Rolo POV
No podía creerlo, mi primer amor se encontraba a unos pocos metros de mí, yo… Ya basta Rolo, entiende que él es el malo del cuento, debes aprender a escapar de esas temibles garras, no volver a caer en su trampa.
Me dirigí a mi asiento y mirando con mi ojo despitadamente a Lelouch pude notar una leve sonrisa en sus labios, al ver eso, sólo me puse un poco rojo y me senté, mira como Lelouch me miraba en la mayoría de la clase, cuando se dio el receso…
-Hola- Lelouch me saludo con una mano
-Hola- Dije bajando la mirada, esperando a que se fuera lo más rápido posible.
-Disculpa, ¿podemos hablar?-
-Claro-
Subimos a la azotea, Lelocuh cerró para que no nos vieran ni escucharan. Tan pronto lo mire el sólo corrió hacia mí y me abrazó muy fuerte, sentí como mi corazón se aceleró, no podía creerlo, mi príncipe había vuelto, después de eso me levantó de la barbilla y me dio un beso tierno en los labios, yo por alguna razón le correspondí, pero al escuchar en mi cabeza las palabras f´rias de mi madre, lo empuje de inmediato, tratando de separarme.
-Basta, por favor-
-¿qué ocurre?-
-Es sólo que yo no debo…-
-¿Por qué?- Mierda, sentía tan bien como lamía lentamente mi cuello mientras yo solo intentaba no gemir ni jadear, de repente sentí como metió su mano dentro de mi ropa tocando mi pecho acariciándolos haciéndome enloquecer y gemir al mismo tiempo.
-Aah… Lelouch aquí no…-
-Está bien- Me respondió mientras me miraba con unos ojos llenos de lujuria y pasión llenándome por completo, fuimos sin que se dieran cuenta los profesores a su recámara y allí inició nuestro romance prohibido, me siguió besando hasta que nuevamente metió su mano en mi camiseta tocándome el pecho como si fuera algo tan frágil, después ambos nos quitamos la ropa que nos cubría la parte de arriba y sentí como me daba besos en mi estómago bajando hasta mi vientre y mordiendo los botones, ambos nos necesitábamos más que nunca, me desabrocho el pantalón y empezó engullendo mí ya excitado miembro y dándome a probar unas cuantas embestidas, se sentía tan bien.
-Aaah… Lelouch… no puedo… voy a venirme…- Al término de esa palabras terminé viniéndome en la boca de mi hombre.
-Voy a entrar- Y así sin más me penetró, yo sólo fui capaz de arañar su espalda.
Cuando terminamos por completo nuestro romance yo trate de levantarme pero mis caderas y los brazos fuerte de Lelouch no me lo permitían, no me quedó de otra más que caer semidormido al lado del él, me encantaba verlo dormir, su esencia era perfecta, no podía creerlo sentí que era un sueño.
Cuando despertamos, eran como las 4 de la mañana y yo tenía que dormir en mi cama, así que no me quedó de otra que separarme de mi amado e irme de su habitación y dormir las últimas horas de sueño en la mía. No podía olvidar esos labios que tocaban mi lengua y esas embestidas eran algo que tenía en mento no olvidaría dentro de un rato. Sonó la alarma, me levanté, me duché, me vestí y tome un jugo para írmelo tomando en el camino, cuando iba saliendo me tope con un tipo y literalmente me tope.
-Auch-
-Lo siento- Me dijo aquel chico de pelo azul rey y sus dos ojos cafés –Soy Meithan, perdóname enserio soy un descuidado-
-No enserio que estoy bien, fui yo, debí ver por donde caminaba y no estar de distraído-
-Oye tu eres el nuevo, ¿no?-
-¿Eh? Ah, sí-
-Jeje, bueno pues hay que irnos antes de que nos regañen, ¿no?-
-Jeje sí tienes razón-
Cuando íbamos entrando ví como Lelouch miraba fríamente al chico que me acompñaba, como me dio un aura de confianza decidí sentarme con él y al lado se sento una de sus amigas, su nombre era muy tierno era Hana, aunque sólo estaba haciendo amigos, no tenía en cuenta que una guerra de celos se aproximaba.