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Perdona si te llamo Amor (Kaisoo) por Historias de A_M

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Estaría mintiendo si digo que llegue a tiempo a la escuela, hice mi presentación me aplaudieron, llegue a casa mamá me recibió con un abrazo y ahora estoy durmiendo.

No, no y NO.  El maldito callejón en el que el señor Kai se había metido estaba a horas… HORAS de distancia de la ciudad, tuve que hacer “dedo” es decir pedir que me llevaran hasta las afuera, me toco una mujer de unos sesenta años rubia y llena de oro por toda su cara, me miro y me dijo.

-Tan joven y metido en las drogas, pobre niño vagabundo.

Solo le sonreí, claro metido en la droga ¡No. señora acabo de tener sexo con un hombre que destruyo mi orgullo y de paso mi corazón!

Durante el viaje, que fue muy largo, descubrí que su olor se encontraba en todo mi cuerpo… y me encantaba, quería que él me volviera a tocar… quería que me abrazara y que me digiera que mi primera vez con el fuera la primera  de muchas. Sin embargo él me dijo todo lo contrario, que me iba a utilizar de alguna forma lo hizo y yo acepte, pero no de esa forma tan… brusca y ahora quería que el pagara, por eso.

Llego a mi casa a las nueve de la noche abro la puerta y;

-¡Donde mierda estabas Do KyungSoo! Grita mama con su delantal de cocina, y una cuchara de madera en la mano.

-Haciendo un trabajo con Suho. Miento, sin mirarla.

-¿Y porque no avisas? ¿Sabes cómo me puse cuando no llegabas?

-No mama.

-¡No, lo sabes porque no eres madre! Me grita con sus manos en el pecho.

-Ni, lo seré. Respondo sentándome en la silla de la cocina frustrada

-¿Qué pasa hijo? ¿Por qué tienes esa cara?

-Tú debes saber la respuesta, tú me la hiciste.

-¡KyungSoo!

-No, lo se mamá solo me duele el pecho. Digo, porque es verdad me duele como si me lo hubiesen clavado, junto con mi trasero, pero eso no se lo digo.

-¿Penas de amor? Pregunta sonriendo.

-A lo mejor. La verdad es que no lo sé, debería olvidarme de Kai, pero como lo hago si él se llevó mi virginidad y me trato como un puto ¿y porque la sola idea de no verlo más hace  que mi pecho reviente?

-Hijo dime soy tu madre… eso nos hace ser amigos.

-Jajaja ¿amigos en serio? Pregunto riéndome como una foca

-¿Esa persona no te quiere? Pregunta de repente seria, sentándose al frente mío, y dejando la cuchara a un lado.

-Creo que me odia mamá, confieso cuando comienzo a ver borroso y mis ojos se comienzan a llenar de lágrimas.

-¿Lo amas?

¿Cómo sabe que es hombre? Esta mujer es una bruja. Ignoro su deducción acertada.

-No, es solo, que siento como si me hubiesen atado a él, a través de un hilo- explico-  que cuando estamos “juntos” ese hilo desaparece y somos uno, pero hoy fue la primera vez que “peleamos” y ese hilo me atravesó el corazón, trate de borrarlo de mi mente y de la cabeza y de mis neuronas ¡pero está esta jodida sensación que  el sostiene el hilo que nos une, que él tiene una parte de mi… que él se lleva una parte de mí. -Explico tapándome la cara con frustración- Sé que esto es muy loco, pero lo descubrí cuando venía a casa, con cada distancia sentía que ese hilo ¡se estiraba y se estiraba y me ahogo mamá me ahogo! Grito, con dolor y lágrimas cayendo, por mis mejillas.

-Hijo… ¿lo conoces de hace mucho? Pregunta inocentemente tomándome las manos y entrelazándola con las de ella

-No, y creo que eso es lo peor de todo. Solo he escuchado cosas de él ¿estoy loco mamá?

-Hijo, mío el amor es rápido, no es como nosotros que pensamos, meditamos, negamos, aceptamos y luego actuamos… el amor no necesita tiempo, el solo actúa, apunta y dispara y caes en sus redes. No te lamentes por eso.

-¿Y qué hago? Porque también lo odio lo odio con mi vida ¡es un imbécil!

-Síguelo, búscalo, no lo dejes ir… KyungSoo tienes solo una vida en el juego de la vida tienes que saber usarla y aprovecharla.   

-Pero, mama soy feo. Digo con una nueva fuerza renovada.

-Eres hermoso, además que importa si eres lindo o feo si cuando mueras los gusanos te comerán igual.

-Te amo mama. Digo levantándome y abrazándola.

-Yo igual hijo y lo más importante… es que estas castigado. Dice con una sonrisa que hace que muestre todos sus dientes.

-¿Por qu-é?  Pregunto aturdido.

-Casa de Suho… mis calzones anda  derecho a acostarte, que mañana te tocara limpiar el baño.

Sonriente le doy un beso en la mejilla y corro “corro” porque tengo un maldito dolor en mi trasero, que me deja casi cojeando y me dirijo a mi habitación. Dónde está mi cansado hermano durmiendo. Mañana será un largo día.

…………………………………………………………………….

 

Tengo un plan y este inicia con levantarme temprano, y ponerme un lindo delantal floreado, encender la cocina, poner agua a hervir y sacar  recetas e ideas perversas por internet. Jamás había hecho un pastel en mi vida, pero tenía que intentarlo. Saque todos los aparatos que tiene mamá para hacer sus pasteles que ella vende (de eso vivimos) luego busque videos, ya que mama había salido temprano y no volvería hasta la noche, y yo necesitaba hacer esto antes de ir a la escuela.

El  resultado fue; dos pasteles en la basura, uno quemado, otro mordisqueado por mi hermano y  el ultimo pasablemente listo. Lo envolví en un papel de color muy delicado, y lo deje guardado en el refrigerador con un gran papel que dice: No tocar, ni comer. Y Salí corriendo a la escuela con mi mejor sonrisa.

Al llegar a la sala de clases, una figura estorba mi camino.

-Señor Do KyungSoo. Dice una mujer de unos treinta años.

-Sí. Respondo cortésmente

-Soy la inspectora Bae. Me dice con cara de pocos amigos ¿me reprenderá por no venir a la presentación? Espero que no… porque todavía cojeo, así que podría decir que tuve un accidente…

-Deseo hablar con usted en mi oficina, por favor acompáñeme.

La sigo con mis piernas tiritando y mi pulso a mil, tengo el presentimiento que no será nada bueno. Caminamos por lagos pasillos, hasta llegar a una amplia oficina con dos escritorios, ella se dirigió al más grande, y me indico que me sentara  frente a ella.

-Do KyungSoo, lo que le tengo que comunicar, no es para nada de mi agrado, sin embargo es necesario informarle esta situación a los estudiantes, para que también se hagan cargo de estos asuntos.

-¿Sobre qué situación? Pregunto dejando mi mochila en mis pies.

-Sabemos que la situación de su mamá es… difícil, por ende hicimos una excepción, con los pagos de la mensualidad, no obstante ella lleva casi  cinco meses sin pagar… esto no sería un problema ya que tenemos deudores que deben mucho más, pero la deuda de su mamá se está juntando con la del año pasado, ella prometió que pagaría los siete meses, incluyendo intereses, esa fue la condición para que te dejáramos pasar de curso. Explica seriamente.

-¿Y…Que pasara entonces? Pregunto removiéndome incomodo en el asiento

-Estos cinco meses, más los siete del año pasado van sumando KyungSoo firmó un contrato comprometiéndose, si ella no los paga para el otro mes… estaremos obligados a expulsarte del establecimiento

-¡No! Yo no puedo irme… no me pueden echar… yo estoy con una beca.—

-Lo siento, pero la beca solo cubre un diez por ciento.

-Sé que lo arreglaremos con mamá deme tiempo por favor. Imploro nervioso.

-Sé que lo aran KyungSoo, porque la expulsión no es lo más complicado del asunto, lo más difícil es la demanda que podrá la escuela contra ella, por el incumpliendo de contrato… lo siento.

Mi mano empieza tiritar, siento frio. Me despido y corro hacia los baños, me meto en un cubículo y lloro… lloro porque sé que nuestra situación económica es pésima… ¿acaso no notan que mi ropa es vieja y me queda dos tallas más grande? Ellos no saben que llevamos casi un mes comiendo comida en basada, porque no teníamos para cocinar, ellos no saben que mama viaja de una región a otra en un carretón llevando sus pasteles…

Limpie mi rostro y me dirigí a la próxima clase, frustrado y enojado, había que seguir adelante.

……………………………………………………………

-¿Hyung, hoy vas a la empresa? Pregunto casualmente, el sábado por la mañana.

-Sip, hoy tengo entrenamiento duro. Dice arreglándose el cabello en el espejo.

-Te acompañare. Afirmo.

-¿Qué? ¿Por qué? Pregunta confundido dándose la vuelta.

-Estoy aburrido aquí en casa, ya hice todos mis deberes, y si me quedo mama me dirá que le ayude y eso… no me gusta.

-Eres perezoso, está bien pero tendrás que esperarme unas buenas horas.

-Si me aburro me vengo, digo agarrando mi chaqueta y yendo hacia la cocina.

-Está bien… ¿pero para que llevas eso? Pregunta confundido mirando el pastel envuelto que sostengo en mis manos.

-Es-to… es para Lay- digo sonriendo por mi brillante idea-  el pobre pensaba que no iba a quedar, estaba tan frustrado que no lo felicite, cuando lo hizo… así que le llevo esto.

-Está bien… pero si lo aplastan en el metro… tu no vienes conmigo.

 

Después de horas de viaje (como siempre) llegamos con mi pastel sin ningún rasguño, sin embargo tuve que apoyarlo en mi cabeza durante el viaje… fue un asco. Estar fue de la empresa de su empresa, provoco que mi corazón se agitara y saltara, estaba en una maratón… él y yo sabemos por qué. Entramos y mi hermano rápidamente se va a su sala de ensayo.

-Te espero aquí. Le grito sentándome en una banca asilada.

-Está bien… no te pierdas Soo. Me dice alejándose y entrándose hacia la sala.

Listo y dispuesto cojo el pastel y voy hacia informaciones, el cual es un mesón que me lleva justo en mi nariz, debo ponerme en puntillas, hasta ver a una mujer con un perfecto peinado, y una chaquetea con el nombre de la empresa.

-Hola ¿que necesitas? Me pregunta educadamente.

-Hola, quisiera saber, ¿dónde se encuentra la oficina del señor Kai?

-¿Del Se-ñor Kai? Tartamudea la mujer, ruborizándose por completo

-Si del señor Kai… rápido que no tengo todo el día. Digo demandante.

-En el sexto piso.

-Gracias. Respondo fríamente.

Estúpida que se sonroja por escuchar el nombre de Kai…  me imagino si le hubiese preguntado por Jongin la estúpida se desmaya. Subo al ascensor mi mejor amigo, en esta empresa ¿Por qué mi pecho duele? ¿Por qué verlo se volvió una necesidad?... estoy loco.

El sexto piso, era pura elegancia, había una recepción de madera, con oro escrito en la parte del nombre de la industria, muchos hombres y mujeres de traje se paseaban con bandejas de platas que llevaban diversos bocadillos embobado me distraje, y perdí el foco, hasta que llegue al mesón donde había un hombre muy elegante revisando unos papeles.

-Hola. Saludo.

-Buenos días, en que… puedo ayudarte. Dice mirándome con desprecio… igual que su jefe, parece que es una cualidad para ser contratados.

-Necesito hablar con el Señor Kai.

-¿Tiene una cita agendada? Pregunta bajando la mirada hacia sus papeles.

-Mmm… ¿no?

-Entonces llame desde su casa y agende una cita con el Señor Kai, si no lo siento puede retirarse.

-Pero necesito hablar con él. Digo sosteniendo todavía el pastel.

-Te seré sincero, el Señor Kai es un hombre prestigioso… y bueno rico, el no hablaría con personas como tú, además que se encuentra en una reunión… así vuelve a tu casa niño, anda al cine, sale a jugar,  edúcate no lo sé. Me reprocha con tono molesto.

-Lo siento, señor yo… no sé qué hago aquí… discúlpeme, me iré en seguida, solo que he caminado mucho con este pastel ¿puedo sentarme un momento y descansar? ¿Luego me voy? ¿sí?

-¡Esta bien! Pero si te preguntan quién eres tú solo di que limpias las alfombras.

-Está bien señor-

¡Hijo de perra! Imbécil…está enamorado de Kai como todos en este lugar ¡Personas como TU Me las pagaran hijo de --.

Me doy la vuelta y veo que  a las afuera de una sala hay una pequeña multitud de hombres y mujeres elegantes… esa debe ser la sala de reunión, y parece que están en un receso, porque puedo ver como todos picotean de las bandejas que estar sirviendo. Me siento y dejo el pastel sobre una cara silla, todos los pasillos están alfombrados así que mi labor de limpia alfombras tiene sentido. Un dolor y un mareo me indican que un mal presentimiento viene, paro un segundo y sigo caminando por los elegantes pasillos, hasta que me topo con el baño de hombres, me escondo de tras de un masetero cuando veo que hay movimiento y dos figuras están saliendo, uno de ellos, es un hombre joven de piel blanca y pelo negro despeinado, su rostro serio… y se acomoda la camisa en el pantalón, la segunda es… Kai, el bastardo sale abrochándose su camisa blanca sin ningún reparo de nada.

Me escondo, y me sujeto a la pared cayendo en ella…  no puedo ver por qué mi mirada se nubla… ¿Qué hago aquí? ¿Por qué me duele tanto? Me agarro el estómago con ambas manos y me quedo en esa posición unos minutos, luego veo como una figura morena se va con el chico hacia un rincón más alejado ¿Seguirán con lo suyo?... pero no, el muy cretino de Kai le pega  una cachetada al chico joven, no puedo escuchar bien... Hasta que el chico de piel blanca se arrodilla a los pies de Kai abrazando los pies de este. Es una escena horrible, porque Kai le vuelve a pegar tan fuerte que el chico grita… bueno despacio pero lo hace. Saco mi celular y comienzo a grabar la escena. El moreno rápidamente sale y entra a la reunión, dejando al joven ahí llorando. ¡Ya vera!

Tomo mi pastel y espero treinta minutos escondido detrás del masetero, luego me armo de valor y camino hacia la puerta de la sala, la cual se encuentra totalmente polarizada…¡Tú puedes Do KyungSoo!

Golpeo y abro la puerta suavemente, sin embargo estoy tan nervioso, que la empujo y esta se abre completamente, estoy impactado cuando veo un largo mesón, donde hay más de treinta hombres y mujeres sentados elegantes y al medio se encontraba Kai… cada uno de ellos me miraba, asombrados por quien interrumpía su reunión… Al moreno casi se le cae la boca y los ojos cuando me ve, su mirada perfora mi ser, y yo lo miro a él como si fuéramos antiguos amantes que se rencuentran después de años… su mirada me dice que esta asombrado… y que me aleje antes de que me mate, pero su cuerpo me dice otra cosa… no me doy cuenta de que no estamos comiendo con la mirada hasta que escucho una voz

-¿Que se le ofrece joven?  Pregunta un hombre de unos sesenta años, bajando sus lentes y mirándome seriamente.

-A Kai. Respondo, cuando la sala se llena de murmullos y burlas.

-¿A Kai? Repite el hombre con un atisbo de ironía y malestar en su voz.

-Si – digo seguro, sin mirar al nombrado- Vengo a agradecerle, bueno el insistió, ya que  hace dos días que no para de llamarme, porque, esto me avergüenza un poco, pero  hoy estamos de aniversario… llevamos dos días saliendo. Confieso sonriendo.

La gente asombrada empieza a decir No que estaba soltero? ¿No que dijo que no se iba a comprometer? ¿Pero ese joven parece solo un niño? ¿Está saliendo con un menor? ¿Eso es legal? ¿Es una broma?

Kai indagando aprieta con fuerza sus puños en la mesa, y estoy seguro que escucho su quijada apretarse… me mira con odio, lo puedo notar en cada parte de su ser… saltara encima mío en cualquier momento debo apresurarme.

-Sí, hoy me llamo toda la mañana y no le respondí… estaba ocupado, y creo que se molestó, sin embargo lleno mi casa de flores y rosas… y bueno de pasteles así que vine para decirle…

Me di la vuelta y me puse frente al… estaba rojo y tenía los labios apretados en solo una línea ¡Perfecto!

-Vine a decirte, que te quiero Jongin y que si no pude contestar antes, era porque tú sabes yo voy a la escuela todavía y eso complica las cosas,- escucho como todos comienzan a murmurar al escuchar esa afirmación. Continuo- Sé que me dijiste que no te regalara nada, pero yo quiero darte un presente, aquí al frente de todos para demostrarte que mi amor es tan infinito como el tuyo.

Digo abriendo el envoltorio y dejando el pastel sobre el mesón, la mujer que está al frente de Kai lo acerca y abre los ojos como platos al leer y ver lo que hay escrito en el pastel.

-Felices dos días amor, me encanta que me des por el culo, y que te corras en mí, sigamos cogiendo así  como conejos por la eternidad Atte: Tu Soo.

-¡Quita esto de mi vista, inmediatamente!.  Grita la mujer al ver el pene que dibuje alado de mi nombre.

-Sí,- continuo con una nueva seguridad- y quiero asegurarte de que superaremos tus temores... como el día que me mencionaste que  tenías miedo de que no me llenaras de placer en la cama o de que no se te pudiera parar por tu edad… yo siempre estaré ahí, amor no importa que uses pastilla o no… te ayudare. Finalizo con una sonrisa.

Siento como jalan mi brazo y me arrastran a la salida, el tacto quema así que sé que es Jongin me lleva por largos pasillos, mientras escucho como la gente habla de este suceso, sonriendo dejo que me arrastre todo lo que quiera. Me mete a una sala muy iluminada, donde solo hay un mesón más grande, debe ser la sala de conferencia.

Me empuja fuertemente adentro, si no me sostengo del mesón, estoy seguro que me hubiese caído.

-¡Que quieres maldito mocoso! ¡¿Dinero?!  ¡¿Quieres dinero?! ¿Cuánto? ¡Dime! Grita, abriéndose los primero botones de su camisa, dejándome embobado, mirando sus movimientos

-Parece que no es dinero lo que quieres… dice observándome con lujuria en sus ojos

-Yo emm… ¡no! Yo no quiero tu sucio dinero, solo vengo a vengarme por tra—

No alcanzo a terminar cuando siento que me levanta del suelo, con agilidad y me tumba en el mesón

-Te voy a  enseñar cómo tratar a tus mayores- se posiciona entre mis piernas y se acerca peligrosamente a mi oído- Do KyungSoo.

Electricidad de la mas alta se apodera de mí, su aliento cálido y caliente llena todo mi cuerpo y mi entrepierna arde, quiero parar pero ya es tarde cuando siento que saca mi polera con demasiada necesidad… como si tuviera todo planeado y deseado en su mente. Besa mi oreja, la muerde y la chupa hasta bajar a mi cuello… el aire está cargado y espeso… me doy cuentan que mi cuerpo pide a ese hombre a gritos, así que  tiro de su nuca para aproximarlo más a mí. El gime cuando meto mi mano debajo de su camisa toco cada parte de su cuerpo, por mientras que  el me besa frenéticamente cada parte de mi cuello y pecho,  hasta mis  pezones chupando frenéticamente, por mientras que yo meto mi mano en su pantalón y aprieto su trasero

-¡Ahhh! Gime en mi oído

Sin poder responder con un movimiento brusco me recuesta en el mesón, y restriega su erección con la mía

-¡Ohh Jongin!…

-Con esto apren-deras a… respetarme. Logra decir por mientras que baja mis pantalones deprisa y su vez los suyo… no aguanto la distancia que nos separa necesitando su contacto  no me doy cuenta cuando lo agarro y lo acerco a mi boca, sin medir consecuencias, el beso es húmedo y violento sus manos recorren todo mi cuerpo hasta mi miembro expuesto y comienza a bombearlo. Nuestras lenguas se tocan se entrelazan hasta que el gana la pelea y comienza a explorar mi boca como si fuera la primera vez, introduciéndose y poseyendo cada parte de mi cavidad. Yo comienzo a gemir como un animal cuando con su mano libre comienza a darme nalgadas

-¡KyungSoo! Grita, cuando me inclino y empiezo  a acariciarle su miembro y los testículos con fuerza

-¡Te la meteré tan duro, niño que no podrás caminar en años, esa será tu lección! Grita con demasiada lujuria en su cuerpo. Una felicidad se impropia llena mi  cuerpo… el hilo no está tirante… no hay dolor, sin embargo él tiene que pagar

-Me encantaría, pero creo que hoy no se podrá. Logro decir a pesar de lo caliente que estoy.

-Si esa es tu venganza…no te servirá conmigo. Dice de repente con una media sonrisa llena de sarcasmo.

Por el robillo del ojo veo justo lo que necesitaba, me inclino un poco más y acerco sus labios con los míos en un salvaje beso, donde el sede de inmediato

-Hijo venia ver si todo está—

Se detiene inmediatamente. El hombre que acaba de entrar abre los ojos más de lo normal, por mientras que una sonrisa se forma en mis labios, parece que el hombre de sesenta años, era su padre, dos pájaros de un tiro

-Parece que era verdad que él es tu novio, mejor me retiro los dejo. Dice con desprecio alejándose con un portazo.

-¡No! Papá esto no es—

-No, - digo bajándome del mesón- Jongin, mi venganza está a punto de comenzar. Finalizo subiéndome los pantalones, yendo hacia la puerta.

-Te espero abajo… y trata de bajar tu erección, no querrás que todos vean como un niño de diecisiete años te pone duro ¿o sí?

Salgo de ahí y me encuentro con el recepcionista idiota, que me mira sorprendido y enojado, trato de arreglarme los pantalones sin disimular incluso exagero el gesto, para que su imaginación en la noche le dé con que soñar.

Pongo maleducadamente mi mano en su hombro y le digo.

-Para que te des cuenta, querido, que al Ceo le encanta cogerse a  los limpiadores de alfombra. Y salgo con una sonrisa ganadora a la espera de la bestia del señor Kim Jongin.

 

 


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