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Perdona si te llamo Amor (Kaisoo) por Historias de A_M

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Notas del capitulo:

Disfruten :)

Pd: Perdonen los errores :D

-¡J-JongIn! Grito desesperado cuando siento que toma impulso y la mete sin delicadeza.

-Tu solo disfruta mi niño bonito.

Se comienza a mover inmediatamente dejándome casi inconsciente de placer, sentir nuestros cuerpos mojados, por el agua del jacuzzi, y por la humedad del acto mismo me tenía en el mismísimo cielo. JongIn suelta mis brazos y mis manos, estas viajan y recorren  inmediatamente su cuerpo moreno. Me agarro de sus hombros cuando me penetra con más velocidad, como si con cada envestida quisiera llenarme con su esencia  por completo.

-N-no pares….

-No lo are bebe. Susurra en mi oído introduciendo su lengua y mordiéndome el lóbulo con deseo.

Mis manos fueron hasta sus fuertes nalgas tocando y apretando para aumentar el empuje de su polla dentro de mí, sus testículos chocando contra mi cuerpo me tenían loco. Él con sus fuertes brazos toma mis piernas blancas y las sostiene fuertemente en su cintura eso hizo que la presión aumentara, ágilmente  se comenzó a mover circularmente sintiendo como su polla giraba en mi interior  hasta tocar mi próstata, me corrí en sus pecho, momentos después él lo hizo en mi interior

-No creas que hemos terminado. Ágilmente me da vuelta poniéndome boca abajo, en un acto reflejo me sostengo de los codos para no meter mi cara al agua.

-¿Qué…me aras? Cuestionó al sentir  sus manos recorrer mi trasero.

-Gritar. Susurra con voz roca, mientras se cierne sobre mí afirmándose con el brazo, me separa las piernas con las suyas, toma mi mojado miembro con su mano izquierda y comienza a masajearlo a un ritmo jodidamente lento.

-¡JongIn ma-s más rápido! Inquiero repleto nuevamente de deseo.

Un ronco gemido de JongIn y mi cuerpo tiembla, retoma sus movimientos, pero ahora frenéticos sobre mi miembro por mientras  que por detrás imita envestidas lentas sobre mi trasero

-¡Oh por…todos los cielos creo que voy a correrme! Chillo frenético al sentir  a JongIn acelerar las envestidas

-Todavía no, falta la mejor parte.

Dicho eso me penetra, moviéndose agitadamente como si ambos estuviésemos en una carrera por la  liberación completa, cada centímetro de su cuerpo tocaba el mío y eso me tenía jodidamente caliente, sus piernas mojadas entre las mías su trasero sobre el mío, su pecho sobre mi espalda, el agua del jacuzzi mojándonos por completo era la situación más hermosa y excitante de mi vida

-Dame todo de ti JongIn lléname con tu esencia calma tu dolor en mi….yo lo consumiré por completo.

Creo que fueron las palabras más cursis que he dicho en mi vida, sin embargo lo necesitaba, lo necesito.

JongIn acelero sus estocadas hasta hacernos gemir a ambos al llegar al orgasmo esperado yo me corrí en su mano llenándola de esperma hasta salpicar en el agua, y el en mi interior.

Nos quedamos unos segundos en esa posición hasta que siento que él se levanta con cuidado, me doy vuelta despacio, porque un dolor me inunda ahí abajo, veo que saca unas toallas de un mueble, su ropa y la mía están tiradas por todo el lujoso baño, su camisa ni si quiera tiene los botones, mi camiseta creo que esta rajada, trato de levantarme, pero él llega y se vuelve a meter con su hermoso cuerpo moreno. Sé que me debo ir, porque su rabia de hace unas horas volverá y me arrastrara con él al infierno, y sentimentalmente no estoy preparado para que me desprecie no ahora.

Sin embargo él me toma de la cintura con mucho cuidado, se sienta con la espalda apoyada en el jacuzzi  y me deposita en su regazo entre sus piernas, sorprendido y asustado me aferro a sus hombros, mis ojos y mi boca deben demostrar mi asombro, porque él me mira con una media sonrisa. Abre las toallas blancas y comienza a secarme con ellas, primero los brazos, luego sube por los hombros hasta mi cuello y mi rostro, donde se detiene a limpiar una lagrima que ha empezado a caer por mi mejilla, sé que soy un estúpido por volver a caer ante un hombre como el gran Kai, pero yo no puedo evitarlo, y pensé que después de esto él me iba a tirar a la basura, porque sé que lo soy, de la más baja, solo soy un niño que está teniendo  sexo con un hombre grande, no debería importarme que el en estos momentos seca mi cabello como si la vida se le fuera en ello, ni tampoco el cálido beso que me da en mi entrecejo antes arrugado por la confusión y ahora  completamente estirado.

-Ven, tenemos que curarte ahí abajo.

Me levanta con delicadeza, me ayuda a salir del jacuzzi y me sienta en el retrete.

-Abre las piernas. Inquiere con autoridad, mientras saca una crema de un estante.

-¿¡Que!?

-No tengas pudor, creo que ambos sabemos que conozco muy bien lo que está ahí dentro, más bien mi polla te conoce muy bien.

Sonrojado, me abrí él se agacho despacio mirándome a los ojos para ver si decidía cerrar las piernas y salir corriendo.

-Esto arderá un poco. Comenta mientras unta sus dedos en la crema.

Un temblor inunda mi zona inferior cuando siento sus dedos en mi entrada esparciendo la crema con delicadeza.

-¿Duele?

Más que la mierda.

-Un poco. Respondo sonrojado.

El termina con la crema y le doy gracias al dios de los baños, porque ya estaba calentándome con solo verlo ahí abajo desnudo como un dios griego.

-Te diría que te pusieras la ropa, pero creo que la rompí toda.

Es verdad lo único que podría ocupar serian mis pantalones, los cuales estaban medios mojados.

JongIn se pone sus pantalones negros mientras que yo solo lo observo sentado en el retrete como un niño perdido, su camisa esta inservible, así que pasa de ella.

-Levántate, creo que hay una bata por aquí.  Rebusca entre los estantes, y saca una bata de color blanco.

Me la entrega y me levanto con un poco de dolor y me la pongo apresuradamente para cubrirme mi cuerpo desnudo, no debería sentir vergüenza, sin embargo, él me pone nervioso, hace que me sienta  al borde de  un abismo.

-Tengo que ir a la cocina debo ir por mis cosas….confieso bajando la mirada, mientras el comienza a ordenar la ropa tirada en el suelo.

-No puedes bajar así.

-Llamare a mi amigo para que me traiga ropa. Digo aferrándome al cinturón de la bata

-No.

-Puedo esperar ahí abajo solo me podrías….

-No.

-Sé que te incomodo, pero puedo salir por las puertas traseras no te….

-¡Mierda KyungSoo no! Grita deteniéndose por completo. Asustado retrocedo inconscientemente chocando con el retrete. Mis ojos se humedecen me siento como un puto adolescente sensible, no debería afectarme…no debería… no debería, siento como el cuerpo de JongIn se pone al frente de mí, tomándome y levantándome la barbilla para que lo mire.

-Escúchame no puedes salir así, abajo se está celebrando una de las fiestas más importantes de Corea, si ellos te ven tu vida se arruinara, al menos ellos se encargaran de ello.

-¿E-Entonces como lo are? Cuestiono tratando de evitar su mirada.

-Pasaras la noche aquí mañana por la mañana podrás irte a tu casa.

-¿Aquí…? ¿En el baño…?

-No por supuesto que no, tú te quedaras conmigo.

Mi boca se abrió levemente ahogue un pequeño grito con mis manos ¿Cómo iba a quédame con él? ¿O sea que no me iba a tirar afuera como basura? Mama me va a matar…

-Vamos necesitas descansar.

Con su pecho descubierto, me indica que me levante, lo hago dudoso apretándome la bata más al cuerpo, quería preguntarle si teníamos que subir escaleras, porque la verdad era que me costaba mucho caminar incluso creo que voy a cojear como en los tipos de las historias después de una noche de sexo ardiente, no obstante no me dio tiempo para cuestionar nada, cuando me levanta con sumo cuidado y me deposita en su cintura, como acto reflejo enredo mis piernas en ella y mis manos alrededor de su cuello moreno.

-Si tienes vergüenza escóndete en mi cuello. Susurra con voz de robot.

Sin embargo así lo hice porque la situación era malditamente incomoda, por su parte el enreda sus brazos en mi cintura con una mano abre la puerta del baño, y la cierra con cuidado. Siento que caminamos por los largos pasillos, junto con el murmullo de personas en el fondo. Sonrojado y malditamente avergonzado pegue mi nariz en el cuello de JongIn aspirando su embriagador perfume, sé que huelo él  y eso en mi retorcida mente me encanta. Pero olerlo me dejaba loco, caminamos unos pasillos interminables, hasta que percibí que con una mano trataba de abrir una gran  puerta de madera supuse que era una sala o algo así. Levanto mi cabeza y obviamente que no era un simple sala, era su habitación, solo que antes tenía una sala algo muy común y normal, sillones de cuero un televisor casi de cine adornaba la ante sala, luego un peldaño más arriba estaba la cama de dos plazas de sabanas y colcha azul, él me sienta en la cama, por mientras que va en busca de algo, mientras yo examino toda la habitación, a mi lado derecho había un ventanal que estoy seguro que de día debe verse toda la ciudad, al fondo se veía una puerta de la cual ahora JongIn salía apresuradamente.

-KyungSoo- me llama yendo hacia la puerta de salida con una camisa blanca nueva, su frente mostraba que estaba repletamente sudado- Quédate aquí tienes de todo yo iré a buscar…una… no importa  tu solo no salgas de aquí.

Me iba a negar, pero ya había salido… ¿Qué are yo en una habitación lujosa? ¡por que decidí quedarme! Ahora debería estar en casa con el dinero de los pasteles, si mama no me ve en la mañana me dejara sin salir por un mes, y si no salgo, no podre pagar la escuela ¡estoy jodido! Y mi hermano necesita debutar y si no lo hace creo que los tres estamos muertos.

Recorro la habitación en busca de una opción, seguro JongIn bajo a la fiesta y me dejara aquí solo hasta que la fiesta termine, pero yo no me puedo quedar aquí esperándolo como una doncella en un castillo. Mi mirada choca con una mesa de vidrio que está cerca de la puerta de salida, está repleta de tragos caros y vasos ¿Qué hombre tiene casi un bar en su habitación?  Pero mi pregunta mental se ve ignorada cuando una puerta llama mi atención, al parecer es la del closet, entro con cuidado y… bueno ¡está repleto de trajes! Entro por completo a la mini habitación y  mi mirada cae en los miles de compartimientos con chaquetas camisas  y pantalones, en el centro de la recamara, apoyándome con cuidado veo relojes con piedrecillas incrustados tapados por un vidrio… y yo con suerte tengo tres cajones para guardar mi ropa. La recamara sigue, pero no quiero seguir mirando, así que me devuelvo a la sala principal voy hacia el ventanal y corro las cortinas… la vista es hermosa, las luces me indican que la ciudad no duerme, al menos en mi barrio si lo hacen, pero aquí no, todo brilla todo es luz.

Un sentimiento me llega de improviso algo parecido a la culpa, me hace sentir un sucio, porque si JongIn bajó a seguir con su fiesta y yo soy el que está aquí arriba en la ventana esperando…. Ocultándose como un… como un puto.

Corro hacia el “pequeño closet” de JongIn y saco lo primero que encuentro, una camisa y un pantalón que de seguro me quedaran grande, pero no me importa, corro hasta la cama de dos plazas y me estoy sacando la bata cuando la puerta se abre bruscamente. JongIn entra totalmente sudado y con los ojos rojos, de un manotazo tira la mesa de vidrio al suelo, hasta dejar caer todos los tragos, agarra una botella y la tira a la pared con furia. Se lleva las manos hacia la cabeza y luego se jala el pelo, con miedo retrocedo unos pasos. Pareciera que estaba en una especie de trance, o más bien volvió al trance de hace unas horas.

-JongIn debo irme a casa. Dije estúpidamente.

Él volvió su mirada perdida al frente, la transpiración recorría su frente su ceño estaba fruncido, sin embargo camino unos pasos tratando de controlarse.

-No, no puedes.

-Pero tu…

-¡No puedes KyungSoo! ¡No!

Corre a la puerta que supuse que era el baño, se mueve por todos los estantes dejando caer cosas en el proceso

-JongIn…

El vuelve a mi corriendo pero igualmente de agitado

-Lo necesito… lo necesito y no hay. Me responde sentándose al borde de la cama con su cabeza entre sus brazos.

-¿Qué necesitas que no hay? Pregunto sentándome alado de él.

-¡Una mierda que me ayuda a calmarme!

-¿Sexo? Cuestiono seriamente.

-No- responde con un atisbo de sonrisa en su voz- si fuera eso créeme que no estaría así.

Sonrojado trate de seguir con mi misión de investigador ya no tan puto.

-¿Entonces que es…?

El levanta la cabeza de entre sus brazos y comienza a sobarse los ojos rojos, se remueve su cabello agitado y un pequeño espasmo envolvió su cuerpo, sus hombros comienzan a temblar al igual que sus piernas, asustado toco su brazo, le subo la camisa hasta los hombros  y comienzo a dar suaves masajes como lo hacía mi madre cuando era pequeño.

-Sufro de crisis de ansiedad, que vienen dada por una enfermedad que tengo desde pequeño.

-¿Y cómo…?

-Es muy parecida a los cinco minutos de furia de una persona, solo que yo en esos minutos pierdo la conciencia y me inunda una ansiedad y una rabia irracional, que puedo causar y causarme daño … y bueno pueden durar un día o una hora dependiendo de mi estado de ánimo. Confiesa cerrando los ojos y cerrando los puños de las manos con fuerza hasta ponerlos blancos.

-¿Y cómo lo haces para controlar esos episodios?

-Me…me drogo.  -Murmura volviendo a agitar, por lo que tengo que masaje más fuerte sus antebrazos- me inyecto, porque  soy un animal, creo que la última vez estábamos en la industria hablando de grupo debería debutar, y me comenzó la crisis tome al sujeto que estaba alado mío y lo tire contra la pared… lo golpee tanto que perdió la conciencia por meses.

-Eso es…

-Eso ha sido lo mínimo que hecho, no sé si es de tu conocimiento - dice tomando rápidas respiraciones, todavía con los ojos cerrados- pero hace algún tiempo estaba teniendo sexo en una de las salas de ensayos, para mí era algo recurrente y normal, sin embargo percibí los síntomas de la ansiedad  no pude hacer algo ya era demasiado tarde cuando agarre a la chica con rabia y la tire a la sala de espejos hasta hacerla sangrar… lo demás sigue siendo muy fuerte de contar.

Impactado trato de alejarme mis manos poco a poco sueltan su antebrazo, pero él lo nota.

-¿Me dejaras KyungSoo? Pregunta abriendo los ojos y mirándome directamente al alma

-¿Quieres que lo haga? Contraataco sintiéndome hipnotizado por su miarada penetrante

-No.

-Entonces no lo are.

Mi mano viaja a su mejilla le doy una suave caricia, volviendo a sus antebrazos

-Me inyecto una vez al día, y si hay indicios de que la crisis volverá lo hago por segunda vez, no obstante hoy no me inyecte- noto mi mirada de confusión y el prosiguió- porque me sentía muy cansado, mi padre quiere que sea el hijo ejemplar y que en esta fiesta de a conocer lo superior que soy, aunque también quiere herederos los cuales pueda manejar… esas situaciones y estos ricos de mierda todo me cansa, además que se sumó el rumor  de que estoy de novio con un chico mucho menor que yo- mis mejillas de ponen de un rojo tomate hirviendo, bajo la mirada apenado- eso provoco que las acciones de la industria bajaran.

-Lo siento. Logro decir.

-Bueno, eso y más situaciones hicieron que me olvidara de la droga quería mostrar la esencia del magnate Kai deseaba mostrarles a JongIn.

-Creo que algo salió mal….

-Sí, fue cuando ya no aguantaba la charla vacía, las mujeres insinuándose el sentimiento de falsedad  y el cómo persiguen  mi fortuna, casi gritándomelo en la cara, junto con el querer sacarme de la empresa a cualquier precio…así que solo basto unos segundos para que quemara dos de mis autos y le pegara a un cocinero.

-Pero fue culpa de la crisis no es porque tu quisieras. Respondo mirando algún atisbo de arrepentimiento.

-Sí, pero debería poder controlarlo… y yo sabía que en esta habitación tenía un arma, si yo me apuntaba podría acabar con esto, así que subí, vi a un par de hombres conversando en el pasillo, ya no quería tomar el arma para apuntarme a mi sino que a ellos… entonces me encerré en el baño ¡me sentía como la misma mierda! Me encontraba entre la indecisión de matarme yo o matarlos a ellos primero, estaba tan malditamente jodido, que mis pensamientos iban a mil por horas esta histérico.

Suelta su brazo de mi agarre, se lleva ambas manos a la cabeza frotándose las sienes.

-Sabía que alguien iba a morir esta noche, y rezaba para que fuera yo, estaba a punto de cometer un suicido cuando escuche tu voz.

Así que ahora entro yo en la historia, trato de mirarlo, busco su mirada pero el mantiene los ojos cerrados.

-Todos mis sentidos pararon, mi corazón mi respiración mi agitación todo se detuvo y solo escuchaba silencio… hasta que un pensamiento una necesidad me envolvió por completo….ahora solo me importaba tener tu cuerpo.

Mis ojos se abren completamente,  no sé si ofenderme por sus palabras, o agradecerle por ellas, me golpee mentalmente para concentrarme en sus palabras.

-Por ello te arrastre a baño conmigo, porque entre más cerca estabas de mí, mas borrabas esos pensamientos suicidas, era puro deseo, la sensación de tu cuerpo blanco como la nieve, tus brazos sobre mi cuello tus piernas sobre mi cintura me tenían hipnotizado… sin embargo debo reconocer que tenía miedo de que en dos segundo yo te hubiese tirado al jacuzzi violentamente y toda mi furia  fuera dirigida a ti.

Baja su cabeza y la esconde entre sus brazos. Un grito de lamento desgarrador inunda su habitación, comienza a mecerse cada vez más rápido llegando a lo histérico.

¡No sé qué mierda hacer! Ni siquiera me ha dicho que lo que inyecta, pensando rápido, me pongo de rodillas frente a él acercándome a sus piernas, tomo suavemente su cabeza hasta levantarla, le acaricio la mejilla y el abre sus ojos rojos y irritados, busco su mirada pero él me evita.

-¿Creíste que me harías daño? ¿Cómo a la chica de esa vez…?

Después de unos minutos, JongIn me mira, asustado, con mi pulgar trato de acariciar sus parpados sudados para relajarlo, el solo se obtiene a mirarme, sin embargo con un bajo susurro escucho su respuesta.

-Sí, creí que te iba a matar.

Un momento de silencio incomodo prosiguió su respuesta, mis manos siguen acariciando sus mejillas, hasta que decido bajarlas hasta sus antebrazos.

-Pero no lo hiciste. Respondo mirándolo con seguridad.

-No, porque tus labios callaron mis ganas de hacerlo.

Sin poder meditar lo imbécil que estaba siendo, me incline un poco más, tome impulso hasta llegar a su boca lleve mis manos nuevamente a su mejilla que al parecer comenzaba a ser el lugar preferido de mis manos y ataque sus labios húmedos delicadamente. JongIn pareció sorprendido por unos segundos luego llevando  una de sus manos a mi mejilla y otra a mi espalda… me correspondió el beso, no obstante a la diferencia de otros besos que he tenido con él este fue puro, sin lengua, sin profanaciones, solo el roce de nuestros labios y el sonido suave que hacían estos al estar en contacto.

Gemi cuando comenzó a succionarme el labio, hasta sentirlo rojo e hinchado.

-Quédate. Susurra en mis labios

-No puedo mamá me va a matar

-Mañana yo hablo con ella. Murmura volviendo a tomar mi labio inferior

-No le… gustara que…que haya pasado la noche con alguien mayor. Logro decir en los labios de JongIn.

-Pero si no soy tan mayor. Inquiere burlón alejándose unos milímetros de mis labios

-Sea realista señor JongIn me doble  casi por veinte años. Le reprocho besando su barbilla succionando el sudor.

-A mí no me parece mal.

-¿No? Respondo perplejo mientras me toma por la cintura y me cierne entre sus piernas, mis manos van hacia su cabello desordenado, metiendo mis pálidos dedos entre sus oscuras hebras. Bajo la mirada para ver su respuesta, pero tiene los ojos cerrados. Me detengo con mis movimiento en su cabello y el abre los ojos automáticamente, un escalofríos inunda y eriza mis cabellos del todo el cuerpo al ver sus ojos estrecharse juguetonamente.

-Me parece muy excitante.

Su boca toma la mía sin aviso y comenzamos un beso apasionado repleto de euforia y de deseo, mis manos apresuradamente van hacia la espalda de JongIn y levanto su camisa con necesidad, el hace lo mismo con mi bata la jala de mi hombros y me levanta para retirarla por completo. Jadeo cuando su boca y su lengua llegan a mis hombros succionando lamiendo y besando cada zona. Mis manos recorres su espalda apretando y rasguñando, porque quiero que ese hombre me recuerde o mejor que en cada zona de su piel quede gravado mi nombre un chico común de solo diecisiete años siendo tomado por completo.

Los pantalones de JongIn se rompen mientras ambos tratamos de sacarlos con brusquedad, cuando se libera por completo de ellos, me monto encima de su duro miembro.

-Explícale mañana a mama como termine cojeando. Menciono mientras succiono su hermoso cuello.

-Mejor pasemos de ello y expliquémosle como lo hiciste para tenerme muerto de deseo tres veces en una noche.

Sin poder responder a esa cautivadora y caliente afirmación, toma mi miembro y comienza a bombearlo de abajo hacia arriba de manera que no pudiese evitar de gemir, JongIn se asegura de no quitarme la mirada en cada momento lo que hace que me excite mucho más.

-Me-Métemela ¡JongIn!

-No hace falta prepararte siempre estás listo para mí. Dice besando mis labios.

Y me penetra, húmeda y gruesa la siento en mi interior. Un gemido de dolor se me escapa sin poder controlarlo, hasta que después de unos segundos me siento preparado y comienzo a moverme al compás de mis latidos.

-¡Sí…! Salta un poco bebe

Me muevo, mientras siento una de las manos de JongIn en mi dura polla y otra en mi trasero agarrándolo, mi fin es cuando comienza a envestirme y sus rojos labios se dirigen a mi pecho acariciando mi pezón y gimiendo al succionarlo.

Me vengo en su mano, y él lo hace en mi interior, sus labios suben hasta mi cuello, aspira mi respiración hasta llegar a la parte de atrás donde lame el sudor, luego  llega a mis labios y me los devora como si fuera la primera vez.

 

 

 

 

 

JongIn levanta las sabanas y me ayuda a acostarme en el lado derecho, unos minutos pasan hasta que él también lo hace en el lado izquierdo. Ambos estamos desnudos, con la ropa tirada a nuestro alrededor y oliendo a sudor. Se cerciora de que la ventana este bien cerrada (con un control remoto que nunca en nuestra miserable vida tendremos en casa) y me tapa como si fuera un niño pequeño. La problemática es... que no se si acercarme a él, no sé qué somos, si mañana me dejara, o si al menos me ira a dejar a casa, o si hablara con mama ¡ no se en que mierda me metí! Así que opte por lo más fácil

 

-JongIn- pregunte poniéndome de lado-¿qué es lo que no hay y que necesitabas?

Esa pregunta hizo que su rostro palideciera, se pone derecho mirando hacia el cielo, oscuro igual que toda la habitación.

-No hay inyecciones, alguien las robo y justo cuando hoy las necesitaba no habían.

-Pero puedes conseguir algunas mañana. Inquiero aferrándome a la gran almohada

-¡No! Porque se, mandan a pedir al extranjero se demoran ¡tres semanas! E inclusive más ¡estoy jodido! Es mejor olvidar esto y dormir KyungSoo mañana veremos lo de tu madre.

Se da vuelta, dándome la espalda. Asombrado pero dolido, mi orgullo comienza a doler ¿Qué se cree este estúpido? No porque domina y mande en una empresa repleta ara lo mismo conmigo.

La cama es un poco grande, pero soy ágil, me arrastro lentamente hasta estar de tras de JongIn, pegadito a él se perfectamente que está despierto, y obviamente percibe que estoy detrás, sin embargo  y sin previo aviso enredo mis brazos en su cintura y mis piernas entrecruzándola con las de el debajo de las mantas.

-Sé que encontraras una solución y que podrás controlarlo. Digo en la oscuridad, con mi pecho pegado a la espalda de JongIn.

Unos segundos pasan eternamente, hasta pensé que se había quedado dormido, vencido y cansado mis ojos comienzan a cerrarse, hasta que siento como se da vuelta despacio, sin desarmar nuestras piernas entrelazadas y me envuelve en sus brazos apegándome a su cálido pecho moreno.

-Gracias.

Y con un casto beso en la frente caigo dormido en los brazos de JongIn.

 

El sol me llega en la cara. Y eso me molesta no me gusta para nada, trato de abrir los ojos pero me duelen, comienzo a palpar a mi lado derecho y esta vacío… luego recuerdo de que no estoy en mi casa y que supuestamente ahí debería estar JongIn

Alarmado me pongo la camisa y un pantalón que estaban a los pies de la cama. Comienzo a llamarlo, pero al parecer estoy solo en la lujosa habitación. Miles de pensamiento me inundan ¿y si su crisis volvió? ¿Y si fue al baño a esconderse? Sin pensarlo dos veces salgo de la habitación, cojeando y con lentitud avanzo unos pocos pasos  cuando una joven mujer de pelo negro y vestido corto camina hacia mí.

-¿Disculpe ha visto….?

-Así que tú eres el mocoso.

-¿Disculpa? Inquiero al ver que ella se acerca furiosamente.

-Mira me importa una mierda los modales, solo vengo a advertirte que te alejes de Kai… así que vete de esta casa ¡ahora! Grita moviendo su cabellera con rabia.

-Yo no te…

-No y nunca lo harás porque tú eres otro más de sus  putos adolecente y yo soy una hermosa dama de buena familia.

-¡Yo no soy un puto! Grito con toda mi fuerza mientras ella me arrincona en el pasillo.

-¿No? ¿Y cómo le llamas venir y darle sexo al CEO y luego amanecer solo en la cama? ¡Prostituto!

-¡Que no! Grito enrabiado por esta estúpida mujer.

-Lo eres… entiende Kai no puede estar con una escoria como tú, él es un hombre serio un empresario un magnate y tú eres una mierda que apenas ha terminado la escuela… vete a casa y mastúrbate como los adolescentes normales

-¿Y para que lo haría? ¿Si tengo a JongIn para que me  lo haga? Contraataco.

La mujer me mira seria, todas sus facciones se transforman repletas de ira ,está apunto de levantar su mano y pegarme, pero se detiene.

-No creas que él estará o establecerá una relación contigo niño.

-¿Y porque no? Pregunto orgulloso y con tono chillón como el de ella.

-Porque tú no puedes darle hijos, en cambio yo sí.

Eso fue como una puñalada en mi estómago,  comienzo a marearme y a perder el foco… ¿Por qué siento que algo se remueve en mi interior? Me cuesta respirar y mi corazón no para de latir, automáticamente me llevo una de mis manos al cuello, donde ayer JongIn lo acaricio, sintiendo su calor y su cálida esencia reconfortándome un poco más para dar mi último contraataque .

-¿Y-Y quien eres tú para decirme eso? Cuestiono apoyándome con la otra mano de la pared para no caer.

-Su esposa.

 

 

Notas finales:

   

 ¿Les gusto?


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