El azabache caminaba lentamente tenía que aparentar tranquilidad aunque por dentro la desesperación lo estuviera carcomiendo. Llevaba más de una hora dando vueltas por la cuadra y todavía no había señales de su objetivo: ese bello rubio de ojos zafiro.
— Maldito asqueroso — murmuro entre dientes con odio.
Esa maldita sabandija había sido el causante de todas sus desgracias, él fue el que convenció a su amado pelirrojo de dejarlo y ahora debía pagar.
— Naruto Uzumaki — escupió con rabia viendo como su pequeño objetivo se tambaleaba hasta la entrada del departamento.
Itachi no tardo en descubrir que el menor se encontraba bajo los efectos del alcohol lo cual le causaron ganas de vomitar. ¿Cómo se atrevía a romper las promesas?
Pero esto no se iba a quedar así, Naruto iba a pagar por todo el infierno que le hizo pasar a el y a Gaara. Así fuera lo último que el mayor hiciera.
— Mi pobre ángel — susurró perdido en sus pensamientos. Tenía tanta rabia contenida que debía sacarla de alguna manera.
/Flash Back/ (Desde el punto de vista de Itachi)
¿Alguna vez han sentido que pueden morir por amor?
Yo sí, de hecho en este preciso momento puedo asegurar que estoy totalmente podrido en el interior. Pero, mi amado niño no puede enterarse de mis pensamientos.
No puede saber acerca de mis sucios trabajos y mucho menos puede averiguar los pensamientos que se me vienen a la mente cada vez que lo veo. Estoy obsesionado con él, lo quiero todo, desde su felicidad hasta sus lágrimas.
¡Sólo YO! Puedo ser el causante de sus sonrisas, nadie más tiene ese derecho y de eso me aseguro yo. Desde que comenzamos a salir chicos y chicas se acercan a él con intenciones de seducirlo y esto me desespera a tal punto de querer matarlos a todos.
Claramente eso fue lo que hice, no me quedaba de otra ellos no entendían que Gaara es mío y siempre lo será quiera él o no. Yo sería capaz de todo por mi bello pelirrojo y cuando digo todo, es literalmente todo.
Últimamente puedo notar la tristeza en sus ojos y esto me molesta, porque sé que el que le causa ese dolor es su "querido hermanito" Naruto, odio ese nombre, aborrezco cuando mi niño solo tiene su mente en ese estúpido rubio.
Esta tarde Gaara sigue contándome acerca de cómo Naruto está sumido en el alcohol.
— No puedo más Itachi — susurraste entre mis brazos — Cuidar a Naruto está terminando con mi vida.
Ver tu rostro tan apagado, esos ojos sin aquel brillo que ilumina mi alma. No puedo permitirme verte de esa manera, mínimo si no soy yo el causante de ese dolor.
— Gaara — hablo dulcemente para atraer tu atención — ¿Quieres vivir conmigo? — tengo esperanza de que tu aceptes sin pensarlo, pero sé que no lo harás no mientras él esté vivo.
— Me encantaría — dices con una sonrisa — Pero no puedo.
Hago el mayor esfuerzo por sonreír pero sé que solo saldrá una mueca repulsiva de mis labios. Tengo que deshacerme de ese chico antes de que tú termines dejándome.
¿Qué me dirías si te digo que te amare hasta matarte?
/End flash back/
El Uchiha se acercó cautelosamente hasta donde estaba su presa. No quería asustarla por lo menos no ahora, ya habría tiempo de jugar y por ese momento se limitaría a presentarse.
— Disculpa — la voz más hipócrita que podía tener había salido a flote.
— ¿Sí? — él no se dignó a fijar su vista en el sujeto que tenía enfrente.
— ¿Me podrías decir dónde queda el parque más cercano?
El blondo subió la mirada para encontrarse en un par de pozos profundos, tan fríos y llenos de odio que un escalofrío recorrió su espalda. Le recordaba a alguien pero, ¿a quién? Esos ojos estaban seguro que los había visto en algún lugar.
— Yo...yo — se quedó mudo, no podía pronunciar ninguna oración coherente. Tenía miedo a ese extraño de ojos tan profundos, por alguna razón sentía la mandad que estos desprendían pero en él estado que se encontraba no podía juzgar a un desconocido.
— Lo siento — expresó el mayor. Su mirada se enterneció observando lo patético que era el pequeño.
Naruto no podía hablar, el miedo lo paralizó de pies a cabeza esos ojos le recordaban tantas cosas pero a la vez nada. No sabía qué demonios estaba pasando pero era muy grosero comportarse así fuente a un extraño.
— Soy Itachi — saludo el mayor. La mirada de satisfacción era evidente había logrado su objetivo: asustar al rubio.
— Yo Naruto — paso saliva duramente. Tal vez solo eran alucinaciones debía ser amable eso siempre se lo recordaba Gaara cuando niños.
"Has el bien sin mirar a quien"
Pero por más que se repitiera esa frase en su mente aquella horrible sensación no abandonaba su cuerpo. Incluso cuando Itachi le ofreció llevarlo hasta su departamento para no sufrir un accidente.
*
*
Un cuarto lo suficientes oscuro como para no poder ver siquiera tu propia nariz, el olor que desprendía era pútrido y estaba completamente frío.
Los pasos acercándose hicieron que el pobre chico quisiera gritar pero no era capaz de defenderse estaba atado y amordazado de pies a cabeza.
— Muy bien Kisame — esa voz ronca y cínica, no era necesario ser un adivino para saber de quien se trataba — Voy a quitarte la mordaza.
Los pasos se escucharon más cerca de su débil cuerpo hasta que una punzada de dolor le hizo estremecerse. Sintió como un líquido escurría por la comisura de sus labios.
— ¡Maldito Uchiha! — exclamó removiéndose intentando liberarse.
— Tranquilo — susurró — No puedes escapar, bueno tal vez si pero no creo que quieras morir ¿o sí? — pregunto en tono burlón.
— ¡¿Qué demonios quieres?!
— Digamos que... — pensó en sus palabras — Lo quiero todo — rio.
Las luces se encendieron aturdiendo al peli azul, algo no le gustaba de esta situación y esta era que el Uchiha menor lo tenía a su merced.
— ¿Dónde demonios estoy? — mantenía los ojos cerrados para intentar mantenerse consciente.
— Estas en el infierno.
Fijo por primera vez la vista a su atacante, sus ojos se abrieron grandes al ver la cuchilla que el menor sostenía con tanta naturalidad.
— ¿Recuerdas todo lo que me hicieron pasar? — De un segundo al otro el azabache ya se encontraba frente a él con una sonrisa de oreja a oreja — Toda la vergüenza que tuve que sufrir para llegar a ser esto — señalo todo el cuarto.
— No estoy para recordar estupideces — habló — Dime que quieres para poder marcharme de una puta vez — estaba exaltado, el efecto de la droga no se había ido completamente.
— Vaya, eres muy impaciente Kisame — expreso ofendido — Yo solo quiero jugar un momento.
La cuchilla se acercó lentamente al rostro del mayor haciendo un leve corte en la mejilla dejando que la sangre escurriera hasta su barbilla de la cual las gotas caían una a una manchando el pantalón del azulado.
Un alarido de dolor salió de los labios de su víctima. Le encantaba el sufrimiento que las personas mostraban, verlas tan débiles rogando por su vida era tan patéticamente hermoso.
— ¿Te gustaría morir hoy? — preguntó inocente balanceando el arma entre sus manos.
— ¡Maldición Uchiha! — Grito alterado forzando las cuerdas que lo mantenían preso en esa silla — ¡¿Qué quieres?!
— Ya te lo dije — dejo caer la cuchilla al suelo causando un ruido horrible — Quiero todo.
La misma frase pero no tenía coherencia, aunque muy en el fondo sentía que antes había escuchado esa misma oración.
/Flash Back/
— Vamos Sasuke — la voz rasposa de Kisame exaltaba los nervios del menor — ¿No puedes tragar más rápido?
Tenía sus manos empujando la cabeza del Uchiha en el suelo obligándolo a tragar tierra o eso es lo que parecía ser.
— Eres tan patético — exclamó en el oído del chico.
Levantó lentamente la sucia cara del moreno observando los múltiples golpes que le había estado propiciando. La sangre seca había tomado una coloración más oscura.
— Este todo sucio — se burló.
— ¿Qué quieres de mí? — pregunto el azabache ignorando el dolor que le causaba pronunciar palabras.
— Lo quiero todo — rio antes de regresar el rostro del moreno al suelo.
/End Flash Back/
— ¿Lo recuerdas ahora? — tomo una navaja, con mango blanco e incrustaciones de piedras negras.
— Debes de entender, yo solo seguía las instrucciones de Itachi — alarmado intento detener a su agresor y las palabras que utilizó surtieron efecto.
— Es bastante interesante que lo menciones — vociferó hipócrita — Necesito información acerca de mi querido hermano mayor.
Estaba entre la espada y la pared. Era Itachi o el, no quería decidir algo en su interior le decía que confiar en el azabache no le llevaría a nada bueno.
— Dejare que vivas a cambio de información — habló atrayendo la atención del mayor — Promesa de Uchiha — sonrió feliz.
— Esta bien...
— Así me gusta — tomo fuertemente el cabello de su víctima halándolo hacía atrás — Cuéntame Kisame, ¿Itachi asesino a ese chico Gaara?
— Si — respondió adolorido por el fuerte agarre en su cabello — Itachi en realidad no es un asesino. Oh bueno no uno tan repugnante como tú.
Un fuerte golpe retumbo en la habitación, le metió un puñetazo en la boca del estómago logrando sacar todo el aire de los pulmones.
— Oh vamos — ver la cara de sufrimiento de alguien más lo complacía — Tu y yo sabemos que estamos al mismo nivel de repulsión, no intentes hacerte el inocente.
— ¿Sabes? — Lentamente se acercaba al moribundo cuerpo — Me dan asco las personas como tú, entregando a sus compañeros para salvar su pellejo — sonrió complacido por el dolor que le causaba al cuerpo del contrario.
Kisame intentaba por todos los medios obtener aire cuando vio como nuevamente encajaban la navaja en uno de sus brazos hundiéndola lo más profundo posible.
Nuevamente un grito desgarrador se escuchó por toda la habitación, nadie se atrevía a interrumpir los actos del jefe. Bueno nadie que no quisiera terminar como ese desdichado peli azul.
La mente del mayor se nubló y un recuerdo llegó hasta su mente: Nunca confiar en las promesas de los Uchiha. Lamentablemente era demasiado tarde para retractarse...
*
*
— ¡Shikamaru! — grito lo más fuerte que sus cuerdas vocales le permitieron.
La puerta tras de él se abrió dando paso al joven que atendía el llamado del jefe.
— Diga — habló quedamente.
Sus ojos se abrieron de par en par, todo el lugar estaba lleno de sangre al igual que el causante de todo ese desastre. Maldecía tener ojos en ese momento, esas imágenes se quedaban grabadas en su mente durante horas e incluso días.
— Ya sabes que te toca hacer — la voz grave del Uchiha lo hizo regresar a la realidad.
Asintió sin emociones. No era la primera vez que veía un cadáver y no sería la última, tenía que acostumbrarse al olor de sangre fresca o su trabajo no sería tan fácil como solía serlo.
*
*
Las llamas consumían nuevamente las fechorías cometidas por Sasuke, y él era el encargado de eliminar cualquier evidencia que pudiera culpar al azabache.
— Cuanto tiempo Shikamaru — escuchó a sus espaldas una voz muy conocida. No quería voltear sentía que si veía al que pronunció esas palabras se quebraría en mil pedazos.
— Ka...Kakashi — murmuro antes de desmayarse debido a un fuerte golpe en la sien.
— Bien hecho Kiba — aplaudió el mayor.
Los dos cargaron el cuerpo inconsciente del peli negro, arrastrándolo a la oscuridad del bosque.
"Espérame Naruto"