— Prepárate para ser un Uchiha hermanito — escucho las palabras tan lejanas.
Las risas dentro del cuarto se hicieron presentes, tenía miedo, mucho a decir verdad, ¿Ahora qué demonios estaba pasando? Se sentía bastante mareado debido a un extraño aroma que llegaba a sus pulmones llenándolos.
— ¿A qué te refieres con ser un Uchiha? — preguntó confundido.
No obtuvo respuesta alguna, la situación era verdaderamente extraña desde las personas que se encontraban en la habitación hasta la sonrisa que le dedicaba Itachi en estos momentos.
— ¿Has escuchado acerca de las mafias? — pregunto un tipo de cabellos rojos.
— Por supuesto — ¿qué tenía que ver eso con ser un Uchiha?, malditos sean los secretos de la familia.
— Sasuke te felicito estas preparado para iniciar tu entrenamiento como mafioso — la suave pero perturbadora voz de Itachi hacia que el cuerpo del menor se retorciera de miedo mezclado con la excitación.
— ¿Eso me convierte en un Uchiha?
— Claro, la familia siempre ha trabajado en la oscuridad si es que me entiendes — guiño un ojo intentando mostrar complicidad.
— No — estaba sumamente confundido, las mafias eran asesinos, ¿por qué demonios querría ser líder de una?, en su puta vida quería tener que hacer algo así era simplemente imperdonable a sus ojos.
— Vaya sí que eres estúpido — su mirada se dirigió al extraño chico de piel azulada — Te dije Itachi, el aun no está listo — le molestaban esas palabras, era como pisar su orgullo y reducirlo a cenizas.
— Tienes razón es demasiado débil aun — esas palabras saliendo siempre de la misma persona, la única a la cual debería superar, tenía que demostrar que él era superior a Itachi Uchiha. Todos los presentes en la sala comenzaron a reír, el moreno apretó sus dientes al punto de que estos crujieron.
— Lo haré — escupió — Pero no necesito de su ayuda — sonrío con superioridad.
— No lo lograras enano tarde o temprano vendrás con Itachi llorando — río Kisame.
— Yo no necesito lamerle el culo para sobrevivir.
— Te puedo romper el cuello en dos golpes — la mirada fría y sádica del mayor era aterradora.
— ¡Basta los dos! — Grito Itachi deteniendo del hombro a su compañero — Esta bien Sasuke te deseo la mejor de las suertes — sonrío convencido.
— Gracias.
Salió por la puerta apartando a los dos tipos que estaban obstruyendo su paso. Corrió por los pasillos intentando pensar qué demonios haría ahora, era su oportunidad de poder vencer a Itachi en su propio juego, debía dar lo mejor de sí. Un niño de tan solo 7 años planeaba como corromper su mundo para convertirlo en un pozo tan profundo como el océano, tenía que ser el mejor así se tuviera que sumergir en las adicciones, no importaba que pero tenía que lograrlo.
*
*
Los años pasaron, los dos hermanos seguían odiándose mutuamente, Sasuke ya tenía 15 años mientras que Itachi 21, el mayor siempre le gano al menor y aun que la edad era diferente el azabache seguía sin ganarle a su superior. Pero eso no significaba que no estuviera velando por la pequeña pero fuerte mafia que había creado.
— ¿Dónde demonios estabas? — Que fastidio escuchar eso cada vez que llegaba a casa — Te estoy hablando Sasuke — maldita autoridad de mierda.
— Estaba estudiando querido padre — sonrío cínicamente, ahora le resultaba bastante divertido hacer enojar a su viejo.
— No te creo, hueles a cigarro — alzó una ceja esperando la verdad.
— Bueno, al parecer eres muy bueno descubriendo lo que uno hace — lo habían descubierto pero no es como que estuviera intentando ocultar la verdad — Tu ganas, estaba con los chicos.
— Yo sé que quieres empezar tu mafia pronto, pero debes estudiar para poder ser alguien grande — maldición de nuevo esa frase, "ser alguien", eso se refería a que en estos momentos Sasuke Uchiha era un don nadie.
— No me jodas — estaba harto, desde hace mucho que su actitud se volvió un asco pero no era importante — En estos momentos soy lo suficientemente inteligente y poderoso que podría asesinarte — ver los ojos asustados de su padre aquel que había respetado durante tantos años lo llenaba de placer.
— No me amenaces, te recuerdo que Itachi sigue mandando — repudiaba ese estúpido nombre, le causaba náuseas.
— Eso cambiara muy pronto — chasqueó la lengua para después subir las escaleras con su corazón acelerado.
No sabía que le había pasado pero estos últimos años se había dedicado a formar una mafia, primero empezó con unos pocos integrantes pero entre más tiempo transcurría esta se volvía más grande y reconocida, su vida cambió radicalmente de la noche a la mañana, un día era un niño de 7 años y al siguiente un "mafioso", si se lo preguntaban no se arrepentía era sumamente satisfactorio sentir el miedo que causaba en otros.
— Jefe ya tenemos todo listo — escucho en el pequeño radio que llevaba consigo.
— Excelente Shikamaru, ya sabes que hacer quiero que destruyas las evidencias — el trabajo que realizaban en su mafia era sencillo, asesinar y eliminar evidencia, nada muy complicado. Los chicos que le servían eran de confianza, y si alguno se atrevía a defraudarlo él se encargaría personalmente de hacer que pagarán — Nos mañana, es momento de saldar cuentas – colgó la llamada acostándose en su cama.
El sueño venció haciendo que sus ojos se cerrarán plácidamente, todo sería mejor mañana, Orochimaru le pagaría lo que debía o de lo contrario algo malo pasaría.
*
*
— ¿Quién es la nueva víctima? — la mañana había transcurrido tranquila nada fuera de lo normal, en ese momento ya se encontraba en su oficina escondida de la sociedad.
— Nos acaba de llegar su fotografía, no tengo idea de quién demonios sea — Neji era el encargado de recibir la "nueva mercancía", personas a las cuales debían eliminar si o sí.
Le extendió un sobre blanco al Uchiha, este lo tomo abriéndolo revelando la fotografía de un peliplata.
— ¿Kakashi? — abrió los ojos de par en par, no podía matar a Kakashi, él había sido su único amigo durante todos estos años.
¿Qué se supone que debería hacer?, no quería eliminar a alguien tan especial como lo era él, pero, debía hacerlo si quería convertirse en alguien sumamente poderoso en las profundidades. De algo estaba seguro y es que la vida no lo trataba bien siempre tenía que esforzarse el doble que los demás para lograr la mitad de todo lo que hacía, maldecía su vida pero era momento de jugar a ser dios.
— Entonces, ¿comenzamos o no? — la voz del castaño lo saco de sus pensamientos, tenía que planear algo convincente para así atraer a Kakashi a su trampa.
— Dame tiempo Neji necesito planear algo — la seriedad era clave para un trabajo así, aunque muy en el interior estuviera muriendo de nervios debía mantener la calma ante todo.
— Podríamos usarlo a usted de carnada.
— Suena tentador — frío y calculador, así debía ser él, no podía mostrar que tan débil era.
— Entonces necesitamos empezar una estrategia.
Maldita y desdichada vida, tenía que planear como asesinar a alguien importante en su vida sentía asco por sí mismo y mucho más repudió por quien lo obligaba a hacer este tipo de cosas. El maldito y estúpido negocio de la familia, él no quería hacer esto por el resto de sus miserables días, tenía sueños de superarse para ser alguien reconocido pero no por ser un maldito asesino.
"¿Podré ser perdonado?"
Esta pregunta se formulaba constantemente en su mente pero nada apuntaba a una respuesta positiva, por donde viera esta salía negativa. Tenía miedo de no obtener el perdón y ser condenado a sufrir por la eternidad.
*
*
El plan era sencillo, debía atraer a Kakashi a un "día de campo" algo para recordar los viejos tiempos, para después sedarlo y matarlo, no quería ver su cara de sufrimiento por lo que opto por drogarlo.
— Kakashi — llamó el azabache.
— ¿Me llamo joven Uchiha? — era tan malditamente difícil formular una frase, intentar que de esta no saliera un "huye lo más rápido que puedas".
— Si — aclaro su voz — Quiero ir al campo — señaló una fotografía que tenía en sus manos.
El rostro del mayor denotaba confusión, pero no lo culpaba ¿Cómo demonios lo iba a asesinar?
— Quiero que me acompañes — agrego el menor.
— Ya entiendo — asintió — Me parece bien, ¿Cuándo sería eso?
— Hoy, en este momento — intento sonar lo más normal posible pero esto era ridículo.
No se dijo más y los dos salieron por la puerta en aparente tranquilidad, o mínimo el azabache estaba siendo consumido por los malditos nervios. Sé subieron al automóvil que conducía el peliplata, Sasuke no podía manejar debido a su corta edad.
El camino fue bastante corto más de lo que el menor esperaba, se bajaron sentándose en un tronco de un árbol, ninguno se atrevía a decir algo como si los dos supieran que pasaría.
— Se lo que tienes que hacer — esas simples palabras eran un detonante para las lágrimas del moreno — Esta bien Sasuke, yo estoy bien — sonrío viendo el pálido rostro del joven.
— No puedo hacerlo Kakashi — exclamó temblando.
— Si puedes, eres un Uchiha, tienes que hacerlo.
¿A qué se debía esto?, Sasuke sabía qué Kakashi conocía todo acerca de su familia pero nunca imagino que estuviera dispuesto a dar la vida por esta, no quería hacerlo pero debía sin embargo.
— Perdóname — susurró quedamente viendo fijamente el arma que traía consigo.
*
*
Las llamas frente a sus ojos iluminaban las lágrimas que descendían por su níveo rostro, una alma más que se convertirá en cenizas a causa de un maldito deseo. Lo había hecho, había asesinado a Kakashi, el único que se preocupó por él, la única maldita persona que lo quiso.
— Creo que esto responde a mi pregunta — susurro al aire — Yo nunca seré perdonado — sonrío con amargura dejando que su debilidad saliera a la luz.
Se quedó ahí hasta que la última llama se apagó, cuando esto sucedió él se subió al auto encendiéndolo para emprender su camino a casa. Saco su celular para marcar un número bastante conocido.
— Terminé el trabajo — habló seriamente.
— Tranquilo Sasuke, siempre lo recordaremos — escucho desde la otra línea.
Bufo colgando la llamada, acelero al máximo esperando tener algún accidente que le quitara la vida como él lo había hecho muchas veces pero nada de esto paso.
— Mi vida es una mierda — rió irónicamente mientras las lágrimas caían pesadas...