Un escalón tras otro, uno más y así sucesivamente. Su destino parecía estar más lejos de lo que hubiera imaginado; lo cual no le molestaba la sensación de la adrenalina corriendo por sus venas era como renacer en el infierno.
Incluso los latidos de su corazón se habían acelerado para la ocasión tan especial en la que se encontraba.
Al fin las cosas saldrían de acuerdo a su plan, después de tantos años planeando lo pondría en marcha en cuanto llegara a "oficina" de Itachi.
Demasiado tranquilo
En definitiva se la estaban dejando fácil, mucho más de lo que le gustaría. Sasuke esperaba ser recibido por unos cuantos matones con enormes cuchillos o armas, pero, nadie se atrevió a jugar.
— Malditas ratas — murmuro con odio.
Continuó subiendo los peldaños, estaba tan ansioso por llegar. Deseaba ver el rostro de su amado hermano, al ver la monstruosidad en que se había convertido. Quería grabar en su mente el momento en que se diera cuenta todo lo que había logrado a través de los años.
— Tú me vas a ayudar mucho pequeño amigo — observó la maleta que llevaba consigo.
"El camino siempre es largo, pero, al final alcanzaras tu meta no importa que tan oscura tenga que volverse tu alma"
Repetía constantemente en su mente, intentando darse ánimos a sí mismo.
Aún tenía escalofríos debido a los estúpidos recuerdos que llegaban a su mente de golpe; intentaba con todas sus fuerzas olvidar la horrible sensación que le brindaba Itachi.
*
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/ Flash Back/
Años atrás el azabache había estado en la misma situación, solo que esa vez este no se encontraba preparado para dar pelea al Uchiha mayor.
Caminó por todo el bien estructurado lugar solo para encontrarse con gente que manejaba Itachi. Todo a partir de ese punto se volvió dolor y agonía; los golpes eran cada vez más dolorosos que el anterior todo su cuerpo se sentía como si fuera a colapsar.
Pero justo antes de desmayarse escucho la asquerosa voz del causante de todo su dolor.
— Siempre fuiste basura Sasuke.
El menor intento abrir los ojos sin mucho éxito, seguramente tendría los ojos morados o algo parecido.
— Pero tranquilo, la basura puede ser reciclable.
Sasuke sentía su sangre arder en fuego, estaba tan enojado que comenzó a lanzar puñetazos y patadas intentando dar a un objetivo: Itachi.
— No te esfuerces, cuando seas mayor ven y asesíname. Bueno eso si puedes.
Quería matarlo en esos precisos momentos, pero le era imposible; maldecía ser tan débil necesitaba hacerse más fuerte para así cumplir sus metas.
— Diviértanse con él — maldita la hora en que nació.
Los golpes aumentaron en cantidad y en fuerza. Después de una hora los chicos lo dejaron tendido en el suelo escupiendo sangre.
Lo último que recuerda Sasuke fue que lo subieron a un auto y lo dejaron tirado en la carretera, lejos de cualquier ayuda...
/ End Flash Back/
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Esos recuerdos lograban que su sangre se calentara al punto dé sentirse en el infierno.
— Hola hermanito.
Esa voz, esa asquerosa y pútrida voz sería muy divertido escuchar esa voz sollozando de dolor... O implorando piedad.
— Itachi Uchiha — sonrío levantando la vista para encontrarse con un par de ojos iguales a los suyos — Tengo una sorpresa para ti.
Los segundos le parecían horas, todo era demasiado tenso, mucho más de lo que imagino jamás.
— Que extraña coincidencia, yo también tengo algo para ti — sonrío — Creo que te puede gustar.
Itachi se acercó a un interruptor encendiendo la luz de su cuarto preferido revelando la identidad de su rehén.
Sasuke no reaccionó tan estrepitosamente como se lo hubiera pensado el mayor, de hecho el menor le restó importancia el ver a Naruto atado en una silla no era la primera vez que lo veía así.
— ¿En verdad crees que me interesa ese estúpido rubio? — preguntó cínico el azabache.
El mayor repaso todo el problema, vio todo a su alrededor buscando algún apoyo para poder ganar el juego pero lo único que encontró fue esa gran maleta que llevaba Sasuke consigo.
— A sí — la reacción del menor lo saco de sus pensamientos — Tengo una sorpresa para ti.
El menor se acercó lentamente a la maleta abriéndola cuidadosamente sacando de ella a un somnoliento pelirrojo, de piel nívea y una extraña marca en la frente.
Itachi se petrifico ante la escena, ¿Ese era Gaara?, no podía ser verdad...
— ¡Eres un maldito monstruo! — Gritó el Uchiha mayor — ¡Gaara está muerto!
Los gritos eran cada vez más fuertes, era como si intentara despertarse de un trance.
— ¿Quién dijo que lo asesine? — La cínica voz del menor era tan aterradora como lo fue la suya alguna vez — Deberías estar agradecido de que no lo asesinara.
Itachi seguía sin poder creer todo lo que estaba pasando, él juraba que Sasuke había asesinado a Gaara ese preciso día en que se enteró de que los dos salían.
— ¡Aléjate, yo sé que ese no es Gaara! — Los gritos se volvieron desgarradores — ¡Deja de atormentarme con su recuerdo! — exclamo enojado.
¿Cómo se atrevía a recordarle su dolor?, Sasuke no era nadie para hacer eso. Aunque no lo culpaba, después de todo Itachi había tenido la culpa por crear a semejante monstruo.