesario "huir" de su país natal.
- Joven Itachi - escucho a sus espaldas- ¿Desea algo de cenar? - preguntó el criado.
- Por ahora no gracias - respondió con una sonrisa en su rostro.
El muchacho hizo una reverencia saliendo por la puerta cerrándola tras de si, el azabache se quedó solo contemplando la maleta que en estos momentos se encontraba vacía.
- Me preguntó que habrá sido de él - lanzó al aire - ¿Qué tanto lloraste ángel?.
Las cosas estaban a su favor, había pasado tiempo desde aquello, seguramente ya nadie recordaba aquel incidente, o mínimamente eso esperaba el Uchiha
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Intento levantarse a pesar de todo lo que su cuerpo dolía, no lo consiguió simplemente el sentir las heridas tan profundas en sus brazos. Todavía sentía que algo estaba mal, algo con su repentina vida.
¿Por qué estaba ahí?, sus recuerdos estaban tan borrosos que no recordaba siquiera su nombre, pero seguramente era alguien sumamente desdichado.
- Oh, ¿Ya despertaste? - escucho a lo lejos - No intentes moverte, aun estas muy débil. Todo se volvió nuevamente oscuro, sus ojos pesaban y todo era tan confuso, ¿Esta era una nueva vida?, ¿Estaba en el infierno?.
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Naruto se había quedado dormido hacía unas horas y él seguía abrazando su cálido cuerpo, le brindaba seguridad, todo esto de el regreso de Itachi lo había puesto muy tenso, algo le decía que estuviera alerta de su querido hermano.
- ¿Por qué no llamaste toda la tarde? - le pregunto al somnoliento rubio - ¿Será por Kiba? - una sádica sonrisa se dibujo en su rostro.
Delicadamente tomo al Uzumaki entre sus brazos para llevarlo a la habitación de este, camino por los pasillos a oscuras, no hacía falta encender la luz, abrió la puerta del cuarto acercándose a la cama depositando al blondo en esta. Salió dejando todo detrás.
- Tal vez me quede un poco para investigar - se dijo a si mismo caminando por todo el departamento.
No había mucho que ver, después de todo la casa de Naruto era muy pequeña pero acogedora a la vez, lo primero que le llamo la atención fueron dos fotografías colgadas en la pared de la sala, en estas se encontraban cuatro personas sonriendo, un hombre el cual sostenía al Uzumaki entre sus brazos, una hermosa mujer de cabellos rojos y por último un chico pelirrojo, el cual sonreía felizmente.
- Me recuerda a alguien - pensó Sasuke intentando recordar donde conocía ese rostro. La última fotografía era bastante dulce, el extraño chico pelirrojo cargaba a un pequeño rubio entre sus brazos sonriendo de manera bastante peculiar. Algo llamo su atención, el marco que contenía la foto estaba roto lo cual dejaba ver una pequeña parte de lo que parecía ser otra imagen. El azabache tomo el marco abriéndolo, de este cayeron varias cosas entre las que se distinguían algunos rostros.
- Kiba - susurró mientras fijaba su vista en la primera foto. La tomo acercándola a su rostro inspeccionando la escena en que se encontraban el blondo y el castaño, los dos sonreían abrazados, como si nunca se quisieran separar - Demasiado tarde - pensó divertido.
Hubo algo que lo dejo un tanto curioso una de las fotos que mostraba al pelirrojo también dejaba ver a un chico al lado de el, sonriendo, con ojos de profundo amor o eso parecía.
- Con que tu eras - sonrió mientras todas las piezas de su rompecabezas se acomodaban dandole una respuesta bastante "afortunada". Tomo la foto guardándola en sus bolsillos, acomodo perfectamente el marco colgándolo en la pared. Decidió que era buen momento para irse de ese lugar, ya había conseguido lo que tanto buscaba y vaya que tenía mucho en que pensar - Alguien va a tener muchos problemas - sonrió para sus adentros saliendo del departamento.
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La luz del día golpeo suavemente sus ojos, los cuales reaccionaron abriéndose de par en par causándole un horrible dolor de cabeza. ¿Qué demonios había pasado?, se levanto para quedar sentado en su cama, vio todo lo que estaba a su alrededor para después bajar su mirada a su cuerpo, se encontró con su desnudez algo no muy común.
- ¿Qué demonios ocurrió? - preguntó esperando obtener respuestas. Se puso de ie encaminándose al baño en donde abrió la llave dejando que su cuerpo despertara con el agua fría. Termino de bañarse saliendo de la regadera, se amarró una toalla a la cintura cubriendo su cuerpo.
Caminó por el pasillo para llegar a la sala, la cual estaba desordenada pareciera que algún huracán hubiera pasado por ahí. A su mente comenzaron a llegar recuerdos, lujuriosos y pecaminosos recuerdos, sus mejillas se tiñeron de un leve carmín, sacudió su cabeza encendiendo el televisor dejándolo en el único canal que él se atrevía a ver.
Se sentó en una de las sillas tomando una manzana del frutero, le resto importancia a todo lo que el noticiero tuviera que decirle, tomo el control remoto para cambiar de canal pero algo lo detuvo.
"Les informamos que acabamos de encontrar lo que parecen ser restos de un cuerpo calcinado, los mantendremos informados"
Por alguna razón esto lo había dejado sumamente preocupado, algo andaba mal, un cuerpo encontrado, y Kiba aun no daba señales... ¿Será que todo encajaba a la perfección?
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- Con que esto era lo que escondías con tanto empeño, ¿eh?, déjame decirte algo de ahora en adelante tu vida va a ser tan asquerosamente miserable que desearas nunca haber nacido, prepárate para revolcarte en el lodo por un poco de misericordia, te llego la hora, es momento de que sufras lo que yo sufrí, ¡Vas a pagar maldito asqueroso de mierda!. Es momento de jugar mis cartas...