Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mis últimos días... por Karenlauren

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

AVISOOOOOO!!!!!!

EN ESTE CAP AÑADO DOS PERSONAJES MÍOS!!

SÓN IRU Y SAM

CAPITULO 11

 

Cuando entré en la sala vi que no todos estaban transformados en pequeños lobitos. Para mi sorpresa había niñas y niños de todas las edades, hasta había un par de mi edad que al verme entrar a la sala se acercaron.

- Hola! ¿Quién eres guapa? No te habíamos visto antes por aquí.- dijo un chico de pelo castaño y piel oscura muy simpático.

- ¿De dónde eres?- dijo otro chico con el pelo teñido de rosa chicle y ojos verdes.

- Me llamo Naru, estoy estudiando en la Universidad de San Francisco, último año.

Ellos me condujeron hasta el sofá dónde estuvimos hablando un buen rato hasta que uno de los cachorros se acercó llorando.

- Iruuuu! María ha sacado las uñas y ha arañado a Carlos! – el chico de pelo castaño y piel oscura se levantó a solucionar el problema. El cachorro se quedó mirándome.

- ¿Cómo te llamas? – preguntó tímidamente, sonrojándose.

- Naruto! ¿Y tú? – Es realmente adorable, pensé viendo sus enormes ojos escarlata y su pelo rubio.

- Rubí!

- ¿Cuántos años tienes?

- cuatro – dijo levantando cuatro dedos de su mano derecha.

- Yo tengo veinte años- que mayor que soy en comparación (T.T), pensé.

- ¿Por qué estás aquí? – interrumpió el chico de pelo rosa chicle y ojos verdes llamado Sam, pero antes que pudiera contestar alguien me abrazó por la espalda y dijo a mi oído pero lo suficientemente alto como para que Sam lo oyera:

- Eso no es de tu incumbencia… M-O-K-A – Sam enrojeció y miró hacia el suelo. Yo me giré hacia Gaara y le pregunté:

 - ¿Quién es Moka?

- Su personaje manga favorito, no sé si has oído hablar de ella. La serie se llama Rosario+Vampire.

- Aaaahhh- dije desinteresado mientras Sam enrojecía más, si aún era posible y Gaara se acomodaba a mi lado en el sofá. Se sentó a mi lado y pasó un brazo por mis hombros. Me colocó la mano en la nuca y empezó a moverla lentamente. 

Iru volvió y dijo:

- Solucionado! De verdad, no hay día que no saquen las uñas… - enmudeció al ver a Gaara sentado a mi lado y con la mano en la parte baja de mi cuello. Miró a Sam de tal manera que no supe interpretarlo y éste le devolvió la mirada.

¿Qué estaba pasando? si sólo me ha puesto la mano en la nuca…

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un pequeño maleante que saltó a mi falda sobresaltándome. Era el cachorro que le había roto el móvil a Gaara antes. Trepó por mi pecho y empezó a lamerme la cara.

- Para! Me haces cosquillas!- dije riéndome, realmente era juguetón ese pequeño.

Gaara lo agarró por el pellejo y miró a los ojos seriamente:

- No le vuelvas a tocar, es mío - el cachorro se revolvió, le estaba haciendo daño. Traté de quitarle el cachorro de entre sus zarpas pero él lo apartó a tiempo.

- Le estás haciendo daño! Dámelo!

- No me da la gana!- dijo él cómo un niño malcriado. Me subí encima de él y dije:

- He dicho que me lo des!

Él soltó al cachorro y rápidamente me tumbó encima del sofá.

- No deberías hacer eso…- me susurró tan cerca que nuestros labios casi se rozaban…

- AAAAAAAHHHHH!!!!!!!- gritó él. No comprendí que había pasado hasta que se incorporó y vi como el cachorro le había mordido el trasero. Todos los presentes nos empezamos a reír mientras Gaara perseguía al cachorro quién volvió a trepar descaradamente encima de mí y me puso ojitos. No me pude resistir. Le ayudé a escapar cuando Gaara vino a buscarlo. Así poco a poco más cachorros se fueron uniendo hasta que terminamos todos huyendo de Gaara para que no nos pillara.

Ino nos llamó para cenar. La ayudé a dar la cena a los cachorros y después cenamos los mayores junto con Iru y Sam.

El tiempo voló y ya era hora de irse a dormir. Pero el cachorro blanco no se quería despegar de mí.

- ¿Qué pasa pequeñín?

Él me volvió a poner ojitos de cachorrito súper adorables. No me pude resistir a tal ataque:

- ¿Quieres dormir conmigo?

Él asintió enérgicamente, riendo le cogí en brazos y dije:

-Pues vamos a pedirle permiso a Ino, ¿sí?

Fuimos hasta el segundo piso dónde estaban acostando a los cachorros y le preguntamos a Ino.

- Pero sólo por esta noche, ¿de acuerdo?-dijo guiñándonos un ojo con picardía mientras trataba de acostar a una cachorrita que se negaba a meterse en la cama y gracias a nuestra distracción escapó despertando a los demás niños.

El lobito me miró feliz y yo le sonreí. Nos fuimos a mi habitación.

- Por cierto, aún no sé tú nombre…- pensé en voz alta justo en la puerta de mi habitación.

- Se llama Mizuki.- Dijo una voz a mi espalda salida de la nada.

- ¡Deja de aparecer a mis espaldas!

-¿Asustado? En ese caso deberías dormir conmigo, y no con esa bola de pelo…- dijo frunciendo el ceño.

Suspiré cansado y dije:

- Buenas noches.

Un brazo musculoso me detuvo de abrir la puerta. Me giré al tiempo que mis labios recibían un beso suave y efímero. Mi cuerpo se heló mientras el cachorro que tenía en mis brazos no paraba de gruñir.

Sus labios se dirigieron a mi lóbulo, lo mordisqueó suavemente sobresaltándome y me susurró:

- Buenas noches…

Era la primera vez que me besaba tan dulcemente pero… ¿por qué sabía tan amargo?, pensé tristemente. Algo no estaba bien.

Le cogí del brazo. Él se giró y me miró a los ojos.

-¿Estás bien?- le pregunté inquieto. Él abrió los ojos desmesuradamente y usando la mano por la que le retenía me atrajo hacía él y me abrazó. El cachorro que quedó atrapado en medio del abrazo se quejó.

- No quiero que duermas con ese monstruito.

Un momento... Mis ojos se entrecerraron con diversión.

¿Estaba celoso de un cachorro?

Me empecé a reír despreocupadamente, él parecía confuso pero también un poco enfadado. Me puse de puntillas y rocé mis labios con los suyos.

-Tonto, no te preocupes. Si quieres, ven a dormir con nosotros ¿de acuerdo?

Él se giró y entró en su habitación sin decir palabra.

Mizuki y yo entramos en la mía. Me puse un pantalón de chándal con una camiseta y preparé para dormir. Estábamos los dos en la cama cuando la puerta se abrió bruscamente. Gaara entró cerrándola y se acercó sigilosamente hacia nosotros.

-¿Te has decidido a dormir con nosotros al final? – dije sonriendo.

- Si y más vale que no huyáis durante la noche.

- Antes muerto, lobo estúpido.

Se metió en el lado contrario de la cama. Con el cachorro en medio dormimos abrazados durante toda la noche. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).