CAPÍTULO 5
ITACHI
Cuando Naru ya se había ido abrí el papel que me había dado, ahí había apuntado su número de teléfono: 644029612.
Seguidamente cogí mi móvil y me lo guardé en contactos junto con su nombre, Naru-chan… me gustaba ese nombre.
Me sorprendió mucho ese chico. Pensé que sería el típico fácil cuando le conocí en el bar-club. Pero…«Es todo lo contrario», es un chico fuerte con poder para superar toda esa carga… y muy inteligente.
La verdad es que yo tenía prisa también pero no le quería dejar solo, ese chico merecía todo mi respeto y le iba a defender pues tenía mucho peligro en su vida.
Ya llegaba tarde a la reunión del clan, si quería llegar a tiempo me tendría que transformar.
Ya en forma de lobo corrí hacia la base: estaba situada debajo del bar-club. Cuando llegué me volví a transformar en humano y entré. Me acerqué a la puerta escondida detrás del mostrador y bajé por las escaleras de madera que crujían bajo mi peso, así delatando mi llegada a los demás, que se giraron al verme: estaba Gaara, el alfa del clan más joven que habíamos tenido hasta ahora era un chico igual de alto que yo; después estaba su soldado de más alto rango, yo Itachi, de veintidós años, pelo oscuro y ojos rojos, me ocupaba de entrenar a los soldados; también estaba Karin, ella dentro del clan se ocupaba de los cachorros, tenía el pelo pelirrojo y ojos azules verdoso; Sakura, una chica bastante joven y letal que se encargaba de la información, eso incluía interrogatorios, espiar…; Shino, alto pelo castaño oscuro con ojos negros y piel clara, que se encargaba de estrategias en general y asentamientos junto con residencias; y, por último, TenTen, una chica bajita de pelo oscuro y ojos marrón rojizos, que se encargaba de almacenar la información.
Supongo que esta vez Gaara había hecho una excepción porque Deidara, su hermano con un ojo morado, había asistido a aquella reunión.
-Por fin llegas- dijo Gaara enfadado- ¿Dónde estabas?
- Ocupado.- dije con un tono de voz que daba a entender que no contaría nada más.
- Bien,- prosiguió pasando por alto mi respuesta - ya casi hemos terminado, ¿qué hacemos con el caso de Dei? ¿Vamos a buscar al responsable y le damos una paliza o lo dejamos correr?
- Yo le iría a buscar- dijo Sakura. Shino, Dei, Karin y Tenten mostraron su acuerdo. De golpe sentí que tenía que hacer algo, había hecho la promesa interior de proteger a Naruto. Solo quería impedir que le hicieran daño, ya había sufrido demasiado. Sólo quería gritar…
-NO!- solté dando un puñetazo contra la mesa de tal manera que por poco se rompe. Todos me miraron sorprendidos ante ese ataque de furia.- Nadie le tocará un pelo a mi Naruto.
- Te ha faltado tiempo para hablar con él, ¿no?- dijo Gaara con sarcasmo.
- No quiero que le hagáis daño – repliqué cabezota.
- ¿Por qué? – preguntó Dei con evidente indignación.
- Porque él merece más mi respeto que tú- respondí con calma. Mientras Dei mostraba expresión de indignación y aún más cuando se giró hacia su hermano para pedir apoyo y él dijo:
- Nadie le hará daño.- dictaminó Gaara, yo le miré agradecido.
Terminada la reunión, sólo quedábamos Gaara y yo. Saqué mi móvil y le escribí un mensaje de texto a Naru:
Soy Itachi,
Los lobos sarnosos ya no te persiguen. J
Pulsé enviar, y al levantar la cabeza me encontré de cara con Gaara. Quién probablemente había visto el mensaje.
- ¿Qué ocurre?- me preguntó con el ceño fruncido.
- Él está bajo mi protección, no permitiré que le hagan daño.
- ¿Te gusta?- dijo con curiosidad.
- Le considero un muy buen amigo… - declaré.
Gaara me miró serio.
- ¿Es de confianza?
- Si.- respondí sin dudar.
Él asintió con la cabeza y se fue en silencio. Después de eso me fui a casa. Antes de salir vi que Naru me había respondido:
¿Cómo lo has hecho? ¿Hablamos esta noche? A las diez dónde este mediodía.
N.