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Mush-room por Amok Scarlet

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Notas del capitulo:

Hola!!

Hoy se siente un día tranquilo, al menos para mí, hasta dormi mucho, demasiado. Pero bueno, espero que ustedes tengan un día lindo

espero les guste

— ¿No lo han encontrado? — preguntaba una pequeña hada pelirroja

 

— No

 

— ¿Y el dullahan? — preguntó sentada en el hombro del peli-naranja

 

— Estamos cerca — la chica volteo a los lados buscando la presencia

 

— ¿Pero que tenemos aquí? — un caballo negro aparecía con su jinete caminando a un costado — Me han contado que me andan buscando. Pensé que no los volvería a ver

 

Tomo su cabeza que reposaba en el lomo de su corcel y lo coloco enfrente de su cuerpo

 

— Tal vez ustedes saben dónde está el ratoncito — se acercó a ellos

 

— No lo sabemos — el hada se había puesto a revolotear cerca del jinete

 

— Y si lo supiéramos ¿por qué te diríamos?

 

— Porque valoran mucho su vida — les dio la espalda y subió a su caballo, le dio unos golpecitos a los costados y cabalgo hacía ellos — jajá si no quieren morir más les vale decirme donde está el enano

 

El hada evadió la guadaña que se había formado con la niebla, era más sólida de lo que parecía. El semi-gigante corrió donde estaba el dullahan cuando vio que había dejado su cabeza en el caballo cuando el hada esquivo el primer ataque y con la otra mano aparecía un látigo

 

— ¡Karin! — la chica volteo al grito y no pudo lograr evitar el golpe que se avecinaba. El peli-naranja había llegado a tiempo atrapando al hada con sus manos. El látigo golpeo su espalda, haciéndolo caer, esa cosa ardía como si estuviera encendida en llamas.

 

— Ju… ¡Juugo! — el hada salió de las manos del semi-gigante viendo que venía de nuevo el látigo, alzo las manos en forma de defensa y un campo de fuerza los logró proteger, aun así la lanzo hacía la espalda del otro que seguía inclinado al recibir el anterior golpe

 

— Jajaja ¡No pueden contra mí! ¡Soy demasiado para ustedes! — Se reía mientras daba ligeros pasos en su corcel acercando lentamente — ¡Díganme donde esta! — Azotó el látigo contra el suelo que levanto el polvo

 

— ¡Maldito! — el hada le gritó

 

— ¡No puedes hacer nada! Solo eres una simple mosca — eso la enfureció. Se abalanzó contra él y cuando estaba cerca, vio como caía de su caballo

 

— Jajá, es inútil contra el agua ¡estúpido! — el chico agua apareció a un lado del jinete caído

 

— ¿Suigetsu? ¿Pero qué haces aquí? — preguntó el hada acercándose más donde estaba el chico, pero manteniendo las distancias

 

— Solo pensé que necesitarían ayuda — toco al caballo, recorriendo su cuerpo con el agua que producía. El caballo cayó

 

— Justo a tiempo — el semi-gigante se acercó donde los otros dos

 

— No aguantas nada — acercó sus manos y cubrió las heridas con agua, sanándolas lentamente

 

— Esa cosa arde, sabes de donde viene — le espetó algo molesto

 

— Sí, sí lo que tú digas — se cerraba la piel que estaba abierta y ardiendo. La carne viva se veía. El fuego de ese látigo es desconocido, lo único que sabían es que sí esa cosa toca un punto vital, estas muerto. Para su suerte no fue así

 

— ¿Tampoco encontraron nada? — preguntó una vez que no sintió el ardor

 

— No, pero el chico lobo encontró información sobre un duendecito en las montañas — respondió el peli-blanco

 

— Vamos, avisa a Haku y Zabuza — el chico de agua desapareció de su visión. Se podía transparentar, una de sus tantas habilidades

 

— Nosotros alcanzaremos a la serpiente y al lobo, pero antes — se acercó al cuerpo del jinete y su caballo, cerró los ojos y toco con las palmas de sus manos ambos cuerpos, haciendo que desaparecieran

 

— ¿Podías hacer eso? — preguntó la pequeña mujer alada sentándose en su hombro

 

— Es una técnica de mis antepasados — se levantó y caminaron a su destino

 

……………………………………

 

— Parece que no se moverán de ahí — Estaban de nueva vez cerca de la cabaña, habían abandonado hace unas semanas atrás por órdenes. Juntando toda la información que disponían y organizándola de la mejor forma. Habían mandado un mensaje a un mago de los dominios humanos.

 

No les agradaba mucho la idea, a Tsunade, porque no demostraba que ella pudiera sola con el bosque. Pero aun así lo hizo. Llegaría en unos días.

 

— Está molesto — salió de su estado de confort levantándose. Salió de la cabaña gritando y azotando la puerta algo no andaba bien.

 

— ¡Como lo pudieron…! ¡¿Quién demonios?! — vieron salir a los que se habían quedado con él — ¡Bien!

 

— Itachi, ¿Qué vas a hacer? — cuando se dieron cuenta el azabache se había quitado la capa, botándola por ahí. Quedándose con una playera negra y pantalones del mismo color

 

— Si quieres que algo salga bien hazlo tú mismo — saco una bolsita de su pantalón, el saco donde llevaba al rubio. Una navaja de su otro bolsillo y se la pasó por la palma de la mano, dejando caer unas gotitas de su sangre en la bolsita.

 

— No lo hagas — dijo — ¡esa criatura es demasiado hasta para ti!

 

— No hay otra forma — volteo a ver al rubio que le gritaba — ya está hecho

 

……………………………………

 

Jiraiya estaba que se moría en ese momento, vio como el chico había besado al Uchiha. Su pequeño amaba a un hombre. ¿Qué había hecho mal?

 

No sabía si llorar o gritar de rabia, lo único que sabía es que no podía hacer nada. El zorro lo había atrapado entre sus garras para que no saliera corriendo a separarlos.

 

— ¡Suéltame maldito zorro! — forcejaba, a sabiendas que no lograría nada

 

— Jajá, el Uchiha no pudo esperar — ignoraba por completo al hombrecito en su pata derecha — dejarlo en ese estado, jajá ¡soy un genio!

 

Las otras bestias que estaban cerca se le quedaron viendo, preguntándose qué habría hecho esta vez

 

— No me digas qué… — hablo Kokuoo, el caballo delfín

 

— No, fue algo mejor — las demás bestias se acercaron. Ese hermano que tenían era “maldoso” esa podría ser la palabra correcta para describirlo. Vieron hacía los chicos que estaban mirándose

 

 

— ¿Y cómo llegaste aquí? — preguntó separándose para ver sus ojos

 

— ¿Por quién me tomas? — puso las manos en las caderas

 

— No, no es eso. Lo que pasa es que Kurama dijo que nadie puede encontrar este lugar

 

— ¡Pero yo lo hice! — frunció más el ceño

 

— De acuerdo, ¿tienes hambre? — cambio de conversación

 

— No — y gruñeron sus tripitas ocasionándole un sonrojo

 

— ¡Vamos te enseñare el ramen! — se levantó cargando a Sasuke que estaba aún avergonzado por su estómago haciendo ruidos que no debía cuando no tenía que hacerlos

 

 

— Entonces hiciste que se pudiera embarazar — decía tranquilamente Choumei el escarabajo-rinoceronte. Mientras Jiraiya tenía cara de horror

 

— Es muy fácil para mí — se limaba la uña con un árbol cercano sin soltar al hombrecito de su garra

 

— Cómo la vez que hiciste crecer cebollas en los árboles — comentaba Son Gokuu el mono

 

— O cuando los peces se volvieron de oro — continuó Isobu

 

— También cuando nos… — se callaron al oír un grito

 

 

— ¡No! ¡Ni loco me como esas lombrices! — gritaba Sasuke alejando el platito que contenía ramen

 

— ¡Qué no son lombrices-ttebayo! — Le enseñaba las tiritas de la sopa — ¡es col!

 

— ¿Col? — lo miró detenidamente

 

— Abre, te va a gustar — iba a protestar, cosa que aprovecho el rubio para meterle las tiritas a la boca. No tuvo más opción que masticar y tragar

 

¡Está bueno! Se dijo una vez que paso el bocado

 

— ¿Verdad que esta bueno? — preguntaba el rubio que sonreía al ver la cara del azabache

 

— No está mal — fue lo único que dijo y el rubio le tendió el tazón para que siguiera comiendo

Notas finales:

¿Esta confuso? ¿falto algo?

Creo que sí pero no estoy segura

De cualquier forma, espero les haya gustado

Y gracias por leer y no abandonar

Bye bye


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